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CONFESARTE. por alliaries

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Notas del fanfic:

Saint seiya no me pertenece es propiedad de masami Kurumada.

Notas del capitulo:

Bueno espero que tengan lindo dia, y agradesco que se animen a leer la historia

:)

La vida les había concedido un nuevo inicio, desde la resurrección de los santos dorados el santuario se sentía en calma, el mundo no se veía amenazado, pero aun así. Saori les encargaba misiones a sus santos, para hacer buen uso de sus recursos como deidad.

Pero tanta calma perturbada al cuarto custodio, en especial porque se veía en la obligación de mantener charlas con sus compañeros, no era que esto le molestara, solo le preocupa tener que dar una negativa ante las proposiciones de Piscis que aunque indirectas eran fácilmente descifrables.

-¿Te gustaría ir a cenar?-pregunto el caballero de largos cabellos.

-No tengo hambre-respondió el italiano.

-¿Quieres ir al pueblo?

-Lloverá- Cáncer comenzó a descender del doceavo templo.

El de piscis miro al cielo-el  sol parece contradecirte.

-Es sol de lluvia-se limitó a decir mientras se cruzaba de brazos y cerraba los ojos, tratando de evitar la cercanía de su camarada. 

-¿Sol de lluvia?-la relación entre sol y lluvia no eran muy cercanas o al menos para el caballeros de las rosas.

-Si-levanto su índice y lo ajito- todos saben que si hay mucho sol, lloverá.

-No lo había escuchado-mentira, si lo había escuchado pero prefería enterrar esos recuerdos. Eso no importaba ahora, si era necesario acortaría la distancia y pasaría a ser totalmente franco-eres muy simpático.

Cáncer abrió los ojos, no deseaba tener esa conversación con Afrodita, el simplemente no podía corresponderle, y aún más importante no deseaba decirle el motivo por el cual no podía-Sabes, creo que olvide algo en mi templo ¡Nos vemos!-descendió con gran rapidez y aunque Afrodita le siguió el paso. DeathMask logro perderse en capricornio.

-Cielos-exclamo el joven-me sorprende la facilidad que ese cangrejo tiene para escabullirse-eso sumado a otras cosas que piscis diviso en su compañero lo atraían.

-Buenas tardes Afrodita-el doceavo guardián fue sorprendido por Shura.

-Hola Shura, de casualidad no has visto a DeathMask.

-Si paso por aquí hace poco, parece que tenía prisa por llegar a su templo.

-¿Lo viste bajar?

El español asintió, para segundos después despedirse de su compañero, que seguía descendiendo. Cuando Shura se aseguró que aquel no volvería a subir, se dirigió a su habitación, y en su cama un bultico lo esperaba.

-Ya se fue-comento, mientras levantaba la frazada con la que Cáncer se cubría.

El italiano suspiro-menos mal-se sentó, esperando a que shura lo acompañara en la cama.

-No podrás evitarlo todo el tiempo-Shura se sentó, mirando fijamente al cangrejo.

-Lo sé-Cáncer cerro los ojos  y recostó contra el cabezal de la cama.

-¿Cuándo   se lo dirás?

-No lo sé yo…no quiero herirlo.

-¿Crees que esto no le hiere?, ¡dile la verdad de una vez por todas!

-No shura, no puedo hacerlo-Cáncer se levantó dispuesto  a  marcharse, cuando estuvo cerca a la puerta  sintió como su acompañante lo abrazaba.

-¿Qué es lo peor que puede pasar?-Shura se aferraba a la cintura de Cáncer.

-No quiero arrebatarle lo único que le queda-poso sus manos sobre las de shura.

-Podrías darle algo nuevo, algo o alguien que estará con él en carne y espíritu-beso el cuello de su acompañante, pasando su lengua por los lugares que quedaban marcados.

-No estoy seguro-Las caricias de Shura lo ayudaban a sentir un poco de calma.

-Está bien-comenzó a meter su mano por debajo de la camisa negra del cangrejo-no pienses en eso, por ahora.

-Shura-suspiro dejándose invadir por la agradable sensación que lo llenaba al sentirse tocado por el español.

El de cabellos negros no dejaba de besar y acariciar a su amante. En un momento, comenzó a tocar  la pierna de este, subiendo y bajando-tu aroma es particularmente encantador el día de hoy.

-Shura…no…no-Cáncer detuvo la mano de Capricornio, cuando este trataba de quitarle el pantalón-Sabes…sabes que no puedo.

-Lo arregle, conseguí algo que nos ayudara-retiro el cinturón, para comenzar a desapuntar y bajar la cremallera del pantalón rojo-No tienes de que preocuparte-Arrojo a su camarada al lecho, disfrutando de la atractiva escena que se alzaba ante sus ojos. Nadie vería nunca al santo de Cáncer de la misma forma que él lo apreciaba en esos instantes.

-No quiero que te pase nada, no quiero lastimarte-DeathMask trataba de acomodarse la ropa, pero nuevamente las manos del español tomaron un papel importante. DeathMask adoraba las manos de Shura, eran fuertes y firmes, pero agradables al tacto-Shura  si por mi culpa te llega a para algo yo-Cáncer bajo la mirada.

-No me pasara nada-se acercó a su mesita de noche, abrió el cajón y saco un pequeño paquetico de ella. Poniéndolo frente a Cáncer.

-¿Cómo conseguiste eso?

-Tengo  mis contactos-la mano de cáncer atrapo la  de capricornio-No lo  haremos ¿Verdad?-después de ver como su compañero  respondía de manera negativa hablo nuevamente-No importa, pero recuerda que no pasara nada, ya te lo han dicho.

-Sí,  lo hicieron, pero yo no puedo evitar sentir temor-aferro con más fuerza  la mano del otro-no puedo evitar sentir que hago sucederá, algo malo.

-¿Recuerdas cuando yo me sentía así?, pensaba que dañaría a  las personas si las tocaba, que mi espada era tan afilada que yo no podría controlarla. Pero tú me demostraste que no era así, conozco esa sensación la que vives día a día-Shura solto sus manos- y como tú lo hiciste hace años-le entrego el pequeño paquetico- yo te pido ahora que confíes en ti. 

El cangrejo se quedó viendo aquel producto por  un tiempo, para segundos después besar la mejilla del español  e ir en busca de piscis.

Tal y como el italiano sospechaba Afrodita lo esperaba en su templo.

-¡DeathMask!-levanto su mano en señal de saludo. Recibiendo un gesto similar por parte del recién llegado. Se sentaron, charlando un poco y cuando afrodita comenzó a tocar  nuevamente el   tema de un noviazgo Cáncer decidió que era momento de hablar.

-Afrodita, escucha, yo…no puedo corresponderte.

-Pero…-¿Por qué no podía?, él sabía que a Cáncer también le gustaban los hombre y que actualmente no tenía pareja. Entonces ¿Por qué negarse?

-No pienses que eres tu-añadió el cangrejo-solo que…

-Si-invito a continuar, quería escucharlo, quería saber la razón por la que aquel lo rechazaba.

-no podemos tener nada porque… ¡SOMOS HERMANOS!-escupió sin más-bueno medio hermanos-aclaro, notando la sorpresa en el rostro de Afrodita.

-DeathMask…si tu…si tu ¡No querías nada conmigo, no tenías por qué inventar semejante falacia!-se levantó exaltado, ¿Cómo podía hacerlo eso? Humillarlo de ese modo era inaudito.

-¿Qué?, No te estoy mintiendo es la verdad-trato de tranquilizar al de cabellos largos.

-¡Pruébalo!

-¿Disculpa?

-Prueba que somos hermanos, ¿No puede verdad?, mentiroso.

Death Mask hizo un rápido repaso mental, tratando de recordar si tenía alguna prueba que sustentara sus palabras, y lo recordó. ¡Claro! Esa era la solución-Si puedo, Afrodita tú tienes un brazalete ¿Cierto?

El de piel blanca asintió-¡Perfecto!-escucho exclamar a su compañero-Vamos.

Cáncer guio a Piscis a su recamara, al entrar se acercó a un armario, del que saco una pequeña caja metálica, se sentó en la cama e invito a su camarada a imitarlo. Afrodita vio con particular asombro como la figura que parecía hacer las de cerradura era muy similar al dije de su brazalete. Como si ya hubiese visto antes aquel artefacto, retiro el decorativo de su muñeca y trato de abrirlo. Lo consiguió. Tomo el contenido de este, era una foto en la que él salía con su padre.

-Nunca supe que había adentro, solo sabía que para abrirla debía hacerlo junto a ti.

En la foto venia una inscripción en el idioma natal de Afrodita

- Min familj- leyó en voz alta.

-¿Hace  cuánto que  lo sabias?

-Siempre lo supe.

-Entiendo, pero… ¿Por qué no me lo dijeron a mí?

-Afrodita, en ocasiones es mejor no saber ciertas cosas.

-¡Nada de eso!, me dirás ahora todo lo que sabes.

Cáncer miro a su compañero solto una bocanada de aire, y comenzó a contarle todo  lo  que sabía. Era una historia corta, sin finales felices, ni cuentos de hadas, ni promesas de amor o amistad, la historia de Death Mask era una que se olvidaba con el tiempo. Para entender mejor  el concepto de antónimo se podrían tomar las vidas de aquellos caballeros. La de Piscis no había tenido mayores complicaciones, a ojos de los demás era una familia perfecta. Contrario a Cáncer, que desde pequeño tuvo que soportar golpes sumamente fuertes.

¿Cómo comenzó todo?, ¿Cómo era posible que aquellos hombres compartieran la misma sangre?, la respuesta no es muy complicada, aquellos que la conforman sí.

El padre de Afrodita vivía junto a una hermosa mujer en el bello país de Suecia. Pero como todos los matrimonios surgen problemas y en un viaje de negocios a Italia, el hombre cometió una infidelidad, dando como resultado el nacimiento del guardián del cuarto templo, quizás esto no simbolizaría demasiado, si la madre de Death Mask no trabajara en lo que trabajo. Cargar con una infidelidad es sumamente humillante. Y por eso, saber que tendría un hijo de una prostituta lo agobiaba infinitamente.

Los años pasaron y parecía que aquel secreto nunca se sabría. Pero lo inevitable alcanza con más fervor a aquellos que no pueden defenderse. Por muchos años la madre italiana, estuvo luchando contra una enfermedad, misma  que paso a su hijo al momento de darlo a luz. Pero para una mujer como ella, era bastante complicado adquirir los insumos necesarios, le sorprendía lo fuerte que era su pequeño. Aunque en ocasiones se veía enfermo, este contaba con una energía tranquilizadora un frio reconfortante que apaciguaba las llamas del miedo.

-Mi madre murió, después de eso baje mucho tiempo en la calle, hasta que me trajeron al santuario, y te vi, en una oportunidad vi a tu padre  y supe que tú eras mi hermano.

-¿Por qué dices tu padre?

-No lo considero como tal, como te dije lo vi una vez, en esa  ocasión le pedí ayuda para mi madre y el…me miro con tanto repudio, no quiso ayudarme.

-Lo lamento, lamento también haber hecho todo esto, pero…no esperaba tener un hermano.

-Quizás debí contártelo antes.

-No era relevante, además ahora comprendo porque siempre me ayudabas, No era porque te gustara ¿Verdad?-Cáncer negó con la cabeza-tú también estas enfermo ¿Cierto?, por eso no te acercabas a ninguno de nosotros.

-Sí, aunque no tanto, al parecer mi cosmos disminuye la infección, y además Aioria me ha brindado su ayuda.

-Ya veo, sabes siempre sospeche que mi padre escondía algo.

-Mi madre sufrió mucho, creo…creo que ella llego a enamorarse.

No dijeron más, Meath Mask subió al décimo templo, confesarle a Afrodita la verdad lo había ayudado a cerrar heridas  y darse cuenta que no tenía nada que temer. Él  no podía lastimar a shura.

Golpeo un par de veces  la puerta de la recamara del español, cuando este la habría. Cáncer le sonrió y puso ante sus ojos el paquetico que aquel le había dado esa tarde.  

Nuevamente se encontraban besándose, Shura empujo a su compañero recostándolo en la pared.

-Funciono hablar con afrodita-expreso el español.

-Si…me alegro hacerlo-Era la verdad, hablar con Afrodita lo había ayudado. Un leve suspiro, se dejó escuchar-¡ha!...Shura…- beso a su amante, siendo la primera vez que él besaba al español.

-¿Qué te parece si nos recostamos?-La pregunta no servía de mucho, pues capricornio ya se encontraba empujando a su cámara con dirección a la cama.

Un nuevo gemido se dejó escuchar, cuando Cáncer sintió el peso del español sobre él-¿Por qué tan ansioso?  

-Porque me alegra ver que al fin estaremos juntos-se inclinó y beso la frente de Cáncer-y temo que te arrepientas.

Y no  lo haría Death mask no se alejaría de Shura. El miedo se  disolvió en medio del amor. La noche los cobijo en aquel momento y una vez que estuvieron juntos, sus miradas se entrelazaron. Como si pudieran ver el universo reflejado en los ojos del otro.

-Shura-revolvió su cabeza, frotando su mejilla en el pecho del español-te amo.

El de Capricornio aferro con más fuerza a Cáncer-disfrutando del agradable aroma de su cabello-Yo también te amo. ¿Tienes sueño?

-si un poco, ¿Por?

-Para volver a hacerlo.

-¿Qué?-pregunto exaltado el cangrejo, ruborizándose intensamente.

-Sí, me gustaría repetirlo.

-Pues…hoy no se va a poder-se giró rápidamente dándole la espalda al de cabellos negros.

- ¿Por qué no? –acerco al cangrejo, haciendo que este sintiera como latía su corazón.

-Porque me duele el cuerpo-murmuro muy bajito.

-perdona no te escuche. ¿Qué dijiste?

 -¡Que me duele el cuerpo! ¡Carajo shura!, yo sabía que tenías ganas pero no era para tanto.

El español se rio-pero mira nada mas quien diría que fueras tan sensible.

-No se trata de ser sensible, es que tu…pues. ¡No soy sensible!-se cruzó de brazos y cerró los ojos.

-Bueno-comenzó a besar el cuello del italiano-la próxima vez seré más cuidadoso. Créeme tendremos muchas oportunidades para intentar encontrar el ritmo que te guste.

-El de hoy estuvo bien solo que…espera, no me dirás que-era mejor verlo por sí mismo que preguntárselo a su novio, a gatas se acercó a la mesita de shura, abrió el cajón  y se encontró con una gran cantidad de preservativos. Al poco rato sintió el peso del español sobre su cuerpo.

La lengua de shura delineo el contorno de su rostro, para introducirse en su oreja-Te dije que no debía preocuparte.

Cuando Cáncer noto que la mano de Shura tenía intenciones de tomar otro d esos productos la golpeo de manera suave para cerrar el cajón y recostarse en le cama llevándose consigo a Capricornio.

-Duérmete de una vez, Cabra de monte-se aferró nuevamente al pecho de Shura entrelazando una de sus piernas con las del español. Disfrutando de las fuertes manos  de Capricornio, acariciando su cabello.

Notas finales:

Pues ¡tatan!, hace mucho tenia la ida d eponer a esos dos de hermanos, no se peroe n ocasones se em hace que su relacion da para eso o para ser buenos amigos.

-Sobre la amdre de Death Mask,creo que en otro fic abordare ese tema, las emfermedades de transmicon sexual son un asunto serio.

Que tengan lindo día.

 


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