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AMORES ROBADOS por desire nemesis

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Notas del capitulo:

Estaba mirando al suelo con su desolación intacta cuando se abrió la puerta de su celda. Pensando que no importaba en realidad quien era o que quería no miró en dirección a esta.

 

¿Qué? ¿Estas pensando en cuando Guren Ichinose volverá a visitarte?—preguntó la voz que tanto conocía.

Estaba mirando al suelo con su desolación intacta cuando se abrió la puerta de su celda. Pensando que no importaba en realidad quien era o que quería no miró en dirección a esta.

 

¿Qué? ¿Estas pensando en cuando Guren Ichinose volverá a visitarte?—preguntó la voz que tanto conocía.

 

Al levantar la cara hacia la puerta encontró la cara de ese hombre, Hiiragi Kureto, el hombre que por años llamó hermano mayor. Su mirada fría era como la de una serpiente que ve algo asqueroso.

 

¿Acaso te sientes mal porque no ha vuelto?—preguntó el pelinegro de ojos rojizos.

 

Él no volverá—aseveró el peliblanco parándose de la cama—Pero eso no es cosa que deba importarte—añadió para sorpresa de Kureto.

 

De pronto Shinya se sintió empujado y sintió la mano de Kureto agarrada a su ropa de manera amenazante.

 

¿Crees que no se lo que has hecho?—preguntó furioso el pelinegro.

 

Después de un momento el otro sonrió--¿Acaso importa? Estoy prisionero. ¿A quien le importa lo que yo haga? ¿No estoy en desgracia ya?—dijo.

 

El golpe que recibió el ojos azules en la mejilla lo derribó. Aunque él era muy fuerte sabía muy bien que Kureto lo era más y jamás podría ganarle. Aunque su media sonrisa jamás fallaba en poner de malas a la gente. Molestarlo era tal vez el único placer que podía quedarle.

 

¡Eres un Hiiragi! ¡Como te atreves a dejar que una basura como Ichinose te ponga las manos encima!—le gritó el imponente general del ejército demoníaco imperial.

 

¡Yo no soy un Hiiragi! Ya no lo soy así que puedo hacer lo que quiera de ahora en adelante—le contestó el ojos azules con fuerza y vio como la mueca dura de su anterior onii san se tornaba en una furiosa y cerró los ojos esperando el golpe que sabía que llegaría. No valía la pena defenderse. A un grito del supremo general Hiiragi un batallón de hombres entraría a golpearlo. Normalmente podría con ellos pero en su estado de ánimo actual cabía más decir que no le importaba ya quien lo golpeara o humillara siempre y cuando sus gritos no fueran contra Guren.

 

Para su sorpresa solo fue empujado hacia la pared agarrado del cuello. La manaza del otro apretaba su fino cuello de tal modo que era seguro que de seguir así se asfixiaría, los ojos rojos estaban tan cerca que podía ver la lava en su interior debajo de las espesas cejas. Aguantó pues él nunca había sido un tipo blando que ruega por su vida en esos momentos, se quedó mirando directamente los ojos que eran la pesadilla de tantas personas como si mirara el duro suelo aunque su vista se empañaba por momentos por la falta de oxígeno.

 

¡Así que no te importó lo que esa basura te hizo!—declaró casi escupiendo Kureto.

 

¡Cuida como… te refieres… a él!—dijo con el poco aliento que tenía el ex general. Podía darse el lujo de hablarle así si estaba sentenciado a muerte y era como sacarse un peso de encima. Kureto oscureció más la mirada.

 

¿Cómo te atreves? ¡Por un estúpido que no vale la pena! ¡Lo admiras a él y me desprecias a mí que soy tu hermano mayor!—dijo el pelinegro con la paciencia perdida mientras lo soltaba y lanzaba con ademán brusco al suelo al costado. Estaba herido en su orgullo. Shinya lo sabía bien.

 

El peliblanco tosió y le dijo—Te lo he dicho. ¡Cof cof! ¡Tú y yo no somos…!—pero antes de que terminara la frase su furioso hermanastro, como lo veía él estaba sobre él agarrándole de la ropa con una mano y con su puño apuntando a su cara. El ojiazul cerró los ojos esperando de nuevo el golpe con una sonrisa ancha en su rostro. El único deleite que le quedaba en su penosa situación era molestar a uno de los elegidos.

 

¡No permitiré que seas la vergüenza de mi familia! Siempre te he visto arrastrarte por esa escoria pero realmente no pensé que llegarías tan bajo—dijo Kureto.

 

Lo siento—dijo el peliblanco sin demostrar para nada sentirlo mientras se encogía de hombros con una sonrisa mientras aun era sujetado por el otro—Pero no hay forma de deshacer lo que está hecho—añadió con ironía.

 

Los músculos del otro se relajaron y una sonrisa, que inquietó al de abajo, apareció en la cara de su ex hermano mayor—Eso no es verdad. Yo conozco una manera de limpiar de tu cuerpo toda huella de ese sujeto—

 

Por un momento Shinya sintió miedo pero luego lo pensó mejor. Morir a estas alturas o más adelante no tenía diferencia. Su cara se resignó y Kureto pareció percibir eso por lo que con fuerza lo azotó contra el piso ya que estaba con el torso algo levantado mientras él lo sujetaba de la pechera.

 

El empujón dejó al peliblanco sin aire por un momento y de pronto sintió como sus pantalones eran bajados de un jalón lo que le asustó y abriendo los ojos miró a Kureto Hiiragi.

 

Yo limpiaré toda huella de Ichinose de tu cuerpo. Después de este día no quedarán sino mis marcas sobre ti. Borraré la mancha que eres en los anales de los Hiiragi desde este día.

 

Shinya que jamás concibió situación semejante se estremeció de sorpresa y terror. Definitivamente no quería aquello. Mientras su ex hermano luchaba por desvestirlo él empezó a luchar para detenerlo.

 

¡No, no lo hagas! ¡No quiero!—dijo desesperado mientras pensaba que si el otro hacía tal cosa borraría todo rastro de Guren y era lo único que le quedaba de aquella persona que amaba y jamás volvería a ver.

Notas finales:

Espero les agrade el rumbo que lleva

¿Que creen?

¿Vendra a salvarlo Guren o sera exclavisado por el cuerpo de Kureto?

ja ne

n.n

si pueden dejen rev


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