Cada día que pasa me siento más inseguro en esta casa…
Han comenzado a ocurrir fenómenos extraños desde que él llegó aquí, y no logro completar ni una de las teorías posibles sobre estos sucesos, lo único que puedo hacer es recordar lo ocurrido una y otra vez.
Todo ocurrió hace un año, poco después de mi llegada a Wammy´s House.
Mientras todos los niños jugaban a sus anchas yo simplemente me dedicaba a ir a la biblioteca a buscar algún libro interesante que leer, en dos semanas ya me había leído la mitad de los libros, y en otras dos la biblioteca entera…
No tenía ningún amigo por el momento pero tampoco me importaba mucho, al contrario, me gustaba la tranquilidad de la soledad, y las multitudes me ponían tenso.
Acababa de revisar la estantería en la que se encontraba el libró que elegí leer el siguiente la ultima vez que terminé de leer, uno de misterio, pero, que casualidad, el verdadero misterio era que no se encontraba donde yo lo dejé.
- ¿Buscas esto Light? - Un muchacho de pelo azabache me tiró un libro a las manos. - Es un poco aburrido…
Todavía me pregunto como sabía exactamente que estaba buscando ese libro, y lo más inquietante como sabía mi nombre…
- Gracias…esto…
- B…
- ¿Eh?
- Llámame B…
- Hmmm… vale… supongo.
- En ese caso tu a mi… llámame Kira… es el nombre que me pusieron al llegar a esta hmm…casa.
- Como gustes Kira.
Tras decir aquello se dio media vuelta y se marchó de la biblioteca.
Me senté en mi lugar de siempre, cerca del ordenador y al lado de la ventana.
Oír el sonido del ordenador trabajando me relajaba ampliamente, sin embargo, esta vez había algo distinto en aquel lugar, que lo hacía hoy diferente a los demás días.
Tenía la sensación de que faltaba algo, aparte del libro ahora ya recuperado.
- “¿Falta algo, pero que puede ser…?”
Revise mentalmente todo lo sucedido desde mi llegada, las veces que había estado en la biblioteca, hasta que por fin comprendí que era lo que echaba en falta.
Me levanté y me dirigí a la ventana, fue entonces cuando lo confirmé, que silencioso estaba todo…
- “Mis compañeros, no están en el patio, no hay nadie”
Aquel silencio comenzaba a inquietarme así que decidí salir de aquella biblioteca, sin embargo nada más poner un pie en el pasillo...
- “No puede ser…” – Pensé yo, pero sí, lo estaba oyendo.
Volví corriendo hacia la ventana para asomarme de nuevo, todos mis compañeros estaban en el patio, como si nada hubiese pasado, cada uno a lo suyo jugando en pequeños y grandes grupos.
- “¿Cómo puede ser?”
Durante el tiempo que había permanecido en la biblioteca mis compañeros habían desaparecido, todo ruido había cesado durante el tiempo que pasé con aquel sujeto extraño, aquel niño… B… y en ese preciso instante me di cuenta, de que las cosas en aquella casa estaban a punto de cambiar, aquel lugar no sería el mismo, o al menos, no mientras aquel sujeto se encontrase en aquel lugar.
- ¿Light Yagami? – Un anciano me despertó de mis razonamientos.
- Kira. – Corregí yo. – ¿Necesita algo de mí?
- El joven L lo reclama.
- ¿L? – No tenía ni la más remota idea de quien era ese tal L, pero igualmente, mi curiosidad me obligó a seguirle para descubrirlo.
- ¿Está bien señorito Kira? – “Bueno al menos recordó mi nombre” – Parece un poco nervioso.
- Esto… sí, Watari… estoy bien.
- Me alegra oír eso señorito.
Tras aquella conversación atravesamos la casa en silencio, hasta llegar a un amplio jardín, en el que un chico que parecía tener unos 6 años más que yo aproximadamente, estaba agachado contemplando las rosas blancas.