Cenizas
(Capítulo Único)
Este sueño, no fue un sueño, estoy seguro que fueron memorias de un pasado no tan lejano. Fueron memorias de la vez que lo conocí, ese chico lindo, castaño, menudo, de preciosos ojos esmeraldas… Misaki. Sí, es castaño con el que soñé, fue el mismo que un día tuve entre mis brazos, es mismo chico con una inocencia que no debería ser legal, el chico que con un par de palabras bonitas cayó a mis pies.
El mismo chico que tras una cena y una promesa me entregó su corazón, ahh, esas mejillas sonrojadas, esos estremecimientos que demostraban su sentir ante mi tacto, esa boca que me deleitaba… sí, un chico lindo que pasó por mí. Un chico al que corrompí cada día que transcurría. Un chico que se entregó sin medidas a mí, a un hombre casado.
Hoy no sé porqué
Te empecé a extrañar,
Y por donde miro
Encuentro recuerdos de ti
Este sueño, fue tan nítido, fue como si hubiera sido ayer que él mismo canceló nuestra cena, tres horas después lo vi llegar a mi casa con Takahiro, su hermano, mi cuñado, un buen amigo. Para su mala suerte, también estaba mi esposa. Fue ahí que él se enteró, fue ahí que sus ojos se opacaron y parecía rompería en llanto en cualquier momento, fue ahí que conocía una parte de él que no había conocido antes… una que yo mismo causé.
Fue su culpa. El haber ido, el haber conocido a mi esposa, el alejarse de todos mientras ‘aparentemente’ estaba ahí en la cena familiar. Fue su culpa el que su corazón se rompiera. Así estábamos bien, él sin saber de mi esposa, yo con el control de todos los que me rodean; él con su estúpido ilusión del romance y yo con noches divertidas de manchar la pureza de un ángel.
Y casi lloré
Sintiéndote solo,
Perdido en caminos
Que un día te alejaron de mí
No lo niego, fui a buscarlo luego de un par de días, esperé a que ‘se le pasara’ el coraje de saberse engañado pero también lo necesario para que se diera cuenta que no volvería a tener una ‘oportunidad’ con migo si se negaba a continuar con nuestra ‘relación’ a escondidas. Salía ganando ¿no es así? ¿A caso alguien podría negarse a semejante oportunidad? Exquisitos lujos, costosos regalos, viajes a cualquier parte del mundo… un amante sin igual.
Todo esto a cambio de nada. Todo esto a cambio de silencio en la empresa, a cambio de noches llenas de pasión, a cambio de la experiencia que yo podría brindarle, a cambio de ignorar mi voz cuando mi esposa me llamara, a cambio de un par de noches que ‘deba’ estar al lado de ella… a cambio de ignorar las fotografías o programas de televisión donde ella y yo debamos aparentar ser el matrimonio perfecto.
Y me pregunto dónde estás
Qué piensas que fue de ti,
Y si alguien más te pudo dar
Lo mismo que yo te di
Me pregunto lo que habría sido de ‘nosotros’ si en verdad hubiera aceptado eso que le convenía. Esas tardes extrañas donde lo simple se volvía interesante, donde leves caricias lo hacían tiritar, donde al lado de las joyas de esas tiendas finas sus ojos eran lo que más brillo contenían… esas noches donde su voz me enardecía y no paraba hasta que el placer máximo se apoderaba de los dos.
Me pregunto, lo habría sido de mi vida, lo que habría durado ‘nuestra relación’, me pregunto lo que habría sido si él hubiera recibido una llamado mía luego de la cena en que conoció a mi esposa, me pregunto si me habría dado la oportunidad de hablarle y endulzarle el oído… él siguiera a mi lado. ¿Mi vida habría sido diferente? ¿Misaki seguiría amándome? ¿Seguiría fingiendo que su ausencia no me afecta en lo absoluto?
Hoy no sé porqué
Vuelvo a recordar
Los días felices
Que el tiempo detiene a su andar
Lo he buscado, también lo encontré… vive no muy lejos de la nueva planta de la empresa Usami, lo hallé por accidente, yo iba en el auto junto con mi esposa y mi hijo ya de dos años, íbamos a la planta a inaugurarla; él estaba caminando hacia un parque con una bolsa de papel en la mano, seguramente iba a alimentar a las palomas. Sentí esa necesidad de pedir que paran el auto, bajarme, correr a su lado y decirle que le daba una oportunidad más de volver a mi lado y tener eso que pudo haber tenido si hubiera aceptado el hacho que yo estoy casado desde el incidente de la cena.
En mi mente se formó el discurso perfecto para hacerle caer a mis pies otra vez, visualicé lo que haríamos al momento que él aceptase, lo secuestraría por todo el tiempo necesario para ponernos al corriente, lo llenaría de obsequios y flores y esas palabras dulces que él tanto adora. Pero no lo hice. Tenía un compromiso que cumplir con la empresa Usami.
Y me pregunto dónde estás
Quisiera volverte e a ver,
Tener otra oportunidad
Amarnos igual que ayer
Volví a buscarlo, lo volví a encontrar, lo encontré con otro hombre: alto, pelo negro, ojos grises y de porte elegante. Nada comparado conmigo por supuesto. Iban juntos, iban platicando y Misaki sonreía de vez en cuando, así que él no se quedó esperando a que yo regresara por él. Ha, tenía la impresión que un chico tan crédulo como él, fanático del romance, estaría esperando en cada puesta de sol a que el amor de su vida llegara por él. Yo por supuesto.
Pensé que si no fue capaz de esperarme, entonces ya no poseía esa inocencia que me cautivó, él ya habría sido tocado por alguien más, él ya no era solamente mío. Estúpido pensamiento, tuve otra vez ese impulso de ir hacia él y exigirle que explicara todo, demandarle que dejara de ver a tan ordinario hombre y que aceptara ser quien calentara mi cama como solía hacerlo.
Y me pregunto dónde estás
Si acaso pensaste en mí
Si has conseguido olvidar
La magia de amar así
Cada vez más
Mi teléfono sonó, me necesitaban en la empresa principal, me di vuelta y fui a realizar mis deberes como heredero del grupo Usami. No volví a buscarlo. Me ahogué en trabajo para no pensar en Misaki, pasaron los días, pasaron los meses y los años no tardaron. Las empresas Usami siguen siendo las mejores, las más poderosas las que tienen el mundo a sus pies… a cambio, perdí la oportunidad de ver a mi hijo crecer, no pude evitar que mi esposa escapara con el chofer y no he podido volver a ver a Misaki.
Pretendí olvidarlo, convencí a mi cerebro de que Misaki no fue más que un sueño, una probadita de lo que nunca tendré, veinte años no son suficientes para olvidar al chico castaño que solía entregarse sin medida. Su recuerdo se convirtió en sueños, y esos sueños se presentaban cada que algo importante sucedía, se convirtieron en un bálsamo que prevenían de las próximas heridas a recibir. ¿Quién diría que soñaría con ese rostro decepcionado cada que algo ‘malo’ para mí sucediera?
Con el ego de tu amor
Nos amamos otra vez
Fuimos como el fuego
Salvaje que todo a su paso abrazó
Si alguna vez, a pesar de las crueles palabras que dije para referirme a Misaki… si llegué a sentir cariño en mi vida… seguramente fue por él. Sí lo recuerdo, cada que se me presenta en sueños, pero no más de lo necesario. No para él que tienen una vida hecha lejos de mí, ni para mí que si me desconcentrara en no recordarlo entonces me volvería loco. Un Usami no estaría donde yo estoy en este momento si le hiciera caso a cosas tan volátiles como lo son las ilusiones amorosas.
Y solo quedaron cenizas en mi corazón
Claro, mi hermano Haruhiko, quien tuvo la fortuna de no ser el heredero, goza de un hogar perfecto, su esposo Takahiro, el hermano de Misaki, sus tres hijos y también el mío quien encontró las figuras parentales en ellos dos, podrá disfrutar un poco mientras llega su turno de tomar el control como heredero Usami.
Después de todo, los herederos Usami no sabemos amar.
Fin.