Como mierda había llegado a esto, este, este niñato, este crio de donde mierda salió y con esas pintas que lleva.
-P-Puedes repetirme ¿Quién mierda eres? –dijo como cuarta vez, sigo sin entender.
-Soy Arón Zaia y soy tu protegido –repitió el niño ¿mi protegido? Que mierda de protegido no recuerdo haber firmado absolutamente nada, con nadie.
-…
-¿ocurre algo? –Carajos esa carita de mierda, tengo unas ganas de partírsela con un puñetazo pero.
-¿Cuántos años dijiste que tenías?
-trece... –mierda, trece años, no puedo pegarle a un niño, menos a uno completamente desconocido.
Tratare de explicarme mejor, soy Zenón Ita tengo veintiocho años de edad, trabajo como un simple oficinista mediocre que se quedó estancado en la vida, ninguno de mis logros vale realmente, ni mis altas calificaciones ni mi buena conducta ¿Qué gane con eso? Conseguir trabajo en una empresa ligeramente reconocida, un buen punto, que más a si, un sueldo lo suficientemente alto como para mantenerme vivo hasta la quincena, algo que no sé muy bien si es bueno, hum a sí! Tener que soportar al pijo de mi superior que es el hijo del jefe vaya que sorpresa, eso ya le quita puntos, las horas interminables de trabajo, las ganas de matar a mis compañeros de trabajo que también se creen la última coca cola del desierto. Carajos eso se lleva todo lo bueno.
Eh nacido y vivido en esta ciudad, la ciudad Monocromo, muy llamativa por sus colores, todas las escalas de grises además de los tan comunes blanco y negro, la gente era lo único que tenía color y muchas veces estas parecían sintetizarse con la ciudad vistiendo siempre de gris, negro y blanco, algunos tenían cabellos de otros colores pero para que mentir, la mayoría lo tenía de color castaño oscuro o negro. Algo también llamativo de esta metrópolis era que el cielo, sea la estación que sea, siempre pero siempre será gris, no hay días despejados, no hay días parciales, no solo lluvia y ese cielo gris que se extiende sobre toda la ciudad.
Ahora mi problema, como cada día de mi jodida vida me aliste a mi trabajo a las cinco de la jodida mañana, desayune solo un café y un par de mordidas a un pan añejo, ya que no me es realmente interesante comprar algo de alimento, total vivo solo ¿para qué más? Puedo comer algo rápido afuera y ya, no hay por qué hacer escándalo. Salí de mi pequeño departamento, de un dormitorio un baño y la sala comedor unido a la cocina, un espacio bien proporcionado para no decir que apenas tengo muebles, pero como dije, vivo solo no importa realmente si es que tengo algo de decoración, con lo básico me basta. ¿Cómo supe que hoy sería un día de mierda? Bueno, el bus que tomo cada día a mi destino me dejo atrás y tuve que esperar UNA JODIDA HORA para que llegara otro, y ni contar que mi “querido y apreciado trabajo” con mis “amados compañeros y excelente jefe y su magnífico hijo” queda a dos putas horas de viaje ¡¿Quién mierda me mando a vivir al otro extremo de la ciudad?! ¡¿Eh?! Nadie, Me jodo yo solo, pero bueno me lo aguanto.
Al llegar me tengo que encontrar con el rubio oxigenado del hijo de mi jefe ¿Por qué oxigenado? Por qué el muy imbécil hace dos años atrás era castaño pero tocando a negro y ahora parece un rubio natural ¿me pregunto si a mi madre le gustaría saber esa marca de tintura tan permanente?. El desgraciado sin gracias me ve entretenido, como lo odio, me reclama mi tardanza y de la forma más presuntuosa que conoce me dijo que su padre quiere verme, oh claro ¿ahora de que me echo la culpa este idiota hijo de su madre? Eh que yo no desprecio su madre, la conocí era la antigua secretaria de mi jefe, pero ese imbécil la despidió excusando de que esta estaba embarazada y que era mejor para ella y el bebé, claro y somos imbéciles, al día siguiente ya estaba una chiquilla de unos veinticinco años, más falsa que la honestidad de un político, con las uñas postizas el pelo teñido y unas tetas que a cinco millas de distancias se le notan que son operadas, la nueva amante del jefe.
Ya con mi mal humor a flor de piel voy a ver que quiere ese gordo clavo que es mi jefe, veo a la chiquilla limándose las uñas postizas ¿Por qué se las lima si son falsas? Esta me ve con los ojos con lente de contacto, si esa zorra que se tiraba a la mitad de la oficina, al jefe y a su hijo usaba lentillas para cambiar su color de ojos, eran café como el de todos, pero esta al parecer tiene un complejo con su aspecto así que se pone los lentes de contacto color verde.
-¿Qué quieres? –me dijo con la voz nasal ¿Qué le ve la gente a esta? Siendo sincero prefería a la señora Lisa, era más amable de todo el edificio, que hasta el conserje me tiraba mala onda.
-Tengo que hablar con el señor Ligumbe –dije tratando de tragar mi odio.
-¿tienes una cita con él? –dijo mientras se echaba un chicle en la boca, de seguro la quiere tener fresca para cuando se las chupe a los de contabilidad.
-E-El me mando a llamar –dijo apretando los puños de la rabia.
-Es extraño, él aun no llega –dijo como si nada, pero será perra ¡pudo habérmelo dicho de un principio!
-Vale, entonces me voy
-Aham
Claro, al llegar a los cubículos donde trabajo estaba el puto rubio oxigenado muriéndose de risa con otros compañeros, puto bastardo de mierda, pero claro es mi superior y agarrarlo a puñetazos no es la mejor opción que tengo.
Así paso el resto del día, siendo acosado por ese pedazo de mierda pijo de porquería, riéndose en mi cara mientras yo me lo tengo que tragar calladito mientras trabajo para su padre que si su hijo me sigue tocando las pelotas se quedara sin el rubio puto.
Oh, algo más, si soy homosexual o algo parecido, en realidad de las pocas personas que en mi vida me han atraído han sido solo hombres, así que deduzco que sí, soy bien gay y claro, como no me sale el rubio de mierda igual de trallazo pero para rematar, el muy jodido anda acosando a los pobres practicantes, esos chicos no saben en que se meten. Como a mí se me acerque le corto el puto pene y se lo estanco en todo lo que sería su culo por que dárselo de comer a los perros sería considerado maltrato animal.
Y después de mi ardua y más que “agradable” jornada laboral me dirijo a mi dulce y frio hogar lleno de oscuridad porque ni lámparas tengo parece que mi dinero me lo gasto en solo alimento porque ni ropa buena tengo, lo único pasable es esta camisa y el terno que llevo.
Al llegar, ya cansado teniendo que aguantar a una vieja que en vez de humano parecía una pelota con cara de simio se sentara a mi lado a cuchichiar con su amiga que iba de pie, con la cara arrugada y el pelo tomado en un ridículo moño que despejaba su rostro mostrando todas las putas arrugas y marcas de edad que pudiera tener. Vale no sería algo tan molesto si es que lo que estuviesen hablando no me hubiese llegado, claro como no si la mayoría de ancianos son bastante tradicionales, que como está la economía, la política, que la juventud está en la mierda, que los homosexuales son una aberración y solo porque iban dos muchachas juntas tomadas de la mano, apegadas la una de la otra, y claro para decorar todo se dieron un simple beso dulce sin nada de perverso, pero claro todo está mal ¿verdad?
Ya, al fin cuando llegue a mi parada me baje, con dificultad, claro siendo la único transporte que pasa en una hora como no se va a llenar. Sudado por el exceso de calor humano reviso que llevo todo, si llevo todo, teléfono, cartera, maletín, llaves, si todo. Camino hasta el complejo de departamentos grisáceos, subo hasta el cuarto piso y me dirijo a la puerta algo gastada de mi departamento.
Pero claro, hoy no es mi día, fue de la puerta de un tono gris más oscuro que las paredes con humedades, estaba sentado un niño, claro no sería raro podría ser que se cansó y se sentó en mi puerta, pero el puto niño no se movió cuando le pedí que se corriera para abrir la puerta, dios ¡me digne a saludarlo aun con mi humor de perros!
Pero qué clase de niño era, tenía el pelo de un color damasco, pero más rosáceo, los ojos de un ámbar bastante brillante, la piel era pálida como la mayoría de ciudadanos, pero carajo solo resaltaba lo colorido de su vestimenta. No había ningún milímetro de ese niño que no tuviera color ¿de dónde carajos es? Por qué de la ciudad Monocromo no.
-Disculpa, enserio ¿puedes correrte? Quiero entrar a mi departamento.
-¿Eres Zenón? –al fin se dignó a hablarme.
-¿Eh? Si… ¿Por qué me preguntas? –en verdad no entendía, era raro, se me aparece de repente un niño que parece una paleta de colores chillones que me busca ¿Qué yo sepa no conozco a nadie como ese chiquillo?
-Te eh estado buscando –se levantó del suelo, mostrando lo bajito que era, carajo me llega hasta el ombligo con suerte.
-y se puede saber ¿Por qué un niño me busca? –era difícil tener que bajar la vista para ver al chiquillo.
-Soy tu protegido, desde ahora viviré contigo –dijo decidido y a mi dejándome en un shock, que si no me despabilaba me podría quedar enfrente de mi puerta hasta que mi vecina me fuera a despegar, algo raro de una señora loca que no sale de su casa a no ser que vaya al mercado, pero eso es solo a fin de mes.
Y bueno, después de un acalorada charla, en donde el chiquillo insistió hasta el cansancio en entrar a mi “acogedor” hogar, termine rindiéndome, había que felicitarlo era un niño muy insistente.
Ahora estaba sentado en el viejo sofá que esta frente a mí, el Arón parece cómodo, ero claro, es mejor que estar sentado en el suelo de cerámica blanca.
-¿Por qué estás tan callado? –hablo el niñato.
-estoy pensando…
-¿en qué?
-en que mierda me metí para que estés decidido en vivir en mi casa…
-Soy tu protegi –
-¡Sí que ya lo sé! Eres mi protegido, vivirás en mi casa ¿pero quién te ha dicho que voy a aceptar?
-No puedes rechazarme –dijo decidido el mocoso.
-¿Cómo que no puedo? Si se me da la gana te pateo fuera de la casa –vale, estoy perdiendo los estribos, es solo un niño de trece años.
-Por qué… -el chiquillo se levantó caminando hacia donde yo estoy, moviendo su mano para que me acercara a él, molesto obedezco, total que puede hacerme un niño quince años menor que yo –No puedes alejarme de ti –dice susurrándome en el rostro para luego, con sus manos tomar mis mejillas y besar mis labios.
Rápidamente me separo ¿Qué carajos había sido eso?
-¡¿Pero qué mierda crees que haces?! – me cubrí mi boca con el antebrazo, ese mocoso me veía como si nada, como si lo que hiso no tuviera ningún significado, tal vez para él sí pero para mí significaba muchas cosas.
-Soy tu protegido, Soy tu amante, Soy tu pareja, soy tu esposa, no puedes echarme como si nada –dijo mientras una pequeña sonrisa afloraba en sus labios ¿Amante? ¿Pareja? ¡¿esposa?! Carajos este niño estaba más loco que la vecina.
.://Continuara//:.