Me gustaba su silueta, era como la de una chica plana, pero con una cintura definida, piernas largas y torneadas. Perfecto para mí, porque me gustaban flacos como una grupi, pero al mismo tiempo odiaba las tetas; sólo eran carne, grasa y glándulas. ¡Qué asco!
Si ya de por sí, su físico me gustaba bastante, lo que me enamoró fue, sin lugar a dudas, su actitud y su salvaje y poca pudorosa personalidad.
¡Whuuuu!
Me dejó totalmente atontado.
¡Lo viesen!: tiene una carita de ángel, que mata al instante al ponerse mucho maquillaje negro en los ojos, dejando que éste mismo se corriese durante el día. Jaja... todo un rebelde. Y después venía el intenso color rojo en sus labios, me encanta cuando se pasaba la mano intencionalmente ¡Y descolocaba todo el maquillaje!, se manchaba el mentón y las mejillas. Excitante...
Tiene una flexibilidad impresionante, ¡Dotes de bailarín de ballet, por favor!, llevaba años practicando con mamá como su profesora personal, jamás marcó musculo, así que tenía la estructura de una bailarina delgadísima. Mamá lo adoraba por lo lindo que era, se la pasaban juntos antes de que fuéramos pareja oficialmente. Recuerdo que Mikoto siempre le adornaba el cabello con moñitos que lo hacían ver adorable.
Tenía una preciosa cara de muñeca, labios pequeños, pero carnosos; ojos grandes y brillantes; pestañas largas; nariz pequeña y respingada; una hermosa forma de cara; con un contraste precioso entre su carita caucásica y su cabello azabache. Sus manos eran pequeñas y pálidas, pero excesivamente fuertes cuando se volvían puños.
No sentía vergüenza alguna, para él no existía el pudor. Se sentía cómodo si usaba unos pantalones Levi's cortados hasta dejarlos casi del tamaño de su ropa interior, o las playeras blancas, tan gastadas, que se traslucían y dejaban ver sus tatuajes que abundaban en casi todo su torso. Con tan sólo 20 años ya tenía casi todo el cuerpo tatuado.
Tenía 3 industriales en la lengua: desde el punto original, otro en el casi final de la lengua y el último que terminaba en la punta del músculo. Excesivamente peligrosos los dos últimos, pero a él se la suda; con tal de verse sexy y deseable, se pasaba por el culo los riesgos. Sin embargo, todas las perforaciones salieron a la perfección y sin ningún peligro. Yuhuuu...
He memorizado su sabor también, tanto del que tiene en la piel, como la de su exquisita boca...
Su piel, vaya; esa piel, tenía un jodido aroma... exudaba su aroma tan humano, mezclado con la fragancia Agatha Ruiz de la Padra... nunca me había gustado tanto un perfume como me había gustado éste.
Puedo describir, sin dudar, su fragancia y su sabor:
Un aroma dulce, como el de un caramelo para niño y un sabor delicioso, igual al de un postre de leche europeo...
¡Oh! ¡Y esa boquita!: pequeñita, rosada, suave, tibia... reinada por una lengua pequeña, pero sumamente juguetona y ágil; con un sabor extraño, muy pasoso: me encantaba...
Caramelo. Si, caramelo de fresa, lo sé porque su lengua y labios tenían un opaco color rojizo cuando los terminaba de comer. Jack Daniels etiqueta verde también, que robaba de debajo de mi cama, cosa que no me importaba, ya que, como era uno de los suaves, yo no lo bebía. Y, finalmente, sabor a Black Devil, de preferencia los Pink.
Rica y lujuriosa combinación que me abría el apetito.
Mi Sasuke.
Mi novio.
Mi hermano menor.
Mi niño lindo.