Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre estas paredes por FireBlueFlames

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de One Piece no me pertenecen ni pretendo hacer nada más que entretener.

Notas del capitulo:

Hola, he traído otra historia súper improvisada.

La verdad es que nunca antes había tenido una idea tan insistente como esta. Surgió de un dibujo que hice, y he intentado pintar, dibujar y demás para sacarmela de la cabeza, hasta que llegué a la conclusión de que no estaría feliz hasta que la escribiera, por lo que se las he traído.

La verdad es que es una historia bastante triste, debo advertirlo. Tal vez hasta cierto punto sea algo fuerte, por lo que si no quieren seguir leyendo no lo hagan.

Probablemente no está lo mejor redactado posible, pero quería dejar el fic por aquí y tal vez después lo corrija.

Entrecierro los ojos y coloco una mano frente a estos mientras intento acostumbrarme a la luz.

Cuando el sol parece brillar un poco menos y mi cabeza deja de doler observo el patio, esas grandes extensiones de pasto con algunos árboles y flores de diferentes colores por aquí y allá.

Suspiro y cierro la cortina, después camino mientras hago una mueca de dolor al sentir punzadas que parecen cuchillos clavándose en mi cadera. Ignoro el dolor y sigo dirigiéndome hacia el armario. En cuanto llego a éste lo abro, no sin antes esforzarme un poco, y tomo una bata que me queda enorme. Sé que no le molestará si la tomo prestada. Batallo recogiendo la tela que cae hasta que no cubre más mis pies y puedo caminar.

Es lo único que puedo usar para cubrirme y volver a mi habitación.

Miro en dirección a la cama y veo mi ropa rota, pero me acerco para recoger la sudadera que tanto me gusta y que afortunadamente se ha salvado de la masacre.

Con la prenda en mano comienzo a andar a la puerta que se me permite usar para salir de esa inmensa habitación, mientras muero por tomar un baño y quitar esta sensación de mí.

Al llegar al final del pasillo me detengo un momento en la entrada de mi habitación, esperando a que mis ojos se acostumbren a la oscuridad. Cuando comienzo a divisar mi cama y los libros que hay esparcidos por el suelo entro y cierro la puerta, escuchando la cerradura automática bloqueándola. No me molesto en encender la luz o abrir la cortina de la única ventana que hay.

Entro al baño y abro la llave para dejar que la tina se llene de agua caliente mientras regreso a mi armario a tomar una toalla y ropa para vestirme.

En cuanto el baño está listo me quito la bata que me había cubierto hasta ahora y, negándome a ver mi reflejo en el espejo, me sumerjo en el agua, dejando que quite la tensión de mis músculos y ayude a aliviar el dolor de mi trasero. y cierro los ojos en aquella penumbra.

No he encendido las luces porque en este momento no quiero verme. Quiero intentar huir de mí.

Sé que mi cuerpo está lleno de marcas de dientes, chupetones y uno que otro rasguño. Y a pesar de que he vivido esto desde hace ya años, no me gusta ver los rastros de la batalla.

Me llamo Trafalgar D. Water Law, aunque aquí sólo me conocen como Trafalgar Law.

Tengo trece años, y se puede decir que trabajo para la familia Donquixote, aunque no soy como los demás empleados. No soy un asesino, un espía o un sirviente.

Soy la diversión del jefe.

¿Cómo llegué aquí?

Soy el único sobreviviente del exterminio de Flevance, el lugar del que provengo, y donde perdí a mi familia y amigos. Me oculté entre los cadáveres de las personas para no ser asesinado por las personas del gobierno. Desafortunadamente no tuve forma de escapar para cuando los soldados llegaron al lugar después de la masacre, así que me volví un prisionero. Pero según ellos, al ser el único sobreviviente de una isla que prácticamente dejó de existir para el mundo, me convertí en un objeto valioso. No me entregaron al gobierno, pero me vendieron en el bajo mundo, donde su líder me compró. Él se aseguró de que yo no estuviera enfermo como las personas de mi pueblo natal, y estoy aquí desde entonces.

Ya he perdido la noción de cuánto tiempo ha pasado desde el día de mi adquisición, pero tampoco me importa demasiado.

Abro los ojos y me levanto para salir de la bañera, seco mi cuerpo y me visto. Salgo del baño, ignorando de nuevo el espejo que me devuelve mi deprimente reflejo y camino hasta que llego a mi cama, me dejo caer sobre ésta y miro una pequeña línea de luz que se cuela por la oscura cortina, ligeramente abierta.

Esto es todo lo que tengo, una habitación de seis metros cuadrados con un baño, y todos los libros que quiera.

No voy a decir que él no me consciente, porque basta con que yo pida algo para tenerlo, pero hay cosas que sé que no cumplirá sólo porque sean un capricho mío. Por ejemplo: salir.

Claro que a veces abandono estas paredes, pero eso es sólo cuando él me lo permite, y sucede en dos ocasiones. Cuando está de buen humor, o cuando quiere tenerme en su cama.

Cuando eso ocurre la cerradura de la puerta de mi habitación es desbloqueada para que yo pueda salir y recorro el pasillo que conecta nuestras recamaras hasta la única puerta que se me permite usar para ir con él.

Fuera de esas situaciones nunca he salido a otro lugar de la casa, ni siquiera para comer, ya que todo lo traen aquí.

Los sirvientes entran por algún lugar, que todavía no logro descubrir, al pasillo que conecta mi habitación y la de Doffy, y pasan la comida a través de una rendija que hay en la puerta.

Cuando él no está o no tiene tiempo para verme paso mis días leyendo, a veces mirando a través del cristal, y no importa si abro la ventana porque hay unos barrotes que la protegen, y que no me permiten salir. Aunque tampoco es que pudiera saltar a través de ésta, porque mi habitación está en el piso más alto de la mansión. En fin, sólo paso mis horas esperando su regreso.

Me meto debajo de las sábanas e intento dormir un poco, pues he pasado la noche en vela gracias a él. Comienzo a dejarme llevar por el sueño hasta que un sonido interrumpe mi calma.

—Joven Law —escucho que llaman después de tocar tres veces la puerta.

—¿Qué? —respondo lo suficientemente alto para que pueda escucharme la sirvienta.

—Le he traído el desayuno —contesta mientras abre la rendija de la puerta y pasa la charola con la comida.

Estoy a punto de decirle que no tengo hambre, que se largue y deje de joder, pero me detengo. En lugar de eso le agradezco y cierra la rendija, no sin antes despedirse y decir que llame si necesito algo más.

No es que vaya a comer si no tengo ganas, pero es mejor que el personal no se entere porque a Doffy no le gusta saber que no he comido bien y no quiero recibir castigos. Y no es porque no pueda soportarlos, es porque él me ha prometido que, si me porto bien incluso cuando está ausente, me dejará salir de nuevo a recorrer la casa, y lo más importante para mí, el jardín.

Sé que no suena como algo grande y divertido por lo que esforzarse, pero cuando has pasado tantos años encerrado entre dos habitaciones y un pasillo, la ilusión de sentir la tierra bajo tus pies, de sentir la luz del sol directo sobre tu rostro es un sueño que luchas por cumplir, incluso cuando parece algo lejano.

Tal vez no sea más que una falsa promesa para mantenerme calmado y no darle problemas a sus trabajadores cuando él se encuentra en viajes de negocios, pero por lo menos puede ser una pequeña esperanza que haga el tiempo más llevadero.

Así es como he pasado estos años. Aferrándome a cualquier pequeña cosa que pueda encontrar, cualquier suceso que, por más pequeño que sea, me ayude a mantener la cordura y sobrellevar los días.

Notas finales:

Hasta ahora llevo dos capítulos escritos porque no he tenído tiempo para escribir lo demás.

Probablemente suba el otro capítulo pasado mañana.

No se preocupen, seguiré escribiendo I'm not in love, esto sólo es un extra que surgió repentinamente.

Bueno, se agradecen las opiniones que quieran darme ^^

Nos leemos luego <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).