Domingo por la mañana, crudo, en casa de aquel hombre que siempre cuidaba de mi después de cada parranda. Apenas había recordado que quería una lavadora nueva, pero en este estado no me dejaría salir Shinya, así que como pude, tomé mi móvil de la mesa de noche, marcando al único ser cuerdo que podría ayudarme en este momento.
D: Kyooo....Necesito un enorme favor
K: ¿Que quieres ahora?
D: Necesito que vayas a buscar lavadoras, buenas y baratas a algún lugar de electrónicos, por favooor
K: ¿Por que no vas tú?
D: Me siento muy mal, no me puedo ni levantar, por favor
K: hmm...hablamos más tarde.
Kyo me había colgado el teléfono y Shinya me veía extraño desde la orilla de la cama con el desayuno listo.
S: ¿Por que no sólo le dices la verdad a Kyo?
D: Por que si se la decía, me iba a mandar al carajo y me iba a dar un sermón de que ya debería dejar el alcohol, que luego no se lo que hago y esas cosas aburridas de siempre
S: Pero podrías ir más tarde, sólo debes darte una ducha y listo, vas a ver tu lavadora nueva.
D: ¿Y desaprovechar mi domingo viendo lavadoras cuando puedo estar contigo? Me pierdes Terachi.
Comencé a comer aquel delicioso desayuno que Shinya me había preparado, cada borrachera terminaba en casa del baterista, era al único lugar al que sabía llegar sin estado ebrio. Después de aquel comentario Shinya ya no decía nada, así que preocupado volteé a verlo y estaba....¿¡SONROJADO!? No lo podía creer.
S: ¡Y que se supone que haremos todo el día en mi casa, si estás más que crudo!
D: Pues, estamos solos, sin quien nos dé sermones de cómo debemos comportarnos.
Dejé el desayuno de lado, acercándome peligrosamente a mi baterista, subiéndome sobre su cuerpo, mirando de cerca aquel fino rostro. Ladeando mi rostro, no podía aguantar más sin aquellos labios, aquellos que le pertenecían desde hace unos años atrás. Shinya no dudo en corresponderme, cuando sus brazos delgados rodearon mi cuello, profundizando aquel beso, mis manos no se quedaron quietas y
comenzaron un paseo por el blanco y delgado cuerpo de mi pareja, quitando con delicadeza su pijama junto con su ropa interior.
Shinya con sus manos acariciaban mi espalda hasta llegar a mis boxers...Jamás dormía con mas ropa, así que en pocos minutos ambos ya estábamos desnudos. Lleve mis dedos índice y medio a su boca, sabía par que así que los acepto, lamiéndolos, dejándolos lo basta te húmedos. Cuando fui metiendo el primer dedo, él se aferró a mi cuerpo, le dolía, lo sabía, así que fui despacio, al tenerlo dentro hice movimientos suaves hasta que se fuera acostumbrando y poder meter el segundo dedo.
La televisión estaba encendida pero ya no le hacíamos caso. Cuando ya estaba listo, sólo fue cosa de que me acomodara entre sus piernas, entrando sin ser muy brusco pues no me gustaba lastimarlo. Shinya mordía mi hombro, había cerrado sus ojos con fuerza, trate de que se relajara, acariciando su espalda baja, lo cual estaba funcionando, pero no dejaba de morderme, no me quejo, aquellas marcas durarían un buen tiempo. Comencé a moverme, embistiéndolo, primero de manera lenta y poco a poco fui subiendo el ritmo de las embestidas, estaba aferrado a mi espalda, gimiendo sólo a mí odio, oh deliciosos gemidos que provocaban que aumentará el ritmo de mis caderas.
S: D-Die, Kyo te hizo caso
Me dijo entre jadeos, cuando volteé a verlo, me di cuenta que estaba su vista fija en el televisor, así que sólo gire un poco mi cabeza para poder ver y en efecto en el programa de la mañana pasaban un reportaje de tiendas de electrónicos buenos y baratos, estando exactamente en las lavadoras, pudimos ver perfectamente a Kyo.
D: Si supie~ra
Reímos al mismo tiempo, pero Shinya aprovecho para tirarme a la cama, quedando sobre mi cuerpo, apoyando ambas manos en mi pecho, comenzó a moverse sobre mis caderas, movimientos rápidos, los gemidos de mi pareja de escuchaban por toda la habitación...Pero no sólo yo necesitaba placer. Así que con una de mis manos, le ayude, masturbándolo al mismo ritmo de sus caderas, a este paso no sabríamos cuanto aguantaríamos, pero no sería mucho. Así fue, entre te gemidos y deliciosos movimientos me corrí en el interior de mi rubio y él en mi mano. Shinya cayó sobre mi cuerpo, lo abrace de inmediato, cerrando mis ojos.
S: Y se supone que estabas crudo....
D: ¿Y? Ya te dije, no iba a desaprovechar mi domingo y no le diría la verdad a Kyo, Shinya...Aparte, esta bien que salga de su casa a que le de el aire...Por cierto, en esa fiesta también estaban Kaoru y Toshi, pero después de que terminó, no supe más de ellos.
S: Lo más seguro es que Toshiya terminó en casa de Kaoru muy ebrios los dos...Sin saber que hacer con su existencia.
D: Aahh.....más crudos que yo, estarán.