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Hasta los huesos ~ por BicthLVL100

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Notas del fanfic:

Basado en un doujin con el mismo nombre el cual se puede encontrar en la pagina de myreadingmanga.

Me gustó la temtatica y quise intentar una adaptación a partir de ella.

Guillermo dio un enorme suspiro antes de continuar su camino, aquella casa a las fueras de la ciudad era su objetivo y a decir verdad nunca había estado tan emocionado por ir a por una presa mucho menos por una colmilluda y chupadora de sangre asesina.


Sin embargo había pasado ya tanto tiempo, años y años... y ahora finalmente lo encontraba una vez más,


Pero no por mucho...


 


 


~~~~~~~~~~~~~~~~~~


 


 


-Buenos días Samuel...- susurro segundos antes de probar sus labios, lentamente en el más "tierno" beso, saboreando, disfrutando de aquella textura y ese aroma que desde hace miles de metros comenzaba a volverle loco.


La poca iluminación gracias a las ventanas y cortinas cerradas que impedían que la luz de aquella blanca luna entrase le tenían limitados sus movimientos.


-Y buenas noches...- exclamo segundos después, alejándose y tomando aquella enorme hacha entre sus manos; alzándola para dar el golpe directo en su pecho para rebanarle a la mitad.


Pero no fue así, no hubo cortes, no hubo sangre ni entrañas que mancharan aquellas bellas sabanas de carmesí.


En su lugar el cuerpo bajo sus piernas solo se esfumo.


-Ugh...- se quejó al sentir a sus espaldas un par de brazos que le rodeaban el cuello, mientras que un cuerpo se acercaba peligrosamente hasta el suyo.


-Eres muy travieso...- escucho una risa malvada justo en su nuca, seguido de un "abrazo" por parte de aquel hombre que había aparecido inesperadamente detrás de él.


-Guille...- sintió el calor de su aliento rozar contra la piel de su cuello, sus manos oprimir más su espalda para que sus cuerpos poco a poco se juntasen cada vez más y más.


-Bueno, igual gracias por el beso de buenos días...- hablo el vampiro, señalando aquella arma enterrada en el colchón mientras aun sostenía sobre sus brazos al pequeño "cachorro" que simplemente lo miraba indiferente.


-¿Me estabas esperando?- pregunto, rompiendo aquel silencio mientras que este solo le respondía con una sonrisa confiada.


-Ni siquiera estaba dormido, te estas volviendo despistado chiquillo...- recalco lo último con una risa burlona, esto era así desde hace ya tiempo y aun así, no era posible acostumbrarse.


-Parece que tienes razón, y es toda tu culpa...- el chico alzo la mirada, encontrándose con sus profundos ojos brillantes aun en esa oscuridad, regalándole una mirada lasciva y una respuesta a su anterior roce.


-Desde kilómetros logre sentir tu olor...- hablo acercándose a su cuello, aspirando hondo la esencia de su piel.- Tu hueles a...- relamiéndose los labios a la vez que poco a poco acercaba de nuevo sus labios a este.


-Deseo...- murmuro justo antes de llegar si quiera a juntar sus bocas.


-Estás sediento...- recalco mientras acercaba su oído a su pecho, aunque estuviese "muerto" podía escuchar su corazón acelerado palpitar dentro de aquel hueco oscuro al que él llamaba "alma".


- Me quieres ¿verdad? Quieres probarme...- ronroneo mientras dejaba que su chaqueta cayera por sus hombros hasta el suelo, acorralando al mayor contra la pared lentamente mientras este simplemente lo miraba con esos ojos deseosos.


-¿Quieres hacerlo verdad?- sus manos se movieron hasta el pecho de Samuel, acariciando por sobre aquella camisa y su pecho, antes de que sus dedos se deshicieran de los suficientes botones como para ver su pecho desnudo y notar el colguije plateado cerca de su garganta, sacándole un gruñido de disgusto.


-Probarme de todos esas maneras, no solo bebiendo mi sangre...- empujo al hombre directo a la cama para segundos después dejarse caer encima de este para rozar una vez más sus labios de manera provocadora, moviendo lentamente su pelvis contra su entrepierna; No sin antes y aprovechando la distracción, tomar aquella hacha y desenterrarla discretamente del colchón para alzarla y volver a atacar.


Un segundo golpe que fue esquivado por milímetros antes de que Samuel empujase al chico contra el suelo y aquella arma rozara su cien y se clavara esta vez en el techo.


-Mocoso, mira que si eres rastrero...- siseo mientras se acercaba al chico aun en el suelo que simplemente le miraba con una mueca burlona.


-El que se ha vuelto distraído y VIEJO has sido tú Samuel yo...- no pudo terminar su oración antes de que el hombre le tomara por el cuello y estampase contra la pared con fuerza, la suficiente como para que una grieta se abriese en la pintura y la sangre saliera de la boca del pequeño lobo.


-¡Idiota, imbécil!...- grito de inmediato tomándole por la mano que le aferraba a la pared.


-Desgraciado...- gruño, a la vez que sus manos poco a poco comenzaban a deformarse y dejar expuestas esas enormes y filosas garras además de que sus colmillos resaltaran de su boca cuando las maldiciones seguían saliendo.


-Más cuidado, o tendré que ponerte un bozal, perro...- se burló, oprimiendo un poco más su cuello para que no pudiese continuar con su "pataleta".


Sintió las uñas de este clavarse en sus muñecas y los ladridos y gruñidos ahogados que poco a poco iban en descenso al igual que su lucha y fuerza, fue entonces cuando el vampiro finalmente le soltó.


-Voy a arrancarte la boca con mis propias manos...- tocio en el suelo antes de intentar reincorporarse, sin embargo antes de que se moviese el cuerpo del mayor se posó sobre él.


-La cola te da un toque lindo...- de nuevo con esa sonrisa, que dejaba al descubierto sus blancos colmillos y sus manos eran atrapadas por la suyas sobre su cabeza.


-Uh, detente...- murmuro antes de sentir aquellos labios presionar los suyos y esa lengua invadir descaradamente su boca.- Imbécil...- de nuevo forcejeo, más el colguije de plata en el pecho de su compañero a pocos milímetros de su rostro simplemente no lo dejo hacer nada más que mirar.


Un pequeño gemido se escapó de sus fauces mientras el mayor bajaba sus labios por su cuello y lentamente mordía levemente ciertas partes de su piel.


-No...- maldijo entre dientes al sentir la humedad de esos labios bajar a su pecho y las manos de este pasearse por su pelvis hasta llegar a sus pantalones donde acariciaron su entrepierna.


-Ha sido ya tanto tiempo,- Samuel se deleitó con cada sucio sonido proveniente de su "perro" favorito. Desde hace miles de años había esperado para tenerlo de nuevo de esta manera, y aun a estas alturas en este tiempo. Las cosas seguían siendo igual, cada caricia, cada beso, todo seguía como antes.


-¿Por qué no te rindes y te entregas a mi finalmente?...- pregunto él, dejando que sus manos continuaran masajeando aquel pequeño bulto que se había formado entre las piernas de chiquillo.


-Ugh...- Guille arqueo la espalda, antes de que una oleada de calor recorriese su cuerpo y los labios del vampiro volviesen a atacar su boca, con más deseo, de manera posesiva y ruda; lo suficiente como para que la sangre comenzara a brotar por su labio inferior.


-Sabes lo que quiero, es a ti...- cayendo lentamente por su barbilla hasta su cuello, adornando un pequeño camino carmesí hasta sus clavículas.


Samuel solo lamio los restos de aquel rojo de sus labios, controlándose casi de milagro para poder mirar a su compañero entre sus brazos acercarse a él lentamente, respondiendo el beso.


-Todo, hasta la última partícula... deseo amarte hasta los huesos...- probando el metálico sabor de la sangre a la vez que sus lenguas se juntaban en una obscena danza y sus cuerpos se rozaban, la situación perfecta para que Guillermo desenfundara aquella daga de su cinturón...


-Te amo...- respondió el lobo segundos antes de atacar directo a la espalda de su amante.


-¡Mierda!...- grito Samuel al sentir la hoja clavarse profundamente en su piel, derribándolo el tiempo suficiente para que el cachorro lograse reincorporarse y saliera por la ventana, perdiéndose, huyendo... como siempre.


-Joder...- maldijo entre dientes el vampiro antes de sacar aquella cuchilla de su espalda y ver como el rojo comenzaba a brotar.


 


Una simple daga de metal...


¿Así que sigues siendo así...?


 


-¿Quieres jugar?...-hablo solo mirando hacia el vacío de aquella ventana abierta, la luz de la luna ahora podía iluminar a la perfección la habitación. Mostrando el desastre y las oscuras manchas en todos los lugares.


Bien, escóndete... listo o no, aquí voy...


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