El ambiente tan meloso estaba casi hartando a todos los invitados en aquella sala de baile, no podían destruir nada, no podían hacer caos, no podían ser malos, todo estaba tan pomposo como un baile de secundaria, una chica de cabellos rubios caminaba entre las mesas de bocadillos picoteando todo lo que veía
- y que te parece si nos fotografiamos?
-¡no me bañare en sangre humana!
-no no no es humana…es de unicornio
-¡mi mejor amiga es un unicornio!
-e-espera star!
La chica había tenido ya suficiente, los tacones le lastimaban y el peinado ya resultaba muy pesado.
En lo lejos un sombrero mejicano se veía entre otras cabezas, estaba buscando algo o más bien a alguien
-star!...
Había ya citado el nombre 40 veces sin resultado, cuando se acercó a la barra pudo apreciar la silueta de la mencionada
jalándola del brazo corriendo en la pisa, hasta que una luz roja no tan brillante los había cubierto, el público quedo en silencio suspensivo
Las piernas de marco se quedaron quietas viendo de frente a la princesa, sin saber exactamente que hacer empezó a danzar, la luz a duras penas les seguía el paso y parecía que estaba por apagarse
- hey star!le susurro a la rubia-
-huhu como sabes mi nombre~-pregunto en un tono sensual-
-so yo! Marco!...-levanto un poco la máscara que llevaba puesta
-¿q-Que?! ¡¿Qué haces aquí!?
El latino estaba a punto de dar una respuesta pero un trio de ojos rojos brillantes se había puesto sobre él, sin tiempo de reaccionar a lo que venía el demonio pelirrosa, callo el piso de espaldas ligeramente arrastrándose en el proceso
-¡SE SUPONIA QUE ESE ERA MI BAILE! –el salón entero se prendió el llamas y per cuerpo de Tom de igual forma
El castaño se incorporó a medias puesto que termino poniéndose de pie a fuerza del demonio
-¡TE MATA…!
Su réplica fue irrumpida por la impresión del público, la luz había encendido al brillo máximo, estaba radiante, no tanto para lastimar la vista pero dejaba ver cada detalle del traje de Marco y las decoraciones en el saco de Tom, este último nombrado soltó el brusco agarre al humano, estaba tan pasmado como el, volteo a verlo nuevamente, esos ojos castaños eran realmente bellos, mucho más lindos que los azules que poseía su ex, era misterioso ahora, solo podía observar sus ojos, pero era suficiente para notar que la cara del humano estaba enrojecida, por parte de Marco este solo observa la piel y ojos brillante y oscuros, eran un par de perlas en llamas, sin imperfecciones, la piel de los demonios debía de ser muy beneficiosa, sin perder más tiempo ambos chicos por reflejo se distanciaron un poco, más o menos medio metro, nervioso el Chico de cuernos ofreció su mano algo encendida en fuego ligeramente azul, Marco miro a la audiencia, estaba gritándoles , como si lo alentaran a tomar su mano y bailar con el príncipe, buscaba ese par de zafiros que tanto pensó que amaba, pero que ahora sabía que la quería más que como una novia, buscaba a su “hermana” , hay estaba, con los ojos llenos de lágrimas y una sonrisa de oreja a oreja, los corazones de sus mejillas estaban rojos y daba leves saltitos, estaba asintiendo, quería que tomara esa alma demoniaca, entonces sin basilar más la tomo sintiendo esa calidez del fuego tan agradable
La musca volvió a empezar, era algo movida, no era tan rápido ni sosa, era perfecta para seguirle y adivinar el baile, como buen latino, sabia de bailes de salón, no era un profesional pero podía llegarle bien al nivel de Tom, cruzando los pies, girando y sin temor a pisarlo adivinando donde puso el pie y de donde lo quito para colocar o quitar el suyo, en un principio tuvo algo de vergüenza y nervios, a este punto estaba riéndose junto con el demonio azulado, odiaba admitirlo pero se estaba divirtiendo con su peor enemigo, ambas miradas no se despegaban, viajando al ancho de todo el salón, la luz los seguía sin problema alguno y cada vez aumentaba el brillo, de pronto la música se volvía muda así como la de la audiencia, ahora eran ellos dos mirándose fijamente uno al otro, de pie y quietos.
-¡¿PODRIAN BESARSE DE UNA BUENA VEZ!?
Esa voz ya sabía de quien era, Star avece podía ser demasiando imprudente, agacho la cabeza y lo que se notaba de su piel y orejas se tornaron rojo vivo, el demonio le alzo la cabeza desde el mentón, la mano de marco abandono uno de eso hombros para mover la máscara que le impedía llegar a sus labios, fue un movimiento los suficiente mente rápido para que el mas lato de ambos casi lo estuviera levantado del suelo, no pensaba mucho en ese instante, solo se dejó llevar por la situación, no sabía qué hacía, el demonio besaba tan bien que no se quejó de nada, después de pasar casi un minuto besándose se separaron
Marco abrió los ojos como un par de orbitas pardas, ¿Qué debería de hacer ahora? ¿Correr? ¿Preguntar un por qué? Tembló momentáneamente cuando escucho la voz del contrario
- ¿Los disfrutaste?...
- S-si…
- Lo lamento…
- ¿Lamentas que cosa?
No termino de preguntar cuando el castaño corrió cubriéndose la cara con el sombrero, aprovechó su escape para llevarse a la rubia jalándola, quizá si tenía suerte podría tomar uno de los carruajes, estaba casi tocando la gloria de ese plan, pero la silueta de Tom se interpuso en su camino, ante esto Star se paró frente a marco
-¡no le hagas daño!
-¡no! ¡No lo lastimare! Solo quiero saber… si podremos estar juntos otra vez…
El latino mexicano se sonrojo hasta el tope
La chica chillo ligeramente
-ESTO ES TAN BELLO
Grito eufórica
-cuando quieras tom ere bienvenido a la residencia Díaz~!
Dijo mientras arrastraba a marco al carruaje que los esperaba, antes de que el subordinando cerrase la puerta tom corrió para darle el último beso en los labios a Marco, fue uno rápido y casto, pero ese era el sello, la luna roja los había unido para toda la vida