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Destinos Encontrados por Loreto W

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Notas del fanfic:

Esta historia está dedicada a todas las fans de esta hermosa pareja de Johnny x Jack conocida como "Samurai Bravo", pero principalmente se la dedico con mucho cariño a una maravillosa autora de Tumblr: Raudene quien además me proporcionó la imagen de la portada de la historia, ya que la autora anterior se molestó con el resultado aún cuando me había dicho que usara su imagen XD

*La foto de la portada de esta historia es propiedad exclusiva Raudene: http://raudene.tumblr.com*

Portada: http://s32.postimg.org/3vfltz3et/Hermosa_portada_Raudene.jpg

Los personajes de Johnny Bravo y samuraí Jack no me pertenecen, le pertenecen a sus respectivos autores: Van Partible y Genndy Tartakovsky.

Advertencia: Esta historia tendrá para su último capítulo lemon: detallista, explícito,  pervertido y por supuesto muy romántico y apasionado justo de mi gusto y estilo. 

Sin más que decir les invito a leer mi historia que escribí con mucho esfuerzo y cariño por el gran amor que siento por estos dos lindos chicos :) 

 

Notas del capitulo:

Este capítulo lo escribí como una introducción de la historia, ya que a lo largo de ésta, Jack recordará constantemente su batalla con Aku :) 

Capítulo I: Nuevo Destino 

 

Podía sentir en todo su cuerpo, el calor abrasador de las llamas del fuego que rodeaba, en su totalidad, la guarida del maligno Aku. Después de tanto tiempo, por fin, se había decidido a eliminarle por completo, pero esta vez, sin errores, sin fallos, sin titubeos. En esta ocasión, derrotaría por completo a todo el mal, que se había esparcido por ese mundo, desde la aparición de aquel ser que representaba la personificación del mal, el terror y el poder; en aquel mundo que no se parecía en nada al pacífico mundo que alguna vez en tiempos de antaño, él había conocido.

“Esta vez acabaré contigo Aku” – Pensó Jack, mientras sentía como partes de su kimono comenzaban a quemarse al encontrarse completamente envuelto en aquellas ardientes llamas de fuego, que se propagaban con más intensidad,  a medida que se acercaba segundo a segundo al nido  de aquel demonio que presentía le aguardaba.

El rostro del samurái mostraba una expresión de seriedad sepulcral, y en sus ojos profundos y oscuros como el alma de Aku, pero hermosos, una mirada de decisión inquebrantable se apreciaba. No se rendiría, no importaba cuánto le costara derrotarle, lo haría, lo haría y acabaría con todo el mal y devastación que ese despreciable monstruo de Aku había causado. Ya no habría más dolor ni tristeza ni sufrimiento para ninguno de los habitantes de aquel mundo, nadie más caería atormentado, esclavizado bajo las garras de aquel shogun del dolor.  Él le daría fin a todas aquellas atrocidades, pues en los últimos tiempos, la devastación de Aku había alcanzado límites insospechados. Esta vez, la crueldad de ese monstruo había causado tanto daño y muerte; que los últimos diez pueblos por los que había atravesado se encontraban en ruinas, destruidos, desolados, y cubiertos de la sangre y cadáveres de sus habitantes , y los pocos sobrevivientes que habían quedado, suplicándole por ayuda para acabar con esa destrucción interminable, habían fallecido en sus brazos.

“¿Acaso nunca terminará esta destrucción sin sentido? No, esto no puede continuar así, acabaré contigo Aku, y le daré paz a todas las almas de los desdichados que han caído víctimas de tu maldad.” – Se había prometido a sí mismo, y su resolución era clara, por ello, sin importarle el enorme y sofocante calor de aquel estrecho camino por el que atravesaba,  sosteniendo firmemente su katana bien enfundada en su kimono, continuó paso a paso, luchando contra todos y cada uno de los secuaces  de las fuerzas demoniacas que Aku ponía en su camino.

Jack se encontraba cansado, exhausto, estaba harto, su kimono para ese entonces estaba hecho jirones. Sudaba debido a la intensidad de la temperatura de aquel lugar, estaba exhausto, pero no, no se rendiría, esta vez lo derrotaría, por ello sin importarle en que condición se encontraba, pero a peso lento para ahorrar fuerzas y decidido, continuó su camino.

Jack sentía que llevaba horas caminando por aquel sendero, de todas las veces que había estado ahí no recordaba que fuera tan extenso, sabía que Aku le estaba dificultando las cosas a cualquier precio, pero si ese demonio creía que con esos obstáculos le vencería, estaba equivocado, él le vencería, y así continuando su camino fue que por fin, luego de tanto esfuerzo, logró llegar a su destino. Ahí, en el borde de aquello que parecía ser un eterno precipicio, Jack apretó sus puños con fuerza, elevó sus brazos, inspiró aire lo más que pudo, y expulsándolo con un fuerte gritó, pronunció el nombre de aquel ser la oscuridad causante de todo el mal que aquejaba al mundo.

- ¡AKUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU! – Gritó Jack con todas sus fuerzas, sintiendo como su cuerpo se llenaba de adrenalina ante la impaciencia de acabar con ese monstruoso ser que tanto daño le había hecho a todos, recordando en su mente los rostros de todas aquellas pobres almas desafortunadas que habían caído ante sus garras, siendo torturadas, destruidas, esclavizadas, atormentadas recordado todos aquellos cadáveres que había visto en su viajes, además de los rostros demacrados de aquellos que llorando, le habían suplicado para que destruyera a ese monstruo.

- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡MANIFIÉSTASTE AKUUUUUUUUUUUU!!! – Gritó nuevamente el samurái de cabellos negros con toda su fuerza, comenzando a sentir como la impaciencia se apoderaba de su cuerpo, quería acabar con él, quería poner fin a toda aquella destrucción y muerte, lo conseguiría, no permitiría que ese maligno ser volviera a escaparse como ya tantas veces lo había hecho, y fue así como mientras mantenía sus ojos cerrados intentando invocar con sus pensamientos a ese maligno ser que tanto tormento le había causado a él y a otros en su viaje, sintió frente a sí aparecer una oscura presencia, acompañada de un fuerte estruendo que le alertó.

- ¿Quién se atreve a convocar al maestro de los maestros, al portador de la oscuridad, al shogun del dolor, Aku. – Mencionó en toda su omnipotencia y maleficencia Aku, con los ojos cerrados, pensando que nuevamente otro incauto se había anticipado a adentrarse en sus dominios, pues el  siniestro ser tan ensimismado estaba esperando al propio samurái, que no se percató de que aquel que esperaba con impaciencia ahora mismo se encontraba delante de él.

- ¿Acaso ya no reconoces mi voz Aku? – Mencionó en tono irónico el samurái.

- ¡¡¡SAMURÁI JACK!!! – Exclamó Aku, sorprendido de que el samurái hubiera franqueado con tanta rapidez y agilidad todos los obstáculos que había puesto en su camino para derrotarle.

-  He venido a derrotarte y a acabar por siempre con tu maldad Aku. – Le respondió Jack tajante con su katana desenfundada listo para atacar.

- Te atreves a enfrentarte a Aku, quien es el dueño de este mundo, ¿en otra insensata lucha?, samurái. – Le cuestionó Aku, mientras su maléfica voz resonaba en todo aquel lugar.

- ¡Así es Aku!, pero esta vez ¡yo te derrotaré! – Expresó fervientemente Jack, con una voz cargada de valor mientras sus ojos negros profundos brillaban intensamente reflejando su clara decisión.

- Jajaja tonto. – Se mofó el demoniaco Aku.

 - Sabes que otra vez no podrás derrotarme  con tu tonta espada porque mi poder es superior.

- ¡Eso ya lo veremos Aku! ¡Prepárate para enfrentarme!  - Y sin permitir que el demonio expresará nada más, se lanzó a su ataque, saltando bien como había aprendido hace un tiempo, lo más alto que pudo, dándole un golpe directo a Aku.

- Ahggggggggggggggg ¡¡¡maldito seas samurái!!! – Chilló Aku, al sentir como la hoja de aquella espada le había cortado, y ante aquella amenaza, usó todo su poder para esquivar los hábiles ataques de Jack y contraatacarle con toda su fuerza.

Jack también esquivaba los ataques de aquel demonio, haciendo gala de todo su poder, su destreza, flexión y habilidad. Había peleado demasiadas veces contra ese monstruoso ser como para permitir que este asestara un solo golpe en él, y haciendo acopio de toda la fuerza y coraje que poseía le atacaba.

Ambos seres se enfrentaban en una lucha jamás antes librada, ambos con el máximo de sus fuerzas, esquivando y atacando esquivando y atacando en un vaivén continúo. Ninguno de los dos cesaba, ninguno de los dos se detenía, sin importar el cansancio que parecía acumularse en sus cuerpos, ninguno de los dos se daría por vencido.

Por largas horas ambos seres continuaron su interminable lucha, para ese entonces Jack sólo combatía con el sencillo fundoshi que cubría sus partes íntimas, mientras su sedoso cabello negro caía libre y revuelto sobre sus hombros. En tanto que Aku, se había resignado exhausto a permanecer en una sola forma, pero abatido por la incesante e impetuosa fuerza del samurái, que le había propinado diversos cortes en su cuerpo, hizo acopio de sus últimas fuerzas para cambiar a su forma de murciélago y disponerse a huir como siempre lo hacía cuando sentía que ese guerrero le destruiría. Jack al percatarse de esto le gritó:

- ¡¡No importa que forma tomes Aku!! ¡¡Nunca podrás vencer a la rectitud!! – Pero ante aquellas palabras, Aku respondió.

-¡Tus antepasados no tuvieron el poder de herirme para siempre con esa espada samurái Jack! ¡Ni tú tampoco lo tendrás jamás!  - Le gritó el demonio ahora ya transformado en su forma de múrcielo disponiéndose a escapar.

 - ¡Eso ya lo veremos! ¡Ni creas que escaparás de mí esta vez, Aku!  – Y sin darle tiempo al demonio para reaccionar lanzó con todas sus fuerzas aquella katana que había pertenecido a sus antepasados, y con un golpe certero atravesó el cuerpo de Aku en su forma de murciélago ensartándole duramente en el suelo. Jack corrió rápidamente para acercarse al cuerpo retorciéndose de dolor de ese demonio, desclavó la espada de su maligno cuerpo y la empuñó preparado para asestarle el golpe final.

- Ahgggggggggg maldito s e a s… sa… mu rái. – Exhalaba Aku apenas, sintiendo un intenso dolor recorrer todo su cuerpo, no, no ¡no podía ser! Ese patético guerrero samurái no podía derrotarle, este no podía ser su final ¡no lo permitiría! ¡No permitiría que aquel guerrero le acabara así! No podía permitir que el mismo error de su pasado se volviera a repetir, tenía que hacer algo, debía enviar a Jack de vuelta al pasado al momento exacto en que le había enviado al futuro para asegurar su triunfo y volver a gobernar una vez más aquel mundo.

Jack se percató de cómo el demoniaco Aku se disponía a realizar la misma técnica que había utilizado en el pasado para enviarle al futuro, por ello, antes de que éste la ejecutara, se lanzó al ataque con un fuerte golpe cerrando sus ojos y empuñando firmemente su katana, aquella katana que había pertenecido a sus antepasados. Esta vez, no dejaría que nada le impidiera destruir a la personificación del mal que constituía aquel ser.

- ¡Ha llegado tu fin, Aku! ¡Nunca más volverás a causar daño! Tu reinado de terror se ha acabado. Esta vez no podrás escapar de la rectitud. – Y sin más que agregar, asestó el golpe final, absorbiendo la maldad de aquel ser, que por fin había derrotado, con el poder de la luz sagrada de su propia espada.

- ¡¡MALDITO SEAS SAMURÁI JACK!!!  ¡¡MALDITO SEAS!! – Gritó con sus últimas fuerzas aquel demonio y agregó con su último aliento – “Juro que me vengaré” – y esas fueron sus últimas palabras antes de desaparecer para lo que Jack esperaba, fuera siempre…

- Por fin lo he derrotado. Por fin he cumplido mi promesa, padre, madre, no los he decepcionado. – Mencionó Jack antes de caer completamente desplomado por el extenuante cansancio de aquel combate que luego de numerosos años, había puesto fin al reinado del terror que se había extendido por aquel que alguna vez había sido conocido como: “Él”, El Señor de los Señores, El Shogun del Dolor, el grande y poderoso Aku…

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 Lo había conseguido, había derrotado a Aku tanto en el pasado como en el futuro, por fin se había reunido con su familia y les había liberado, después de tanto tiempo vagando por peligrosos caminos sin un rumbo fijo, más con el único objetivo de destruir a Aku, lo había conseguido, había regresado a su hogar, se había vuelto a reunir con sus padres, por fin todo aquel esfuerzo que había empleado durante tantos años había rendido frutos. En el corazón de Jack, no existía felicidad más grande que el saber que por fin en el mundo reinaba la paz que tanto había añorado, pero hoy aquello no era un sueño, era por fin una realidad…

- Madre, padre, me siento feliz de haber regresado con ustedes y de que todo esto por fin haya acabado.  – Mencionó suave y solemnemente Jack recargado sobre la pared de aquel gran salón en su hogar, mientras su padre y madre le abrazaban felices de que su hijo volviera con ellos y juntos pudieran disfrutar de esa paz en familia. Todo parecía perfecto y tranquilo como si nada fuese a estropear ese momento, el regocijo de la alegría en el corazón del joven samurái no tenía límites, nunca imaginó que pudiera disfrutar de aquella dicha y deseaba que así fuera para siempre… Sin embargo, fue en ese momento de paz que una maligna sombra rápidamente se extendió por los pasillos de aquella mansión imperial, y de la nada ahí frente a Jack y a sus padres apareció repentinamente una sombra obscura  que perfilaba la figura de Aku. Los sentidos de Jack se activaron de inmediato, y katana en mano demandó:

- ¡Muéstrate maligna presencia! – Gritó Jack dispuesto a enfrentarse a lo que fuera que había perturbado la tranquilidad de él y su familia.

La sombra se hizo más visible, Jack se sorprendió a ver que la sombra tenía la misma silueta que Aku, preocupado de que aquel demonio, que con tanto esmero y dificultad había derrotado, hubiera regresado nuevamente para vengarse; sin embargo, sus dudas fueron disipadas, cuando esta silueta habló.

- ¡MALDITO SEAS SAMURÁI JACK! ¡PAGARÁS POR HABERME DERROTADO! – Gritó aquella sombra con silueta de Aku.

- ¿Quién eres extraña criatura? – Demandó Jack, mientras a sus espaldas su padre y su madre se mantenían alertas expectantes.

- Soy la esencia residual de Aku. – Respondió la sombra y agregó:

 – He venido para cumplir con el último deseo de mi amo antes de desvanecerme eternamente.  – Expresó la sombra con voz lúgubre. 

- ¿Y cuál es ese deseo, criatura? – Demandó Jack preparado para enfrentarle, pero antes de que pudiera reaccionar, rápidamente la misteriosa esencia creó un portal envolviendo por completo el cuerpo de Jack.  Su madre y su padre intentaron liberarle mediante golpes, pero fue inútil, el samurái había sido completamente envuelto por un vórtice exactamente igual al que Aku había usado para enviarle al pasado.

- ¡Enviarte a un nuevo futuro gobernado por Aku! – Respondió la esencia, desapareciendo por completo. Cuando Jack escuchó estas palabras, gritó fuertemente expresando la frustración que esa revelación le había causado.

- ¡NO DE NUEVO! ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! – Jack giraba y giraba dentro de aquel remolino que como había dicho aquella maligna esencia de Aku, le devolvería a un nuevo futuro gobernado por Aku. En ese momento, Jack temió repetir su incansable lucha contra aquel maléfico ser y por lo mismo sintió cómo su corazón se rompía al saber que una vez más estaría alejado de su hogar, y por ende, de sus amados padres.

- Padre, madre – Mencionó Jack, sintiendo como su corazón se oprimía y una lágrima resbalaba por su mejilla derecha ante el solo pensamiento de volver a alejarse de ellos, pero con el único consuelo de que les había librado de la esclavitud de Aku y que en ese pasado el mundo viviría por siempre en armonía.

Desesperado, desolado, sintiendo como su espíritu se abatía y ya sin poder reprimir las lágrimas que brotaban ahora de sus hermosos y profundos ojos oscuros como la noche, comenzó a sollozar sintiéndose patético, miserable,  y consternado como jamás antes mientras seguía girando en aquel endemoniado túnel que no parecía acabar.

- “Jack” “Jack” “Jack” – Comenzó a escuchar de pronto su nombre entonado en voces dulces, serenas y melodiosas, casi angelicales que le arrullaban y envolvían cálidamente haciéndole flotar entre melodías y tonos celestiales.

- ¿Quién, quiénes son? – Expresó Jack, intentando calmar sus sollozos e intentado secar sus lágrimas, aún sintiéndose apesadumbrado.

- Somos diosas “diosas, diosas” – Se escuchaba el eco de aquella hermosa deidad que había respondido.  Jack dirigió su mirada hacia dónde provenía la voz y pudo observar un brillante halo de luz de aquel omnipotente y hermoso ser.

- ¿Diosas? – Interrogó Jack sin comprender.

- Así es, joven samurái, hemos venido a interceder por ti y guiar tu camino. – Mencionó dulcemente una de aquellas voces.

- ¿Mi camino? La esencia maligna de Aku me envió a un nuevo futuro y viajo hacia él en este torbellino.  - Expresó resignado Jack, dejando salir su gran pesar.

- Guiáremos tu camino para cambiar tu destino “destino” “destino” – Respondió otra.  Jack al escucharlas no comprendió a qué se referían, pues en aquel tempestuoso torbellino seguía girando siendo conducido al futuro, sentía que su viaje parecía acabar pues la turbulencia de aquel remolino parecía a aumentar.

- Aaaaaaaaah. – Gritó Jack al sentir cómo la turbulencia aumentaba mientras sostenía su katana.

- “Ya no sufras más joven samurái” “Has luchado demasiado ya” “Has combatido por largo tiempo a las fuerzas de mal y es momento de que seas recompensando”- Expresaron las deidades en una melodiosa y serena voz, al oír estas palabras extrañamente el corazón de Jack se llenó de un sentimiento que podía identificar como tranquilidad, aun cuando, incapaz de controlar su inquietud no pudo más que mencionar:

- ¿Recompensado? – Aún en aquella turbulencia Jack logró realizar aquella pregunta, extrañado, mientras seguía escuchando las voces de aquellas magnificas deidades susurrarle:

- “Serás conducido a donde se encuentra tu verdadera felicidad” “Te llevaremos a dónde aún necesitas experimentar algo que jamás has sentido” “Irás a donde “aquel” te está esperando”

- ¿Aquel? – Se extrañó Jack ¿quién era “aquel” de quien hablaban?

- ¿Quién es “aquel”? – Preguntó Jack  de manera inmediata, incapaz de mantener su ansiedad.

- “Lo conocerás cuando llegue el momento” “Aquel será el que llene tu corazón de amor y tranquilidad” “Buena suerte en tu nuevo camino, pequeño samurái” “Tu destino te espera” “Tu nuevo viaje te llevará a un nuevo camino y esta vez será el final”.

Jack cerró los ojos un tanto abatido, tal parecía que las divinidades habían puesto para él un nuevo destino, ¿qué peligros le aguardarían ahora? ¿A qué obstáculos debería enfrentarse en esta ocasión? Jack sintió su corazón doler una vez más al saber que nuevamente emprendería un incierto viaje solo, pero fue justo en ese momento cuando un orbe brillante de luz resplandeció frente a sus ojos, mostrándole el rostro de sus padres.

- “Hijo, siempre estamos contigo aquí” – Escuchó a su madre decirle con una mirada llena de amor y una sonrisa de tranquilidad en su rostro. El simple hecho de escuchar esas palabras calmó a su corazón temeroso.  “Aquí en tu corazón hijo” – Escuchó decir a su padre y éste agregó: “El lugar en donde siempre estaremos contigo y tú con nosotros, hijo”. “Tus amigos y aliados son numerosos, ellos también siempre estarán contigo enviándote sus buenos deseos a donde vayas, hijo mío” – Le confortó su madre, Jack sonrío al recordar a todos y cada uno de sus amigos.

- “Sigue tu camino como todo un hombre hijo, y encuentra el destino que las deidades han decidido para ti.”  “Nosotros siempre te estaremos acompañando” – Fueron las últimas palabras que le dijeron sus padres sonriéndole y mirándole orgullosos y confiados.  Sí, no importaba a donde fuera o qué destino le deparara, él lo enfrentaría del mismo modo que se había enfrentado a lo desconocido en su vida: Con honor y valentía…

Y fue así que de ese modo, el joven guerrero conocido como Jack, descendió a un nuevo universo.  Un universo, en el que experimentaría el sentimiento más grande y maravilloso que nunca antes había sentido en su vida: El amor, ¿pero quién sería el destinatario de aquel sentimiento que despertaría de a poco en este puro joven?....

¿Sería posible que un despistado y musculoso rubio conocido como Johnny Bravo fuera el elegido para cautivar el corazón del solitario guerrero? El destino para Jack en aquel momento era incierto, pero una cosa era segura: El destino de “aquel” y de él mismo, se encontrarían tarde o temprano, pues es así que comienza la historia de sus:

“Destinos Encontrados”

 

 

 


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