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EN BUSCA DEL MAGO. por Huitzil

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Notas del fanfic:

Bueno... y aqui estoy... de nuevo, esperando a que les guste este fic. largo capitulo por cierto.

https://www.youtube.com/watch?v=Slr49G-FwW0

Notas del capitulo:

INSPIRADO EN UNA CANCION DE LOVE OF LESBIAN.

UN DÍA DE FUNCIÓN.

El circo era el único lugar al que ellos podían llamar hogar. El Circo de los Stark donde la mayor atracción eran los fantásticos trucos del mago, la hermosura de sus mujeres, la generosidad de los monstruos, el poder de los dioses, la fiable puntería del arquero. El circo tenía prácticamente de todo, fenómenos atractivos como ese tal “hombre araña” o el misterioso “hombre hormiga” el temible Hulk. Pero quizá y el menos llamativo de los habitantes de aquel lugar era esa ave blanca inmortal que siempre andaba con el menor de los Stark. Un águila calva pero por el tiempo sus plumas se habían hecho completamente blancas y no quedaba ningún residuo de color  en esa majestuosa ave salvo por ese pico amarillo y esos impactantes ojos azules.

¿Cuántos años había vivido esa ave en esa enorme jaula de plata que tanto llamaba la atención?

Realmente nadie sabía la respuesta y el único que podía saberlo había muerto hace muchos años dejando a un joven y descuidado heredero con las riendas del lugar o eso es lo que contaban las leyendas.

- vamos a por ellos Rogers. Un día nuevo es un día… de no tengo ni jodida idea de lo que continua…- el hombre que hablaba llevaba un traje negro y el cabello negro con alguna y que otra cana adornando esa perfecta cabeza -  Que resaca la mía, y joder como hacen ruido esas personas.- hablaba el castaño tomándose del puente de la nariz sin hacerle mucho caso al ave que lo miraba recriminatoriamente – No me juzgues ave,  yo no te critico por lo… lo que sea que hagas.

El mago Anthony Stark se llevó la mano justo donde debía estar el corazón y sonrió de lado tristemente. De su pecho salía una misteriosa luz que a las personas maravillaba pero que a él estaba matando poco a poco. Todos sabían que el mago con el corazón resplandeciente era un filántropo, al cual no le hacían falta el dinero ni damas. Era muy conocido por ser un mujeriego sin precedentes igual que el padre. “de tal palo tal astilla” la resaca no era más que una más de tantas que tenía por las fiestas a las que asistía y no era nada extraño que le doliese la cabeza como si enanos mutantes estuvieran taladrando su cerebro.

- Tony…. - El ave tomo nuevamente su forma humana, la cual solo adoptaba frente al menor de los Stark por alguna razón; aunque no podía tenerla por siempre. Se había transformado en un atractivo hombre de cabellos rubios cenizos, de piel blanca como la nieve y cuerpo perfecto. El hombre estiro su mano para tomar al morocho aunque fuera un roce;  más por las rejas se quedó a milímetros de tomarle del hombro con las yemas de sus dedos.

- Estoy bien…- refunfuño Stark y salió del lugar  sin aceptar ese toque que su ave le brindaba y no porque no lo quisiera, que venga que realmente había hecho zoofilia con ella hace algún tiempo en esa enorme jaula donde bien podía caber un elefante y no precisamente el ave era la que había sido profanada.

No es que no amara a ese hombre que cada noche se había presentado ante el. No es que no amara esos tristes ojos azules. No es que no quisiera echarse a sus fuertes brazos cada cinco minutos y terminar siendo follado en el tronco de algún árbol como había sido siendo casi siempre que se encontraban. Tony amaba al hombre que representaba esa ave mágica… Lo amaba con toda el alma.

*80 años antes*

Había sido un día agotador en el circo. Llego a su cuarto y se echó sobre su cama con la cara pegada en la almohada y se quedó ahí preparándose mentalmente para salir al baile del emperador de la ciudad. Cuando escucho un aleteo justo donde estaba la jaula de aquella molesta ave parlanchina que no se callaba por nada cuando algo no le parecía “maldito el día en que decidió tomar forma humana”.

- Te vez muy mal…

- Tu, muy al contrario te miras de maravilla ¿has pensado en ponerte algo de ropa? No puedes ir paseándote con esa anaconda entre las piernas como si nada.

Rogers se sonrojo pero solo se llevó las manos a la cintura acostumbrado al humor negro del menor de los Stark y su forma tan natural para desviar sus problemas humillando a los demás.

- No puedes ir a firmar ese tratado con esos hombres… los he visto. Son malos y quieren quitarte el circo para esclavizarlos a todos.

- No digas tonterías Rogers…

- ¡Tony, sabes que es la verdad!

- es solo una manera para calmar las cosas. Quiero que las personas confíen en nosotros, si estamos con los buenos las personas creerán que lo somos ¿no has escuchado esa frase que dice júntate con monjes y parecerás uno de ellos?

- ¡Estas cometiendo un error! ¡Te quitaran el circo!

Al ave blanca le costó aceptar, que aquel hombre haría ilusionismo con sus palabras como con los demás, vio esa mirada herida y orgullosa que tanto caracterizaba a los Stark.

- ¡Jamás permitiré que me quiten el circo! Pero tampoco podemos andar de aquí para allá como gitanos delincuentes. Hay decisiones que se deben tomar  y no porque sean las más difíciles de escoger significan que sean las incorrectas.

- Tu padre jamás permitiría esto…

- Mi padre está muerto.

Rogers pareció ofendido y herido por esa afirmación y volvió a adoptar su  muy habitual forma de ave, pájaro, águila, lo que fuera y desapareció entre los árboles que se hallaban tan bien conservados en esa jaula. Hace tiempo que esa ave le había mostrado que podía volverse un hombre y ¡valla hombre! Pero siempre que lo hacía era para regañarlo y llevarle la contraria es como si su padre en vida supiera lo molestoso que era ese pajarraco parlanchín y con toda la intención de molestarlo se lo hubiera dejado solo para amonestarlo y fastidiarlo en su lugar a sabiendas que no podía hacerlo desde el infierno “Maldito el día  en que Edward Howard Stark había decidido accidentarse y llevarse así a su madre a la muerte. El muy maldito egoísta no quiso partir al más allá solo”

 - Oye… - murmuro al recordar que su madre quería mucho a esa ave aunque jamás hubiese visto su forma humana. – mira… lo siento. Yo solo quiero hacer lo correcto. ¿Ok?

En esa jaula donde vivía el ave blanca no se escuchó nada y como el Tony idiota Stark que era.- (la idiotez al parecer se heredaba) entro a ese lugar para buscar a Steven, nombre que por cierto su padre le había puesto. – No te enojes conmigo avecita – Tony rodo los ojos. Rogar  por algo no era su estilo pero quería hacer las cosas bien para  beneficio del circo – te prometo que llegando te daré todos los gusanos que quieras comer y puedo si quieres conseguirte ropa, una novia ave para que puedas hacer tus “cositas” con ella ¡Venga Rogers! ¿Qué quieres que te diga para que termines con este juego infantil y pueda irme al infierno de aquí?! -

De pronto sintió como alguien lo jalaba del traje y lo estrellaba contra un árbol, su cabeza choco con esa corteza dura de madera para quedar frente a frente y ser fulminado con esa mirada azul profunda que poseía “nota mental para Tony: No entrar a jaulas peligrosas con animales mágicos”  

- ¿Que necesitas tú Stark para que entiendas que estás haciendo las cosas mal? Todo el día coqueteando con las mujeres, teniendo sexo con ellas como un animal en celo. Largándote a fiestas para beber y emborracharte y ahora de hipócrita vienes para decir “quiero hacer lo correcto” ¿realmente piensas que es lo correcto? Tus decisiones radicales de un momento de alcohol no son lo que este circo necesita. Que te compre quien no te conozca Tony…

- Oye, primero: hay algo que se llama “espacio personal”- Si, Tony enfatizo con comillas imaginarias esa parte con sus dedos; mirando de reojo el miembro de Steven, ¡carajos! Tenía que comprarle ropa a este hombre -  y segundo: te guste o no avecilla soy el jefe de este circo y firmare esos papeles porque por esas decisiones “radicales”  son por la que seguimos trabajando para la gente.

- No te lo permitiré…

-¿enserio? Porque yo que recuerde no pedí tu permiso.

- Pero si mi perdón.

- Pues ya no lo quiero. Me largo Rogers así que… - Tony trato de soltarse del fuerte agarre que Rogers puso sobre sus manos; pero no pudo ni siquiera moverse medio centímetro - ¡Argh! ¡Ya suéltame ave idiota!-

- O sino ¿qué? ¿Qué eres debajo de tu traje de hierro con el que asombras a las personas? ¿Sin toda esa magia que no es más que un banal acto de ilusionismo?

- Un play boy, filántropo…

Steven lo tomo de las muñecas con fuerza y mientras el otro trataba de  terminar su inteligente oración lo interrumpió besándole en los labios. Fue más por instinto para que se callara que por otra cosa.

Tony se quedó con la frase en el aire antes de sentir los labios contrarios sobre los suyos. Fue un beso torpe a su parecer pero fue el más cálido y dulce que sus labios probaron en su vida; aunque nunca lo aceptaría en voz alta y sin quitar la sorpresa que a eso le conllevo trato de quitarse de encima a ese hombre, ave, águila, ¡lo que fuese carajo!

No podía mover sus manos libremente ya que las tenía aprisionadas por las contrarias y de la nada sus pies ya no tocaban el suelo. -(estúpida ave más alta que él,  y seguiría culpando a sus padres por su maldita genética) El rubio fue quien rompió el beso alejándose con cuidado del morocho. Vio algo más tras esos ojos vidriosos, quizá jamás encontraría para definir aquella sensación que ni mil años de magia e inmortalidad le habían concedido y ahora en solo un par de segundos consiguió con un solo beso ¿sería verdad que lo que dicen de los magos fuese cierto; que embrujan  las almas puras para corromperlas? Steven estaba profundamente hechizado.

Volvió para besar esos labios sin medir su necesidad, sin soltar esas débiles muñecas y pegando su cuerpo al contrario. Era como esos rituales de apareamiento y Rogers no podía contenerse para acortejar a esa difícil pareja.

- No ave mala, basta…

- ¿Que necesitas para que te quedes?- murmuro en un suave susurro romántico en el oído de aquel mago sintiendo como se estremecía bajo su musculoso cuerpo. Complacido volvió a besarlo lentamente sin ser correspondido obteniendo una mirada confusa - ¿Qué necesito para que no firmes?, ¿necesito amarrarte?, ¿necesito hacer lo mismo que esas mujeres con las que te quedas toda la noche?-

- Nhhh…- el mismísimo Tony se dio una patada mental al gemir en voz alta dejando pasar la lengua ajena a su boca por un estúpido roce con la rodilla del contrario en la entrepierna ¿Qué estaba pensando esa ave sobre él? ¡Ja! Valla si era ingenuo si pensaba que el grandioso Anthony Stark era el pasivo o peor aún que cedería a sus estúpidas peticiones solo con un par de besos húmedos o de sexo. No señor, claro que no y el mismito Tony se lo demostraría jugando también el mismo juego que ese pajarraco mágico ¿A ver quién de los dos cedía primero?

Mucho se sorprendió el fornido rubio al sentir como esos labios le respondían en medida descontrolada aquel beso fugitivo con el que empezó. Aflojo el agarre de las muñecas solo para sentir como las manos se soltaban y se dirigían a su nuca para abrazarla con pasión, para profundizar aquel beso y luchar contra su boca.

- Tony…- murmuro Rogers en su oído mordiendo el cuello del moreno quien una corriente eléctrica le corrió por todo su cuerpo y atino solo por gemir en voz baja en un intento en vano por tocar el suelo nuevamente… dios había soñado un sin fin de veces el día en que el ave mágica de su padre pudiera caer ante sus encantos y bueno, jamás creyó que eso fuera remotamente posible,. Se conformaba con que fuese un sueño húmedo más del montón, de esos que tenía cuando el alcohol abusaba de sus sentidos. – Tony…- volvió a murmurar Rogers contra su piel - había soñado con el día en que por fin pudiera hacerte mío… no puedo espera cuanto antes para estar dentro de ti. –

El rubio dibujo una sonrisa alejándose por completo de Stark, para sumirse en una brecha de tiempo espacio en la cual no dejaron de mirarse; el azul profundo con un toque de verde en el centro quizá demostraba la imperfección de la magia. Y eso encantaba a Stark… espera ¿mío? ¿Desde cuándo Stark le pertenecía a alguien? Y peor aún ¿dentro? ¡¿De dónde?!, ¡¿De quién?! ¡Madre mía! ¿Dónde fueron sus pantalones?

- ¡Aaarght!- Tony grito fuertemente al sentir como era profanado sin ninguna clase de preparación - ¡Maldito St-ste… ¡AH!-

- ¿t-te duele?- pregunto entrecortadamente Steven excitado con la voz gruesa sosteniendo las piernas del moreno con fuerza, mientras sentía con un placer indebido el estrechamiento de esa entrada.

-¡Mierda! ¡Sácalo! Pedazo de idiota, bestia mal parid…

Rogers sonrió con malicia para empezar a besar y lamer esas cristalinas lágrimas que comenzaban a salir de los ojos de Stark. Eran pequeñas, saladas, igual que su dueño y volvió a besar la boca de Tony.

- Te amo.- murmuro contra sus labios. Si algo sabia el rubio era que desde que había conocido al hijo de Howard se había hecho a la idea de que nunca en su vida podría caerle bien. Después su concepción cambio y pues comenzó a tomarle cariño a su manera de ser para después pasar sin dormir por pensar en aquel mago.

Comenzó a moverse dentro de Tony sacando sonoros gemidos y maldiciones del contrario que no paraba de quejarse por el dolor; pero por mucho que se quejara comenzaba a disfrutarlo. El morocho se había concentrado tanto en sentir aquel miembro introducirse dentro de su estrecha cabida anal que al tocar un punto misteriosamente estremecedor y placentero dentro suyo que sin darse cuenta empezó a suplicar por más.

-Nhhhaa, Mas rápido Rogers, m-ma-mas ¡ah!, ¡ah!

Las uñas de Tony se clavaron en los fuertes hombros de Steven.

-te ves tan adorable…

Y esas palabras fueron el ultimo atisbo de conciencia que podía tener Steven ya que se encontraba tan excitado, tan caliente, como si en su cuerpo existiera un fuego que exclamaba por salir de su miembro. Tenía que admitir que nunca en su vida se había dejado llevar por sus instintos animales, jamás había acortejado a alguien y jamás había tomado algo sin permiso hasta que conoció a Tony, entonces también deseo ser egoísta, posesivo, arrogante y orgulloso para llamar la atención de ese hombre. Quiso demostrar que podía ser mucho más que un ave cualquiera, quería que el menor de los Stark le viera y ahí estaba viendo al Jodidamente adorable Anthony Stark con todo su rostro sonrojado, los ojos serrados, sudando, y mordiéndose el labio inferior para no gritar a todo pulmón.

Las embestidas eran rápidas y erradas, eran bruscas y confiadas, eran las únicas que Stark quería disfrutar…

Después de unos minutos se habían corrido, Steven había esparcido su semilla dentro del cuerpo de su amado y comenzaron a besarse aun cuando habían terminado para empezar nuevamente con un vaivén prohibido.

oOoOoO tiempo actual OoOo

¿Cómo era que Tony aun podía conservar su forma juvenil y atractiva después de tanto tiempo? Por la magia, magia que iba perdiendo y que lo mataría dentro de poco y a sabiendas de esto aun así decidió salir con su función ya que no quería que Rogers se diera cuenta. Todos sus nuevos amigos estaban ahí para apoyarlo, todos estaban dispuestos a brindarle una mano amiga si solo se las pedía pero Tony creía que eso era de débiles y por mas enfermo que se sintiera jamás comento nada hasta que en medio de la función a mitad de un acto callo de rodillas escupiendo sangre y desmallándose.

Era un día de función, cuando el mago enfermo, Rogers vio cuando todas las personas iban y venían angustiadas alegando sobre el mago. Los empleados llevaron a Stark al hospital en seguida. Con mucho pesar, todos escucharon como el doctor, el mejor doctor que el dinero podía pagar les hablaba de la terrible condición del dueño del lugar y sobre su inminente final.

Pepper la linda asistente lloro amargamente en el hombro de Rodhey. Natasha sintió como Bruce se aferraba a su mano con fuerzas como para no caerse al suelo y de la misma forma ella la sostuvo porque creía que estaba teniendo una horrible pesadilla. Peter se llevó una mano para impedir que saliera una exclamación de su boca y sus ojos se llenaron de lágrimas. La bruja escarlata junto a su hermano gemelo se abrazaron al cuerpo de Clint quien había fungido como padre para los dos gemelos huérfanos. Loki no se inmuto pero en cuanto termino de escuchar se dio media vuelta y salió a paso rápido del lugar sintiéndose  culpable porque él cómo mago debió de haber notado sin lugar a dudas la falta de energía en el cuerpo del morocho y aun así no lo hizo, su amante lo siguió disculpándose con sus amigos para salir a buscarlo con un agujero negro en el corazón por la tristeza, los demás se dejaron caer en las sillas y lloraron amargamente la suerte del mago.

Algo era definitivo y era que no podían sacarlo de ese lugar, después de unas horas Pepper la amiga más íntima del mago se acercó a él cuando yacía en cama, con las manos entrelazadas. Volvió a llorar sin medirse y no fue hasta que sintió una mano quitar una de sus lágrimas que se percató que el genio millonario acababa de despertar. Su plática fue corta, fue emotiva y conciliadora para la asistente en la cual su jefe le dejaba toda la administración del circo. -“No dudo de tu capacidad, no dudo que harás un gran trabajo incluso mejor que yo, no dudo… no dudo de lo mucho que te quiero y no dudo del peso que dejo en tus hombros pero es algo que debes hacer por mí, por nuestros amigos y por ti” – le había dicho antes de ocultar medio rostro en la almohada.

Después entraron los demás a los cuales les dedico una sonrisa haciendo parecer que la enfermedad solo era una ilusión o uno de sus tantos trucos, había transcurrido todo el día y sus amigos debían volver al circo cuando Barner se marchaba, Tony lo detuvo y le pidió un último favor de hermanos – “mi ave… trae a mi ave porque por lo que veo, no me dejaran salir de este infierno ni para morir en paz”-

Al día siguiente el ave estaba a su lado cuando despertó en una magnifica jaula de plata que a Tony tanto le gustaba coleccionar, no era tan grande como la que tenía en el circo pero cuando menos el ave parlanchina no se quejaba por el espacio diminuto en el que no podía ni volar más que estar quieta.

-          Patético no?

-          Te estas muriendo…

-          Bueno, gracias por obviar lo que es inminente Rogers...

-  ¿Qué será de mi sin ti?

Tony le sonrió cuando escucho esa pregunta y rápidamente cambio de tema, y comenzó a contarle cosas a esa ave que se había vuelto algo más que solo un amante, cosas que nadie sabía, secretos vergonzosos. Como ese ridículo miedo que le tenía al estúpido vegetal cuyo nombre malvado aun le producía escalofríos “brócoli”- el perfecto nombre para la maldad -  no podía ni verlo en pintura, también le hablo de su odio descomunal al puré de papa y bueno… el odio a las verduras en general, su adicción a los gatos que tuvo que dejar por alergia, el día en que su madre a ruego del mismo Tony le hizo un traje de ave inmortal (Steven) como la de su padre consiguiendo únicamente que pareciera mamá gallina “¿te imaginas a mí en el colegio todo emplumado?” Tony rio fuertemente de solo recordarlo. Volteo a ver Steven que parecía más pensativo y callado que nunca. Rogers no dejaba de pensar sobre el estado terminal de Tony, en lo mucho que lo amaba, sus ojos se llenaron de lágrimas “hey” le llamó y cuando alzo la mirada se encontró con esos ojos chocolate que tantas veces había besado. El mago lo animó contando un chiste sobre morir  y el pájaro sonrió con la mirada más triste del sur.

- mientras estemos aquí déjame impresionarte con mi magia…-

Sin obtener una respuesta del ave inmortal Tony en un intento de animar a Steven movía sus manos sin mucha fuerza pintando el cuarto de colores que parecían brillar, transformando cosas de aquí para allá, transmutando materia, sacando conejos de su almohada, devolviéndole la vida a las rosas que estaban muertas a un lado de su cómoda y logrando que Steven se maravillara por esos actos.

Se puso de pie obteniendo un aleteo nervioso de su amante…

- Tranquilo, no moriré por ponerme de pie, además… viene el gran acto final.- Tony se acercó a la jaula y le abrió la pequeña puerta, introdujo su mano para acariciar la cabeza del animal, con suavidad y cariño solo para alejarse sin profundizar las caricias.- para este acto necesito a alguien del público… ¿algún voluntario? – En el cuarto obviaba que solo estaba el mago y el ave inmortal - Valla, público exigente.- bromeo entre dientes y volvió a sus pasos para acercarse a la ventana, las cortinas blancas de lugar parecían inmacular a Stark y darle un aire de pureza.

Tony hizo un movimiento con las manos, sonreía como en todos sus actos cuando iba hacer un grandioso truco de magia con fuegos pirotécnicos y artefactos misteriosos. Steven se sabía de memoria todos los actos ya que siempre su más grande afición era admirar a Tony y sin falta lo veía practicando en el circo, sus nuevos trucos de magia, sus encantamientos, sus engaños y estafas; pero este truco jamás en su vida lo había observado, se encontraba entusiasmado por ver con qué maravilla le salía ese loco Stark. Cuando de la nada en un movimiento que le pareció elegante y rápido el morocho quito el seguro de las ventanas y las empujo para dejar pasar un cálido aire de verano.

- ¡Chazam!- inquirió Stark y se inclinó como si estuviera recibiendo una manada de aplausos y ahí fue cuando Steve sintió como su corazón se congelaba y en su estómago se formaba un agujero negro al entender que: El gran truco final, fue abrir las ventanas.

- eres libre Steven…- Tony vio esa mirada de incógnita y las lágrimas que corrieron por las mejillas del ave, con más calma y utilizando un tono más tranquilo susurro con cariño:

 -"Un nuevo mago encontraras si a los ojos miraras"-

 

Y utilizando una gran sonrisa, acerco la jaula a la ventana invitando al ave a salir pero sin presionarla.

Steven miraba a la ciudad y no quería escapar de su jaula, es decir: ¿a dónde iría?, ¿acaso  había hecho algo malo?  Sintió como Tony se situaba a su lado viéndolo con nostalgia y para quien conociera a la perfección a aquel hombre sabría describir esa sonrisa torcida y esa mirada socarrona como realmente eran… de tristeza.

Sus miradas se cruzaron como otras tantas veces pero esta vez en el corazón de Steven se sintió un gran pinchazo al ver las lágrimas del hombre que jamás lloraba y aquel ceño fruncido que mostraba cuando estaba molesto, y era verdad Stark estaba molesto ¿Qué no veía Steven que estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para otorgarle la libertad? ¿Por qué Steven era el ser más insumiso del mundo? ¡Tenía que ser culpa de la magia! Era eso o su manera de ser, de todas maneras ambas opciones le ponían los nervios de punta.

- La real insumisión es a tu propia libertad y en facultad mental, ser de alguien más fundirse y ser lo mismo…

Rogers se molestó por esas palabras, entendía perfectamente que Tony era de esa manera, de la manera idiota de alejar a todos cuando más los necesita. Entendía que Tony tenia siempre esa imperiosa necesidad por ahuyentar a todos pero ¿a él también? Ofendido contesto enseguida.

- Tú muéstrame a alguien que lleve bien ser libre…Y di si en toda decisión no se gesta un crimen ruin.-

- ¡Te estoy otorgando la libertad Rogers! Ve y busca a otro mago si es que no puedes sustentarte a ti mismo, si tienes miedo de salir al mundo, ¡ve y busca a alguien a quien puedas amar!

- ¡No necesito a nadie para amar cuando ya lo tengo! Yo soy tuyo Tony y siempre lo seré…

- ¡AVE NECIA Y TERCA! ¡NADIE ES DE NADIE!

Stark se cubrió la boca con las manos seguido de un ataque de tos y cayó al suelo sosteniendo su estómago y soportando el dolor de aquella enfermedad y de aquellas palabras; mientras Rogers salía de su jaula para tomar su forma humana y sostenerlo con fuerzas, lo acorruco en sus brazos y ambos se quedaron en el suelo.

El corazón de Rogers dio un vuelco enorme al escuchar los gemidos silenciosos de Stark de aquella debilidad que ahora mostraba aun ahora no terminaba de entender a los genios ¿Por qué era necesario estar al borde de la muerte para mostrar sus verdaderos sentimientos?

- Steven Tonto…- Escucho entre susurros, murmullos casi inaudibles y tristes, entre gemidos y lágrimas; sintió como aquel hombre se aferraba a su espalda como si de soltarse fuese a caerse a un abismo sin fin y Rogers temía que si caía jamás lograra levantarlo  - Tengo miedo Steven… tanto, tanto miedo – aquellos cálidos lamentos llegaron a pinchar el corazón del ave inmortal – tengo miedo… ¿Por qué no ves que quiero que me recuerdes como un gran hombre, atractivo y simpático, y no como una momia viviente, lamentable y mocosa? ¿Por qué no podemos estar juntos para siempre?, ¿Por qué Steven? ¿Por qué tienes que hacer la despedida mas difícil?-

Rogers sonrió con esas preguntas y también comenzó a llorar en el hombro de Stark. – será porque te amo Tony…

Después de eso Steven levanto a Tony entre sus brazos, lo llevo a su cama y dejo que el otro se acorrucara a su pecho hasta que se quedó dormido. Los días que pasó junto a aquel mago, tendrían gris final… Pasada una semana de aquello, en su jaula Steven veía con pesar como el morocho trataba de tomar aire, el poco que podía, dio un último respiro dificultoso y el ave mágica se dio cuenta que Tony ya no se movía más y que su reloj de latidos para aquí.

El día que murió no encontró más sentido a su jaula y llegó a la conclusión irracional de “Si no hay mago no hay magia.”

Cuando se llevaron el cuerpo de Tony era por la mañana, el mago murió en completa soledad por la tarde, nadie noto el cuerpo inerte hasta el día siguiente salvo Steven a quien nadie noto lamentando la perdida de uno de los hombres más ingeniosos del planeta.

Habían pasado los meses, era extraño ¿no? como el tiempo avanza a prisa y aun así, cuando el olvido es tan palpable y recomendable simplemente te das cuenta que no es para ti.

El olvidar nunca te sentó bien…

Aunque es lo que los demás simplemente hacen…

Tú no eres como los demás.

Los recuerdos de Steven eran confusos, recordaba cosas sin sentido, palabras dichas por decir sin motivo aparente, discusiones que mataría por volver a tener ¿de qué servía ser inmortal y mágico si no podías compartir esa inmortalidad con la persona con la que querías pasar la eternidad? Cien años humanos habían sido pocos para el amor que se tenía aquella ave con aquel mago.

“Tú muéstrame a alguien que lleve bien ser libre

Y en cada decisión no cometa un crimen“

Y el ave se acordó: "¡Nadie es de nadie!"

También se convenció

- Debe haber otro mago allí-

Y con el recuerdo de Tony en su corazón salió por la ventana, no miro atrás, no le importaba a quien dejaba, solo trataba de pensar en encontrar a otro mago…

OoOoOoO

Muchos años después…

James "Bucky" Barnes era uno de los magos más misteriosos de todos los que Steven había conocido y también al único que podía llama amigo. Era al segundo de entre aproximadamente 31 magos con los que había convivido (incluyendo Loki) Bucky era al único y remarco “único” al que se había dignado a hablarle después de la muerte de Tony, nadie le pareció lo suficientemente importante como Stark; además continuaba llorando la muerte de aquel mago con una amarga pena, pena el mago de hielo supo calmar.

- Steve, has vuelto a poner esa mirada de perdedor que pones cuando ves a la ventana ¿piensas escapar de mí?, ¿dejarme solo en la soledad soleada de la solitaria, fría y ruin solitariedad?, ¿Qué sería de ti sin mí?, ¿con quién podrías hablar si no es conmigo?, ¿realmente la palabra solitariedad existe?- Steven comenzó a reír al darse cuenta de las tonterías que decía su amigo solo porque se había sumergido pensando en Stark de nuevo, pero es que simplemente no podía sacárselo de la cabeza. Sintió como Bucki lo abrazaba lentamente. – Steven sé que aun cuando me contaste lo de aquella persona y todo eso no supe que decirte pero debo decir algo y ese algo es ahora y es que te quiero como a un hermano. Un hermano tonto, en forma de águila poderosa y parlanchina con aires de grandeza y cambia formas y todo eso.- Steven tomo su forma humana y acepto ese abrazo de su compañero, amigo y hermano.

- Gracias yo…

-¡Yo sé cómo!  ¡Tengo una idea!- Grito el castaño cerca del oído del rubio obligándolo sin querer a volver a tomar la forma de ave, vio la mirada incriminatoria de Steven (Ja, eso ya no funcionaba, se había vuelto inmune) – ¡estoy practicando un fantástico truco Steven!  Uno del que habla de Transmutación, resurrección, colores, conjuros, unicornios y brazos metálicos – La cara del castaño pareció brillar de alegría mientras miraba la nada como imaginando su próximo truco y su puño puesto en el corazón; Steven  no podía estar más divertido con esa escena. Esos magos y sus manías extrañas – bailarinas exóticas de un lado, pingüinos en el techo y un barco vikingo en el centro con fuegos artificiales, humo y fuego. ¡Grandes explosiones y no hay que olvidar las motos que serán tan jodidamente brillantes!-

- Valla, tu sí que eres un visionario…

-¡Más que eso!, soy un genio a lado tuyo, sino no estaría presentándome en el cine del Estado.

- Tratando de conquistar a cierto acróbata felino con ese traje ajustado y chispeante. Es sexy tengo que admitirlo pero el negro no es de mis colores favoritos y si a eso restamos el hecho de que trato de matarte por su odio  a los magos y aunque recapacito, un intento de homicidio es un buen intento de homicidio ¿cómo se llamaba la pantera sexy? ¿ T'Challa? Si creo que así se llama. Te he oído decir su nombre en las noches y no precisamente cuando duermes.-

Bucky se pintó de un color puramente carmín al recordar a ese hombre de mirada simpática que conoció al quitar la máscara de pantera que cubría al ser que había tratado de matarlo y el cómo su corazón latió con fuerzas  antes de ser noqueado por el mismo esa fantástica noche.

- Maldito el día del que te hable de él –

- ¿Maldito? Si ni siquiera me hablaste de “él” llegaste hecho una furia parloteando quien sabe que cosas, tomando tus armas y utensilios de magia te fuiste con tu moto y cuando regresaste ¡Bum! Ya estabas enamorado.-

- Oh, así que de esa manera fue como te enteraste…. Creo que alguien le debe una disculpa a Falcon por el ala rota… ¿Cuándo es su cumpleaños? Creo que sería un buen detalle por mi parte.-

- ¡Fuiste tú quien le arruino el traje!

- ¡en mi defensa creí que él te había contado mi secreto!

 Steven podía poner muchas caras y muchos pretextos para regañar a su amigo pero no lo hizo simplemente comenzó a reír hasta casi caerse al suelo por la risa; Bucky también rio por su ridícula discusión demostrando que realmente los dos eran los mejores amigos sobre todo el planeta.

La felicidad reinaba en ese momento pero el gusto no les duro demasiado… T'Challa sufrió un accidente en los trapecios, al parecer una cuerda se rompió y su muerte fue una fractura interna en el cráneo. Murió en cuestión de minutos, la magia ni pociones pudieron salvarlo, dejando a un Bucky con el corazón roto y el alma destrozada.

¿De que servía la magia si no podía salvar la vida de la persona amada?

¿De qué sirve vivir si no es con la persona querida?

Bucky se serró ante las personas, ya no salió de su cuarto, ya no reía y se olvidó de comer a pesar de los intentos vanos de sus amigos para que saliera. Se recluyo en su habitación hasta el día de función.

Steven lo entendía, perder a la persona amada no era como simplemente perder un zapato o a una mascota. Perder a la persona que amas es perder la vida con ella.

Paso casi un año de ese letargo, paso casi un año de que Bucky no salía de ese cuarto… Cuando de la nada decidió salir.

A pesar de su aspecto se le veía mejor ya no como un zombi o un soldado mal pagado,  incluso  comió como de costumbre, las ojeras bajo sus ojos eran notorias pero les resto importancia. Steven se emocionó por ello,  le pregunto cómo estaba, como se sentía, que no era obligatorio que saliera dar su función si no era necesario; pero Bucky siendo el necio que era le dijo que hoy era un día muy especial, un día importante y que, además, quería darle una grata sorpresa.

Bucky dejo que Rogers le acompañara, murmuraba cosas entre dientes y se le veía ido, nostálgico, perdido y de alguna manera con una paz y tranquilidad... que le ponía los nervios de punta a Steven.

- Hey, ¿sabes que día es hoy?

- es viernes…

- la fecha… ¿recuerdas que te dijiste de esta fecha?

- No del todo, hablabas muy rápido diciendo algo de una línea delgada entre la transmutación y la reencarnación, sobre las frutas y sobre tu odio a las cosas dulces, el amor a lo salado y esa adicción al olor a la tierra mojada o alguna tontería así…

- Se llama equidad o mejor conocido como “magia” ¿sabes porque no podemos traer de la muerte a una persona o a un animal? Porque tenemos que dar algo del mismo valor, una vida por una vida…

- ¿de que estas hablado?

- Oh, esa es la señal para salir a actuar Steven… oye ¿sabes que eres mi mejor amigo? Digo por si no lo sabias, siempre te querré por muy gay que suene eres mi mejor amigo…

“Y el mago treinta y dos, en el nuevo cine”

Bucky se retorico de dolor mientras murmuraba el nombre de su amado, a pesar de eso sonreía, sus pies no soportaron su peso, comenzó a toser sangre y aunque las personas se aterraron el castaño continuo con su truco, alejando a todos inclusive a Steven con alguna clase de hechizo “¡excéntricos y extraños magos!, ¿que acaso todos estaban locos?”- Penso Steven preocupado viendo sus intentos frustrados por ayudar a Bucky solo le tocaba rezar para que el castaño estuviera bien. 

- ¡DETENTE!- Grito el ave inmortal tratando de hacer entrar en razón a su amigo.

- Steven…. Es mi decisión, es un regalo para ti. Si de todas maneras me iba a suicidar quiero que cuando menos mi vida sirva para hacerte la mitad de lo feliz que me hiciste a mi… Steven, gracias pero… yo quiero esto. Es mi último deseo.-

Al final utilizando sus últimas fuerzas Bucky  “De su alma hizo salir un ave de alas grises”

El público aplaudió, temblaba el teatro.

Bucky callo inerte al suelo, se iba a reunir con T'Challa. No podía soportar la existencia vacía sin esos ojos negros y sin esa salada piel. Mientras Steven se quedaba quieto viendo lo que había salido del alma de Bucky y lo vio, supo reconocer esa vaga figura, esos ojos temerosos y ese cabello castaño corto. Supo reconocer el temblor en los pies del otro, en los movimientos torpes de esas manos que hace tanto tiempo no tocaba…

-¿Tony?- y en cuanto susurro ese nombre la figura humana desapareció mostrando a un ave como él, bueno quizá tal cual, tal cual no era ya que este tenía forma de cuervo pero aun así supo que era Tony. Lo único distinto era ese leve contraste gris de sus alas. 

- Yo… yo mate a este hombre y yo…

- No tú no hiciste nada.

- No me acuerdo de nada, quien soy, quien fui, donde estuve o con quien, solo me acuerdo de tu rostro…

- Entonces supongo que ya no eres un mago…

- ¿fui qué cosa?

- Soy Steven Rogers…

- Y yo?

- Dejaste de ser quien eras… solo serás Tony Stark…

 

“Y el pájaro inmortal... olvidó al otro mago.”

Notas finales:

Bueno... ojala les haya gustado mucho tanto como a mi me gusto escribirlo! besos!


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