Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Capítulo 2º: Al otro lado de la puerta por Thiara

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Ohayo gozaimasu personitas :) Sepan antes que nada que os amo a todos ( me tocó el día flower power y se me pegó el acento de Ignis xD) Bien, como yo soy muy buena y eficiente, anteayer subí el primer capítulo y hoy subo el segundo. ¿A qué soy muy rápida? xD Bueno, basta de hablar de mí (no puedo evitarlo, soy la mejor) Todo esto es mentira, se me va la pinza e intento subirme mi autoestima, es como un intento de auto-autoestimarme xD (k rara soy) ¡¡¡¡¡COOFFF COOOFF COOOFFF!!!!! ¡¡¡La tos me invade!!! ¡Quiere succionarme la vozzzz! ..................... ..................... =_____________= No preocuparse, daijobu.

 

PUNTO CLAVE DEL DÍA: ¿A qué es adorable la expresión “Moshi Moshi”? Ahora, siempre que me llamen, contestaré así: - Moshi moshi, dare da? Y mi madre se quedará a cuadros xD y pensará que se ha equivocado de número al marcar.... Bueno, hoy estoy parlanchina pero.... os dejo ya con el capítulo 2º: Al otro lado de la puerta (podéis tomar el sentido que queráis >//////////////<)
Disfrutenlo

Capítulo 2º: Al otro lado de la puerta

Era un día bastante malo, últimamente había hecho buen tiempo y daba gusto salir a pasear con los rayos del sol iluminando y calentando mi cara; pero ahora ya llevada dos días lloviendo sin cesar. Y no era poco lo que caía, estaba diluviando. Heidrich y yo incluso construimos un bote de emergencia por si la lluvia terminaba por inundarlo todo y debíamos salir de allí remando. Nunca había visto llover tanto y tan fuerte. Los narcisos seguro que se habían ahogado.

 

- ¿Aún no ha parado de llover, Edward-kun? Me está empezando a doler la cabeza... u_U

 

- No...Aún no... [NdA: Como no pare, esta ciudad (que por cierto, no tengo ni idea de donde están xD), parecerá Venecia]

 

- Es un auténtico fastidio... Ni siquiera podemos salir para ir a trabajar a la fábrica...

 

- No pienses en el trabajo en un momento así o te aumentará la jaqueca.

 

- Tienes razón... Pero no sé lo que podríamos hacer... Estar dentro de casa encerrados es muy aburrido.

 

- Mejor vete a acostar un rato... Te sentirás mejor cuando te levantes.

 

- Está bien, pero despiértame antes de que anochezca, sobre las 9.

 

- Buenas noches Heidrich.

 

- Arigato

 

 

“¿Cuándo parará esta estúpida lluvia de caer? Me trae recuerdos tristes que preferiría olvidar... Aunque ya es imposible... Aún recuerdo el entierro de mamá... también llovía, pero no tanto como ahora. Al y yo nos quedamos horas bajo la lluvia, observando la tumba de mamá... Al lloraba... Y a mi se me ocurrió la estúpida idea de resucitarla... Y a partir de ahí...”

 

Sin saber aún cómo, empecé a llorar y llorar, sin hacer ruido. Igual que el cielo dejaba caer la lluvia fuera, mis ojos derramaban miles y miles de silenciosas gotas de agua salada. Un destelló se asomó por la ventana. El tiempo empeoraba por momentos. Era como si mi estado de ánimo le hubiera hecho empeorar. Otro destello y seguidamente, un fuerte sonido, el sonido de un trueno. Heid se levantó confundido.

 

- ¿Qué ha sido eso? ¿Hay tormenta? Así ya no me vuelvo a dormir.

 

Le acerqué un vaso de agua y una aspirina.

 

- Ten, tómate esto a ver si se te calma el dolor.

 

- Arigato Ed, siempre me cuidas mucho.

 

- Jejeje no tienes por que dármelas, es lo mínimo que puedo hacer por ti...

 

“Miento... ¿Por que miento? No... No lo hago por él... Me recuerda tanto a Al... ¡Soy un baka! No... ¿Cómo puedo ser tan frío? Cuando le miro... Veo a Al. Cuando miro a Heid...”

 

Me sonrojé al recordar el beso que me dio. Me sumergí en mis propios pensamientos y cuando me quise dar cuenta, me encontré a Heidrich a pocos centímetros de mi rostro.

 

- ¿Na... Na... Nani?

 

- Como estabas tan concentrado, me acerqué para intentar leerle la mente, pero creo que la tienes cerrada con candado.

 

- No... Yo... sólo...

 

 

- Edward... ¿Algún día me la abrirás?

 

- ¿Qué?

 

- No... Nada, olvídalo.

 

Heidrich adoptó una expresión muy triste. ¿Qué le ocurría? ¿A qué vino esa pregunta?

 

- Heid... ¿te encuentras bien?

 

- No... No lo sé... Mejor me marcho a dar una vuelta...

 

- ¡¿Pero qué dices?! ¿No ves la tempestad que está cayendo fuera? Parece el diluvio universal (Ed siempre tan exagerado... por unas cuantos millones de miles de billones de gotas.... xD)

 

- Bah... Tú siempre tan exagerado (Heidrich opina lo mismito que yo xD)... Sólo es agua... Me llevaré un paraguas.

 

- Demo...

 

Y se fue. Sin más.  (me he quedado sin palabras, como Edward xD)

 

 

·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·

 

 

“No podía haber ocurrido... Era imposible... Wrath... Él se sacrificó... Se sacrificó convirtiéndose en el cebo de Glutony para que yo esté ahora aquí dentro.”

 

Wrath había muerto a manos (mejor dicho, entre dientes) de Glutony. La sangre y la carne desperdigada fueron el intercambio equivalente para que yo pasara la puerta. Me había metido dentro de la nave, con la armadura puesta y había cruzado la puerta. Otra vez esa puerta. Por segunda vez la veía ya. Después de mucho tiempo, la recordaba. En el mismo instante que la vi, recordé la muerte de mamá, y con ella, el intento fallido de resucitarla y todo lo que le seguía. Ed era un genio, pero nuestro “proyecto”, por así decirlo, falló. Miles de imágenes y recuerdos me venían a la memoria. Percibía perfectamente el horror que sentí al ver a mi hermano desangrándose en el suelo y con dos extremidades arrancadas; el brazo derecho y la pierna izquierda. Ahora entendía por qué, cuando Izumi-sensei me advirtió de las prohibiciones de la utilización de la alquimia, sentí que por nada del mundo debía quebrantarlas. Ahora sólo podía esperar a llegar a mi destino, llorando en silencio dentro de una armadura que antes fue habitada por mi propia alma.
Un fuerte zarandeo hizo que abandonara el mundo de pensamientos en el que estaba sumergido. De poco no lo cuento al ver en qué estado quedaron mi espontáneo medio de transporte y mi vestido de hojalata. Fuera estaba lloviendo a mares. El instinto de resguardarme de la lluvia me invadió por un momento pero... ¿Qué estaba haciendo? Ya no era una armadura, aunque me mojara, lo peor que me podría pasar sería coger un resfriado. Miré mi alrededor. Una calle vacía, vestida de oscuridad, repleta de persianas bajadas y ventanas cerradas. En ella, ni una figura, sólo mi silueta perfilada por la lluvia. A ambos lados, podía ver tiendas, bares, casas... No era tan diferente de Ciudad Central. El cielo rugía con furia e iluminaba mi rostro con sus destellos.

 

“Si me quedo aquí inmóvil bajo la lluvia, jamás encontraré a mi nii-san. Debo empezar a buscarlo en este momento.”

 

Adelanté mi pie derecho para comenzar a caminar bajo esa fría lluvia de... Ni siquiera tenía idea de en qué estación del año estábamos... (era una tormenta de verano, de esas que son tan molestas xD) Pero no me rendiría, encontraría a Ed costase lo que costase. Me fui adentrando en ese callejón oscuro. Realmente no había nadie, ni siquiera algún gato callejero. ¿O sí? A lo lejos se veía una figura, acurrucada. Parecía un chico joven pero no estaba seguro, había demasiada oscuridad como para distinguir algo. Me acerqué un poco para ver quién era. De repente, la farola de la cual estaba debajo ese chico, se encendió. Pude ver como se asomaba una lágrima por su mejilla. El joven giró su rostro hacia mí. La farola se volvió a apagar por un nuevo corte de electricidad y el joven corrió bajo ese velo de agua, huyendo de mi mirada.

 

“No puede ser... Ese chico... Ese rostro... Era... ¡Era el mío!”

 

·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·

 

 

 

“¿Cuándo podré decírtelo? No... No soy capaz de abrirte mi corazón por mucho que lo intento. Pero... Te quiero tanto que un día voy a estallar y... Me da miedo. Me aterroriza el monstruo que tengo dentro de mí, me aterra que quiera salir algún día y que lo haga. Quiero protegerte de todo lo que te pueda hacer daño, quiero hacerte olvidar todo tu sufrimiento, y si tengo que hacerte olvidar también a tu hermano Al, lo haré. Quiero hacerte volar bien lejos y llenar tu mente sólo con mi presencia. Dios... te quiero tanto que no sé qué hacer. Cuando me hablas, me sonríes y te preocupas, cuando duermes, cuando callas, cuando ni siquiera te veo... Dios mío... Me has conquistado sin ni siquiera proponértelo. ¿Cuándo terminará esta pesadilla? Sé que no tengo mucho tiempo más para ofrecerte... Y lo estoy malgastando. Como desearía abrazarte fuertemente contra mi pecho y besar esos dulces labios de nuevo. Secar tus ojos con mis besos, esos condenados ojos dorados que me hacen perder la cabeza. Oh, dios... Deseo tanto pecar que hasta mi mente ensucio con mis utópicos pensamientos. ¿Doushite?”

 

Estaba lloviendo con mucha fuerza (¿cuántas veces lo he dicho ya? xD) y yo, insensato, debajo de la tormenta. Sin paraguas a pesar de que le dije a Ed-kun que cogería uno. Otro ataque de tos vino desde mi garganta hasta ver la luz en mi boca. “Esta condenada tos”. No sabía qué estaba haciendo. Me encontraba de pie, inmóvil en medio de una calle sin salida. De pronto arranqué a correr hasta el muro del final de la susodicha calle. Empecé a llorar mientras me acercaba deprisa hasta el muro. Mis lágrimas se confundían con gotas de lluvia acariciando mi piel.

 

“¡MIERDA! ¡Mierda! ¿Doushite? ¿Doushite? Oh, ai shiteru Edward. ¡¿Doushite?! No… No puedo evitarlo, ¡maldición! ¿Por... Por qué este sufrimiento? Yamete Heid, no puedes pensar en él, ¡maldita sea! Nunca... Nunca llegarás hasta sus labios. No... No podrás... Tú, Alphonse Heidrich debes quitarte de la cabeza a Edward Elric, por tu propio bien... Pero... La verdad.... No puedo... Te amo demasiado como para olvidarte... Y... te.... necesito...”

 

Mientras pensaba desesperadamente en el amor que sentía por él, golpeaba con fuerza el muro de piedra mojada que se alzaba como un castillo ante mí. Ese muro... Al otro lado del muro estaba Edward, con su encantadora y dulce sonrisa, hablándome... Ese muro que me había construido yo mismo en mi cabeza...  Edward me hablaba dentro de mi cabeza... Pero no conseguía escucharle.

 

- ¡EDWARD! ¡Maldita sea! Deja de sufrir en vano, olvídate de todo tu pasado, me tienes a tu lado pero parece que sólo sea una persona más en tu vida... Es lo que soy... Sólo tu compañero de piso...

 

Mis fuerzas ya no dieron para más y me desplomé en el suelo húmedo. Escondí mi cabeza entre mis manos y llore y lloré. Me sangraban los dedos, por los tremendos golpes y arañazos que le propiné al dichoso muro, pero no me importaba. Ahora ya no sentía ni el frío ni el dolor. Edward-kun ni siquiera recordaba el beso que le di. No me habló de ello después de que ocurriera. Seguramente no se lo tomó en serio... O pensó que lo había soñado... Alguna tontería... Pero... Yo... Me llené con ese beso,  y volvería a hacerlo. No me arrepentía de nada. Seguí llorando, con más intensidad al recordar ese exquisito roce entre los labios de Ed y los míos. No podía estar pasándome esto. Tanto sufrimiento por un hombre de... ¿otro mundo? Era el amor más platónico que se pudiera imaginar uno. Perdidamente alocado por un ser de otra dimensión. ¿Qué posibilidades había de volver a verle si finalmente regresaba a su país? Todo era tan absurdo...
Mi frente, pegada al suelo, se enfriaba con cada gota que caía en éste. Mi ropa estaba empapada, se me pegaba por todo el cuerpo, transparentándose (ui... menuda visión x3)... Cerca de mi empecé a notar ruido de pasos chapoteando en los charcos. La farola que se encontraba encima mío y que había permanecido apagada hasta ahora debido a un corte de electricidad, se encendió de repente. Yo levanté la cabeza para averiguar quién diantres estaba merodeando debajo de la lluvia a estas horas de la noche. Mi sorpresa fue grandiosa al ver que la cara que estaban observando mis ojos era... ¡MI PROPIA CARA!
Eché a correr con todas mis fuerzas sin dirigirme a ningún lugar, perdiendo de vista a ese extraño conocido.

 

 

“¿No puede ser? No puede ser posible que... Que haya venido... No podré resistirlo... Él... A llegado hasta aquí pa... para llevárselo... Se lo va a llevar...Y yo... nunca más... vol...volveré... ”

 

Mis ojos se cerraban y mi cuerpo cayó pesado al suelo. Estaba ardiendo. Había cogido fiebre... Lo que me faltaba... Pero ahora ya... Nada me importaba. Me quedaría allí tumbado en el suelo hasta que mi vida sucumbiera a la fiebre y a la tos. Edward no me echaría de menos... Nadie se percataría de mi ausencia... Sólo...Yo...

 

 

Fin del capítulo 2º

 

 

 

 

¡Gomen gomen gomen! Sumimasen Ignis, te prometo que a Heid no le ocurrirá nada malo. Todos serán muy felices y comerán perdices mientras miran los narcisos xD Pero primero les tengo que hacer sufrir un poco (Yamete Ignis, ¿qué vas a hacer con ese hacha? No... ¿qué pretendes cogiendo esa sierra eléctrica? Yamete Ignis... ¡YAMETE! ¡YAMET....! [muerte súbita y desconocida] xDDD

 

Vivita de nuevo (es que soy una gatita y tengo 7 vid... bueno, ahora sólo 6 vidas J. Hay que tener paciencia por que aunque ahora vuestros personajes más queridos sufran y lloren y se peguen tortazos en la cara, luego la vida les sonreirá y tendrán un chalet muy lujoso (como el de Dante) xD

 

Gomen nasai, ya basta por hoy Thiara [Mamá-chan regaña a koi koi por decir tantas estupideces]. Bien, a lo que íbamos... Espero que os haya gustado este segundo capitulillo de esta cosa tan rara que estoy escribiendo. Mientras lo escribía se me ocurrió una buena continuación (no sé si será buena, a mi me gustó xD).

 

DATO IMPORTANTE: Debéis tener en cuenta que durante todo el proceso de escritaje (ya me invento palabras raras como mi koi koi Ignis) había una baka mosca molestándome así que, si no os gusta, no debéis culparme a mí, sino a la maldita mosca que no paró de tocarme las narices y no me dejó plasmar toda mi inspiración tal y como yo deseaba.

 

A otra cosa, mariposa. Etto... bien... te prometí (o eso creo) que te dedicaría un lemon Koibita-Arima-san, pero no desesperes mi fiel amante, aunque aquí no haya, cuando surja el descontrolado amor de Heid, yo lo escribiré y te lo dedicaré con todo mi amor. De momento, te conformas con este capítulo de popo y esperas la gran y apoteósica parte erótica Xd (uiii... me da vergüenza escribir erótica, erótica.... erótica, erótica, erótica, erótica, erótica... xD es divertido xDDDDDDDDDDDD)

 

Ahora bien, sin más dila[TA]ción, me despido hasta el próximo capítulo, que promete ser emocionante y más largo que este. Espero que os guste y me sigáis a lo largo de la historia cutre esta. ¡¡Nos leemoooos!!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).