Eres Mi Sueño
Intento regularizar su respiración, acompasar aquello que buscaba desesperadamente calmar pero que sabía que era casi imposible, en este preciso momento desearía no ser humano.
Calmar sus emociones, calmar la rabia, la culpa, el dolor, la tristeza, nunca en su vida se había sentido tan decepcionado, otro humano en sus zapatos talvez sí, pero él, él no. Pero ahora, justo ahora que miraba aquellos ojos de nuevo, aquellos que siempre le robaron el aliento, antes, incluso ahora aunque de manera distinta.
Sonrió o eso intento logrando solo una mueca en el proceso, no dijo nada, ya no tenía nada que decir, algo que era casi un milagro, si es que el creyera en esas cosas.
Vio aquellos labios moverse, decirle algo, ahora ya no importaba de todas maneras, ya nada importaba o al menos no como antes, no como en lo que le hizo confiar.
Le observo detenidamente, aquellos cabellos que antes amaba desordenar, la mirada que ahora ya no estaba en aquellos ojos claros que siempre le gustaron.
Suspiro tomando las pocas fuerzas que le quedaban y salir de aquel lugar.
Él siempre le amo y lo triste del asunto era que él lo sabía, cambio por él, para él e importo muy poco pues al parecer valía más un hombre de recuerdos.
Siempre se preguntaría si en verdad valía la pena esa amistad, si valía la pena ir en contra de algo que era al fin y al cabo lo mejor para los seres humanos.
Sintió una mano en su rostro, le vio entre nubes de lágrimas que se reusaba a dejar caer, se sentía acabado, el otro lo sabía.
Un abrazo, un abrazo fue lo que recibió como pidiendo disculpas, como esperando a ser correspondió aun a sabiendas que siempre lo seria, siempre abriría sus brazos para él, siempre perdonaría todo porque nunca había querido a nadie como a él.
Paso sus brazos alrededor del cuello del otro
-steve….
……………………………………………………………………………
Tomo aire de manera abrupta levantándose de la cama de golpe, una, dos, tres bocanadas de aire y volvió a la normalidad.
Normalidad… un lecho vacío, un corazón vacío, todo era vacío
Se recostó de nuevo y lloro en silencio, como siempre desde ese día y como siempre soñando con lo mismo.
Porque no importaba cuanto tiempo pasara, no importaba cuanto viviera en esa “vida normal” que llevaba, nunca podría olvidarlo. Porque sin importar que, él nunca dejaba de ser su sueño y lo primero que recordaba en sus mañanas.
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(repetición por cuertion del minimo necesario)
Eres Mi Sueño
Intento regularizar su respiración, acompasar aquello que buscaba desesperadamente calmar pero que sabía que era casi imposible, en este preciso momento desearía no ser humano.
Calmar sus emociones, calmar la rabia, la culpa, el dolor, la tristeza, nunca en su vida se había sentido tan decepcionado, otro humano en sus zapatos talvez sí, pero él, él no. Pero ahora, justo ahora que miraba aquellos ojos de nuevo, aquellos que siempre le robaron el aliento, antes, incluso ahora aunque de manera distinta.
Sonrió o eso intento logrando solo una mueca en el proceso, no dijo nada, ya no tenía nada que decir, algo que era casi un milagro, si es que el creyera en esas cosas.
Vio aquellos labios moverse, decirle algo, ahora ya no importaba de todas maneras, ya nada importaba o al menos no como antes, no como en lo que le hizo confiar.
Le observo detenidamente, aquellos cabellos que antes amaba desordenar, la mirada que ahora ya no estaba en aquellos ojos claros que siempre le gustaron.
Suspiro tomando las pocas fuerzas que le quedaban y salir de aquel lugar.
Él siempre le amo y lo triste del asunto era que él lo sabía, cambio por él, para él e importo muy poco pues al parecer valía más un hombre de recuerdos.
Siempre se preguntaría si en verdad valía la pena esa amistad, si valía la pena ir en contra de algo que era al fin y al cabo lo mejor para los seres humanos.
Sintió una mano en su rostro, le vio entre nubes de lágrimas que se reusaba a dejar caer, se sentía acabado, el otro lo sabía.
Un abrazo, un abrazo fue lo que recibió como pidiendo disculpas, como esperando a ser correspondió aun a sabiendas que siempre lo seria, siempre abriría sus brazos para él, siempre perdonaría todo porque nunca había querido a nadie como a él.
Paso sus brazos alrededor del cuello del otro
-steve….
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Tomo aire de manera abrupta levantándose de la cama de golpe, una, dos, tres bocanadas de aire y volvió a la normalidad.
Normalidad… un lecho vacío, un corazón vacío, todo era vacío
Se recostó de nuevo y lloro en silencio, como siempre desde ese día y como siempre soñando con lo mismo.
Porque no importaba cuanto tiempo pasara, no importaba cuanto viviera en esa “vida normal” que llevaba, nunca podría olvidarlo. Porque sin importar que, él nunca dejaba de ser su sueño y lo primero que recordaba en sus mañanas.