Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor bajo las arenas por Wizard_of_the_light

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

En Egipto, más precisos en la Isla de File, rodeado de papiros, la planta más común en Egipto se encontraba el Templo dedicado a la gran divinidad Isis, los sacerdotes que dedicados a divinizar y venerar a la Diosa habían profetizado que dicha Diosa reencarnaría con cuerpo humano ya que su Gran Señor Osiris, había escuchado las plegarias de sus hijos egipcios, clamando por justicia y un gobierno digno de igualdad, por lo que ambas divinidades habían mandado por medio de sus sacerdotes que el Gran Osiris reencarnaría en un futuro faraón, mientras que la Diosa Isis lo haría en su Templo, del vientre de una sacerdotisa que sería educada para criar a la divinidad.

 

Por tal motivo, la fecha marcada en las profecías había llegado y con ella el regocijo del pueblo egipcio por tener a su lado a sus dos grandes divinidades, los sacerdotes y gente del pueblo se habían reunido en el Templo, esperando la llegada del actual faraón con su hijo en brazos, la reencarnación de Osiris, ahora llamado Aioria por designios divinos.

 

La sacerdotisa de cuyo vientre iba a dar a luz a Isis se encontraba tendida en una cama, esperando el momento en que de su vientre decidiera salir la Diosa, los médicos hacían su labor, recibiendo en sus brazos a la Gran Diosa Isis o al menos eso era lo que creían, ya que del vientre de la sacerdotisa salio una hermosa niña de cabello castaño, pero no habían previsto que no era un solo bebe sino 2, hacía que decidieron esperar a que el segundo bebe naciera, que era un niño de cabellos rubios. Esto dejo perplejos por completo a la nación, entera y más aun a los sacerdotes que no sabían como explicar tal suceso.

 

Los niños fueron presentados ante el Sumo sacerdote de Isis y al Faraón, quienes suponiendo que la niña era la reencarnación absoluta de Isis, decidieron que ella sería la esposa del futuro faraón cuando tuviera la edad necesaria y la educación de una reina real, aunque estaba por demás que eso lo traía por divinidad, pero aun había una pregunta ¿que harían con el varón que había nacido?

 

Su Alteza ¿que haremos con el niño?.- el sacerdote había pensado que hacer con el pero no encontraba donde colocarlo para realizar labores en un futuro.

 

Siendo que el niño ha venido junto con la Gran Isis, se educará en el Templo como un sacerdote y cuando tenga edad necesaria, ingresara al ejército para servir fielmente a sus reyes.- estas fueron las últimas palabras del faraón antes de retirarse del lugar y regresar.

 

El faraón regreso a su palacio encontrado en Abidos lugar sagrado donde se veneraba a Osiris, donde Aioria la reencarnación del Dios sería educado como el futuro Rey, se le educó en el arte de las armas, esperando de el un gran dirigente de las fuerzas y no olvidando su lado intelectual, que se dedicaba gran tiempo a ello, esperando en que se convirtiera en una gran persona, los sacerdotes por su lado, no dejaban de recordarle y especializarlo en las artes ocultas y religiosas donde no debía olvidar su divinidad.

 

Mientras en otro lado la divinidad Isis, crecía con una belleza inigualable, era una mujer hermosa, cabello largo hasta la cintura, castaño, grandes ojos color negro, y una figura esbelta, su nombre en egipcio hacía reverencia a tal belleza: Nefert.

 

Su hermano gemelo se había dedicado a ser un Gran sacerdote y por tanto habían decidido en el Templo los altos dirigentes que ya era hora de cumplir con su siguiente deber de cumplirse en el General del ejército como había dispuesto el faraón.

 

Shaka debes partir ahora mismo a Abidos donde te recibirá el ahora General de las fuerzas egipcias, el te entrenara y te llevara a un alto cargo para que puedas servir plenamente a tu Señor.- los sacerdotes habían hablado al muchacho que no podría pasar por un gran guerrero, ya que era de una  figura delineadamente femenina y delgada, con algunos rasgos femeninos, y grandes ojos como el color del cielo.

 

Con su permiso me retiro ahora mismo en cuanto mis cosas sean llevadas al barco y partiré a cumplir con mi destino.- Shaka a pesar de todo era obediente y había sido educado por los mejores sacerdotes, siempre había guardado un gran amor por su tierra. Sus cosas estuvieron listas y partió de inmediato a Abidos, donde fue recibido por el General, quien al verlo con esa complexión no pensó que fuera a resistir a los entrenamientos, pero a pesar de eso los designios del faraón se debían cumplir.

 

Pronto el chico de belleza inigualable se convirtió en un gran guerrero, pero su apariencia seguía siendo la misma, por la que podía engañar a su adversario haciéndolo confiar en su apariencia y más no en lo que podía demostrar.

 

Uno de los pocos días de descanso de los que disfrutaba Shaka, después de haber sido nombrado el General del Ejército, decidió pasear por la orilla del río Nilo esperando disfrutar de la brisa del viento, el trinar de las aves, y el sonido del agua al movimiento de los barcos.

 

Su vista se quedo divisando el horizonte, ya que sabía pronto  partiría de esa tierra, pues le habían dado la misión de librar una batalla al norte de Egipto, pues esta se estaba vista invadida por los sumerios, una raza que solo anhelaba poder y destruir el Gran Poderío de los faraones. Cuando una barca no muy común, paso frente a sus ojos, en ella diviso a la más bella criatura que jamás haya visto, un chico de cabellos castaños y ojos tan verdes como el pairo que ahí se encontraba, nunca había visto semejante criatura, sus pensamientos divagaron en un recuerdo que no parecía tener relación alguna con el,” un hombre parado frente a el, tomándola de la mano y recitándole palabras tiernas”, sus ojos se abrieron desmesuradamente al escuchar aquellas palabras que por demás eran tiernas, eran palabras que no sabía que tenían que ver con el y con el chico que se encontraba frente a el.

 

El chico del barco se percató de la presencia de la persona parada frente al Nilo y observándolo de una manera que no podía describir, el chico que no era otro más que Aioria el futuro faraón, llamó a uno de sus sirvientes.

 

¿Quiénes el hombre que se encuentra frente a los papiros?.- el sirviente observó hacia donde su Señor señalaba.

 

El es el nuevo General del ejército, dicen que también es un conocedor de las artes religiosas y los rituales, ya que fue educado por los Sacerdotes de Isis.- Aioria no podía despegar sus ojos de aquel hombre, algo en su interior le decía que era alguien muy especial para el, los ojos de ambos se encontraron en una lucha por desenredar aquel misterio, los ojos de Shaka tan azules como el cielo, y el verde de Aioria como la naturaleza que reflejaba su alrededor, era el complemento perfecto, el cielo que representaba Shaka y la tierra que representaba Aioria.

 

Shaka salió de aquella mirada tan encantadora que lo había envuelto en un hechizo, y camino a prisa a el cuartel donde preparó sus cosas para salir lo más pronto posible del aquel lugar y olvidar por completo a aquel hombre, al cual había reconocido como el Príncipe Aioria, sabía por demás que ese hombre no le correspondería nunca, ya que su hermana gemela estaba destinada como su futura esposa, no sabía el porque pero algo en su corazón se movía no podía ser el hecho de haberse enamorado de el Príncipe, no tenía razón de ser, el no era para estar cerca de una divinidad como lo era Aioria, ya que sabía que en su interior se encontraba el alma de Osiris.

 

Por su lado, Aioria se había quedado mirando por largo tiempo el lugar que había ocupado Shaka momentos atrás, su corazón le decía que debía hablar con el, que debía saber porque había sentido eso por el, si se lo comentaba a su padre no sería muy sensato de su parte, ya que sería demasiado arriesgado sacar el tema, más cuando sabía que al día siguiente su padre había dispuesto un viaje a la isla de File para que conociera a su futura esposa.

 

La barca seguía en movimiento hasta que toco tierra firme, y todos los pasajeros descendieron por el muelle, el príncipe bajo a prisa para ir a un encuentro con el General del ejército, pero su padre lo esperaba y le indicó que una reunión muy importante el esperaba en el palacio, no muy obediente a sus labores Aioria se dirigió a la sala de reuniones, donde fue previamente arreglado con los adornos que lo hacían denotar que era el príncipe del Alto y Bajo Egipto.

 

Aioria entro en la sala y se quedo de un momento a otro estático cuando a quien vio ahí era al hombre que había visto a orillas del río Nilo, tomo su lugar donde le correspondía sin despegar sus verdes ojos de aquel hombre que llevaba el cabello rubio, tan largo como le era permitido a un hombre, una piel tan blanca, inigualable en aquella tierra que era consumida día a día por Ra el dios sol, tomó asiento en su lugar al lado del Gran Faraón.

 

Los he reunido a todos aquí, escribas, altos funcionarios y a los altos cargos del ejército, sacerdotes porque he de avisar que parte de la tierra norte esta siendo tomada por los sumerios, quienes intentan despojarnos de nuestras tierras y acabar con nuestro gran imperio, por lo que el General Shaka y sus tropas partirán el día de hoy para dar comienzo a una batalla, que por demás sabemos derramará mucha sangre, pero con la presencia de nuestro Dios Osiris, esperamos nos ilumine y nos lleve al triunfo.- el faraón termino de hablar y se dirigió al príncipe esperando a que este dijera algo, algunas palabras que los llevaran al triunfo o por lo menos dieran esperanza a sus soldados, pero Aioria se encontraba conmocionado, Shaka sería despojado de su lado, no lo vería más, bien sabía que no estaba a su lado, pero el se iba a encargar de que fuera su guardia personal para mantenerlo a su lado, pero ahora no podía hacer nada, solo desearle suerte y que volviera con bien.

 

Que su ingenio, destreza y fuerza los acompañe siempre, y triunfen en la batalla que le espera, el sol, y la fuerza que protege a Egipto estará con ustedes, Egipto esperara su regreso con bien y con la victoria en sus manos.- Aioria dijo estas ultimas palabras dirigiéndose al rubio, el cual no pasó desapercibida la mirada que este le lanzaba.
El faraón ofreció un banquete a sus valientes hombres que lucharían en una batalla inagotable, donde solo el más fuerte vencería y llevaría la victoria a sus tierras, pero todos los soldados procuraron irse lo más temprano para salir mañana antes de que Ra los sorprendiera en su viaje donde esperaban los iluminara con sus rayos.

 

Shaka no podía conciliar el sueño, no dejaba de pensar en el joven príncipe y en las palabras que este había dicho, sabía que algo había oculto, algo que quería descifrar sus pensamientos se vieron interrumpidos por un extraño sonido que acaba de venir de afueras de su casa. Shaka se levanto empuñando una daga, saliendo lo más sigilosamente posible y detectar al intruso, pero su sorpresa fue mayor cuando al que encontró fue al Príncipe tendido sobre el suelo, parecía que acababa de caerse, pues su pie se encontraba enredado a un lazo que había puesto como trampa.

 

¿Qué hace aquí?, no se supone que debería estar en su palacio, no debe andar a estas altas horas de la noche y sin su guardia personal.- Shaka levanto a Aioria y lo hizo pasar a su casa, pues este se había lastimado su tobillo en la caída, y debía curarlo antes de regresarlo al palacio.

 

No se, pero algo me decía que debía verte antes de que te fueras a la batalla, quería verte.- Aioria abrazo a Shaka, dejando a este en total perplejidad por el acto que acababa de cometer, trayendo así los recuerdos que había tenido cuando lo había visto por primera vez en el Nilo, navegando en su barco, Shaka se separó lentamente de el, no podía continuar con aquello, ahora que su corazón latía tan aprisa, y sabía que se había enamorado de el, y no sería jamás correspondido, debía terminar con eso antes de que sus ilusiones y su deseo de tener a alguien a su lado se vieran anuladas, porque su corazón le pertenecería el, solo al Príncipe, no solo sería dueño de todo Egipto sino también de su corazón, aunque este jamás lo supiera o no quisiera aceptarlo.

 

Te curare y me encargare de regresarte al palacio sin que se den cuenta de que has huido, debes cumplir con tus deberes como futuro faraón no seas tan caprichoso príncipe.- Shaka unto un ungüento especial para el dolor y se lo vendo, lo tomo entre sus brazos y lo llevo cargando directo al palacio, Aioria se abrazo a el, recargando sobre el pecho del rubio su cabeza, aspirando el olor que ahora sabía no podía olvidar, estas sensaciones causaban un gran dolor en el corazón de Shaka, pues pensaba que el príncipe se había encaprichado solo con el, y el sabía que no debía ser así, pues el mejor que nadie conocía a la reencarnación de Isis y el compromiso que esto representaba.

 

Llegó al palacio y entro lo más discreto posible, siendo dirigido por el príncipe hasta sus aposentos, colocándolo sobre su cama.

 

Me retiro, descanse Príncipe.- Shaka se estaba retirando de los aposentos del príncipe cuando escucho la voz de Aioria que lo llamaba con insistencia antes de irse.

 

Acércate, deseo darte algo especial que te hará llegar con bien, y la victoria entre tus manos.- Shaka se acercó, sabiendo que debía obedecer los designios de una divinidad, se sentó en la cama, como se lo estaba indicando Aioria, y no supo en que momento, Aioria fue mas hábil y deposito sus labios sobre los suyos.

 

Tratando de reclamar aquella intromisión sobre sus labios, lo único que pudo hacer fue permitir que este invadiera con más deseo su boca, profanando sus labios, introduciendo su lengua, Shaka no supo porque pero se rindió a los deseos del Príncipe, correspondiendo con la misma pasión que el a aquel beso, que había añorado tener, desde que lo vio en el Nilo.

 

Pero la razón llego a la cabeza de Shaka y se levanto desesperadamente, alejándose de aquellos labios, los cuales habían dejado ahora marcado su sabor.

 

Me retiro Príncipe, y por favor olvide esto, jamás debió haber pasado y yo debo batirme en una pelea y no es seguro que regrese con vida, y más se de su destino que debe cumplir con Isis, ella es mi hermana y ha sido preparada desde su nacimiento a cumplir su destino, así como yo cumpliré con el mío, cumpla también con el suyo.- Shaka salió de la habitación, dejando al Príncipe en un mar de lágrimas, ahora sabía que ese rubio no sería para el, pero el deseaba que lo fuera, pues el era el hermano de su futura esposa, y como el decía no sabía si tenia la victoria ganada.

 

La mañana llego pronto y Shaka zarpó con dirección al norte de Egipto, con todo su ejercito, mientras el príncipe partía a File, ambos botes partieron del mismo muelle, Shaka salió a inspeccionar su barco y el de los demás, cuando delante suyo pasó la barca de Aioria, este se encontraba sentado observando el paisaje, pero sus ojos se encontraron fijamente, hechizándose mutuamente, cuando los barcos tomaron rumbos diferentes, Aioria apenas si alcanzo a despedirse con un suave murmullo que Shaka entendió al leerle los labios: Mucha Suerte, te quiero no lo olvides, y tarde o temprano regresaras y yo te estaré esperando, aunque mi destino sea otro, no lo olvides, vuelve con el triunfo en tus manos y dale la victoria a Egipto.

 

Sus ojos ahora amenazaban con derramar lagrimas al entender las palabras que  Aioria acaba de dedicarle, se parecían mucho a las que siempre recordaba cada que Aioria estaba cerca de el.

 

Shaka llegó a situarse en lo que parecía un cuartel, tomó sus posiciones, e inmediatamente se puso a trabajar con el ejército egipcio que ahí se encontraba y que cada vez se hacía más escaso ante el inminente hecho de la derrota.

 

Sus planes estratégicos comenzaron a ponerse en marcha, la batalla había dado comienzo en un enfrentamiento desgarrador y sangriento, donde a diario se veían cadáveres por todo el desierto, tanto de egipcios como de sumerios, Shaka sabía que debía poner en marcha un plan más eficaz que acabará con aquella batalla lo más pronto posible, ya que sus hombres se habían vistos disminuidos y los de los sumerios también, pero las provisiones que a ellos llegaban se acababan y pronto quedarían a la suerte de los sumerios por falta de provisiones.

 

Mientras Aioria había llegado a la isla donde conoció a su futura esposa de belleza inigualable era cierto, pero ni aun Nefert podía quitar de su mente a aquel hombre,  que con una sonrisa, o con el ahora sabor de sus besos, se había quedado sellado en su memoria y más aun en su corazón. El faraón estaba complacido con la esposa que habían educado para su hijo, de verdad era una divinidad en persona, pero al momento de hacer los rituales que se requería para que los dioses los reconocieran como tal, y mas como gobernantes del Alto y Bajo Egipto se llevaron una gran sorpresa.

 

Deberán escribir ambos sus nombres sobre este papel con el pincel de Thot nuestro Dios de la escritura, el los reconocerá a ambos como Dioses legítimos y como gobernantes sobre las Tierras de Egipto.- Aioria fue el primero en tomar el pincel y en plasmar su nombre sobre el papel de los Dioses y faraones de Egipto, este quedo grabado para siempre  para ser reconocido como el señor y amo de las 2 tierras, no obstante era el turno de Nefert, quien tomo entre sus manos el pincel, lo baño en la tinta con la que Aioria había escrito su nombre, pero cuando escribía su nombre este no se quedaba grabado, parecía invisible a los ojos de todos los sacerdotes, Nefert lo intentó nuevamente 4 veces más desesperada por no ser reconocida por los Dioses.

 

Esto no puede ser posible, los Dioses no te reconocen como divinidad ni como de sangre real, ¿acaso nos equivocamos y tu no eres la divinidad de la Diosa Isis?.- los sacerdotes miraban a Nefert, quien estaba desesperada y dolida por las palabras del Sumo Sacerdote.

 

Si no soy yo quien corresponde a tal cargo entonces quien lo es?.- Nefert lanzó sus palabras con coraje y desprecio a los sacerdotes quien la miraban con angustia al saber que no habían educado a Isis y que ahora no sabían donde andaba.

 

Los sacerdotes abrieron los ojos desmesuradamente al pensar que quien era la reencarnación de Isis se encontraba ahora en una lucha desesperada por proteger Egipto y traer con ella la victoria, no podía creer que Isis hubiera decidido nacer en un varón, ahora que lo pensaban detenidamente, Shaka había sido un gran sacerdote y conocedor de las escrituras y papiros antes de habérselas enseñado, y eso solo las divinidades podían conocerlo, mientras que a Nefert le había costado aprendérselas.

 

Su Alteza, creo que ha habido un gran error; Isis decidió reencarnar en un hombre y no en una mujer y creo que sabemos bien donde esta ahora, y tendríamos que comprobar si es ella la Diosa que andamos buscando, de ser así, debía despertar su alma y hacernos entender tal comportamiento.- los sacerdotes no sabían como explicar a tal error. Nefert al escuchar eso se sintió dolida, más no por eso se retiro del lugar.

 

Y si saben quien es Isis porque no la traen de vuelta y hacemos las pruebas ahora mismo.- el faraón se encontraba encolerizado por la falta de atino de sus sacerdotes.

 

Porque el es el General de su ejército y se encuentra ahora al frente de la batalla y no regresara hasta que la victoria o derrota este confirmada, y no sabremos si volverá con vida.- Aioria escucho esas palabras y no pudo más que sentir un escalofrío y un miedo recorrer su espina dorsal, ahora después de mucho se daban cuenta de que la verdadera Isis se encontraba dentro de Shaka y que no sabían si volvería con vida después de una batalla sangrienta, porque ahora que sabía la verdad, y que sabía podía compartir su vida con el, estaba la incertidumbre de volverle a ver, la vida no podía ser menos justa, pero el no era alguien para juzgar la vida ya que el como divinidad debía poner el ejemplo y aceptar aquello, pero no podía después de todo era un dios en un cuerpo humano con las virtudes y debilidades que ello implicaba, y mas aun con el corazón a punto de desmoronarse porque el amor que acababa de conocer le seria negado y privado.

 

Esperaremos a recibir noticias de la batalla y esperar su regreso para conocer la verdad sobre la divinidad de Isis que vive en el.- el faraón se retiro de la isla con Aioria, quien no dejaba de pensar en que debía volver con vida y pronto y sabía que el debía hacer algo,  lo único que le vino a la mente fue que debía partir a lado de Shaka y traerlo con vida y mas aun con la victoria.

 

Por lo que tomo un barco llegando a Abidos con dirección al norte de Egipto, a lo cual su padre no pudo detenerlo, deseándole buena surte y que trajeara consigo a Isis.

 

Mientras en la batalla, los egipcios daban todo lo que les quedaba, llevando acabo la estrategia de Shaka, los sumerios habían disminuido considerablemente, la batalla estaba asegurada ya para los egipcios.

 

Largas horas de lucha dejaron llena la arena de sangre y cadáveres de grandes guerreros d las 2 naciones que luchaban por su tierra, los pocos egipcios que quedaban con vida buscaban incansablemente a algún soldado con vida.

 

Aioria llegó al campo de batalla encontrándose, un campo lleno de cadáveres, se dirigió a los soldados que empezaban a embarcar, preguntando por Shaka, estos afirmaban que no sabían nada de su General, y que lo más probable es que hubiera muerto por el triunfo a su país, que debía ser honrado como tal.

 

Aioria no podía escuchar aquellas palabras tan desgarradoras, debía encontrarlo a como diera lugar no podía dejarlo en aquel lugar, comenzó su búsqueda por todo el desierto, los soldados al ver la desesperación del Príncipe decidieron ayudar a buscarlo, así lo encontraran muerto o vivo.

 

Pasaron 2 días y ni rastro de aquel inigualable rubio, hasta que un soldado comenzó a dar gritos desesperadamente.

 

Aquí esta el general, y parece que aun se encuentra con vida, pero esta muy grave, parece tener una herida.- el soldado llamó a otros para que ayudaran a llevarlo al cuartel donde se encontraba Aioria.

 

Lo hemos encontrado pero esta inconsciente, debe ver a un médico urgentemente.- Aioria noto el estado deplorable en que se encontraba Shaka y no pudo más que soltar lágrimas por ello.

 

Alisten todo, partiremos lo más pronto posible.- las ordenes de Aioria fueron acatadas de inmediato, y pronto se encontraban rumbo a File, donde Shaka debía ir para que los sacerdotes se encargaran de el, debían traerlo de vuelta vivo, para descubrir la verdad.

 

El viaje fue lo más rápido posible, iban a la velocidad máxima que el barco y las velas le permitían, Aioria no se había despegado ni un solo momento del cuerpo inconsciente de Shaka, le acariciaba las mejillas, retiro los cabellos que formaban un fleco sobre sus parpados, dejando visiblemente el rostro tan angelical que tenía, no resistió más las ganas y posó sus labios sobre los de Shaka, arrancando de este un leve suspiro.

 

Descansa debes guardar fuerzas para cuando lleguemos a File, aun tienes muchas cosas que hacer, no te vayas ahora de mi lado por favor.- Aioria acaricio su rostro por ultima vez, antes de retirarse, ya que el capitán acababa de informarle que pronto arribarían a File.

 

Los soldados ayudaron pronto a bajar a Shaka que fue introducido con rapidez al Templo y colocado al centro de este, donde se encontraba un círculo de sacerdotes que lo rodeaban, como si de un ritual se tratase.

 

El faraón y Nefert observaron todo aquello, tan perplejos, así que de modo que el era la reencarnación de Isis, pero ¿porque había decidido hacerlo en un hombre?, eran preguntas que solo el contestaría.

 

No podemos hacer nada por ahora para comprobar su divinidad, debe estar consciente para que pueda escribir con el pincel de Thot su nombre, de lo contrario no será algo legítimo, y llevar a cabo el ritual para despertar el alma de la divinidad que en el vive, ahora hay que sanar las heridas y cuidarlo.- el Sumo sacerdote Sequen llamo a uno de los mejores médicos, para que atendiese a Shaka, este fue transportado a una habitación mas alejada de todo aquel bullicio y el doctor se dedico a checarlo y dar el diagnostico del estado del ojiazul.

 

Será mejor que se retiren, lo que necesita es descansar y unas cuantas pociones para que sanen las heridas, además de que deben echar unos ungüentos.- el medico acababa de dar el diagnostico, y había dado el listado y la indicación de cómo debía aplicarse cada cosa.

 

Aioria no quería despegarse ni un momento de su lado, había acatado las ordenes de el médico como lo había medicado, pero Shaka aun no volvía en si, no sabía como traerlo de vuelta, pero su deseo se vio interrumpido por las ordenes de su padre, quien había enfermado gravemente, y le había ordenado que debía construir un nuevo palacio donde vivirían el y si Shaka era quien debía permanecer a su lado, también para su esposo.

 

Aioria viajo a varios lugares donde el Dios Osiris era adorado Behbeit el-Haggar, Sebennitos, Coptos, Dendera, Tafa, Ajuala, Dendur, Dakka, Debod y en la isla Bigeh, este ultimo lugar fue el que más le agrado a Aioria, puesto que se encontraba próxima a la isla File, así no estarían demasiado lejos los Templos en los que se les veneraba.

 

Las construcciones comenzaron lo más pronto posible, Aioria viajaba de vez en cuando a File, para saber del estado de Shaka, este cada día se encontraba mejor, pero quien se encontraba en un estado deplorable era el faraón quien poco a poco extinguía la luz de su vida, por lo que deseaba saber el destino de su hijo antes de partir de ese mundo y tomar la barca que lo llevara al más allá, debía dejar al cargo a la pareja Real, Egipto no podía quedarse sin dirigentes, a lo que decidió que su hijo debía contraer nupcias inmediatamente el falleciera.

 

El faraón había sido transportado hasta File, donde Shaka había recobrado la razón, Aioria no había sido informado de eso, pero sabían que el llegaría en cualquier momento pues el no dejaba de visitar a Shaka 3 veces por semana.

 

El mencionado llego no más de media hora después de que el faraón arribara la isla, Shaka no dejaba de preguntarse para que querían que escribiera su nombre con un pincel que acababan de sacar de una caja la cual llevaba inscrito el jeroglífico del Dios Thot.

 

Por favor escribe tu nombre sobre este papiro, queremos saber si tu eres quien porta el alma de la Gran Isis.- Sequen el sacerdote había puesto sobre las manos de Shaka el pincel, y había dado una botecito de tinta. Shaka tomo el pincel y comenzó a escribir su nombre, la tinta era perfectamente visible a cualquier ojo humano, la prueba acababa de quedar clara, Shaka era la persona que debía casarse con Aioria.

 

Es el, tu eres la Gran Diosa, debes despertar tu alma junto con la de Osiris.- Sequen tomo a Shaka del brazo y lo llevo a un lugar del templo donde había marcado un círculo sobre el piso, y alrededor los sacerdotes recitando unas oraciones y cánticos dedicados a dichas divinidades, Aioria que no dejaba de observar a Shaka desde que había llegado, siguió al sacerdote y a Shaka hasta el mismo lugar, dentro del círculo colocó a Shaka y seguido de Aioria, ambos sentados frente uno del otro, Sequen hizo que ambos se tomaran de las manos y se mirasen a los ojos, saliendo del circulo se unió a los cantos y rezos de los demás sacerdotes, Nefert observo desde el marco de l habitación todo aquel ritual, ahora sabía que quien poseía a la Diosa era Shaka y no ella, al menos se sentía feliz por el, se retiro del lugar, para meditar un poco y después buscar a su hermano para hablar con el.

 

Mientras los rezos aumentaba Shaka y Aioria podían sentir que se quedaban hipnotizados por los ojos de ambos, no sintieron en que momento su mente los desplazó a un lugar donde ambos debían conocer.

 

Flash Back

 

Osiris debemos reencarnar en la Tierra, nuestro pueblo clama por un mundo que se purifique.- Isis que era la Diosa de la fertilidad y la bondad hacía presentes las suplicas de sus hijos egipcios.

 

Isis con gusto aceptaría reencarnar en la Tierra si tu me acompañas en este viaje difícil.- Osiris se acerco a la Diosa y la tomo por la cintura abrazándola

 

Osiris por ti daría cualquier cosa, pero esta vez no reencarnare en una mujer, lo haré en un hombre, y debes saber apreciar el amor que te tengo y no la apariencia, con ello demostrare que la fertilidad debe ser mayormente apreciada, y que el amor entre mismo sexo no tiene porque impedir la felicidad, lo que importa es lo que lleves adentro.- Isis abrazo por el cuello a su Señor.

 

Por eso te amo como a nadie en la eternidad, nunca olvides esto, siempre estarás a mi lado, aunque sea lo ultimo que haga, te amo.- Osiris sello aquellas palabras con un beso.

 

Fin del flash back

 

Aioria y Shaka no habían parpadeado ni un solo minuto cuando esos recuerdos vinieron a su mente, ahora Shaka podía recordar claramente la escena completa cuando conoció por primera vez a Aioria, sabía que se debía a la promesa que le había hecho antes de reencarnar, ninguno de los 2 menciono palabra alguna, pero los sacerdotes sabían que todo había acabado, por lo que se retiraron y los dejaron a ambos solos.

 

Shaka no se como empezar, pero yo…..te amo…, no me importa ser la reencarnación de un Dios, me importa el hecho de que la persona que ha robado mi corazón este a mi lado, soy humano y como tal tengo tantos defectos como virtudes, y solo me importas tu, me gustaría que te casaras conmigo, y que guiáramos juntos a Egipto a un imperio con un máximo esplendor.- Aioria se acercaba cada vez más a Shaka, pero este lo interrumpió antes de dejar que Aioria cumpliera con su cometido.

 

Aioria yo también te amo desde el primer momento en que te vi., y te ame como hombre, como humano, no como Dios, ya que mi corazón te perteneció desde el momento en que te vi en esa barca, aun sin saber lo que era, acepto casarme contigo y guiar a este país juntos- Shaka termino de acercarse a Aioria y sellar sus labios en un beso tímido que poco a poco se convirtió en uno con más pasión y deseo, pero sabían que debían esperar a que fueran un matrimonio para llevar a cabo otro tipo de situaciones.

 

Debemos apresurarnos a nuestra boda, mi padre agoniza, y Egipto se quedara sin un dirigente.- Aioria beso a Shaka por última vez antes de levantarse de su sitio y dirigirse a las afueras del Templo de Isis. A las afueras se encontraba su hermana Nefert quien le dedico una linda sonrisa y se acercó para felicitarlo por su boda con Aioria, ella le dijo que ahora se quedaría como sacerdotisa del Templo, y que lo quería mucho, que fuera feliz y que ambos se complementaran para llevar una vida armoniosa y llena de amor.

 

Aioria inspecciono el trabajo que se había llevado a cabo en la construcción de su nuevo palacio en la isla de Bigeh, este estaba casi terminado, y había obligado a que se acabara lo mas pronto posible, pues su boda con Shaka sería en una semana, ya que su padre acaba de fallecer una semana después de lo sucedido y ahora Aioria debía asumir el poder cuanto antes.

 

Los preparativos de la boda estaban ya terminados, la túnica que cada uno llevaría, uno color azul y otro verde haciendo combinación con sus ojos, hechas en lino, la tela real, el gran banquete también estaba decidido, y el sacerdote que se encargaría de unirlos en matrimonio era Sequen.

 

El día llego demasiado pronto todos se encontraban reunidos en el  palacio de Abidos, el sacerdote Sequen los esperaba frente al altar donde se erigían las 2 grande estatuas de Osiris y de Isis, el matrimonio se llevo a cabo con algunos rituales y la presentación de sus votos como esposos. La ceremonia di fin con las palabras del sacerdote.

 

Que Egipto florezca, el color bello de los ojos azules de Shaka representan al cielo, mientras que los ojos verdes de Aioria representan la tierra, ambos complementándose en el mundo terrenal.- Sequen finalizo la ceremonia para dar paso al banquete, donde se encontraban reunidos todos los altos funcionarios, sacerdotes, soldados y gente del pueblo, todos disfrutando de la fiesta que ahí se llevaba acabo, pero llegada la noche y con ella Ashtoret se decidieron a partir a un lugar mas apartado e intimo.

 

Pronto se vieron acogidos por la suave cama de Aioria, quien se encontraba sobre Shaka en una guerra de besos, propinándole besos llenos de infinita pasión, sus labios se despegaron y comenzaron a descender por su cuello, por sus hombros, llegando hasta su pecho, donde lo despojo de toda ropa que le estorbaba, acariciaba cada parte de esa piel que deseaba grabar en su mente, jamás olvidar aquella sensación, porque ahora solo importaban ellos 2 como hombres.

 

Shaka disfrutaba de todas aquellas caricias, era algo indescriptible, un sentimiento nuevo que conocía, y que quería seguir experimentando con su ahora esposo, sentía las manos de Aioria viajar por su cuerpo, sus gemidos y jadeos se dejaban escuchar en aquella extensa habitación, Shaka sostenía las sabanas entre sus manos cuando sintió a Aioria completar aquella entrega de amor, sentirse completo uno solo con aquel a quien daba su corazón y arriesgaba su vida.

 

Pronto sus gemidos comenzaron a escucharse mas desesperadamente indicándoles que su clímax de la demostración de su cariño llegaría al final, sintiendo como dentro suyo la muestra más infinita del amor que ambos se sentían, la fertilidad de la que hacía nombre ahora.

 

Aioria se dejo caer sobre el cuerpo de Shaka tratando de normalizar su respiración, tomándolo entre sus brazos.—TE AMO­­­­­­—fue un susurro de ambos, con lo cual habían completado la muestra de afecto y cariño, y demostrado que a pesar de todo su amor seguiría intacto y jamás fuesen lo que fuesen, seguirían amándose hasta la eternidad.

 

Ahora que Egipto contaba con sus dos grandes divinidades seria un imperio que florecería prósperamente como lo hacía el amor del faraón y su esposo conforme pasaba el tiempo.

 

FIN

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).