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Y de pronto no supe qué pasó por Hielo carmesi

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Notas del fanfic:

Ok, aquí traigo un escrito que no durará mucho pero espero que les guste, vamos viendo qué tal se da y si piensan algo así como *ay que plaj de escrito* háganmelo saber para ver si cambio algo, trato de mejorarlo o de plano no tengo remedio ;)

Notas del capitulo:

Bien, comencemos con esto, espero les agrade o no les desagrade tanto, iremos lento así que paciencia por favor :3

Para no confundirlos tanto:

Dialogos <.....>

Pensamientos *...*

Un día más, no queda gran cosa que contar y es que no puedo creer que después de tanto tan solo lleve 16 años de esta vida que espero sea lo suficientemente  larga para en algún momento de ella llegar a ser feliz.

Entre la escuela, el trabajo y casa no queda gran tiempo para hacer algo para mí, qué más quisiera que poder llegar a echarme a la cama, ponerme los audífonos y oír música mientras lagrimas corren por mis mejillas mostrándome mi incapacidad de estar en paz conmigo mismo y es que como estarlo si más que alejarme de los demás, de la rutina y la vida lo que quiero es estar lejos de mí.

Día a día la vida me recuerda que tiene un especial aprecio por odiarme, por hacer de mis días una mierda en todos los sentidos, al levantarme me percaté de que se me había hecho tarde, la alarma no había sonado y tenía 30 minutos para alistarme y hacer un recorrido a pie que a diario es de alrededor de media hora. Busque mi camisa y mi pantalón junto con mis zapatos, ya puestos tome mi corbata y mi saco, los eche a la mochila y baje lo más rápido que puse sin hacer ruido e intentando no rodar con las escaleras. Al llegar a la planta todo estaba apagado ni señal de vida en aquel lugar, raro seria si fuera distinto, no me moleste en prender las luces, tome mis llaves que colgaban a un lado de la puerta y salí de aquel lugar.

Ni uno, ni un bendito taxi había disponible, estuve 5 minutos en la parada intentando pescar alguno pero nada, los autobuses estaban atascados de gente y no había espacio para más, no sabía si esperar o intentar llegar corriendo, pero tuve que decidir, comencé a avanzar sin mucho ánimo pues mi única posibilidad era un maldito taxi.

Al fin uno, era mi salvación, lo tome y nos dirigimos al colegio, llegue a penas antes de que Delia, la subdirectora cerrara la única entrada disponible, pase a su lado tratando de tranquilizarme mientras de reojo pude notar la mirada de desaprobación que me lanzaba, <ese cuello está muy vacío> oí su voz dirigirse a mí, *¡verga!, la corbata* desvié mi caminar a los baños de prisa antes de que alguien más viera “mi gran falta” según la institución.

La verdad es que no me podía quejar de Delia, ella siempre me había visto de la mejor manera, mientras los demás docentes me veían como una pena para la humanidad, un alumno con rendimiento académico promedio y más aislado que social, ella siempre que me miraba sus ojos mostraban  algo de cariño y comprensión, ternura tal vez y un rayo de esperanza, la verdad es que su simple compañía siempre calmaba mi corazón, era como la madre que tanto deseaba en mis días.

Al llegar al baño entre a un cubículo antes de que me vieran y fueran a reportarme con tal de hacerme el día peor de lo que ya era con el simple hecho de abrir los ojos. Me acomode el uniforme correctamente y di un rápido arreglo a mi cabello que era un desastre, cuando me logre convencer de que mi aspecto ya no era tan horrendo me percaté de que los baños estaban vacíos *¡carajo!* me dirigí al salón tan rápido como pude tratando de pasar desapercibido y que no se notara mi prisa, el maestro ya estaba *lo que no podía faltar* volteo a verme y apenas estaba comenzando a articular su oración cuando apareció Delia y le pidió disculpas por haberme retrasado a la entrada y que me permitiera pasar a tomar clase, es aspecto del docente cambio por uno de sorpresa y algo de vergüenza por lo que estaba a punto de decirme y solo se disculpó y me permitió pasar dando en seguida  media vuelta para continuar con su clase, en eso aproveche para darle las gracias a ella y susurro en mi oído a manera de despedida < el día aún no finaliza y no puedes pasarte 24 horas odiando al mundo y menos a ti> sonrió y se fue.

El resto de las clases fueron normales, un maestro explicando y dejando ejercicios y el alumnado respondiendo y anotando.

Después de la escuela camine al trabajo, llegando pase al baño a cambiar mi ropa y prepararme para las siguientes horas de esclavitud. Empacar cosas para gente no era mi idea del trabajo ideal pero por ahora era lo único que tenía, hoy fue uno de los días más pesados, me toco no solo empacar, si no, también cargar las cajas y cajas del almacén al lugar de trabajo y luego el producto listo llevarlo al área de salida para meterlos en los camiones que se las llevarían.

Tan solo recordar aquella dura jornada me produce más cansancio.

Al llegar a casa todos estaban felices, mientras era recogida la mesa después de haber comido, mi madre fue la única que pareció darse cuenta de mi llegada ya que mi padre y Kate discutían algo frente al televisor <disculpa Emm no te esperamos para cenar porque pensamos que llegarías más tarde, ¿quieres que te  caliente algo?> *¿más tarde?, ¡¡más tarde!!, ¡por un demonio!* ya eran casi las 11 de la noche, sorprendente que hubieran cenado tan tarde <No te preocupes, no tengo hambre> mentí, la verdad es que me moría de hambre pero mi coraje no me permitía seguir cerca de ellos.

Ya en mi cuarto me di una ducha sin importarme que el agua estaba helada, total, solo  quería llegar a mi cama, tomar mis pastillas para poder dormir y perderme deseando no despertar.

Notas finales:

Bueno, lo de ley, comentarios sugerencias y reclamos dejenme conocerlos ;)

Nos leemos luego (espero que así quieran) besos y abrazos bye :3


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