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Feliz por Huitzil

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Notas del fanfic:

NOTAS: La verdad lo que escribo es solo  porque estoy loca y si, debo decirlo de una vez, quizá las edades, los tiempos y demás cosas pequeñas pero significativas en la historia en mi fic no estén o no concuerden con la de su autor pero oigan (o lean en este caso) en la historia original no pasa nada de mis masturbaciones mentales. Si te animas a pasar a mi lectura del misterio aun sabiendo esto adelante. Eres bienvenido.

Notas del capitulo:

Aunque no sepa quererte de la forma que a tí te gustaría, siempre te querré con toda mi corazón de la mejor forma que sepa.


 


 


Pues si... es un poco raro y enfermo pero no pude resistirme Stanley es tan lindo y tan asdfghjklñ que espero que disfrutres de la lectura

CAPITULO 1

Abrió los ojos rápidamente. “demonios”  La luz le lastimaba y tuvo que taparse los ojos con el ante brazo. Le dolía la cabeza y su laboratorio olía extraño. Cuando su mirar se acostumbró a esa fuerte y deslumbrante luz, no podía creer lo que veía. ¡No estaba en su laboratorio! Levanto sus manos para tocar el metal amarillo y frio que estaba frente suyo para analizarlo.– (no era la primera vez que se encontraba capturado o preso en alguna capsula mística/extraterrestre o de cualquier otra dimensión) y ver sus propias extremidades lo dejo congelado.

¡Sus manos eran las de un joven! Se tanteo el cuerpo preocupado, y chasqueo la lengua en voz baja, casi inaudible. No llevaba su gabardina. Ni su ropa cool con la que había llegado del portal, ¡ni su gabardina!.- (como  amaba esa gabardina) estaba vestido como… como… hay no… ¡estaba vestido como un Nerd!

Parecía un sueño ¿hadas?, ¿nogmos?, ¿Elfos?, ¿algún genio?, ¿una criatura mutante con capacidad para hacerlo alucinar? No, eso era…. Bueno no imposible pero según sus probabilidades matemáticas muy imposible. ¿Bill? Muy probable pero sus dudas sin fundamentos. Empezaba a perder los pocos estribos que le quedaban, era de las cosas que más le estresaban al tiempo que le emocionaban. No reparo en el lugar en el que estaba solo trato de concentrarse lo que había pasado…

¿Qué era lo último que recordaba? Estaba en su laboratorio, acababa de terminar de discutir con su hermano Stan por… bueno había perdido la cuenta de las veces que peleaban desde que había regresado del portal y también las razones. Dipper y Mabel eran unos buenos sobrinos y, aunque no lo reconociera abiertamente le encantaba ese ambiente familiar que empezaba a respirar en su cabaña de la que por cierto había corrido a su propio hermano a pesar de que paso treinta años tratando de sacarlo. Tal vez si sentía un poco de remordimiento pero no el suficiente como para perdonar a Stan quien había arruinado su vida en la universidad sin ninguna clase de consideración. Bueno sin salirse demasiado del tema “concéntrate Ford” estaba en su laboratorio catalogando cosas extrañas, objetos sin sentido desde el pie de un zombie, un reloj de arena viejo, una rata con cien patas, una máquina de la policía del tiempo y unos polvos raros y ¡BUM! Ni siquiera había tocado la cinta métrica de la policía del tiempo y de la nada volvía a tener 18 años.

Todo lo que había vivido le parecido lejano y ahora por alguna razón sin ninguna importancia sus aventuras parecían simplemente la fantasía de un hombre que trabajaba realizando dibujos animados en algún programa de televisión “¡Venga!”- se recrimino mentalmente “¡que solo habían pasado 15 minutos desde que volvía a tener 18 y ya le estaba restando importancia a las cosas!” Cierto, tenía cerebro, anatomía y pensamientos de puberto. Se golpeó la frente con la palma de la mano.

-“tranquilo Ford, no entres en pánico… eres un hombre de 70 años en el cuerpo de un chico de 18 años…  ¿Qué puede salir mal? La vida será pan comido de ahora en adelante”- 

Más tranquilo reconoció el lugar donde estaba simplemente por el olor a orines agrios, jabón barato y a crema contra el acné: Los baños de la preparatoria –“fantástico.”- pensó con resignación. Debía encontrar una manera de volver a su época actual, ya que podía alterar el orden de las cosas y la historia tal como la conoce. Aunque claro en los baños no conseguiría absolutamente nada.

Salió de aquel lugar con prisa, arreglándose la ropa y volvió a pisar aquellos pasillos tan conocidos y melancólicos para él. Se encontraba rememorando aquellos lugares sin mucho cariño cuando de pronto alguien lo jalo de la camisa estrellándolo contra uno de los casilleros haciendo que se golpeara en la cabeza aturdiéndolo momentáneamente.

- pero si es el fenómeno –

Ford reacciono quizá de manera exagerada. Rápidamente cuando esas palabras apenas estaban siendo terminadas se puso en guardia; pero ¡oigan! Nadie podía culparlo. 30 años dentro de un portal interdimencional viajando a un sinfín de mundos peligrosos, con criaturas desconocidas le otorgaron unos reflejos sorprendentes y tal vez un poco salvajes. Diablos… había aventado al chico por los aires y llevado su mano por reflejo donde debería estar su arma y ¡uff! Es cierto gracias al cielo que ya no la tenía.

Todos los que caminaban por lo pasillos se detuvieron para ver asombrados a Ford, diablos ahora todos lo miraban con miedo, trato de sonreír pero simplemente la preparatoria seguramente era el lugar más peligroso en todas las dimensiones vividas y por vivir, o cuando menos la suya.

- Lo siento, pero yo… hammm… voy tarde, asi que… yo.. este, si, bueno…. Ejem…. Adiós.-

Ford salió corriendo practicante de ahí para irse a lo que el suponía debía ser su salón. Estaba aterrado y muy nervioso de lo que le fueran a reclamar.

“oh fue mala idea pensar  que sería pan comido la vida ¡no recordaba lo difícil que había sido vivirla y cuanto lo odiaba!” Ford había llegado a su pupitre y estaba encogido mordiendo una pluma azul nerviosamente. De verdad tenía que pensar en cómo volver a tener 70 años donde peleaba con criaturas desconocidas y eso, regresar a su cabaña, a su época y dejar atrás esta farsa y estúpida…

- Hey cerebrito, ¿Qué te pasa?, ¿te duele algo?-

Esa voz…

Levanto la cabeza apurado con su corazón latiéndole rápidamente y una leve esperanza en su mirada. Stan estaba a su lado meciéndose en su pupitre con gracia. Lo miraba sonriente con las manos tras la nuca. No parecía molesto, ni amargado,  o algún sinónimo de malhumorado, sin ninguna pizca de egoísmo en su corazón era simplemente su hermano gemelo.

- ¿Stan, eres tú?- pregunto cómo idiota temiendo que fuese un sueño o una broma de Bill y que cuando este se llegaba a la parte feliz desaparecería o peor aun que se había equivocado de persona, como si eso fuera posible.

- ¿dha? ¡Claro que soy yo! ¿Quién más? Veo que estás perdiendo la cabeza ¿Qué te dije de leer tanto? Eso mata hermano.- Stan apurado volvió a su lugar dejándose de meser – wow, wow, wow  ¿Qué dije ahora? tienes cara como de que quieres llorar ¿Te volvieron a molestar esos paracitos? Juro que esta vez les tirare un par de dientes si así lo hicieron.- La voz de Stan le pareció conmovedora, no recordaba cuanto se preocupaba su hermano por él y vio como  preparaba sus nudillos para una mortal pelea. Era en cierto grado gracioso el comentario de su hermano porque ahora no necesitaba de Stan ya que Ford a esa edad no había podido hacer nada si lo acorralaban o lo agredían; pero eso era antes cuando no tenía conocimiento de varias artes marciales de varias dimensiones, ahora incluso le ganaría en una pelea a su hermano gemelo a pesar de que este poseía buenos reflejos y un mortal gancho izquierdo.

- ¿Qué? Ah, eso… no, yo…. Solo estaba… no es nada estoy bien Stan y ¿tu?

- Oye ¿Qué comiste? ¿Alguna clase de emparedado podrido o algo así? Estas haciendo preguntas muy, muy extrañas más extrañas que de costumbre.-

- Nada Stan…

Ford sonrió y empezó a garabatear en su libreta mientras soltaba un leve “nada”. Miraba de reojo a su hermano y sonreía alegremente por verle ahí sentado aventando bolitas de papel a quien fuera… pasado o no. Engaño o no. Era de alguna manera placentero poder hablar con su hermano armoniosamente como antes del “accidente” con su amado proyecto de ciencias. Lo que daría por poder cambiar las cosas…

Ahora que lo pensaba mejor sí que tenía que encontrar una manera para poder salir de aquí pero por el momento no había prisa para hacerlo. No con un Stanley inocente y alegre a su lado. Ford se encontraba en un estado de total sumergimiento en sus pensamientos que no oía nada a su alrededor. Ni siquiera aquel alboroto descomunal que había en su aula que solo el altavoz de la escuela pronunciando su apellido logro sacarlo de tal letargo. La voz de su hermano mascullo algo malhumorado pero con ese tono de preocupación y problemas cuando hacía algo malo y no podía recordarlo. Ford solo atino por levantar los hombros, no era la primera vez que los mandaban a llamar por algo que había hecho su hermano.

Se puso de pie y entonces se dio cuenta de algo que estaba dejando pasar por alto, este no era cualquier día, vio a su alrededor, todo era familiar incluso la ropa que llevaban puesta y casi le da un paro cardiaco al reconocer que hoy era “el día” en que había cambiado todo para ellos. Caminaron a la dirección, recordaba a la secretaria que le había dicho a su hermano –“tu no, solo él”- señalando al mismo Ford con la mirada. Recordaba la oficina del director. Recordaba a sus padres emocionados cuando escucharon la noticia de un hijo millonario. Volvió a sentir esa emoción en su cuerpo, el aire retenido en sus pulmones, sus intestinos revolviéndose ante la idea de una segunda oportunidad fue mejor que la primera vez porque era… ¡era su oportunidad de cambiar las cosas! La relación con su hermano no tenía que cambiar ¡Podrían seguir siendo igual que Dipper y Mabel! Podría verlo en las fiestas, en vacaciones, podría escribirle desde la universidad, no tenían que odiarse a muerte o insultarse cada que se vieran. Stan no tenía que volverse ese anciano amargado y estafador, codicioso y malvado que se había convertido. Él no tenía que entrar dentro de ese portal interdimencional, no caería ante los engaños de Bill ni perdería a su amigo Mcoquet. Solo tenia que impedir que su hermano saboteara su proyecto de ciencias, si lo hacía podía entonces hacer las cosas bien, arreglarlas y entonces… y entonces ser feliz.

Notas finales:

Estoy enferma!!!! lo se, jamas en mi pta vida universitaria crei que me gustaria el incesto, se que es enfermo y eso pero dios XD bueno de todas maneras ya estoy enferma mentalmente un poco mas no me matara espero que te haya gustado tanto como a mi me gusto escribirlo, hay mas capitulos y posible lemon *-* viva el Stancest!


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