Un extraño mensaje llamo la atención de cierto emperador, que al leerlo una furia creció en su pecho sin darse cuenta.
–¿Sei-chan, estas bien? –Pregunto su compañero al ver como el pelirrojo guardaba sus cosas para marcharse.
–Estoy bien –Respondió terminando de guardar sus cosas- Reo, quedas a cargo –Giro para mirar a su compañero que se helo ante la mirada fría de su compañero.
–E…está bien –Contesto viendo cómo se alejaba y perdía tras la puerta del gimnasio, dejando a varios de sus compañeros preocupados por la reacción del emperador.
-¿Qué le sucedió? –Kotaro seguido por sus compañeros pregunto lo que varios pensaron.
–N…no sé –Un silencio se apodero del gimnasio dejando un pensamiento al unísono “¿Qué estaba pasando?”
El emperador saco su celular para llamar a su chofer que a los segundos ya estaba esperándolo, sin saludar dejo su bolso a un lado dándole indicaciones de dirigirse a la estación de trenes que es donde estaba el tren que lo llevaría al lugar donde estaba el causante de su enojo.
..........
Mientras tanto en la preparatoria Seirin, el entrenamiento acababa de terminar dejando a todos rendidos por el infernal menú que su entrenadora les tenía preparado.
–Vamos a las duchas chicos –La entrenadora veía los cuerpos sin vida de sus compañeros esparcidos por todos lados– Los de primero tienen que limpiar, apúrense.
–Siiii –Respondieron al unísono quedando los de primero limpiando el piso del gimnasio, todos se apuraban para terminar y así tomarse un merecido descanso, pero un castaño miraba su celular a cada momento distrayéndose, cosa que no pasó desapercibida por el fantasma del equipo que se acercó al castaño que no sintió su presencia, por lo que rompió el silencio para hacerse notar.
–¿Furihata-kun? –Un peliceleste llamo a su distraído compañero, pero este no le hizo caso y solo miraba el mensaje en su celular, cosa que la sombra pudo apreciar el remitente como “Sei <3”, por lo que devolviendo la mirada al rostro del castaño vio como una sombra de tristeza y preocupación estaba en su semblante preocupándolo.
El peliceleste se giró para encontrar la mirada de su tigre que vio todo lo sucedido, por lo que apurando a sus compañeros lo saco del gimnasio rumbo a las duchas, dejando así a su chico con el castaño que aún no salía de sus pensamientos.
–Furihata-kun –Llamo más fuerte una vez solos logrando así sacar al castaño de sus pensamientos.
–Kuroko –Parpadeo al ver al chico sombra a su lado, por lo que reponiendo su expresión sonrió ocultando sus emociones– ¿S…sucede algo? –Pregunto alejándose un poco al mismo tiempo que guardaba su celular, pudo apreciar como el gimnasio estaba vacío sin rastro de sus compañeros– ¿y los demás? –Miro a su compañero que tenía una seria expresión en su rostro.
–Están en las duchas, ya todos terminaron –Respondió al castaño que desvió la mirada.
–Me quede en la nube –Se froto el pelo– Q…que vergüenza heheh.
–¿Sucedió algo con Akashi-kun? – El peliceleste al igual que todos sabían la relación del castaño con el capitán de Rakuzan, relación que se formó después del último juego donde salieron ganadores de la Winter Cup.
-¿Con Sei? –Sonrió nervioso ante la pregunta de su compañero– pero que dices hehe
–Te conozco Furihata-kun, puedes contar conmigo y lo sabes –Presiono un poco a su compañero, que al escuchar estas palabras vio como sus ojos se cristalizaban un poco.
–Hehe, tan agudo como siempre Kuroko –Agacho la mirada para ocultar su semblante– L…la verdad es que creo que sei ya no me quiere.
–¿No te quiere? ¿Por qué piensas eso? –El peliceleste sabía lo enamorado que estaba su capitán del cachorro y es que era el quien lo ayudo a declararse.
–Porque desde hace tiempo que esta raro conmigo –Levanto la mirada dejando relucir sus ojos cristalinos– No contesta mis llamados y los mensajes que le mando lo responde de manera fría y cortante, la última vez nos íbamos a juntar pero me dio de lado diciéndome que tenía una reunión y no podía venir.
–Pero eso no significa que no te quiera –Trato de tranquilizar al castaño que dejaba escapar unas pequeñas lagrimas traicioneras– Puede que esté ocupado, sabes que Akashi-kun es así.
–Lo se Kuroko –Se limpió las lágrimas– Pero mira –Le paso su celular dejando en vista el último mensaje entre ambos.
“Sei amor, estas bien hace mucho que no hablamos” “Koki no tengo tiempo para ti, no me molestes”
Al terminar de leerlo sin poder evitarlo los ojos del peliceleste se abrieron de la impresión– Vez a lo que me refiero –Finalizo para dejar que las lágrimas que estaba conteniendo, se derramaran en sus mejillas y se perdieran en su ropa.
Se quedaron hablando un rato en el gimnasio tratando de encontrar una solución a la actitud del emperador, pero el peliceleste al igual que el castaño le extrañaba la actitud del pelirojo, solo pudo asegurarle a su compañero qué hablaría con él para saber que sucedía, dejando a un cachorro más tranquilo por la ayuda y apoyo que estaba recibiendo.
Ya más tranquilo se levantaron para dirigirse a las duchas donde sus compañeros aguardaban ya listos para irse, por lo que rápidamente se ducharon saliendo a los 10 minutos para reunirse con sus compañeros dirigiéndose a la salida, el ánimo del castaño se había recuperado un poco gracias a la sombra que seguía dándole vuelta al asunto, pero lo ocultaba para no preocupar a sus amigos.
Caminaban conversando de cosas varias sacando risas a sus compañeros, quienes al igual que el fantasma se dieron cuenta que algo le pasaba al castaño, siguieron bromeando cuando de pronto un castaño se congela mirando al frente, donde todos miraron para encontrar al capitán de Rakuzan que se acercaba a ellos mirando con frialdad al castaño.
-S…sei –Sonrió al tenerlo cerca pero una cachetada en su mejilla lo hizo caer al suelo dejando a los presentes congelados ante la acción del emperador, el primero en salir del trance fue el tigre que miro a su compañero con la mejilla roja por el golpe.
–¿Q…que le haces a Furi? Bastardo –El tigre furioso se soltó de su novio, para abalanzarse al emperador pero fue detenido por Izuki y hyuga antes de que lo golpeara.
–Veo que te divertiste conmigo, Furihata Koki –El emperador miraba con odio al castaño en el suelo, que aún se encontraba en shock ante el golpe recibido
-S…sei –El castaño miraba como esos ojos no eran de rojo como recordaba, sino que tenían un pequeño destello dorado dejándole en claro que el otro Akashi estaba en su presencia– ¿D…de que hablas?
–¿De qué hablo? –Sonrió fríamente sacando su celular para aventárselo al castaño, quien lo tomo antes de que callera –Ábrelo –Ordeno.
El castaño temblando abrió el aparato, dejándole ver un mensaje que tenía una foto suya besando a otro hombre.
–E…esto….es mentira –Se levantó mirando al emperador que ni se inmuto ante la mirada del castaño.
–Mentira –Sonrió dejando a los demás helados– Aunque no esperaba que lo aceptaras, nunca pensé que me mentirías teniendo la prueba delante.
–No estoy mintiendo –Le reprocho el castaño, soltando el celular– En verdad me crees capaz de eso, sei.
–No me llames así –Le corto– Una persona de tu clase me espero cualquier cosa, mi padre tenía razón eres una puta –No pudo continuar al sentí la mano del castaño en su mejilla.
-No te permito que me faltes el respeto –Lo miro dolido– Akashi Seijuro.
–Yo soy el que no te permite eso –Avanzo pero fue detenido por Kuroko que se interpuso entre medio, con el celular en mano.
–Akashi-kun, detente en este instante –El peliceleste miraba con seriedad a su ex capitán.
–Kuroko –El emperador se detuvo ante la intensa mirada– Veo que no te sorprende la imagen, lo sabias.
–Akashi-kun, piensa antes de actuar o te arrepientas –Le advirtió viendo el error que estaba cometiendo su ex compañero
–Arrepentirme –Sonrió con ironía– De lo que me arrepiento fue el maldito día que me enamore de esta puta, no quiero volverte a ver en mi presencia o usare todo mi poder para destruirte Furihata Koki.
–El que no te quiere ver soy yo –El castaño se adelantó– Nunca te perdonare esto Akashi Seijuro, desde hoy estoy muerto para ti y para tu adorado padre.
–Eso espero, porque la próxima vez no seré tan benevolente –Se giró para tomar el auto que lo esperaba, dejando a todos congelados y aun castaño que miraba con furia el auto que se llevó a la persona que lo insulto y rompió su corazón.
–Furi –El tigre se acercó al castaño quedándose con las ganas de golpear al emperador puesto que sus compañeros se lo impidieron.
–No te preocupes, Kagami –Sonrió para calmar el ambiente.
–Pero ese bastardo –Abrazo al castaño– No te preocupes, nosotros te creemos.
–Gracias –Sonrió dejando que las lágrimas corrieran por sus ojos, todos rodearon al castaño dándole su apoyo, mientras que aun lado estaba el peliceleste con ambos celulares en mano, abrió el propio para mandar un mensaje a las personas que lo ayudarían a destapar este problema.
………………………..En el celular del peliceleste……………………………..
Chicos, Necesito juntarme con ustedes sin que se entere Akashi-kun, tenemos un problema (No puedo comentar por mensaje), pero pueden juntarse conmigo mañana en la cafetería de siempre a eso de las 2 Pm.
Kuroko.
Envió el mensaje recibiendo respuestas de inmediato, por lo que abriendo nuevamente su celular vio los siguientes mensajes.
Kise
Por supuesto, cancelare mi trabajo para ir.
Aomine
Está bien, nos vemos allá tetsu
Midorima
OK
Murasakibara
Está bien, llevare dulces.
Cerrando su celular se unió a sus compañeros, que le daban al castaño el ánimo para seguir, ya una vez más tranquilos se separaron dejando al castaño en cuidado de fukuda quien lo acompaño a su casa.
–¿Estas mejor? –El pelinegro miro a su compañero que se disponía entrar a su casa.
–Estoy bien, gracias Fuku –Se giró sonriendo a su compañero, quien le devolvió la sonrisa– No dejare que esto me afecte no te preocupes, bueno nos vemos mañana, adiós
–Adiós –Vio a su compañero alejarse, para entrar a su casa y ver a su familia reunida quien le dio la bienvenida y se excusó con que estaba cansado, por lo que se fue a su habitación ante la atenta mirada de satoru su hermano mayor, que no creyendo nada entro al cuarto de su hermano justo al momento que lagrimas caían por su rostro, sin dudarlo se acercó a abrazarlo para consolarlo.
–¿Ko, que pasa? –Los suaves sollozos de su hermano pequeño lo detuvieron, dejando que llorara todo en sus brazos, llanto que de vez en cuando salía con un “Porque” “Sei te odio”, esas fueron las palabras que le dieron a entender que el culpable del estado de su hermano no era otro que el novio de este.
“Akashi Seijuro, Me la pagaras”, fue el pensamiento en la mente de satoru quien seguía consolando a su hermano, quien entre lágrimas se durmió.
Continuará...