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Hermanastros por pri_sasukelove20

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Notas del fanfic:

Hola queridos lectores. Vengo a saludarlos, y decirles (estoy viva) y pedir perdón por las largas ausencias. Mi inspiración debía servir para continuar con los capítulos escritos por la mitad de mis otras historias, pero en su lugar, solo me ayudó a hacer este loco, raro OneShot (? Espero que al menos, les haga pasar un buen momento. El lemon es diferente a lo que tengo acostumbrado, no quise detallar demasiado porque no lo creí importante XD

Sepan que estoy en la pagina, y que, actualizaré, más tomará tiempo y puede que un capitulo a la semana. Tengan paciencia de esta pobre autora. 

(Los personajes son de Masashi)

 

La vida de dos pequeños de siete años, cambió drásticamente un día, una nueva familia comenzaba a conocerse por primera vez.

—Naruto, el es Sasuke, será tu nuevo hermanito.

—¿Hermanito…?

Ambos se observaron unos instantes, sorprendidos y hasta emocionados, el pequeño blondo de ojos azules siempre había deseado un hermano, alguien con quien jugar y compartir momentos especiales, vivir solo con su mamá en un pequeño apartamento era realmente aburrido. Él y su madre habían perdido a su padre, era piloto, y trágicamente el avión en el que iba, sufrió desperfectos graves, nadie sobrevivió. Había llegado el momento que su mamá volviera a sonreír y de que él, pudiera tener un nuevo papá, aunque nunca dejaría de amar a su querido progenitor que siempre fue tan dulce y sobreprotector.

—Sasuke, saluda, no seas tímido.

Por otra parte, el pequeño azabache de ojos ónix pensaba exactamente lo mismo, aunque todavía y pese a una temprana edad, seguía dolido tras los últimos acontecimientos en la familia. Cuatros meses atrás aproximadamente él y su padre, perdieron a su madre y su hermano mayor en un accidente automovilístico, Sasuke era inteligente y sabía muy bien cuanto había sufrido su progenitor, largas semanas escuchándolo llorar en el cuarto clamando desesperadamente el nombre de su mamá muerta. Por esa razón, estaba feliz de que su papá hubiera encontrado un nuevo amor aunque todo transcurría demasiado rápido y necesitaba tiempo para adaptarse, pero…

—Hola, Sasuke, yo… nosotros-exclamó nervioso—Estoy contento de tenerte como mi hermanito.

Sasuke miró esa deslumbrante sonrisa y todos sus miedos, tristezas y dudas lograron disiparse rápidamente.

—Yo también, Naruto-sonrió.

 

Diez años después.

 

La familia estaba compuesta por Kushina, Fugaku y sus dos hijos. El padre de Sasuke era un empresario muy reconocido en los negocios, dinero les sobraba, su familia estaba muy bien económicamente y se daban los gustos necesarios. Gracias a ello, Kushina cuidaba muy bien de su apariencia y llegó a convertirse en una modelo famosa por su belleza y su juventud tan codiciada por otras féminas de bajos recursos. Ella posaba para revistas, publicidades de ropa a excepción de ropa interior por respeto a su esposo, y hasta la invitaban a programas exclusivamente para gente especializada en la moda. Hacia sus viajes a otros países junto a su equipo, era una mujer de pasarela, y por ello con ambos padres ocupados, los jóvenes adolescentes se la pasaban en su mayoría conviviendo solos en la gran mansión Uchiha.

—Naruto, haremos una fiesta en mi casa, mis padres no estarán y podremos beber alcohol hasta explotar. ¿Te prendes?

—Suena interesante, pero lo siento, tomar no es lo mío.

—Oh, que aguafiestas. Seguro que Sasuke se prende, mira, justo viene…-el moreno entraba al salón dando un bostezo, los últimos exámenes lo habían aniquilado hasta el cansancio—Sasuke.

—¿Qué?-se sentó junto a su hermano.

—Me preguntaba si querrías venir hoy a casa, habrá alcohol y muchas chicas, seguramente tendrás toda la noche ocupada. ¿Qué me dices?

—Naruto, ¿tu irás?-miró al blondo.

—No.

—Entonces no. Gracias de todas formas, Kiba.

—Ah, que par de aburridos. Pero si prefieren quedarse solos… ¡Chicos, están invitados todos esta noche!-gritó, la clase se entusiasmó, ya estando en ultimo año buscaban disfrutar lo máximo posible su vida estudiantil.

—¡Viene el profesor!-entró corriendo un compañero advirtiendo que se comportaran. Toda la clase calló y abrieron los libros como si nada.

—Buenos días, alumnos.

—Buenos días, profesor Asuma-respondieron a coro parándose de sus asientos.

—Comencemos con la clase, hoy haremos repaso para el examen de la semana que viene.

Otro día monótono para los hermanos Uchiha.

Naruto resolvía algunos ejercicios en su propio cuarto de estudio, estaba concentrado hasta que su hermano, mayor por cuatro meses de diferencia, irrumpió tocando la puerta.

—Pasa.

—Mamá me llamó-entró teniendo su móvil en la mano—Dice que es muy peligroso que vayamos al instituto caminando, qué porque no vamos en limusina, al final, le está pagando al chofer por nada-comentó con una media sonrisa.

—Nuestra madre siempre exagera, ¿verdad?

—Pero se preocupa por nosotros.

—Es verdad, no deberíamos ocasionarle tantos problemas. ¡Ya sé!-tuvo una idea—Mentiremos.

—¿Estás loco?

—Ella nunca lo sabrá. Después de todo, tardará en regresar de su gira de modelaje. Y papá se la pasa demasiado encerrado en sus aburridas reuniones con sus clientes… nadie tiene porque saberlo.

—Perfecto-sonrió—Le avisaré, te dejaré con tu tarea.

—Gracias.

Su relación a lo largo de los años, era muy unida. Ambos pensaban como una sola persona, como si en realidad fueran hermanos de sangre. Como gemelos. No imaginaban una vida sin el otro a su lado, llegó hasta hacerse entraño entre el círculo de amigos del colegio, pero el mundo prefirió guardar silencio de lo que pronto cambiaría radicalmente.

—Señorito, el amo Sasuke llamó. Hoy no cenará en casa, pasará la noche en lo de una amiga-habló la mucama.

—Entiendo-respondió seco. Se levantó de la mesa—No quiero ser molestado.

—Pero, ¿no comerá? ¿Llevo el plato a su habitación?

—Perdí el apetito-se retiró subiendo la larga escalinata hasta el primer piso de los dormitorios.

El cuarto de Sasuke tenía la puerta entreabierta. Entró y miró a su alrededor, todo organizado, sonrió, sin pensarlo demasiado se acostó en su cama, sus ojos alcanzaron a ver su camisa favorita color negra apilada sobre una silla y perfectamente doblada, lo atrajo con su mano y aspiró su delicioso olor. El aroma de su hermano era embriagador.

—Sasuke…-apretó la tela entre sus dedos sin apartar la nariz de ella—Sasuke…

Y comenzó a tocarse en la entrepierna. Esa sería una de las muchas advertencias de sus propios sentimientos. Su amor estaba creciendo demasiado.

Los días seguían, el tiempo hacía de las suyas, Sasuke esperaba a su hermano cerca del gimnasio. Él y su equipo jugaban baloncesto. Una chica nerviosa, tímida y de apariencia gentil, se acercó hasta él.

—Sasuke-kun, yo, yo quisiera…

—Guardó silencio—

Extendió su mano algo temblorosa con un sobre que llevaba un corazón en el centro.

—¿Po-podrías dársela a Naruto-kun…? Yo lo he intentado, pero-

—Está bien, lo haré, Hinata-la tomó.

—¡Mu-muchas gracias! Te estaré eternamente agradecida, adiós-la chica se despidió, alejándose rápidamente. A solo unos pasos, un grupo de féminas le abrazaba y le sonreía.

Su confesión de amor ahora estaba en las manos del Uchiha. Media hora después, las puertas se abrían, y el blondo salía con una toalla rodeando su cuello envuelto en sudor.

—Sasuke.

—¿Qué tal el partido amistoso?-preguntó recargado en la pared.

—Ganamos-sonrió—Como era de esperarse.

—Tú siempre serás el mejor, y espero que el equipo, lo tenga bien claro.

—Sí…-susurró sonrojado, bajó la mirada—Iré a las duchas.

—Te acompaño.

—¿Sucedió algo mientras jugaba?

—No, todo normal-exclamó al tiempo que apretaba la carta en su bolsillo y la volvía un bollo insignificante de papel.

Las señales iban aumentando.

Fue una tarde, un día sábado en el que regresaba de un partido callejero con sus amigos, y venía emocionado por contarle los detalles a su querido hermano mayor. Lo único que quería era verlo, subió las escaleras y entró a su cuarto sin tocar.

Grave error.

—Sasuke, no sabe-

—Naruto…

Sasuke estaba con una chica en la cama, desnudos tal como Dios los trajo al mundo, el impacto fue tanto que quedó boquiabierto y sin habla. Sin pronunciar palabra cerró la puerta y se encerró en la habitación. Escucho gritos tumbado en su cama. Sasuke le gritaba a la chica que se largara de una vez, se oía desesperado, furioso, dolido. Escuchó sollozos de la chica y una puerta cerrarse bruscamente, luego pasos hasta su cuarto.

El rubio cerró sus ojos, tranquilizó su respiración, intento calmarse. Las lágrimas no dejaban de salir, empapaban las sabanas.

—Naruto.

Silencio.

—¡Naruto, abre la puerta!-gritó.

Silencio.

—¡NARUTO!-Sasuke se tumbó contra la puerta—No me iré de aquí… tarde o temprano tendrás que salir.

Más las horas pasaban, y él no salía, el azabache tuvo que desistir y encerrarse en su propia habitación. Las cosas comenzarían a cambiar. Al día siguiente, el ambiente era tenso. Ambos cenaban en el enorme comedor sin sus progenitores. Muchas veces preguntándose si tenían padres.

—Retírate-habló Sasuke, a la mucama. Sin estorbos en el recinto no dudó en acercarse hasta su hermano—Naruto, necesitamos hablar seriamente.

—No hay nada de que conversar, Sasuke-la mirada del oji-azul era fiera y muy fría—Estamos en la edad de querer tener sexo, no hay nada de malo en eso.

—Yo tengo que explicarte-

—La próxima tocaré tu puerta, y pídele disculpas a tu novia por mí, ¿sí? lamento haber interrumpido su momento tan intimo, yo-

—Naruto, estás…

—¡NO ME MIRES!-golpeó la mesa con sus puños, la taza de café voló al suelo, empujó la silla para atrás y salió corriendo a su único refugio seguro.

—¡Naruto!-corrió a seguirlo—¡Espera!

En cuanto llegó a su habitación estuvo a punto de cerrarla, pero su hermano metió el pie impidiéndole tal acción. Uso su peso y logró entrar al cuarto del blondo, por la fuerza, Naruto retrocedió y Sasuke cerró la puerta poniéndole llave. Ambos solos.

—¡¿Que mierda estás haciendo?! ¡Fuera de aquí!-se levantó rabioso—¡Quiero estar solo! ¿Es que no lo entiendes?

—¡¿Es por mí, verdad?! ¿Por mi estás llorando? Yo… yo no quiero verte sufrir de esa manera.

—Ja, ja, ja… no te creas tan importante, imbécil-se burló.

—Naruto, siempre has sido pésimo para las mentiras.

—…

—Naruto-quiso acercarse.

—NO TE MUEVAS-pero fue obligado a guardar distancia.

El muchacho de ojos cielo finalmente abriría su corazón frente a la persona que más amaba con locura. Pasó su mano por sus hebras rubias, secó sus ojos con la manga de su camiseta.

—Sasuke, yo, he sido muy feliz a tu lado. Desde que comenzamos a vivir bajo el mismo techo, aún sin nuestros padres de por medio, tú te volviste la persona más importante en mi vida. Lo hacíamos todo juntos y eso continuó hasta ahora, y pensé que seguiría de esa manera, pero me equivoque-lo miró fijamente con los ojos hinchados.

—Eso no-

—Déjame terminar, por favor-le interrumpió, bruscamente—Nuestro vínculo ha sido destruido, pero es entendible. Es algo que pasaría aunque ninguno de los dos lo quisiera, tú y yo, haremos nuestras vidas por separado y haremos una familia, pero no importa, yo sé que, pase lo que pase, siempre seremos her-

—¡NO! ¡No aceptaré esa mierda de excusa!

—¡No me grites!

—Tú no lo entiendes, idiota.

—Sasuke, detente o-

—¡TE AMO!

Silencio.

Silencio.

—No se bromea con algo así, ¿sabes?

—Yo nunca bromearía con mis sentimientos, Naruto-caminó hasta él, frente a frente—Si, me acosté con ella-lo confesó—Pensé que podría olvidarte. Estaba asustado. Todo el tiempo estabas en mi cabeza, y yo, yo llegué tan lejos como para masturbarme pensando en ti, si me acostaba con una chica, quizás podía…-tomó el rostro de su hermano suavemente—Pero no fue así. Aún en medio del sexo, tú estabas allí, y solo alcance el orgasmo al imaginarme en ella, tu hermoso rostro-susurró.

El blondo estaba estupefacto. Apartó sus manos, todo un mar de confusión y miedo lo invadió de repente.

—Esto está mal, Sasuke-le dio la espalda—Yo… yo también, te amo, te amo hasta el borde de la locura. No creo poder arrancarte de mi pecho y me asusta.

—No tengas miedo-abrazó su cintura, apoyó su mentón en el hombro—Yo estoy contigo. Vamos a estar juntos, ahora y para siempre.

—Pero nuestros padres, los demás, es demasiado.

—Nadie lo sabrá. Ellos no están casi nunca. En cuanto nos independicemos, iremos a vivir juntos. ¿No te gustaría? Lejos, muy lejos de la gente curiosa.

—Sasuke…-se separó y lo miró fascinado.

—Ya no puedo vivir sin ti, Naruto.

—Señorito Naruto-tocó su puerta—Me retiro a descansar. Su hermano Sasuke no se encuentra en la mansión, quería saber si se le ofrecía algo más.

Silencio.

—Señorito, ¿está ahí?-tomó el picaporte y-

—No necesito nada, puedes ir a descansar, Shizune. Y en cuanto a mi hermano, él se sabe cuidar muy bien, no te preocupes.

—Como usted diga, buenas noches-los pasos comenzaron a oírse lejanos. La servidumbre dormía  en el piso de abajo.

Dentro de la habitación el ambiente estaba caliente, y era en el buen sentido.

—Naruto.

—Más rápido, no te detengas.

Sasuke y él estaban envueltos en las sabanas, teniendo sexo. El hermano mayor embistiendo como poseso al menor contra el respaldar, nunca pensó que el sexo podría ser tan maravilloso, no lo creía posible hasta que probo a su hermoso rubito entre sus brazos.

—Ah, ah, ah, Sasuke…

—Casi nos descubren-jadeó, introduciendo su miembro hasta el fondo—¡Naruto!

—¡Ah! Esto es… es delicioso, joder-apretó sus dedos en la espalda de Sasuke—Dime que soy el mejor-logró tomar su rostro con una de sus manos—Soy mejor que ella, ¿verdad? ¿Te gusta hacerlo conmigo, Sasuke?

—Eres mil veces, no, infinitamente mejor que ella. Tú eres maravillo-besó sus labios, aumentando las estocadas.

—Mm… Sasuke.

—Naruto-aumentó el ritmo, su cuerpo lo exigía, la entrada del rubio comenzó a presionarlo. Su pene estaba a punto de llegar a clímax.

—No pares… no pares.

—Naruto, Naruto, Naruto…-sacaba y metía su miembro en el dulce interior de su amante, su mente se puso en blanco.

—¡Dentro de mí, Sasuke, dentro!-gritó, sabiendo que culminaría. Sus piernas lo enroscaron y finalmente esa acción lo llevó a la gloria.

—¡Ah!-su semilla llenó las entrañas del blondo sin parar. Cayó sin fuerzas sobre su pecho.

—Se siente tan bien, Sasuke… te has venido mucho-sonrió.

—Fue por ti-levantó su rostro y lo besó con ternura, enredaron sus lenguas degustándose con toda pasión—No tengo pensado parar aquí, hermano.

—Ya lo sé-sonrió abiertamente—Es mi turno, Sasuke. Quiero poseerte-acarició su mejilla.

—Pensé que nunca me lo pedirías, mi amor.

Para este par raro de hermanos, de hermanastros, no existían límites.


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