Mire la luna y como la ciudad poco a poco se va apagando quedando solo unas luces prendidas. Respire hondamente y cerré la puerta detrás de mí. Desde aquí puedo escuchar sus respiraciones tranquilas, están dormidos y es mejor así. Camine con las manos en el suéter y saludando con una leve sonrisa y un asentimiento de cabeza a la gente que están por las calles.
A casi llegar a las afueras de la ciudad, me escondí en un callejón, llene mis pulmones de aire captando el aroma de los humanos y suspiro. Cerré los ojos cuando mi cuerpo entera comienza a temblar, sentí como mis colmillos aparecen y gruñí encorvándome. Duele, siempre las transformaciones duelen.
Terminando la metamorfosis, sacudí mi cuerpo estirándome y pude ver mi reflejo en la ventana de un carro. Mi piel se ha vuelto pálida, sin rastro de mis lunares, como la de un fantasma o mejor dicho como la de un muerto, las aletas de mi nariz se han juntado viéndose mi nariz más afilada, el contorno de mis ojos y mis parpados enteros oscurecieron. Mis labios se volvieron de un color azul oscuro y mis ojos en un intenso e intimidante color carmesí.
Llevo mucho tiempo huyendo de mi verdad, de lo que realmente soy y ya no puedo contenerlo mas, por el bienestar de mi familia. No soy un simple humano, soy un inmortal. No, soy más que eso. Soy humano pero también vampiro. Mitad humano, mitad vampiro. Mas me gustaría ser solamente un humano, un mortal. Nacer, reproducirse, envejecer y morir, las leyes de la vida.
Coloque la mascara en mis rostro para ocultarlo y corrí a gran velocidad para llegar al bosque. Hace semanas que no e tomado sangre, tal vez un par de meses y mi cuerpo ya la pide a gritos. Nunca me e alimentado, y nunca lo voy hacer, de un humano, solo de animales. Podía considerarse algo así como un vampiro vegetariano, como solía decirlo mi papá.
Me detuve y volví a olfatear hondo. Mis pulmones se llenan del exquisito olor de la sangre y abrí los ojos excitado, sintiendo como todo mi cuerpo gruñe y jadee. Sin pensar en nada más me dirigí a ella, disminuyendo la velocidad a unos metros y observe al animal muerto pero con la sangre fresca. Respire hondo de nuevo llenándome las fosas nasales del aroma y bufe, soltando el aire poco a poco. ¡Sangre! Ensanche mis labios mostrando mis colmillos y me dejo llevar por el deseo que se apodera de mí.
De pronto, se escucho un estruendo, como si hubieran aventado cohetes artificiales y sentí en diferentes partes de mi cuerpo, sobre todo en mis piernas como algo me atraviesa provocándome mucho dolor y caí al suelo gritando. ¡Me dispararon! Mire la sangre morada salir de mis heridas, solloce y al levantar la mirada, entre en shock.
Personas vestidas de gris con negro y en estampado extraño en el lado del corazón con armas salen de mí alrededor para acorralarme. ¡Cazadores! ¿Por qué no los había olido antes? Me levante de un salto movido por el miedo y salí corriendo sin detenerme un segundo. ¡Tengo que escapar! Sin embargo mi velocidad no es como antes por las heridas y rápidamente escucho gritos indicando que están acercándose y mire flechas y balas pasar cerca de mí sin llegar a herirme.
Mis ojos se llenan de lágrimas y mordí con fuerza los labios para acallar los sollozos que se atoran en mi garganta. A los lejos distinguí una cascada y sin pensarlo dos veces, me dirigí a ella y salte. Flechas y balas cayeron al igual que yo y una flecha se clavo en mi brazo derecho. El oxigeno escapo de mis pulmones pero no salí a la superficie, nade a la cascada y me oculte detrás de ella. Mi respiración es dificultosa pero intente calmarla. Es de noche, espero que no se atrevan a buscarme. Tenia que haber pensado que el animal era una carnada. Soy un idiota y caí en su trampa.
-¡Se aventó por la cascada!
-¡No podemos permitir que escape esa aberración!
-Pero esta oscuro-murmuro alguien
-Yo no iré-replico otra
-Yo si. Yo voy
Esa voz era firma, grave, ronca y llena de seguridad y autoridad, una voz de un hombre joven.
-¿Estas seguro Derek?
-Si-afirmo Derek-Denme una linterna
¡No! Escuche como cayo al agua y mi corazón se encoge por el miedo. Aunque sea un asesino por naturaleza por lo que soy, nunca e matado a nadie y no quiero empezar ahora. Pude mirar como nada y entra atrás de la cascada. Detuve mi respiración cuando lo mire asomar la cabeza y detener su mirada en mí.
Era un joven de cuando mucho unos 17 años, cuando mucho. Su cabello mojado era negro y ojos de un color verde, como esmeraldas sin embargo eran penetrantes e intensos y resaltaban su muy atractivo rostro pero su ceño fruncido, con espesas cejas tan negras como su cabello, le daba un aspecto intimidante y rebelde. Alto, se podía apreciar por su ropa húmeda pegada al cuerpo que era musculoso pero delgado, su piel de un tono moreno y su expresión era una mascara de aburrimiento todo lo contrario a sus ojos expresivos que no se despegaban de mi. Incredibilidad, sorpresa, emoción, una extraña combinación.
No pude apartar la mirada captando cada uno de sus movimientos. Nadó hacia mí y yo me pegue más contra las rocas encajándomelas en la espalda y lastimándome más. De pronto ni medio metro nos separaba y el, Derek, levanto una mano y toco mi mascara con la yema de los dedos. Abrí mucho los ojos al notar que me la quiere quitar. ¡No lo puede hacer! ¡No puede ver mi rostro! Salte hacia atrás y por el movimiento brusco, me golpe la cabeza y le flecha me lastimo más haciéndome gemir. El chico bajo la mirada a la flecha, levanto la otra mano y me volvió a observar a los ojos, sonrió levemente mostrando un par de hoyuelos en las mejillas y haciéndolo ver más guapo… ¿Por qué tengo esta clase de pensamientos?
-No voy hacerte daño-murmuro
Mi corazón se estremeció y rogué porque no lo alcance a escuchar. Lo observe sorprendido pero sobre todo confundido. No logre moverme cuando tomó delicadamente mi brazo y con las yemas de sus dedos acarició mi brazo desde la punta de mis dedos hasta la flecha. Sentí una rara corriente atravesar mi cuerpo ante su contacto y jadee cuando sacó la flecha. La sangre comenzó a fluir con rapidez. Mire la flecha en su mano, luego la otra que sostiene mi brazo y finalmente otra vez a su rostro conectando nuestras miradas. Soltó la flecha y levantó su mano hacia mi mascara con la intención de quitármela.
-¡Derek! ¿Está todo bien abajo?
Su mano se detuvo y luego la deja caer, su sonrisa desapareció y su ceño se vuelve a fruncir.
-Si, estoy bien, todo esta bien
-¿Y el vampiro?
Puse los ojos en blanco por el miedo y logre imaginarme siendo asesinado por todos, incluso por Derek. Cerré los ojos, aleje mi brazo de el y temblé asustado. Un gemido escapo de mis labios. Lo siento Melissa, Scott, Erika, los amo. Solo me hubiera gustado despedirme adecuadamente de ellos.
-No. No esta, el vampiro no esta-dijo en voz alta-El escapo
Abrí los ojos y lo mire estupefacto, el nunca dejo de verme. ¿Escuche bien? ¡El es un cazador y yo un vampiro! Se supone que debe dar órdenes de que me ejecuten. Una sonrisa juega en sus labios y su ceño se frunce más.
-No te alimentes de humanos-ordena
Se dio la vuelta y se volvió a sumergir en el agua. Segundos más tarde desapareció de aquí. Yo no logre creer lo que acababa de pasar y sigue mirando por donde se fue.
¿Me ha perdonado la vida?