Amour and Blut por Almaschmetterling

Objetos que evocaran que tuviesen relación con el sol, esa era su debilidad y los “Blancos” lo sabían.

Corría como desesperado, lamentablemente esa cadena de oro que le habían puesto en el cuello le hacía perder fuerza y lo hacía correr solo como lo haría un humano simple y común, aun así esquivo bastantes ramas que le hubiesen hecho tropezar. De aún ser humano ya lo habrían capturado, por suerte aun conservaba sus habilidades más fuertes para sobrevivir y escapar.

Aunque su yo humano no sería de ningún interés para ellos, pues buscaban a personas que no lo fuesen o mejor dicho los que habían sido convertidos, pues eran más fáciles de traicionar a quienes le hubiesen convertido, aquellos de “sangre pura” los que convertían a cualquier ser humano si les dejaban algo de sangre en el torrente sanguíneo. Lo querían capturar precisamente a él, porque habían averiguado que era él que el que su “amo” había decidido convertir en aquel con el cual se engendrarían más  vampiros puros de entre todos los que había convertido.

El castaño creyó estar un poco más a salvo cuando llegaba al punto donde el bosque se perdía y aparecía la ciudad abandonada oscura y fría que llevaba a esa mansión donde estaba su pareja, pues solo eran quince minutos de viaje normalmente, aunque claro ahora le costaría un poco puesto que teniendo velocidad humana…

Mientras seguía corriendo la niebla que de algún modo le ayudaba a escapar, se disipo y la luna  empezó a iluminar el camino que era un piso empedrado lo cual parecía de ese tipo de ciudades antiguas. Era una bonita ciudad a pesar de no tener ningún habitante humano, pensó Furi empezando a caminar  algo más relajado creyendo que quizás ya estaba fuera de riesgo.

Una figura iluminada por la luna le indico que así no era. Furihata Kōki trago saliva, era justo el más peligroso de los blancos, a pesar de que en cierto modo podría llegar a pensar que entre todos ellos era el menos fuerte era todo lo contrario. A pesar de su cara amable sus ojos delataban sus verdaderas intenciones.

-¿Realmente pensabas que ibas a escapar? Como todos los hijos de los estirges eres demasiado estúpido. -Dijo con esa voz entre autoritaria y calmada que hasta tenia cierto toque sensual. El castaño se estremeció al escucharlo, aunque podía ser un vampiro y había dejado bastantes miedos de atrás en el pasado nunca hubiese pensado que este nuevo mundo también le haría pasar miedos nuevos. Esa persona le daba demasiado terror.  

El líder de los blancos se acerco al vampiro  tranquilamente confiado en sí mismo. Les decían blancos porque para ellos el blanco significaba pureza, limpieza, el fin de todo lo malo y lo ruin. Aunque también les decían eso por los uniformes blancos que solían llevar todos.

Se acerco suficiente a Furihata quien ya estaba temblando y retrocedió un poco pero al sentir cierto olor supo que los demás blancos lo tenían rodeado. El líder  sonrió aun más amplio, sin dejar de mirar al vampiro que ya casi tenía a su merced. –Parece que ya notaste que no tienes escapatoria.

No. No se iba a resignar a ser el que no tuviese ningún tipo de escapatoria, quizás con su pareja realmente no había  tenido opción pero eso era muy distinto. Los mataría, succionaría las sangres de todos ellos, no iba a dejarse vencer.

-No pienses en alguna tontería como atacarnos.-Hizo un gesto molesto al ver la postura defensiva que estaba tomando aquel vampiro-Tenemos los cuellos protegidos para cualquier ataque siempre, no nos vas a detener, el único que saldrá perjudicado eres tu si no nos obedeces vampiro.-

-¡No! ¡No voy a obedecer y no pienso lastimar a Sei!-

-¿Ya lo llamas así? ¿Acaso no tienes un poco de respeto por ti mismo? El acabo con tu vida y te convirtió en lo que eres ahora.- El hombre hablo de forma despectiva-Tenemos que acabar con este ciclo de maldad y corrupción. Ustedes están alejados de la pureza que es la magnificencia del sol ¿Saben lo que son ustedes? Son demonios que besan la oscuridad, lejos de la pureza, por eso nosotros venimos a hacer un mundo puro y  yo vengo de la manera más amable a que cooperes con nosotros en este magna labor, eso limpiara parte de tu alma para poder llevarte al cielo eso es lo que debe de pasar.

- No voy a cooperar con ustedes-La voz del castaño sonó firme.

-Es una verdadera lástima-Menciono el líder, supongo que simplemente hay que convertirte en el polvo que eres.

-¿Perdón? ¿Crees que te voy a dejar que dañes a mi pareja? –Furi sintió que alguien lo abrazaba por detrás era su pareja quien con un chasquido de dedos hizo que se rompiese esa cadena que limitaba los poderes del vampiro castaño.-Nos volvemos a ver. Quizás debería deshacerme de ti en vez de hacer que vuelvas a tu lugar de origen “Oreshi”

El jefe de los blancos puso un rostro de desagrado al ver al vampiro que era físicamente igual que él, pero con un ojo color dorado.

-No entiendo de que me habla-El pelirrojo líder de los blancos fingió no entender.

-Lo sabes muy bien, eres mi otra mitad, deberías volver al lugar donde perteneces.-El vampiro abrazo por la cintura a Kōki.-Pero creo que ya no te necesito. –Hizo un chasquido de dedos e hizo arder a su gemelo- Tú –Mira al castaño que en silencio veía todo-No sales de nuevo sin autorización.

-Pero Sei…es que…-

-Es que nada, eres mi pareja y quien engendrará mis hijos.-

El castaño hizo un gesto de molestia. Se había enamorado de aquella persona que le había convertido en vampiro a pesar de que como la mayoría de los neófitos solían odiar a quien les había convertido en un principio, pero le molestaba a veces lo controlador que era con él. El también necesitaba respirar un poco a veces.

Y pensar que todo había comenzado cuando Furihata había ido de visita a Kyoto y le había conocido. A esa persona que cambiaria totalmente su mundo.

A Akashi Seijūrō jefe de los vampiros perteneciente al clan de la “raza pura”

Y que daría vueltas a lo que creía su mundo en 180° grados 


Continuará.