La generación de los milagros, sus parejas, Akashi Masaomi y Kōki Furihata llegaron a despedir a Akashi Seijūrō, quien había decidido estudiar en el extranjero, en América, para ser precisos.
—Te amo Kōki— dijo al verlo llorar.
—También te amo. Tengo algo importante que decirte, Sei.
—Nada de lo que digas podrá hacerme cambiar de opinión— para los presentes aquellas palabras fueron crueles.
El castaño apretó los puños y se dispuso hablar pero anunciaron los últimos minutos del vuelo.
—Nos vemos en cuatro años, Kōki— besó por última vez a su novio, se despidió de los demás y se dirigió a la puerta de abordaje.
———————————— 18 años después —————————
En la sala esperaban a que lleguen Akashi Seijūrō y Akashi Hana.
—Siento la demora — anunció un pelirrojo de 37 años de edad. Porte ejecutivo y vestido de negro.
—Sei-nii — saludo la adolescente pelirroja abrazándose del nombrado.
—¿Todo bien Hana-chan?— la joven asintió.
—No hay problema, Seijūrō-sama— aseguró viendo que el castaño bajaba las escaleras —¿Aquí o en el despacho, Kōki-sama?
—Aquí… — no le gustaría entrar al despacho que le traía muchos recuerdos. Aún no tenía fuerza suficiente para entrar.
—Bueno comencemos— dijo rompiendo el sello del sobre —Hoy 26 de mayo de xxxx a las 6:32 pm. Yo, Souchi Imayoshi, doy lectura a la última voluntad de Akashi Masaomi-sama, y me encargaré de que todo sea cumplido al pie de la letra.
Todos asistieron. Un joven castaño, piel blanca y ojos rojos tomó la mano de su castaño padre dándole apoyo.
—La primera cláusula del testamento: Lo heredado a Seiki , Hana y Hikaru Akashi no pasará a manos de segundas o terceras personas, eso incluye a sus padres. Ellos sólo podrán cederlo a su descendencia en partes iguales.
Todos asintieron nuevamente pero Seijūrō frunció el ceño.
—Hay unos puntos más, pero esos serán más tarde. Lo leí en primer lugar para que consideren las cosas. Al final quiero su respuesta y por favor, no me interrumpan— una vez que todos asintieron prosiguió.
—A mi hijo Akashi Seijūrō. Sé que nuestra relación no era la mejor. Hace 14 años me lo dejaste claro, no querías nada de mí o de Akashi Corp qué por eso creaste tú propia empresa,… pero eres mi hijo y no puedo dejarte en la calle. Te heredó el 15 % de las acciones en Akashi Corp y el 15% de la fortuna Akashi. Tú decides si aceptas y espero que lo hagas, sino todo pasará a manos de mi nieta Hana y su albacea será Kōki Akashi.
Todos miraron a Kōki. El castaño alzó la mirada, notaron las ojeras y lo pálido que se veía.
—A mi nieta Hana Akashi le heredó el 15% de las acciones en Akashi Corp., y el 15% de la fortuna Akashi. Así como una casa en New York. No importa lo que diga la gente eres una Akashi y debes portar el apellido con orgullo. Sé que te duele lo de tú madre pero tienes a tú padre, a Seiki y Kōki. Sonríe siempre mi princesa Hana— la pelirroja sonrió entre las lágrimas.
—A mi esposo, Kōki Akashi. Le heredó el 20% de acciones en Akashi Corp… y el 20% de la fortuna Akashi. Así como la editorial Hikaru.
—¿Editorial Hikaru?— intervino Seijūrō. Aquella era una editorial que había tomado fuerza en los últimos 10 años, más no sabía que era de su padre.
—Es una empresa formada fuera de Akashi Corp— explicó Imayoshi —Continuamos… Kōki, nuestra historia comenzó hace muchos años. Aún recuerdo el primer día que te vi. Supe que eras el indicado para Seijūrō— el pelirrojo apretó su puño y Hana miro entre ambos—Cuando me diste aquella noticia no sabes lo feliz que me hiciste. Recuerdo que hasta me desmaye.
Kōki rio por el recuerdo. Los demás observaban al castaño reír por primera vez desde el fallecimiento de Masaomi.
—Aquella noticia fue lo mejor que me pudiste ver dado… Ser abuelo por primera vez.
—¿Qué?— gritaron Seijūrō y Hana. Souchi lo ignoro y continúo leyendo.
—Gracias por dejarme apoyarte y ver crecer a mi nieto Seiki— Seijūrō y Hana miraron al castaño menor— Cuando vi el daño que mi hijo te hizo y aquella promesa que fue incumplida… te propuse casarte conmigo, lo que tú denominaste “locura”. Te convencí que era lo mejor para Seiki y no solo lo fue para él, para ambos también. Después de muchos años de amar a mi difunta esposa Shiori, te llegue amar a ti Kōki. En un principio rehuía de mis sentimientos por miedo al rechazo. Eres muchos más joven y habías sido pareja de mi hijo, así que estaba muy inseguro aunque eras mi esposo… inseguridad que acabó años después de casados y que aceptarás mis sentimientos. Lo cual, el día de hoy me hizo sumamente feliz y más con la noticia que me diste ante ayer— Kōki siguió llorando —Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo. En cuanto me diste la noticia modifique mi testamento por este... Espero que pasen varios años para que se lea este testamento...Te amo, Kōki.
—Te amo, Masaomi— lloró abrazado de su hijo.
—¿Qué significa esto?— grito Seijūrō. Miro a Seiki y éste solo lo ignoro. De seguro había entendido mal.
—Al final las respuestas —volvió a repetir Souchi —A Hikaru Akashi, le heredó el 15 % de las acciones de Akashi Corp y el 15 % de la fortuna Akashi. Hasta que cumpla la mayoría de edad, podrá tomar posesión de sus bienes. Mientras, Akashi Kōki será su albacea o bajo cualquier otra circunstancia, lo será Akashi Seiki.
—¿Quién es Hikaru?— cuestionó. Él no tenía hermanos excepto Seiki… y eso ya lo estaba dudando.
—Al final las respuestas — volvió a repetir Souchi.
—Seiki… Desde el primer día que supe que venías al mundo fui muy feliz. Nunca me gustaba verte llorar y menos cuando descubriste la verdad. Yo fui quien le hice esa propuesta a Kōki para que tuvieras una familia completa. No quería que vivieras de un lado al otro; yo sé cuan dañino pude ser… yo mismo lo viví y créeme, fue la mejor decisión que pudimos tomar. Nunca pretendimos ocultar tu origen, cuando hiciste preguntas te respondimos cada una de ellas, sin ocultar nada. Lamento lo que pasó aquel día, aquello te volvió callado y triste, pero Hana te hizo sonreír nuevamente. Quiérela y protégela como el hermano mayor que eres. Te amo mi preciado hijo, Seiki. Cuida de Kōki y tus hermanos.
—Sí, papá — respondió llorando y se abrazó a su padre.
—A mi hijo y nieto— Seijūrō y Hana miraron al castaño menor— Akashi Seiki le heredo el 35% de la fortuna Akashi y el 35% de las acciones de Akashi Corp. También lo nombró dueño de la mansión principal. Mientras sea menor de edad, Kōki Akashi será su albacea.
— En caso de que alguien quiera impugnar el testamento, su parte será heredada a Kōki Akashi. La lista de bienes heredados se las haré llegar en una semana. Eso es todo… Seijūrō-sama ¿Acepta su herencia?
—Sí— respondió sin apartar la mirada de Kōki —¿Qué significa todo eso y quién es Hikaru?
—¿Hermano?— murmuró Hana viendo a su tío Seiki.
—Estoy embarazado— respondió Kōki, Seijūrō abrió los ojos como platos —Tengo casi 5 meses. El día que le dije a Masaomi que estaba en cinta, decidió que se llamaría Hikaru— sollozo mientras se alzaba la camisa negra que ocultaba su pequeño vientre.
—Kōki-san— susurró Hana. Corrió y abrazó a su abuelo postizo.
—Tranquila, no llores Hana-chan.
—No conocerá al abuelo — dijo llorando.
—Tienes un gran corazón Hana-chan— dijo revolviendo-le su cabello rojo.
—E-eso no explica lo de nieto— dijo Seijūrō.
Kōki miró a Seiki, y éste solo se cruzó de brazos —Seiki. Es tu hijo.
—¿Qué?— Hana retrocedió y Seijūrō se levantó de su lugar.
—Hace 18 años. El día que te marchaste te lo iba a decir… pero dijiste que nada lo que dijera serviría para que cambiaras de opinión. Así que espere a que cumplieras tu promesa pero las llamadas y mensajes cesaron. No supe de ti por tres años. El día que regresaste llegué a ese aeropuerto a decirte y presentarte a Seiki pero llegaste con ella, con tu prometida. Anunciaste feliz que estabas comprometido y a la espera de tu primer hijo— rio con nostalgia.
—No te vi... yo.
—Estaba detrás de Masaomi. Mi mundo se me vino abajo. El que creía el amor de mi vida se había enamorado, comprometido y estaba la espera de su “primogénito”… Mientras el tonto de mí confió en su novio, esperó 4 años para verlo y decirle que habíamos tenido un hijo.
Recordó la mirada de decepción de todos, incluso su padre en ese aeropuerto. Después de eso supo que su padre se casaba con Kōki y que tenían un hijo. Miró a Seiki y éste lo ignoró… era su hijo… su primogénito.
—Dos años después me propuso que nos casáramos. Qué le diéramos una familia a Seiki. Como Seiki ya lo llamaba papá no hubo problemas… en un principio me negué, pero tenía razón. No quería que mi hijo viviera de un lado al otro y viera como su padre era feliz con su propia familia y a él lo dejaba de lado.
—Aceptaste— vio el dolor en Kōki mientras relataba.
—Sí… obviamente no teníamos intimidad. Era un padre para mí. Me dio un hogar y cariño cuando mis padres me echaron al saber de mí embarazó. Seiki tuvo con el una figura paterna y lo educó… poco a poco y con los años me fui enamorando de él. Masaomi se convirtió en el amor de mi vida. Creí que me rechazaría por qué tenía un hijo tuyo y era mucho menor pero me correspondió. Hace 8 años que consumamos el matrimonio, cuando nació Seiki tuve problemas y eso me dificultaba embarazarme; estuvimos intentándolo por mucho tiempo y al final… Al final Masaomi no podrá estar con nosotros.
—Papá — farfulló tratando de calmar a su padre —Le hará daño a mi hermano.
—Lo siento… es qué..— se limpió las lágrimas —No puedo.
—Kōki-san…
—Haz de estar desilusionada de mí, verdad. Teniendo un hijo de tú padre y el haberme casado con tu abuelo, y ahora a la espera un bebé — dijo Kōki —Lo siento, Hana-chan.
Negó —Mi padre tuvo la culpa. Siempre los vi a los tres muy felices, yo era quien quería tener su familia. Siempre me recibieron y trataron bien... Kōki-san me trato mejor que mi madre.
—Hana-chan…
—Lo siento… yo— intento decir Seijūrō.
—Ya no importa— interrumpió Kōki — Ya supere aquella parte de mi vida.
—Kōki… Tenía derecho a saberlo. Yo hubiese.
—Cuando incumpliste tu promesa, supe que no había nada que hacer. Aquello me dejó claro que nunca me amaste. Y siendo sinceros fue lo mejor para Seiki y para mí. De la forma menos esperada encontré al amor de mi vida.
Seijūrō miró a su hijo —Seiki yo…
—No diga nada. Mi padre es y siempre será Akashi Masaomi. Usted será mi padre biológico pero no tengo y no quiero nada que ver con usted. Lo único bueno que tiene es Hana-chan.
—Sei-nii— farfulló Hana. Su tío, aquel a que siempre vio como un hermano, era de verdad su hermano.
—¿Desde cuándo lo sabes?— cuestionó Seijūrō.
—Desde aquella vez que me golpeó.
Bajo la cabeza. Aquel día lo recordaba a la perfección. Estaba mal, su negocio se había ido casi a la quiebra… Había ido a la mansión hablar con su padre y rogar por ayuda. Vio Seiki correr hacia él mientras lo llamaba papá; enojado, lo golpeó y desde entonces Seiki jamás se le acercó. Soltó unas lágrimas. Había golpeado a su propio hijo —Lo siento, hi...
—No importa y no me llamé así. Para mí siempre será mi “hermano”— lo interrumpió —Hana-chan, Aomine-kun me dijo que hará una fiesta para Kagami-chan, por su cumpleaños. Quiere que vayas. Es mañana en la tarde, lleva traje de baño.
—Allí estaré— aceptó, tal vez eso le ayudaría por lo que estaba pasando.
—¿Estas segura, Hana?— Seijūrō le acarició la mano a su hija.
—Sí… No puedo estar siempre recluida en casa por lo de mamá. Además, mi… hermano estará allí — miró apenada a Seiki.
—Claro que sí Hana-chan — sonrió. Esa sonrisa marca Masaomi Akashi que a Seijūrō le dolió.
—Es bueno que salgan— aseguró Kōki —Masaomi así lo querría.
Su esposo había fallecido hace un mes en un accidente de tráfico. Fue un duro golpe para él perderlo. No solo por él, sino por Seiki y su bebé. Su hijo no conocería a su padre. Un gran vacío se había instalado en su corazón, seguía delante por sus hijos.
—Vamos papá — Seiki se levantó y ayudó a su padre —Gracias, Imayoshi-san. Adiós Hana-chan.
—Kōki. Sobre nosotros yo…
—Ya no hay, ni habrá nosotros. Mi corazón y amor le pertenece a tu padre. Adiós Hana-chan… Gracias, Imayoshi-san.
—Me pondré en contacto con ustedes en cuanto esté todo listo. Por ahora, Kōki-sama queda a cargo de la presidencia de Akashi Corp.
—Entiendo… Lo veo el lunes. Una vez que todo esté listo, les avisare para que hablemos sobre Akashi Corp.
Observaron marcharse a Kōki y Seiki hacia las escaleras —Tú lo sabías…
—Claro. Todos lo sabíamos. Kōki-sama sufrió mucho cuando te marchaste. Makoto me contó que sus padres lo golpearon y corrieron, estuvo varios días vagando hasta que Masaomi se enteró de eso. Lo busco y descubrió que estaba en cinta, lo llevó a su casa, desde entonces vivió aquí. Todo mundo sabía quién era el padre, la prensa creyó que era de Masaomi y nunca lo desmintieron. Aquel día que regresaste a Japón con tu ex—esposa fue un desastre. Entró en depresión, Midorima-san estuvo tratando con él por bastante tiempo hasta que logró salir de ella. Tú padre le propuso que se casaran por el bien de Seiki-sama y que le dieran una familia. Kōki-sama me dijo que aceptó porque no quería que su hijo sufriera al saber la relación que hubo entre ustedes… No era sano para un niño enterrarse que su otro padre abandonó a su papá por una mujer y un hijo— Souchi vio bajar la cabeza a Hana —Cariño, no es tu culpa. Tú, ni Seiki-sama tienen la culpa de las decisiones tú padre. Él decidió faltar a su promesa y enamorarse de tu madre sin importarle que hubiera dejado a su novio en Japón.
—Pero si yo…
—No. Entiende no tienes la culpa. Kōki-sama y Masaomi-sam, al igual que las demás personas decidieron guardar silencio porque Kōki-sama así lo quiso. No quería que tú, un bebé que venía en camino sufriera al saber que Seijūrō-sama tenía otro hijo. Y tampoco que su hijo sufriera al ver a su padre con su propia familia y él no estuviera allí. Todo estuvo bien hasta que Seiki-sama se percató de algo… No se parece mucho a Masaomi-sama ni a Kōki-sama y el color de tez tampoco era de ellos dos. Las preguntas siguieron y él lloró mucho al saber la verdad... Qué su padre había engañado a su papá por una mujer y una hija. Hija que él siempre creyó que era su sobrina y aun así la trataba como hermana.
Después de lo que pasó y haber estado 15 días en el hospital, Seiki-sama cambió y comenzó a ser retraído, únicamente sonreía cuando venía a Hana-chan, su pequeña hermanita. Seiki-sama te ama Hana-chan. Él sabe que tú no tienes la culpa de nada.
Hana limpió sus lágrimas.
—Seijūrō-sama hay otras dos clausulas. Usted y Kōki podrán heredar a sus hijos y no ahora persona. Ustedes no pueden casarse, en caso de hacerlo, Akashi Corp cerrara sus puertas– Seijūrō miró al pelinegro —Pero entienda algo. Kōki-sama, ama y siempre amará al padre de sus hijos. No habrá cavidad para otro hombre en su vida que no sea Akashi Masaomi.
Hana vio a su padre sentarse y restregar su rostro. Sin duda era un golpe duro saber que seiki es su hijo. Tenía un hermano. Siempre sintió a Seiki como un hermano y lo quería como tal. Respecto a Kōki—san, él siempre fue amable con ella, nunca hizo diferencia entre ambos.
—Nada más esté listo los papeles, lo mandare a llamar. Con permiso.
—Oh Dios…— farfullo Seijūrō llorando.
—Papá…
Jalo a su hija, la sentó en su regazo y la abrazo —¿Qué hice?
Le acaricio el cabello a su padre –Te enamoraste de mamá…
Rio con nostalgia. Aquello era mentira y era mejor que su hija nunca lo supiera; ya la habían dañado mucho.
Tomo la decisión de marcharse a América para aprender más, dejo atrás a su amado Kōki sin importarle nada. En un principio se comunicaba constantemente pero eso le cobraba factura, desvelarse le estaba ocasionando problemas en las clases. Poco a poco disminuyeron las llamadas y mensaje, un año después se puso como meta no comunicarse con Kōki, su padre y amigos para poder apresurarse y regresar a su lado.
Todo iba bien, ya estaba en el último año de la carrera, hasta que la conoció a ella. Alexa Cooper, una chica castaña y de ojos cafés oscuros, bonita pero no se comparaba con Kōki. Un día fiesta, se había dejado llevar y se terminó acostando con ella. Se dejó manipular, Alexa le recordaba a Kōki. Cuando menos lo pensó, se había vuelto a costar con ella, había creado su empresa Chairo no Corp y ésta iba viento en popa, en pocos meses ya había rebasado a Akashi Corp. Se cegó por dinero y los consejos Alexa.
A los pocos días de graduarse, Alexa le soltó la noticia: estaba embarazada. Aquello movió su mundo, Alexa le dijo que si no lo quería lo podía abortar pero él se negó. Aunque no quería a Alexa quería al bebé, planeo sus movimientos (casarse con ella y después quitarle al bebé), y decidió pedirle matrimonio y viajaron a Japón. Le aviso a su padre y amigos, no tuvo corazón para decirle a Kōki… Cegado por el poder y enfadado por la mirada que le dieron al anunciar lo de su bebé, le dijo su padre que no lo quería y que no lo necesitaba, no quería nada que ver con Akashi Corp.
Se casó con Alexa unos días después y entonces se enteró de los rumores. Busco a Kōki y los vio juntos mientras jugaban con un niño castaño. Decidió amar a su esposa y eso es lo que trataba.
Los meses pasaban y entonces lo escucho, su padre y Kōki se casaban. Fue invitado pero no asistió, uso de pretexto un viaje a América, donde se llevó a Alexa y a su princesa, Hana.
Los años pasaron y su matrimonio cada vez iba peor, así estuvieron por muchos años hasta hace un año y medio. La encontró revolcándose con otro hombre y lo peor, descubrió que aquel mal negoció fue porque ella lo estafo. La demando y a cambio de una fuerte cantidad de dinero, le dio la custodia de Hana. Su amada princesa se deprimió y fue peor cuando una revista dejo en claro todos esos detalles. Le partió el corazón cuando Hana le pregunto si era cierto que su madre le dejo por los millones que decía la revista… Lo aceptó, tarde o temprano ella se iba a enterar. Admitía que Seiki fue parte importante para que su Hana volviera a sonreír y tratara de salir… Seiki siempre la cuidado como un hermano mayor.
—Eres lo mejor que tengo y lo mejor que me ha pasado, Hana.
Hana se abrazó a su padre y lloro en sus brazos.
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—¿Cómo se siente, papá?
—Liberado— dijo sonriendo –Siento que me quite un peso de encima.
—Lo imagino…
—Piensa en lo que dije. Recuerda, Hana-chan no tiene la culpa.
—Sí, papá.
—¿Vas a ir con Kise-kun?— pregunto mientras se acostaba en la cama.
—Sí.
—No llegues tarde y usen protección.
—¡Papá!— grito avergonzado.
Kōki rio por la reacción de su hijo –Kise-kun apenas va a cumplir 14, no lo olvides.
—Papá ya te dije que no somos novios.
—Pero lo serán— dijo riendo por las mejillas rojas de su hijo –Ten cuidado.
—Regreso en dos horas, apenas son las 7. Descansa, papá.
Kōki miro a su hijo abandonar la habitación –Al fin lo sabe... Masaomi, te extraño. Te amo, Masaomi.
———————————————
Escucho las palabras de su padre. Él también extrañaba a su padre, pero tenía que ser fuerte por su papá y su hermanito.
Limpio sus lágrimas y fue hacia las escaleras. Al llegar a la sala encontró a Hana y su… hermano —Han visto a Ryuu-san.
—No, Sei-nii.
—Gracias— se dirigió a la cocina y allí lo encontró –Ryuu-san.
—Seiki-sama ¿Se le ofrece algo?
—Cuantas veces tengo que decirle que no me llame así, Ryuu-san. Saldré, papá esta descansando, si pasa algo avíseme. Nii-san y Hana-chan siguen aquí, si quieren cenar que lo hagan. Podría avisarle a Sutori-san que me lleve.
—Claro que sí, mi niño. Ahora le aviso.
—Gracias— dio la vuelta y regreso para verlos allí –Ryuu-san les servirá la cena. Papá esta descansando, el embarazo lo mantiene cansado…. No lo moleste— dijo eso mirando a Seijūrō.
—Seiki-sama. Sutori-san está listo.
—Gracias, Ryuu-san.
—¿Vas a salir?
—Sí. Tengo una cita.
—Con…
—Sí. Nos vemos mañana. Ryuu--san regreso en un par de horas, papá ya sabe. Favor este pendiente de él.
—Sí, Seiki-sama.
—¿Otra vez?
—Sí. Vaya… Tenga cuidado.
—Gracias… Adiós, Hana-chan— camino hacia la salida pero alguien lo detuvo.
—¿Y yo?— pregunto sosteniéndolo del brazo.
—Adiós, Nii-san— se zafó del agarre y se marchó.
—Entiéndelo papá...
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Sin hacer ruido entró a la habitación, vio al castaño dormido y con signos de haber estado llorando. Se aproximó a la cama, le acarició el largo cabello y luego la mejilla —Te amo Kōki.
—Masaomi — Una gran lágrima surco la mejilla del castaño.
Apretó el puño —Esta vez no te dejare sólo. Cuidaré de tí, mis hijos y mi hermano.