Sin libertad
---- capitulo 1 ----
A pesar de ser una mansión estaba muy cerca del resto de las casas, si, yo estoy aquí, haciendo el hace en un uno de los tantos cuartos que tiene éste lugar, he estado aquí desde que tenia 6 años, vaya como ha pasado el tiempo, llevo 10 años sirviendo en esta casa, soy como un prisionero, un pájaro enjaulado con asías de volar…
Hoy es un bonito día no hay nubes por ninguna parte, pero no puedo contemplarlas como yo quiero, tengo que hacer mis obligaciones…
Se preguntarán quien soy yo ¿verdad?, bueno me llamo Ren Tao por azares del destino termine siendo un sirviente de la familia Asakura, a pesar que sus dos hijos tienen la misma edad que yo, mi vida era normal antes de terminar aquí, se que gracias a ellos tengo un techo y comida incluso una educación, pero a cambio de mi libertar y no es justo…
Mi familia murió en un accidente de trafico yo y mi hermana fuimos echados de la casa que alguna vez tuvimos, ya que nuestros tíos nos la quitaron dejándonos en la calle, en un día de lluvia mi hermana se separo de mi y desde ahí no la he vuelto a ver, ese mismo día el padre de los gemelos me recogió y me dijo que seria el sirviente de sus hijos a cambio de comida, un techo y mis estudios, no tenia alternativa así que solo acepte de ahí ya han pasado 10 años, ya ha pasado tanto tiempo y aún no se nada de Yun. Aún la espero, pero cada vez esto se vuelve un infierno, hermana no sabes cuanto te extraño, no sabes lo que daría por verte nuevamente, pero quizás sea imposible
- ¿Qué haces Ren? – era la voz del mayor de los gemelos Hao eso significaba problemas, como los que tengo cada día con ellos…
- estoy limpiando – respondí simplemente, no podía contestarle con un “que te importa” por que el es mi patrón o mejor dicho mi dueño ya que no tengo libertad soy como un esclavo de sus deseos…
- pero por que tan solito – ya comenzó, es lo mismo cada día, se acercó a mi acorralándome contra la pared
- señor Hao por favor déjeme – pedí
- Mmmm… no tengo ganas – dijo simplemente tomándome posesivamente mis caderas y acercando su rostro al mío
- déjeme – no me iba a dejar, así como lo hago siempre comencé a forcejear hasta que lo aleje de mi, no saben los deseos que tengo de romperle la cara de un golpe, pero no puedo y eso me frustra
- vamos Ren te gustara –
- aléjese de mi – y rápidamente Salí de la habitación, siempre es lo mismo, siempre el mismo calvario con ambos hermanos, a pesar que Yoh esta comprometido, solo quieren pasar el tiempo conmigo calmar sus deseos, pero no me voy a dejar seré talvez su esclavo pero mi dignidad y Orgullo no me quita nadie
Me aleje lo más posible de Hao así que me metí en la cocina, donde estaba cada día Tamao era una niña de mi edad con el mismo predicamento que el mío, pero ella tenía la suerte de no ser acosada por ellos, al verme me sonrió, me recuerda de vez en cuando a mi hermana, quizás la quiero como si lo fuera ya que ella me a ayudado mucho, me esconde cuando es necesario de los gemelos, es una buena amiga, quizás mi vida seria aun peor si ella no estuviera para cuidarme en cierta forma
- ¿otra vez? – me preguntó
- si – dije cabizbajo
- ojala que comiencen luego las clases, para que te dejen de molestar aunque sea un poco – yo lo sabía, en cierta forma Tamao se sentía desplaza al ser yo el acosado por Yoh y no ella quien estaba enamorada de ese idiota
- eso espero – dije en un suspiro
- por lo que supe los van a cambiar de escuela –
- ¿Qué? –
- si Hao pidió que nos cambiaran a un colegio normal, no uno de gente de clase como al que vamos –
- me sentiría más cómodo –
- yo igual, al parecer acepto y nos van a inscribir en el que esta cerca de aquí –
- te refieres al que esta a casi 15 cuadras de aquí –
- si –
- ya veo, por lo menos llegaran más cansados –
- y dejaran de fregarte no es así – dijo con una sonrisa
- soñar no cuesta nada – le respondí
- Ren podrías ir a buscar el diario –
- claro –
- pero al parecer el repartidor de esta zona ya no vendrá así que lo remplazaron –
- ¿y? –
- no se, el otro día lo vi, me parece haberlo visto antes, pero no se donde –
- bueno no te preocupes con tal que deje el diario y no se lo robe estamos bien –
- tiene razón – y ella siguió cocinando
Me dirigí a la salida trasera de la mansión también era muy bonita, era un recorrido de puros árboles, generalmente por aquí nos entregan el diario, para mi es una perfecta excusa para salir de ese espantoso lugar, al cual ni siquiera puedo llamarle hogar, a lo lejos veo la silueta de alguien corriendo con mucho animo, lleva un bolso a un lado al parecer es el repartidor, al acercarse puedo distinguirlo, es un niño de mi edad, su cabellos son azulados, pero sus raíces son negras ¿se teñirá el pelo?, me llama la atención la expresión de su rostro, esta feliz yo diría que muy feliz y animado, me pregunto que se sentirá, desde que vivo en esta casa ya no sonrió, ni me acuerdo de haberlo hecho alguna vez, lleva unos pantalones largos negros, una polera blanca y una chaqueta amarrada a su cintura, en su frente lleva una pañoleta blanca
- Hooolaaaa – me saludo con alegría llegando a mi lado – soy el nuevo repartido – termino de decir con una sonrisa
- hola – dije simplemente
- ¡uy! que fome eres – me dijo – ten, aquí esta – y me entregó el diario
- gracias – fue lo único que dije por educación, tome el diario y baje la vista
- alguna vez te han dicho que eres muy fome –
- y a ti que hablas mucho – solo lo dije, no se por que
- jiji con que hay que molestarte par que hables – dijo en un tono travieso
- ya me tengo que ir –
- eres muy pesado sabes, bueno como yo si soy educado me voy a presentar ya que desde hoy tendremos que vernos las caras todos los días – dijo con energía
- y quien te dice que vendré siempre a buscarlo yo –
- Mmm… buena pregunta – después de pensarlo simplemente dijo – como sabes en una de esas – su respuesta la halle como decirlo ¿tonta? Si, eso, sin fundamente, pero el me agradaba no es como la gente de esa mansión, aunque en realidad no conozco a mucha gente, creo que nunca he tenido amigos…
- ¿qué te sucede? – me dijo, en esos momento miraba el suelo pensando, olvidándome de todo, pero en un hecho me que sorprendió me tomo del mentón y levanto mi rostro par que lo mirara -¿estas bien? – me sentí raro, sólo los gemelos hacían eso, pero no por preocupación como lo hacia él, si no por otros motivos
- si, ya déjame – le dije con una cara de enfado
- bueno ya me tengo que ir nos vemos, cuídate… ¡ah! por cierto me llamo Horokeu Usui, pero llámame Horo-Horo, nos vemos muchacho desconocido – y se fue sin dejar que le respondiera, se fue con su gran sonrisa, no se preocupo si no le decía mi nombre, el respeto mi silencio cosa que ya nadie hacia
Han pasado ya 3 días y no he podido ir por el periódico, siempre va o Tamao u otro sirviente, ya que yo estoy en otra parte a esa hora generalmente huyendo de esos gemelos, Hao es el más persistente, solo quiero aunque sea ir una vez más a buscar el diario tan solo para decirle como me llamo
- vaya Rencito hoy esta muy pensativo – la voz de Hao me asusto, en esos momento yo estaba haciendo la pieza de Yoh quien había salido y pensé que el había ido con él, no dije nada, ya había terminado así que podía irme
- con su permiso ya termine – y camine a la puerta, pero el me tomó del brazo y me lanzó a la cama – ¿que hace? – dije asustado, no quería que pasara lo que creía que iba a pasar, no quiero, no me iba a dejar aunque… podrían echarme a la calle, ¿A dónde iría? Y si golpeaba a Hao me acusarían de maltrato y me llevaría a la cárcel donde si perdería toda libertad, aunque no la tengo, no perdería mucho, pero a mi mente vino la imagen del muchacho del cabello azulado, no lo vería más y no podría decirle mi nombre ¿Qué debo hacer?
- vamos Ren no seas frío – se subió en sima mío, trate de alejarlo, pero no podía
- déjame – en eso sentí como una de sus manos acariciaba uno de mismuelos – no hagas eso – alegue
- vamos Ren, mientras más te resistes más te deseo –
- Hao aléjate de mi, somos hombres estas enfermo – le grite
- que tiene de malo ¿eh?, me tienes loquito Ren y te deseó desde que llegaste, tus ojos me hipnotizaron – pronto comenzó a besar mi cuello y a pasar una de sus manos por mi espalda, por favor que se aleje… Yun ¿Dónde estas?... después de mucho forcejear logre quitármelo de en sima y Salí lo más rápido que pude de ahí, mis pasos me llevaron a la salida de la pensión, me alejé sin titubear de ahí, solo quería alejarme, aunque fuera por unos minutos, quería alejarme de el, mis pisadas me llevaron una plaza que había, me senté en una de las bancas, donde sin poder evitarlo, comencé a derramar lagrimas
- Oye ¿estas bien? – escuche, esa voz se me hacía familiar – muchacho desconocido ¿estas bien? – era él, levanté la vista, me miraba con preocupación, en su mano traía dos helados ¿con quien estaría?
- si – dije simplemente, se sentó a mi lado y no dijo nada mientras se comía uno de los helados – Me… me llamo Ren – dije de pronto
- Mucho gusto Ren – dijo con una sonrisa y me ofreció el otro helado que tenia
- pero… - dije yo, que pasaría con la otra persona
- no te preocupes me conformo con uno – dijo con simplicidad y me lo dio
- ¿los dos eran tuyos? –
- sip, generalmente no me conformo con uno, pero hoy aré una excepción -
- gracias -
- y dime ¿qué te pasó? – no dije nada, me miró por unos minutos, no quería recordar lo ocurrido – bueno no importa, respeto tu silencio – nos quedamos por unos minutos en silencio el ya se había terminado su helado, quería hablarle, pero ¿de que? – ¿Tienes tiempo? - me preguntó
- un poco – dije con simpleza, luego el tomó mi mano y me jalo a no se donde con alegría
- ven te llevare a un lugar que siempre me anima – me deje llevar, no quería pensar en nada, por primera vez quería confiar
Luego de correr por una que otra calle, salimos a un pequeño bosque caminamos un rato hasta que a mi vista quedo un hermoso lago, brillante, lleno de vida, era muy bonito, me sentí más tranquilo al verlo
- ves, no te mentí – dijo acercándose a la orilla
- creo que no –
- claro que no, los amigos no se miente… ¿o si? – ¿amigo? En me consideraba su amigo
- claro – dije
- oye y ¿por que no saliste a buscar el diario los otros días? –
- digamos que estaba en otra parte – dije con la vista baja
- tienes problemas con tus jefes –
-más o menos –
- Mmm… por tu actitud no debe ser nada agradable… te acosan no es así – me sorprendió como lo sabía, como lo dedujo, no lo veo como una persona muy lista
- ¿cómo lo sabes? –
- jejeje, tu amiga me contó, le pregunte por ti y me dijo que te estabas escondiendo de un tal Hao… -
- ¿Tamao? –
- si, parece que si, estaba preocupada por ti – y me sonrió, no se si matar o a agradecerle a Tamao por esto
- digamos que ya me acostumbre –
- yo que tu le rompo la cara –
- no puedo, no tengo donde ir –
- Mmm… pues jiji, áselo pasar por un accidente – su idea no era mala, pero igual tenia miedo
- no funcionaría –
- Fome – me dijo
- no lo soy - alegue
- jijiji – rió luego miró al cielo yo también lo hice – oye puedes verlo – lo mire para ver a que se refería, cuando me percate que una especie de enanito… no se como describirlo estaba posado en su hombro sosteniendo una hoja, no me daba miedo, pero ¿qué era eso?
-¿que es eso? –
- entonces si lo ves…. Wiiiii…. Kolorito el si te ve – dijo alegremente
- ¿de qué hablas? ¿Qué es eso? – dije sorprendido
- ella es un espíritu de la naturaleza, un kropoculs (no se si se escribe así), solo las personas de corazones puros pueden verlo, eso significa que eres una buena persona –
- pero… -
- relájate hombre y disfruta el paisaje – en eso a vi a muchos como ese espíritu volando, jugando sobre el agua, era muy bonito y sorprendente, era algo mágico, por primera vez en mucho tiempo me sentí libre… Yun como me gustaría que vieras esto… pasé el resto de la tarde conversando con Horo-Horo, ese muchacho si que me hace enojar, no para de molestarme y encontró un lindo sobrenombre para mi… aleta de tiburón ¬¬, aunque yo también encontré uno para él… cabeza de cuerpo espin… le viene jeje, en mucho tiempo volví a reír gracias a él, espero que no pase nada malo ^^
Continuara….