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EL SUEÑO DE LA ESTRELLA por Beitha KangChoi

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Seungri se detuvo de golpe al ver por el vidrio de aquel aparador transparente. De forma lenta se quitó los lentes de sol que llevaba en ese momento, su corazón saltó de forma extraña en su pecho al ver aquellas pequeñas cositas que un bebé podía utilizar pero llamó más la atención aquel par de pequeños zapatitos blanco y negro para un recién nacido; a sus cortos 23 años, Seungri deseaba tanto tener un bebé consigo, poder verlo crecer y abrazarlo siempre que ambos quisieran, solo su bebé y él. El ojeroso chico se mordió el labio inferior sin quitar la vista de aquel pequeño par de zapatos, volvió sobre sus pasos y algo dudoso ingresó a aquella tienda para bebés; siempre era lo mismo, cada vez que veía a una mujer con una redondeaba barriga de embarazada su instinto le llamaba a tocarla y preguntar cuánto tiempo tenía, qué se sentía tener a un ser vivo dentro de sí, sobre los antojos, los dolores, su vida se hacía entorno a su futuro bebé.


Dentro del establecimiento veía a varias mujeres y algunas parejas viendo pequeños conjuntos de ropa, cambiadores, pañaleras y demás. ¿Cuánto más tendría que esperar para tener a su bebé consigo? Hace más de dos años decidió que era momento de tener un bebé, cuando llegó pidiendo una cita y que el doctor se cerciorara que Seungri pertenecía a ese casi 13% de la población mundial de varones con posibilidades de tener bebés, la verdadera odisea comenzó. El ojeroso no pensó que sería tan complicado todo, pensó que solo tardarían un par de meses, le inseminarían y listo, pero no, al ser perteneciente a ese porcentaje de la población, sus genes también requerían de un donante con el cual tuviera compatibilidad, el doctor le dijo que necesitan a un donante con genes fuertes, y que completaran su 50% para así tener un bebé; en nueve meses un  par de donantes caían a la perfección con lo que el doctor requería pero Seungri era muy meticuloso en ello, no quería que su bebé tuviera algún problema por lo cual revisaba al derecho y al revés la hoja donde estaba toda la información del sujeto pero siempre quitando la fotografía, odiaría tener a su bebé y que un día por la calle lo reconociera, sería algo tan incómodo, y tampoco quería a un maldito loco tras de ellos, sin una imagen de referencia las cosas serían mucho mejor. A parte de que estaba asegurado que habría un 50% de perfección.


Pero el tiempo fue pasando y Seungri estaba perdiendo las esperanzas de encontrar a un excelente donador pero siempre había un solo factor que hacía que desertara en su decisión; podía estar bien de salud pero más abajo decía que estaba divorciado y tenía problemas con el alcohol. ¡No quería eso para su bebé! Y si no era que bebía alcohol entonces era un fumador que más parecía misma chimenea, y si no tenían ningún vicio entonces tenían problemas al corazón, sufrían de asma o tuvieron múltiples ataques al corazón. Era difícil para Seungri encontrar a un donador en buen estado. No quería que su bebé adquiriera algo malo decido a los genes del donador, nunca se lo podría perdonaría.


Los ojos de Seungri se deslumbraban al ver la cantidad de cosas en esa tienda, pronto se acercó hasta los juguetes y vio muchas cosas algunas en forma de animales otras con pequeñas cosas coloridas que no sabía a ciencia cierta lo que eran, los pequeños peluches de cosas sin forma y, fue cuando observó a un pequeño sol sonriente con letras musicales de peluche a su alrededor, la sonrisa de Seungri se fue desvaneciendo de a poco. Aun su corazón tenía esa cicatriz que dejó aquel primer amor, el dolor de recordar aquel día se sentía.


FLASHBACK


– ¿Por qué estabas con esa chica?– la voz de Seungri era leve, casi como un susurro, a sus 15 años había encontrado el amor al lado de alguien que le comprendía sus locuras, se reía con él y eran felices, por lo menos el menor lo sentía así. Por su parte, Youngbae se comenzaba a aburrir de aquella relación, esperaba que aquel chico fuera un poco más divertido y sobretodo arriesgado en sus decisiones pero resultó siendo alguien aburrido, sus amigos le dijeron aquello pero no les hizo caso.


–Era una fiesta, ¿Esperabas que me quedara en una esquina sin hacer nada?–


–Ni si quiera me dijiste que irías a una fiesta, pude haber ido contigo. – mientras hablaba, solo una pequeña sonrisa le acompañaba, intentaba no enojarse pero estaba celoso, su novio no le había dicho que iría a una fiesta y cuando él fue de sorpresa a ver a Youngbae, lo encontró conversando muy amenamente con una chica y en planes de coqueteo para algo más, estaba seguro de eso al ver la mano de aquella chica surcando por el pecho y cuello de su novio.


–No lo creo Seungri. Técnicamente fuiste como estas hoy. – el menor se asombró a lo que había dicho su novio, estaba claro que en varias oportunidades usaba lo mismo, pero sus medio económicos estaban por los suelos, sus padres con mucho sacrificio pagaban los estudios de su hermana y él tenía dos trabajos de medio tiempo pero aun así no alcanzaba el dinero. Su vestimenta era casi la misma, llevaba unos pantalones que eran el doble de la talla que en realidad debería de llevar al igual que las camisetas y poleras, pero aquellas estaban en oferta y no pudo decir que no, y para acompañar todo llevaba unos lentes de pasta negra algo gruesa, su visión estaba un poco mal pero no para llevar lentes, las utilizaba para intentar cubrir sus ojeras, muchos le decían que cubriera aquellas ojeras, que se le veían horribles y más teniendo a un guapo novio al lado.


–Sabes que no tengo el dinero para comprar cosas nuevas. – Seungri ya lo veía venir, todos los amigos de Youngbae bromeaban mucho al verlos a ambos juntos, se reían por la ropa del más pequeña y lo tonto que era su amigo por estar con aquel chico y no con algunas de las tantas chicas que tenía por detrás. Bae le pidió que fueran novio no por lo que vestía, sino por como era el menor, estaba algo loco en realidad y le gustaba esa locura, le gustaba todo lo que era Ri, y a él le gustaba cuando su novio le cantaba cerca a la oreja, cuando lo abrazaba y besaba su frente o cuando en alguna foto Bae le besaba la mejilla mientras el pequeño sonreía, pero las cosas poco a poco fueron cambiando y todo dio un giro muy grande cuando Ri no pudo estar con Bae en una cama, solo ellos dos; a causa de los nervios de que Bae entrara en él, intentó relajarse pero el dolor le invadió y terminó parándose de la cama en medio de lágrimas, pidiendo perdón cogió sus cosas y se fue de la casa del mayor. Sabía bien que Bae quería tener sexo con él, sus toques ya no eran dulces sino que ahora buscaban más y sus besos también. Le incomodaba que su Bae le estuviera presionando para tener sexo.


–Sabes que yo las puedo comprar pero no quieres, así como tampoco quieres que te toque y menos que te bese a menos que sea en la mejilla o en la frente; y te voy a ser sincero, en esa fiesta estaba buscando acostarme con aquella chica pero me arruinaste los planes, por lo menos ella planeaba darme algo que tu no. – Seungri bajó la cabeza, otro factor que no ayudaba mucho era que Bae tuviera 18 años, y por ello fue que lo pensó mucho para estar con él.


–Pero… soy tu novio, sabes que no me siento listo para esto, es algo… muy difícil de decidir. –


–Seungri, creo que… esto no está funcionando, para ninguno de los dos, te amo, lo sabes pero también tengo necesidades que quiero satisfacerlas con mi novio no con alguien más pero no me das alternativa. – Youngbae le hablo claro aun manteniendo las manos dentro de sus bolsillos, era apuesto sin lugar a dudas y tenía ya un pasado de mujeriego. El moreno se acercó hasta el menor y le besó la frente acariciando su rostro. –Eres muy dulce Ri, y quiero estar también contigo de forma más intima, poder ser uno contigo, pero no me estás dando alternativa. –


–P-podemos intentarlo hoy en tu casa si deseas… yo… – Seungri tartamudeaba sin saber qué hacer, no quería perder a Youngbae, era un verdadero sol con él y muy dulce pero no estaba listo, se sentía presionado.


–Pandita, tampoco te quiero obligar a nada, quizás esto no funcione y ya. Perdón Seungri será mejor terminar. – Youngbae le dejó un beso en la frente, quería ser un poco más sutil al terminar con él, quizás nunca debió iniciar nada con él desde el principio, no deseaba romperle el corazón a aquel tierno chico pero en ocasiones pensaba más con el pene que con la cabeza. Seungri era tierno, algo loco y sobretodo en sus ojos solo se veía a él reflejado, nadie más que él, y estaba claro que se había comportado como un idiota pero seguir  con el pequeño solo lo dañaría y sería mejor terminar todo de una vez.


Seungri se quedó estático luego de que Bae se fuera, ¿Así terminaba su relación de once meses? Ri tardo un poco en reaccionar y correr hacia el estacionamiento del instituto donde seguro Bae aun seguía, corrió hasta donde sus pies dieron pero al ver como tres de sus amigos y una chica hablaban con su novio se detuvo, Bae aun no lo había visto pero claramente podía escuchar la conversación que tenían.


– ¡Espero que ya hayas terminado con el ojeroso, Bae!– le dijo uno riendo.


–Ese chico no valía la pena, era solo un niño, aparte de que su forma de vestir es horrible y ni que decir de esos lentes que tanto odiabas mi amor. – algo se quebró dentro de Ri al escuchar como la chica le había dicho a su novio, las lagrimas comenzaron a salir por sus ojos surcando sus mejillas que ahora estaban un poco rojas. La chica rodeo el brazo de Bae con los suyos riendo, el moreno odiaba que hablaran así de Seungri, era un buen chico y de buenos sentimientos.


–Si un chico no quiere tener sexo contigo siempre hay personas que si te van a dar lo que quieres, como esta hermosa chica que tienes a tu lado. Ella si es sexy. – otro comentó  riendo de igual forma que el primero y de su bolsillo sacó cerca de cien dólares entregándoselos al moreno quien lo recibió de mala gana. –creo que perdí la apuesta, dijiste que terminarías con él antes del año de relación y así fue. – fue cuando el tercero llamó al moreno y le señalo hacia un lado donde estaba Seungri llorando y apretando algo en su mano derecha a la altura de su pecho, aquel collar que Bae le dio al cumplir los cinco meses de novios. Youngbae se separó de la chica casi empujándola mientras daba unos pasos hacia el pequeño panda.


–Ri… yo… primero deja que te lo explique. – Ri negaba con la cabeza y de un jalón rompió el collar lanzándolo al pecho del moreno derramando lágrimas; amo como un idiota y Bae ya estaba con alguien más, y para mejorar todo había hecho una apuesta.


– ¡Eres… un idiota, YoungBae!– gritó para después salir corriendo del lugar, su corazón había sido roto de la peor manera, habían jugado con él desde el inicio y como un idiota cayó sin medir las consecuencias, algo en él le decía que estar con Youngbae solo le traería dolor pero no hizo caso, quizás era el hecho de que un chico guapo se había fijado en él cuando nadie más lo hacía o solo lo insultaban. Y fue cuando Bae llegó mismo ángel caído del cielo cuando nadie más lo quería.


Seungri corría por las calles de Busan sin medir nada fue cuando un auto le impactó de forma seca haciendo que el menor cayera inconsciente; pero como bien decían tras la tormenta llegaba la paz. Seungri había sido internado de emergencia y le hicieron múltiples análisis para ver que todo estuviera bien en él y que solo fueran algunos huesos rotos pero los médicos encontraron más que solo huesos rotos.


Cuando por fin Seungri despertó luego de tres días, le dieron una grata noticia; Lee Seunghyun pertenecía a ese entonces 10% de la población mundial de varones que podían concebir sin problema alguno, la noticia solo alegró a Seungri y lloró de felicidad y por tonto que sonara agradecía que Youngbae le rompiera el corazón de esa forma tan cruel ya que gracias a eso fue que descubrió que podía tener su propio bebé y también que le librara de estar con un tipo tan cruel como él. No necesitaría de alguien más para tener un bebé. Siempre serían su bebé y él.


El padre de Ri había sido ascendido, ese ascenso que había buscado durante cinco largos años y lo había logrado pero se tendrían que trasladar a Estados Unidos, a Ri le pareció una buena idea y no tuvo objeción de irse por fin de Corea, olvidar todo y poder empezar de nuevo, tener un vida en la cual Youngbae nunca existió, una vida en la cual solo esperaría a tener la edad adecuada para tener a su bebé.


Dos semanas después, Bae había podido reunir todo el valor que necesitaba para ir a la casa de Ri y pedirle disculpas, el pequeño panda lo había presentado con sus padres como su novio y por eso mismo también se quería disculpar con los padres de Seungri, pero al llegar vio que la casa estaba en venta, y habían algunas personas entrando a la casa con folletos en mano. ¿Dónde estaba Seungri? Corrió hasta ingresar y observó que no había nada, solo muebles y demás, pero ni rastro de los Lee. Desesperado, pregunto a uno de los que estaban mostrando la casa y le informó que la familia que antes vivía ahí se había mudado a Estados Unidos hace una semana. Youngbae sintió que cayó en un agujero negro de un momento a otro, Seungri se había ido y todo por su culpa, por sus idioteces, por pensar solo con el pene; Ri le había castigado de la mejor forma; el no poderle pedir disculpas nunca, nunca volvería a ver a ese chico con bellas ojeras, porque de alguna forma le parecían atractivas, y le daban un toque dulce a su rostro al momento de sonreír. Se dio cuenta muy tarde que no solo quería a aquel chico, sino que lo amó siempre desde el momento en el cual le dijo que sí al aceptar ser su novio. Ahora lo había perdido.


Seungri continuaba estudiando como nunca, quería poder por fin trabajar y ayudar en casa con los gastos, el ascenso que su padre recibió los ayudó bastante en realidad y eso era un pesar menos, pero nuevamente la suerte tocó a su puerta cuando en su instituto hicieron un casting para la agencia de YG Entertainment, buscaban modelos y si algunos sabían cantar, era mucho mejor. Con dudas Ri decidió probar suerte en la categoría de modelo, su ropa no decía mucho, era ropa nueva pero igual de grande cubriendo toda su figura y vaya que había cambiado más. Al no haber tantos candidatos a cantantes fue el mismo Yang quien encabezó de jurado para ver a los potenciales modelos y fue cuando en la fila vio a aquel chico de ropa enorme con lentes de montura gruesa negra esperando y cuando fue turno de aquel chico solo pudo negar con la cabeza, aquella ropa no le hacía justicia al cuerpo que había debajo de todo aquello, fue el mismo Yang quien pidió que se quitara aquel polerón y se colocara una chaqueta de cuero negro que uno de los estilistas le estaba ofreciendo, solo contaba con un polo blanco manga corta adentro; en menos de un minuto Seungri posaba para las cámaras con naturalidad, sonriendo o serio, pero con las gafas.


–Quítate esa cosa de la cara. – Seungri abrió en grande los ojos y con dudas se lo fue quitando, quizás ahora que vieran sus ojeras no llegaría ni a la segunda selección de modelos, cuando miró hacia la cámara Yang sonrió un poco más amplio. –Tomen un par de fotos más. – Seungri volvió a posar como siempre y pronto le dijeron que se retirara, que hizo un buen trabajo. Al cabo de algunas horas los resultados estaban listos, Yang tenía buen ojo con los modelos y buen oído con los músicos y aquel chico era lo ideal para su agencia, tenía todo lo que buscaba en un modelo. De miles de aspirantes solo tres fueron los escogidos y entre ellos estaba Ri. La felicidad lo embargó cuando supo, ahora podría ayudar a su familia en verdad.


Pronto Ri volvió a Corea y esta vez ya trabajando, con 17 años ya estaba trabajando como modelo de numerosas marcas de ropa en Corea y en el extranjero. Su vida no podía ser más feliz pero Yang al final se enteró de la condición de Ri, no hubo gritos ni reclamos solo comprensión por parte del CEO, ahora no solo tendría que cuidar de un chico con aquella condición sino dos. Y fue cuando Ri conoció a JiYong, ese otro chico igual a él. Él era cantante pero su amistad fue creciendo pese a que estaban en distintos rubros, ambos posaban para las cámaras en ocasiones y eran esas ocasiones las más divertidas para ambos ya que siempre estaban hiperactivos cuando estaban juntos.


END FLASHBACK


Seungri dejó aquel peluche en su lugar y se dedicó a seguir mirando por la tienda y llegó a la sección de ropa, sus dedos tocaron la suave tela de cada uno con diferentes dibujos y colores, si tenía una niña, la vestiría siempre con hermosos vestidos, recogería su cabello y quizás lo trenzaría y si fuera varón entonces lo vestiría como un mini galán, un niño muy guapo. Su celular vibró en su pantalón y de inmediato lo sacó de su bolsillo contestando.


– ¡Seungri!–


– ¡Ji Hyung! Hace mucho que no hablaba contigo, me dejaste abandonado. – se quedó el panda mientras seguía mirando por la tienda.


–Trabajo es trabajo, Ri, pero te tengo una buena noticia, ¡Ya estoy volando hacia Corea!– la línea se escuchó cortada pero logró entender lo que su hyung le había dicho, por fin tendría con quien hablar de tonterías, a pesar de llevarse bien con el resto de modelos y cantantes, su favorito siempre sería JiYong.


–Esas si son buenas noticias, hyung, ya te extrañaba mucho, Seunghyun hyung me molesta demasiado preguntándome cuando vas a volver, ¿volvieron a pelear?– la pregunta fue sencilla pero la Jiyong fue difícil responder, estaba en una relación con Choi Seunghyun, una secreta, pero era el mismo medio quienes los presionaban a ambos y terminaban peleándose debido a pequeñas cosas, era difícil un romance en medio de cámaras. – ¿Jiyong?–


–Supongo que esta vez fue mi culpa, ya hablaré con él cuando llegue, pero le enviaré un mensaje para que deje de molestar a mi maknae. – ambos rieron y Jiyong volvió a hablar. –Tengo que colgar, Ri, ¡AH! No te conté, estoy viajando con el cantante de Yang de Estados Unidos, es un excelente compositor en verdad, supongo que ya él lo presentará a todos, bueno me despido, cuídate Ri–


– Taeyang ¿cierto?, bien tu también cuídate hyung, ¡Tráeme algo!– ambos volvieron a reír por las cosas que decía Seungri y colgaron también. El panda soltó un suspiro y continuó mirando la tienda, se divertiría mucho cuando estuviera junto a su bebé, ya se lo estaba imaginando.


***


Youngbae estaba en pleno avión esperando llegar por fin a Corea, no le gustaban mucho los viajes largos, y gran parte de este se la había pasando durmiendo o escuchando música pero fue cuando decidió leer una de las revistas que Jiyong estaba leyendo, este estaba dormido luego de hablar con alguien por celular, al tener los auriculares en los oídos no escuchó absolutamente nada, solo vio la boca de su amigo moverse. Hojeó unas cuantas y dejó todas a un lado hasta que vio “ELLE”, era una buena revista de moda por lo cual al cogió y la empezó a hojear y fue cuando paró en seco al ver a aquel modelo, vio cada una de las fotos en las cuales salía, había cambiado mucho en realidad, ya no estaban aquellos polerones enormes que le cubrían por completo, sino una camisa blanca que moldeaba todo su torso y una chalina enorme que cubría su cuello, ni tampoco aquellos pantalones que no dejaban ver nada, en su lugar estaban unos pantalones de vestir color negro amoldándose bien a sus piernas y ¡Por Dios! A aquel trasero. Nunca pensó que bajo toda esa cantidad de ropa hubiera aquel cuerpo, pero en siete años las cosas cambiaron mucho, el tiempo hizo maravillas con aquel cuerpo; ya no estaban esos lentes de montura gruesa, solo se dejaban ver aquellos dulces ojos con esa hermosas ojeras, leyó la entrevista que le habían hecho al menor con detenimiento no era muy extensa pero sin lugar a dudas muy interesante ya que en letras enormes decía: “Seungri como futuro papá.” Se dedicó a leer las letras pequeñas: “Lee Seungri piensa volverse padre siendo aun muy joven aunque su agencia niegue tal cosa, el deseo de V.I es el de pronto ser padre ya que desde joven siempre quiso una familia, aunque aun no lo hemos visto salir con nadie por el momento, Seungri nos dice que no es necesario tener una pareja para tener un bebé y está en lo cierto ya que como muchos sabrán, el modelo de YG cuenta con la posibilidad de quedar en cinta. ‘Yang me cuida mucho en realidad, no deja que tenga citas, una vez le dije que quería salir con alguien y solo me dijo ¡no saldrás!, Yang es como un verdadero padre sobreprotector.’ Sin duda alguna si Seungri llega a convertirse en padre será uno de los mejores ¡Suerte!”


Definitivamente quería llegar pronto a Corea aunque era extraño que nunca haya escuchado hablar de Seungri mucho por la YG y que él tampoco haya escuchado hablar del moreno. La sorpresa se hacía más grande.


Taeyang era el nombre que había utilizado desde que se había dedicado a la música, a los 22 años ya estaba dentro de YG con varios temas que promocionada más en Estados Unidos, Reino Unido, Japón y en algunas oportunidades en Corea, no le gustaba mucho, le traía cierto recuerdo doloroso, le hacía volver a sentirse culpable; a petición de Yang, decidió volver a Corea pero de forma definitiva, dejaría de promocionar en el extranjero y se concentraría en Corea por un buen tiempo, luego volvería al extranjero, conciertos, domos, presentaciones en algunos programas y terminaría por fin para darse un descanso merecido, pero ahora deseaba quedarse en Corea… Seungri estaba ahí y más cerca de lo que pensaba.


***


Seungri no daba crédito a lo que estaba viendo, después de ocho años volvía a ver a aquel chico que amo alguna vez, aquel que le rompió el corazón de una forma muy cruel, Bae estaba frente a él y lo miraba de igual forma, ambos habían cambiado mucho, estaban más maduros, sus rasgos cambiaron un poco. El corazón de Seungri saltó de un momento a otro en su pecho cuando se topó con sus ojos. Cuando llegó el momento de presentarse, Ri actuó normal e incluso le sonrió de forma dulce pero aun así alegando que nunca antes lo había visto en su vida y que era un placer conocerlo al fin y que habían hablado mucho del moreno por la agencia. Para Ri era mejor actuar de esa forma, todo lo que había pasado cuando tenía 16 años quedó atrás, todo el dolor y lágrimas. Agradecería siempre el ascenso de su padre ahora no solo trabajaba en aquella empresa sino que era una de los más importantes accionistas, la vida sin duda alguna les había sonreído a los Lee.


– ¿Seungri?– el mencionado se quedó estático al reconocer la voz de Youngbae llamarle, pensó en ignorarlo pero se suponía que no lo conocía y que recién hoy se lo habían presentado, giró con una pequeña sonrisa en los labios.


–Dime, hyung. – Cuando ambos estaban en aquella relación nunca había escuchado un “hyung” de su parte, siempre era “Youngbae” o “Bae”, era difícil escucharlo de él, y más el que actuara de esa forma, porque Bae sabía que estaba actuando todo eso. Pero no tenía nada que reclamar, él había quedado como aquel idiota que le rompió el corazón cuando tenía 15 años, ni si quiera merecía que le respondiera.


Bae caminó lo que restaba la distancia entre ambos por aquel pasillo. –Ri… cuanto tiempo. – el panda no dijo nada, todo lo contrario hizo cara de asombro y luego terminó riendo de forma dulcemente.


–Ahora si me está confundiendo hyung, recuerde que recién hoy nos conocimos, yo nunca antes en mi vida lo había visto, esta es la primera vez que lo veo. –


–Ya deja de jugar, Ri. Quiero hablar contigo enserio, por favor. – Seungri sabía el porqué de aquella conversación y claramente no lo tendrían, había dejado el pasado atrás y ahí se iba a quedar, y no habría excepción alguna.


–No estoy jugando, y lo siento pero no puedo, tengo una reunión de suma urgencia con Yang. Nos vemos. – hizo una ligera venia y volvió a caminar por el pasillo, Bae se le quedó observando, aquella camisa le entallaba en los lugares precisos como lo era su torso y esa pequeña cintura sin mencionar lo bien que le quedan aquellos jeans negros rasgados, ajustaban ese bonito trasero haciendo que se vieran mucho mejor. Le observó hasta que le vio perderse a lo largo de aquel pasillo.


–‘Mis ojos se enfocan en ese trasero, I loved!’ sin duda alguna puede salir una buena canción de eso. – Bae continuó caminando hasta dirigirse donde su manager para que le dijera lo que tenían preparado para él.


Por otro lado, Ri soltó un suspiro al llegar a la oficina del CEO, estaba nervioso, esperaba a que por fin le dieran la autorización para poder tener su bebé, claro está que en un inicio lo hizo por cuenta propia pensando que sería rápido y que al decirle que estaba embarazado Yang solo tendría que aceptarlo, pero ni eso salió bien para él. Tocó un par de veces e ingresó de forma tranquila observando al presidente en su silla observándole, pronto el panda se sentó frente al CEO quien le observaba casi sin pestañear.


–Emm… Y ¿Qué decidió?– preguntó un tanto tímido Seungri observándole esperando a que dijera algo pero pareciera que Yang seguía pensándolo bien antes de darle una respuesta. –Me tiene que decir algo. –


–Eres muy joven aún Seungri. –


– ¡¿Es todo lo que me dirá?! Por favor, piénselo bien, llevo en YG más de siete años, siempre he cumplido con mi trabajo en  cualquier parte del mundo en el cual me ha enviado, he hecho todo bien, solo le pido una sola cosa, por favor. –


–Seungri, tienes solo 23 años, eres muy joven aún, tu carrera va bien, muchas marcas te están pidiendo, ¿Qué les dirás cuando tengas un vientre de 8 meses? Eres uno de mis mejores modelos aquí e inspiración para muchos otros aspirantes. – Yang intentaba ser coherente con el pequeño panda pero éste era duro de convencer.


–En ese caso habrían marcas de bebés que tendrían por fin la oportunidad de tenerme en uno de sus comerciales, Yang, nadie sale perdiendo, continuaré trabajando, por favor, solo de la autorización para poder tener a mi bebé, por favor. – el CEO quería mucho a Seungri, era muy dedicado a su trabajo y nunca fallaba en nada, a pesar de estar enfermo estaba siempre listo para trabajar en cualquier parte del mundo, no importaba donde ahí estaba Seungri, quizás lo que temía era que aquel niño no fuera capaz de cuidar solo a un bebé siendo tan joven y que tuviera que despedirlo, aunque tampoco podría perder a su joya por una renuncia del menor. Todo era complicado.


–Hay dos marcas reconocidas con las que ya trabajaste y no necesitaste estar embarazado, Seunghyun. –


–Yang, por favor piénselo bien, solo le estoy pidiendo una sola cosa. –


Tras meditar observando los ojos de aquel niño soltó un suspiro, Seungri había hecho mucho por YG quizás era hora de que la agencia hiciera algo por él. –Está bien, pero con una sola condición, tendrás que esperar cuatro años. – Seungri casi se cae de la silla de solo escuchar aquello, ¡No podría esperar tanto!


– ¡NO! Me niego. Puedo esperar… un año. Si un año. –


–Lee Seungri no estoy negociando contigo, serán cuatro años. – El menor se incorporó y colocó ambas manos sobre el escritorio del CEO totalmente decidido a ganar en ello. –está bien… tres años, y no menos que eso. –


–Un año y medio, es justo. – la mirada de Ri solo mostraba decisión completa, quería tener a su bebé antes y lo iba a conseguir.


–Tres años  no diré más, Seungri. – En ocasiones el presidente Yang era un hombre difícil de convencer y esta vez tuvo que admitir que había perdido.


–Dos años, podré esperar dos años, y no más que eso, quiero estar joven cuando tenga a mi hijo, quiero poder correr con él, disfrutar esos momentos con él, no puedo esperar más de dos años. – Yang volvió a soltar un suspiro tras lo escuchado, aquel niño era muy decidido en lo que quería y sabía que no se rendiría hasta conseguir lo que quería, y tampoco estaría mal a un pequeño niño corriendo por todo lado llamándole “Abuelo Yang”.


–Serán dos años y ningún año más o menos. – Seungri sonrió como nunca y no pudo evitar abrazar al CEO con fuerza para después salir de su oficina agradeciéndole una vez más. Entonces en dos años podría tener a su bebé, en dos años quedaría embarazado y tendría su propia familia, estaba feliz.


***


El tiempo fue transcurriendo entre el trabajo, Taeyang había sacado dos mini álbumes y su carrera prosperaba igual o mejor que en Estado Unidos, Seungri tuvo que participar algunos de sus vídeos pero lo más radom que le pudieron pedir fuera que cantara con él, Ri reconocía que no tenía una súper voz pero que se defendía en el canto, o eso creía él, acompañó en dos de las canciones del moreno, R.O.D y Missing You, la primera por que Seungri manejaba más que bien el inglés a pesar de que alegó que podría hacerlo Jiyong ya que tenía una mejor pronunciación que él pero Taeyang no quiso, el moreno buscaba cualquier excusa para estar con aquel pequeño panda, no iba a desperdiciar ninguna, iba a disculparse con él y serían amigos, claro que si, ese era su plan. La segunda canción iba a quedar perfecta con Ri ya que su voz era un tanto baja y susurrada pero llegaba a los altos, iba a quedar bien.


Seungri después de lidiar con la llegada de Youngbae hace como un mes y la conversación con Yang, en sus tiempos libres iba a la clínica en busca de buenos donadores que había escogido previamente el doctor, los revisaba meticulosamente y si es que tenía alguna duda le preguntaba, pero fue cuando a sus manos fue a caer un expediente muy particular, por lo que decía en este, no había rastro de alguna sustancia en la vida del sujeto, aparte de que llevaba una vida muy saludable, ejercicio y dieta sana como leía, no tenía cargos, soltero, sin ningún vicio en realidad, y por como decía en las letras sombreadas: COMPATIBILIDAD: 99.99%. Aquel era el sujeto ideal, no había duda en eso, su sonrisa se ensanchó como nunca al saber que ya contaba con un donador.


–Doc, disculpe, ¿Hace cuanto fue que encontró al donador?–


–Según dice aquí…– leyó la hoja de vida del donador y continuó hablando. –Cerca de un mes. Fue bastante curioso en realidad, estaba cubierto hasta las orejas, pareciera como si no quisiera que nadie lo reconociera. –


–Bueno creo que nunca es fácil venir aquí y depositar tu esperma para que alguien más la use y conseguir dinero. –


–Eso fue lo segundo curioso, no aceptó el dinero que normalmente se dan a los donadores, solo dijo que esperaba le sirviera a quien fuera a usarla y le deseaba suerte. – Seungri asintió mientras volvía a releer el perfil del dichosos sujeto, si aquel era el único que encontraría en los dos años que Yang le había dicho, entonces lo aceptaría pero quizás iban a llegar más donadores compatibles, esperaba que si, solo tenía dos años para eso y el tiempo comenzaba a volar.


Por su parte Taeyang intentaba dar más pasos con el panda pero este no le dejaba, ni si quiera le había aceptador ir junto en el ascensor. Aquella noche, Seungri se había quedado hasta tarde viendo las fotos que se le habían tomado aquel día, intentaba seleccionar las mejores, después de estar con los fotógrafos por siete años, había aprendido algunos trucos de ellos y ahora los ayudaba en ello aparte de que nunca estaba demás una segunda opinión, Bae se le quedó observando cómo es que hacia el trabajo, se le veía muy concentrado y fue cuando de forma silenciosa se acercó por detrás y le rodeó los hombros pero ante aquello sorpresivo, instintivamente Ri lanzó la cabeza hacia atrás golpeando la nariz y frente de Bae quien se quejó levemente por el dolor, Ri tenía fuerza aunque no lo pareciera.


– ¡No vuelvas a hacer eso, Youngbae! ¡Fue tu culpa por acercarte de esa forma, idiota!– Ri estaba molesto por tal osadía, aun mantenía cierto rencor con aquel chico que intentaba ocultar pero se le hacía muy difícil.


– ¡DIOS, SEUNGRI! Cuando estabas en el instituto no golpeabas nada y ahora lo haces, los años te cambiaron. – Seungri se percató de que no había llamado hyung a Bae y aquello lo delató; entonces si se acordaba del moreno.


–No sé de qué habla, hyung. – Ri volvió a su tarea de ver las fotos para despejarse, ahora el moreno sabía que estaba fingiendo todo, sería difícil, más de lo que era antes.


–Ri, solo… hablemos, tengo muchas cosas que decirte y una de esas es que…. Me disculpes por lo que sucedió hace ocho años atrás, era un mocoso inmaduro que no sabía lo que estaba haciendo o diciendo, ¿sabes? Fui a buscarte a tu casa pero cuando llegué me dijeron que toda tu familia se había ido a Estados Unidos, y eso me hizo sentir aun más culpable; fui un idiota, te lastimé demasiado en un solo día. – Ri no decía nada y sin notarlo había dejado de ver aquellas fotos, ¿Perdonar o no perdona a la persona que le hizo ver que no todo en el amor es rosa? En su momento le dolió como nunca, recordaba esas noches en las cuales lloraba con tal sentimiento que siempre terminaba quedándose dormido y gracias a ellos sus ojeras aumentaron, maldito Bae.


–Me demostraste que no todo en la vida puede ser perfecto, que no hay una relación feliz, que no hay compatibilidad en el mundo ni en las parejas o nada. Gracias a ti me pude dar cuenta de lo imbécil que fui en esos once meses en los cuales te ame como a nadie, que intenté entregarme a ti pero no pude, tuve miedo y tu no me ayudaste en nada, todo lo contrario solo me presionabas a que lo hiciera; no Youngbae te debo las gracias por abrirme los ojos en que no necesito de nadie a mi lado para ser feliz, no necesito estar con alguien de forma sentimental para serlo, que cuando uno confía y entrega lo que es siempre será traicionado sin medir nada ni el sufrimiento. Solo me abriste los ojos, Youngbae, así que no hay nada que perdonar, claro está que me dañaste, puedo decir con orgullo que tengo una cicatriz de batalla, porque no perdí la guerra y dentro de algunos años espero no hacerlo o eso realmente me mataría. – Ri se incorporó de la silla sin mirar al moreno que aún seguía estático sin saber que decir; Ri había madurado mucho y él aun no lo había hecho al parecer, ¿Cómo pudo pensar que le iba a perdonar tal fácil?


***


Los días siguieron pasando y como era de asumirse, Youngbae y Seungri tuvieron que tomarse algunas fotos para promocionar sus canciones, Ri era totalmente profesional, lo que le pedían que hiciera lo hacía sin decir nada, mientras más rápido terminara todo era mejor; las fotos eran variadas desde Bae observando fijamente al panda y este manteniendo la miraba baja hasta unas en donde Bae tenía una mano en su cadera mientras entreabría los labios justo como Seungri, quien estaba manteniendo una mano en su hombro sin mirarle a los ojos. Pero la favorita de Youngbae era en la cual tenían las manos entrelazadas y Seungri recargando su cabeza en su hombro, pero la favorita del panda era una en la cual daba un derechazo al moreno con una manopla de oro en la cual decía ‘Victory’.


Pronto Yang dio la noticia que tendrían un YG Family Tour pero en esta ocasión sería mundial, Seungri pensó que por fin se habría librado de la insistencia de Bae de hablar con él e invitarle a salir todos los días, pero no, toda su felicidad se fue por un tubo cuando su manager le dijo que Taeyang había pedido que vaya en el tour ya que cantaría aquellas dos canciones en las presentaciones.


– ¡NO! ¡NO PUEDES HACER ESTO, YOUNGBAE!– Seungri estaba furioso con Bae, eso era tan infantil de su parte. Ingresó a la sala de ensayos en la cual estaba Bae practicando ya las coreografías para el tour.


– ¿Qué sucede, Ri?– Youngbae solo sonreía, seguro que su manager ya le había dado la buena noticia.


– ¡ES TAN INFANTIL DE TU PARTE! No pienso ir al tour, olvídalo, Jiyong estará ahí puede cantar esa parte y seguro CL lo hará bien, perfecto, asunto arreglado. – Bae le miró serio y tomó del brazo a Ri quien se sorprendió dejando a todos los bailarines de igual forma.


Seungri se estaba forcejeando con Bae quien terminó soltándolo haciendo que el menor terminara contra una de las paredes.


–Primero que nada, no entres gritando donde estoy ensayando, y segundo, irás al tour, aunque no quieras, ya que según tengo entendido tienes trabajo también en algunos de los países que visitaremos. –


–Sé que lo hiciste solo porque no he aceptado ninguna de tus citas ni invitaciones, tonto. Y ahora menos que nunca voy a  aceptar ¡Que inmaduro de tu parte!– Bae estaba cansándose de escuchar a Ri por lo que terminó colocando ambas manos a los lados de la cabeza del menor quien se quedó en silencio de un momento a otro, recordó cuando Bae hacía ello cuando le quería besar a lo cual sudó frío.


– ¿Ves la diferencia? Te ves más lindo cuando estás en silencio y lo admito, le pedí ese favor a mi manager, de alguna forma se que si te tengo más a mi lado tendrás que aceptarme alguna cita, y no voy a descansar hasta que en verdad me disculpes y… seamos amigos, aunque ahora que recuerdo… siempre te ponías nervioso en esta posición, comenzabas a tartamudear y mirabas mucho hacia los lados pero nunca a los ojos. – habló sonriendo Youngbae observándole detalladamente, en verdad que Seungri se había puesto más lindo y apuesto que nunca, sus ojeras seguían siendo las mismas o al parecer habían aumentado, pero igual estaba lindo, ¿Cómo fue tan imbécil para dejar tal belleza?


–Si no te alejas ahora, te golpearé en la nariz y esta vez juro que te la romperé, Youngbae. –el mencionado sonrió aún más acercándose hacia su oído y sintiendo a Ri temblar.


–Haré que me perdones, lo juro. – luego de aquellas palabras se alejó no sin antes rozar su mejilla con la de Ri quien tembló ligeramente, a lo cual también aprovechó para inhalar aquel delicioso olor que poseía el menor entre rosas y canela, observó a Bae adentrarse de nuevo en la sala de ensayo sin problema alguno y más relajado al parecer.


***


El tour estaba todo preparado, la primera parada sería Japón y Ri ya estaba frustrado ya que no le gustaba  la coreografía con Bae, era demasiado de parejas, muy juntos, demasiado. Cuando volvieron a ensayar después de aquel espectacular baile que dio Bae, vi salió nuevamente a escenario ya para la parte final cantando junto con él, básicamente era el moreno quien le tomaba de la mano evitando que se fuera, casi como aquellos típicos chicos malos que se enamoraban y no sabían mucho del amor para después entrelazar aquellos dedos y mirarse a los ojos para después Bae solo sonreírle y Ri bajar la mirada con aquella misma sonrisa y ambos descender por el elevador y salir de escena; nada del otro mundo para el más bajo pero Ri estaba incómodo, no era lo que esperaba de aquella coreografía.


–Algo me dice que le pagó al coreógrafo para que hiciera… esto– Seungri se encontraba casi frustrado mientras estaba en aquella mesa de un fino restaurant con los lentes oscuros puestos no mostrándose muy feliz al parecer. – ¿Cómo que le fui a aceptar una cita a ese idiota?– se dijo a si mismo pero una voz tras de sí mismo contestó mientras tomaba asiento frente al menor.


–Porque muy en el fondo no quieres odiarme. –


–Te engañas; yo solo quería pasar desapercibido por ti y resultó que terminas acosándome, eso ya es cansado y más si es todos los días. – Seungri llevó aquella copa de cristal con vino tinto a sus labios degustándolo, intentando pasar aquel mal momento. Aquella cena la había estado programando desde que Bae decidió hacer hasta lo imposible por tener el perdón de aquel chico; y contra todos los pronósticos Seungri empezaba a colaborar para que aquella fuera una buena cena después de todo, el moreno logró que el maknae lograra sonreír y hasta hacer alguna broma con relación a cuando era joven y estudiaba, Youngbae le escuchó burlarse de su forma de vestirse, de aquellos gruesos lentes que usaba y sus ojeras que aún mantenía y que las tenía como fiel recuerdo de todo lo que lloró por aquel chico que tenía enfrente.


Taeyang se sintió mal cuando le escuchó hablar sobre su aspecto en aquellos tiempos, y de forma automática se disculpó con el ojeroso quien solo se dedicó a dar un último bocado a su comida, finalizando por fin para después beber un poco de agua.


–Algo que aprendí, Youngbae durante todo este tiempo es que debemos dejar el pasado donde tiene que estar, en el pasado, si es que decidí ignorarte fue más que nada porque intuía que harías esto, disculparte por cualquier medio y no me dejarías en paz y quería solo considerarte un compañero más de trabajo dentro de YG, quizás fue infantil de mi parte pero sinceramente no me sentí preparado cuando te vi parado frente a mí, recordé esa última vez que nos vimos y… todo por lo que pasé. – en todo el relato, el maknae se dedicó a jugar con su copa de vino, removiéndola, mirándola y tocando los bordes como si fuera lo más emocionante de toda la velada.


–No me cansaré de disculparme, lo sabes ¿no?– la mirada de Youngbae fue intensa en ese momento, observó directo a aquellos ojos que eran acompañados por una ojeras que le daban un toque más inocente e infantil; era ese mismo chico que en alguna oportunidad fue su novio.


Seungri bajó la mirada emitiendo una sonrisa característica; no separando los labios y no mostrando aquellos blancos dientes, solo sonriendo. –Lo sé. – elevó aquellos ojos mirándole. –Pero tengo la esperanza que de alguna forma esta “civilizada” conversación te haga ver que lo pasado quedó atrás y que solo quiero que me dejes en paz, solo seamos compañeros de trabajo solo eso, quiero la misma vida que tenía antes de que llegaras tu a Corea, por favor. – pidió de la forma más calmada posible mientras le sostenía la mirada manteniendo aquella sonrisa. Bae solo pudo mantener observando aquellos ojos sin decir un ‘sí’ o un ‘no’, no podría darle una respuesta ya que no sabía cómo actuaría con Seungri de ahora en adelante.


–Y… ¿Ya tienes candidato para tu embarazo? Pero primero que nada, ¿Por qué quieres un bebé tan joven?–


–Nunca lo entenderías, Youngbae, no es solo el querer algo, también es el de sentirse completo, el no depender de nada ni nadie, ser solo tú y esa personita a tu lado, que no haya alguien que te imponga condiciones, que haya peleas y todo eso; si quiero a mi bebé, lo voy a tener pero sin que nadie me diga lo que puedo o no hacer, no quiero una pareja que me imponga cosas, quiero ser solo yo y él o ella. Y sé que podré solo aunque nadie me crea capaz de eso, ni Yang lo cree supongo que por eso me prohibió citas, pensó que mi donador podría ser algún chico que me invite a salir y no le pareció buena idea, está algo loco en realidad. – tras aquel comentario ambos terminaron riendo mientras observaban a algunas personas observarles de forma curiosa, reconociéndolos de inmediato y otros solo viéndolos como dos chicos comunes que estaban disfrutando de una cena en Japón a pesar de que ellos hablaran en coreano.


Taeyang comprendió que Seungri lo había perdonado y a la vez no, básicamente todo lo dejó en el pasado y con ellos todo lo que vivió con aquel chico que le rompió el corazón. Ahora era otro Seungri, ya no dejaría que nadie jugara con él, y nadie lo haría ya que se dedicaría al 100% a su futuro bebé y a su trabajo, nada más que eso.


Pero como siempre Taeyang tiene otros planes.


***


La gira mundial fue siendo un total éxito, las entradas se vendían en solo un par de minutos o hasta cinco. YG Family era muy esperado y ya pronto estarían culminando tras varias paradas; las fans estaban expectantes de ver a los cantantes de esta agencia, de ante mano sabrían que el dúo GD&TOP o haría de maravilla, como también en sus solos, pero siempre la cereza del pastel sería escuchar cantar a aquel modelo de la misma agencia que había cautivado con su suave voz y más que nada con su presencia.


El dúo de SOL&V.I.


Aquellas dos canciones eran las únicas en las que saldría aquel modelo y que casualmente ambas no se habían presentado en ningún programa de variedades, música pero si siendo premiada en algunas oportunidades; nunca fueron presentadas en vivo, hasta ese momento que el concierto llevaría consigo una excelente performance de aquellas dos.


Seungri estaba en su camerino revisando las últimas carpetas que su doctor le había enviado con los datos de un par de personas que estaban en el rango perfecto para donadores pero sus perfiles no le convencía, uno tenía problemas conductuales y había estado detenido como cinco veces y el otro tenía hígado graso.


–No sé porque no cuidan de su cuerpo, es como su templo. – murmuró dejando aquellos documento a un lado y se fue a cambiar de una vez antes de que la maquilladora o alguno del staff le mandara a llama para prepararle. Taeyang ingresó a aquel camerino y observó que el maknae se vestía tras un probador y tomó asiento de forma silenciosa y observó aquellas carpetas comenzando a revisarlas mientras leía, sabía bien que aquel panda buscaba al donador perfecto para tener a su bebé, el moreno sonrió de forma ladina teniendo algo bien claro en mente, ninguno de aquellos tipos llegaría a algo en particular, todos tenían problemas de conducta o de salud.


Saludó al maknae al verlo salir del probador acomodándose aquella camisa blanca azul que la tenía con las mangas hasta el  codo y estirar un poco más el bivirí blanco que traía debajo de este junto a unos pantalones con varios detalles con brillos, cierres, pequeñas cadenas y rasgados en rodillas y muslos.


Seungri le devolvió el saludo mientras terminaba de atarse los cordones de sus zapatillas negras, Bae le observó batallar un poco con estas y de inmediato se incorporó para hincarse a sus pies con una rodilla de apoyo, cogió ambos extremos  y comenzó a atarlos en un nudo perfecto, e hizo lo mismo con el otro, para Seungri fue un tanto vergonzoso que el moreno hiciera eso, y al estar sentado solo observó una pequeña sonrisa en aquel chico de bonitos ojos, a lo que de forma inconsciente sonrió también pero que borró de a poco al ver a los ojos e incorporarse no sin antes decirle un ‘gracias’ e ir donde las maquilladoras para que culminaran con él de una vez y estuviera listo.


El panda admitía que era difícil estar cerca de aquel moreno ya que no sabía lo que sentía cuando lo tenía tan cerca y ya no acosándolo a cada instante ni tampoco llamándole con tanta insistencia, era distinto pero seguía frecuentándole cuando tenía sesiones de fotos, y ahora más ya que estaban en un tour, se metía siempre al camerino del pequeño ojeroso para molestarle un poco y luego ir al suyo.


Después de aquella cena y algunos días más, Taeyang comprendió el punto de Seungri y dejó de acosarle con tanta insistencia, pero no al 100%. Para Ri le era difícil decir lo que sentía cuando tenía tan cerca a Taeyang, quizás era el hecho de que él removía sus heridas ya cicatrizadas y le desorbitaba un poco. Quizás era eso… quizás.


Varios artistas ya que habían presentado y ahora tocaba el turno de Taeyang y, en la segunda canción recién Seungri ingresaría en un elevador al escenario principal. No podía mentir si decía que no estaba nervioso con salir a un enorme escenario con miles y miles de fans gritando por él, nunca creyó que fuera tanta la presión, todos sus fans le enviaban regalos donde hacía su sesión de fotos o a la agencia donde los recibía con mucho cariño, nada fuera de lo normal pero ahora habían demasiadas personas ahí, esperando por él.


Tras un excelente dúo con Jiyong, ‘Good Boy’, Seungri se puso mucho más ansioso por salir, observó a su hyung bajar por el elevador y este de inmediato se acercó al menor.


–Ya son más de tres paradas en distintos lugares de globo, ¿Y sigues estando nervioso?– la pregunta de Jiyong hizo sonreír al maknae.


–Esta es su vida, no la mía, yo solo estoy delante de una cámara y ya, no rodeado de tantas personas. –


–Si este tour sale como esperamos, quizás sean los mismos fans quienes soliciten un álbum en solitario para el pequeño Seungri. –


–Si claro y yo tendré novio. –


–Uhmm… quien sabe, Ri. – contestó Ji bromeándole para después palmearle el hombro. –Solo sal a divertirte y de esa forma divertirás a los fans, solo eso, anda, ya es tu turno, panda. – R.O.D era la canción con la que Ri saldría, sujetó le micro en su mano con fuerza mientras ya comenzaba el elevador a subirlo y al escuchar terminar de cantar a Youngbae inmediatamente cantó su parte que era puro inglés, mientras escuchaba a todos aquellos fans gritar y lighsticks agitarse con ímpetu, avanzaba por aquella pasarela donde estaba Taeyang moviéndose al ritmo de la música para una vez terminar de cantar escuchar como Bae le miraba a los ojos mientras cantaba y también moverse al ritmo de la música, los bailarines encuadraban aquello de la mejor forma.


Tras llegar a la última parte, Taeyang rasgó aquella camiseta sin mangas y que dejaba ver aquel gran tatuaje que tenía en la zona de las costillas y mostrando todo aquel cuerpo totalmente esculpido por horas en un gimnasio; comenzó aquel baile mientras una mezcla electrónica en vivo acompañaba aquello, Bae cantó lo último de aquello y dio pase a Seungri con aquella última estrofa. Un genial solo de guitarra eléctrica dio paso a que Bae jalara de la mano a Seungri y este le mirara a los ojos, los gritos de fans era ensordecedor, un buen fan service nunca estaba de más. Pero lo que el makane no espero fue que Youngbae le acariciara la mejilla y el menor se sorprendiera totalmente pero logrando calmar aquellos nervios, aquel sonido de guitarra se le hizo eterno, no sabía qué hacer por lo que solo atinó a  hacer algo parecido para que no pareciera que no estaba planeado; una de sus manos fue hasta su hombro dejándola ahí mientras observaba los labios de Youngbae, el mencionado llevó su mano la cadera del menor mientras se acercaba más, los gritos no paraban y por un instante creyó que Youngbae lo besaría hasta que sintió como el elevador comenzó a descender de forma lenta, dejando a la expectativa a todos los fans.


– ¡Te pasaste de la raya!– el menor empujó al moreno totalmente molesto.


–Solo no quise parecer que olvidé aquello, nada más. – dijo mientras tomaba una toalla que una de las chicas del staff le daba para secarse el sudor.


–No lo vuelvas a hacer me pusiste incómodo, hyung. – volvió a recriminar mientras salía del lugar para respirar un poco.


Pensó que quizás aquello no se volvería a repetir pero se equivocó, cada vez que tenían aquella particular canción juntos, Youngbae salía con algo nuevo, sino le intentaba besar, le daba un beso en la frente, o había que el menor colocara sus manos en el cuerpo medio desnudo del moreno o le abrazaba con fuerza.


Algo dentro de él hacía que se volviera a sonrojar como cuando tenía quince años y salía con Bae. Se decía a si mismo que no era nada, que solo debía ignorarlo. Pero se ponía muy ansioso con aquella canción y si no era esa, era ‘Missing You’ en la cual le tomaba de la mano y le sonreía de forma conquistadora y… hasta enamorada.


–Esto… lo que pienso y siento… no está bien. –


***


Cinco meses después.


Era como volver a tener quince años de nuevo, era como aquella vez, una vez más se sentía con miedo de lo que fuera  a ocurrir, no quería volver a sentir de nuevo ese sentimiento de amor por el moreno, no podría volver a enamorarse de aquel que le hizo tanto daño una vez y que le dejó marcar para siempre, sería muy difícil y no se podría concentrar en su tarea de tener un bebé.


Youngbae estaba extraño, ya no le llamaba, sino que le dejaba siempre un pequeño arreglo de flores en su lugar de trabajo, cual fuera que sea, siempre había ahí un bonito arreglo floral con solo una nota: “La jodí con el de quince, pero no deseo hacerlo con el de veintitrés. SOL” los que leían la nota no entendía en realidad lo que decía, pero si Ri quien solo terminaba olvidándose de aquello para comenzar con su trabajo que le demandaba muchas horas; en pocos días llegó a la conclusión de que Bae ya no lo veía con aquellos ojos de perdón sino… de amor.


Le daba miedo enamorar de un tipo como él. De enamorarse del chico de 18 años que le rompió el corazón, intentó olvidar ellos y siempre desviar el tema cada vez que Youngbae se lo planteaba de forma seria, Ri solo terminaba riendo de forma nerviosa para después cambiar el tema, Bae se volvió su Compañero de trabajo/amigo, un buen equilibrio entre ambos.


Bae terminó por hablar frente a todos cuando estaban celebrando el cumpleaños de Dara, no pudo más y solo soltó todo lo que sentía y Ri terminó más temeroso de lo que fuera a pasar.


– ¡Hey escuchen todos! Le debo una gran disculpa a Seungri, hace ocho años lastimé a un chico realmente encantador que me brindó su cariño y amor que no llegué a valorar por idiota, lo lastimé de forma tan grave que ahora no quiere saber nada de lo que tenga que ver amor; pero... sé que muy en el fondo queda algo para mi, para ese idiota chico que te dejó ir una vez pero que no te volverá a dejar. Y antes de solo lastimarte, podría morir. Así que… Yang… dele permiso a Ri de tener una cita forma conmigo, por favor, realmente quiero hacer bien las cosas en esta oportunidad. – todos se quedaron viendo al CEO como también a Ri quien no salía de su asombro ante aquello, fue demasiado para aquella noche, no esperaba que Bae dijera todo aquello sin inmutarse en lo que los demás fueran a decir.


–Youngbae, todos aquí saben que cuido de forma sobreprotectora y casi asfixiante a chicos con la maravilla condición de Seungri, pero es también la vida de Seunghyun, hay cosas que yo no puedo decidir por él, si él acepta, entonces daré mi permiso. – Ri se sentía tan cohibido en ese momento, era como tener aquella primera sesión de fotos en Alemania donde conocía poco del idioma y de las personas con las que trabajaría.


–Ah… y-yo… ahm… no… no sé… –y fue cuando salió lo primero que vino por su mente. –Sí, está bien. – ¡Maldito sea su subconsciente que manifiesta sus deseos más íntimos!


***


Admitía que no estaban tan mal las citas con Youngbae, eran divertidas a pesar de que eran muy restringidas debido a que ambos eran figuras públicas dentro de Hallyu, los restaurantes de comida china, italiana o de medio oriente eran sus favoritos pero siempre intentaban variar, quizás dulce o algo salado para variar, o solo ir por un café cuando tenían tiempo; los fan account iban aumentando, fans contaban que habían visto a ambos saliendo y dedicarse miradas más allá de lo profesional o gestos en los cuales parecían una verdadera pareja.


Seungri no quería comportarse como lo hacía pero los sentimientos del chico de 15 años que aún tenía dentro saltaban cuando tenía cerca a Bae, cuando podía escuchar cantarle, mirarle a los ojos con sinceridad y acariciar su mano mientras le decía algunas palabras bonitas.


Los meses iban pasando y pronto terminó por estar solo a un mes de poder tener a su bebé, de por fin inseminarse, pero un extraño sentimiento se instauró en él, ¿Podría estar con Youngbae aun cuando tuviera un bebé que no fuera del moreno? Porque sí, tras varios intentos con el pequeño panda, este aceptó tener un relación con el moreno, porque muy en el fondo aceptaba que le atraía igual o quizás mucho más que hace ocho años atrás. Llevaban solo tres meses, pero fueron tres meses que Ri disfrutó al recordar porqué fue que se enamoró de aquel chico a sus quince años y porqué continuó amándolo.


Bae no le había dicho si aceptaría o no estar con alguien que estaría pronto con el bebé de alguien más en su interior. Eso era lo único que le podría preocupar ahora.


Por su parte Youngbae solo emitía una sonrisa mientras revisaba una carpeta con un importante documento en su interior en el cual solo se podía observar con letras resaltadas ELEGIDO COMO DONADOR. Había hecho muchas cosas en su vida pero casi comprar una maldita clínica para que sea como sea su semilla fuera aceptada por aquel meticuloso panda, era lo mayor. Tenían una bonita relación de tres meses y Bae no estaría dispuesto que un desconocido embarazara a su novio, ni loco que estuviera, había estado haciendo de todo durante casi más de un año para que todo saliera como deseaba y por fin lo había logrado aunque siempre podría darle a Seungri lo que deseaba de la forma natural.


Y fue aquella noche en la cual ambos se quedaron en el departamento del mayor a mirar una maratón de películas cuando todo empezó por un simple beso, muy en el fondo, Ri temía que todo se fuera a repetir. Que YoungBae le odiara por no poder dejarse tomar como correspondía en una relación, nunca había vuelto a estar con alguien más luego del moreno, por miedo y también por orgullo, pero el sentir aquellas grandes manos acariciarle los costados de su cintura por debajo de su camisa se sentía el verdadero cielo, ahora se mostraban más delicadas que hace ocho años atrás, casi como si quisiera poder agarrar todo a su paso, memorizando cada parte de su anatomía, aquella blanca piel y suave al tacto e las manos del mayor; era un verdadero deleite también a sus ojos al quitarle aquella camisa y ver su pecho firme y nuevamente esa piel cremosa que le incitaba a besarla cosa que realizó; acarició toda su anatomía al tenerle desnudo bajo su cuerpo esculpido por horas de gimnasio.


 – ¿Cómo se que no me dejaras luego de obtener lo que deseas?– la pregunta de Ri le dejó un tanto confundido pero entendió tras unos segundos, ni es sus más locos sueños dejaría a Ri, ya no más.


–Porque ya no soy el mismo chico de 18 años que solo pensaba con el pene, y no que planeo obtener es tu corazón más que tu cuerpo, deseo que sientas cuanto te amo, cuanto me martirizo a mi mismo todos los días cuando te veo sonreír y luego recordar que te hice llorar por ser un idiota. – Ri sonrió y elevó su mano para acariciarle la mejilla. Ese era el Youngbae que amaba ahora, ese chico que sabía lo cuidaría y amaría pese a todo. – ¿Qué hay de tu donador?–


–y yo tampoco soy ya ese chico de 15 años, Bae, cambie mucho y con respecto al donador, creo que lo tengo frente a mí, ¿no? Si que eres un tonto. Me enteré cuando vi la foto del dichoso donador perfecto, mi amor, esa capucha no cubrió mucho y menos esa peluca larga. – Seungri realizó un puchero mirándole a los ojos.


–Hey, yo solo quería cuidar lo que era mío, no pensaba dejar que tuvieras hijo que no fueran míos; porque quiero un familia contigo Ri, me tarde ocho años en darme cuenta de eso; ¿Me das la oportunidad ahora?– el panda observó a aquellos ojos y solo asintió con la cabeza para después capturar los labios de aquel chico que rompió y construyó con creces su corazón. Esa noche Ri se entregó a Bae como siempre deseó hacerlo, sin presiones, con comprensión y sobre todo con total amor. Solo se podía ver a aquellos dos cuerpos enredados en sabanas, uno embistiendo a otro con fuerza y sonido de gemidos que acompañaban a las estrellas esa noche.


***


Ri mordió su labio inferior feliz mientras se dirigía al estudio donde Bae estaba comenzando a grabar un nuevo disco que saldría en solo cinco meses, sin contar el vídeo musical, fotos y demás, dentro de un mes cumplirían sus 500 días como novios y era algo más que debían de celebrar. Cuando ingresó observó que hablaba con varias personas a su alrededor entre los que divisó al CEO, el manager de su novio, y productores quienes se detuvieron de hablar al ver a Ri ingresar. Bae se acercó y le dio un beso en la frente a modo de saludo.


–Hola, Ri, ¿Podrías esperar un momento? ya voy a terminar aquí. – el panda negó con la cabeza negándose a salir pero mantuvo aquella sonrisa juguetona sin decir nada mientras seguía manteniendo las manos en la espalda a lo que Bae solo sonrió y pronto el panda le entregó una caja  pequeña de regalo.


–Feliz 500 días, Youngbae– el moreno miró la caja y le miró algo extrañado.


–Según el calendario que me compraste, mi celular y el celular de mi manager aún falta como un mes para eso, ¡¿verdad?!– se inmediato se giró algo asustado a su manager quien solo elevó el pulgar haciendo que los presentes se rieran por aquello, Ri era muy precavido para que su novio no olvidara fechas especiales.


–Ábrelo. – fue lo único que dijo manteniendo aún sus manos tras su espalda, ahora mordiéndose más fuerte los labios; Bae solo sonrió ante el peculiar actuar de su chico, quitó la tapa de encima y volvió a observar al panda más que sorprendido, quitó lo que había dentro con cuidado mientras dejaba la pequeña caja a un lado.


No podía creer lo que estaba viendo en aquella prueba de embarazo.


Quizás no era lo que Jiyong cocinó lo que le sentó mal, quizás era solo el fuerte olor que él sentía de cada cosa o las constantes nauseas matutinas que le levantaban para después vómitos, creyendo que tenía una verdadera infección estomacal lo que hacía preocupar a su novio todos los días.


Dos perfectas líneas rojas se dibujaban.


Estaba embarazado.


Y de la persona que más amaba.

Notas finales:

Espero que les guste mucho a pesar de que al final me trabé :v pero hice le intento, muchas gracias por todo y espero que sigan apoyando mis fics :v

Los quiero.

Más que anda me basé en dos historias en las cuales tenía en mente que que nunca logre concretar pero creo que al final junte ambas. :v

sadadsa nos vemos

c':


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