2. - Yeon Jun vs Ji Yong
Yeon Jun, a su corta edad, ya sabía que si se portaba bien obtendría cosas. Como cuando comenzó a recoger los juguetes que dejaba en el suelo y su madre le dio caramelos, o cuando su abuela le dijo que siempre debía agradecer antes de comer y cuando lo hizo sus padres casi lloraron de la emoción. Tenía la idea que todos en algún momento obtenían cosas por comportarse debidamente.
Él obtuvo un tío, no recordaba cómo, pero su abuela le dijo que había pasado mucho tiempo atrás. Su tío era muy, muy alto, Yeon quería ser tan alto como su tío, quería tener una voz tan grave como él, la cual usa para cantar.
Sí, su tío es un famoso cantante y le tomó un tiempo entender que significaba ser eso.
Ser un cantante significaba que no podías salir mucho a la calle porque las personas te aman demasiado y quieren tocarte, además de que sales en la televisión y tienes una casa grande llena de juguetes y por supuesto, cantas. Eso era su tío.
Los ojos del pequeño niño parecían brillar de sólo mirar al mayor que estaba sentado a su lado mirando el televisor.
Su amado tío, sólo suyo y de nadie más. O al menos eso pensó hasta ese preciso momento.
—Es hora de irme, Yeon Jun. —Seung Hyun se puso de pie, sólo agachándose para depositar un pequeño beso en la cabeza del menor. —Tío tiene una cita. —Susurró en su oído con el tono más juguetón que pudo hacer.
Yeon Jun estuvo a punto de sonreír como reflejo a la voz de su tío, sin embargo su ceño sólo se arrugó un poco.
—Dijiste que jugarías conmigo. —Se quejó, mirándole con recelo.
— Y lo hice, jugamos a ver el televisor. —Asintió parpadeando repetidas veces.
Su tío a veces se comportaba raro, no era siempre tan impresionante como cuando salía en televisión.
—Mamá me ha dicho que ver la televisión no es jugar. —Murmuró comenzando a sentirse confundido.
—Tú madre miente.
— ¡Seung Hyun, te estoy escuchando! —Gritó entonces Hye Youn desde la cocina. Sabía que tan conflictivo es cuando un niño recibe dos ideas contrarias.
El Choi menor sólo rio débilmente, su hermana a veces era una paranoica.
—Debo irme, saludaré a tu tía de mi parte.
Yeon Jun miró a su tío marcharse dejándole solo. Ahora se sentía molesto, su tío nunca se había marchado de manera tan repentina, no sin antes jugar con todos sus juguetes y comer tantos caramelos como pudieran.
Al parecer su tía Ji Yong pretendía robarle a su tío, y no estaba dispuesto a dejar que pasara.
…
Ji Yong volvió a revisar que todo estuviera en su lugar. La mesa estaba lista, la comida también y su reserva de vino para esa tarde. Sin mencionar lo dispuesto que estaba para hacer unas cuantas cosas más durante la noche. Su piel se erizó de sólo pensarlo.
Desde que había tenido la oportunidad de convivir con la familia de Seung Hyun, todo parecía fluir de manera más natural entre ellos dos. Ahora Ji Yong se sentía con la confianza de marcarle a Seung Hyun en cualquier momento, sin tener que enviar un mensaje de texto antes, preguntando si estaba solo. Y para Seung Hyun parecía ser también de esa manera, pues acudía a su llamado rápidamente.
Había escuchado cosas sobre conocer a la familia de la pareja, el compromiso que traía, lo difícil y no tan agradable que podía resultar, pero todo le iba de maravilla ahora, y se lamentaba por no haberlo hecho antes.
El timbre de su casa sonó, sabía perfectamente quien era, por lo que rápidamente abrió la puerta con la sonrisa más grande que pudo tener.
— ¡Seung Hyu…! —Sintió ahogarse repentinamente cuando miró a un apenado Seung Hyun llevando en brazos a su querido sobrino.
No quería ser grosero, pero, su fantástica noche estaba arruinada.
—Ji…lo siento, él…él no dejaba de llorar. —Su rostro sólo enrojeció más mientras intentaba explicarlo.
Ji Yong sólo se hizo aún lado, aun intentando analizar lo que estaba pasando y obligándose a no borrar su sonrisa, que ahora sólo era una mueca extraña.
—No…hay problema. Está bien. —Dijo finalmente, mirando al pequeño niño aún con los ojos hinchados y las mejillas rojas por el llanto. —Yeon Jun puede comer con nosotros. —Sonrió finalmente. —Vamos a comer.
El niño salió corriendo a buscar el comedor, mientras los mayores caminaban lentamente en silencio.
—Ji, de verdad, lo siento. —Seung Hyun se detuvo, tomando la mano de Ji Yong para que éste no avanzara más. —Sé lo mucho que te esforzaste y que…
—Seung, está bien. —Sonrió. —Tú familia es importante también.
El gesto de Seung Hyun se suavizó y sintió lo mucho que amaba a ese hombre comprensivo.
Todo estaba bien, sólo era un pequeño niño.
…
— ¿Te ha gustado la comida, Yeon? —Preguntó Seung Hyun, mirando que su sobrino se había quedado en completo silencio de repente.
Ji Yong se sintió ansioso, no estaba listo para enfrentar la opinión de un niño, después de todo son las personas más sinceras. ¡Y era sobrino de su novio, desde luego que era crítica la situación!
—Sí, tío. —Sonrió el pequeño, asintiendo de manera exagerada, mientras sujetaba la gran mano del mayor.
Ji Yong soltó todo el aire contenido.
—La tía Ji Yong lo ha cocinado. —Agregó Seung Hyun, él lo sabía, reconocía perfectamente el sabor de su comida.
Ni tan buena, ni tan mala. Cosa que jamás le diría, por supuesto.
El niño al escuchar aquellas palabras cambió su expresión por una completamente seria.
—La comida de mi abuela sabe mejor. —Soltó, para después bajarse de la silla e irse a la sala.
Ji Yong sintió ahogarse, tenía la impresión de que Yeon Jun estaba enojado con él y eso sólo le ponía más nervioso.
El rostro de Seung Hyun enrojeció por completo, su sobrino estaba causándole problemas, uno tras otro, pues durante toda la comida no había permitido que Ji Yong se sentara cerca de ellos, debido al juego de “familia” que había comenzado, catalogando a Ji Yong como la vecina.
“Las vecinas no están cerca” Había dicho, para después hacer que Ji Yong se moviera cinco sillas más lejos.
Yeon Jun no parecía igual de fascinado con Ji Yong cómo días antes.
—Ji…
Ji Yong le miró inmediatamente, sin ninguna expresión que pudiera ser fácilmente leída.
—No importa, sé perfectamente que no soy el mejor cocinando. —Sonrió en apenas una mueca. —La próxima vez tendrás que cocinar para Yeon. —Agregó, poniéndose de pie para acercarse al mayor.
Seung Hyun supo entonces que todo estaba bien, Ji Yong no estaba molesto. Esperó a que el otro se acercara lo suficiente, y así sujetarlo del brazo y hacer que se sentara en sus piernas.
Ji Yong pensó en replicar, sin embargo podía escuchar el sonido del televisor y las risas del pequeño niño en la sala. Un poco de amor no haría mal.
Sus miradas se conectaron, mientras el mayor inclinaba su copa de vino sobre los rosados labios de Kwon, quien recibió el licor con gusto, porque sabía que vendría después.
Cuando sintió una gota resbalarse por la comisura de sus labios no se preocupó, pronto sintió los calientes labios de Seung Hyun en su barbilla, succionando el vino, sólo pudo jadear levemente.
—Tan sucio. —Murmuró, aún sobre la blanca piel.
Ji Yong sonrió, bajando un poco su rostro, conectando sus labios con los de Seung Hyun. Y, cómo algo cotidiano, fue recibido por el mayor, sabiendo amoldar bien esos algodoncillos rojizos. Conocía perfectamente la forma de sus labios, y la manera en que le gustaba que se enredaran también, para después darle paso a sus lenguas a frotarse lentamente.
El beso terminó con un fuerte sonido, haciéndoles sonreír. Extrañaban esa cercanía, rara era la vez que tenían un día libre que congeniara.
Ji deslizó sus delgados brazos sobre los hombros de Seung Hyun, dándole un fuerte abrazo, aspirando ese característico olor masculino del mayor. Era maravilloso tenerle cerca.
— ¿Qué estaban haciendo con sus bocas? —Ji Yong saltó lejos de Seung Hyun cuando escuchó la inocente voz de Yeon cerca.
El menor estaba justo a su lado, mirándoles con curiosidad. El rostro de Seung Hyun comenzó a ponerse pálido de inmediato.
—Nada, nada, Yeon Jun… ¿Quieres helado? —Preguntó, notablemente nervioso, Ji Yong, intentando distraer al pequeño niño.
Y funcionó, Yeon Jun asintió de inmediato, comenzando a correr. Siempre que estaba con su tío podía comer tantas cosas que su madre le prohibía.
Ji Yong presionó con fuerza el hombro de Seung Hyun, haciéndole reaccionar.
—Iré por el helado. —Anunció, caminando de manera pérdida hacía la puerta, dejando a Yeon Jun y a Ji Yong solos.
Kwon sintió la incómoda atmosfera crecer repentinamente, mientras el menor le veía entrecerrando los ojos. Realmente parecía estar molesto.
—Veamos el televisor. —Dijo, caminando a la sala, siendo seguido por el menor.
Ji Yong se aseguró de poner el canal de caricaturas, sería perfecto para que Yeon Jun se quedara tranquilo hasta que Seung Hyun regresara, no quería que se aburriera y comenzara a correr por toda la casa, podría pasarle algo y entonces, ahora sí, estaría en problemas.
Pasó un rato centrando su atención en el programa, lleno de dibujos coloridos y diálogos decadentes de sentido. Soltó un bostezo, el cual Yeon Jun secundó.
—Tú programa está aburrido. —Comentó el niño, tallando sus ojos.
— ¿No te gustan las caricaturas? —Realmente no cabía la sorpresa en él cuando miró al menor negar. — Entonces ¿Qué te gusta ver?
— ¡Dramas! —Gritó entusiasmado.
Ji Yong abrió los labios, sorprendido, para después reír mientras cambiaba de canal. Era de esperarse, ese niño después de todo llevaba la sangre Choi entre sus venas.
Yeon quedó sumergido en el drama inmediatamente, y Ji Yong sólo estuvo observándole. Seung Hyun debió lucir de la misma manera, obsesionándose con esas cosas, deseando recrear un beso de esa manera.
—Oye, Yeon…
— ¿Mmh?
— ¿No te gusta que yo sea tu tía?
El menor finalmente despegó la vista del televisor y volvió a entrecerrar los ojos. Ji Yong quiso reírse, pero supo que sería una mala idea.
—Quieres robarme a mi tío, lo sé. —Soltó entonces. —Pero mi tío, es mío, yo me lo gané primero.
Ji Yong le miró extrañado, sin entender exactamente de que hablaba, estaba diciendo cosas extrañas.
—Yo no quiero quitarte a tu tío.
— ¡Mientes! Él quiso dejarme por venir a jugar contigo… ¡Él es mi tío, no tuyo! —Las lágrimas amenazaban con salir de sus pequeños ojos, alarmando a Ji Yong.
—No, no, no es así. —Si Seung Hyun volvía y encontraba esa escena pasarían cosas malas. —Yo no quiero robarte a tu tío, yo tengo mis propios tíos.
El puchero desapareció de los labios de Yeon Jun.
— ¿Tú tienes tíos? —Ji Yong asintió. — ¿Y no es mi tío Seung Hyun?
—Desde luego que no. —Se apresuró a negar. —Tú y yo compartimos a Seung Hyun, pero de una manera distinta. —Yeon Jun pareció interesado en eso. —Él es tú tío, pero es mi novio ¿Entiendes? No es lo mismo. —Sonrió. —Seung Hyun es hermano de tú mamá e hijo de tu abuelita…él es algo de todos, pero de manera distinta.
La pequeña boca de Yeon Jun se abrió con sorpresa, como si le hubiesen dicho el secreto del universo.
—Entonces… ¿Mi tío sigue siendo mío? —Ji Yong sonrió asintiendo.
—Sólo tu tío. —Afirmó.
Le dejaría la tarea a Hye Youn de explicarle que pasaba si tenía un hermano.
El niño sólo sonrió, volviendo a mirar el televisor.
…
Seung Hyun y Ji Yong yacían en el sofá, acunando en medio a Yeon Jun, comiendo helado mientras veían otro capítulo del drama favorito del pequeño.
— ¡Se están besando! —Dijo emocionado, agitando sus manos de manera inocente. Los mayores rieron al ver su reacción, Yeon Jun aún era muy pequeño. Pero repentinamente se quedó en silencio, girándose a mirarlos. — ¿Eso estaban haciendo ustedes?
Seung Hyun nuevamente palideció y los nervios de Ji Yong se desataron.
—Bueno…Yeon Jun…nosotros…—Realmente quería decir algo, pero no sabía qué.
—Sí, eso estábamos haciendo. —Dijo finalmente Seung Hyun, no tenía caso mentirle.
—Oh…—El monosílabo se extendió entre su suave voz, volviendo a mirar el televisor, dejando a los mayores con el corazón agitado.
A pesar de que Yeon Jun obtuvo su respuesta aún estaba confundido, los actores en el drama apenas y habían tocado sus labios, mientras que sus tíos habían tardado varios minutos juntos, moviendo sus cabezas de un lado a otro. Era confuso.
Finalmente suspiró y levantó los hombros, más tarde le preguntaría a su madre.