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Viviendo con el Instinto por Kikyo_Takarai

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Notas del fanfic:

Ya tengo bastantes capítulos de esta segunda aprte escritos, así que pensé compartirlos mientras termino mis otras historias.

Notas del capitulo:

Will tiene que enfrentar algo que temió por mucho tiempo.

Will esperaba con emoción llegar a los tres meses de embarazo. Había sido difícil guardar el secreto de su embarazo, especialmente a su cuñada que termino por descubrirlo en cosa de días, pero había tenido muchas cosas para distraerlo. Y no se refería sólo a las náuseas matutinas, que eran desagradables por decir lo menos.

Hannibal quería casarse antes de que se notara el embarazo y habían dado fecha de un mes a partir de su marca para su unión. Un mes, ni con todo el dinero de la familia Lecter, era suficiente tiempo para planear una boda. Mucho menos una con los estándares de la calidad que Hannibal imponía a todo lo que hacía.

Will estaba loca y perdidamente enamorado de su Alfa, independientemente de cómo había iniciado su relación la realidad es que se conocían bien, pero una cosa es hablar con alguien y otra vivir juntos. Hannibal era un Alfa extremadamente cariñoso y amable, no imponía su autoridad ni era violento (cosa muy común), pero era muy exigente y valoraba mucho que Will se esforzara en aprender sus costumbres.

Entre las flores, el lugar, las pruebas de ropa y de la comida, encargar el pastel y audicionar músicos para la recepción Will consultaba a Hannibal todos los días con dudas que iban desde el color de los manteles hasta el tipo de vino para acompañar cada comida. No que el pudiera beber.

Además Hannibal tenía muchos amigos importantes. Will quería una ceremonia pequeña, pero la larga lista de gente que su futuro esposo tenía que invitar sí o sí desechó esa posibilidad. Compañeros de la carrera, colegas, profesores, sus tíos que venían de Europa, sus amistades de la Ópera, un par de amistades de Mischa. Mientras su lado de la lista llegaba a las casi 40 personas Will apenas había logrado pensar en Alana, su esposa Margot, Beverly, Jimmy Price, Brian Zeller, Jack Crawford, un par de amigas que había hecho en la sala de espera de Alana y claro, su padre. Eso, si se dignaba a invitarlo.

Faltaba una semana para la boda y Will no se había armado de valor para llamar a su padre. Su padre que no sabía nada sobre el accidente que le había forzado a retirarse de la policía casi 9 meses antes. No sabía sobre su ruptura con su novio de 4 años y mucho menos sobre su fugaz pero intenso cortejo con el Alfa con el que ahora iba a desposarse. No, no sabía nada. Y no tenía idea como mierda iba a darle semejante noticia. Tenía que hacerlo pronto, claro. Hannibal insistía en conocer a su familia, y por desgracia para Will eso significaba su padre, pues era lo único que tenía. Un viejo Alfa sheriff de un pueblo perdido en medio de Florida. Ahora, sentado en la biblioteca de su casa con el rostro entre las manos trataba de armarse de valor.

Era lunes, 8 de la noche, Mischa canturreaba en el comedor mientras leía y Hannibal estaba en la sala de música tocando el clavicordio. Las Variaciones de Goldberg, al parecer su pieza favorita.  Era ahora o nunca. Tomó el teléfono de su base y marco el número con manos temblorosas. ¿Por qué tenía tanto miedo? Su padre se alegraría de saber que estaba feliz… Escucho el tonó tres veces y considero seriamente colgar y rendirse justo cuando escucho la conocida voz del otro lado de la línea.

—Bill Graham, ¿Hola? — Silencio. — ¿Hola? Puedo oírte respirar ahí más te vale que no sea una broma, soy policía y puedo meterte en un buen lío hijo de…

—Papá.

— ¿Will?

—Ho… Hola.

—Hola… No esperaba que fueras tú. No conozco este número.

—Es nuevo… Pero suenas muy sorprendido.

—No es culpa mía, hace meses que no sé de ti, casi un año. ¿Quién se murió que estás llamando ahora?

—Eso no es gracioso, papá…

—Lo sé, no bromear sobre los muertos, blah. ¿Qué sucede, Will? ¿Estás bien?

—Sí… —Respiró profundamente, cerró los ojos y disfruto de la música unos segundos antes de volver a hablar. — Llamaba por qué… Me voy a casar.

— ¿Es en serio? No puedo creerlo, luego de tantos años juntos pensé que iban a quedarse así. Es una muy buena noticia. — Dijo su padre, sonaba satisfecho. Will respiró de nuevo.

—No voy a casarme con Mathew, papá. En realidad nosotros ya no estamos juntos…

—No me jodas…

— ¡Papá! —Lo regaño Will, si bien esa era la respuesta que podía esperar.

— ¿Te hizo algo? Porque puedo meterle una buena zurra, Will, no va a olvidarse nunca de…

—No, papá está bien. Olvídate de Matt.

—De acuerdo… y ¿Cuándo es la boda?

—Este sábado…

— ¿Sábado? ¡Will, es una semana! ¿Qué mierda estabas esperando para decirme? ¿Qué tu nuevo marido no quería invitarme? ¿De dónde lo sacaste? No me digas que es policía, te dije un millón de veces que no te casaras en la fuerza, nuestra vida es riesgosa y…

—No, papá, no. Hannibal es Psiquiatra, no trabajaba para la policía…—Explicó Will. La música se había detenido. No quería que Hannibal escuchara eso, ya se sentía avergonzado fingiendo calma ante una voz a miles de kilómetros de ahí.

— ¿Qué clase de nombre es Hannibal? Will, es mayor que tu ¿Verdad? ¿Cuántos años? ¿30? Porque sí lo es, voy a…

—Unos , 10. Pero eso no importa, papá, y Hannibal es un nombre perfectamente normal. A mí me gusta… Sólo… dime si vendrás a la boda.

—Claro que sí, eres mi único hijo, no voy a perdérmelo ni aunque me disparen en el pecho. Tomaré el primer vuelo en la mañana.

—Perfecto nosotros… ¿Qué? ¿Para qué?

— ¿Cómo para qué? No sé nada de este tipo Hannibal, quiero conocerlo antes de dejarte hacer nada estúpido.

—No tengo 15 años, papá, no puedes decidir con quién puedo casarme, además Hannibal y yo estamos vinculados, este matrimonio es una formalidad…— Oh, había dicho demasiado.

— ¿Vinculados? Will ¿Qué mierda significa eso? ¿Es un Alfa? Dejaste que un Alfa te marcara ¿Cómo crees que va a afectar eso tu carrera, y tú vida? Todos los Alfa quieren crías, Will. ¿Vas a dejar los supresores para tener crías con un Alfa que quién sabe de dónde salió? ¿En que estabas pensando?

—Eso no es asunto tuyo. —Se defendió torpemente, la voz molesta de su padre lo hizo sentir como un adolescente que falta un día a la escuela y llega a casa a descubrir que llamaron buscándole.

—Oh claro que lo es. Saldré para allá en el primer vuelo, así que envíame tu dirección ya mismo, Will.

Will detestaba ese tono, ese tono autoritario  que usaba su padre para dominarlo. Incluso ahora que estaba subyugado al dominio de otro Alfa su cuerpo recordaba muy bien lo que era estar bajo resguardo de su padre. Maldijo en silencio.

—Bien, te enviaré la dirección.

—Bien. Nos veremos mañana, quiero que pases por mí al aeropuerto.

—Sí papá…Adiós.

Se dejó caer contra el respaldo del sillón y cerró los ojos. Bueno, eso sí que había salido mal. Tal vez aun podía pensar en un plan B. Podía suicidarse o podía matar a su padre, acaricio la idea cuando escuchó la voz de Hannibal a su lado.

— ¿Estás bien, Will?

—Sí, sólo un poco… tenso. Mi padre quiere venir a quedarse con nosotros unos días.

—Eso suena estupendo. — Dijo Hannibal, sonriéndole con calma envidiable, Will lo miró con algo muy parecido a la exasperación.

—No, Hanni no es estupendo…

— ¿Hanni?

—Lo siento… Hannibal.

—No me molesta que me llames Hanni. —Añadió rápidamente. — Pero es extraño, sólo Mischa me llama así. Algo que no  entiendo es tu actitud, creí que te gustaría ver a tu padre.

—Mi padre tiene ideas… extrañas sobre lo que yo debería ser. Y bueno…yo no le había dicho nada sobre tu y yo… o sobre Matt, ni sobre mi retiro.

— ¿No le has dicho nada? —Preguntó sorprendido, Will asintió. — Bueno, no hay de qué preocuparse, Alfa o no ahora eres mío, puede oponerse cuanto quiera pero no voy a dejarte ir.

Will se sintió enrojecer hasta las orejas, pero sonrió tontamente. Dejo que Hannibal le besara el cuello y subiera hasta sus labios con un beso lleno de amor. Soltó un gemido quedo cuando se separaron y escucharon una risita en la puerta.

—Tórtolos, tengo hambre. O empezamos a hacer de cenar o tendré que comerme los muebles.

—Tenemos un par de muebles de bambú con los que podrías empezar, Mischa. — Respondió su hermano, girando los ojos y poniéndose de pie. Will los siguió a la cocina entre risas. — Mischa, el padre de Will vendrá mañana a quedarse con nosotros hasta la boda.

— ¿En serio? ¡Will eso es estupendo!

—Sí…estupendo. ¿Dónde estaría bien que se quede?

—El cuarto azul, Hanni. Está en el primer piso y cerca de la cocina, así que si tiene hambre o sed no tendrá que despertar a nadie.

—Sí, esa es buena idea. —Dijo Hannibal perdido detrás de la puerta del refrigerador. — Habrá que sacudir un poco los marcos y cambiar las sabanas, pero podría quedarse ahí.

—¿El cuarto azul es esa puerta junto al cuadro de olas?

—Sí, justo ese. — Respondió Mischa sonriendo.

—Vale, creo que me ocuparé de él.

—Hay sábanas en el gabinete, tampoco estaría mal ponerle jabón y una toalla limpia, cariño.

—Sí, Hannibal. Y… Gracias, sé que esto es muy súbito.

—No te preocupes, Will. Nos encantará tener a tu familia aquí. — Dijo Mischa, Hannibal le dio la razón, pero Will no estaba muy seguro. Cambió las sábanas y sacudió la habitación, era sencilla con muebles de madera oscura y papel tapiz de color azul ultramar, no tenía ventana pero tenía baño propio y efectivamente estaba cerca de la cocina. ¿Habrá forma de ocultar el licor de forma poco ofensiva? Lo dudaba, tendría que esperar que su padre se comportara decentemente por una vez en su vida.

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Sólo tenía que mantener la calma. Había sido complicado desde la mañana. Will tenía ya una rutina construida alrededor de Hannibal, por supuesto. Se despertaba antes que todos en la casa para preparar el desayuno, la única comida que Hannibal estaba dispuesto a ceder al 100%. Preparaba café y los hermanos Lecter salían comidos antes de dejar la casa. Se hacía un poco más complicado cuando las náuseas lo tenían varios minutos en el baño. Este martes por ejemplo, Will no sabía si eran efecto del embarazo o de los nervios por la llegada de su padre.

Se sintió mejor cuando Hannibal se sentó a su lado en las frías baldosas del suelo y le frotó la espalda cariñosamente durante algunos minutos, le ayudó a incorporarse y le lavó la cara con una toalla mojada. No era la manera más romántica de despertar a tu prometido, pero a Hannibal parecía no importarle y Will estaba encantado con las atenciones, incluso cuando no se sentía enfermo Hannibal siempre estaba sobre él, acariciándole las mejillas, acomodándole un rizo rebelde detrás de la oreja, besándole la mano y acariciándolo mucho más sugerentemente cuando estaban solos. Tendrían que ser mucho más cuidadosos con su padre rondando la casa.

Meditó más tiempo del necesario sobre que se pondría. Casi toda su ropa vieja había desaparecido ya, y tenía tanta ropa nueva que no la había estrenado toda aún. No quería parecer presumido ni pretencioso, aprovechó el frío de noviembre para ponerse un grueso suéter de lana y un pantalón negro. Condujo al aeropuerto tan lentamente que pensó que le darían una multa de tránsito, pero no fue así. Tampoco encontró tráfico en las rutas normalmente abarrotadas, el universo parecía conspirar en su contra.

—Will.

Pensó muchas cosas mientras su padre caminaba hasta él. Pensó en lo viejo que se veía a pesar de tener apenas unos 55 años. En como en esos años su cabello estaba cada vez más gris y su rostro más cansado. Will sabía que tenía los ojos azules de su madre, y también que su madre beta los abandono cuando tenía sólo dos años. Entendió de pronto porqué había luchado tanto por hacer funcionar las cosas con Matt. Estaba acostumbrado a que la gente quisiera que fuera algo diferente. Cuando nació Omega su padre no pareció muy afectado, esperando tener más hijos con su esposa que pudieran ser herederos Alfa. Pero su mujer lo había dejado y se había llevado esa posibilidad con ella. Bill nunca se había vuelto a casar, ni había buscado un Omega, se había dedicado a criar a su hijo en ese ciclo extraño de alcoholismo y trabajo en la policía y lo había adoctrinado desde niño a querer ser un Alfa. Por eso había entrado a la policía. Le gustaba hasta cierto punto, pero sin pastillas y sin conflictos, con alguien que daría su vida por él y cachorros en camino, la verdad es que Will era mucho más feliz ahora.

—Hola, papá.

—Luces…Bien. Elegante. —Will intentó tomar su maleta para llevarla hasta el auto pero no se lo permitió, el mismo la cargo y se sorprendió muchísimo de ver el hermoso Audi que lo esperaba afuera.

— ¿Te vas a subir o qué?

—Asumo que Hannibal es un hombre con mucho dinero. —Will se sonrojó.

—No me estoy casando por dinero… sólo… sube al auto.

El universo definitivamente lo odiaba, todo el tránsito que no encontró de ida preció acumularse a la vuelta, forzándolos a conversar para romper el pesado silencio entre ellos.

— ¿No tienes problemas pidiendo un día libre de pronto?

—No… No estoy trabajando.

—No estas… ¿Se puede saber por qué no? ¿Qué mierda estás haciendo con tu vida? Apestas a Alfa y ahora resulta que no trabajas. Creí que tenías un plan, ahora de pronto no te importa nada de lo que has luchado por tener en la vida.

—No tenía mucho, papá, si me preguntas fue muy fácil dejarlo ir. — Dijo Will, tratando de mantenerse firme.

—Fue este Alfa ¿No? Te prohibió trabajar, porque puedo decirle un par de cosas que…

—Hannibal no tiene nada que ver con que yo me retirara. —Dijo Will firmemente. —  Me apuñalaron dos veces hace unos meses…Dejé los supresores de celo por orden médica, y no pude volver a pasar los exámenes por estrés post-traumático.

—Will ¿No pensaste que querría saberlo? ¿Estuviste en el hospital y no pudiste llamarme? Pudimos buscarte ayuda, cambiar de supresores…

—Papá, no quiero tomar supresores, no quiero ser policía…— Bill lo miró con la boca abierta mientras se bajaba del auto, casi pudo ignorar la enorme casa mientras seguía a su hijo hasta la puerta.

—Quisiste eso toda la vida, Will.

—No, tú querías eso. ¡Querías un hijo Alfa en la fuerza! Pero adivina, no soy un Alfa, papá.

—Eso nunca te ha detenido.

—Bueno ahora lo hace. Soy feliz así ¿Bien? ¿Sabes que quiero ahora? Quiero casarme con mi Alfa, irme de viaje, ocuparme de mi casa, tener muchos MUCHOS de sus cachorros y vivir el resto de mi vida en paz.

—Will… No eres de esas personas, tú no sabes vivir así.

—No, no lo sé. Te encargaste de convencerme de que podía ser otra cosa, nunca pude averiguar si quería cambiar o no. Y no quiero, esto es lo que soy, es lo que los Omega hacen y me agrada. —Dijo finalmente, bastante alterado. — Ya, lo dije. ¡Me gusta! Me hace feliz. Me hace sentir satisfecho y orgulloso, y si no te parece entonces puedes tomar un taxi y volverte a Florida ya mismo…

— ¿Qué sucedió con Matt, Will?

—Matt era cómo tú, esperaba de mí cosas que yo no podía darle. Y yo quería cosas de él que no estaba en posición de ofrecer, tenía que suceder. — Respondió Will sombrío mientras abría la puerta, Bill entró tras él, aquella casa era más elegante que cualquiera que hubiera visto antes. — Tu habitación está junto a la acuarela de las olas, por ese pasillo a la derecha, puedes instalarte, ducharte o lo que quieras hacer. La cena se sirve a las 9, Mischa, mi cuñada, llega a casa a las 4 y Hannibal vendrá a las 5 para conocerte.

No espero una respuesta, subió a su habitación y se dio el segundo baño del día.

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Mischa llegó al mismo tiempo que Hannibal, para tormento de Will. Había sido un día muy lento, su padre patrullaba la casa en perfecto silencio, tenso e incómodo de saberse tan inmerso en el territorio de otro Alfa. No habían intercambiado palabra desde su llegada y Will creyó que se volvería loco si no escuchaba una voz humana pronto. Cuándo se abrió la puerta Bill estaba en su habitación, pero Will corrió como cachorrito en busca de un poco de humanidad.

—Will, ya llegamos, lo siento fuimos a buscar vino. —Dijo la chica sonriéndole, le dio un abrazo cariñoso y se abrió paso a la cocina para dejar una botella que llevaba en las manos. Hannibal lo envolvió con un brazo y le besó los labios, Will disfrutó del contacto y le regalo un ronroneo satisfecho. Una voz a sus espaldas carraspeo y Will no pudo evitar que Hannibal lo dejara ir para ofrecerle la mano a su padre.

Era un poco más alto que él, y Will vio a su padre estirarse un poco, intentando competir. A Hannibal no pareció importarle, si acaso aquello le divirtió.

—Hannibal Lecter, es un placer conocerlo finalmente.

—Bill Graham… es una bonita casa la suya.

—Se lo agradezco, espero la encuentre cómoda.

—Preferiría quedarme en un hotel y ahorrarle las molestias…

—En lo absoluto. — Desestimo Hannibal. — No lo haría de ninguna otra manera, la familia siempre es bienvenida y lo más adecuado es que se quede aquí cerca de su hijo.

—Will me dijo que van a casarse el sábado… ¿De dónde salió usted? No tenía idea de su existencia desde ayer.

—Hemos tenido un cortejo breve. —Dijo Hannibal con prudencia, Will se acercó a tomarle del brazo pero no parecía molesto, le rodeo los hombros y le beso la frente con normalidad, Bill se tensó de hombros pero no dijo nada. — Pero no tiene caso estar aquí parados, por favor acompáñenos a la sala y tomaremos una copa. Will ¿Puedes ver que está entreteniendo a Mischa?

—Por supuesto, ahora vengo.

Ayudo a Mischa a llevar las copas a la sala de estar, Bill estaba hablando con Hannibal de forma cortés, pero Will podía cortar la tensión del aire con un cuchillo. Mischa le ofreció una copa de vino a ambos Alfa, pero Will le dio a Will un vaso con jugo. Esto claro no pasó desapercibido por su padre.

— ¿Qué no tienes permiso de beber?

—Yo…

—Si bien podría decidir sobre si Will tiene o no permitido beber. — Dijo Hannibal con mucha calma. — Me temo que no sería asunto suyo.

—Claro que lo es, es mi hijo, no dejaré que lo maneje a su antojo como marioneta.

—Le puedo decir, Bill, que no manipulo a su hijo bajo ningún concepto, pero Will ahora es mí Omega, y soy yo quien decide que puede o no hacer. Sin embargo, le aseguro que esto tiene poco que ver con mi autoridad sobre él.

—Will está esperando. — Dijo Mischa emocionada. Will la miró incómodo. Su padre la miró sin comprender. — ¿Cuánto tienes Will? ¿3 semanas de embarazo?

—Sí, algo así…

—Por lógica no puedo permitirle a mi Omega preñado beber alcohol, imagino que comprende el porqué. — Añadió Hannibal mirando a su hermana con ojos de pistola.

—Cuando me dijiste que querías tener cachorros no pensé que ya estuvieran ahí, Will.

—No preguntaste… —Dijo evitando su mirada, fija en su vientre plano.

—Creo que hay muchas cosas que deben explicarse aquí, me llevaré esto a mi habitación. —Dijo Mischa llenando su copa y huyendo, Will la miró suplicante pero ella le sonrió y gesticulo una disculpa muda. — Los veo en la cena.

— ¿Quién le dio derecho de embarazar a mi hijo sin pedir su mano primero?

—Will es un adulto responsable, que no hizo mención alguna de tener una figura de autoridad en su vida. No necesitaba su permiso antes ni lo necesito ahora, pero puedo ofrecerle la formalidad de solicitarlo si eso lo hace sentir mejor.

—No te pongas condescendiente conmigo niño. ¿Quién te crees para convencer a mi hijo de que es un ama de casa?

—Yo decidí lo que quería hacer, que es mucho más de lo que tú me dejaste hacer, papá.

Bill pensaba responder algo mordaz, pero Will se llevó las manos a la boca y lo distrajo de su pensamiento, estaba algo pálido. Salió corriendo unos segundos después y pudieron escuchar cómo devolvía el estómago en un baño cercano. Si el Alfa mayor iba a decir algo Hannibal no se quedó a averiguarlo, salió rápidamente detrás del Omega. Bill se bebió toda la copa de un trago antes de seguirlos. Hannibal le susurraba con la voz teñida de cariño mientras le ayudaba a incorporarse.

—Puedo traerte un poco de agua mineral, Will, o jugo de toronja…

—No, Hanni, déjalo, es normal…

—Pueden probar té de jengibre…— Susurró Bill, ambos lo miraron confundidos. — Tu madre tenía muchas nauseas cuando venías en camino… eso siempre la ayudaba.

—Gracias…—Bill nunca hablaba de su esposa, era lo primero que sabía de ella en años. Se miraron fijamente unos segundos y Will entendió que su padre había hecho lo mismo que él, se había rendido a la realidad de las cosas y abrazaba el mejor escenario.

Notas finales:

Espero les agrade, Will tiene muchos retos por delante, muchos probalemente tienen que ver con su Karma y el de Hannibal XD otros son cosas que simplemente no habían sucedido en su vida.

Mil Gracias por leer.


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