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Humano y Orgulloso por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

¡Hola! Ay, estoy emocionada por subir algo nuevo nuevo ya que llevaba mucho tiempo sin hacerlo. Tengo un montón de historias a medio escribir que me dan vueltas en la cabeza, y como últimamente no podía dejar de pensar en esta... decidi plasmarla para ir despejandome. Jaja, al menos así me despejo yo.

Este sería un fic, ligeramente AU. A mi no me gusta del todo sacar a los personajes de su origen mutante, pero bueno, en este caso me pregunte ¿qué pasaría si uno de ellos no es mutante? He leído un par de versiones de eso, y bueno, esta es la mía.

Ojala les guste!!! Enjoy 

Aclaraciones: La Hermandad es un grupo de mutantes extremistas que quieren deshacerse de los humanos. Son liderados por Magneto. Todos los mutantes que aparecen en First Class forman parte de ella.

RESCATE




Al llegar a ese lugar, lo primero que vieron fue la destrucción. Vidrios rotos y esparcidos por el piso, manchas de sangre en la pared y un olor putrefacto que invadía el ambiente. Aparentemente, habían llegado un poco tarde. Todos los miembros de La Hermandad se soltaron de la mano, Azazel los había aparecido justo enfrente de ese edificio abandonado que estaba rodeado por campo. Una ubicación muy inteligente, justo en medio de la nada.

Casi al mismo tiempo, como si fuera un gesto muy practicado, todos miraron a Magneto, esperando instrucciones. El hombre estaba contemplando la zona, su capa se mecía al ritmo del viento y sus atentos ojos estudiaban cada sector. Finalmente, dio las ordenes-Mistique, Banshee y Riptide entren y exploren el lugar, busquen sobrevivientes. Angel, tú explora el territorio desde el cielo, y Azazel, tú visualiza los diferentes caminos para ver si algún homosapien aún anda cerca y podemos capturarlo. Havok y Emma vienen conmigo a recorrer el perímetro cercano, y Bestia, quédate aquí fuera, por si aparece alguien, y estate listo por si hay que atender algún herido-inmediatamente todos asintieron y empezaron a realizar sus actividades.

Mistique se quedó contemplando el edificio un momento. Realmente no se sentía muy motivada por entrar, allí sólo los esperaba destrucción y muerte. Lo que realmente deseaba era colocar sus manos encima de los malditos hijos de puta que habían realizado esa masacre y exterminarlos a todos. Realmente, era una pena que se hubieran enterado de todo esto tan tarde. Dudaba encontrar algún superviviente. Riptide dirigió el paso, caminó seguro y abrió las puertas de par a par. La mutante azul pudo sentir el olor a sangre y cuando entró sus ojos quedaron atrapados por la caótica postal. Aquello era un verdadero matadero. Cuerpos tirados en el piso como si fueran animales, otros colgando desde el techo sujetos por ganchos que atravesaban sus pechos, letrinas con sabanas sucias y empapadas de sangre. Más sangre en el piso y las paredes. Lo peor de todo, era que el lugar era enorme y fácilmente había más de cien muertos. En realidad, no quería sacar cuentas. 

-Dios, aquí dentro es nauseabundo-susurró Banshee, entrando mientras se tapaba la nariz. Sus ojos se fijaron en las distintas mesas llenas de herramientas de laboratorio e inmediatamente hizo una expresión de dolor, al parecer recordando malos tiempos. Cuando se recupero de la impresión, señaló las camas y avanzó hacía ellas, revisando uno por uno cada cuerpo. Aunque ese método llevara más tiempo, era la mejor manera. Así, revisando uno por uno, lograron salvar las vidas de varios mutantes, que habían estado tan al borde la muerte, que era muy fácil considerarlos cadáveres. 

Riptide se puso a revisar los cuerpos en el piso, mientras Mistique caminó hacía el fondo, recorriendo el lugar. Al llegar allí, se estiró para tocar el cuello de los individuos que colgaban de los ganchos. Uno a uno fue tocando los cuerpos inertes y sin pulso. Prefería no contemplar los rostros de todos esos hermanos mutantes que habían caído pero, al mismo tiempo, no podía evitar hacerlo ya que, verlos, era el mínimo respeto que les podía dar. Se le formó un nudo en la garganta al pensar que eran demasiados, demasiados a los que no llegaron a salvar. Niños y niñas, jóvenes, adultos e incluso ancianos que quizás pasaron toda una vida creyendo que estaban solos y enfermos. Personas que vivieron una vida pensando que eran raros, sintiéndose fuera de esa sociedad que se negaba aceptarlos. En momentos así, se sentía agradecida de formar parte de La Hermandad, sabía que estaban haciendo algo útil. Algún día salvarían a todos sus hermanos, algún día serian libres. 

Al llegar al final de la habitación encontró una puerta de chapa y contempló el cuerpo de una niña que estaba apoyado contra esta. El rostro de la pequeña estaba lleno de heridas y sus ropas eran harapos. Raven no quería ilusionarse de que estuviera viva, pero ella no podía ser siempre la dura Mistique. Se inclinó a tocarle el pulso y respiró hondo, obligándose a calmarse, al no encontrar signos vitales. Apartó el cuerpo y abrió la puerta, sus ojos amarillos quedaron momentáneamente encandilados por la luz del sol. Dio unos pasos al exterior y aprovechó para respirar aire fresco. Cuando paseó la mirada por ese pequeño patio, se encontró con Magneto caminando alrededor.

-Allá hay un galpón, ve a revisarlo, yo me asegurare de que no haya peligros-le ordenó el hombre. Ella asintió y fue hacía ese pequeño lugar que parecía a punto de caerse. Entró con precaución y sólo pudo suspirar al ver más cuerpos. Revisó los más cercanos a la puerta pero, luego, su atención se vio capturada por uno en particular. Un cuerpo, casi desnudo, que colgaba de un gancho, justo en medio de la habitación. La blanca piel estaba embarrada de mugre y sangre, y su ropa caía hecha jirones. Los ojos amarillos de la chica quedaron cautivados por una cicatriz en forma de “X” que el hombre tenía en la espalda baja. Esa cicatriz era muy similar a la que solía tener...

-¿Charles?-sus palabras primero fueron un susurro inseguro, pero ni bien la posibilidad se instaló en su mente, la adrenalina y el miedo viajaron por sus venas. No, no, no. Era imposible, su hermano simplemente NO podía estar allí. ¿Por qué estaría en un lugar así? Él no era... Sin poder detener sus pensamientos, se apresuró hacía ese cuerpo, sólo para asegurarse de que ese no era Charles. Cuando logró mirarlo de frente, sus rodillas temblaron. No, no, no. No podía ser. Su vista se puso borrosa al comprobar que ese sí era el rostro de su hermano-¡¿Charles?!-preguntó de nuevo, con la voz atragantada por el llanto. Aún se negaba a creerlo.

El cuerpo, que continuaba colgando, se movió un poco. Raven se quedó mirando fijamente esos ojos que se abrieron sólo un poco, para revelar unos hermosos iris de color azul, enmarcado por espesas pestañas-¿Raven?-fue un susurró muy bajo, prácticamente un quejido de dolor.

-¡Charles! ¡¡Dios!! ¡Estas vivo!-chilló y se acercó más, mirando todo nerviosa, pensando en cómo bajarlo de allí.

-R-raven, que bueno encontrarte, y-yo...

-Sh, tranquilo-lo vio cerrar los ojos con dolor y su pecho se llenó de angustia-¡¡TIENES QUE AGUANTAR!!-le gritó, logrando que el hombre volviera a abrirlos-Yo.. yo voy a...

-¿Mistique? ¿Qué demonios esta pasando? ¿Qué es todo ese ruido?-la figura de Magneto entró en el lugar, tan imponente como siempre. En otro momento, Raven lo hubiera pensado dos veces, pero estaba tan nerviosa y asustada que sólo atinó a rogar.

-¡¡Magneto, por dios!! Es mi hermano, tienes que ayudarlo, aún esta vivo y no sé como bajarlo sin...-no había terminado de hablar, cuando el hombre ya estaba flotando con las manos extendidas, poniéndose a la altura de Charles y contemplándolo un momento. Luego de estudiar la forma de descolgarlo sin herirlo más, el rey del metal lo tomó entre sus brazos y lo liberó del gancho que atravesaba su espalda. Charles se quejó de dolor, retorciéndose y volviendo a cerrar sus ojos.

-Quitame la capa-ordenó el pelirrojo, al llegar de nuevo al piso. La chica no dudó en hacerlo y luego, contempló como su rudo lider rodeaba la delgada figura de su hermano con esa capa que aparentemente tanto amaba. Los ojos del castaño se abrieron solo un momento y algo desorbitados se clavaron en los del judio, antes de volver a cerrarse.

-¿Charles, cóm...?

-Tranquila, se desmayo pero esta bien. Esta helado-susurró, arropándolo más en la capa y acomodándolo mejor contra su pecho-. Voy a llevarlo con Hank para que lo revise-comentó. Mientras hablaba sus ojos no se despegaban del cuerpo que tenía entre sus brazos, contemplaba ese rostro con mucha intensidad. La mutante se sintió algo nerviosa, aún más cuando los ojos celestes del polaco se giraron a mirarla con seriedad-¿Por qué nunca mencionaste que tenias un hermano mutante?-preguntó Magneto. Ella pasó saliva, mientras el hombre volvía a mirar el rostro de Charles y suspiraba-Lo hubiéramos buscado antes-aseguró, antes de girarse y comenzar a caminar hacía la salida.

Raven se quedó rígida, mirando aquella escena. Su líder, aquel despiadado ser que aborrecía a los humanos, estaba cargando con delicadeza a su hermano y llevándolo para que lo atiendan. Al procesarlo, su corazón empezó a latir de golpe-Nunca lo mencione porque... mi hermano no es un mutante-susurró, casi sin voz, al vacío. De pronto, el miedo la llenó, ¿Qué demonios iba a hacer Magneto cuando se enterara que Charles Xavier era un simple y ordinario humano? Dios, aquello sólo podía acabar en desastre.


** 


-¿Cómo esta?-preguntó ansiosa, sujetando el brazo de Bestia con fuerza y jalándolo, para obligarlo a que la mire. El científico, algo nervioso, pasó saliva y se acomodó los lentes.

-Bien, Mistique. Se esta recuperando, sabes que no es un proceso rápido y...

-¡Tienes que hacer algo para que se cure más rápido!-exigió apretándole más el brazo, el mutante la hizo soltarlo, lo más delicadamente posible. Bufó y se apartó algunos pasos-¡Debes hacer algo, si él...!

-No sé qué te pasa Mistique, pero sabes que no va a curarse más rápido sólo porque tu lo quieras. Además, también sabes que no cuento con todos los elementos necesarios y que ésto no es precisamente un hospital, así que estoy haciendo lo mejor que puedo. Agradecería que dejes de presionarme-le dijo él, tan seguro como pudo, aunque su vista estaba clavada en otra dirección. La chica suspiró, sabiendo que no debía presionarlo. Hank aún estaba adaptándose a La Hermandad y tenía que sentirse como en casa. Más aún teniendo en cuenta lo inseguro que era-. Sé que es tu hermano, pero debes darle tiempo.

-Es sólo que... realmente necesito que se cure. Necesito que...-miró nerviosamente la habitación, había dos pacientes más y también estaban dormidos-. Creó que... quizás, Charles no se sentirá del todo cómodo aquí-admitió. Bestia volvió a mirarla, con el ceño levemente fruncido.

-A la larga todos nos sentimos cómodos aquí. Es bueno para nosotros estar juntos, estar rodeados de personas que al igual que nosotros...

-Quizás él no es como nosotros-dijo rápidamente, sin poder evitar el nerviosismo. Al decirlo prefirió mirar en otra dirección, pero tras unos minutos volvió a mirar al científico, necesitando saber su reacción. El chico estaba rígido y la miraba con insistencia.

-Por favor, no me digas que estas sugiriendo que él no es un...-se quedó en silencio mirándola fijamente. La mutante azul se mordió los labios y asintió. Inmediatamente, Bestia se revolvió el pelo y comenzó a caminar nervioso por el lugar-¡Por dios, Mistique! ¡¿Por qué lo trajiste?! Sabes que si Magneto lo descubre lo matara, y a ti te va a... ¡dios, ¿por qué me lo dijiste?! ¡Hubiera preferido no saberlo! Preferiría no estar involucrado-protestó.

-Hank-al usar su nombre real, el chico la miró con más atención-, él no puede enterarse. Es mi hermano, no quiero que le haga daño. Por eso tienes que ayudarme, has que se cure y lo sacare de aquí y...

-No podrás desaparecerlo así por así. Él va a preguntar dónde esta, va a seguirles el rastro. Lo va a encontrar y todo va a ser peor...

-¡Voy a hallar la forma!-insistió la chica. Se apresuró hacía el mutante y le tomó las manos-¡Ayúdame!-se miraron un momento, tras unos minutos Hank suspiró.

-Esto esta destinado al fracaso, Emma va a darse cuenta y...

-¿Raven?-el susurró fue muy bajo, pero ambos alcanzaron a oírlo. Se giraron inmediatamente hacía la cama, donde Charles se había erguido un poco y los miraba algo confundido-¿Raven realmente eres tú?-preguntó. Su voz se escuchaba tan débil que la chica no pudo contener su necesidad de correr hacía a él e inclinarse para confortarlo.

-¡Oh, dios, Charles! Sí, soy yo. ¡Estoy tan feliz de que hayas despertado!-dijo emocionada, tomando las blancas manos de su hermano y besándolas suavemente-¡Estoy tan feliz de volver a verte!-continuó-Tenía mucho miedo de que te hayan hecho mucho daño. ¡Dios santo, Charles ¿qué demonios hacías ahí?!

-Llevo años buscándote, Raven. Averigüé sobre ese lugar y pensé que quizás tú..

-Es asombroso que hayas descubierto ese lugar antes que nosotros-los tres se giraron al escuchar aquella voz. Magneto estaba parado en la entrada de la enfermería mirando fijamente a Charles. La chica se sintió muy asustada al no saber qué había alcanzado a oír-. Nos tomó meses enterarnos, y tú solo pudiste encontrarlo-se notaba la admiración en su voz.

-Soy bueno investigando-la voz de Charles sonó tan arrogante como ella recordaba años atrás. Era algo que él no hacía a propósito, pero le salía de forma nata. Mistique se giró a mirar a su hermano y notó que este tampoco dejaba de mirar al magnético-. Y cuando supe de ese lugar, tenía que ir y ver si estabas. Yo nunca imagine que era tan...

-O sea, que ellos no te capturaron, sino que fuiste tú solo-Charles, que hasta ese momento estaba mirando a Raven, volvió a mirar a aquel hombre, con suma atención. Los ojos celestes del pelirrojo tenían un brillo especial-. Fuiste a enfrentar a todos esos hombres tú solo y...

-Necesitaba saber de Raven-repitió. Luego bajo la mirada y sus manos se enredaron en las sabanas, apretándolas con fuerza-. Nunca imagine que allí habría tantos mutantes, algunos eran unos niños y yo...-el chico apretó sus labios, esos labios sumamente rojos que junto con sus ojos parecían ser lo único que tenía color en su rostro, ya que su piel estaba enfermisamente blanca. De pronto lucía algo ansioso-La mayoría ya estaba muerto cuando llegue, esos desgraciados los habían... pero... pero había algunos niños todavía, en el galpón. Les dije que corrieran, que iba a alcanzarlos, pero luego, ellos me atraparon y.... ¿Los vieron? ¿Vieron a los niños? ¿Pudieron rescatarlos?-preguntó ansioso, alternando su mirada entre cada uno de los presentes.

Magneto caminó hasta la camilla y asintió-Deben ser los niños que encontraron Azazel y Angel. Estaban muy asustados, pero están bien-aseguró. Charles sonrió, sin poder evitar dejar escapar un suspiro de alivio. De nuevo, Raven notó que el polaco no le quitaba los ojos de encima a su hermano-. Preguntaron por ti. Te ven como un héroe, dijeron que tú solo te enfrentaste a un montón de hombres y...

-Seguramente me hicieron quedar mejor de lo que fue-comentó el otro, dejando escapar una risa-. Me tropecé y caí varias veces y... bueno me atraparon-agregó, removiéndose y haciendo una mueca de dolor. 

-Pero te superaban en numero, sin duda tu mut...-Raven agradeció a los cielos que en ese momento Charles bostezara y que Bestia haya reaccionado rápido y se haya levantado y comenzado a ordenar sus cosas.

-Bueno, Charles aún sigue muy cansado y tiene una buena dosis de morfina, será mejor que nos vayamos y lo dejemos descansar si queremos que se recupere-comentó rápidamente. El magnético había apretado los labios, pero estaba asintiendo. Mistique no pudo evitar hacer una mueca de agradecimiento.

-Sí, lo siento pero realmente estoy muy cansado para seguir hablando-admitió el chico, acomodándose un poco entre las sabanas. Cuando lo hizo, volvió a mirar al mutante con casco-. Lamento no haberme presentado-le dijo-, soy Charles Xavier-acotó, estirándole la mano. 

Magneto se le quedó mirando un momento, finalmente, se sacó el guante que cubría su mano y estrechó la ajena-Magneto, un gusto-respondió. Charles sonrió, con los ojos ya entrecerrados por el sueño.

-Te aseguro que el gusto es mio-agregó, con ese tono algo coqueto que Raven solía encontrar tan molesto años atrás. Escucharlo así, esta vez, sólo la puso nerviosa. Necesitaba hacerlo desaparecer de allí y si no quería más problemas, debía hacer que pase desapercibido ante los ojos de su líder. Miró con insistencia a Bestia, quien carraspeó.

-Bueno, será mejor que se retiren-comentó. La mutante asintió e inmediatamente se levantó, comenzando a caminar junto al polaco hacía la salida. Ni bien abandonaron el cuarto, ella cerró la puerta. El magnético la estaba esperando, continuaron caminando juntos un momento. Luego de un rato, él la miró.

-Tu hermano debe ser un mutante realmente fuerte-comentó. Mistique ni lo miró, sólo respondió con un ruido gutural que podría haber significado “si”, “no” o “mi hermano no es un mutante”, pero él no le dio importancia alguna-. Enfrentarse él solo a todas las personas que había allí y encima lograr salvar a todos esos niños a costa de su vida...-el hombre se había detenido. Raven se detuvo también y se giró a mirarlo. Se quedó de piedra al ver que sonreía. ¿Sonreía? ¿Ese hombre podía sonreír realmente? Eran tan pocas las veces que lo vio así, que a veces pensaba que era imposible. Y nunca había visto esa sonrisa, parecía... resplandeciente. Un resplandeciente tiburón-. Es, sin duda, maravilloso. Espero pronto poder saber más de él-dijo, antes de saludarla con un movimiento de cabeza y meterse a su cuarto.

Ella se quedó en el pasillo, aún estática, incrédula de haber visto aquella sonrisa. No podía creer lo que estaba pasando, ¿Magneto parecía algo... eclipsado por su hermano? Joder, no. Eso definitivamente, no traería nada bueno. 

Notas finales:

Espero les haya gustado, van a ser capítulos cortitos porque originariamente era un one-shot.

¿Dudas, criticas o sugerencias? Espero me las hagan saber :3

Muchos besitos y nos leemos pronto.


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