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Amanecer por Lodigesia

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Notas del fanfic:

Me gusta Yama, aun no lo supero.

“Y si nunca los hallaban?”, esa madrugada cuando se lo pregunto el mago entendió su propio estado de desmoralización, había pasado días, semanas, y ahora meses aferrándose a la idea de encontrarlos pronto y salir de este mugroso lugar llamado Yama que para él era un lugar extraño, pero hasta ahora no había rastros ni de los niños, ni de Mokona y entendió que necesitaba una distracción, un escape o algo a que aferrarse para no sucumbir, y estaba allí solo, como lo había estado muchos años antes y ese pensamiento le dolió hasta sacarlo de quicio, hubiera querido gritar, echarse a llorar o algo pero solo volteó el rostro sobre su futón y quedo cara a cara con kurogane que se encontraba en el futon de al lado y que además de todo lo observaba.

Sonrió al ninja, como lo hacía siempre aunque aquí en Yama había necesitado aún más esa mascara, la barrera idiomática era insalvable, incluso si hubiera querido hablar, desahogarse era imposible, el moreno no lo entendía, él no entendía al japonés, y eso en ese momento lo hizo sentirse tan solo.

 

-Tuve una pesadilla Kurotan-dijo, solo para decir algo, estaba boca abajo y su voz sonaba amortigua pero había sonado un poco rara incluso para él. Hubiera querido decir más aunque solo fuera para que el moreno dejara de mirarlo así.

 

El ninja agrego algo en su idioma, una pregunta, una que no entendía pero que sonaba amable, casi preocupada.

 

-Hai- añadió el rubio, hasta ahora eran pocas las palabras que entendía y hablaba: hai, arigato, baka, iie y además sabía que las decía sin sentido, pero no tenía más alternativas, además que más daba.

 

vió como el moreno se levantaba, y se alejaba al otro lado de la tienda de campaña que compartían, lo observo caminando en la oscuridad y supo que había ido a por agua, quizás para si mismo, quizás para él, ese pensamiento lo conmovió pero no duro por que vio a Kurogane bebiendo de espaldas a él.

 

Tenía una espalda enorme, toda su figura lo era, un hombre imponente, muy guapo, y que contrario a lo que hacía pensar de su tamaño se movía muy bien y con mucha rapidez, siguió mirándolo, como se movían sus brazos sosteniendo la jarra de madera con agua y como su silueta recortada por la luz lánguida del amanecer se movía glácil, su manzana de Adam se movía repetidamente mientras tragaba, y una corriente eléctrica lo sacudió, un corriente que emergía de su entrepierna, intensa, demandante y muy conocida. Agradeció estar boca abajo en el futon, pero la propia fricción de su miembro despierto sobre su ropa lo hizo sentirse un poco en pánico y agradeció que Kurogane le diera la espalda, cerró los ojos cuando sintió acercarse al moreno, trato de fingirse dormido pero lo sintió a su lado, tan cerca que casi era ridículo fingir.

 

Kurogane lo sacudió, y no tuvo más remedio que abrir los ojos y lo encontró en cuclillas con el jarra en las manos ofreciéndosela, diciéndole algo, quizás que bebiera?

 

Iie-dijo- no tengo sed-la verdad no era ese tipo de sed la que sentía.

 

Levantarse bajo las circunstancias actuales no era una opción, su erección se hacía más intensa y él lo notaba, Kurogane también lo notaria, pero el ninja lo sacudió del hombro y sostuvo su brazo con intención de levantarlo-iie-repitió, no quería la estúpida agua, quería quedarse echado y esconder su impertinente erección, pero ya Kurogane lo había medio sentado sin soltar su agarre y el de Celes solo atino a ponerse la mano libre sobre su entrepierna.

 

Estaba oscuro, quizás el ninja no hubiera visto nada de no haber sido por ese instintivo reflejo de esconder lo evidente. Kurogane dirigió su mirada a la entrepierna del rubio y este solo pensó en poner cara de póker.

 

-Kurosama no tiene “duros” despertares?-Añadió el  mago con aire juguetón aunque muerto de bochorno pero no logro reacción del parte del moreno que tampoco lo soltó del brazo, así que jugó a ganar, se puso en cuatro con aire malicioso y acerco su rostro al del ninja muy cerca a sus labios -a Kurotan no lo traiciona nunca su amiguito?- pregunto, sabía que el otro no lo entendía pero esperaba que lo soltara y lo dejara al instante.

 

No paso. Kurogane se le quedo mirando a milímetros ahora de su rostro y con esos malditos ojos negros ahora que parecían desnudarlo y no solo de ropa, se sintió estúpido, y los colores le subieron al rostro aún más si eso era posible, trato de retroceder pero el agarre del moreno no había mermado, volteo la cara muerto de vergüenza y sintió la nariz de kurogane sobre su cuello.

Fay quedo petrificado, escucho una pregunta, que decía??? Sintió su erección crecer dolorosamente mientras Kurogane enterraba su rostro sobre la base de su cuello.

 

-Kurotan??-Pregunto, el ninja dijo algo, una sola palabra y con todo el peso de su cuerpo se recostó sobre el mago.

 

-Ahh, que??-Kurogane empezó a besar su cuello y coló una mano enorme y callosa por debajo de su camiseta-ahhh-gimió mientras esa mano recorría su abdomen , su erección gritaba por atención y Fay se debatió entre empujar al moreno o dejarse hacer, su ganas y su necesidad eran más, se mordió los labios para no gemir, Kurogane le mordió el cuello, y solo pudo gemir, sintió que el japonés le jalaba su camiseta, de todas maneras hacia demasiada calor así que Fay olvido su duda y levanto los brazos para facilitar la tarea, se sintió moviendo su pelvis contra Kurogane en busca de fricción y sintió la mano tibia del ninja introduciéndose dentro de su pantalón, buscándolo, sopesándolo y sosteniéndolo firmemente y se sintió en el cielo, esa mano enorme tocándolo.

 

-AHHH-cerró los ojos, estaba haciendo ruidos muy obscenos-mmmm-se sintió tan cerca, demasiado, solo un poco más, de repente el contacto se rompió y miro frustrado por que se había detenido, Kurogane estaba bajándose sus propios pantalones, y libero su miembro enorme y erecto, la luz ahora era lo suficientemente buena para ver eso. Se sintió desfallecer, el moreno se recostó pronto sobre Fay y con esa enorme mano sujeto ambas erecciones al mismo tiempo.

 

-Ahhhh-sentir ese miembro caliente y duro junto al suyo era el cielo-Yo, Kuro.. mmm espera-el ninja había empezado un movimiento frenético de su mano acunando ambos erecciones mientras con la otra se sostenía dolorosamente para no aplastar al mago, Fay solo podía sentir, debatirse, quería llegar, quería venirse ya en esa mano caliente, se dejó hacer hasta que dejo de ver-Ahhhh-cerro los ojos y vio blanco, su espalda se tenso y se mordió la mano para no gritar, se sintió correr, expulsar ese líquido sobre su vientre su mano sosteniendo el muslo de Kurogane y Kurogane sobre él moviéndose, agitándose, manoseándole. Fay solo sentía su liberación, un buen orgasmo, su pene aun expulsando semen tibio y su mano buscando tocar al ninja, tocar su animal enhiesto y vivo y sentirlo en el clímax, lo encontró y lo rozo mientras se ensuciaba con el líquido ajeno.

 

Todo había sido tan intenso, tan bueno, cuando empezó a percibir otra vez su alrededor, permaneció con los ojos cerrados, solo podía oír su propia respiración acompasándose, su sudor que se enfriaba, y los fluidos sobre su abdomen que se sentían pegajosos, se sentía obscenamente sucio y sin embargo la sensasion le gusto, Kurogane lo soltó, lo sintió recostarse a su lado, casi en el suelo (el futon era muy angosto) y su rostro se dirigió al otro lado, a la entrada de la carpa.

Carajo, lo hice! La palabra correcta hubiera sido: hicimos, pero por alguna razón no incluyo a Kurogane, volteo a verle, y este estaba con los ojos cerrados y parecía disfrutar bastante considerando la expresión relajada que era poco común en su rostro, medio desnudo, ambos estaban demasiado relajados para levantarse, un poco cansados también hubiera sido una buena descripción.

 

Pasados algunos minutos fuera de la carpa ya se oían ruidos del campamento, alguien se paró sobre la entrada y grito algo, ambos se tensaron, pero Kurogane se levantó raudo se colocó bien los pantalones y se dirigió a la entrada, el mago oyó un intercambio de frases y risas socarronas, mientras se limpiaba el abdomen con la camiseta que encontró en el suelo, Kurogane volvió a entrar, le dirigió una mirada criptica mientras lo veía limpiarse, se acercó a la pila de ropa que tenían enfrente de ellos y le lanzo una toalla con claras intenciones de ducharse, luego se puso los zapatos y salió primero de la tienda.

 

Fay no sabía que decir, ni que hacer, se quedó allí con la toalla sobre las piernas, habían hecho cosas muy controversiales, pero se había sentido tannn bien, su miembro se volvió a agitar, era preferible no seguir ese pensamiento, “algo a que aferrarse, un escape”, el sexo bien podría entrar en esas categorías, aunque entendió que ni siquiera había tomado esa decisión, Kurogane lo había tomado por él, hacia solo unos minutos, ¿también Kurogane quería un escape? Miro hacia la entrada de la dichosa tienda, tomo la toalla, se levantó, se vistió y salió a lo que fuera que le esperaba en el exterior, después de todo en Yama apenas habia amanecido.


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