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No llames amor tu hipocresía (PAUSADA - SERA EDITADA) por Adri6

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“… Ya es muy tarde… siempre lo ha sido… y siempre será… muy tarde” –susurro mientras veía que detrás de aquella mascara, unos ojos azules comenzaban a despertar de su pequeño pero significativo viaje

“¿Qué…” –Bruce iba a preguntar algo, pero Dr. Manhattan se desmaterializo, provocando una onda de energía que golpeó a Kal, Diana y a Hall. Los rastros de aquella energía desparecieron del planeta Tierra y aparecieron en el planeta Marte, Dr. Manhattan tenía su hogar en ese mundo por lo que en él, había construido una enorme y enigmática arquitectura funcional basada en minerales los cuales ante los ojos de cualquiera, se veían como un gran cristal.

Desde su autoexilio por el bien de la humanidad, era la primera vez en mucho tiempo que llevaba a alguien a su mundo a su propia vida, ya le era extraño tener con quien hablar aunque hablar no era exactamente lo que Batman estaba haciendo, sin importarle el milagro que significaba que pudiese respirar en la atmosfera de Marte, el príncipe de Gotham le amenazaba de todos los modos y sin medir la calidad de sus palabras. Más que molestarse, Manhattan le observaba con curiosidad, sus pupilas guardaban cada gesto como parte de su aprendizaje sobre la naturaleza humana de la cual, para su desgracia, había dejado de entender hace mucho.

Le era curiosa la reacción del humano, porque frente a lo desconocido o cuando no se tiene el control, entran en pánico... y aunque Batman luce seguro de sí en el exterior, en el fondo estaba asustado, eso veían aquellos ojos brillantes y misteriosos. No importaba en qué contexto se encuentre, siempre podía ver la verdad aun cuando esta se disfrace muy bien de mentira.

Fue así que, recordó la última vez que tuvo miedo (ya hace mucho) y eso fue cuando quedo encerrado en aquel centro de campo intrínseco, a merced de un programa que se ejecutó en segundos causando que todo cambiase para siempre. Se convirtió en… bueno, aun no descubre exactamente lo que es pero sin lugar a dudas, no volverá a ser normal nunca más. Desde su nuevo modo de entender la vida, las cosas que tenían importancia ya no lo tuvieron, sucesos pequeños eran lo que llamaban su atención y por eso, se perdía en encontrar explicación lógica a todo, fue descubriendo que con cada partícula de materia se creaba algo más complejo y hermoso en un inicio pero con el paso del tiempo, mutaba dependiendo en qué condiciones se desarrollaba.

Las botas negras de aquel héroe caminaban de aquí para allá, no podía mantenerse en un solo lugar, sabía que trataba de pensar en cómo salir de aquel lugar, pero por sobre todo, entendía que aquel humano estaba herido, había sanado la lesión física pero él seguía estando herido de una forma más complicada que recomponer células de un tejido. Hasta ese punto comprendía que sus poderes no servían de nada, porque por mucho que lo desee… no puede cambiar la naturaleza de las cosas.

“…No eres el único que ha sufrido la pérdida de sus padres a temprana edad, la situación en que sucedió es similar en muchos otros casos… pero… ¿cuántos de ellos se han dedicado a seguir sufriendo por el bien de los demás?... eres un caso excepcional aunque también es bastante desafortunada la forma que tienes de vivir” –menciono cada palabra con suavidad pero con una intensión de tras fondo

Batman le miro fuera de control, odiaba que le subestimaran porque no tuviese poderes o porque trabajara esencialmente solo. Era tan capaz como todos, pero lo que refuto aquel punto de vista tan erróneo. Eso hizo hasta la muerte, pero cuando escucho: “¿Acaso ya no has experimentado suficiente dolor?... tus cicatrices hablan por sí mismas” La máscara no pudo ocultar del todo el asombro, no sabía que dentro de todo lo que puede hacer Dr. Manhattan también estuviese conocimientos sobre la vida de los demás.

“Dime… ¿por qué le has salvado?”—pregunto nuevamente tan solo para molestarle aún mas

El silencio del espacio exterior no era nada comparado con el silencio de Bruce, los latidos de su corazón eran lentos, pausados y sigilosos, era como si temiera llamar aún más atención con el fin de que la conversación no se torne cada vez peor. Estaba solo enfrentando el gran poder de la palabra de Manhattan, estaba enfrentando a su espejo de cuerpo entero y con aumento sobre su alma.

“… No pienses que nos sentaremos a hablar de mi vida como si fuésemos amigos” –respondió y enseguida su humor empeoro drásticamente para bien de sí mismo, tenía que recuperar el terreno que perdió desde que puso el primer pie en aquel planeta.

“No pienso ni creo que somos amigos, tan solo quiero hablar” –comento Manhattan de forma imperturbable

“… ¡Te he dicho que me lleves a casa!... ¡maldita sea!... ¡¿eres estúpido o qué?!... ¡¿no entiendes lo que te digo?!” –grito perdiendo el control y eso era lo bipolar de su estado de ánimo, su paciencia y tácticas de mente fría ya no funcionaban, no desde su separación. Sentía como su corazón latía a mil por hora y eso era la primera regla que quebrantaba, nunca jamás debía de demostrar su lado más perturbado. ¿Qué le estaba sucediendo?, ¿qué estaba pasando?, se preguntó, pero aquello no era un misterio, su problema tenia nombre y apellido: Kal-El. Después de aquel fracaso… ¿acaso quedo algo intacto dentro de sí mismo?... no… todo estaba en ruinas, conllevando que dejara de ser la persona segura y decidida que alguna vez fue.

“Lo he dejado muy claro… no lo haré” –mantuvo su postura firme y volvió a preguntar: “¿Por qué le has salvado?”

Si Batman pensaba en eso, si en verdad se dedicaba a analizarlo, descubría para su ruina que así debía de ser, no había otra forma de vivir o de entregar su vida por alguien más. El mundo o las personas sentían más simpatía por aquel héroe que ayudaba a la gente con una linda sonrisa en el rostro, él era la esperanza de un mundo que día tras día se torna difícil de vivir, por eso no tenía el valor de quitarles a Superman. Puede que en su vida íntima no fuese el mejor pero de todas formas, ejercía el rol del gran salvador. Cambiando drásticamente su ánimo, contesto el porqué.

“… Entre él y yo… existe una gran diferencia, tiene la habailidad de proteger al mundo con facilidad mientras que yo, cada vez que lo hago… sufro de alguna forma u otra” –confeso de forma sincera y con indignación de compararse de esa forma con él. A pesar de tener trayectoria, a pesar de demostrarles lo que era capaz, nunca pudo borrar aquellas miradas de miedo cuando estaban en una misión peligrosa, todos velaban por sus propias vidas y por la de Batman, aun cuando no lo digan, lo hacen de todas formas.

“¿Le has protegido porque quieres que siga cuidando del mundo o porque lo amas?” –pregunto muy específicamente y eso causo que Bruce abriera los ojos con sorpresa una vez más

Esto era el colmo, era realmente estar entre la espada y la pared, ¿de qué forma podía eludir aquel interrogatorio peor que el FBI? Sabía que estaba demás sus trucos, sus armas, sus brillantes planes… no había nada que hacer, solo esperar que se aburra.

“… ¿Por qué he de responderte?... no tienes derecho de involucrarte en ese tema” –le dedico una molesta mirada al tiempo que sus labios formaban un gesto de rabia

“Estuviste muerto por unos segundos y seguirías en ese estado si yo no hubiese intervenido” –respondió mientras comenzó a caminar de forma lenta hasta el héroe enmascarado.

“… ¿Fue… real?” –pregunto Batman con una sensación de angustia, ya que no vio la luz o sintió algo especial… ¿acaso no había nada después de la vida?

“Todo es y seguirá siendo muy real en un contexto ficticio” –cuando estuvieron frente a frente, aquellos ojos brillantes querían observar con nitidez aquel rostro por lo que desintegro aquella mascara sin problema alguno. Ver por un segundo una expresión de vulnerabilidad le confirió la necesidad de aclararle el propósito de todo lo que estaba sucediendo— “Hace unas horas, mi futuro cambio drásticamente, tenía la certeza en que estaría eternamente aquí, pero algo ha ocurrido y eso ya no es factible… debo regresar a la Tierra, pero antes de hacerlo, deseo que alguien me enseñe a entender las emociones, los sentimientos… e incluso la vida. Tú eres el indicado para hacerlo y por eso te he traído hasta aquí”

Al escuchar esas palabras y peor aún, al entender el significado de estas, causo que la aparente frialdad de Batman se tornara como una gelatina recién preparada, tembló internamente al sentir como su problema fuese expuesto con tanta facilidad, entonces, ¿cualquier desconocido podía darse cuenta que era más inerte que una roca?... ¿era tan así?

Ante los ojos de Bruce, su identidad secreta ya no tan secreta no era un problema, podía vestir un traje y ser Manhattan quien estuviese sin prenda alguna, pero sentía que era él quien estaba realmente desnudo. ¿Cómo era posible que le conociera tan bien?, ¿por qué sabe cosas que solo están en sus más profundos pensamientos?... no entendía como se atrevía a ridiculizarle de esa forma.

“… ¿Tú... te burlas de mí?” –Dijo Bruce de forma suave pero también, de forma dolorosa. Bajo la mirada y apretando los puños deseo estar muerto antes que vivir la humillación que estaba sufriendo. Era ridículo que le estuviesen restregando en la cara que se asemejaba a una piedra anclada en la arena de una playa, mientras todos disfrutan de un día de verano. Era estúpido vivir en carne propia no ser capaz de demostrar emociones como lo hacen todos los demás—“… ¡¿Quién te crees que eres para burlarte así de mí?! –le devolvió una mirada llena de un fuego interno que más que en apogeo estaba más bien en decadencia.

“No sé burlarme de alguien… y si lo hago, no tendría la menor gracia” –respondió sin apartar la vista de Bruce. Quería presionarlo, quería hacerle pasar un mal rato y por cada reacción que tenía, era evidente que lo estaba logrando y eso era lo correcto.

“…Tienes muchos poderes… ¿por qué no ves que estás hablando con la persona equivocada?” –pregunto tratando de contener su frustración pero sin lograrlo en lo absoluto

“Veo que tienes razón, no hay nada que puedas enseñarme… no puedes sobrellevar tu vida por lo que mucho menos, puedes ayudar a alguien” –dicho eso Manhattan creyó entender que era el momento oportuno, generó reacciones químicas causando que en la atmosfera del planeta rojo, lloviese, era débil pero relajante, el sonido de las miles de gotas de lluvia chocando contra lo árido de la superficie es una música sutil y delicada.

El agua solo afectaba a Bruce y a pesar de que su traje le protegía, de pronto el frio le afecto y sin duda, era peor que estar dentro de un glaciar. El cabello negro y sedoso se atrevió a ocultar unos ojos azules que suplicaban y luchaban por no derramar lagrima alguna, no frente a un desconocido, no frente a nadie.

“No por favor… no llores… no lo hagas” –pensó mientras sin poder evitarlo, todo le hacía recordar la noche en la cual sus padres murieron y cuando por accidente, descubrió que Kal tenía a alguien más. Ambas situaciones eran muy distintas pero tenían una semejanza, siempre… siempre las personas que ha amado le han dejado de una forma u otra. Después de tantos años, después de vivir infierno tras infierno ha llegado a la conclusión de que quizás no puede ser de otra forma… nunca ha estado y nunca estará destinado a lo normal… la vida con la que sueña es para todos menos para él.

El presente en el cual estaban viviendo en ese momento, era perfecto e imperfecto a la vez, todo lo que los rodeaba era una gran masa impenetrable de oscuridad, que de no ser por el resplandor que emitía Manhattan, se podría afirmar que estaba en el Limbo o en el infierno, pero nunca en el cielo, eso no podía ser el cielo. Entonces, rogando tener la suficiente convicción de seguir siendo quien es, trato de abrir la boca para exigir que le lleve de regreso a la Tierra pero se sorprendió a si mismo al escucharse decir:

“… La verdad es que… yo no soy… tan fuerte como aparento ser… soy un héroe fuera de lo común ya que hago cosas violentas e intimidantes, eso les ha hecho creer que no tengo sentimientos y que nada me importa. Siempre me he propuesto no aceptar la ayuda de nadie pero aun así… ¡soy como cualquier persona!… ¡todo el tiempo tengo miedo y tengo ganas de gritar!… creí que por fin había encontrado el amor de mi vida, decidí compartir mi vida con él porque estaba seguro de que sería feliz pero al final lo he perdido… creí que podría volver a estar solo otra vez… pero… yo… ¡no quiero estar solo!... ¡no quiero!...” --cerro los ojos con fuerza al sentir que no era lluvia lo que mojaba sus mejillas— “… ¡Estoy cansado de extrañar a las personas que me abandonan!... por una vez… por al menos una vez… quisiera… necesito...” –Sollozo mientras que con agonía sus piernas se enfrentaron al suelo húmedo del planeta. Fue así que la llovizna se tornó en una tormenta en la cual, de seguro desde la Tierra sería vista por los astrónomos.

Manhattan se puso a la misma altura de Bruce y al apartar el cabello de aquel rostro, provoco que Bruce le dedicara una mirada confundida y por sobre todo que dejara de llorar— “…¿Aún sigues creyendo que tienes problemas, para demostrar tus sentimientos y emociones?... date cuenta de que estas sufriendo y no temes demostrarlo ante mi” –sonrió sutilmente— “…No creo que seas alguien frio, al contrario… puedo ver que te conmueve más el dolor ajeno que el propio y eso solo lo pueden hacer las personas sensibles”

La lluvia ceso y poco a poco, el planeta roto lo suficiente para dejar que los rayos del sol iluminen tímidamente el lugar en donde estaban. La estructura que Manhattan había creado, brillo de una forma tan especial que emitió todos los colores existentes y los aun no descubiertos.

“Mi futuro cambio y para ser sincero… es perfecto” –le mostro mentalmente en qué consistía aquel cambio.
Notas finales:

Gracias por leer!!

Besos!!


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