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Between Hate And Love por Armando De Virgo XD

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Notas del fanfic:

Los personajes son propiedad de Masami Kurumada.

Notas del capitulo:

Hola, un fanfic corto que debía desde hace… ¿un año? No me acuerdo perfectamente, pero lo bueno es que nunca olvido mis promesas. Espero sea de tu agrado gns.


Disfruten…

La mañana da inicio en los templos del zodiaco, los caballeros dorados se preparaban para su día de entrenamiento y ya en la tarde encargarse del entrenamiento de sus discípulos.

Mientras tanto, en la cámara principal el patriarca ya hacia vestido con su sotana de siempre y tan relajado, al salir del recinto observó el hermoso paisaje, ver los doce templos y ninguna señal de problema alguno a su parecer sería un hermoso día sin problemas ni nada que lo arruine, sin embargo, su felicidad terminó ya que sintió el cosmos de dos caballeros dorados que estaban por pelear observó hacia el templo de Géminis y no había duda alguna, su día sería como siempre, el peor calmando a dos caballeros, para evitar bajar los templos se teletransportó y ya estando en el tercer templo observó la misma escena de siempre, respiró hondo para después sacar lo acumulado.

Shion: ¡¡¡PUEDEN CALMARSE!!! – gritó.

Los caballeros que ya hacían peleando y unos siendo espectadores del odio de los caballeros pararon su relajo, un miedo podía notarse en sus rostros ya que siempre salían castigados por estar en el momento y lugar en el peor momento.

Shion: ¿Qué pasó ahora? – se calmó. – Ya estoy cansado de las peleas de siempre. – observa a sus caballeros más fieles. – Shura, Aioros y Shaka… – dijo serio. – ¿Cómo fueron las cosas? – preguntó.

Shura: Bueno, – sostiene al de Leo con firmeza. – Aioria venía conmigo charlando normalmente hasta que…

Aioros: Hasta que de nuevo vio a Saga – continuó y sostenía al de Géminis. – y como siempre empezaron a insultarse…

Shaka. – igual que su compañero sostenía al de cabellos violáceos. – Hasta que sus insultos pasaron a tonos no acto para menores y se comenzaron a golpear, nosotros tuvimos que intervenir sosteniéndolos.

El patriarca comprendió la misma situación de siempre, dio un suspiró largo, miraba al caballero de Leo y luego al de Géminis en los dos se podía ver sus ojos la rivalidad. Los quería castigar está vez, pero era mejor darles otra oportunidad.

Shion: Caballeros. – dijo firme. – Dejen a sus compañeros y váyanse al coliseo, vamos hacer como si nada haya pasado. – de inmediato señala a los involucrados. – Saga y Aioria no quiero que en los entrenamientos estén peleando por cosas sin sentido… ¡ENTENDIERON!

– Sí, patriarca. – dijeron al unísono.

Shion: Bien. – sonríe. – Ahora que ya todo está solucionado vayamos al coliseo. – baja los escalones. – Hoy va ser un entrenamiento especial. – murmullo.

Los caballeros soltaron a sus compañeros, pero evitaban que se acercaran porque harían otra pelea sin sentido y está vez si saldrían perjudicados. Al llegar al coliseo los otros caballeros ya estaban presentes, se acercaron a saluda a los recién llegados, pero sintieron de nuevo aquella tensión entre Géminis y Leo, no comentaron nada ya que sintieron los cosmos de sus compañeros hace unos minutos.

El patriarca dio órdenes de que se pusieran por orden comenzaron desde Aries hasta el último signo Piscis. Ya estando formados comenzaría con su nuevo jue…entrenamiento para los caballeros. Les explicó que serían combates por parejas y sacaran un papelito, el signo que les salga será su contrincante, cada quien sacó su papelito y se lo fueron mostrando al patriarca. Seis eran blancos y otros seis si tenían el signo con un número en la esquina, los combates quedaron de la siguiente forma:

1. Mu de Aries VS Afrodita de Piscis,

2. Deathmask de Cáncer VS Aldebarán de Tauro.

3. Aioros de Sagitario VS Camus de Acuario.

4. Milo de Escorpio VS Dohko de Libra.

5. Shura de Capricornio VS Shaka de Virgo.

6. Saga de Géminis VS Aioria de Leo.

Todos se quedaron sorprendidos por los combates, pero sobre todo por el último, los caballeros se odiaban a muerte y ahora que les tocaba pelear se matarían, El pontífice estaría al pendiente del último combate, aunque no estaría mal quitarse su mal humor con la pelea de ese par que se odia sería una diversión verlos pelear.

Los combates empezaron en el primero los dos caballeros dieron todo su potencial, pero el ganador fue Mu de Aries, el de Piscis aceptó su derrota. La segunda pelea estaba algo difícil ya que los dos caballeros daban lo máximo, al final salió ganando el de Tauro ya que el cangrejo se distrajo con el apoyo de su pareja, Aries. Tercera pelea estuvo muy difícil ya que los dos caballeros son muy fuertes, en el último momento hubo un empate porque los guardianes eran fuertes y muy habilidosos. Cuarta pelea todo fue rápido ya que el bicho estaba muy confiado en ganarle al viejo maestro de Libra, se distrajo y perdió. Quinta pelea dos caballeros fieles al patriarca y a la diosa, una pelea con muchas emociones, al final quedaron en un empate.

Llegó la hora de la última pelea, los caballeros de Géminis y Leo les tocaba pelear, el castaño miró al mayor con mucho odio, lo detestaba desde que los revivieron y todo por una noche, el de Géminis notaba la mirada del león dorado le encantaba verlo de esa forma y en las noches aún mejor, lo haría enfurecer para que diera todo de sí en la pelea. Ya estando en el campo de pelea hubo un gran silencio y tensión, el patriarca dio la orden para que comenzara su di…la pelea. Los caballeros comenzaron a atacarse primero con patadas y golpes, sin embargo, los dos eran muy habilidosos cuando se trataba de pelear, pero por un momento que el de Leo se distrajo recibió un golpe en el rostro, el de Géminis sólo sonrió mientras que el león se molestó demasiado, encendió su cosmos porque pelearía en serio, el gemelo hizo lo mismo si el gatito quería pelea la tendría.

Sus compañeros se preocupaban mucho porque estaban por pasar los límites, ver la sonrisa burlona de Géminis y la furia del Leo no era una bonita combinación, miraron al patriarca, pero éste se hallaba en un sofá sentado con palomitas y refresco.

Aioros: ¡¿No piensa detenerlos, patriarca?! – cuestionó.

Shion: No. – dijo sin tomarle importancia. – Es un entrenamiento.

Shura: No ve que están por encender su cosmos para matarse.

Shion: No. – volvió a negarlo.

Dohko: ¡Por Athena, Shion! – dijo preocupado. – ¡No tienen armaduras y están por matarse!

Un circuito reaccionó en el patriarca, no tenían armaduras y su cosmos se elevaba a su máximo nivel, no había ninguna duda se pensaban en matar sin importar nada, además si la diosa se llegaba a enterar que uno de sus caballeros murió en batalla entonces le iba ir muy mal. Comenzó a preocuparse por su puesto como patriarca, antes de su divertido juego prefería su puesto, se levantó de su asiento y paró a los caballeros.

Shion: ¡ALTO! – gritó. – ¡Les dejé en claro que ustedes no debían de matarse en los entrenamientos! ¡No quiero verlos pelear de nuevo! – se puso serio y observa al de Leo. – ¡Aioria de Leo tu hermano Aioros y Shura serán tus tutores, les ayudaras en hacer el aseo de todo el santuario hasta los doce templos!

Aioria: Patriarca…– estaba por protestar, pero el pontífice no se lo permite.

Shion: ¡Saga de Géminis tu tutor será Shaka de Virgo y como odias las meditaciones tendrás que ir a su templo todo el día a meditación!

Saga: ¡Patriarca todo menos eso!

Shion: ¡Ya di mis órdenes y las tendrán que cumplir a partir de mañana y el castigo será durante seis meses! – observa a los caballeros. – ¡ENTENDIERON!

– Sí, patriarca. – dijeron al unísono.

Shion: Bien. – suspira. – Los entrenamientos han acabo y no habrá hasta nuevo aviso. – saca una hoja. – La diosa Athena ha dado órdenes que los caballeros de Aries, Tauro, Cáncer, Libra, Escorpio, Acuario y Piscis tendrán vacaciones por dos años enteros y los caballeros de Géminis, Leo, Virgo, Sagitario, Capricornio y yo el patriarca las tendrán hasta después de su llegada.

Para cuando terminó de leer las nuevas noticias sólo se podía ver a los caballeros que no recibieron vacaciones y notas de los afortunados donde le decían adiós al patriarca y a sus compañeros. El patriarca se retiró hacia sus aposentos y los otros caballeros se encargaban de poner los horarios para sus compañeros, claro querían evitar que sus compañeros en el recorrido se vayan a matar, dejando a cada quien en su templo se sintieron aliviados.

El día pasó normal sin problema alguno y ninguna pelea, los caballeros que tenían sus vacaciones se despidieron de los infortunados y corrieron directo al aeropuerto porque sus vuelos estaban por irse. Ahora los templos serían atendidos por cinco caballeros y el patriarca.

La noche se hizo presente, la hermosa luna llena se podía ver un gran resplandor, las estrellas y las brisas. El patriarca ya hacia dormido en su cómoda cama teniendo sueños con cierto caballero, Capricornio leía un libro en su cama, Sagitario roncaba y abraza a su osito de peluche, Virgo teniendo sueños húmedos con su amor.

En Leo el caballero se preparaba para descansar, se bañó y al salir se puso una bata como siempre, se lavó los dientes, se admiró en el espejo, tomó un poco de agua y se acostó en su cómoda cama para está vez descansar.

Entre las sombras estaba una persona esperando que su presa bajara la guardia y pudiera hacerle lo mismo, ya viendo que estaba completamente dormido se acercó para admirar su belleza, una hermosa piel canela, sus piernas tan perfectas y sus glúteos redonditos. No deseaba a nadie más que a ese hermoso caballero de Leo, aunque él no lo viera de esa forma, él quería algo más que su hermoso cuerpo. Sin que el castaño se diera cuenta se metió a su cama, acariciaba sus piernas y podía escuchar los suspiros, tan tiernos, ya quería pasar algo más así que comenzó a besar su cuello y lo sostuvo de la cintura. Lo bueno era que puso pastillas para dormir en el agua del león dorado si no estaría protestando, pero era lo que más le agradaba de él.

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Un nuevo día daba inicio, el caballero de Leo despertaba con un gran dolor entre sus piernas, se observó, pero se quedó sorprendido en verse desnudo y su cama toda desordenada, no recordaba nada, sólo se sintió muy cansado y cayó en un sueño profundo, sin embargo, algo llamó su atención una nota en su mesita, la tomó y leyó el contenido.

Querido leoncito, me encantó está noche, tal vez, no sentiste nada, pero me gustaba escucharte gemir por cada embestida que te daba, Espero volvamos a repetir está noche, me gustaría estar para ver tu molestia, pero tengo que ir a clases de meditación.

Besos te desea Saga de Géminis.

P.D. En tu vaso había pastillas para dormir.

Una gran ira lo invadió de nuevo se aprovechó de él, pero está vez lo hizo dormir, odiaba al de Géminis por esa razón, desde el primer momento del accidente. Ya no importaba, después lo buscaría al templo de virgo para golpearlo con todas sus fuerzas. Se levantó para darse una ducha e irse al templo de su hermano, ya debían de estarlo esperando.

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El caballero de Leo como todos los días se levantaba con una gran sonrisa y se preparaba para los aburridos entrenamientos. Desde que fueron revividos y llevando una vida normal le hacía sentirse feliz, no tenía que preocuparse de próximas guerras ya que los dioses tienen un tratado de paz, sólo entrenaban para defenderse, pero él lo veía como algo tonto.

Ya estando listo salió de su templo bajo los templos hasta que por el tercero se encontró con su hermano conversando con el caballero de Géminis. No le molestaba en lo absoluto que su hermano llevara una buena relación con el gemelo mayor, debían de olvidar todo lo malo del pasado y pensar en el presente y futuro. Se acercó para saludarlos y de paso irse junto con ellos al coliseo.

Aioros: Buenos días hermano. – sonríe.

Aioria: Buenos días. – de igual manera muestra una sonrisa. – Hola Saga.

Saga: Hola Aioria. – da una gran sonrisa.

Aioros: Bien hermano hoy no quiero que pase lo mismo como en otros entrenamientos que andes de flojo.

Aioria: No sé porque entrenamos si no hay guerras santas con ningún dios.

Aioros: Somos caballeros de Athena y no debemos de bajar la guardia a un en tiempos de paz.

Aioria: Bueno, antes que comiences con tus cursilerías es mejor llegar temprano. – sigue su recorrido.

Saga: Tu hermano sigue siendo un inmaduro.

Aioros: Y los era siempre. – ríe. – Vámonos.

Bajaron los templos para irse a los entrenamientos. Llegaron al coliseo donde estaban los demás caballeros, el patriarca llegó unos momentos después y comenzó con el mismo entrenamiento de siempre, aunque algunos caballeros como Escorpio, Cáncer y Leo nunca hacían nada, sólo coqueteaban con las amazonas del santuario. El pontífice no decía nada al respecto porque ellos aprenderían que esos entrenamientos no sólo eran para guerras santas sino también para defensa propia.

Los entrenamientos acabaron con los caballeros responsables muy cansados y unos con la misma energía de siempre. El patriarca sacó un pergamino donde tenía una noticia para los caballeros de los doce templos y comenzó a leer la gran noticia.

Shion: Nuestra querida diosa Athena ha decidido hacer una fiesta donde estarán los doce caballeros dorados, los cinco de bronce y yo el patriarca para celebrar su cumpleaños. – dijo serio. – Los demás caballeros de bronce, plata y amazonas se irán de vacaciones por dos años enteros y sólo se quedarán los dorados.

Terminó de decir la gran noticia y sólo se podía ver a los caballeros dorados presentes con los cinco de bronce y notitas de despedida para el patriarca y los caballeros. Todos se retiraron para hacer sus deberes y preparar todo para la hermosa fiesta de cumpleaños de su querida diosa.

Unos cuantos días después como era de esperarse la diosa hizo presencia en el santuario llevándose la gran sorpresa de una elegante fiesta digna de ella. Los caballeros con respeto la felicitaron y después de una fiesta tan elegante y hermosa donde se podía tomar el té se convirtió en una de antro con muchas bebidas alcohólicas, juegos divertidos y unos cuantos borrachos por ahí.

El de Leo bailaba con sus compadres, Milo y Death, claros sus malas influencias en todo. Sagitario no lo perdía de vista porque podría cometer cualquier locura, aunque su conversación con el gemelo mayor era mucho más interesante que cuidar a su inmaduro hermano. Mientras tanto, el de Géminis miraba a cierto león suelto, le tenía muchas ganas desde que era el patriarca del santuario, pero nunca se dejó domar, sin embargo, está vez domaría al león, sólo tenía que esperar a que las copas hicieran su trabajo.

Las horas pasaban y como se lo imaginaron los más fiesteros fueron los primeros en perder la cordura, sin embargo, el alcohol también les hizo efecto a los santurrones como Aioros que ya hacia las mismas idioteces que su hermano, pero el patriarca de rato comenzó a cuidarlo y Shaka que se besaba al bicho dándole celos a cierto caballero que hizo lo mismo. Mientras tanto, el de Leo se hallaba un poco ligero, pero si ya algo borracho, tambaleaba por todo el recinto del patriarca hasta que se encontró con el de Géminis. Hablaron de muchas cosas hasta que decidieron irse, el mayor se ofreció en llevar al caballero a su templo, pero en realidad tenía otros planes.

Llegaron al quinto templo donde el mayor acostó con cuidado al menor, después de esta acción comenzó a quitarle la ropa y besó su pecho sacándole hermosos gemidos al león dorado. Sin embargo, su momento se interrumpió por palabras que no esperó.

Aioria: Saga. – dijo serio. – No…quiero tener…nada contigo.

Saga: Lastima. – sonríe cínicamente. – Serás mío está noche a la buena o a la mala.

El león dorado comenzó a forcejar con su compañero, pero no tenía mucha fuerza para escaparse de las manos del gemelo mayor. Géminis mordió las tetillas de su víctima mientras que sostenía las manos tan sólo de escuchar sus jadeos del menor le daban indicios que, aunque trate de negarlo le encantaba.

La noche en el quinto templo se podían escuchar los gritos de ayuda y quejas de león y a la vez el placer que los dos sentían. Durante otras noches fue lo mismo, Géminis entraba al templo de Leo para poseer a su víctima, en ocasiones, lo golpeaba por no dejarse embestir, Aioria no comentó nada a sus compañeros por su orgullo y honor como caballero dorado, llegó a sentir un odio hacia el mayor desde ese día.

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Se vengaría de alguna forma del gemelo mayor y más ahora que lo humilló de nuevo, no soportaría que siguiera poseyéndolo como si fuese su “prostituta” principal y que debiera de estar todas las noches disponibles para él.

Aioria: Saga de Géminis. – susurró. – Me las pagarás todas esas noches donde me tratas como tu puta. – apretó sus puños.

Lo bueno que no estaba en el templo de virgo porque si no lo golpearía hasta matarlo sin importar el castigo que le diera el patriarca, quería recuperar su orgullo y honor que le fue arrebatado.

 

Continuará…

Notas finales:

Espero les haya gustado, se acepta criticas positivas.


Capítulo II: Celos y… ¿Amor?


Nos vemos…


Chao…


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