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No tengo que ser el peor de los dos por AbiHummel3007

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Notas del fanfic:

Hola a todos, es una pequeña historia que se me ocurrió, es mi versión de lo que pasaría después del arco de Debrah en el juego Corazón de Melón, creo que las personalidades me quedaron bastante OC pero bueno, espero que les guste... 

Notas del capitulo:

Los personajes no son míos, pertenecen al juego Corazón de Melón de ChiNoMiko, lo único original es la historia, es solo por diversión y no lucro con ello

Capítulo 1

Su oscuro secreto

 

-¡Basta Castiel! ¡Déjame en paz!- el rubio se apartaba a paso veloz del pelirrojo que parecía francamente sorprendido por la brusca reacción.

-¡Nath! ¡Espera!- lo sujeto del brazo sin pensarlo dos veces -¿Qué te sucede? Era sólo una broma…- desde hacía medio año que ellos no peleaban de ese modo, desde que todo había comenzado

-No te atrevas a llamarme de ese modo, no somos amigos- se zafó con brusquedad del agarre ajeno

 

El pelirrojo se quedó de piedra a mitad del pasillo, pero su había sido el rubio el que había sugerido aquella tregua después de lo sucedido con Debrah, además sólo había hecho una pequeña broma… Sólo estaba jugando un poco con lo fácil que era avergonzarlo, sólo lo había abrazado por joder y había reaccionado como si hubiera intentado matarlo.

 

-Maldito delegado imbécil- nunca podría llegar a entenderlo, ni siquiera sabía por qué se molestaba en intentarlo.

Bufó y metió ambas manos en los bolsillos, no se sentía de ánimos para quedarse más tiempo en el instituto, tendría que pedirle a Lysandro posponer el ensayo, lo llamaría al llegar a casa, salió de ahí con calma y no pudo evitar ver al rubio no muy lejos de la entrada, eso era extraño, hacía un momento parecía realmente apresurado, dudo un segundo sobre acercarse o no, aunque termino negando, el del problema era el estúpido rubio no él, no pensaba disculparse por una estupidez como esa.

Lo observo un rato, simplemente estaba ahí parado, ¿Qué mierda estaba esperando ese imbécil? Estaba ya fastidiado y a punto de irse cuando lo vio suspirar, alzó una ceja, el siempre tranquilo Nathaniel, ¿suspiraba?, alguien como él que era ni más ni menos que el estudiante perfecto y que además vivía entre dinero suficiente para no tener que mover un dedo en su vida, eso era extraño como menos.

Normalmente hubiera seguido su camino, a fin de cuentas la vida de los demás no era asunto suyo, normalmente podrían irse todos al diablo mientras él estuviera bien, pero esta vez la curiosidad era más fuerte, giro sobre sus pasos cuando el rubio empezó a caminar, probablemente se arrepentiría pero decidió seguirlo.

Un par de metros por detrás, siendo cuidadoso para no ser descubierto por el contrario  lo siguió hasta alcanzar su destino, nunca había ido a su casa, si tenía que ser sincero era aún más grande de lo que había imaginado, el delegado entró a penas llegar y él bufó, era lógico que no iba a descubrir nada de algo como eso, había sido estúpido simplemente llegar a creerlo.

 

-Brillante Castiel- susurro para sí mismo –acabas de malgastar casi dos horas de tu vida- no era que hablar solo fuese su pasatiempo favorito pero estaba malhumorado.

Suspiro, ya había llegado hasta ahí, al menos tenía que valer la pena, se acercó a la casa para verla mejor, podía ver un patio de buen tamaño a través de la verja y al parecer la puerta corrediza estaba abierta, la tentación era grande, tal vez podría encontrar algo para fastidiarlo al día siguiente, mientras nadie lo descubriera no tendría por qué haber problemas.

 

Se sujetó a la verja y empezó a subir una vez se aseguró que nadie miraba, fue pan comido, en un parpadeo ya estaba dentro del jardín, sólo había que ser cauteloso, esperó un poco antes de entrar en lo que parecía el comedor, no había nadie a la vista, ni se oía nada, tal vez el delegado estaba solo en casa, eso le facilitaría las cosas.

No había dado ni dos pasos cuando se escuchó un golpe sordo en el piso de arriba, se quedó estático, en silencio absoluto cuando escuchó a alguien hablando a gritos, no entendía que estaba diciendo, lo mejor era irse, realmente quería evitar acabar preso por una estupidez, se dio la media vuelta y escuchó otro golpe, esta vez acompañado de lo que sonó a un quejido, esa voz…

 

Giró sobre sí mismo y sin dudarlo subió las escaleras que conducían al segundo piso, aun teniendo cuidado de no hacer ruido, sólo quería estar seguro, tal vez se estaba imaginando cosas, se detuvo en el último escalón quedando oculto por la pared, desde ahí podía escuchar bien lo que sucedía.

 

-Basta… Por favor…- esa voz, no había duda, era el estúpido delegado, se oía casi suplicante… ¿Qué estaba pasando?
-¿¡Cuantas veces te lo tengo que repetir Nathaniel!?- aquellas palabras fueron acompañadas de un golpe, se quedó helado al escuchar algo similar a un sollozo ahogado, tenía que ser una mala broma.

-Lo siento…- se mordió el labio inferior nunca se había sentido tan impotente –Llegaré a tiempo mañana…- se oía tan mal… Se oía quebrado, ¿todo eso era por no haber llegado temprano?, estuvo a punto de salir de su escondite al escuchar otro golpe

-¡Más te vale! O no te irá tan bien como hoy- escuchó pasos y un portazo, volvió a dudar pero decidió marcharse, no era un buen momento, era demasiado riesgoso.

De la manera más silenciosa y rápida que le fue posible bajo las escaleras para salir de ahí, había sido demasiado, mucho más de lo que esperaba descubrir, ahora necesitaba una excusa para sacar el tema sin admitir que se había metido a su casa, eso era más fácil de decir que de hacer, pero simplemente le era imposible dejar las cosas así.

 

No pudo evitar patear un árbol en su camino, nunca hubiera imaginado nada de eso, el delegado era perfecto, buen estudiante, responsable, todo un dechado de virtudes, nunca le hubiera pasado por la cabeza, que su padre lo golpeará, ahora todo tenía algo de sentido, sobre todo aquella violenta reacción por su pequeña broma, era obvio que el contacto físico no le hiciera pizca de gracia, ahora que lo pensaba, nunca había visto al rubio tener contacto físico con nadie más allá de lo estrictamente necesario.

 

Comenzaba a sentirse mal con su estúpida broma, lo había jodido en grande, aunque no hubiera sido su intención, bien visto, él no sabía nada del contrario fuera de que era un delegado estirado y aguafiestas… Eso no servía para una mierda en la situación en la que estaba, hubiera tirado de su propio cabello de no haber temido parecer un perfecto chiflado, volvió a casa aún pensativo… Tal vez debía hablar con Lysandro al respecto…

 

¡Lysandro!, lo iba a matar, había olvidado que tenía que llamarlo, tomó el teléfono y marco el número, ojalá no estuviera demasiado cabreado.

-¡Lys!- exclamó en cuanto el peliblanco contestó, esa manera de llamarlo nunca la repetiría frente a nadie más –Hoy teníamos ensayo y…- fue interrumpido a la mitad de la oración

-Oh… Lo siento… Lo había olvidado Cast…- el pelirrojo suspiro, había olvidado la memoria de pez de su amigo –No te enfades… Normalmente llamas para recordármelo…- respondió con calma el peliblanco, Castiel suspiro una vez más
-Está bien, de hecho te llamaba para disculparme por no avisarte que no iría…- cruzo un par de palabras más con él y colgaron, esperaría hasta el día siguiente para contarle lo sucedido, no era la clase de cosa que se comentaba por teléfono

Esa noche le costó conciliar el sueño, era extraño saber un secreto de ese calibre, aunque a decir verdad nunca le había visto marcas ni lo había oído quejarse de algún dolor, aunque no es que fueran los más cercanos, tal vez estaba exagerando, probablemente sólo era una discusión que se les había ido de las manos, sin embargo algo en su mente le decía que solo estaba tratando de auto convencerse y que la voz del rubio lo decía todo, pero decidió ignorar ese pensamiento por el bien de su salud mental, solo repitiéndose ese discurso de estar malinterpretando consiguió la calma suficiente para dormir.

Notas finales:

Bueno, si les ha gustado dejen un review si quieren que lo continue, si gusta subire el siguiente capítulo, Gracias


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