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Limit por hikari shindou

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Notas del capitulo:

Una nueva historia Sasunaru, espero y les guste. Cuando vi un doujinshi con el mismo nombre, toda una ráfaga de ideas cruzaron por mi cabeza. Disfruten de este primer capítulo. Los personajes son de su respectivo creador.
¡¡Enjoy!!

 

Un quinceañero de pelo color azabache, ojos de la misma tonalidad y piel blanca, portaba el uniforme escolar, caminaba hacia su casa tranquilamente ya las clases habían terminado, lo que más anhelaba era poder descansar un poco antes de seguir estudiando pues los exámenes estaban próximos y como el estudiante número uno de su clase por no decir del colegio debía mantener sus notas en alto.  A unos cuantos pasos de abrir el pequeño portón de su casa, inexplicablemente una libreta cae a sus pies. Dirigió su mirar a la ventana de su hermano mayor posiblemente al estar “jugando” con su novio accidentalmente la haya botado. Ya que Deidara era tan solo dos años mayor que él: Tenía diecisiete. Mientras que su hermano tenía veintitrés…se llevaban seis años de diferencia. A lo que muchos dirían que no durarían mucho tiempo por la diferencia de edad y por los conflictos que podían ocasionar, era esa diferencia que los unía. A boca de Itachi siempre se defendía señalando  que siempre tenían temas de qué hablar, que la actitud y personalidad del más joven lo hacía ver más angelical e inocente lo que aumentaba su enamoramiento.  A Sasuke siempre le gustaba molestarlo diciendo que era un pedófilo. 

Sin divagar más con sus pensamientos, levanto rápidamente la libreta que en su totalidad era negra  con letras blancas pero eso era lo de menos… al ver frente a él un ser fuera de este mundo. Ambos seres vivos se quedaron en shock. No fue hasta que ese ser flotante grito atemorizado que el silencio formulado entre esos dos se desvaneció por completo.

-          ¡¡AHHHHH!! ¡¡No puede ser!! ¡Has tocado mi Deat Note!! ¡Eso quiere decir que puedes verme! ¡¿Por qué tiene que pasarme este tipo de cosas?!  Shinigami-Sama ¿Qué te hice?  – Gritaba lamentándose ese ser que aún se mantenía flotando gracias a sus alas negras en su espalda, su vestimenta era totalmente oscura, en su cuello portaba dos diferentes collares  uno era un listón negro mientras que el otro era un hermoso collar con un zafiro precioso al igual que sus ojos, su cabellera era rubia y en sus mejillas tres características marquitas.

 

-          ¡¿Qué demonios eres tú?!  – Grito impactado el ojinegro mientras lo apuntaba con su dedo índice. Lo que ocasionó que las personas que caminaban cerca lo miraran confundido y con temor. Sasuke no procesaba esa actitud ¿Es que nadie más se sorprendía por ese misterioso ser?

 

-          Mejor actúa normalmente teme, estas provocando más miradas hacia tu persona – Hablo el rubio tranquilamente.

 

-          ¿Hacia mi persona? – Repitió confundido el azabache – No querrás decir hacia TU persona. Lo único fuera de lo normal eres tu

 

-          Pues considerando que nadie más a excepción tuya puede verme, el único que está haciendo el ridículo eres tu – Aclaro triunfante el ser flotante. Lo que ocasionó que  Sasuke comprendiera esas miradas provocando un sonrojo de vergüenza. Susurro un leve “Sígueme” y se adentró a la seguridad de su habitación.

 

-          ¿Qué eres exactamente? – Interrogo directamente el azabache  sentado en la silla que tenía frente al escritorio.

 

-          Ustedes los humanos nos conocen como las peores criaturas que pueden existir, ya que nos llevamos a sus seres queridos al otro mundo – Explico calmadamente el ojiazul sentado en la cama.

 

-          Espera un momento….Eres un Shinigami – Dijo asombrado Sasuke – Eso quiere decir que voy a…

 

-          ¡Oh no! Para nada – Interrumpió apresuradamente el Shinigami – No vengo por ti ni por ningún miembro de tu familia

 

-          Entonces ¿Cómo explicas tu presencia? – Volvió a interrogar pero esta vez desconfiado.  Como su nombre lo dice es un dios de la muerte, no puede existir un Shinigami sin que exista muerte a su alrededor.

 

-          Bueno….veras – Comenzó su relato un tanto nervioso. – Terminando un trabajo decidí ver los alrededores, siempre me ha gustado el mundo humano, aunque no lo parezca algunos Shinigamis aprecian la vida humana. Volaba tranquilamente cunado accidentalmente deje caer mi Death Note, fue ahí donde tu tuviste la terrible idea de tocarla. Ya que ningún humano normal nos puede ver pero si este logra tocar nuestras libretas sus ojos logran vernos. Aunque mayormente es mi culpa… – Termino de hablar el rubio rascándose la cabeza avergonzado.

 

-          Eso explica por qué nadie lograba verte a excepción mía – Dejo salir en un suspiro – ¿Qué es exactamente una Death Note?

 

-          Es lo que nosotros usamos para llevarnos las almas de ustedes los humanos.  Con nuestros ojos podemos saber el nombre de una persona, cómo y cuándo morirá, al momento de escribir un nombre en la libreta la persona muere….pero  al instante en que una Death Note toca la tierra se convierte parte del mundo humano, en otras palabras ahora mismo está libreta te pertenece – Bufo molesto el shinigami rubio

 

-          No la quiero – Dialogo seguro, sorprendiendo al ojiazul – ¿Es algo difícil de asimilar? Tómala, no quiero nada que ver con eso. – Sasuke se levantó de su asiento para entregarle en mano el objeto con el cual podía matar a cualquier ser humano.

 

-          Si, si es algo difícil de comprender…creo que eres el primer humano que rechaza tal poder. Digo…con esto puedes asesinar a los malos, incluso al que te cae mal en tu colegio, podrías hacer lo que ustedes llaman justicia.

 

-          ¿Justicia? ¡Ja! No me hagas reír Dobe. Lo único que provocaría al usarla sería convertirme en un asesino, incluso podría desencadenar más asesinos. Yo no poseo ojos de Shinigami, yo no sé cuándo es el tiempo final de una persona, podría matarla antes de tiempo ocasionado tragedia a una inocente familia y si soy descubierto buscarían venganza y pondría en riesgo a mi familia.  – El ser no humano cada vez sentía más curiosidad por los humanos y más por esa criatura que acababa de conocer. Había escuchado de sus colegas que los humanos eran débiles que es por eso que al momento de encontrar poder no dudaban en tomarlo, siempre codiciosos y cegados por el poder no importándoles a quien pisaban en el proceso. Incluso dejaban caer  sus libretas a propósito para que los humanos se eliminaran entre ellos facilitándoles su trabajo. Pero aquí estaba ese humano frente a él mostrándole que aún había humanos buenos y considerados.

 

-          Sabía decisión Teme. Porque si el humano la usa, al momento de morir no ira al cielo ni al infierno por toda la eternidad – Sonrió alegremente el rubio, tomo su libreta y la coloco en una cadena que rodeaba su cintura. – Y no me digas Dobe, mi nombre es Naruto. – Al fin dio conocer su nombre él misterioso Shinigami. – Ya que no decidiste usarla mi deber como Sinigami es borrar todo conocimiento que tengas sobre la libreta y del mundo Shinigami, pero como has sido un humano de mi total agrado esa decisión la dejo en tus manos.

 

-          Tsk….has lo que quieras. Solo déjame estudiar. – Sasuke no le dio importancia a tal decisión. Solo se dio media vuelta, quedando enfrente del escritorio, tomo varios cuadernos de su mochila y se dispuso a estudiar. Naruto se alegró, pues internamente deseaba que no lo olvidara.  Sin borrar sus recuerdos floto por toda la habitación para conocerla mejor.

 

-          Ese tal grupo Thousand Foot Krutch ¿Es bueno? – Pregunto curioso el rubio al ver el poster en la pared. – ¿Y Three Days Grace? ¡Oh!  ¿Y este libro de Ransom Riggs? ¿Esta interesante? – Tomo el libro hojeándolo rápidamente. Sasuke hacia lo posible para ignorarlo olímpicamente y concentrarse en sus estudios, ese rubio Shinigami…¡¡Era un revoltoso!!  – ¿El de la imagen es tu hermano, Sasuke? – Al ver el retrato soltó el libro dejándolo caer en el suelo para ir a tomar el primer objeto mencionado. – Se parece mucho a ti. Alguien llegó – Anuncio Naruto dejando el portarretrato en la mesita de noche  – ¿Quién será? Está en el cuarto de alado – al querer saciar su curiosidad su cabeza atravesó la pared, dejando del cuello hasta abajo en el cuarto del azabache. – ¡Es el muchacho del retrato! – Grito la cabeza de Naruto desde la otra habitación – ¡Pero esta con un rubio! ¡Sasuke, ¿Quién es el que esta con el chico idéntico a ti?! – Sasuke no respondía y no lo haría, lo ignoraría, si eso haría. – ¡¡Waaaaaahhhhh!! ¡¡Sasuke, Sasuke se están besando!! ¡El chico rubio se sentó en las piernas del otro! – El Shinigami narraba a gritos lo que veía, cada vez más alto por la sorpresa que sus ojos presenciaban – ¡Oh Dios mío! ¡Le agarro el trasero! ¡Se lo está apretando!

 

-          ¡¡Quieres callarte!! – Su limité de paciencia había tocado fondo, se levantó de su asiento tomando de las caderas al rubio jalándolo hacia atrás para evitar que siguiera viendo – ¡Yo no tengo porque enterarme de lo que mi hermano y su novio hacen en una habitación! – Hablo exasperado – Es violar su privacidad, sin mencionar que es perturbador y que destruye mi salud mental  – Un escalofrió recorrió su espina dorsal de al solo imaginarse todo lo narrado por el rubio  – Solo quédate quieto mientras estudio ¿De acuerdo?

 

-          Que aburrido…. – Se quejó el ser flotante  lanzándose a la cama – Sasuke ¿Por qué los humanos siempre están tan ocupados? Siempre están trabajando o estudiando ¿Qué nunca se divierten?

 

-          Tal vez es porque nosotros tenemos que estudiar para así poder conseguir un buen empleo, ganarse la vida y vivir con comodidades  – Explico brevemente el ojinoche

 

-          Pero ¿De qué te servirían tantas comodidades si no tienes con quien compartir la felicidad? ¿Sí no te das el tiempo de apreciar lo que te rodea, lo que en verdad es importante? No importa cuánto estudies, cuanto trabajes, cuanto te esfuerces…al final no importas lo que hagas….la muerte es inevitable…  – Dijo sin ninguna expresión el Shinigami. Sasuke no respondió al instante a tal comentario, pues en el fondo sabía que era cierto…Todos tenemos que llegar a nuestro final.

 

-          Aunque lo que dices es cierto: Todos moriremos algún día. Pero eso no es impedimento para vivir cada día como si fuera el último. Eso hace que los humanos disfruten el día a día…lo que nos hace amar la vida  – Después de eso ninguno de los dos volvió hablar de nuevo. Esa respuesta se quedó grabada en la mente del rubio….El azabache continuo estudiando y Naruto se quedó completamente dormido en la cama del primer mencionado, no fue hasta que su apetito fue vencedor y logro despertarlo. Se removió entre las cobijas no queriendo levantarse… ¿Cobijas? Que el recordara no se había cobijado…Acaso fue ¿Sasuke? Rápidamente se sentó, con su mirada busco al ser propietario de esa habitación pero la misma se encontraba en penumbras pues la noche había caído ¿Tanto había dormido? Se dijo a si mismo mirando a través de la ventana. Justo en ese momento la puerta del cuarto fue abierta y la luz fue encendida.

 

-          Al fin despiertas. Te traje un par de bocadillos por si deseas comer algo  – Anuncio Sasuke dejándolos en la mesita de noche cerca de su cama

 

-          ¡¡Waahhh!! Muchas gracias Sasuke. Aunque nosotros los Shinigamis no es vital el alimentarnos nunca esta demás degustar de los bocadillos de la tierra. – Vocifero contento el Shinigami degustando de los bocadillos que atenta y amablemente el humano le ofreció. – Delicioso~  – Sentencio el rubio  – Oye teme aunque me agrade mucho de tu compañía debo marcharme. – Informo al azabache que se encontraba recostado en la cama  –  Justamente hoy debo reportar mi lindo trasero en el mundo Shinigami. Pero no te preocupes mañana vendré a visitarte    – Dijo sonriente

 

-          ¿Tendré que tolerar tu exasperante personalidad mañana? – Giro su cabeza para mirarlo 

 

-          ¡¿Exasperante?! ¡¿Pero qué te pasa teme bastardo?! Si soy la persona más adorable y  amigable que te podrás encontrar en tu vida  – Vocifero indignado el ojiazul

 

-          Lo que tú digas dobe retrasado  – Se burló con sorna Sasuke, cerró los ojos satisfecho con su respuesta pues el Shinigami se molesto

 

-          ¡Ahh! Da igual ¡Me voy! – Pero antes de realizar lo que pronuncio se acercó al ser recostado en la cama y le deposito un beso en la mejilla

 

-          ¡¿Qué carajos haces?! – Grito alterado el receptor del beso, colocando su mano derecha en la mejilla donde fue besado y levantándose rápidamente

 

-          Me despido como lo hacen los humanos, si serás teme  – Con una sonrisa en sus labios y sin decir más, Naruto desapareció.

 

-          Estúpido dobe  – Susurro sonrojado por el beso

 

 

 

~~~~~~~~

El mundo Shinigami, muchos  lo describirían como un lugar tenebroso lleno de sangre, muerte y putrefacción, pero para sus habitantes era nada menos que su hogar. Estos seres místicos que viajaban entre dos mundos de manera sencilla, abiertamente describían su hogar como una réplica del mundo humano. Solo que con ciertas grandes distenciones, como por ejemplo; Lo que para los humanos era un cielo azul, en este mundo era rojo con nubes negras, los verdes parques llenos de vida, en el mundo shinigami son simplemente  pastos secos y tierra totalmente negra, en lugar de gente caminando sus habitantes siempre flotaban gracias a sus hermosas alas negras, los edificios grandes pareciesen que se encontraban abandonados, pero las apariencias engañan, en estos se encontraban demonios esperando cualquier oportunidad de poder escapar del mundo de las tinieblas y a lo lejos se apreciaban grandes  volcanes siempre en actividad, la punta choreaba sangre hasta llegar abajo formando lagos donde se apreciaban las almas, listas para cruzar al infierno. Una inmensa mansión era lo que más sobresalía de todo ese mundo, su atmosfera era la más aterradora, una vez que eras llamado a entrar jamás salías. Pues si eras llamado era porque no cumpliste las reglas.

-          ¡¡Naruto!! – Un ser alado derribo al mencionado sin consideración alguna

 

-         ¡Maldición Sai! Eso dolió  – Se quejó el rubio tratando de quitarse de encima a su pálido amigo  – ¿Por qué no puedes saludar como alguien normal?

 

-         ¿Acaso un Shinigami puede llegar a ser normal? – Respondió audazmente el pálido pelinegro de nombre Sai. Y estaba en lo correcto, no se conocía un Shinigami completamente normal. Pues se conocía de un Shinigami que tenía una afición con los perros, otro por los insectos, prácticamente dormía con ellos, hubo uno que le gustaba coleccionar cabezas de humanos aunque eso provoco que le llamaran al castillo y jamás se le volvió a ver.

 

-         De acuerdo, no hay un Shinigami completamente normal. Ahora quítate de encima  – Insistía el rubio, no fue hasta que el azabache fue jalado alejándolo de su persona que logro ponerse de pie y agradecer a su salvador  – ¡¡Garaa!!  – Saludo eufóricamente

 

-         ¿Qué carajos haces? ¡Se supone que al único que puedes abrazar y  con quien debes estar ultra-mega acaramelado soy yo, imbécil  – Regaño el pelirrojo, tomando del cuello de la vestimenta del contrario elevándolo del suelo

 

-         Tranquilo mi príncipe flama  – Hablo totalmente calmado y sonriente el azabache  – Al único al cual  amo eres tu   –  Acaricio la  mejilla sonrojada del pelirrojo –  Además, sabes que lo que me prende es verte celoso  – Su sonrisa cambio de ser una divertida a una totalmente lasciva. Lo que ocasionó que su supuesto agresor lo soltara.

 

-          Más te vale que ya hayas concluido con tu trabajo como Shinigami  –  Amenazó el pelirrojo  – Porque justo ahora quiero que me hagas tuyo Sai  – Sin necesidad de decir más, Garaa se abalanzo sobre los labios de su pareja en un abrazador beso, él azabache lo tomo del trasero logrando elevarlo y así el pelirrojo pudiera enredar las piernas en su cadera. Naruto solo bufo de forma cansada, no era la primera vez que sus amigos hacían algo como eso, importándole un carajo su existencia. Sin interrumpir su acto apasionado salió volando de ahí. No quería volver a ver como Sai y Garaa se hacían uno, siendo la ocasión que los vio un completo accidente. Tan solo había ido a la casa de su mejor amigo Garaa para matar el aburrimiento, como no lo encontró decidió recostarse en el sillón, pero sin que fuera su intención se quedó completamente dormido, siendo unos murmullos extraños y fuertes gritos lo que lograron despertarlo por completo, se sentó en el sillón, giro su cabeza a dirección de donde procedían los sonidos y su cara se petrifico por completo. En la mesa se encontraba acostado su amigo pelirrojo siendo embestido fuertemente por su pareja, ambos completamente desnudos. Y por si fuera poco, los muy adictos al sexo no interrumpieron su sección, al contrario, prosiguieron brindándose su amor de una manera muy apasionada y lo invitaron a participar ¡¿Querían hacer un trio?! Por supuesto que no acepto, simplemente despareció del lugar. Después de semejante trauma, nunca jamás en su vida volvería a pisar la casa de Garaa o Sai sin previo aviso.  Recordando ese fatídico día llego a lo que los humanos llamarían una oficina pero para ellos no tenía nombre en concreto, solo era el lugar donde anteriormente dabas constancias de las muertes que llevaste a cabo durante todo un mes. Muchos de los seres sobre naturales lo miraban como una pérdida de tiempo  y fue debido a que los shinigamis nunca se reportaban debidamente dejaron de ejecutar ese sistema. Ahora era el lugar donde su conocido y mentor le gustaba pasar el tiempo leyendo libros literarios o de contenido adulto, observando el mundo humano o como era el caso en esta ocasión: Tomar una placentera siesta.

 

-          ¡¡Jirayaaaa!! – Grito fuerte y claro el rubio en el oído del shinigami de pelo largo y blanco. Logrando su cometido de despertarlo. 

 

-          ¡¿Qué demonios te pasa muchacho?! Esa no es a manera de levantar a un viejo y menos cuando está soñando con jovencitas risueñas haciendo todo tipo de travesuras  – Explico morbosamente el tipo mayor de estatura que el de ojos azules, que justo ahora lo miraban divertidos

 

-          ¡Ohhhhh~~! Lamento haber interrumpido tu sueño húmedo viejo pervertido  – Fingió angustia el más bajo. – Pero ahora que despertaste podemos pasar un lindo tiempo juntos  – Agrego divertido el rubio, sentándose en la barra que los separaba

 

-          Bájate de ahí, lo ensuciaras   

 

-          Viejo, mira este lugar  – Naruto extendió sus brazos señalando el establecimiento   – Dime, ¿Qué en este lugar no está lleno de polvo, telarañas u oscuridad? Incluso si tú te quedas demasiado tiempo en este sitio  terminaras en esas condiciones  – Se burló nuevamente, logrando gruñidos de parte de Jiraya.

 

-          ¿Por qué cada vez que no estas molestando a ese chico pelirrojo y su novio exhibicionista, yo tengo que sufrir?   – Exigió saber el hombre de pelo blanco. Naruto tan solo se encogió de hombros, restándole importancia a lo que dijo el mayor. Le gustaba mucho la manera fácil en que puedes molestar alguien, pero en este mundo hay que tener cuidado de con quién te metes  – ¿Viste algo bueno en el mundo humano? – Comentó más calmado Jiraya   sobándose las sienes.

 

-          Si con algo bueno ¿Te refieres a mujeres con grandes pechos? Entonces te puedo decir que no  – El adulto tan solo chasqueo la lengua fastidiado

 

-          ¿De qué te sirve ir al mundo humano, si no es para apreciar a las buenas mujeres? Debes aprovechar que las mujeres humanas no se percatan de que las  observas.

 

-          ¿Y qué hay de la mujer rubia de coletas? Ella logro percibir tu presencia  – Saco a la luz el rubio. Para Jiraya la mención de ese fragmento de su vida era algo que hasta el día de hoy le causaba escalofríos.

 

-          Esa loca mujer es punto y aparte. Es más, no estoy seguro si el término humana encaje con su descripción. – Comenzó a relatar Jiraya a la par que se levantaba de su cómoda silla y se acercaba al joven.  – Tan solo iba a darme un gran manjar ocular ¡¿Quién iba a saber que esa maniática era una médium?! Me lanzo de todo objeto posible para que desapareciera, aunque lo gracioso fue que olvido colocarse una prenda en su busto debido a que acababa de salir de la regadera  – Babeo ante el recuerdo

 

-          Y con mayor razón no te ibas viejo verde  – Se atrevió a interrumpir la fantasía depravada

 

-          ¡¡Por supuesto que no!! Ver como esos enormes senos rebotaban era un deleite. Estoy seguro que casi escuche “Bong, bong” En cada rebote. – Su retorcida mente imaginaba tener en sus manos los senos de la rubia de sus recuerdos, abriendo y cerrando las manos –  Te juro chico, esos senos solo susurraban Tócame, tócame 

 

-          Creo que tan solo fue tu depravada mente que te hizo escuchar eso  – Lo observo acusadoramente.

 

-          Di lo que quieras. Yo estoy seguro de lo que escuche. – Desvió su mirada al reloj en la pared, este lo ayudaba a estar en sincronía con el mundo humano. – Es mejor que te vayas Naruto  – Antes de preguntar el viejo respondió  – Este manjar de shinigami tiene cosas que hacer  – Empujo al rubio fuera de la barra, este en vez de caer tan solo extendió sus alas impidiendo que sus pies tocaran el suelo

 

-          ¿Manjar de Shinigami? Creo que tener mucho tiempo libre te hace delirar – Comentó gracioso el ser flotante – Jamás debieron quitar el antiguo sistema. Así de perdido con el trabajo mantenías los pensamientos depravados lejos de tu mente. Además es una lástima que hallas abandonado a tus clientes.

 

-          ¿Clientes? ¡Ja! Te recuerdo que a lo mucho se reportaban 56 de cientos de millones de Shinigamis. Tú eras el único que se quedaba más de la cuenta y hasta la fecha lo sigues haciendo – Naruto sonrió ante el recuerdo.  – ¿Todavía sigues aquí? – Se quejó Jiraya rodeando la barra 

 

-          ¿A dónde vas con tanto apuro? – Interrogo curioso

 

-          Eso no es de tu incumbencia  – Bramo molesto el pelo planco, empujando al chico fuera del local y cuando lo hizo, cerró las puertas fuertemente.

 

-          Maldito cascarrabias  – Susurro molesto el shinigami rubio. Sin nada más que hacer se dirigió a su hogar. Ansiaba con euforia  el amanecer en el mundo humano y así poder hacerle una visita a su nuevo amigo; Sasuke

 

 

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Les gusto? ¿Merece un rr? Nos leemos luego.
Xoxox 11.Jul.16


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