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~Triste adiós~ por Syo Kurusu Love Love kokoro

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Notas del fanfic:

Kiyoshi X Hyūga.

Notas del capitulo:

La primera parte la narra Hyūga y la segunda Kiyoshi.

Espero les agrade la historia. Gracias por leer.

Debo estar loco. ¿Enamorarme? ¿De mi amigo? ¿Aquel que cree que sólo lo veo como un compañero? Debo estar perdiendo la razón.
Dentro de poco no volveré a verlo, ambos iremos a diferentes universidades y sé que hay una GRAN posibilidad de que me rechace, el sólo pensarlo me da miedo, pero tengo que ser fuerte. Incluso si él me deja de hablar, tengo que confesarle mis sentimientos, esto es algo que no quiero guardar por más tiempo, ya he tenido que esperar tres años. Sé que algunos han esperado más, pero ¿yo? Yo muy posiblemente no lo vuelva a ver nunca.
Jajaj, esto suena muy cliché, “la chica que se enamora de su mejor amigo y no dice nada por miedo al rechazo, sin embargo, cuando están por no volverse a ver, ella decide confesarse, esperando cualquier cosa". Lo sé, en verdad que lo entiendo, pero incluso entendiendo lo, mi llanto no cesa. Justo ahora estoy llorando en mi habitación, sentado a un lado de la ventana, acompañado de la oscura noche.
Es irónico, no ha sido mi semana. Mi amigo (confidente) con el que estoy realmente agradecido por el apoyo que me ha brindado en tan poco tiempo, ha dejado de hablarme por culpa de alguien más y yo he preferido no intentar hablarle, justo ahora prefiero evitar abrumar me. Tristemente, mi confidente actual es la noche fría y oscura, que no es capaz de darme ni un cálido abrazo, eso es duro, lo sé... Pero ¿qué puedo hacer yo? ¿Qué puedo hacer ahora que perdí a mi confidente?
En verdad me siento como un inútil, pero no hay nada que pueda hacer para recuperar su amistad, no ahora que me dio la espalda.
El día de hoy será uno de nuestros últimos juegos como equipo contra Shūtoku y estoy feliz de poder llevarme buenos recuerdos, aunque sea doloroso saber que no podré recuperar estos bellos momentos.
—¡Capitán!
—¿Qué ocurre, Kuroko?
—Creo que será mejor que me salga por ahora.
—¿Estás seguro?
—Sí, por favor.
Permití a Kuroko salir del juego y lo reincorporé al final, aunque terminamos perdiendo por un punto.
—Al menos fue un buen juego, ¿no, Hyūga-senpai?
—Sí. Eso creo.
—Por cierto, ¿ya viste quién vino a vernos?
—¡¿Eh?! ¡¿Q-Qué hace aquí Kiyoshi, Kuroko?!
—Él dijo que quería ver este partido sin importar que.
—Ese idiota no me dijo nada.
—Eso es porque dijo que si te avisaba que vendría, en definitiva no lo dejarías venir.
—¿Cuándo te lo dijo?
—Ayer. Yo me quedé hasta tarde y él llegó. De hecho jugó conmigo un rato.
—Ya hablaré después con él.
—Senpai. No seas cruel con él, sólo quería vernos jugar y dijo que ya estaba aburrido de no poder practicar.
Tras salir del partido, optamos por dirigirnos a algún restaurante familiar, pero Kiyoshi nos alcanzó.
—¡Esperen! ¡Voy con ustedes!
—¡Estúpido!
Le di un fuerte puñetazo en la cabeza y me seguí caminando.
—E-Eso dolió.
—Eso te pasa por idiota. Aún no estás del todo recuperado. Deberías estar reposando y te pones a jugar.
Riko y yo, lo regañamos durante todo el camino y cuando llegamos al restaurante, fue una comida rápida, para poder regresar a descansar, sin embargo, antes de irnos, me quedé con Kiyoshi cerca de un parque.
—Kiyoshi... ¿A dónde planeas ir a vivir?
—¿Eh? Eso aún no lo sé, ¿qué hay de ti, Hyūga?
—Aún no lo he considerado.
—¿Sabes? Aún es algo difícil de creer, ¿no?
—¿Mmm? ¿Qué cosa?
—El hecho de que mañana es el último día. Aún no puedo asimilar el hecho de que será nuestra graduación.
—Ya no digas ese tipo de cosas, es doloroso.
—Pero-
—Ya callate o juro que te golpearé.
—Está bien. Lo siento.
—Kiyoshi... Te extrañaré demasiado.
—¿Qué demonios dices? Es obvio que nos seguiremos viendo.
—No lo creo...
—¿Por qué lo-?
—¡Ya es tarde! Vámonos.
Tras decir eso, nos retiramos a nuestros hogares y yo me fui a “dormir", porque en realidad, me quedé despierto, esperando tener el valor de confesarme el día de mañana.
La noche transcurrió y llegó el momento de despedirme de todos, así que lo hice y cuando estuve a solas con Kiyoshi, le pedí ir a un lugar más privado.
—Kiyoshi...
—¿Qué pasa, Hyūga?
Mi ritmo cardiaco se aceleraba cada vez más y mi voz se hacía temblorosa, mientras se formaba un nudo en la garganta.
—Kiyoshi... Me... Me gustas. Me gustas. Me haz gustado desde primer año.
—¿Q-Qué?
—Lo siento... Perdón por haberme enamorado de ti. Yo nunca quise hacerte esto... Lo siento demasiado, pero ya no puedo con esto.
—¿Hyūga?
—Perdón por amarte.
Él guardo silencio y yo sólo bajé la cabeza.
—Lo siento... Yo... Yo no puedo corresponder tus sentimientos.
Él se acercó para abrazarme, pero yo lo aparté y mantuve la mirada baja, pero con el poco hilo de voz que me quedaba, susurré.
—D-Dejame solo.
—Pero-
—Por favor. Sólo... Dejame a solas.
Él me miró de manera triste y se fue. Me quedé solo y finalmente me quebré, mis rodillas dejaron de soportar mi peso y caí al suelo, después cubrí mi boca y mi rostro, mientras me agachaba cada vez más, dejando que mi llanto y mis gemidos de dolor se ahogaran. En verdad me sentía fatal. Mi voz se hacía cada vez más audible y mis gemidos más sonoros.
No sé cuanto tiempo estuve ahí llorando, sólo sé que cuando me “recuperé" y me puse de pie, algo en mí había muerto, algo de mí se había quedado en aquel lugar, algo de mí se perdió cuando él me rechazó. Este día, le había dicho adiós a la persona que amo, porque tras esa ocasión, no me volvió a dirigir la palabra.
El tiempo ha pasado y ahora estoy en la universidad. Me siento feliz, pero aún existe un vacío en mí, un vacío que no puedo llenar. Te extraño, Kiyoshi. Creanme, me hace falta, desde que él se fue, no he podido estar como siempre, porque su vacío no se va. Me gustaría poder encontrarme con él algún día y decirle que aún lo extraño, pero finalmente he logrado dejar de nombrarlo, finalmente he logrado sonreír al escuchar su nombre, aún si lo hago con nostalgia.
Ya hace cinco años que no le veo y cinco años desde que me enamoré de él. El día de hoy lo vi en la universidad, tomado de la mano con una chica y decidí acercarme cuando ella se fue. Jajaj, pareciera que mis palabras se vuelven realidad, ¿por qué? ¿Por qué justo ahora que casi lo había superado?
—Kiyoshi. Tiempo sin vernos.
—¿H-Hyūga?
—¿Cómo estás?
—B-Bien. ¿Qué hay de ti? Intenté contactar te y fue imposible.
—¿Contactar me? ¿Para qué?
—Luego te lo digo. Vamos a caminar.
Él me tomó de la mano y me llevó hasta una banca, donde platicamos un buen rato, hasta que nos tuvimos que separar.
—Nos vemos.
Ya ha pasado una semana desde eso y comencé a escuchar rumores, así que decidí quedar con Kiyoshi para vernos rápidamente en el almuerzo y al llegar, me acerqué y hablé con temor.
—¿Q-Qué necesitabas?
Él me vio con emoción y sonrió con evidente felicidad.
—Hyūga. ¡Me casaré!
Escuchar eso, rompió mi corazón y me abracé a él
—F-Felicidades, Kiyoshi.
—Hyūga, ¿serías mi padrino de boda?
—C-Claro, ¿cuándo será?
—Dentro de cuatro meses. Lamento si es tan repentino, pero finalmente logré contactar te y sólo quiero que tú seas mi padrino.
—Lo haré. No te preocupes.
Él se fue y yo me retiré a mis clases, con el corazón roto. Al llegar a mi habitación, me solté a llorar, hasta caer dormido.
El tiempo pasa volando. El día de hoy, estoy aquí, viendo al amor de mi vida desposando a su amada y yo sólo puedo fingir una sonrisa. La boda pasó tan rápido y antes de irme, decidí hablar con él.
—Gracias por todo, Hyūga.
—N-No hay de qué...
Lo tomé por los hombros, lo jalé hacia mí y después lo besé, pero tras separarnos comencé a llorar.
—L-Lo siento. Deja que me quede al menos con esto.
—Hyūga... Perdón.
Él me abrazó y comenzó a llorar, pero después de un rato tuvimos que volver, para que él se fuera.
—Perdón por hacer eso.
—No. Perdón por ser tan insensible.
—Descuida... Sólo... No me olvides nunca.
—¿A qué te-?
—Adiós.
Lo abracé y me fui. Me fui de su lado para siempre.
Ese día, dejé ir a mi alma gemela, a la persona por la que daría la vida. Me hubiese gustado ver a sus hijos, pero eso es mucho pedir, porque después de llegar a mi casa, tomé una gran dosis de pastillas para dormir y con el poco coraje que tenía, las ingerí todas.
Sólo en ese momento fui capaz de dejar libre a mi amado, pero no sin antes haber escrito una carta para él.

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Aún recuerdo el rostro lloroso de Hyūga me duele, porque él es la persona que más amo, pero temo perder su amistad.
El día de hoy, desperté algo cansado por la boda, pero fui a verlo a su casa, para saber como estaba, pero al llegar, vi la puerta abierta y entré. En la mesa de la entrada había una carta que tenía mi nombre y la tomé.

“Kiyoshi.
Gracias por los momentos que pasamos juntos, gracias por estar a mi lado en los momentos que más necesité un apoyo. Gracias por aceptarme como soy y no intentar cambiarme.
Sé que me hiciste daño, pero no te puedo odiar. No después de que fueras mi primer amor, no después de todos esos momentos juntos.
Lamento haber sido una molestia. Nunca creí que te estuviera causando problemas al confesarte mis sentimientos y mucho menos esperaba que terminásemos de este modo.
No tienes idea de cuan fuerte es mi amor por ti. Especialmente porque a pesar de lo que me hiciste, nunca te pude olvidar.
Espero que algún día me perdones por haberme enamorado de ti, aún sabiendo que nunca podría tenerte.
¿Sabes? Nunca pude amar a otra persona y creeme que lo intenté, pero me fue imposible, porque tu rostro siempre venía a mí, una y otra y otra vez.
Lo siento mucho, Kiyoshi. Después de tanto tiempo, finalmente he tomado el valor de decir “adiós” y no es culpa tuya, es sólo que llegué a mi limite. Quiero que sepas que TE AMO y nunca lo dejaré de hacer.
Hasta nunca... Mi primer y último amor."

Corrí a su habitación y vi si cuerpo en la cama. Aquel día, perdí a mi amado y nunca fui capaz de decirle que lo amaba, realmente fui un estúpido, en especial porque ahora, no lo veré nunca más... Ya ha pasado una semana y he tomado el valor.
—Te amo, Hyūga.
Tras esas palabras, jalé el gatillo para poner fin a mi vida, y no volver a despertar.

Notas finales:

Gracias por leer.

Espero y me dejen saber lo que les pareció.


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