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El juego de los besos. por Ale Moriarty

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Notas del fanfic:

Advertencias: LO MAS PROBABLE ES QUE ESTO SEA TAN OOC QUE LES DAÑE LA RETINA. Contiene indicios de Lemmon.


Anime/Manga: Daiya no Ace


Pareja: Miyuki x Kuramochi x Eijun.


Palabras: 2,316 –sin contar título así que es un OS-


 

Notas del capitulo:

Notas: Pues no tendrá Lemmon pero vaya que jugaran con Wawamurita. Espero que lo disfruten aunqeu sea un poco. Este fanfic fue hecho como regalo #6 en el cumpleaños de mi beffa Millenium, cada fanfic que hago son para ella así que, ella es mi principal motor. Esto sucederá aun en la primera temporada because no he terminado el anime -¡deshonor a mí!-

El juego de los besos.

Bueno, toda la idea había sido obra del “genio” que portaba el numero 2, Miyuki Kazuya ¿Cómo había surgido la “grandiosa” idea? Simple. Ese día había sido demasiado caluroso, estaba aburrido y Kuramochi tenía un fastidio que se asemejaba al suyo.

—   De verdad que Bakamura es muy enérgico ¿no?

—   Es un fastidio y más cuando esta tan excitado como un cachorro que ve comida—agrego el de gafas, mirando fijamente hacia donde estaba el pitcher haciendo sus lanzamientos a Chris.

—   Wah ¿me pregunto si en algún momento se quedara sin energía?

—   Igual, me lo pregunto…—suspiro pesadamente Miyuki mientras sentía como el sudor se pegaba a su piel, sentía tanto calor que ya no sabía si esto era aun Japón o estaban en el infierno.

Y de repente la mirada meticulosa del estratega se quedó fija en aquella boca parlanchina del número 20, esa boca que no dejaba de gritar y decir cosas exaltadas y llenas de vigor.

—   ¿Alguna vez ese idiota habrá besado a alguien? —y allí estaba la pregunta que rondaba los pensamientos de Miyuki Kazuya.

—   ¿Eh? ¿Qué mierda dices Miyuki?

—   Tu eres su compañero de habitación ¿no? Debes de saber algo

—   ¡¿Ah?! Pues… habla mucho con una chica, creo que su nombre era Wakana, pero el idiota dice que es una amiga de la infancia—dijo con mirada pensativa el ex yankee.

—   Mmm, de seguro aun es un virgen

—   ¿Eso crees?

—   ¿Quieres apostar? Sawamura no sabe besar, estoy muy seguro

—   Eh~ ¿Cuánto dinero quieres apostar?

Y aquello había sellado el destino de Sawamura Eijun quien sonreía divertido sin saber que aquellos estudiantes de segundo año le tenían planeado algo muy interesante.

♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Al final Chris había renunciado a seguir siendo el cátcher de practica de Eijun después de estar con él hasta las 8:00 p.m., el cielo se había oscurecido y Sawamura hacía un leve berrinche viendo como el castaño se retiraba sin mirar atrás.

Llego a su habitación compartida y al abrir la puerta se impresiono al ver al diabólico cátcher de su equipo sentado cómodamente en su cama junto a Kuramochi.

—   ¿Qué sucede?—cuestiono el pitcher sintiendo que algo definitivamente estaba mal ante esa situación.

—   ¿Por qué preguntas eso Bakamura? —cuestiono Kuramochi con una sonrisa divertida

—   Si que te quedaste practicando hasta tarde… aunque ya no me sorprende—comento Miyuki con una expresión burlona

—   Bueno… quería practicar mis lanzamientos y cierta persona… llamada ¡Miyuki Kazuya! Se rehusó así que se lo pedí a Chris Senpai—y allí iba ese mohín que el cátcher consideraba realmente encantador

—   Oh~ es que detesto escuchar tus gritos de idiota—se burlo el de gafas provocando otro berrinche por parte del menor

—   Bueno…. Ya basta de tanta idiotez por parte de los dos, dispara de una vez tu duda para que me pagues—gruño el número 6 provocando un suspiro por parte Miyuki

—   De acuerdo, de acuerdo… Sawamura…

—   ¡¿Qué quieres Miyuki Kazuya?! —el cátcher sintió una vena marcarse en su frente ante la forma irrespetuosa que siempre usaba Eijun con él, pero dejo aquello de lado… por el momento

—   ¿Ya has dado tu primer beso?

—   ¡Ah! —y el menor empezó a hacer su escandalo por aquella mínima pregunta, grito, balbuceo, se sonrojo y dio vueltas como si fuera un perro persiguiendo su cola

Los dos chicos de segundo año simplemente lo seguían con la mirada, hasta que Youichi sintió la necesidad de tranquilizar a aquella bestia, se lanzo y le hizo una de sus famosas llaves escuchando los quejidos del pitcher.

—   ¡Bakamura deja de ser tan irritable y contesta la pregunta!

—   ¡Eso a ustedes no les incumbe! —termino contestando de mala forma mientras sentía mas presión en sus extremidades

—   Perdiste Kuramochi, es obvio que este idiota no ha tenido ni una novia—dijo con una sonrisa llena de superioridad el arrogante de Kazuya provocando una rabia en el del dorsal numero 20

—   ¡Y tú como estas tan seguro Miyuki Kazuya! ¡Para tu información si he besado antes!

Aquella confesión dejo estáticos a los dos de segundo año mientras Eijun aprovechaba para escapar de las garras de aquel guepardo.

Y bueno, si Eijun contaba como “beso” a los que se daba con su madre cuando era pequeño… no mentía ¿o sí?

Una carcajada sonora provino de Kuramochi mientras este señalaba al “perdedor” del momento, Miyuki; el contrario estaba haciendo una mueca muy molesta que ninguno de los dos presentes habían visto antes.

—   Perdiste idiota, así que págame de una vez

—   ¡¿Por qué apuestan sobre esto?! —Eijun estaba algo consternado

—   ¡Está mintiendo Kuramochi ¿acaso no te das cuenta?! No te daré ni un yen.

—   ¡Hey, págame!

—   ¡No pagare nada cuando es obvio que yo fui el ganador!

Y entre las discusiones del dorsal 2 y el 6, Eijun miraba la puerta detenidamente “si aprovecho esta oportunidad puedo escapar” pensó y se levanto con ayuda de sus codos, justo cuando iba a alcanzar el pomo de la puerta del dormitorio cayó al suelo como si fuera un costal lleno de cemento.

Tanto Kuramochi como Miyuki lo sostenían de un pie y al ver las caras de los dos chicos sintió un aura espeluznante salir de sus cuerpos.

—   ¡¿A dónde crees que vas?! —ambos gritaron furiosos arrastrando al chico quien luchaba por liberarse

—   Entonces ¿Qué propones idiota? —hizo una mueca de fastidio el corredor más rápido de Seidou, el genio puso una cara pensativa y luego se le ilumino el rostro

—   Es simple Kuramochi, esto se arreglara fácilmente—dijo relajado mientras liberaba el pie de Sawamura— Hey, ven a besarme y yo juzgare si eres bueno en esto

—   ¡¿Ah?! —tanto Eijun como Youichi hicieron un gesto de sorpresa ante el resultado al que había llegado Kazuya

—   Es la única forma ¿no? Soy el único en este lugar que tiene experiencia para juzgar esto

—   ¡¿Disculpa?! ¡¿Qué intentas decir con eso?! —se defendió Kuramochi sintiendo como el enfado se apoderaba de él

—   ¡Claro que no te besare, no tengo que probar nada! —se defendió el numero 20 mientras se levantaba del suelo

—   Entonces solo admite que mentiste y así podré recibir mi dinero

—   ¡Oh no! Esto no se quedara así bastardo—gruño furioso el ex yankee mientras tomaba a Sawamura de los hombros con fiereza y se le quedaba mirando fijamente, los ojos del contrario emanaban una confusión muy real, Youichi chasqueo la lengua y decidió ignorar al asustadizo de primer año, planto su boca en los labios vírgenes del otro e ignoro al sorprendido Miyuki que fungía como voyerista de la escena.

En ese instante al sentir los temblorosos labios de Sawamura, se dio cuenta que estaba jodido ¡ese crío había mentido! Bueno… no iba a dejar que el idiota de Miyuki se diera cuenta… no iba a perder la apuesta ni su orgullo.

Comenzó a mover sus labios hasta que Sawamura decidió acoplarse a sus movimientos y entonces le dio entrada a su boca, introdujo su lengua y sintió el cuerpo del menor estremecerse por lo que lo sujeto con más firmeza de los hombros.

La boca de Eijun era dulce, sabía a fresa ¿Qué demonios? Ese pequeñajo había comido alguna golosina antes de ir a la habitación.

Ante tal pensamiento empujo levemente al pitcher y noto como su cara estaba más roja que un tomate… se miraba realmente…

Realmente…

Muy…

Lindo…

¡¿Qué carajos estoy pensando?! Si es el idiota de Bakamura…” Pensaba desesperado y luego sintió un escalofrío recorrerle, era la penetrante mirada de Kazuya.

¿Acaso estaba enfadado? Una sonrisa ladina quería aparecer en la boca del que era similar a un guepardo. Se despegó del conmocionado estudiante de primer año quien intentaba calmar los latidos de su corazón y recuperar el oxígeno que le había robado su Senpai.

—   ¿Listo para pagar?

—   ¿Pagar? Es obvio que Sawamura no sabe ni mover la boca, ese beso fue el más torpe y poco atractivo que he visto en mi vida, he visto más experiencia y erotismo en dos perros lamiéndose el culo—se burló Miyuki provocando que Sawamura y Kuramochi se pusieran a la defensiva y se les erizara toda la piel del coraje

—   ¡Tú que mierda sabes sobre besar Miyuki!

—   ¡De seguro solo estas presumiendo Miyuki Kazuya! —se defendió el afectado en aquel juego

—   ¿Presumiendo? —alzo una ceja incrédulo de que aquel idiota le estuviera diciendo aquellas palabras—Te mostrare que tan serio soy

Y aquellas palabras sellaron el destino de Sawamura Eijun. Miyuki no se andaría con juegos y explotaría los labios poco experimentados del pitcher de primer año.

—   ¡Hey Miyuki espera…!

Pero ni el comentario de Kuramochi podía detener las intenciones del cátcher quien ansiaba probar la boca de aquel energético pitcher.

Enredo sus brazos en la cintura de Eijun y lo pego a su cuerpo, el menor puso sus manos en el pecho del de segundo año y entro en pánico por un momento

—   ¡Esto no es gracioso Miyuki Kazuya!

—   Ah…. Solo cállate, matas el ambiente

Y esas fueron las últimas palabras que salieron de la boca del estratega de Seidou, aquellos labios de Sawamura que solo soltaban su nombre de forma demandante, que le pedía que atrapara cada uno de sus lanzamientos, aquel mocoso que brincaba y lo seguía como un perro fiel, aquellos gritos llenos de vigor… en ese momento estaba siendo tomada por su boca.

Profano su cavidad bucal con su lengua y empezó a recorrer cada uno de sus rincones, sus respiraciones se agitaban y la fuerza que empujaba al cátcher se fue disminuyendo de los brazos de Eijun, quien intentaba sostener sus piernas temblorosas

El jodido cabrón de Miyuki Kazuya sabe besar bien, maldito” pensó Sawamura intentando no desplomarse en el suelo.

—   ¡Ya detente idiota, ya te diste cuenta que me debes de pagar!—grito el guepardo intentando separar a Eijun del fuerte agarre del genio de Seidou, pero aquello era imposible… Miyuki tenía al número 20 cautivo, como si estuviera siendo sujetado por una tenaza.

Sawamura Eijun estaba hecho un lio, nunca pensó que en un día como ese estaría siendo besado por el sarcástico Miyuki mientras era jalado por Kuramochi para que se apartara de su boca.

—   ¡Que se despeguen maldita sea! —dijo fastidiado mientras miraba la cara sonrojada de Eijun quien intentaba respirar y sobrevivir ante su atacante, algo dentro del ex yankee se revolvió, un deseo inconmensurable.

Sujeto de igual forma la cintura al menor y lo apretó contra su cuerpo mientras bajaba sus labios por el cuello del pitcher y empezaba a succionar con fuerza provocando que unos sonidos similares a gemidos salieran de la ocupada boca del dorsal 20.

Aquello era una melodía demasiado placentera.

Aquel juego se estaba yendo de las manos.

Las cuatro manos de los de segundo año empezaron a meterse por debajo de las ropas del chico de 15 años, el calor en aquel pequeño dormitorio se estaba elevando y poco a poco la mente de Sawamura se estaba nublando… hasta que sintió una mano en su pezón y reacciono fuertemente.

No seguiría siendo el juguete de aquellos dos idiotas burlones.

Mordió la lengua de su odioso cátcher, le dio un codazo en el estómago a su compañero de habitación y recupero la fuerza en sus piernas para salir corriendo como si la vida se le fuera en ello.

—   Maldito crio…

—   ¡Estúpido Bakamura!

Se comenzaron a quejar los dos apostadores mientras se miraban con algo de rabia.

—   Bueno queda obvio que Sawamura no había besado antes, así que págame Kuramochi.

—   No seas estúpido Miyuki… al momento en que lo besamos ¡perdiste!—sonrió el yankee con malicia notando la sorpresa en la cara del cátcher.

Al parecer no había sido tan listo como pensó, aunque viéndolo a profundidad… parecía que había ganado más de lo que había perdido… porque en aquella cara impactada estaba un deje de sonrisa ladina, llena de lascivia.

Ese pequeño bastardo, desde un principio iba tras la boca de Sawamura.

¡Vaya basura!

Bueno, al menos con el dinero podré comprarme el videojuego que quería” pensó Youichi intentando calmar su corazón.

♥♥♥♥♥♥♥

Mientras tanto, Sawamura corría lo más lejos que podía, era obvio que tendría que dormir en otro lado ya que ni loco volvía a ese cuarto lleno de depredadores.

¡Seria comido vivo!

No se fijó y termino chocando con alguien, maldijo su suerte y se quejó en el suelo, una mano amiga lo ayudo.

Ryosuke Kominato era el que le ofrecía tal ayuda.

—   Sawamura… ¿Qué haces corriendo a estas horas? ¿No deberías de estar durmiendo?

—   ¡Onii-san! Ah... bueno yo… es que… yo…

—   ¿Tú?

—   Miyu-miyuki y… y… Kura… Kura…Senpai… ¡olvídelo! ¡No puedo decirlo, lo siento Onii-san! —se disculpó haciendo una reverencia mientras sus mejillas se teñían del color de la sangre.

—   ¿Youichi? —murmuro mientras miraba algo que había capturado su interés, en el cuello de Sawamura estaba una MUY NOTORIA marca. Algo en el interior del estudiante de tercer año comenzó a quebrarse, si unía los hilos de la evidencia aquello quedaba completamente claro—Sawamura… ¿quieres quedarte en mi dormitorio?

—   ¡Ah ¿con Onii-san?! Cla-claro… ¡Acepto!

—   De acuerdo… ven conmigo—le sonrió el mayor mientras se dirigían a su habitación.

♥♥♥♥♥♥♥

Al día siguiente… todo era diferente en la preparatoria Seidou, había un ambiente demasiado lúgubre. Eijun estaba tan alejado de Miyuki que había llamado la atención de todos los integrantes del equipo de béisbol.

Pero lo que más ponía los pelos de punta a todos era el malhumor del mayor de los hermanos Kominato.

Kuramochi estaba en el dugout contando el dinero que le había pagado el idiota de Kazuya hasta que sintió un fuerte agarre en su hombro y alzo la mirada cruzando sus ojos con los de Ryosuke.

Oh.

Kuramochi tendría muchas cosas que explicar y al parecer el castigo por su pequeño juego iba a ser mucho más grande que la satisfacción que había obtenido de vencer a su amigo Miyuki Kazuya.

¡Jodido Miyuki! Espero que el idiota de Bakamura nunca se fije en ti” maldecía internamente mientras era jalado por las garras del demonio rosado.

Fin.

Notas finales:

¿Algún review? Espero que al menos alguien más lo disfrutará y pues esto va para ti Millenium... ¡Feliz cumpleaños al fin cumplí con todo lo prometido! -llora desconsolada- Este fue uno de los fanfics en los que más se me quemo el cerebro.


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