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Insane «yoonseok» por YodaVirus

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Notas del fanfic:

Probablemente este one shot tampoco tenga sentido, lo siento XD

Notas del capitulo:

Bien, soy consciente de que no soy la mejor en ortografía, e incluso tal vez esta nota tenga faltas, por eso les invito a corregirme si eso quieren, me harán muy feliz 7-7r


Por cierto, la narración es extraña, demasiado, y puede ser confusa en algún momento, pero todo lo que pasa es la 'actualidad' :)

YoonGi se levanta de la cama lentamente, un vacío en su estómago avisándole que ha pasado más de dos días sin alimentarse por culpa del maldito trabajo. Suelta un suspiro mientras posa sus manos sobre su rostro, específicamente sobre sus ojos para espabilar mejor porque la sensación de sueño sigue ahí.

Suelta un bostezo ruidoso, y siente su corazón dar un vuelco cuando una risa se escucha muy cerca de él. Tan rápido como puede, su mirada vuela a un lado, encontrando a su pareja mirándole atentamente y con ojos vidriosos mientras una fina sonrisa está dibujada en sus labios. YoonGi quiere preguntar que qué le pasa, sin embargo, algo le dice que es mala idea hacerlo. Un presentimiento que decide ignorar al pasar los segundos.

Dibuja una sonrisa en sus labios y se levanta enérgicamente de la cama, sufriendo un poco porque siente su cuerpo muy pesado, demasiado de hecho. Bueno, siendo él tan flojo es lo usual.

—Vamos a comer, Hobi —musita entrecerrando sus ojos junto a una enorme sonrisa. Lo único que el menor hace es asentir y levantarse de la cama, muy lentamente, tambaleándose. YoonGi cree que eso es raro, pero la sorpresa es mayor cuando nota manchas rojas en la blanca camisa del menor—. Hobi, ¿qué te pasó? —la preocupación notándose en su tono de voz. El menor sonríe y niega mientras una pequeña y casi imperceptible lágrima resbala por su mejilla derecha.

—No es nada —su voz suena entrecortada. Es obvio que quiere llorar, pero YoonGi jamás ha sido bueno consolando a las personas que lloran, así que decide que es mejor distraer al chico antes de que comience a llorar como suele hacerlo.

—Uh, bien ¡vamos a comer! —suena tan enérgico, que el menor no puede evitar sonreír levemente al ver a su mayor así, aunque sabe que es solo para que él no llore.

Odia ser tan sensible, pero cualquiera en su situación lloraría.

Si tan solo YoonGi no lo hubiera hecho...

—¿Hobi? —el castaño espabila, y se encuentra con el rostro de su pareja demasiado cerca.

A esta distancia, se da tiempo de fotografiar mentalmente cada rasgo del rubio. Sus pequeños labios, esos que ama besar hasta el cansancio o hasta que su mandíbula duela. Sus ojos, los cuales ama mirar cada mañana por el adorable brillito confuso y perezoso. Su pequeña nariz, la cual ama ver arrugarse cada que algo le sale mal. Sus cejas y sus cortas y lindas pestañas.

Le extrarñará tanto...

—No es nada —repite, y enseguida nota una mueca de preocupación formarse en la cara del mayor puesto que eso es lo mismo que dijo hace unos minutos, y al igual que esa vez, ha sonado realmente falso—. S-Solo... tengo que llamar a alguien, ¿por qué no te adelantas? podrías preparar ramen, hyung —esta vez, sabiendo que no podrá persuadir por mucho más al rubio, procuró que su voz sonara segura.

YoonGi rió. —¿Acaso crees que soy tu sirviente? —murmuró en broma, logrando que al castaño se le escapara una sonrisa.

—Para nada, pero me gusta como preparas el ramen —el rubio sonrió, satisfecho por aquel halago culinario.

—Bien —acomodó su flequillo con la mano derecha— te esperaré en la cocina, quiero que me ayudes a cortar verduras —con un corto besito en los labios del menor, salió de la habitación.

YoonGi se sorprendió al encontrar la sala del departamento completamente limpia. No era tan malo, pero era extraño puesto que HoSeok solía tener todo desordenado.

Entró a la cocina, y nuevamente se sorprendió de ver todo en orden. Era extraño, porque recordaba que la última vez que cocinó había dejado un desastre increíble, y conociendo a HoSeok, era imposible que él decidiera limpiar, por el simple hecho de que no ha sido él quien ensució la cocina, sino YoonGi.

Se encogió de hombros y sacó todo lo necesario para el ramen. Dos paquetes de pasta serían suficientes para él y Hobi. Él no era de comer mucho, pero en este momento el enorme vacío en su estómago le rogaba ser alimentado con cantidades industriales de comida.

Llenó de agua una cazuela y la puso a fuego lento sobre la estufa. Sacó la pequeña tabla para cortar verduras, e intentó cortar tres zanahorias, pero como era usual, eso no era lo suyo. Siempre fue un asco para eso.

Su cuerpo se tensó cuando sintió un par de brazos abrazarle por la cintura, pero rápidamente se relajó al saber que solo una persona podía hacer eso sin temer por su vida.

—Yah~ —se quejó con una sonrisa dibujándose disimuladamente en sus labios— Hobi, ayúdame a cortar esto —mostró los pedazos de zanahoria con tamaños diferentes al menor—. Tu eres mejor que yo.

—Es porque yo estoy preparado para casarme —rió—. Una buena esposa debe aprender a cocinar para tener contento a su marido.

—Eso ha sonado machista. Además, yo jamás te pediría matrimonio, aunque si aprendes a cocinar tan bien como SeokJin hyung, me lo pensaré —bromeó.

Lo cierto, es que le tenía una sorpresa.

—Ah, eso es trampa, jamás seré tan bueno —puchereó. Se apartó del mayor, sintiendo aún ese profundo nudo en su garganta. Tomó una zanahoria y comenzó a cortarla. Increíblemente para ojos de YoonGi, HoSeok troceó perfectamente la zanahoria, manejando el cuchillo con maestría.

Después de tres minutos, las verduras estuvieron perfectamente cortadas.

—Gracias por tu colaboración, ahora debemos esperar a que hierva —YoonGi tomó las verduras y sin cuidado alguno las tiró dentro del agua, la cual ya tenía la pasta y especias.

—¿Así se prepara un ramen? —inquirió el castaño.

—Es ramen estilo Min YoonGi ft Hobi.

Se sentaron en la pequeña mesita, ambos en silencio. YoonGi aún sentía ese vacío en el estómago, y HoSeok aún tenía la ropa manchada de un color inusualmente rojo. Tal vez es sangre. Sabiendo lo torpe que es HoSeok, muchas veces se caía y sus rodillas sangraban por lo delicada que es su piel, pero es imposible que una herida en las rodillas le haga sangrar tanto, además de que era su estómago en el que estaban las manchas.

Se preocupó.

¿Qué rayos le pasó? Debió preguntarlo antes, insistir, pero siendo que a penas acababa de despertar, no se le ocurrió el hacerlo.

—Hobi —le llamó suavemente, tomando su mano por sobre la mesa.

El castaño sonrió cuando sintió el frío tacto de la mano del rubio. YoonGi solía ser cálido, pero hoy estaba inusualmente frío.

—¿Qué pasa? —desvió la mirada, temeroso, sintiendo su corazón golpetear fuertemente contra su pecho.

—Eso mismo te pregunto a ti, ¿qué pasa? tu camisa está manchada de sangre... —el menor le miró con una sonrisa de burla dibujándose enormemente en sus labios.

—No es sangre —rió— me caí y como tenía un vaso con jugo de sandía mi camisa se manchó, es todo —YoonGi sintió un enorme peso desaparecer de su espalda, sin embargo, realmente tenía un muy mal presentimiento.

—Bien —asintió, intentando tragar todas sus preguntas, porque la expresión del menor era todo menos tranquila o inocente. Hizo el intento de alejar su mano de la contraria, pero el repentino agarre que sintió sobre esta le hizo levantar la mirada, dándose cuenta de que HoSeok había entrelazado sus dedos contra los propios, volviendo el agarre más fuerte—. ¿Hobi? —ladeó la cabeza con duda.

—No sueltes mi mano, YoonGi —pidió—. No me sueltes...

YoonGi quiso creer que esas palabras no le hicieron temer, y se limitó a asentir. Apretó el agarre sobre la mano del menor, mostrándole una sonrisa cuando sus ojos se encontraron con los contrarios, y algo dentro de él dio un vuelco en el momento que notó los ojos del menor rojizos. Como si no hubiera dormido por un largo tiempo. Un rojo... casi demente.

—Hyung... —murmuró— ¿me quieres? —el rubio se sorprendió por aquella pregunta, pero la respuesta es tan obvia que sin poder evitarlo se sintió ofendido.

—Por supuesto que sí, eres mi novio y te quiero, te amo —asintió a sus palabras. Mordió su labio inferior cuando la mano del castaño se alejó de la suya.

—Bien —asintió y se levantó de la silla, empujándola con fuerza, haciéndola caer.

YoonGi abrió los ojos con sorpresa cuando notó como el menor se acercaba a la estufa y alejaba la cazuela del fuego como si nada, sin mostrar alguna mueca de dolor. Esa cazuela era fierro puro, sin nada para protegerse del caliente material después de estar un tiempo sobre fuego, solían usar guantes de cocina o un trapo cuando terminaban de cocinar, pero ver que el menor la tomara como si nada...

—¡HoSeok! —inmediatamente se levantó de la silla cuando la cazuela cayó al suelo de golpe al mismo tiempo que el castaño gruñía de dolor. YoonGi le revisó las manos, encontrando quemaduras no tan graves pero dolorosas para alguien tan sensitivo al dolor como lo era el menor—. Vamos, te pondré pomada —la preocupación siendo obvia en su voz.

—No es necesario...

—¡Claro que es necesario! —gritó ya fuera de sus casillas. HoSeok está demasiado raro para su gusto—. Ahora vamos al baño y no aceptaré un no por respuesta.

Caminaron a paso apurado hasta el baño. YoonGi obligó al menor a que se sentara sobre el váter mientras él buscaba una pomada para quemaduras en el pequeño cajón de medicinas, pero no encontró nada. De hecho, el cajón no estaba ahí. Era extraño. ¿Por qué no está el cajón? Bueno, tampoco debe preocuparse mucho por un cajón con medicinas.

Buscó esta vez bajo el lavamanos, ahí tenía vendas, así que al menos podría vendarle las manos a HoSeok. Al encontrarlas, se levanta rápidamente pero antes de poder dar la vuelta y acercarse a su novio, éste comienza a hablar.

—Hyung, ¿me quieres? —YoonGi fija su mirada sobre la del menor por el espejo. Ahí ve su propia expresión de confusión, junto a la del menor a su lado, una más preocupada y casi molesta.

—Por supuesto, te quiero —normalmente evadiría ese tipo de preguntas, pero siente que algo muy raro está pasando aquí así que decide que ser lo más claro posible es lo mejor—. ¿Por qué la pregunta?

HoSeok sigue mirándole por el reflejo, y repentinamente se levanta del váter y le aprisiona contra el lavamanos.

YoonGi podría alejarlo con un golpe no muy fuerte, pero está tan confundido que no tiene tiempo de reaccionar cuando el menor pega sus labios contra su oído, y lo único que ve es la expresión molesta del castaño, que le mira aún por el reflejo a pesar de que ahora están muy cerca.

—¿Entonces por qué te vi coquetear con otro hombre?

La sorpresa es tal, que YoonGi se queda sin habla.

¿De qué va este chico? ¿Coquetear con otro hombre?

—¿Qué?

—¡TE VI! —es un grito tan fuerte, que hace que YoonGi se aturda un poco.

—¿Q-Qué? ¡No se de qué hablas! —intenta alejarse del menor, empujándole, pero el que se mueva como loco entre sus brazos no surte efecto, y al contrario, el castaño aprieta el agarre sobre su cuerpo. 

—¿Por qué no dejas de mentir? —su tono es tan hostil, que YoonGi se sorprende aún más—. Estabas coqueteando con ese chico, YoonGi, lo hacías, importándote un carajo lo nuestro.

¿Qué? YoonGi definitivamente no estaba entendiendo nada.

—¿D-De qué hablas? —la presión de los brazos del menor sobre su estómago estaban quitándole poco a poco el aire—. HoSeok, ¿de qué rayos hablas? —con sus manos intentó apartar al castaño, pero no conseguía nada. Odiaba la diferencia de fuerza que tenían. Odiaba ser tan débil.

—¿Seguirás mintiendo? —su voz suena demasiado molesta—. NamJoon dijo que probablemente intentarías hacerte el desentendido. Dijo que todos los infieles son así, y que eso le decía SeokJin antes de que el mismo NamJoon le encontrara follando en su propia cama con un chico menor.

—¿Mentir? —usando toda la fuerza de voluntad que tiene, hizo el esfuerzo de apartar al menor, consiguiéndolo solo un poco, dejándose espacio para dar vuelta y encarar al castaño—. ¡¿De qué estás hablando?!

—¡De que me engañaste! ¡Por tu culpa lo maté! —inmediatamente, YoonGi palidece—. ¡Decías que solo me querías a mí pero meneabas el culo para otros hombres!

Un ruido seco se escuchó después. YoonGi abrió sus ojos de golpe cuando sintió su mejilla izquierda arder dolorosamente. Tocó la parte afectada y sus ojos se encontraron con los del menor. Furia y odio juntos.

—Es tu culpa —susurró el castaño agitadamente—. Es tu culpa... siempre es tu culpa...

Luego, la sensación más dolorosa que ha sentido en toda su vida.

Un punzante y agónico dolor. La sangre escurriéndose libremente desde su estómago hasta el suelo.

Con ojos abiertos, miró al menor, intentando encontrar una respuesta, pero lo único que encontró fue... nada. No encontró nada mas que la imagen de un desconocido sosteniendo fuertemente un cuchillo de cocina con su mano derecha, la cual está llena de sangre.

Ese no es su HoSeok. HoSeok nunca... nunca le haría esto.

Sus manos aún sobre el pecho del menor comenzaron a alejarlo con toda la fuerza que le quedaba, logrando finalmente su cometido. A pasos lentos salió del baño, caminando hasta su habitación.

Necesitaba una ambulancia, la policía, los bomberos, quien fuera. Solo necesitaba ayuda.

Torpemente llegó a la habitación y cerró la puerta con seguro. Los pasos calmados del menor pararon frente a la habitación y leves golpecitos tranquilos se escucharon.

—¿YoonGi~~? —le llamó con un tono aterradoramente cantarín y dulce.

Ese no es HoSeok. No puede ser él...

YoonGi cubrió la herida con su mano izquierda mientras que con la derecha lanzaba todo lo que estuviera en su camino para encontrar el teléfono, pero no lo encontraba, ¡¿dónde demonios está el teléfono?!

—Si estás buscando el teléfono no lo encontrarás~~ —era como si HoSeok supiera exactamente lo que haría.

Sintiendo su vida escurriéndose entre sus dedos, caminó a pasos lentos y torpes hasta el armario.

El horror se pintó en su rostro cuando un cuerpo inmóvil  cayó a su lado. El cabello naranja brillando gracias a la tenue luz de sol que se colaba por la ventana. Múltiples heridas notándose en todo su cuerpo gracias a las manchas de sangre aún frescas sobre la ropa.

—JiMin...

Su nombre tenía un sabor amargo ahora.

—¿YoonGi~~?

Los golpes a la puerta se hicieron más fuertes.

Sin saber que hacer, YoonGi entró al armario, cerrando las puertas completamente. A pesar del dolor, pegó sus rodillas a su estómago, queriendo hacerse lo más pequeño posible para que aquel hombre -que definitivamente no era su HoSeok- no lo encontrara, aunque sabía que era una estupidez.

¿Por qué está haciendo esto? Y pronto recuerda las palabras del menor "Te vi coqueteando con otro hombre" junto a la amable sonrisa que le dedicó JiMin cuando se vieron en aquel restaurante. HoSeok... HoSeok nos vió...

Si tan solo no lo hubiera hecho...  

Escuchó como la puerta era abierta de una patada y cerró sus ojos con fuerza, temiendo lo que pasaría.

HoSeok caminó tranquilamente dentro de la habitación, miró bajo la cama, al lado no visible de esta, y finalmente sus ojos se encontraron con el armario de puertas blancas. Una mancha de sangre en forma de mano pintada en la madera. Sonrió sin poder evitarlo.

—¿YoonGi~~? —lentamente comenzó a acercarse al armario, y cuando estuvo frente a él, abrió las pequeñas puertas lentamente, alargando el suspenso y temor al mayor—. Te encontré, pequeño traidor~~

Cuando los ojos del rubio se encontraron con la mirada demente del castaño, supo que debía decir la verdad para lograr detenerlo. Aunque probablemente no lograría convencerlo, porque ese ya no era su HoSeok, sino alguien completamente desconocido. El mismo que años atrás golpeó a dos hombres solo por haber coqueteado con YoonGi.

—¡HoSeok, no es lo qu-

Y lo último que YoonGi vió, fue el brillo del metal frente a su rostro.

Los gritos desquiciados de un novio engañado resonando en la habitación.

La sangre salpicando la pared del pequeño armario.

Una vida desvaneciéndose poco a poco.

Un pequeño objeto puramente blanco con pequeños diamantes cayendo de un pequeño estante del armario.

...y un llanto desgarrador.

 

 

 

El cuerpo sin vida de Min YoonGi se ha encontrado en su residencia junto al cuerpo de otras dos personas, Jung HoSeok y Park JiMin. Según familiares y amigos, Min se puso en contacto con Park JiMin, el dueño de la famosa joyería "M&Jm". Nadie sabía el por qué de esto, y al parecer a Jung no le gustaba, ya que según el testimonio de Kim NamJoon, amigo cercano de la pareja, Jung creía que Min le era infiel, lo cual le llevó a sufrir escenas de celos en contadas ocasiones, y terminó por asesinar tanto a Park, como a Min.

Se cree que Jung se quitó la vida cuando encontró un anillo de compromiso con su nombre grabado junto al de su pareja en el mismo armario en el que escondió el cuerpo de Park durante cuatro horas. 

 

Notas finales:

Gracias por leer. Es mi primer YoonSeok a pesar de que es una pareja que me encanta XD y me pone mal saber que lo primero que escribo de ellos es algo como esto, pero bueno, no hay nada que hacer~ :')


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