Salón...
El camino al salón fue tranquilo, la platica fue amena, hablaron de todo y de nada, pero sobre todo de la boda que se encaminaba, extrañamente, para Kuroko, Seijurou no pregunto muchas cosas de esta, aunque tal vez fue aquello fue bueno ya que en realidad no sabría que responder, después de todo solo tenía una vaga idea de lo que quería lograr, la música la había dejado a cargo de su rubio amigo así que era un tema menos del cual ocuparse.
-Llegamos.
-anuncio su acompañante sacándolo de sus pensamientos. -¡Oh! Cierto, gracias. -desabrocho su cinturón y bajo del vehículo al mismo tiempo que el pelirrojo.-
-Perdí mi oportunidad. -se encamino a un lado del celeste quien acomodaba su bolso.-
-¿Cómo? -pregunto curioso al pelirrojo.-
-De abrirte la puerta como todo una dama. -comento burlón.-
-hizo un ligero puchero. -¿Pero qué dices si soy todo un caballero? No necesito queme abras la puerta.
-Esta bien, esta bien. -rio divertido mientras entrelazaba su mano con la ajena. - Pero hay algo que debes aceptar.
-su rostro se ruborizo levemente mientras entrelazaba sus dedos con los de su acompañante. -¿El qué? -contesto con la mente en blanco.-
-Que eres un caballero totalmente lindo. -rio con un poco más de fuerza. -
-No digas eso, por favor. -menciono totalmente rojo, con su corazón latiendo por mil.-
Cuando entraron al salón alguien los esperaba para atenderles, ya que el celeste se había encargado de llamar para que tuvieran lista una pequeña muestra, el salón era hermoso, no tan amplio pero tampoco tan pequeño, algo perfecto para la cantidad de personas que se supone asistirían a la fiesta.
-Bienvenido y gracias por considerarnos, usted es Kuroko Tetsuya. -se dirigió al pelirrojo quien le miro sorprendido.-
-No, -continuo entre divertido y molesto. -a quien busca es él. -alzo la mano ajena la cual aún tenía entre las suya.-
-Mucho gusto yo soy Kuroko Tetsuya. -hizo una rápida reverencia. -
-se sobresalto un poco ya que en realidad no había notado al de cabello celeste, sin embargo se recompuso inmediatamente. -Lo lamento, no lo vi, - les miro rápidamente para después esbozar una leve sonrisa. -hacen una hermosa pareja, menciono que los colores de su boda serían dorado y azul, ¿cierto? -comento mientras revisaba una carpeta que traía en sus manos.-
-Así es pero...-intento corregir su error, sin embargo antes de poder hacerlo fue interrumpido.-
-Nos fascinaría ver la muestra que preparo y el menú, puede que no lo parezca pero mi pareja suele ser algo exigente. -una sonrisa ladina adorno su rostro, no dejaría escapar esta oportunidad.-
-Claro, por aquí por favor. -los guío a una habitación donde habían colocado algunas mesas adornadas con los colores dichos.-
-Vamos cariño, por aquí. -sin esperar respuesta del contrarío y aún con sus manos entrelazadas guío a Kuroko.-
Mientras tanto el celeste estaba en shock, después de las palabras que había dicho el de ojos dorados, así que cuando comenzaron a caminar en dirección a la habitación simplemente se dejo guiar, fue cuando entro y vio las mesas adornadas que reaccionó por fin.
-Nosotros no... -comenzó a tartamudear totalmente rojo.-
-Jajaja, creo que es muy tarde para negarlo cariño. -beso el dorso de la mano del celeste aun con una sonrisa plasmada en su rostro.-
-Por aquí señores, estas son las mesas que preparamos para mostrarles, estas son algunas opciones si ustedes tienen un diseño o visión en especifico de como quieren que se vea el salón el día de su boda lo podemos arreglar según sus especificaciones, en cuanto al menú tenemos varias opciones de las que pueden elegir, pero si ustedes gustan un plato en especifico o traer a un chef personal el cargo deberá ser extra.
-Nos gustaría ver el menú que ofrecen. -indico el pelirrojo tendiéndole la mano al encargado. -En cuanto a lo otro creo que mi pareja es el que va a manejar los detalles de la boda. -comento mientras revisaba el menú que les ofrecía aquel salón.-
-¿Entonces, tiene alguna petición en especifico señor? -volteo a ver al celeste quien aún seguía algo nervioso.-
-Bueno, en realidad así es... -se acomodo en su asiento. -en su pagina de internet mostraban que tienen un jardín donde se pueden hacer las ceremonias además del salón, me gustaría saber cual sería la posibilidad de utilizarlo también.
-Muy bien, en ese caso sería este paquete. -señalo una hoja la cual tenía varios paquetes en cuanto al uso de las instalaciones.- En este abarca el uso del jardín, así como el salón he incluye una pequeña recepción entre la ceremonia y la fiesta, el uso de las instalaciones sería por 6 horas, en cuanto al menú ustedes deberán decidir el numero de platillos así como las bebidas, si quieren incluir algún platillo que no este en el menú tendrá un costo extra, eso sería lo mismo con las bebidas.
-De acuerdo, me parece perfecto. -empezó a leer la hoja que le ofrecía aquella persona.-
-Creo que la comida sería de tres tiempos, una crema o sopa, el plato fuerte y el postre ¿te parecería bien, mi amor? -esto último lo dijo en tono burlón, mientras miraba de manera picara a su "pareja".-
-Seijuro-san no diga eso por favor. -apretó un poco las hojas que sostenía en sus manos, mientras ocultaba su sonrojo.-
-Muy bien, ahora la pregunta importante ¿Cuál sería la fecha del evento? .-pregunto listo con una agenda para apuntar la fecha.-
-Bueno... -comenzó a hablar algo nervioso. - las fechas tentativas serían el 10 o 17 de junio.
-Entiendo, junio del próximo año...-menciono para si mientras anotaba en la agenda.-
-No, sería de este año, en mes y medio. -mientras hablaba su voz cada vez se hacía menos audible.-
-Ya... ya veo, algo apresurada la fecha. -comento algo sorprendido. -permítanme un momento, debo revisar disponibilidad en el sistema. -se puso de pie y salió de la habitación en la que se encontraban.-
-Wow si que es algo apresurado... -paso su mano por su barbilla con pensando algo.-
-Yo lo... -no pudo terminar pues cierta voz le interrumpió.-
-Es decir, no sabía que quisieras desposarme tan rápido. -volteo a ver de manera burlona al celeste queriendo bajar su tensión, vio como este se ponía rojo y al estar a punto de contestarle interrumpió. -No te preocupes, seguro habrá alguna fecha disponible y si no... -le dio la espalda al celeste y en voz baja termino de decir. - habrá que hacer algo al respecto.
-¿Eh? Disculpa, ¿qué fue lo último que dijiste? -pregunto al pelirrojo mientras ladeaba su cabeza con sincera curiosidad.-
-se volteo para ver al celeste a los ojos y sonrió ladinamente. -Nada por lo que tengas que preocupar.
No estaba satisfecho con aquella respuesta, quien lo estaría, sin embargo antes de que pudiese preguntar más el encargado del salón entro de nueva cuenta a la habitación.
-Tengo buenas y malas noticias, el día 10 de junio las instalaciones ya están apartadas, pero para el 17 aún estas libres a partir de las 5:30 de la tarde. -finalizo.-
-Ahh –soltó un sonoro suspiro de alivio, pues aquel salón tenía todo lo que quería.- Me alegra mucho escuchar eso, me gustaría reservar las instalaciones para ese día a partir de las 6 de la tarde ¿será posible?
-Si, traeré el contrato, además de que necesitamos un adelanto del 30% para apartar el lugar y las especificaciones para adornar el lugar ese día, traeré un catalogo con algunas opciones para poder adornar el jardín, lo demás podrá ser arreglado después ¿les parece bien?
-Claro, no hay problema. -asintió y aunque su rostro no lo demostrará estaba feliz por tener el salón que quería.-
-Un momento por favor, voy a imprimir el contrato. -volvió a salir de aquella habitación.-
-¿Ves? No hubo necesidad de hacer nada. -sonrió satisfecho y tomo la mano del celeste quien le miraba extrañado.-
-Seijuro-san ¿a qué se refiere con eso? -pregunto curioso.-
-Primero que eso, ¿sabes algo de coctelería? -volteo a ver al celeste con cierta duda. -
-¿Tengo qué? -ladeo su cabeza mirando atentamente al de orbes dorados.-
-Bueno no es tan necesario, pero creo que te ayudaría para escoger las bebidas para la hora del coctel. -respondió mientras se cruzaba de brazos.-
-En realidad no bebo mucho, soy malo manejando el alcohol. -desvió la mirada algo avergonzado.-
-Je, -río un poco al notar un imperceptible sonrojo en aquella pálida piel.- si ese es el caso te ayudare con los tragos.
-¿Los tragos? -pareció un poco desconcertado por lo que dijo el de ojos dorados.-
-Si, normalmente para el coctel en una boda o un evento de este estilo las bebidas van acorde a los colores o el tema del evento, en este caso sería azul y... -
-De ser posible me gustaría que las bebidas fuesen rojas y azules. -mencionó algo apenado por aquella petición.-
-Je, de acuerdo, ya que la fecha es tan cercana tendremos que apresurarnos en cuanto a este tema. -mencionó mientras repasaba mentalmente todos los servicios de coctelería que él conocía.-
-¡Oh dios! Otra cosa más a la lista. -por una micra de segundo su rostro se convirtió en uno deprimente.-
-Te ayudaré con esto, después de todo en parte fue mi idea así que debo asumir la responsabilidad. -volteó a ver al celeste dedicándole una sonrisa coqueta.- Pasado mañana .. -no pudo terminar de hablar pues el hombre volvió a entrar a la habitación.- Te mandaré un correo en la noche con todos los detalles. -terminó por decir mientras sonreía de manera ganadora.-
-Disculpen la demora, este es el contrato, léalo por favor.
Kuroko revisó con detenimiento todo lo que ahí aparecía escrito, lleno los datos que se le pedían y dejó un cheque con leo anticipó establecido, una vez terminado todo aquello y una vez fuera de aquellas instalaciones respiro tranquilo, los demás detalles se podrían resolver por correo electrónico, aunque tendría que volver para la de-gustación del menú, aunque Seijuro ya había escogido algunos platillos para un "Pre-menú"
-¿Entonces te veré pasado mañana? -preguntó algo nervioso al de orbes color oro.-
-Primero debo contactarme con un conocido que es barman, yo te mando correo hoy en la noche. -tomó la mano del celeste y la entrelazo con la suya. -Ahora antes de volver a tu casa ¿te gustaría hacer algo más?
-No, en realidad, estoy algo cansado, planear una boda es realmente agotador. -sonrió de manera cansina mientras se recargaba levemente sobre el contrario.-
-Entiendo. -y era verdad, él sabía muy bien lo que era tener responsabilidades.- Bien entonces ¿qué te parece si te invitó un café cerca de aquí y después te llevo a tu casa? -se inclinó levemente recargándose en el hombro del celeste.-
-Buena idea, en realidad me agrada mucho. -sonrió levemente mientras se aferraba un poquito o más a que cálido brazo.-
Después de aquella corta, pero sincera muestra de cariño ambos se retiraron de aquel lugar, si bien Kuroko ya tenía en mente la idea de como quería que se viera el lugar de la ceremonia aún debía investigar los lugares en donde montaran lo que el tenía en mente para la boda, aunque Kise ya tenía algunos lugares recomendados, ya que aunque no lo pareciera él era un tanto perfeccionista. Una vez en el auto del pelirrojo se hizo presente un cómodo silencio para ambos, cada quien tenía un mundo hecho bolas en su cabeza, sin embargo eran consientes de la presencia que les acompañaba, cuando llegaron al café eran cerca de las 6:30 de la tarde por lo que les pareció buena idea, por lo menos a cierta persona con ojos dorados, comer en aquel lugar, mientras el celeste ordeno una chapata de pollo gratinado y un capuchino, el otro pidió una crepa de atún y un café americano, mientras comían y charlaban de temas cualquiera, una burbuja les envolvía, era como si estuviesen en un mundo aparte y nadie pudiese sacarlos de ahí. Mientras que el de orbes dorando pensaba que podía confiarle cualquier cosa a su acompañante de cabello celeste, el otro estaba consiente que comenzaba a sentir aquello que hacía tanto tiempo le había causado dolor, sin embargo una parte dentro suya le decía que esta ocasión sería diferente, necesitaba a Kise, necesitaba consejo. Una vez terminaron su comida y como lo había prometido, Seijuro llevo al celeste hasta su casa, prometiéndole que enviaría un correo con la respuesta de su amigo el bartender a quien había contactado mientras comía, y dejando un casto beso en aquellas mejillas blancas pintadas con un toque de rosa se despidió.
Ya dentro de la seguridad de su hogar y con su pequeño can en brazos dejó salir un gran suspiro que tenía atorado desde que aquel con ojos dorados le había insinuado al encargado del salón el hecho de que eran una pareja comprometida, sacudió su cabeza varias veces intentando quitar el sonrojo que sabía invadía su rostro, por que lo sabía, aquello que sentía por aquel que lo había acompañado hasta hace poco era algo más que atracción, pero el problema, algo simple y trivial, había alguien más que hacía latir su corazón de una manera parecida.
-Nigou, ¿qué debo hacer? -se dejo caer al suelo frío mientras recogía sus rodillas y escondía su sonrojado rostro en ellas.-
-Wroof, Wroof. -se acerco a su dueño rasguñando una de sus manos para llamar su atención.-
-Si, tienes razón. -ladeo su cabeza solo lo suficiente para poder ver a su perro. -Hay muchas cosas por hacer.
Dicho esto y dejando el tema de lado por un momento se acerco a su escritorio donde reposaba su computadora, ahora que ya tenía el lugar de la ceremonia debía encontrar a alguna compañía que instalara lo que tenía en mente para la ocasión, tomo asiento delante de esta y comenzó su búsqueda.-
Por otro lado, en otro lugar se encontraba cierto pelirrojo aún conduciendo, él sabía y era consiente que debía confiar en el celeste, es decir, en el tiempo que lo llevaba tratando podía saber que él era el elegido, aquella persona con la que estaba dispuesta a pasar el resto de su vida, sin embargo, aún había cierto asunto delicado que arreglar antes de aquello, es decir, de alguna manera había logrado mantener aquel secreto como tal, pero ¿Por cuánto tiempo más? Si el celeste no lo había descubierto era solamente porque estaba demasiado ocupado como para investigar, eso y que de alguna manera había logrado mantener a su amigo lejos por el momento, pero lo sabía, no podría mantener aquello oculto por mucho más, la luz verde del semáforo lo saco de sus pensamientos, piso el acelerador de su auto casi bruscamente, quería llegar a su casa.
-Ring, ring, rin. -pésimo sonido de llamada entrante.-
- sin despegarla vista de la calle respondió. -¿Si? -su voz sonó seria.-
-Seijuro, ¿así es como le pides un favor a un amigo?
-Ekichi, sabes que yo no pido favores. -dijo con gran soberbia en su voz. - ¿Y bien puedes hacerlo?
-Por supuesto que puedo, ¿con quién que crees que hablas? -rió engreído, pues era uno de los mejores bartenders en Japón. -
-Excelente,pasado mañana llevare a mi pareja a tu local, espero que tengas un menú listo con las bebidas de los colores que te pedí.
-Es un hecho, los estaré... -se hizo un silencio pues su mente a penas comenzaba a procesar las palabras de su pelirrojo amigo. -¿tu pareja? Espera, ¿de qué me perdí?
-No te has perdido de nada, es normal que las personas tengan pareja ¿o no? Después de todo tú y Reo...
-¿Él ya sabe de esto? -preguntó casi desesperado, sabía muy bien a su pareja para saber que esa noticia, bueno poner un grito en el cielo no sería suficiente. -
-No, y me gustaría mucho tener tu discreción. -aquel no era un favor, era más bien una orden.-
-Entiendo. -sintió un leve escalofrío recorrer su espalda. - ¿Y bien cómo es? ¿Cuál es su nombre?
-¿Para qué quieres saber todo eso? -su voz se torno un poco más amenazante. -
-Quiero saber quien es el valiente que ha logrado conquistar tú corazón, o más su...
-Lo conocerás pasado mañana, además, no quisiera que dijeras cosas innecesarias cuando te veamos. -tomo con más fuerza el volante de su carro, casi aferrándose a él.-
-¡¿Qué?! Espera no querrás decir que....
-Voy a colgar. -sentencio interrumpiendo al que estaba del otro lado de la línea. -Nos vemos, adiós. -y colgó, entro al estacionamiento del edificio donde vivía, entro a su prácticamente, estacionamiento privado y estaciono. -Mierda, mañana, mañana será otro día.
Después de aquella llamada telefónica y mientras subía a su piso envío un correo al celeste para avisarle a que hora pasaría por él, quizás lo invitaría a comer antes de pasar a la prueba del coctel, el sonido del elevador deteniéndose le hizo salir de sus pensamiento y entrar a su hogar, si es que así se le podía llamar, en ese momento y después de pasar todo el día en compañía del joven de orbes celestes no podía evitar sentir la soledad envolviéndole, no, no quería eso, no más y si para ello debía enfrentar su mayor miedo lo haría, si, porque aún siendo él tenía miedo de lo que pudiera pasar en el futuro cercano, pues entendía que de una u otra manera esa persona se enteraría de la verdad y que mejor forma de hacerlo que enterándose de su propia boca. Se dirigió a la cocina, necesitaba agua, su garganta se encontraba seca debido al nudo que se había instalado en ella, no podía dejar de imaginar el peor escenario posible, sin embargo aún albergaba esperanza, ya que Tetsuya, su Tetsuya no dejaba de sorprenderle, el sonido, esta vez de un correo entrante le hizo dejar el vaso ya vacío en la barra que decoraba su cocina.
De: Tetsuya.
Asunto: Bebidas.
Gracias y lamento las molestias que te ocasiono pero me alegra mucho tu ayuda, esperare por ti a las 2:30 de la tarde en el mismo lugar que hoy, de nuevo gracias y que tengas una bonita noche, descansa.
Kuroko Tetsuya.
Sonrió, le agradaba esa sensación cada que escuchaba aquella melodiosa voz, su pecho se inflaba y su corazón latía con locura cuando se perdía en esos ojos tan claros como el cielo mismo, tecleo rápidamente una respuesta.
Para: Tetsuya.
Asunto: Bebidas.
No hay de que, es un honor que e permitas ayudarte, te veré ahí, hasta pasado mañana, descansa.
Seijuro.
Y envió aquel correo, si bien hubiese querido escribirle algo más, no podía, debía controlarse, ya tenía una idea de que hacer y si las cosas salían según lo planeado lo tendrían para ellos, y si de alguna manera aquello salía mal, bueno siempre había otros... métodos a los que recurrir.