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Amor Paralelo... por yue_kori

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Notas del capitulo:

Hola, una disculpa por la demora, las explicaciones vendrán en las notas finales, por ahora espero que disfruten este capitulo extra largo como disculpa. 

Pastel... 




El día había llegado, al fin sería la tan esperada prueba de pastel, decir que no había dormido nada esa semana era un simple eufemismo, su cansancio era evidente en su pálida piel, algunas ojeras se lograban vislumbrar por debajo de sus ojos color cielo, sin embargo no podía evitarlo, estaba nervioso y emocionado por partes iguales, además la boda no le dejaba descansar plenamente, así que ahora ahí se encontraba a las 10 de la mañana,  en medio de la estación de trenes esperando a su acompañante, además de que aún no habían comprado los boletos, sin embargo, una voz llamándole le hizo reaccionar.  




-Kuroko. -saludo mientras llegaba al lugar acordado. -Espero no hayas esperado mucho. -sonrió algo apenado, pues para ser sincero él no había logrado dormir por la emoción de ver al celeste. -Vamos. -tomo su mano y comenzó a caminar hacia el área de abordaje. - 




-Espera Akashi-kun –jalo un poco su mano para frenar el andar del pelirrojo. - aún no compramos los boletos. -le recordó a su acompañante. - 




-Claro que sí, los tengo aquí mismo. -saco del bolsillo de su chaqueta un par de boletos. -Ahora vamos, no queremos que se nos haga tarde. -sujeto de nueva cuenta la mano del celeste y aprovechando que este aún se encontraba algo sorprendido lo jalo delicadamente para que caminara junto a él. - 




-Espera. -volvió a llamar, sin embargo, esta vez falló. -Akashi-kun, -aunque su voz no cambiara era claro que estaba molesto. - 




-Se lo que me quieres decir, -comenzó a hablar sin parar. - y escuchare toda una vez que estemos en nuestros asientos. -por un momento volteo a ver al celeste y le dedico la sonrisa más cálida que en ese momento le pudo dedicar. - 




-al ver aquella sonrisa la cual sabía que era solo para él quedo desarmado, bajo la mirada algo sonrojado y contesto. -Está bien, pero quiero una explicación completa. -exigió mientras se dejaba guiar por el más alto. - 




Pasaron a los que eran sus asientos asignado ya una vez sentados Kuroko comenzó su "interrogatorio" 




-Akashi-kun, serias tan amable de explicarme que sucede. -aún se encontraba tomado de la mano del pelirrojo, lo cual le parecía una sensación extrañamente familiar, así como realmente cómoda y agradable, se sentía protegido. - 




-Bueno, -no quería soltar la mano del celeste, tenía la esperanza de que si no soltaba la mano ajena Kuroko no se enojaría tanto con él por haber comprado ambos boletos sin autorización. -te seré sincero. -respiro profundamente pues por lo que había visto al celeste no se le escapaban las mentiras. -Quería consentirte. -soltó sin más. - 




-el celeste quedo helado, ¿consentirlo a él? - ¿Qué? -pregunto por si había escuchado al. - 




-Quería consentirte. -reafirmo ahora con una sonrisa al ver la cara de sorpresa que portaba su lindo acompañante. - 




-Pero yo... -no sabía que decir ante aquellas palabras, se sentía feliz, nervioso, conmovido y en menor medida enojado. - 




-Te lo mereces, aunque no lo creas o no lo veas, eres alguien muy especial, haces un excelente trabajo en el jardín de niños y también en la boda, -volteo a verlo para dedicarle una mirada llena de ternura al ahora enrojecido celeste. - tómalo como un regalo ¿sí? Por hoy déjame consentirte -beso el dorso de la mano más pequeña. - 




-Gracias. -alcanzo a decir al pelirrojo, por un momento se olvidó completamente del regaño que le iba a dar a su acompañante, además suponía que ser consentido por un día no era mala idea. -Acepto. 




-sonrió triunfante. -Bien, ya tengo planeado nuestro día así que por hoy solo déjate llevar.  




Lo sabía, por alguna razón desconocida para él, Kuroko al parecer tenía lo que se podía llamar baja autoestima o también podría ser una opinión no muy buena sobre él, aún recordaba que en aquella visita al jardín de niños donde su identidad fue descubierta, se pudo percatar que aunque el celeste era llenado de elogios y buenas críticas en cuanto al trabajo que hacía ahí algo en él le impedía poder creerlo,  esto se hizo aún más evidente mientras lo ayudaba a organizar la boda, si bien pensaba que tanto Kagami como Aomine habían sido algo desconsiderados con el de pequeña estatura dejando absolutamente todo en sus manos, también le hacía pensar que aquellos dos le tenían una fe ciega a su amigo, después de todo no creía que aquellas personas dejarían el que sería uno de los días más importante de sus vidas en manos de cualquiera, además recordaba que el Kise había estado dispuesto a abandonar la campaña que su compañía le ofrecía por él, eso sin duda significaba algo y así mientras todos estos pensamientos inundaban su mente el tren comenzó a avanzar.  




Ese era un viaje relativamente rápido, tardarían dos horas en llegar a Kioto así que aprovecharía todo lo posible para poder aprovechar el tiempo perdido con el celeste, o ese era su plan pero al voltear a ver su querido acompañante cayo en cuenta que este se había quedado dormido y ahora recargaba su cabeza en su hombro, decir que se sentía el hombre más afortunado del mundo en ese momento era quedarse corto, ver al celeste dormir era uno de los espectáculos más maravillosos del mundo, ver su respiración tranquila, sus largas pestañas, su respingada nariz y aquellos delicados y al mismo tiempo carnosos labios hacían crecer una sensación de querer proteger aquel celeste de todo el mal que existiera en el mundo, encerrarlo en una torre para que fuera por siempre feliz lejos de cualquier daño, asimismo sentía la necesidad de besarle y estrecharle en sus brazo y hacerlo suyo por siempre, simplemente no se explicaba como una sola persona podía causarle tantos sentimientos tan complejos, y así mientras por un momento dejaba de lado aquello pensamientos que le proseguían el cansancio acumulado llego de lleno haciéndole dormir junto al celeste.  




Cuando llegaron a su destino fueron despertados por una amable encargada del tren, ambos se sentían mucho más descansados, al salir Akashi se vio la hora en su reloj, era las 12.30 por lo tanto tenían un par de horas antes de que fuera la cita en la pastelería para la degustación.  




-Aún nos queda algo de tiempo antes de la cita ¿quieres almorzar algo? -volteo a ver al celeste y al hacerlo no pudo evitar soltar una pequeña risilla. -phhh -había cubierto su boca al ver los ojos asesinos que le lanzaba el celeste. - 




-No te risa. -puntualizo, solo por si su mirada no había quedado clara. - 




-Es que tu cabello. -señalo algunos mechones rebeldes de cabello celeste que se alzaban en toda su gloria. -pareciera que tu cabello fue víctima de algo. -sonrió nuevamente evitando que una carcajada escapara. - 




-Es lo que suele pasar cuando duermo. -comenzó a acomodar su cabello con sus manos, necesitaba ir a un sanitario y rociar algo de agua a sus alborotados mechones. - No entiendo porque, no me muevo, por lo menos no lo suficiente para que esto ocurra. -hizo un puchero. - 




-Vamos yo creo que es adorable. -le revolvió el celeste cabello aún alborotado. - Ven iremos a comer. -tomo de nueva cuenta la mano del celeste y se dirigieron a la salida. - 




- ¿A dónde iremos? -pregunto intrigado el celeste mientras se dejaba guiar. - 




-Bueno tomaremos el autobús que nos lleve a Shugakuin. -respondió feliz pues había planeado esa salida meticulosamente. - 




-Te refieres a ¿la Villa Imperial?  -si bien su viaje de secundaria había sido a Kioto no había podido ir por ciertos motivos que en realidad no quería recordar, así que podía decir que estaba emocionado. - 




-al ver los ojos celestes llenos de emoción supo que había elegido el recorrido perfecto, después de todo sus gustos eran parecido y pasear por los jardines más hermoso que tenía Japón nunca caía mal. -Así es, espero que no te moleste mi elección, además la pastelería de Murasakibara no queda tan lejos de ahí. - 




-No, en realidad me encanta, no había tenido la oportunidad de ir ahí y yo siempre... - mientras hablaba volteo a ver al de cabello rojo quien le dedica la mirada más tierna que alguien jamás le hubiese podido dedicar, llena de algo parecido a la devoción, además lo complementaba una sonrisa cálida que reflejaba el cariño inmenso que sentía por él. - 




Al darse cuenta que Kuroko se había quedado callado al percatarse como le miraba cesó sus pasos y los de su acompañante, debía hacerlo, no resistía más.  




- ¿Akashi-kun? ¿Está todo bien? -al sentir que los paso del más alto se detenían el imito sus movimientos, sin embargo, al darse cuenta que este no le escuchaba decidió ponerse frente a él. - ¿Akashi-kun? -volvió a preguntar está ves tocando la mejilla ajena con su mano libre, pero lo siguiente simplemente no lo esperaba. - 




Akashi junto sus labios con los ajenos, simplemente necesitaba sentirlos, soltó la mano que aun sostenía solo para poder posarla en la cintura del celeste y juntarlo más a su cuerpo, necesitaba sentir su calor, movió sus labios suavemente y su otro mano la posiciono en la mejilla del celeste para brindarle una suave caricia y después hundirla en aquellas suaves hebras azules que eran su cabello, de esta manera también profundizo aquel tan ansiado beso. Por otro lado, el celeste se encontraba entre sorprendido y asombrado, sentía aquella traviesa mano en su cintura, mientras que la otra le hacía sentir algunas ligeras cosquillas mientras se hundía en su cabello, comenzaba a faltarle el aire, sus piernas comenzaban a temblar casi como gelatinas, intentaba seguir el ritmo del beso que había impuesto el pelirrojo, pero no podía, todo lo que sentía era demasiado intenso así sin más opto por sostenerse de la camisa de este, sentía sus manos temblar y aferrarse desesperadamente a aquel cálido pecho, sin embargo el aire faltaba más cuando se separó del pelirrojo para poder respirar un poco, junto con el aire tan preciado que le hacía falta algo más entro a su boca, algo cálido. 




Había aprovechado aquel respiro que había dado el celeste para poder meter su traviesa lengua en la cavidad ajena, no lo había planeado pero como lo disfrutaba, paseo su lengua explorado los misterios que la boca ajena guardaba, era tan dulce y adictiva, su sabor favorito a partir de ahora, rozaba de vez en vez el paladar del más pequeño provocando espasmo y algunos gemidos traviesos que se ahogaban en su garganta, acerco aún más el cuerpo ajeno al suyo intentando fundirse en uno sol, su mano se deslizo de su cabello a su blanco cuello haciendo aquel beso más intenso, aquel beso que en un inicia había sido uno lleno de cariño y devoción ahora era uno lleno de pasión y deseo, ¿cuánto tiempo había deseado probar aquella boca? No lo sabía con certeza, quizás desde el primer momento en que lo vio, o tal vez fue la primera vez que sus manos se rozaron, no, más bien no sabría decirlo o escoger un solo momento, pero lo sabía muy bien aquel celeste lo era todo para él, habría querido que el tiempo se detuviese y aquel momento durase para siempre, sin embargo el tan preciado aire era necesario, sus pulmones lo necesitaban y por como Kuroko apretaba con sus puños su camisa era obvio que él también, sonrió internamente y después de terminar aquel apasionado beso con uno tan puro y casto como lo eran el azul de sus ojos separo un poco sus cuerpos para poder observar la cara que tenía su celeste. 




-Perdón, -sonrió tiernamente mientras paseaba su dedo por aquel mentón ajeno. -pero no resistí hacerlo.  




-su respiración estaba agitada, sentía su corazón salir de su pecho. -Akashi-kun... -fue lo único que pudo salir de sus labios, se sentía confundido.- 




Llegaron a la parada del autobús justo cuando este también hacía su parada por lo cual subieron de prisa, Akashi nuevamente pago por ambos pasajes a pesar de la mirada asesina que le dedicaba Kuroko, al sentarse volvió a tomar su mano, volteo a verle y le recordó.  




-Hoy te voy a consentir no importa cuántas veces me mates con tu mirad. -acerco el dorso de la mano contraria a sus labios y ahí dejo un beso. - 




Esto solamente provoco que la cara del celeste quedara de color rojo semejante al de una manzana madura, quizás a esas alturas sonrojarse era ridículo, después del beso tan apasionado que se dieron, cerro sus ojos ante el recuerdo que invadía su mente, ¿y si aquello pasaba de nuevo? Volteo a ver al pelirrojo quien en ningún momento había apartado su vista de él. 




-sonrió nuevamente pues sabía que era lo que rondaba el pensamiento ajeno. - ¿Otro beso? -comento divertido. - 




-podía jurar que de sus orejas salía humo por lo rojo de su rostro, negó levemente con la cabeza y desvió su mirada hacia la ventana observando el paisaje. -No, gracias.  




Adorable, si su celeste no era adorable no sabía que lo era en ese mundo, bien, admitía que talvez se había excedido un poco con aquel beso, sin embargo, no podían culparlo en ese momento perdió todo control de sus acciones, más sin embargo cuando recupero el control era tarde y lo único que atino hacer fue disfrutar del momento, aún debían ir a desayunar así que dejaría en paz al celeste, por ahora.  




Mientras más se acercaban a su destino pudo apreciar como el entorno se volvía un tanto menos urbanizado y un tanto más rural, quizás querían mantener una atmosfera de antiguo. Después de bajar del autobús tuvieron que caminar algunos minutos hasta la entrada de lo que sería la Villa imperial, sin embargo, antes de poder adentrarse a esta Akashi detuvo a Kuroko pues debía hacerle una pregunta. 




-Antes de entrar. -paro a Kuroko en seco. -debo hacerte una pregunta. -su rostro mostraba seriedad. - 




- ¿Qué sucede Akashi-kun?-si bien su rostro era el mismo que siempre su voz demostraba algo de preocupación pues de un momento a otro el ambiente relajado había cambiado. - 




-Bueno, yo quería saber si tu... -respiro profundo, era algo importante. - 




- ¿Si yo...? -repitió. - 




- ¿Quisieras primero almorzar algo o pasera? -toda la seriedad que había en su rostro se había esfumado dando paso a una sonrisa divertida. - 




- ¿Eh? -pregunto algo desubicado. - 




-Si, deseas primero y después comer o comer primero y pasear después. -respondió divertido al ver la expresión del celeste. - 




- ¿Eso era todo? ¿Eso era lo importante que debías preguntar? -debía ser claro y cerciorarse. - 




-Pues sí, a menos que ya no quieras comer –continuo. - 




-había caído, soltó un gran suspiro. -No me preocupes así - sonrió levemente. - En lo personal prefiero comer primero así nos ejercitaremos un poco mientras paseamos.  




-No lo pude evitar. -acaricio con su pulgar el dorso de la mano que aún tenía tomada. -Vamos entonces por aquí hay una cafetería fantástica. - se dio vuelta y camino en dirección contraria a la que iban. - 




Después de caminar alrededor de 5 minutos llegaron a un local, era pequeño y tenía algunas mesas situadas afuera del local, decidieron tomar una de estas pues el clima era agradable y los arboles rodeándoles les hacía relajar, una vez ya sentados una muchacha de cabellos castaños se les acerco para dejarles los menús, después de meditarlo un poco y examinar con cuidado las opciones que tenían Kuroko se decidió por un café capuchino y un emparedado de pavo, mientras que Akashi pidió un café americano y un emparedado de jamón serrano, una vez que recibieron sus órdenes se dispusieron a comer mientras charlaban.  




- ¿Entonces nunca habías visitado Kyoto? -pregunto curioso. - 




-No en realidad, nunca había tenido la oportunidad de venir. -tomo un sorbo de su café. - 




-Pero en el hanami me pareció escuchar que su viaje escolar había sido aquí. -comió un poco de su emparedado mientras recordaba como Kagami y Aomine hablaban de ello con Himuro. - ¿no habías dicho que fueron al mismo instituto? -pregunto curioso. - 




-dejo su taza y agacho su mirada. -Si, fuimos al mismo instituto, pero yo no pude acompañarles al viaje. -retomo su cara de poker mientras deba un mordisco a su emparedado. - 




-por un momento pudo apreciar como aquella mirada vacía se hacía presente en el celeste así que decidió tentar a su suerte. - ¿Y se podría saber por qué? -tomo su taza de café pretendiendo tomar un trago de este. - 




-Bueno... -evito la mirada carmesí mirando hacía el paisaje. -En realidad no hubo un motivo, simplemente en aquella época no tenía sentido el venir. -y en cierta parte era verdad. - ¿Cuánto tiempo falta para la cita en la pastelería?  




-Oh cierto. -dejo el tema por ahora, por lo que veía no era algo que fuese sencillo de hablar para el celeste, miro su reloj y respondió. -Bueno falta una hora una hora y algo. -calculo. - 




-En ese caso será mejor que nos apresuremos, después de todo quiero pasar un rato por los jardines. -volteo a ver al pelirrojo dejando ver una linda sonrisa. - 




-Si tienes razón.  




Después de aquello el almuerzo paso en silencio, si bien no era incomodo tampoco se podía decir que era tranquilizante, ambas personas se encontraban inmersas en sus propios pensamientos, mientras que una se atormentaba aún por lo que había ocurrido en su pasado, otra se preocupaba por lo que iba a ocurrir en un futuro cercano, una vez acabaron sus respectivas comidas Akashi pago la cuenta mientras de nueva  cuenta Kuroko le miraba de mala manera, aunque aquello era un simple acto reflejo al no estar acostumbrado a ser tratado así. 




-Bien, entonces regresemos. -tomo de nueva cuenta la mano de Kuroko y comenzó a caminar en dirección a la Villa Imperial. - 




El camino se fue en silencio, sin embargo, en esta ocasión fue un silencio más ameno, veían complacidos los alrededores del lugar y simplemente se dejaron envolver por la tranquilidad del derredor. Al llegar a su destino no les quedo más que admirar la maravilla arquitectónica que estaba frente a ellos, disfrutar del hermoso paisaje que proveían lo colores primaverales, los arboles verdes, los pájaros cantando, los peces koi nadando libremente por el gran lago rodeados por flores de lotto, todo tan hermoso y tranquilo. Akashi por su parte ya había visitado aquellos jardines un par de veces anteriormente, pero podía decir con certeza que aquella era la primera vez que en realidad disfrutaba su paseo y estaba completamente seguro que eso se debía a su acompañante, por su parte Kuroko al ser la primera vez que visitaba aquel lugar no podía negar por qué aquellos se conocían como los jardines más hermosos de todo Japón, el paisaje ahí era simplemente incomparable, fue mientras observaba uno de los tantos estanques que  ahí se encontraban que sintió como Akashi le tomaba de la mano, no pudo evitar sonrojarse pero no le negó aquel lindo gesto pues le gustaba aquella sensación de calidez que comenzaba a inundar su pecho. Cuando faltaban 15 minutos para la cita en la pastelería de Murasakibara  tomaron un taxi y fueron a aquel local, al llegar el celeste quedo sorprendido ante la fachada del local, era algo simplemente hermoso, una fachada blanca con, los marcos de las ventanas pintadas con un tono de rosa pastel y algunos detalles en chocolate, afuera de este lo rodeaba un pequeño jardín con algunas mesas blancas con unos manteles color rosa pastel, todo por fuera parecía encantador, pasaron por las puertas dobles de color blanco, al hacerlo una pequeña campana sonó haciendo les notar, en el interior todo era tan encantador como afuera, una repisa llena de pasteles y panes todos hermosamente decorados y perfectamente acomodados, en la pared detrás del mostrador una repisa con tres hermosos pasteles decorados de diferentes maneras para ocasiones especiales, en un costado un gran ventanal y algunas mesas altas frente a este con una hermosa vista al jardín, fue sacado de su ensoñación cuando la voz suave de una chica les dio la bienvenida. 




-Buenas tardes bienvenidos a la pastelería "Gli Amanti" ¿qué les ofrezco? -hablo desde el mostrador. - 




-Yo... - no estaba acostumbrado a ser visto por la mayoría de las personas, no por lo menos sin antes haberles dado un buen susto, estaba nervioso. - 




-Tenemos una cita con el pastelero en jefe. -hablo firme el pelirrojo dando un paso al frente sin soltar la mano del celeste. - 




- ¿Una cita? -pregunto confundida revisando una pequeña libreta que tenía en el mostrador. - Lo lamento, pero no tengo ninguna reunión anotada, pero si gustan pueden esperar a que el jefe se desocupe para ver su puede atenderlos. -sonrió de manera amable. -  




-sonrió de manera amable a la chica, pues sabía que muy probablemente Murasakibara hubiese olvidado por completo anotar su cita, así que con la mayor delicadeza posible. -Disculpa podrías ir a decirle a Murasakibara que Akashi le está esperando.  




-miro algo sorprendida al pelirrojo dudando un poco. - 




-El entenderá. -y aunque su sonrisa seguía adornando aquel apuesto rostro sus ojos comenzaban a obscurecerse demandando obediencia. - 




-Claro, un momento por favor, si gustan sentarse. -extendió una de sus manos señalando una de las mesas altas y así se dirigió a la cocina. - 




Mientras ellos se dirigían a tomar asiento el celeste se veía un tanto nervioso. 




- ¿Estás seguro que no debimos haber esperado? - lo menos que quería era causar molestias. - 




-Por supuesto yo hablé con él, pero conociéndole le dio mucha flojera anotar la cita y después probablemente se olvidó de ello, no te preocupes. - se sentó frente al celeste. -aunque debo admitir que eligió un excelente lugar para su negocio. -volteo al jardín el cual tenía varios tipos de flores dando un ambiente refrescante. - 




-Si, es hermoso. -volteo a ver al jardín, sin embargo, aquello en realidad capturaba su mirada era la escena de aquel apuesto pelirrojo sonriendo, aquello simplemente le cautivaba. - 




Dentro de la cocina y al mismo tiempo otra escena se desarrollaba. 




-entrando a la cocina algo nerviosa. - Disculpe Murasakibara-sama, Himuro-sama. 




- ¿Eh~ Mayuchinn? ¿Se te ofrece algo? -se enderezo en su lugar mientras dejaba de lado su manga pastelera. - Sabes que no me gusta que me interrumpan cuando estoy cocinando. -y aunque sonaba totalmente infantil como normalmente lo era, había un ligero tono de reproche - 




-Lo lamento Murasakibara-sama, es solo que hay un cliente haya afuera que dice tener una cita con usted, yo le dije que como no tiene cita podía esperar a que usted se desocupará, pero... -dudo en decir lo siguiente pues sus dos jefes ahora la veían atentamente. - 




- ¿Una cita? -dejo de batir la crema pastelera que llevaba consigo e intento hacer memoria. -Atsushi, ¿cuándo se supone que vendría Kuroko y tu amigo? -volteo a ver a su pareja quien había retomado su trabajo. - 




-¿Akachinn~? -dejo de nueva cuenta su manga pastelera y poso su mano por debajo de su barbilla intentando hacer memoria. - 




- ¿había escuchado Akachinn? Fue entonces que lo recordó, aquello9 que le había dado escalofríos. -El cliente menciono que cuando le dijera que "Akashi estaba esperando" usted entendería. - 




Fue entonces y solo entonces que ella pareció comprendes la frase que aquel pelirrojo le había dicho, podía contar con los dedos de una mano las veces en que había visto a su jefe de pie totalmente derecho, una de ellas era cuando un cliente impertinente había comenzado a causar alboroto al comenzar a gritarle a su pareja, fue aquella la primera vez que se sintió intimidada por aquellos 208 cm de altura que poseía su jefe, la segunda ocasión fue cuando probando un nuevo menú su querido novio y mano derecha había hecho un pastel vegano bajo en azúcar, ciertamente aquella vez no se sintió intimidada, al contrario sintió de pena por aquel gigante amante de los postres, pues cuando soltó que aquel postre no era lo suficientemente delicioso (dulce) como para estar en su menú pudo jurar que vio un aura negra emanar del azabache y como resultado aquel pastel en el menú; ahora ahí se encontraba, viendo como el pelilila palidecía un poco y su novio negaba levemente la cabeza imaginado que había pasado.  




-Mayuchinn podrías salir y decirle que en un momento salgo. -comenzó a limpiar sus manos algo manchadas de betún. - 




-Cla... claro. -hizo una reverencia y cuando estuvo a punto de retirarse la detuvo la más suave voz del azabache. - 




-Ofréceles un café o un té, son unos clientes muy especiales para nosotros así que trátalos con sumo cuidado por favor. -le dedico una sonrisa amable mientras él también se arreglaba. - 




-Por supuesto. -después de aquello salió prácticamente corriendo de la cocina para tomar un par de menús y dirigirse a la mesa del pelirrojo. - Disculpen los inconvenientes, Murasakibara-sama y Himuro-sama vendrán en un momento, mientras tanto ¿les puedo ofrecer algo de tomar?  




Tanto Kuroko como Akashi fueron sacados de sus pensamientos debido a aquella muchacha quien le extendía un menú a cada uno, mientras que el celeste pensaba en que responder el pelirrojo tomaba la nuevamente. 




-Una malteada de vainilla para él y para mí un café negro. -pidió de manera amable sin aceptar el menú. - 




-Por supuesto enseguida. -dio una reverencia y se encamino a preparar las ordenes. - 




-miro algo desconcertado a Akashi mientras este sacaba su celular. - ¿Cómo supiste que ordenar?  




-Bueno, recuerdo que en el Hanami mencionaste que te encantan las malteadas de vainilla. -sonrió de manera dulce, aquella sonrisa que era solo para él. - ¿Acaso elegí mal? -dejo por un momento su celular de lado para ver atentamente al celeste. - 




-No, -negó mientras en sus mejillas un adorable carmín aparecía. -solo que me sorprende que lo recuerdes. -jugo con sus dedos un momento mientras meditaba su siguiente pregunta. -Akashi-kun yo quería... -sin embargo, fue interrumpido por el sonido de su celular, lo saco para poder ver el nombre en la pantalla, era Kagami-kun, dudo por un momento si contestar o no. - 




-Contesta, a mí no me molesta. -lo animo. - 




-Gracias. -contesto. - 




/Llamada Telefónica/ 




-Kagami-kun 




- ¡Kuroko! Tardaste en contestar ¿estas ocupado? 




-No, bueno algo así, pero dime ¿se te ofrece algo? -contesto algo extrañado pues se escuchaba mucho ruido del lado de Kagami. - 




-Bueno, es que estaba hablando con Alex sobre la boda y surgió el tema del pastel, recordé que Tatsuya tiene una pastelería con su pareja y creo que sería una buena idea el pedirle que haga el pastel. -dijo nervioso. - 




-miro con algo indiferencia el paisaje mientras soltaba un sonoro suspiro. -Seguramente se te había olvidado y Alex-san te lo recordó ¿verdad? -aquello no era una pregunta, era más una afirmación. - 




-Ja, jajaja. -reía nervioso, le habían descubierto. -Si, es tal como dices. - 




- ¡Te lo dije Bakagami, no puedes engañar a Tetsu! ¡Alex me debes un partido! -se escuchó al fondo, y por cómo se arrastraban las palabras del moreno podía deducir que estaba algo tomado. - 




- ¡Cállate Ahomine! -suspiro. -por favor recuradme mantener a los dos alejados del alcohol ese día, son imparables. -  




-rio ante la imagen que se estaba formando en su mente. -No prometo nada. -dijo divertido. -y sobre lo de Himuro-san –no pudo terminar de hablar pues tanto el pelilila como el azabache aparecieron en ese momento. -hablando del rey de roma.  




-volteo a ver al celeste quien le extendía su celular. - 




-Es Kagami-kun –le susurro extendiéndole nuevamente su celular. - 




-Créeme no quieres que Alex y Aomine comiencen un concurso de stripper así que conviene mantenerlos alejados del alcohol o por lo menos lejos uno del otro si ya están tomados. -suspiro cansado. - 




- ¡Gane la apuesta! ¡Gane la apuesta! -se escuchaba Aomine gritando. - 




-¡Kagami no creí que fueras capaz de olvidar a tu querido hermano! -soltó entre llorando y enojada la rubia. -Tan delicioso que son sus postres. 




-Ya, ya, ya entendí Alex, lo sé ¿sí? Estoy arreglando eso con Kuroko. -se oyó como alguien caía. -Así que Kuroko ¿podrías arreglar que el pastel lo haga Himuro por favor? -espero por una respuesta, pero esta no llegaba. - ¿Kuroko? ¿Sigues ahí? 




-Hola Taiga –una sonrisa adornaba su rostro, pero un aura obscura envolvía su cuerpo. -¿así que se te olvido mi existencia?  




-Ta.. Ta... Tatsuya... -tartamudeo, sentía la muerte cerca. - No es lo que tú crees... 




-respiro profundamente. -Afortunadamente Kuroko si se acordó de mí y me aviso. -una idea surco su mente, molestar a su hermano nunca estaría demás. - 




-Así que Kuroko ya te lo había pedido, que alivio. -ahora sonreía, dejar a Kuroko a cargo fue lo mejor que pudieron hacer. - 




Mientras esta conversación se llevaba a cabo tanto el celeste como el pelirrojo se encontraban bebiendo sus bebidas, Kuroko debía admitir que aquellas malteadas eran deliciosas, pero no superaban al sabor de las que Ogiwara-kun preparaba para él, fue en ese momento cuando pudo observar una sonrisa malévola surcar el rostro de Himuro, vio a su pareja suspirar y murmurar.  




-Murochinn está molesto ~ Algo malo va a pasar ~  




Y fue entonces que lo escucho, aquello que simplemente lo tomo por sorpresa.  




-Si, de hecho, vino acompañado de su novio.  




Al escuchar esto comenzó a ahogarse con la malteada que estaba tomando, mientras Akashi reía discretamente. - 




- ¿Novio? ¿Qué novio? -comenzó a preguntar entre enojado y sorprendido. - 




-Si, lo deberías recordar, es Akashi, el pelirrojo, lo conocieron en el Hanami. -comento juguetón. - 




- ¿Akashi? ¿Que no era Akaai? -comenzó interrogar ya algo molesto. - 




-Ups creo que hable de más, nos vemos Taiga, saluda a Alex de mi parte. -colgó la llamada, volteo a ver a Kuroko quien le veía algo sorprendido y le dio su celular. - Yo que tú lo apagaba, no dejara de sonar en un buen rato. -sonrió entre divertido y apenado. - 




-su celular comenzó a sonar mostrando nuevamente el nombre de Kagami en la pantalla, ¿en qué lo había metido Himuro? -SI, tienes razón. -dejo lo que quedaba de su malteada en la mesa y apago su celular. - 




Después de aquello todo quedo en silencio, no era incomoda, pero no era precisamente el mejor ambiente para poder comenzar a discutir el tema del pastel, y mientras Himuro planeaba como entablar la conversación Akashi se le adelanto.  




-Murasakibara ¿qué fue lo que te retraso? Sabes que odio la impuntualidad. -reclamo mientras deba un sorbo a su café. - 




-sabía que se había tardado en reclamarle, y algo más tranquilo decidió decirle la verdad, después de todo nadie lograba engañar a Akashi. -Mo~ ya sabes como soy Akachinn, prometo que no se volverá a repetir ¿sí?  




-soltó un suspiro pues ya conocía a su amigo y aquello era algo normal en él. -Está bien, solo espero esto no suceda con todos tus clientes. -dio otro sorbo al café. - 




-No se te preocupes Akashi-san, normalmente yo me encargo de estos asuntos así que no pasa, -pareció meditar sus palabras un momento. -no pasa tan seguido. -sonrió algo nervioso mientras recordaba algunos incidentes de ese mes. -Ahora entrando al tema, Kuroko supongo que mi hermano te dio alguna indicación sobre como querían el pastel o te dijeron los colores de la boda. -pregunto mientras se dirigía al celeste, sin embargo, en ese preciso momento pudo ver como un aura depresiva le envolvía y una risita del pelirrojo escapaba. - ¿Acaso dije algo malo? 




-le dedico una mirada matadora al pelirrojo al burlarse de su situación él, tanto Seijuro sabían que él había escogido absolutamente todo de la boda y el pastel no iba a ser una excepción. -No te rías Akashi-san.  




-Wow es la primera vez que veo que alguien le habla de esa manera al …  




-Murasakibara. -le interrumpió antes de que pudiese terminar. -Reo también me suele reprender y no dijiste nada malo Himuro solo que, -medito por un momento sus palabras. -digamos que has revivido un trauma reciente. -sonrió divertido. - 




- ¿Eh? -pregunto confundido. - 




Fue entonces que el celeste procedió a contarle la historia de cómo le habían nombrado organizador de bodas oficial y se habían desentendido de todo asunto relacionado a esta, que simplemente escogerían sus anillos, previamente seleccionado por él, y se presentarían aquel día en el altar, Himuro por supuesto quedo sorprendido y horrorizado, pero en realidad no le sorprendía del todo, después de todo su hermano y la pareja de este solían ser algo irresponsables y tenían fe ciega en el pequeño.  




-suspiro como por sexta vez en la tarde. -Lo lamento Kuroko, simplemente es... tan Taiga. -negó levemente. -bueno entonces ¿tienes alguna idea sobre cómo quieres el pastel? -pregunto ya resignado. -  




-En realidad no... -si por mi fuera sería todo de vainilla. -sus ojos brillaron ante la idea. -pero sé que, aunque no lo parezca es su boda así que.... -suspiro. -esperaba me pudieras ayudar con esto. 




-Jejeje no es mala idea, -refiriéndose al sabor del pastel. -pero tienes razón, primero podemos comenzar con lo tradicional ¿qué te parece? 




-Me parece perfecto, bien, entonces esperen un momento aquí. -fue al estante y eligió unas cuantas muestras de pasteles, regreso con tres opciones y dos vasos de agua. -aquí está el tradicional red velvet y un relleno de queso crema, pastel de tres leches de vainilla rellena con fresas y crema chantillí y un pastel de trufa de chocolate relleno de ganache de chocolate con duraznos.  




Comieron una cucharada de cada pastel para poder degustar de manera clara cuál sería el más indicado para los novios, pero era muy difícil pues todos sabían deliciosos. 




- Esto es muy difícil Himuro-san, todos son realmente deliciosa.- 




-¿Verdad? Pero en lo personal recomiendo el de trufa de chocolate Kurochinn. -hablo por primera vez el pelilila. - 




-Atsushi, tu no deberías estar comiendo. -reclamo el azabache. -además tu siempre eliges ese pastel porque es tu favorito. - 




-Mo~ eso no tiene nada de malo Murochinn, solo doy mi opinión. -continúo comiendo los pasteles. - 




-¿Kurochinn? -ladeo un poco la cabeza en señal de duda. - 




-No te preocupes, el "chinn" suele agregarlo al nombre de las personas que coincidiera cercanas. - tomo un poco de agua. - 




-Vaya, me alegra. -sonrió levemente. -por otro lado, estoy de acuerdo con la opción de Murasakibara-kun.  




-Kuroko –se sorprendió por la declaración del celeste. -pensé que te gustaría más el pastel de tres leches.  




-Es delicioso también, aunque por los gustos de aquellos dos creo que el de chocolate sería el más acertado, aunque sinceramente creo que ese algo un tanto "aburrido" para ellos dos. -dijo finalmente. - 




-Mmmm  creo que sé a qué te refieres, -puso su dedo índice en su barbilla pensando en las demás opciones. - quizás en lugar de un relleno tradicional podemos cambiarlo por algo más novedoso. -sin embargo, aquello simplemente no le terminaba de convencer. - 




-Una combinación de chocolate y vainilla sería genial, pero me sigue pareciendo algo aburrido. -suspiro algo rendido, mientras tomaba el resto de su malteada. - 




- ¿chocolate y vainilla? - ¡Claro! Kuroko eres un genio. -en un impulso beso la frente del celeste dejándole un tanto desconcertado y a un pelirrojo con mala cara. - 




-Atsushi, -llamo a su novio ignorante del ambiente que se había creado en la mesa. -ya sé qué tipo de bizcocho será, como es para mi hermano debe ser algo especial y sé que normalmente no lo hacemos, pero, ¿qué te parecería un checkerboard cake? 




-Are~ ¿de qué seria? -pregunto un tanto interesado, pues su novio se veía realmente emocionado. - 




-De chocolate y vainilla, el relleno seria de frambuesas y ganache de chocolate. -si algo perfecto para ellos, no dulce pero tampoco amargo y con un toque sorpresa. - 




-Me parece bien, aunque ten en cuenta que el checkerboard es algo laborioso, el pan se tiene que cortar a mano, -esa era una de las razones por las cueles no lo hacían, era demasiado trabajo. - ¿de cuántos pisos será? ¿va a ser redondo o cuadrado? ¿sería blanco o de algún color? ¿llevara algún detalle? ¿flores de azúcar? 




-lo medito un momento, quería visualizarlo. -Será de tres pisos, redondo, usaremos sus colores azul y rojo, -volteo por la ventana y una idea se le ocurrió. -aunque no lo parezcan son bastantes simples y ya que estamos en temporada de cerezos por qu no ponerlos en el pastel. -rápidamente se dirigió al mostrador tomo un lápiz y una hoja de papel y comenzo a hacer un boceto. -No serían muchas flores, solo una rama de cerezo con varias flores de sakura rojas, el color del fondant sería blanco, pero cada piso estaría separado por algunas perlas de chocolate color azul rey, algo así. -mostro el bosquejo que tenía a su novio quien simplemente asintió. - 




-Si, me gusta. -asintió, para después preguntarle a los otros dos quienes hasta el momento no habían dicho nada. -¿Akachinn, Kurochinn ustedes que piensan? 




- ¡Ah! Kuroko perdón, me deje llevar. -se disculpó algo avergonzado. - 




-No te preocupes Himuro-kun, tu idea es fantástica, me has quitado un gran peso de encima. -se sinceró. - 




-Es verdad, el pastel sería elegante y al mismo tiempo guardara una sorpresa inesperada, el diseño es simplemente encantador. -finalizo asintiendo. - 




-Me alegro. -suspiro aliviado para luego sonreír claramente emocionado. -No todos los días preparas el pastel de bodas de tu hermano. - 




La reunión termino de esta manera, Himuro se haría cargo con todo lo respectivo al pastel, y Kuroko no podía estar más que aliviado era una cosa menos en su lista, se despidieron no sin que antes Himuro y Murasakibara les entregaran una pequeña caja con el logo de la tienda y dos trozos de pastel dentro, se despidieron y emprendieron camino de regreso. 




De nueva cuenta Akashi pago ambos boletos del tren bala, ganándose a su parecer, un puchero sumamente adorable por parte del celeste quien aún no estaba totalmente convencido sobre dejarse consentir y aceptar todos aquellos detalles por parte de su acompañante, el camino de regreso fue tranquilo, esta vez ya sin los nervios que en un inicio invadían a ambos pudieron relajarse un poco y entablar una amena charla. Ver al celeste hablar de algún libro nuevo que hubiese leído era simplemente toda una experiencia, pues se podía ver la emoción que le embargaba, sin embargo, cuando comenzó hablar sobre su trabajo en el Kinder, de los niños a los que enseñaba, sus amigos con quienes trabajaba era otra cosa, sus ojos resplandecían, se podía sentir el orgullo que sentía por su profesión en cada palabra, ahora entendía aquella frase "Cuando disfrutas lo que haces disfrutas cada momento de ello",  por supuesto eso no significaba que él no disfrutara lo que hacía, era simplemente que él desde muy joven sabía que era lo que debía hacer y cundo sus padres murieron tuvo que madurar de manera rápida, los negocios eran un juego de niños para él, sabía quién era y sabía que podía imponer respeto, era bueno en economía y veía la oportunidad en cualquier negocio que se le presentara, al principio era muy emocionante pues en la mayoría de las ocasiones no sabía a qué  se enfrentaba, pero conforme paso el tiempo todo se volvió rutinario, ganar era como respirar par él  y más que nada sentía que algo le faltaba, se sentía tan solo a pesar de estar rodeado de personas, pero ahora sabía que, o más bien, quien era a quien necesitaba en su vida, Kuroko Tetsuya, aquel que le había hecho sentir cosas que creía olvidadas, sentimientos que jamás había experimentado, simplemente era perfecto, sin embargo, aún había una cosa que le impedía estar plenamente con él, algo que tenía miedo de confesar, cerro sus ojos por un momento quizás era como decía su tío Reo y la espontaneidad podía ser la solución en casos como ese, respiro profundamente y lo decidió, era ahora o nunca. 




-Kuroko... -hizo una pausa, necesitaba todo el valor necesario. - Yo... la verdad es que tengo... -abrió los ojos, debía mirar aquellos ojos para ver cuál sería su reacción. - Tengo... -pero grande fue su sorpresa al ver a su celeste durmiendo. -Bueno, supongo estas cansado. -murmuro mientras él también se acomodaba, descansaría el resto del camino. -Pronto te lo diré. -y así cayo dormido. - 

Notas finales:

Bueno, una disculpa por la gran demora, mi explicación es algo sencilla, soy de México y como muchos sabrán el mes de septiembre fuen un poco mucho tragico, afortunadamente toda mi familia y conocidos estan bien, sinembargo al vivir cerca de las zonas afectadas un sentimientode tristeza suele envolvernos, espero les haya gustado este capitulo extra largo y nos leeremos a la proxima!


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