Verdad... II
Mientras todo esto ocurría un pelirrojo regresaba a su apartamento, no había podido alcanzar a Kuroko a pesar de haber corrido tras de él en cuanto le fue posible, sin embargo, fue detenido por Chihiro por unos instantes, instantes que habían sido valiosos, azoto la puerta al entrar, no quería ver a nadie, no quería hablar con nadie, simplemente deseaba pensar en cuál sería su próximo movimiento, solo eso. Subió las escaleras apesadumbrado, abrió la puerta de su estudio encontrándose con Chihiro, quien hablaba por teléfono, así que se quedó parado, ahí en el marco de la puerta, observando, pues suponía con quien se encontraba hablando.
-Lo entiendo Reo-sama, solo salió corriendo, no creo que me haya...
-….....
-Ahora que lo menciona, salió detrás de aquel maestro.
-….
-Si, el de la guardería, si no mal recuerdo su nombre es... -fue interrumpido en ese momento. -
-Kuroko Tetsuya. -decidió intervenir, no quería escuchar el nombre de su celeste saliendo de otros labios que no fueran los suyos. - Ahora que terminaste de informarle a mi querido tío, ¿podrías retirarte? -su tono era irónico, molesto, no podía ocultarlo, lo habían jodido, la habían jodido. -
-Disculpe… -dudo por un momento - pero su tío desea hablar con usted. -estiro su teléfono con algo de temor, había conocido a Akashi, había tratado con Seijuro, pero nunca había tratado con esa personalidad, solo había escuchado hablar a Reo-sama una vez de él, ni siquiera sabía su nombre y según sus palabras, aquella personalidad era la perfecta sincronía entre Akashi y Seijuro, algo único. -
-No quiero hablar con él en este momento. -se sentó en la silla detrás de su escritorio, recargo ambos brazos sobre el escondiendo su mirada en el proceso. -
-acerco el teléfono a su oído para poder dar el mensaje, sin embargo, no fue necesario, pues al parecer Reo había escuchado. -El señor insiste en que tome la llamada. -de nueva cuenta estiro su brazo con dirección a su jefe -
-alzo la mirada fúrico, aun así, tomo el teléfono. -No deseo hablar contigo, ¿qué parte no comprendes de eso? - ladeo su cabeza en señal de molestia y colgó. - Ahora que todo está resuelto, ¿te importaría retirarte? -acerco el celular a su dueño. – ¡Ahora! -ordeno. -
Tomo su celular, hizo una breve reverencia y se fue, por primera vez aquella persona le había dado miedo, mucho miedo.
Una vez que estuvo solo respiro profundamente, necesitaba pensar que haría, Kuroko había reaccionado de la peor manera posible, hundió sus dedos en sus hebras carmesí, ¿cuál sería su siguiente paso? ¿qué haría él si fuera Kuroko? Levanto la vista, retomo su postura y tomo su teléfono, quizás sabía cuál sería el siguiente movimiento de Kuroko, esperó a que contestaran.
- ¿Sí? -su voz monótona predomino. -
-Shintaro. -su voz era autoritaria con tintes de modestia. - Él lo sabe, lo descubrió.
-se quedó callado por un momento procesando la información. - ¿Te refieres a Kuroko? -dudo por un momento, aunque conocía la repuesta. -
-Si, él, ya lo sabe. -cerro sus ojos y con su mano libre sobo ambas cienes. -
- ¿Cómo se enteró? ¿Tú le dijiste? -tanteo el terreno, aunque temía la respuesta que podía recibir. -
-Tuve una discusión con Reo y me vio. -dijo secamente. -
- ¿Con Mibuchi-san? ¿esto en dónde sucedió? -sinceramente esperaba que no en un lugar público, sería un problema. -
-Estaba en mi estudio, en mi apartamento, Reo comenzó a molestar. - cerro su mamo libre en un puño. - No vale la pena repetir las tonterías que él comenzó a decir de Tetsuya. -sin darse cuenta su voz cambio, su tono demostraba su molestia. -
-Tranquilízate y cuéntame cómo es que se enteró, por favor. -se acomodó los lentes intentando modular su tono, lo menos que quería era provocar la ira del "Emperador". -
-Él me vio por el espejo de mi estudio, también escucho mi nombre, salió corriendo, yo salí detrás de él, pero no pude alcanzarlo. -resumió mientras negaba con la cabeza culpándose. -
-Así que sucedió de esa manera. -se quitó sus gafas y sobo el puente de su nariz. -
-Eres novio de su amigo, ¿no es así? -aquello era una afirmación más que pregunta. -
-Ejem... Si, ¿eso que tiene que ver? -pregunto entre incomodo y nervioso. -
-Probablemente él se comunique contigo para preguntar sobre mí, - suspiro resignado. -después de todo él sabe que somos amigos. -
-Si eso ocurre ¿qué quieres que le diga? - cuestiono algo inseguro. -
-La verdad, solamente eso. -colgó el teléfono para después apagarlo, se sentó en la silla de su oficina y se quedó ahí reflexionando sobre su actual situación. -
El día siguiente llego y no había podido dormir, bueno quizás sí, si dormitar por 2 horas contaba, su investigación rindió frutos, averiguo todo lo relacionado a "Akashi Seijuro", por lo menos todo lo que se encontraba en línea, haber visto a Kise investigar celebridades resulto ser útil después de todo. Ahora ahí se encontraba despierto a las 5 de la mañana tomando un café frente a su computadora, en resumen, lo que había encontrado era:
Akashi Seijuro, 22 años, había quedado huérfano en la adolescencia, su tío Mibuchi Reo se hizo cargo de él y tomo posesión del conglomerado A.C Enterpises. Akashi estudio en el extranjero donde se graduó antes y regreso a dirigir las empresas de sus padres a pesar de ser menor de edad ante la ley, una vez cumplió la mayoría de edad se hizo cargo de él conglomerado de manera oficial, a pesar de ser tan joven obtuvo grandes logros en poco tiempo, así como fusiones muy productivas que le dieron una gran fama, encontró algunas entrevistas de revistas y periódicos financieros, sin embargo, ninguna de estas iba acompañada de fotografías, casi no asistía a eventos sociales por lo cual casi no había fotos de él en la red, las que había encontrado eran tomadas de lejos por lo cual no se lograba distinguir el color de sus ojos, además de eso no tenía nada más, no había notas de escándalos, ni problemas, nada que fuese raro o fuera de lo común, el único artículo en una revista de chismes que pudo encontrar hablaba de la falta de alguna mujer u hombre en su vida, en algunos blogs de internet hablaban de un supuesto matrimonio arreglado secretamente, pero nada definitivo, por un momento la idea de pedirle ayuda a Aomine fue tentadora, ya que al ser policía podría investigar un poco más, pero no, no quería involucrar a su amigo, sabía lo sobreprotector que este podría ser, dejando esa idea de lado comenzó a preguntarse qué otras opciones tenía, paso su mano por su cabellera celeste, suspirando cansado.
Negó levemente con la cabeza, no podía detenerse en este punto, si mal no recordaba él se había presentado como dos personas diferentes lo que le hizo pensar en cierta enfermedad de la cual había escuchado en una ocasión, pero ¿qué era? ¿una enfermedad?¿un síndrome? ¿algún tipo de enfermedad mental? No sabía prácticamente nada del tema, tomo aire y tecleo en el buscador. "Personalidad Múltiple."
En la pantalla se desplegaron varios resultados a su búsqueda, lo primero que vio fue que no era ninguna de las opciones que había considerado, la personalidad múltiple era un trastorno, anoto aquella palabra y la subrayo, investigando un poco más descubrió que en realidad aquel trastorno ya no era llamado de esa manera, ahora era mejor conocido como "Trastorno de Personalidad Disociativo." Los síntomas que se describían no cuadraban con la personalidad de Akashi, o por lo menos con lo que había visto hasta ahora, aun así los anoto en su libreta, el tratamiento… terapia, no había otro y en realidad no era una cura, ya que hasta el momento no existía ninguna, busco y busco, leyó articulo tras artículo, algunos creían que esto se daba debido a situaciones de extremo estrés en las cuales la psique de la persona al intentar protegerse creaban esta otro personalidad, normalmente solo podía verse una personalidad a la vez, existían algunos cambios físicos, así como en la personalidad, tono de voz, la menara de comportarse, algunos inclusive aseguraban que la química del cuerpo cambiaba de tal manera que una personalidad podría ser diabética y la otra no, sin embargo, no existían muchos de estos casos, por lo cual eran muy difíciles de estudiar. Continuo su búsqueda por un rato más, anoto todo lo que consideraba importante en una libreta, seguro le serviría en un futuro cercano, no fue sino hasta que su mascota rasguño su pie buscando un poco de atención que despego sus ojos de la pantalla y dejo de anotar, cargo a su perro y decidió dejarlo por ahora, volteo a ver su ventana, por la cual se comenzaban a colar algunos rayos de sol, a pesar de la cortina que la cubría, acaricio un poco más a ser perro, soltó de nueva cuenta un suspiro, debía limpiar su casa, necesitaba un poco de tiempo para pensar en todo lo que había leído recientemente y poder asimilarlo, con eso en mente dejo a Nigo en el suelo y comenzó con el aseo de su casa.
Después de algunas horas, con su casa reluciente y un desayuno muy elaborado, del cual solamente comería un poco, rato más tarde ya no tenía que más hacer para distraer su mente, los pendientes de la boda ya estaban resueltos gracias a la ayuda de Kise, volteó a ver a su perro había descuidado sus paseos, podría sacarlo a pasear y de paso respirar un poco de aire fresco, tomó la correa, algunas bolsas para heces y salió de su casa. Una vez en el parque se sentó en una banca mientras veía como Nigo correteaba a las palomas, cerró sus ojos, respiró profundo y sacó el aire, repitió esto un par de veces más, sin embargo, se vio interrumpido por el sonido de su celular.
-contestó sin fijarse realmente en el nombre. - ¿Sí?
-Tet-Chan, ¿cómo estás? ¿Qué tal va todo? ¿Ya está todo listo para el gran día? -preguntó animado, hacía mucho tiempo que no veía a su amigo, lo extrañaba. -
- ¿Takao-kun? -le sorprendió un poco por aquella animada voz, sin embargo se repuso rápidamente. - Estoy bien gracias, la boda va viento en popa y todo saldrá bien siempre y cuando aquellos dos se presenten, ¿te llego tu invitación?
- ¡Si! Es fantástica, que buen gusto tienes, estoy seguro de que Shin-chan estará encantado de acompañarme. -en ese momento tenía la invitación en su mano, observando la hora y lugar del evento. -
- ¿Shin-chan? -ladeó un poco su cabeza recordando. -Ah, te refieres a Midorima-kun. -más que una pregunta era una aclaración para él mismo. -
-Si, el amigo de Akaai-kun, aunque para serte sincero me sorprendió enterarme, el mundo es un pañuelo ¿no crees?
-Si, no tienes que... -se quedó callado un momento mientras su cerebro intentaba funcionar, Midorima era amigo de Akashi, según recordaba desde el instituto, si era su amigo quizás conocía su secreto, si conocía su secreto tal vez podría explicarle, abrió los ojos sorprendido de su hallazgo. - Takao-kun, ¿me podrías hacer un gran favor?
-Claro, Tet-chan, lo que sea. -contestó con seguridad, aunque un poco extrañado. -
-Se que te parecerá algo extraño pero, -tomo aire mezclado con un poco de valentía. - ¿me podrías enviar la información de contacto de Midorima-kun?
-Si, no hay problema, pero, ¿para que la quieres?
-Necesito preguntarle algunas cosas sobre Akashi, después te lo cuento todo, mándame la información a mi whats, me tengo que ir. -colgó el teléfono. -
-¿Qui... -quedo con las palabras en la boca, miro la pantalla del celular algo sorprendido, pues aquella actitud en su amigo no era normal, lo que tuviera que hablar con su novio debía ser algo importante, además, ¿quién demonios era Akashi? golpeo levemente sus labios con el celular decidiendo que hacer, cerro los ojos y asintió decidido. -Es mejor pedir perdón que pedir permiso. -así envió primero la información de contacto a Kuroko para después mandarle un mensaje a su novio avisando del posible contacto del celeste.
Algunos minutos después recibió un mensaje de confirmación por parte Kuroko, agradeciéndole por la información de contacto, dos minutos después recibió el mensaje de su novio, el cual fue de lo más sorpresivo, pues en lugar de recibir una respuesta como "¡¿Cómo se te ocurre?!" o un "Estas loco, ¡¿por qué lo hiciste?!", lo que recibió fue un: "De acuerdo." Eso simplemente lo dejo helado, algo ocurría y el averiguaría que era, de una u otra manera.
-------------
Al llegar a su casa verifico que la información de contacto de Midorima hubiese llegado, agradeció por la información a su amigo, puso algo de agua en el tazón de su perro a quien le quito la correa, la colgó y se sentó en el sillón observando la pantalla de su celular con el número de Midorima esperando a ser marcado, lo medito por un momento, sabía o tenía entendido que el peliverde estaba realizando sus prácticas en el campo de la medicina, así que no quería importunar, pero la información sobre Akashi no podía esperar, o por lo menos él no estaba dispuesto a hacerlo así que armándose de valor escribió un mensaje al novio de su amigo.
Para: Midorima.
Buenos días, soy Kuroko Tetsuya, amigo de Takao, espero te haya avisado de mi posible contacto, si no es así, una disculpa por la sorpresa, necesito hablar contigo sobre un tema algo delicado y de suma importancia, ¿podríamos encontrarnos en algún lugar?, tú pon una hora y lugar que te convenga, espero tu respuesta.
Bloqueo su celular, sinceramente no esperaba una respuesta pronta así que lo dejo en el sillón, se puso de pie y fue a su cuarto en busca del libro que leía en ese momento para poder distraerse, fue cuando regreso con el libro en mano que escucho su celular sonar, practicante corrió con dirección al celular para contestarlo pues era una llamada.
- ¿Sí? Bueno. -contesto algo agitado. -
-Kuroko Tetsuya, ¿cierto? -aquello era nada más una confirmación, sabía muy bien con quien estaba hablando. -
-Si, Midorima Shintaro, ¿verdad? -contesto solo para asegurarse que no estaba soñando. -
-Exacto. -respondió secamente mientras acomodaba sus lentes. - Acabo de leer tu mensaje y convenientemente mi guardia termina en un par de horas, te vería en una cafetería cerca de la librería en donde trabajabas, ¿te parece bien? -pregunto mientras observaba su reloj de pulsera. -
- ¡¿Eh?! No te preocupes, seguro estas cansado, puede ser otro día. -contesto algo nervioso, no esperaba que lo citara tan pronto. -
-entre cerro los ojos un poco. -Pensé que habías dicho que era algo de suma importancia, -comento en tono de reclamo. -pero si quieres nos podemos ver la próxima semana el miércoles, es mi día libre. -probo un poco la determinación que tenía el celeste, vería si valía o no la pena contarle la verdad. -
-respiro profundamente intentando que no se escuchara del otro lado del teléfono, era ahora o nunca. -No, es decir, ¿a qué hora y en dónde te vería?
-sinceramente le había sorprendido aquella reacción, debía admitirlo, Kuroko o era valiente o muy curioso. - Te veo en la cafetería que esta frente a la librería en 3 horas.
-Muy bien, se en donde es, te veo ahí. -después de eso corto la llamada, no quería arrepentirse de su decisión. -
--
Llego corriendo al lugar acordado justo a las 3:30, vio al peliverde parado frente a la puerta de la cafetería esperándolo, observo como al más alto revisaba su reloj de pulsera, respiro hondo intentando regular su respiración y se acercó a él.
-Siento la tardanza, Midorima-kun. -hizo una rápida reverencia como disculpa. -por favor, pasemos. -
-Midorima asintió viendo como un par de gotas de sudor se deslizaban por aquella frente. - Claro, adelante. - dio la vuelta y camino con dirección a la entrada de esa cafetería. -
Se sentaron en una mesa cercana a la ventana y esperaron a que un mesero tomara su orden, el silencio reino mientras eso pasaba, Midorima analizaba a Kuroko, meditaba si valía o no la pena el explicar y contar la historia de Akashi, la historia detrás de Seijuro, "El Emperador". Por otro lado, Kuroko sentía los nervios inundar su cuerpo así que intentando tranquilizarse saco el cuaderno en donde había anotado toda la información que había considerado importante, cuando por fin se acercó el mesero ya había retomado su porte indiferente. Pidió una taza de té verde y una pequeña tarta de frutos rojos, mientras que Midorima pidió una taza de café americano y una rebanada de pay de limón, fue entonces que el celeste se percato de una peculiaridad, si es que se podía llamar de esa manera la pulsera color rosa fosforescente que llevaba Midorima en su muñeca derecha, atraído por el color chillante sus ojos no se despegaron de aquel accesorio, Midorima algo molesto por el silencio que envolvía la atmosfera se había decidió comenzar, sin embargo, al ver la dirección en que los ojos del celeste miraban casi de manera automática explico.
-Es mi objeto de la suerte, -comenzó. -Oha Asa predijo que el día de hoy cáncer recibiría sorpresas inesperadas y acertó. -si mal no recordaba Kuroko era acuario, hizo un poco de memora para recordar lo que aquella adivina había pronosticado para los acuario: “Respuestas a tus dudas tendrás”, si mal no recordaba y al parecer así iba a ser. –
-asintió levemente ante aquella información, recordó entonces que Takao le había mencionado algo sobre que Shin-chan esta obsesionado con cierta adivina. -Comprendo.
Ambos quedaron en silencio nuevamente, algo que sinceramente a Midorima ya le había colmado la paciencia, así que antes de que el mesera llegase con su pedido cruzo su piernas y acodo sus lentes, después con un tono que denotaba su molestia cuestiono.
- ¿Cuál era el tema de suma importancia que deseas tratar? -dicho esto fijo sus penetrantes ojos esmeralda sobre el rostro del celeste, analizando cada reacción por más pequeña que eta fuese. –
-aquella pregunta lo sobresalto un poco, estaba nervioso y sinceramente no sabía cómo abordar un tema tan delicado, y ¿qué tal si Midorima no sabía nada? ¿Y si decía algo que no debía? Observo aquellos ojos esmeralda, mostraban molestia y algo de recelo, pero también logro distinguir algo que le hizo estar seguro de que la decisión de llamarlo fue buena, preocupación. -Midorima-kun, yo quiero preguntarte sobre algo… -respiro profundo, pero antes de poder hablar el mesero llego con su pedido. –
-Eso es algo evidente, -entrecerró su ojos aún más molesto, no le gustaba dar vueltas al asunto, mucho menos si era algo importante. - ¿Qué es lo que quieres preguntar? -pregunto con un tono más demandante. –
-espero a que el mesero se retirara, vio la cara del peli verde, estaba enojado, pro aún no sabía cómo abordar el tema, así que endulzo su té con algo de azúcar y mientras movía la cucharita para disolver rápidamente el azúcar, y mientras veía el pequeño remolino que se formaba en su taza se decidió. -Es sobre Akashi, -negó. -Seijuro. -fijo sus orbes azul celeste sobre aquellas esmeraldas. - ¿Sabes a lo qué me refiero? -pregunto con seriedad. –
-muy bien, estaba algo complacido, al parecer Kuroko quería asegurarse que supiera de que estaban hablando, por la manera de preguntar, no le diría nada a menos que le diera entender que sabía a qué se refería. - ¿Quieres saber sobre Akashi o Seijuro? – no había tocado su café, quería asegurarse de que podía confiar en aquella persona antes de hablar - ¿O sobre el presidente de A. C. Enterprises? -cruzo los brazos sobre su pecho. –
-No. -dejo la cucharita que hasta el momento había utilizado. -Quiero saber sobre la persona Akashi Seijuro, solo eso. -sus palabras fueron firmes, pues era la verdad, no le importaba el título, lo único que quería era entender a esa persona, intentar entenderla para poder tomar una decisión. –
-asintió sin darse cuenta, soltó el aire que ni siquiera sabía tenía retenido en sus pulmones y sus hombros se relajaron. -Bien, para empezar, ¿qué es lo que sabes? -acerco su taza de café y lo endulzo con un poco de azúcar, solo un poco, no le gustaban las cosas dulces. –
-Bueno, investigue algunas cosas, -abrió el pequeño cuaderno que llevaba y busco sus apuntes. – lo que tiene Akashi es el ¿Trastorno de personalidad disociativo? -cuestiono algo inseguro. –
-asintió en silencio y gratamente sorprendido, normalmente lo llamaban locura o personalidad múltiple. -Así es, estimamos que tiene por lo menos 3 personalidades, Akashi, su personalidad es tranquila y llevadera, es la cara publica de la Empresa, ojos esmeralda al igual que su padre pero la personalidad es más parecida a la de su madre. -tomo un sorbo de su café esperando algún comentario del celeste, sin embargo, nada salió de aquellos labios, por lo que continuo. -Por otro lado, tenemos a Seijuro, “El Emperador”, su personalidad es dominante y exigente, puede tomar decisiones “difíciles” sin remordimientos, frío y calculador, no acepta un no por respuesta y protege a Akashi de quien considere un peligro, sus ojos son dorados, como los de su madre, pero su personalidad es como la de su padre. -no, era peor que su padre, sobre todo cuando le molestaban. -
-Kuroko por su parte escuchaba a Midorima con suma atención, intentando guardar toda aquella información en su cerebro, sin embargo, pensó que la descripción de Seijuro no concordaba del todo con aquel que había conocido, el Seijuro que conocía no era frío, por lo menos no con él, salió de sus pensamientos cuando quien estaba frente a él guardo silencio.
-Midorima-kun, dijiste que había tres personalidades, ¿Cómo se llama la tercera? -pregunto entre curioso y preocupado, pues creía saber la respuesta. –
-acomodo sus lentes, de nuevo, vio por un momento su taza de café y se decidió a contestar. -La tercera personalidad, si así la podemos llamar es Akashi Seijuro, -vio la expresión de duda que mantenía Kuroko. –
- ¿Cómo? No entiendo. -se sinceró. –
-Sobre esta personalidad no sabemos mucho, -comenzó a explicar. – en muy pocos casos se muestra frente a otros, tengo la teoría que solo aparece en situaciones de extremo estrés o extrema molestia. -tomo un sorbo de su bebida sin apartar la vista del celeste, ya que, si su teoría era cierta, explicaba por qué la aparición de esta tercera personalidad se había dado tras Reo haber hablado mal de la persona sentada frente a él. – Especulamos también que más que una personalidad distinta es más como la combinación. -negó suavemente y se corrigió. - la sincronización de ambas personalidades. -su ojo izquierdo es color rojo, su ojo derecho es dorado, su personalidad no le hemos podido definir, no es alguien que se deje analizar. -finalizo. - ¿Alguna pregunta?
-se armó de valor, debía ser sincero, la mirada de aquel doctor en practicas le intimidaba un poco. -Leí que este trastorno no tiene una causa determinada o específica, pero que en la mayoría de los casos sucede por una situación de gran estrés o situaciones peligrosas en donde la psique se protege de esa manera, -trago duro, sentía que a continuación haría una pregunta algo incomoda, pero necesaria, por lo menos a su parecer. - ¿Akashi… Akashi experimento algún trauma en su niñez? ¿Algo que explique su situación actual? -se enfrento con aquella mirada esmeralda, en ella pudo distinguir cierta sorpresa, se sintió orgulloso de su investigación, había rendido frutos, pues si Midorima pensó que iría sin investigar, aunque sea un poco, estaba muy equivocado. –
-bien, esa pregunta no se la esperaba, por lo menos no tan consistía y específica, esperaba algo como, “¿y por qué pasa esto?”, “¿cuál es la razón?”, “¿es hereditario?” o hasta un “¿por qué le cambian sus ojos de color?”, pero no esa pregunta en concreto, bajo la mirada pensando en que contestar. -Bueno…
-Por favor, no mientas, sabré si me estas mintiendo. -y probablemente así sería, no era por presumir, pero era excelente leyendo a las personas. –
-suspiro, fue entonces que recordó la llamada de la noche anterior: “solo dile la verdad”, a veces realmente le daba miedo aquella habilidad para predecir las acciones de las personas a su alrededor, esa habilidad con la que contaba su amigo de la infancia, hasta cierto punto era aterradora. -Bien, te lo contare, solo te advertiré una cosa, es una historia que tomara algún tiempo, además, espero que lo que te contare no se lo digas a nadie más.
-frunció o su entrecejo en claro signo de molestia, ¿en qué concepto lo tenía aquel peliverde? -No te preocupes, no voy a contar nada, no es como si fuera un chismoso. -dijo con cierto deje de molestia. -
-arqueo la ceja entre divertido y arrepentido, al parecer había tocado una fibra sensible del más pequeño. – Lo siento, levanto una de sus manos en señal de paz, no fue mi intención, solo me gusta ser precavido. – y era cierto, después de todo nunca había tenido la necesidad de tener esa charla. –
-respiro profundamente y dejo salir el aire lentamente relajándose, retomando su porte neutro. -Entiendo, solo quiero saber ¿por qué? Quiero entenderlo mejor. -tomo la taza de té entre sus manos y bebió un poco de su contenido. –
-Muy bien. - cruzo sus brazos frente a su pecho y volteo a ver distraídamente a los demás comensales que platicaban mientras disfrutaban de un tentempié. -Para poder entender el por qué, primero debes tener en cuenta quien es y el peso que cargo desde el momento que nació, el único hijo del matrimonio Akashi, por ende, el único heredero, aquel que cargaría con el apellido, con el linaje y por, sobre todo, las expectativas de las personas. -tomo la taza, observo el café que aún quedaba en su taza, reflexionando.
- ¿Por qué el único? -cuestiono intrigado. –
-la voz del celeste lo saco de sus pensamientos. – Akashi Kumi, su madre, tuvo muchos problemas para embarazarse, cuando por fin lo logro fue considerado un embarazo de alto riesgo, el parto estuvo lleno de complicaciones, el que ambos salieran sanos fue todo un logro, sin embargo, debido a esto, Akashi Osamu, su padre decidió no tener más hijos, solo tendría un heredero.
-simplemente asintió en silencio. –
-La primera vez que Seijuro se hizo presente fue… -respiro profundo y dirigió su vista al techo de aquella cafetería, cerro los ojos intentando aclarar su mente, a pesar de ser un niño recordaba con nitidez aquel evento. – si, fue cuando ambos teníamos 7 años, ¿sabes? Los niños a veces pueden llegar a ser crueles. -una sonrisa afloro en el rostro del de lentes, pero no era una sonrisa que expresara felicidad, no, al contrario esta reflejaba dolor, un dolor que venía de lo profundo de su ser.
Aquel día…