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Amor Paralelo... por yue_kori

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Notas del capitulo:

Hola a todos, disculpen la demora, eh aqui el nuevo capitulo. 

Todos los personajes aqui menciondos pertenecen a Fujimaki Tadatoshi, yo solo los ocupo para mis historias, a leer.

Capitulo 3.

Akashi se encontraba suspirando pesadamente sentado en su oficina, había estado ocupado con el trabajo últimamente, tanto que no había tenido la oportunidad para pasar por aquella librería lo cual realmente lo irritaba, que no acaso él era el dueño de aquella empresa.

-¿Por qué demonios hay tanto papeleo? -dirigió una de sus manos a su cabello hundiendo sus finos dedos entre el para después presionar un botón de su teléfono.-

-Señor.

-Necesito a Mibuchi en mi oficina, ahora. -colgando el teléfono.-

Después de un rato leyendo y firmando papeles, se escucho un leve toquido en la puerta.

-¿Me llamaste?

Entro un hombre alto de cara femenina y cabello largo negro hasta los hombros, vestido con un traje blanco, una camisa negra y una corbata rosa pastel, camino algunos pasos dentro de aquella oficina y espero a que aquel pelirrojo alzara la vista para poder hablar.-

-Mibuchi por fin estas aquí, -dejando de revisar los papeles y mirándolo directamente a los ojos.-

-sonrió y se dirigió a la silla de aquel joven presidente.-¿Aka-chan que pasa? ¿Necesitas que te ayude en algo?¿O es que acaso me extrañas tanto que necesitas un abrazo de mi? -sentándose en una silla frente al escritorio mientras un aura rosa desprendía de él.-

-Por favor no digas eso de esa manera, además te he dicho que dejes de llamarme de esa manera, ya tengo 24 años y soy el presidente de A.C Enterprises, además...

-interrumpiéndolo.-Pero Aka-chan, te conozco desde que eras un bebe y no puedo evitar recordar aquellas veces que te aferrabas a mis piernas diciendo "Tío Reo, Tío Reo cárgame." Con aquellos ojos iluminados. -errando los ojos recordando aquellas hermosas memorias.-

-Por favor, no te llame por eso, -aclarando su garganta.- porque a pesar de ser el presidente tengo esta cantidad insana de papeles, no he tenido tiempo de salir y relajarme.-

-Oh –abriendo sus ojos y con un tono de voz notablemente sorprendido.- Esto si que es nuevo, es que no eras tú el que siempre exige que toda transacción relevante hecha por la empresa debe ser revisada y aprobada por ti antes de que esta sea definitiva, además -lanzándole una mirada suspicaz.- ¿qué no acaso siempre te escudas en el papeleo siempre que propongo un Omai? ¿A qué se debe ese cambio de actitud?

-Yo... ¿cambio de actitud? No se a que te refieres, es más bien que últimamente he notado como mi papeleo ha aumentado, ¿no será acaso que has delegado algunas de tus responsabilidades para ir tener más tiempo libre he ir al spa?

-una sonrisa nerviosa apareció en ese blanco rostro.-¿Pero que dices Aka-chan? Yo sería incapaz de hacer eso.

-Ah, si ese es el caso que te parecería enviar a Maizumi para que me ayude con el trabajo, lo apreciaría mucho.- una sonrisa con un aire malvado se pose en ese angelical rostro.-

-poniéndose de pie.- Bien, tú ganas lo mandare en un momento, pero no creas que se me ha pasado, -acercándose a la puerta y saliendo.- últimamente has estado actuando algo extraño, pero ya averiguare que es lo que traes entre manos mi querido emperador.-

Lo sabía, sabía que él se daría cuenta de aquella actitud suya pues era cierto que jamás se había quejado de su trabajo, al contrario podía decirse que era un maniaco del control por lo que tenía que estar enterado hasta del más mínimo detalle y decisión tomada en la empresa, quizás se debía a que ese imperio era lo que su padre le había dejado hacía algunos años tras su muerte, así es tal vez aquel aire de protección que emanaba Reo era debido a ello, ya que ambos padres habían muerto en un accidente aéreo hacia ya 4 años, justo antes de su 20 cumpleaños, al parecer su perro, Sebastian habría sido su regalo de cumpleaños sin embargo se convirtió en el último regalo, pasear a su querido perro era una actividad que amaba hacer y le des estresaba, pero últimamente ni si quiera había podido hacer eso, pero eso acabaría pronto, si, estaba dispuesto a relevar algunos deberes solo para poder reunirse con aquel ángel con ojos color cielo que lo había cautivado y pronto lo haría eso era seguro. Suspiro de nueva cuenta y se enfoco en el trabajo que aun tenía frente a él, pronto tendría ayuda pero eso no significaba que pudiera simplemente dejarlo a un lado ¿o si?

 

Era sábado ya, uno de los días mas caóticos de aquella librería y en ocasiones como aquellas era cundo más agradecía su don para poder pasar desapercibido por la clientela, pero al parecer hoy no era su día, quizás era porque Kise regresaba de su viaje ese día o porque había un evento de firma de autógrafos y por ello había más clientes de lo habitual, fans emocionados que alno verlo chocaban con él y los libros que cargaba consigo.

-¡Ahhh! -sorprendido y asuntado.- disculpa no te vi –yéndose rápidamente del lugar.-

-Si no se preocupe.-agachándose para recoger los libros que habían caído al suelo.-

-Que grosero de su parte al no ayudarte, después de todo fue él quien choco contigo.-parándose detrás del celeste cruzando sus brazos mientras sentencia con aire reprobatorio.-

-escuchando aquel tono de voz y sin voltear. -Bueno no fue totalmente su culpa además siendo un cliente no tiene ninguna obligación de ayudarme, Seijuro-san.-poniéndose de pie y mirando fijamente a aquel extraño pelirrojo.-

-Por favor solo llámame Seijuro, sin honorarios Tetsutya. -mostrando una leve sonrisa y acercándose lentamente al delgado cuerpo del anterior mencionado.- además fue totalmente su culpa, tu venias todo recto eh intentaste llamar la atención de aquel cliente, pero no pudiste y se estrello de lleno contigo.

-Bueno eso se debe a mi falta de presencia así que en realidad no lo puedo culpar, además de que no tenemos la suficiente confianza como para que lo llame sin honorarios. -tomando de nueva cuenta los libros.-

-estiro su mano y acaricio suavemente aquel celeste cabello.-¿Falta de presencia? Con este hermoso cabello celeste y estos hermosos ojos del mismo color que el cielo quien no se fijaría en ti.-lanzo una sonrisa ladina para después retirar aquella cálida mano.-

-su blanca cara se torno de color rojo y dando algunos pasos hacía atrás respondió.- No... No diga esas cosas Seijuro-san

-retrocediendo un poco y negando con la cabeza.-Seijuro solamente Tetsuya, y porque no decir la verdad ¿acaso es algo malo?

-notablemente nervioso.-No....yo... -dándole la espalda al de ojos dorados.- ¿Seijuro-san que hace aquí? ¿Acaso busca algo en particular?

-Bueno ciertamente estaba buscando algo en especial. -una sonrisa llena de satisfacción y lujuria se plasmo en su rostro mientras analizaba detalladamente aquel cuerpo que le daba la espalda.- pero ya lo encontré, pronto lado veo que no necesito para que me llames sin honoríficos, dices que no tenemos la suficiente confianza, si es así ¿como me la podría ganar?

-volteando de nueva cuenta y viéndole a los ojos con su cara de poker.-Usted también es alguien persistente no es así, -soltó un sonoro suspiro.- la cuestión es que no lo conozco.-sentencio con voz seria.-

-una sonrisa triunfante se formo en sus labios.-Bueno, bueno, eso se puede arreglar, ¿en cuanto tiempo termina tu turno?

-¿Eh? ¿Mi turno? -dio un pequeño respingo sorprendido por la pregunta, volteo a ver un reloj que ahí se encontraba y respondió.- bien calculo que en una hora.

-Perfecto, -dándose la vuelta y alejando se del lugar.- nos veremos después Tetsuya. -aquello ultimo lo dijo en un tono que realmente causaba cierto escalofríos en el pequeño fantasma.-

Camino en dirección contraria al pelirrojo con los libros en los brazos, se apuro ya que su compañero y amigo ya le esperaban en el stan donde tendrían que acomodar aquella mercancía pero dentro de todo eso no pudo quitar aquellas palabras, además de que no entendía completamente que es lo que ese extraño pelirrojo le quería decir. Llego al lugar indicado con su amigo pelinegro.

-Tet-chan ¿por qué tardaste tanto? -lo volteo a ver concierto aire e preocupación mientras ponía ambos brazos en su cintura.-

-Lo lamento Takao-kun -dejo aquellos libros en el suelo cerca de su amigo y para después comenzar a acomodarlos.- es solo que tuve algunos accidentes.

-Lo sabía, no debí haberte dejado ir solo –ayudando a acomodar los libros.- ¿con cuantas personas chocaste esta vez? -aquello ultimo en lo dijo en un tono de burla.-

-Pues alrededor de tres –respondió sin darle mucha importancia al asunto, así como omitiendo aquel casual encuentro.-

Afortunadamente para él su turno había acabado justo antes de que aquella firma de autógrafos comenzara y pudo retirarse sin mucho problema, su amigo por otro lado debía quedarse a ayudar por lo cual al parecer tendría algunos problemas para llegar a tiempo a la cita con su actual novio, salió del establecimiento con aire tranquilo pensando en que debería hacer de cenar cuando cierta persona se interpuso en su camino.

-Me alegra que ya hayas salido Tetsuya, déjame decirte que es la primera vez que espero a alguien así que deberías sentirte halagado.-

-su rostro no reflejaba nada más que sorpresa y estupefacción, ahora entendía porque la curiosidad a su hora de salida. -Seijuro-san ¿qué...qué esta haciendo aquí?

-Bien dijiste que si nos conocíamos mejor dejarías de llamarme con honoríficos , -encogió sus hombros en señal de obviedad.- así que heme aquí, ahora dime ¿adonde te gustaría ir?

-¡¿Eh?! -quizás ese hombre era el unico capaz de hacerle perder la compostura, aunque fuese por breves momentos.- ¿no me diga que lleva esperando una hora?

-La librería es grande así que pude pasar el rato sin problemas además de que vi cosas realmente interesantes. -dedico una sonrisa y una mirada algo peculiar al más pequeño la cual lo dejo intrigado.- pero Tetsuya, ,no has respondido a mi pregunta.

De alguna manera sabía que aquello no iba a terminar con él yendo directamente a su casa y así se encontró pensando en lugares en los que pudieran en una amena charla con aquella persona había sugerido, además esta era una excelente oportunidad para averiguar si acaso aquella otra persona era su hermano.

-una de sus manos se poso en su mentón para luego cerrar sus ojos de manera pensativa, no era de los que salía a menudo sin embargo sabía de cierto lugar que seguramente le agradaría a su acompañante, abrió los ojos y volteo en su dirección.- Me parece que caminando en esa dirección -señalando la calle. -hy un café que en lo personal me gusta mucho.

-Entonces esta decidido, -comenzando a caminar en la dirección señalada.-vamos ahí, -volteando a ver a un celeste pasmado.-si es un lugar al que sueles ir no puede ser de mal gusto. -siguiendo su camino.

-saliendo del trance y siguiendo al pelirrojo.-…

El paisaje que les acompañaba era el de los cerezos en flor, ahora que lo pensaba aún no tenían un hanami ese año y era raro que Kise aun no hubiese mencionado, quizás todo se debía su ocupada agenda, volteo a ver a su acompañante el cual caminaba un poco más adelante que él, llevaba un pantalón y zapatos negros y su camisa era color gris algo ceñida al cuerpo lo cual le hacía resaltar de buena manera, pero aquella profunda voz le hizo salir de sus pensamientos.

-¿Desde hace cuanto trabas ene esa librería? -fingiendo inocencia.-

-Yo diría que alrededor de... -comenzando a contar.-unos 4 años.

-¿Tanto tiempo? Bueno fue lo que te mantuvo vivo en tus días de universidad ¿ no es así? -volteando a verlo con una sincera sonrisa en el rostro.-

-recordando que el mismo había dicho esas palabras.- Si, tienes razón. -camino con un poco más de seguridad casi a la misma altura del pelirrojo, sin embargo algo le hizo detenerse.- ¿Eh? que no eso se lo había dicho a Akaai. -murmuro para si.-

-¿Dijiste algo? -volteo a ver al de piel blanca al darse cuenta que se había quedado atrás.-

-No, nada, solo recordé algo.-contesto con un tono neutro y retomando su camino.-

-¿Qué cosa? Claro si se puede saber. -de igual manera comenzó a caminar, sin embargo sus palabras sonaban más a una orden que a una pregunta.-

-Bien –mirando el atardecer que daba cierto toque anaranjado a los pétalos de cerezo que caían con el viento.- solo estaba pensando en que mis amigos y yo aún no hemos tenido un hanami y la estación esta apunto de terminar. -finalizo regresando su vista al camino, con un gesto neutral en aquel hermoso rostro.-

-Es cierto, yo tampoco he tenido un hanami, -volteo ligeramente y sonrió de manera seductora.-

-sintió un leve cosquilleo recorrer su espalda cuando sus celestes orbes se posaron en aquello de color dorado, sintió un leve palpitar en su pecho y simplemente desvió la vista con un leve sonrojo pintando sus mejillas.- De... debería hacerlo pronto, la estación esta apunto de llegar a su fin.-

-Si, tienes razón, quizás lo haga aunque supongo que eso le correspondería al otro tipo.-aquello ultimo lo dijo como un murmullo desapareciendo al retomar el camino frente a él.-

-¿...?

La conversación termino ahí dejando un silencio lleno de interés por parte del celeste, el aleteo de los pájaros y el murmullo del cálido aire cambio un poco la atmosfera, pues distrajo su mente al posar su vista en aquel hermoso paisaje que el parque frente a él mostraba, y así envueltos en este sentimiento llegaron a aquella cafetería.

Al pasar por aquella hermosa puerta de madera con detalles de flores talladas el sonido de una pequeña campana anuncio su llegada, el celeste fue el primero en entrar seguido del pelirrojo el cual tomo la posición a su lado rodeándole la cintura con el brazo; un caballero vestido de traje como un mayordomo los recibió y los guío hasta su mesa. Las paredes eran de un tono vino pintaba las paredes mientras que todos los muebles en las mismas, así como las sillas y mesas eran de madera color chocolate haciendo una combinación perfecta, la luz tenue que daba un aire intimo al lugar, ese día las mesas estaban bellamente arregladas con un pequeño arreglo floral de lirios blanco con pequeñas flores violetas, las tazas blancas con una servilleta del mismo tono en forma de rosa eran simplemente el toque final. Se sentaron con tranquilidad, ninguno de los dos llevaba prisa, aquel hombre que les guío a aquella mesa les dio un menú con detalles negros.

-Ya veo porque te gusta este lugar Tetsuya. -admitió con un tono de elogio en su voz.-

-Oh, me parece que en verdad dudabas de mi Seijurou-san, en realidad me gusta mucho la atmosfera y el ambiente que hay en este lugar, siempre me gusta leer un buen libro en un lugar tranquilo como esto. -concluyo, intentando disimular la verdadera razón de estar en ese lugar, pero una voz se llevo su tranquilidad.-

-Kuroko-sama, que sorpresa el verlo aquí un sábado, ¿le traigo lo de siempre?

Volteo a ver al mesero que le sonreía amistosamente, siendo cliente frecuente conocía a algunas personas del staff, sin embargo no esperaba que de todas las personas él le atendiera, pues le había atendido tantas veces que ya ni siquiera ordenaba, sintió una ligera punzada en pecho y al voltear a ver a su acompañante esa tarde pudo notar que en aquellos ojos dorados había algunos reflejos rojos, además de que an que en su cara había rastros de una ligera sonrisa el aura alrededor de él era todo lo contrario, así que se apresuro a contestar.

-Hola Ogiwara-kun, en esta ocasión vengo a recomendar este lugar a un... amigo mío. -haciendo una discreta seña.-

-De ser así -recupero su postura y con un tono profesional comenzó.- ¿Qué les puedo servir en esta ocasión?

-Bueno, yo dejare que elijas Tetsuya, siendo el que conoce me gustaría que ordenaras por mi.- una sonrisa algo maliciosa afloro en aquel bello rostro.-

-Pero... pero yo no conozco sus gustos, no sabría.. -algo preocupado.-

-No te preocupes si eres tú el que lo escoge definitivamente me gustara.- clavo aquellos orbes dorados en los celestes dando una orden silenciosa.-

Respiro profundamente, por alguna razón no quería defraudar las expectativas que esa persona tenía sobre él.

-Perdona Ogiwara-kun nos darías un momento para ordenar. -cerrando los ojos y concentrándose.-

-una discreta sonrisa adorno la cara de aquel castaño mesero. -Por supuesto. -hizo un reverencia y se retiro.-

Comenzó a analizar a Seijurou desde aquel primer encuentro en el parque, ciertamente no parecía una persona que comiese cosas dulces, en su cara se podía ver que el prefería el café negro, su porte era tan elegante que era probable viniera de buena familia o que por lo menos no hubiese tenido alguna dificultad económica, su comportamiento y manera correcta de hablar decía que había tenido una educación algo estricta, cuando estaba paseando a su perro llevaba ropa casual así que era probable que no le gustasen los deportes al aire libre pero al verlo atentamente se podía ver tenía una excelente condición física por lo que podía asumir que en realidad gustaba de cuidar su cuerpo, algún deporte o simplemente se ejercitaba, sus manos decían que nunca había hecho algún trabajo físico o pesado, estaban muy bien cuidadas y hasta podría jurar que tenía hecha la manicura, su personalidad parecía ser algo solitaria pero también muy demandante al punto de prácticamente mandar, al parecer también le atraían los lugares tranquilos, poniendo todo eso junto pudo saber que pedir, aunque rogaba que su elección fuese la correcta.

-Ogiwara-kun.-hizo un pequeño gesto alzando la mano para llamar a aquel amable mesero.-

-acercándose a la mesa.- ¿Ya están listos para ordenar?

-Si, -mirándolo de manera decidida.- por favor tráenos una maltada de vainilla grande y un café negro, para comer 2 rebanadas de pastel de chiffon una de vainilla y otra de chocolate por favor.

-Por supuesto, en un momento se lo traigo.-alejándose.-

El pelirrojo simplemente no podía dejar de preguntarse el porque de las elecciones del celeste, además de que se preguntaba si realmente la comida de ahí era tan buena como el local aparentaba, soltó un leve suspiro y escondió una sonrisa retorcida tras sus manos, debía admitir que todo esto le era divertido, después de algunos minutos en total silencio su pedido había llegado a su mesa, primero acomodaron las bebidas, una malteada de vainilla acompañada de unas pequeñas galletas y para él una taza de café que realmente olía bien, lo siguiente fueron las rebanadas de pastel mientras que la de Tetsuya mostraba un evidente pan esponjoso únicamente cubierto por uno fina capa de lo que parecía ser azúcar glas, así como algunas fresas sobre crema batida, el suyo de un color café obscuro estaba bañando en una salsa de lo que parecían frutos rojos eran muy apetecibles a los ojos, al darle primer bocado se dio cuenta que no solo se veía bien si no que su sabor era el mejor, quizás podría traer a su amigo Murasakibara, a aquel gigante si que le gustaban los dulces y pasteles, si que le gustaría... pensándolo bien no, ese lugar sería suyo y de Tetsuya solamente, sonrió al imaginarse aquella escena y pudo escuchar un sonoro suspiro.-

-dejando salir el aire de su pecho.- Me alegra que te haya gustado, en realidad no estaba muy seguro de que escoger.-

-intrigado.- ¿Cómo sabes que me ha gustado?

-Bueno es solo que sonreíste. -aclaro con voz neutra concentrándose en su propio pastel.-

Eso lo tomo por sorpresa pues siempre procuraba guardar sus expresiones, sobre todo si estas delataban sus pensamientos pero al parecer había bajado la guardia y para él que siempre tenia la guardia en alto eso le era realmente refrescante.

- Ahora que hemos comprobado tus buenos gustos Tetsuya que te parece si nos comenzamos a conocer.-una pequeña sonrisa se poso en sus labios y con una chispa de diversión en su rostro comenzó.-

-¿Y como podríamos hacer eso Seijurou-san? -puso cierto ahínco en aquel "san" como si fuese una advertencia, sin embargo esta fue olímpicamente ignorada.-

-Bien que te parece con preguntas sobre nuestros gustos, pasatiempos, etc. -decía mientras agregaba una cucharada de azúcar a su café.-

-atragantándose- ¿Eh?

-Me alegra que estés de acuerdo, empiezo yo veamos.. -tomo un sorbo de su café.-¿qué tipo de música te gusta?

-un tanto confuso respondía. -No tengo un genero favorito, se puede decir que me gusta la música tranquila y relajante, aunque... aunque últimamente me ha llamado la atención el jazz.

-tomo un pequeño sorbo de café para después comer un pedazo de su delicioso pastel. -Interesante, en realidad te puedo imaginar leyendo un libro mientras escuchas música instrumental, pero lo del jazz es algo que no me hubiese imaginado. -dijo algo sorprendido.-

-Bueno lamento no aparentarlo. -sabía que su cara y manera de actuar no expresaban mucho y tal vez eso no reflejaba sus gustos en cuanto a música, pero escucharlo de aquella persona de alguna manera le molestaba.- Y usted Seijurou –san ¿qué tipo de música le gusta? -vio fijamente al pelirrojo y se aventuro a decir.- Aunque usted parece del tipo de personas que escucha música clásica. -una vez dichas estas palabras tomo un gran sorbo de su malteada de vainilla.-

-Muy bien Tetsuya –respondió en un tono algo escalofriante mientras una sonrisa adornaba su rostro. -es cierto, escucho música clásica, me gusta la opera puede representar tantas cosas y sentimientos, pero tampoco suelo encasillarme en un solo genero, suelo escuchar de todo tipo. -dejo su taza en el plato mientras acomodaba ambos brazos sobre la mesa y recargando sus cabeza en las manos mirando fijamente a aquel que estaba frente a él.- Dime Ttesuya, ¿que tipo de persona te gusta?

-¿En.... en qué sentido? -su voz temblaba debido a aquella intensa mirada.-

-Si, que cualidades son las que te atraen de una persona. -insistió.-

-Creo que una de ellas serían la tranquilidad, así como tener gustos en común pero puntos de vista diferentes, aunque quizás eso suene muy contradictorio. -cerro los ojos pues sabía que muchas personas no comprendían a lo que se refería cuando decía cosas así y comió un trozo más de pastel.-

-Te entiendo.

-aquellas palabras la hicieron levantar la vista. -¿Disculpa?

-Comprendo lo que quieres decir, es decir creo personalmente que sería algo realmente aburrido estar con alguien que piense igual que tú, es por eso que me atraen las personas interesantes... como tú.

-aquellas palabras dichas con tanta seguridad causaron que un gran latido sonara en su pecho, algo que no había sentido en mucho tiempo.- ¡¿Eh?! Yo Seijuro-san..

-rinng,ring ring. Ring ring ring.-

El sonido de un celular simplemente corto aquella atmosfera que se había formado entre esos dos, mientras que el celeste respiraba con más tranquilidad el pelirrojo no podía evitar mirar con cierto rencor a aquel aparato molesto en aquellas blancas manos.

-Discúlpame, debo contestar. -respondiendo el celular.-

-Adelante. -respondió en un tono tranquilo mientras hacía un ademan con la mano y maldecía aquellos modales aprendidos desde pequeño.

-Llamada telefónica.-

-Bueno, Amine-kun ¿Qué pasa?

-Oie Tetsu ¿en donde estas? ¿Por qué no estas en tu casa? Ya tiene rato que termino tu turno.

-Salí....salí con alguien .-dijo en tono nervioso.- Pero eso no responde a mi pregunta ¿qué paso Aomine-kun? ¿Por qué estas en mi casa?

-¡Oh! La encontré, estoy entrando en tu casa, apresúrate hay algo d lo que necesito hablarte. -aquello ultimo lo dijo en un tono serio, para después terminar la llamada.-

-Espera, Aomine-kun... Aomine-kun.. -preocupado.-

-Fin de la llamada.-

Su cara de poker se convirtió en una de preocupación, se paro del asiento y con algo de prisa se despidió.

-Lo lamento Seijurou-san, surgió algo inesperado me tengo que ir. -tomo sus cosas y saco su cartera.-

-No te preocupes yo me encargo de la cuenta, además fui yo quien te invito. --se puso de pies y se dirigió a la caja para pagar.-

-Pero.. -algo inseguro.-

-Apresúrate, espero que tu asunto se resuelva pronto, así podremos terminar nuestra conversación. -dijo en un tono algo pícaro.-

-un tono rojo pinto sus mejillas y haciendo una ligera reverencia agradeció.- Gracias, disculpa por los inconvenientes lo compensare la próxima vez. -y se retiro del lugar.-

Se retiro d aquel lugar apresurado, debía llegar a su casa, no era raro que recibiera visitas sorpresas de sus amigos, pero el tono que había usado aquel quien era uno de sus mejores amigos le había preocupado, algo andaba mal y necesitaba saber que era, tomo un taxi para llegar más rápido a su casa, al entrar pudo observar la sala en completa obscuridad, sin embargo ruidos venían de la cocina, así que supo a donde dirigirse.

-¿Aomine-kun? -se acerco cauteloso, mientras veía un bulto salir de su refrigerador y escuchaba ligeros sollozos.-

-Tetsu, él me engaña...-volteando a ver al pequeño mientras gruesas lagrimas resbalaban por su mejilla.-

-¿A qué te refieres Aomine-kun?

-Kagami ¡Kagami me engaña! -termino por decir cayendo al suelo.-

-No, no puedo creerlo –sus ojos se abrieron de sobre manera, sencillamente no podía imaginárselo.-

-¡Te digo que si, yo lo vi! -lagrimas de rabia y tristeza se deslizaban por las mejillas de aquel moreno.-

-¿Pero cómo? -cuestión aun con sorpresa-

-Desde hace algunos días había estado actuando extraño, al punto de que simplemente no pude ignorarlo .-tranquilizándose un poco.- hace tres días me dijo que le tocaba guardia y que no iba a regresar a casa esa noche, pero me di cuenta de que había dejado su cambio de ropa por lo que lo fui a dejar, pero cuando llegue me dijeron que no estaba ahí y que había pedido unos días libres.-

-escuchando atentamente la historia, sin decir ni una palabra.-

-Eso me sorprendió por lo que decidí tomar unos días libres, le dije que tendría que quedarme de guardia por lo que no lo podría ver y él respondió que no me preocupara que pasaría a la casa solo por un cambio de ropa y regresaría a la estación que había ocurrido una emergencia, -dirigió ambas manos a su cabeza apara aferrarse a sus azules mechones.- yo sabía que era mentira, pregunte en la estación y me dijeron que había pedido la semana libre ¿sabes lo que eso significa Tetsu? ¡El maldito me ha estado engañando todo este tiempo!

-Tranquilo Aimine-kun, seguro que hay una explicación para todo eso.- se inclino a la altura del moreno para poder abrazarlo.-

-¡No... No es que no en tiendes! ¡Yo... yo lo vi! ¡Lo vi! -se aferro al delgado cuerpo que le brindaba apoyo en ese momento.-¡Se estaba besando con una rubia voluptuosa!

-¿De que hablas? -volteo a ver al moreno confundido.-

-Ayer lo seguí, me quede vigilando la casa, lo vi entrar para después salir con una maleta en la mano así que lo seguí, fue a un centro comercial y lo vi encontrarse con una rubia alta realmente voluptuosa... -se soltó de aquel cálido abrazo y mirando al techo mientras gruesas lagrimas aun caían por sus mejillas continuo.- se abrazaron de una manera que simplemente jamás había visto y fue entonces que simplemente se besaron.... -bajo la mirada y con ojos llenos de dolor reafirmo. -¡Se besaron!

Lo único que el pequeño pudo hacer fue abrazar al moreno e intentar tranquilizarlo, sabía que no llevaban mucho tiempo juntos pero era claro que se amaban de mucho tiempo atrás, quizás fue desde su primer enfrentamiento de basket, sinceramente él no podía creer lo que su amigo le estaba diciendo, en su mente no cabía la idea de Kagami engañándole, pero tampoco dudaba de las palabras del moreno, mucho menos del dolor que se reflejaba en su rostro una vez logro calmarlo pidieron comida pues ninguno de los dos tenía muchas ganas de preparar comida, así mientras esperaban a que llegara el repartidor Aomine se dedicaba

a escoger la música ya que estaba decidido a no regresar a su apartamento, no por lo menos esa noche. Se había hecho noche y ya casi era hora de que llegara la comida así que cuando el celeste escucho el sonar del timbre fue a abrir la puerta sin dudarlo, cual fue su sorpresa al encontrar a un desesperado pelirrojo en la puerta de su casa.

-Kuroko... -apoyo sus manos en el marco de la puerta mientras jadeaba signo de su cansancio.- ¿Tú sabes donde esta Aomine verdad?

Notas finales:

Espero lo hayan disfrutado y aviso que el prox capitulo sera subido eldía de mañana, así como despúes del 4 capitulo veremosmás interacción entre la pareja principal, no desesperen.


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