Invitación.
Su oficina le encantaba, siempre estaba ordenada y en silencio, era simplemente perfecta sin embargo en ese momento era un total caos, para poder tener algunos días libres esa semana movió muchos de sus compromisos a ese domingo y desde las 9 de la mañana había estado en reuniones, mientras él hacia eso su nuevo secretario personal y su tío Reo Mibuchi se encargaron de la mayor cantidad de papeleo posible, suspiro cansado miro el reloj de su muñeca eran las 4 de la tarde y si mal no recordaba tendría una reunión con el modelo Kise Ryota y su representante a las 4:30,realmente se sorprendió gratamente al saber que aquel modelo había accedido a cambiar el día y hora de su reunión con tan poca antelación.
-Clank.-
Se escucho el fuerte ruido de algo cayendo.
-¿Reo-san esta bien? -acudió a su auxilio un hombre de tragedia color gris con una camisa color lila claro y una corbata plateada que combinaba con su cabello y su blanca piel, su nombre Chihiro Mayzumi.-
-Chi-chan, estoy bien pero no creo que aquel adornó lo este. -recogió una bolas de cristal tintado que antes se encontraban en el librero de la pared rotas.-
-Reo-sama por favor no me llame de manera tan infantil, además la reunió esta próxima y hay que...
-Mayzumi...
Se escucho una demandante voz del otro lado de la oficina.
-se acercó al escritorio y al no poder ver los ojos de aquel que le ordenaba solo atino a preguntar -¿Se le ofrece algo?
-Si, ordena que traigan comida a la sala de juntas, no he comido nada desde las 10 de la mañana y esta reunión es una buena excusa, nos avisaran cuando tengan todo listo. -hizo un ademan con la mano mientras volteaba su silla a la ventana.
-No deberías tratarlo tan mal, ¿sabes? Harían una muy bonita pareja. -profirió en tono juguetón el azabache que aún de encontraba ah.-
-No bromees por favor, es un excelente trabajador y viene de una respetable familia pero no creo que sea para mi, además... -aquellas plantas no pudieron salir de su boca no porque no quisiera si no por la persona que las escucharía.-
-¿Además...? -alzo una ceja intrigado por el pelirrojo.-
-Además no necesito que me busques pareja, creo que soy muy capaz de encontrar a alguien yo solo. -declaro sin apartar su vista de aquel cielo azul que le recordaba a cierta persona.-
-Mmm ¿en cerio eso es todo?
-¿A qué te refieres?
-Bueno... es raro que tú de todas las personas quiera días libres..
Alguien tocando la puerta les hizo reaccionar.
-Adelante.
-abrió la puerta una mujer de no más de 30 años de cabello negro recogido en un cóleta alta. -Señor, los señores Kasamatsu Yukio y Kise Ryota acaban de llegar. -
-vio de nueva cuenta su reloj, eran las 4:25 –Llegaron puntuales, -sonrió de manera satisfactoria. -bien, hazlos pasar. -hizo una seña con la mano sin voltear la silla, quería disfrutar de aquel cielo azul lo más que pudiese.-
-Entendido señor, con su permiso. -hizo una reverencia y se retiro del lugar.-
-Mibuchi trae los papeles necesarios.
-No te preocupes, Chi-chan los tiene listos. -sonrió y con un ligero ademan le pidió al mencionado que se acercara.-
-Perfecto. -una amplia sonrisa adorno su rostro mientras que brillo adorno sus ojos.
-Tock Tock.-
-Adelante.
-Pasen por favor. -se escucho una voz femenina.-
-Gracias, permiso.
A la gran oficina entraron el azabache representante y el rubio modelo, quienes al entrar se encontraron con 3 personas dentro a una de ellas podía reconocerlo como Mibuchi Reo pues se habían encontrado alguna veces, el se encontraba parado a la derecha una gran silla que se encontraba en el centro frente a un gran escritorio, a la izquierda del mismo estaba un hombre delgado de tez pálida y cabello gris, si no ponías atención podrías pasarlo por alto pero debido a que ya estaban acostumbrado a la falta de presencia de Kuroko lo pudieron ubicar fácilmente, mientras tanto en el centro como una figura imponente aún sentado se encontraba de espaldas a ellos, ambos se acercaron al escritorio y antes de sentarse hizo una pequeña presentación.
-Buenas tardes, mi nombre es Kasamatsu Yukio, representante de Kise Ryota, es un gusto estar aquí. -hizo una rápida reverencia mientras saca una tarjeta de presentación.
-Mucho gusto, yo soy Kise Ryota, estaré a su cuidado. -también hizo una rápida reverencia, mientras les dirigía una flamante sonrisa.-
-volteo su silla y mientras mostraba una sonrisa de negocios comenzó a decir-Mucho gusto, es un placer tenerlos aquí a pesar del poco tiempo de antelación, tomen asiento por favor, mi nombre es...
-Mibuchi Reo, en un placer volverlos a ver. -sonó una voz ya conocida para aquellos dos, que se les acerco.-
-El placer es nuestro señor, -estiro su mano al azabache.- tanto Kise como yo estamos complacidos de estar aquí. -le dedico una sonrisa de negocios a aquel hombre.-
-Vamos Yukio-chan no seas tan formal, nosotros estamos felices de que hayan aceptado este cambio de planes de ultimo momento, Ryo-chan se que acabas de llegar de una sesión fuera de Tokio espero que esto no te suponga un inconveniente. -finalizo en un tono algo preocupado.-
-No se preocupe Mibuchi-san, tuve la oportunidad de descansar con uno de mis amigos. -una sonrisa angelical adorno su rostro al recordar su mañana.- Pude reponer energías.
Kasamatsu al ver la expresión de su novio no pudo evitar sonreír pues el también apreciaba esos días en donde podían convivir con el celeste.
-sonrojándose. -Me alegra mucho oír eso. -se pego levemente en su cabeza con su mano.- Pero que despistado soy permítanme presentarles al secretario personal de nuestro presidente Chihiro Mayzumi. -señalo al hombre parado a la izquierda, aquel de presencia débil. - puede que no lo hayan notado...
-No se preocupe lo vimos al entrar. -aclaro el azabache.-
-¡Oh! Si ese es el caso permítanme presentarles a nuestro presidente, el...
-interrumpiéndolo con una expresión algo molesta.- El cual se puede presentar solo, gracias Mibuchi, bien primero que nada por favor tomen asiento. -señalo dos sillones frente al escritorio.-
-Gracias. -al unísono, mientras tomaban asiento.-
-Como iba diciendo, es un placer tenerlos aquí me alegra conocerte en persona Kise Ryota, es bueno que aquel rumor que escuchamos sea verdad.
-¿A qué se refiere? -pregunto un Kasamatsu algo serio.-
-Siempre se ha dicho que el famoso modelo Kise Ryota puede iluminar cualquier habitación y alegrar cualquier corazón con su sonrisa, -sonrió de manera algo tranquilizadora.-
-Es un honor escuchar esas palabras.-sonrió un poco ruborizado el modelo.-
-Dicho esto me presentare, es un gusto conocerlos mi nombre es Akashi...
-ring ring-
-un tanto molesto. -Chihiro ¿qué pasa?
-Akashi-sama me están informando que la sala de juntas ya esta preparada.-
-Perfecto, señores -poniéndose de pie dirigiéndose a la puerta. - espero que no les moleste he ordenado algo para que comamos en la sala de juntas.
-No hay problema, de hecho desayunamos temprano, ¿no es así Kise? -siguiendo al pelirrojo.-
-Cierto Kasamatsu-san –imitando al azabache.-
Todos los ahí presentes se dirigieron a la sala de junta la en donde se encontraban varios platillos servidos al igual que bebidas, Akashi tomo asiento en uno de los lados de aquella mesa ovalada, Mibuchi. a su derecha y Mayzumi a la izquierda, tanto Kise como Kasamatsu se sentaron frente a ellos.
-No se contengan y sirvanse por favor. -extendió la mano señalando los diversos platos que se encontraban frente a ellos.-
-Te luciste Aka-chan. -los ojos del azabache de cabello largo brillaron, no lo había notado pero en realidad tenía hambre.-
Mientras tanto el secretario personal de cabello platinado a pesar de tener una cara inexpresiva podía verse aquel brillo en sus ojos pues en realidad el tampoco había comido nada.
En la mesa se encontraban varios platos de salmón cocinados de manera diferente, ensaladas, atún, algunas frutas picadas y carne azada, en cuanto a las bebidas se podían ver diferentes tipos de jugos, refrescos, también había una máquina para hacer cafés y diferentes tipos de tes.
-Yo escogeré esto. -el más alto de todos agarro un plato de salmón cocinado a las finas hierbas acompañado con ensalada de espinaca con ajonjolí tostado y aceite de oliva.-
-Si me permiten. -el pelo plata tomo lo que parecía ser un sándwich de pavo y jugo de naranja.-
-Adelante por favor, escojan lo que gusten. -invito con una sonrisa amable a los invitados.-
-Muchas gracias. -el azabache tomo un plato de filete y acompañado de una ensalada de lechuga betabel y zanahoria.-
-Le agradezco Akashi-sama. -sonrió el rubio ya que en realidad estaba un poco hambriento, tomo un vaso con jugo de naranja y un plato de salmón cocinado a la mantequilla en una cama de lechuga. -
-Me alegra que mis elecciones hayan sido acertadas y permítanme decirles que es un placer que hayan aceptado hacer esta campaña. -comenzó a comer un emparedado de pechuga de pollo y un jugo de frutos rojos.-
-Es un placer para nosotros que nos hayan considerado para tan importante proyecto. -atino a decir el azabache.-
-Además de que me siento honrado se que soy el primer modelo masculino en ser la imagen principal de la empresa. -regalo una sonrisa radiante a los presentes.-
-Así es, a pesar de ser un movimiento arriesgado tengo total confianza en que cumplirás con nuestras expectativas.- miro fijamente a aquellos dos con una amable sonrisa en el rostro.-
A pesar de que aquel pelirrojo les sonreía de manera amable sus ojos reflejaban la seriedad que se le atribuía a aquel joven presidente del conglomerado más importante del país.
-Eso espero. -término por decir el rubio de manera nerviosa mientras tomaba un poco de agua mineral.-
-Una vez terminada la comida Mibuchi traerá el contrato para poder firmarlo, si algo no les parece podemos discutirlo.
-Por supuesto, no creo que haya problema con los términos acordados. -miro fijamente el azabache al pelirrojo el cual no se inmuto.-
-Solo tengo una pregunta...
Todos miraron al rubio modelo quien había hablado con un tono algo serio.
-Tengo entendido que una vez firmado el contrato empezaremos a trabajar dos días después de la firma ¿es eso correcto?
-miro dudoso al modelo. -Así es ¿hay algún problema con eso?
-Bien ya que la firma del contrato estaba programada para el miércoles no había ningún problema,
Kasamatsu miro a su novio, sabía a donde iban las cosas, él también se había dado cuenta de este detalle y estaba planeando el negociar esta parte pero al parecer aquel rubio idiota de le había adelantado, sonrió para si, amaba a su idiota novio.
-Continúa por favor. -hizo un ademan con la mano con el que le indicaba a proseguir.-
-Bien, me gustaría que la fecha del inicio del trabajo sea el mismo que antes.
-¿Quieres decir que para el sábado?
-Así es, tengo un compromiso importante con unos amigos. -término por decir de la manera más seria posible.-
-¿Y qué pasaría si te dijera que no? -dejo sus alimentos y vio de manera retadora al rubio modelo.-
Tanto el azabache como el rubio quedaron un tanto desubicados por es reacción sin embargo cuando el modelo volteo a ver a su representante la respuesta apareció, amaba a su novio, en verdad amaba a Kasamatsu Yukio.
Nuevamente una sonrisa apareció en su hermoso rostro y viendo a los ojos de aquel pelirrojo sin ninguna duda en su voz contesto.
-De ser así lamento rechazar su oferta de trabajo, si lo ve de una manera positiva es una suerte que no hayamos firmado el contrato aún.
Yukio sonrió, en realidad esa era una campaña muy importante y no querría perder esta gran oportunidad pero eso no significaba que no podrían conseguir otras campañas o trabajos después de todo Kise es popular no solo por su apariencia si no también por su personalidad, sabía muy bien que para su rubio la amistad era algo primordial en su vida y según lo que había dicho Kuroko el hanami del viernes iba a ser un evento realmente importante, si había pedido la ayuda del rubio para organizarlo también sería un evento a gran escala además de que le había prometido ese día libre y si por cumplir aquella promesa debían perder ese contrato que así fuera.
Mientras tanto los otros 3 ahí presentes estaban atónitos, aquel semblante radiante y tranquilo del modelo se había vuelto en uno realmente sería, esperaban que su representante dijera algo pero este solo lo veía casi con orgullo por las palabras dichas. La cara de Mayzumi la cual era casi inexpresiva mostró gran sorpresa mientras que la boca de Mibuchi casi se desencajaba por lo mismo, el vicepresidente se fijó en la reacción de su presidente la cual rogaba que fuera tranquila y no mostrara aquella faceta suya sin embargo lo que ocurrió lo sorprendió aún más.
-Ja... pfff jajaja, perdón... -dijo recuperando un poco la compostura.- Lo lamento es solo que esa respuesta no la esperaba, normalmente cualquiera en tu situación dejaría ese compromiso de lado, esos amigos si que deben ser importantes para ti. -sonrió de manera amable.-
-Lo son, o mejor dicho lo es, la amistad es lo más importante en mi vida después de mi amante. -dirigió una mirada casi imperceptible a su pareja.-
-Es bueno escucharlo, espero que tus amigos te pareciendo tanto como tu. -subido su mirada como pensando en alguien en especial.-
-Lo hacen, sobre todo uno, de hecho su secretario me recuerda un poco a mi amigo, ¿no lo crees Kasamatsu-san? -volteo aver a sumo vio con estrellas en los ojos.-
-Si, de hecho pensé en ello en cuanto lo vi. -recordó al pequeño celeste.-
-Mmm es interesante espero poder conecta a ese tan importante amigo, sobre lo otro no debería haber ningún problema, además fuimos nosotros quienes cambiamos la fecha de la firma. -con la mano hizo una discreta seña a su vicepresidente.-
Después de aquella amena charla se firmó el contrato, tanto el rubio, su representante y el pelirrojo estaban satisfechos con lo logrado, ciertamente Mibuchi se sentía algo sorprendido por la buena disposición de su presidente pero eso era buena señal, quizás podría llevar acabo si plan después de todo.
Llego la noche y con ella un cansado celeste que al llegar a su casa lo único que quería era dormir, al día siguiente le tocaban los preparativo y se rumoraba que en alguno de esos días el mismísimo presidente de la empresa a la cual pertenecía aquel Kinder aparecería para hacer una inspección, eso solamente le sumaba estrés a su mente, de un momento a otro en la mente del celeste apareció la imagen de unos ojos escarlatas, se sorprendió de sus propios pensamientos, se metería a bañar para después ir a la cama lo que necesitaba era dormir.
La semana paso y así llego el miércoles, como siempre había escapado en la hora de la siesta de aquellos pequeños demonios a los cuales amaba con todo su corazón. Suspiro por enésima vez en el día, para su "desgracia" no se había encontrado con ninguno de aquellos pelirrojos y de alguna manera eso le extrañaba, comenzó a acomodar unos libros que se encontraban fuera de su estante mientras en su mente pensaba en todo aquello que Kise le había dicho que faltaba para el Hanami, él se encargaría de preparar parte de la comida y aún debía avisarle a Takao, al parecer su rubio amigo se había encargado de llamar al hermano de Kagami quien al parecer llevaría a su pareja, su amigo el tigre había invitado a su madre adoptiva mientras que el moreno invitaría a su amiga de la infancia y a su ex capitán del equipo de basket junto a uno de sus colegas, sería mucha gente después de todo no todos los días anuncias tu compromiso ¿o si? Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro recordando aquella escena, quizás el optimismo de su amigo le estaba afectando ya que al parecer su querido novio tsundere era adorable y lo invitaría al hanami para poder presentarlo a todos, si estaba realmente emocionado, tan centrado estaba que no se dio cuenta de que alguien le observaba.
-Me pregunto que libro es el que te tiene tan feliz. -se acercó por la espalda causando un leve brinco por parte del celeste.-
-Le agradecería que no haga eso Akashi-san, no es bueno para el corazón de las personas. -volteo casi con un imperceptible brillo en aquellos ojos celeste.
-le sorprendió que aquel celeste le haya reconocido sin antes voltear a verle, intento ocultar su sorpresa sin embargo en su rostro una sonrisa de sincera felicidad apareció. -Lo hubiera hecho, pero quería darte una sorpresa además estabas realmente distraído. -se recargo sobre el estante donde el celeste acomodaba libros.-
-Decir eso es un tanto grosero de su parte Akashi-san no estaba distraído, solamente pensaba en otras cosas. -miro momentáneamente al pelirrojo para después evocarse a su trabajo.-
-Je, me parece que eso es estar distraído pero dime te gustaría salir conmigo a tomar un café, creo que me podrías recomendar buenos libros para poder distraerme. .le dirigió una linda sonrisa.-
-al escuchar aquella invitación soltó el libro que sostenía en su mano, por un instante su cara se lleno de sorpresa pero rápidamente se recompuso. -Me encantaría, sin embargo no puedo hoy tengo el ultimo turno por lo que cerrare la tienda, además... tengo que pasar al supermercado necesito comprar algunas cosas. -lo ultimo fue dicho casi en un murmullo.-
-Mmm, si ese es el caso seguro habrá otra oportunidad, por cierto hay algún libro que me recomiendes para pasar el rato. -sonrió de manera traviesa mientras tomaba un libro al azar.-
-Bien ¿qué será bueno recomendarle? Señor curioso.
Después de aquello el celeste y el pelirrojo tuvieron una amena charla mientras el primero trabajaba, Kuroko quedo un tanto sorprendido de que tenían muchas cosas en común, además de que era realmente cómodo hablar con aquella persona, mientras ellos hablaban y el celeste acomodaba dieron las 7 de la noche, Akashi se retiro de la tienda con un par de libros nuevos recomendaciones de su celeste, así tendrían algo más de que hablar cuando se volvieran a ver. La librería cerraba a las 8:30 PM sin embargo el salía a las 9:00 PM mientras cerraba la puerta de la librería y se despedía de algunos compañeros e trabajo en su mente hacía una lista sobre lo que debería comprar para preparar toda la comida, si bien iba a recibir ayuda de Kagami-kun con algunas cosas aún le hacían falta algunos ingredientes.
-¿Y bien a donde vamos?
-aquella voz lo asusto he hizo que diera un pequeño salto, sin embargo cuando reconoció quien le llamaba su cara de poker apareció. -Akashi-san algún día me matara de un infarto.
-Pues aunque no lo creas no parece ser verdad. -algo en asustar al pequeño le hacía divertirse y eso era por lo que lo hacía, sin embargo eso es algo que nunca admitiría en voz alta. -¿Entonces a donde vamos?
-Bueno yo me dirijo la súper mercado ¿y usted? -pregunto aun sin comprender.-
-Al parecer también al súper mercado. -comenzó a caminar a lado del celeste mientras este sonreía disimuladamente.-
En el camino al súper mercado ambos mantuvieron un silencio cómodo durante el camino, algunas veces preguntaban cosas sinsentido, otras simplemente hablaban del clima, sin embargo la mayor parte del tiempo caminaron en un silencio rodeados de tanta paz que ninguno la quería interrumpir.
Al llegar a su destino fue el pelirrojo quien tomo el carrito de las compras, de alguna manera estaba emocionado pues había sido mucho tiempo desde que hacia algo parecido a aquello, en ese momento se sentía feliz al poder estar a lado de ese cielo, cuando lo veía sabía que había sido buena idea el adelantar todo ese trabajo y aquellas reuniones para poder pasar tiempo con él, mientras tanto el celeste se sentía sumamente nervioso por estar en aquella situación, podía sentir las miradas de la mayoría de los clientes, hasta podía jurar que estaban murmurando sobre ellos mientras eran señalado, quizás él no era suficiente para estar junto a aquel apuesto pelirrojo, solo ese pensamiento le hizo deprimirse.
-Bien Kuroko tú guías. -volteo a ver a aquel que se había quedado callado.-
-¿¡Eh!?...Si -aquello lo saco de aquellos deprimentes pensamientos.- Bien primero iremos por las verduras. -comenzó caminar en esa dirección.-
-siguió al celeste muy de cerca. -¿Sabes? Hacía mucho tiempo que no hacia tiempo algo así.
-¿En cerio? -dijo algo extrañado sin mostrarlo.- ¿Entonces quien hace tus compras?
-Bueno, debido a mi trabajo alguien más hace las compras por mi. -si bien eso no era exactamente la verdad tampoco era una mentira.-
-Que interesante, -tomo un par de lechugas y las puso en el carro.- ahora iremos por pollo.-
-Kuroko-kun ¿estas enojado? -pregunto siguiendo al celeste algo incrédulo.-
-sorprendido y casi sonrojado. -¿¡De que hablas!? Yo no...¿celoso?
-reprimió una risa. -Yo nunca dije "celoso"
-poniéndose rojo. -Por so estaba diciendo que no. -apresurándose a llegar a su destino.-
-Es bueno saberlo, -sonrió casi victorioso, aquel muchacho no le era indiferente y por alguna razón eso lo hacía muy feliz. -Por cierto ¿para qué compras tanto pollo?
-Bueno, unos amigos organizaron un hanami para el viernes y voy a ayudar con la comida y otras cosas. -respondió sin dejar de meter paquetes de pollo al carrito.-
-Imagino que serán muchísimas personas la que irán.-viendo el pollo.-
-No tantas, pero... -mirando de igual manera el pollo que llevaba. -digamos que algunos de mis amigos comen mucho.
-Ya veo ¿Qué más necesitas? -pregunto mientras avanzaba.-
-Veamos, Aomine-kun llevara las bebidas junto con sus compañeros de trabajo, Sakurai-kun dijo que llevaría las bolas de arroz, Kagami-kun hará el sushi y el pescado, me parece que Takao-kun llevaría el cerdo al jengibre, Himuro-kun llevaría el postre junto con algo de sake, Kise-kun llevaría el huevo frito y algunas bebidas, me parece que solo me faltaría la harina y la leche para preparar el pollo frito, quizás debería acompañarlo de zanahorias ¿que opinas? -volteo a ver al pelirrojo.-
-Bien creo que las zanahorias le darían un mejor toque. -aquellas palabras salieron de su boca antes de que pudiera pensar siquiera, el había probado antes aquella comida sin embargo solo había sido una rápida probada.-
-Entonces esta decidido.
El más pequeño fue directo a la sección de las verduras de nueva cuenta Aakashi no pudo hacer otra cosa si no disfrutar de aquel momento, se sentía tan normal, tan feliz...
Al final de la noche aquel pelirrojo acompaño al celeste que para sorpresa de él no vivía tan lejos de aquel supermercado así que él simplemente lo acompaño con la excusa de ayudarlo con las compras, su camino fue casi como el que habían tenido hacia el supermercado, los envolvía una atmosfera que solo era de ellos y una platica tan amena que parecía nunca terminar o mejor dicho, que esperara jamás terminara, sin embargo todo lo bueno tiene su final ¿no es así?
-Muchas gracias por acompañarme Akashi-san –dejo las compras en el suelo, mientras abría la puerta quedo un momento quieto, al terminar de abrir la puerta solo dijo. -
¿Akashi-san le gustaría acompañarnos en el hanami?
-aquella pregunta descoloco por un momento al más alto de los dos, para después sonreír.-Claro, me encantaría Kuroko.
-un suspiro de alivio casi inaudible salió de su pecho. -Me alegra, después le mandare un mensaje con la dirección y hora. -mientras entraba a su casa.-
-soltó una leve risa para después decir. -Me parece que para eso primero necesitas saber mi numero ¿no lo crees?
-detuvo sus pasos con la cara totalmente roja. -Es cierto, -intento recuperar su compostura sin embargo un leve color rojo aun teñía sus mejillas.- Me lo podría dar –se acerco de nuevo al pelirrojo con el celular en la mano.-
-Muy bien Tetsuya.
Al escuchar su nombre pronunciado por aquellos labios y aquella voz sintió un escalofrió recorrer sus cuerpo y la imagen de cierta persona con ojos dorados vino a su mente, al alzar la vista lo único que pudo ver fue a un pelirrojo sonriente.
-Disculpa, creo que me emocione. -devolvió el celular a su dueño.- ya he guardo mi numero, me voy, esperare ansioso tu mensaje. -retirándose del lugar. -Nos veremos.
El celeste quedo simplemente impactado, no sabía cuando el pelirrojo había tomado su celular de sus manos, mucho menos cuando se lo había devuelto, solo podía sentir su corazón latir, tomo las bolsas de las compras y entro a su casa, había sido un día largo lleno de emociones y lo que más necesitaba en ese momento era descansar.
Por otro lado no muy lejos de ahí se podía ver a un pelirrojo en un carro siendo llevado por un chofer.
-Lamento haberte hecho esperar por tanto tiempo.
-No es ninguna molestia Akashi-sama.
-Creo que yo llevo ventaja. -mientras sostenía su celular en la mano, cerro sus ojos y comenzo a relajarse.-
-Por ahora... -se escucho una voz.-