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Amor Paralelo... por yue_kori

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Notas del capitulo:

Lamento la tardanza pero auí por fin esta el capitulo nuevo, espero lo disfruten.

 

Hanami. 

El tiempo había pasado y por fin era el día de el tan esperado hanami, la cita era en la tarde alrededor de las 5 pm, ese día se había levantado temprano para poder terminar de preparar todos lo que le faltaba, si bien no era tan buen cocinero como Kagam-kun, el mismo pelirrojo le había enseñado a hacer platillos sencillos, por ejemplo el karage (pollo frito), curry, entre otros, si bien no era complicado hacer el karage la cantidad que iba a cocinar iba a ser algo que jamás había hecho así que con el reloj marcando las 12 del día comenzó su labor. Al dar las 4 de la tarde había terminado, tanto el pollo frito como la ensalada ya estaba hecha y empacada, ahora lo que debía hacer era bañarse, alistarse para la ocasión y como tal tener la cámara lista, no se perdería por nada del mundo aquello, sin más se metió a la bañera. 

Ya esta prácticamente listo, Nigou tenía su correa puesta, varias cajas de almuerzo estaban listas para ser llevadas, la cámara tenía batería y cargaba una pila extra por si las dudas, su celular totalmente cargado y listo por cualquier inconveniente, también llevaba mantas extras para tender en el pasto, ahora bien ¿cómo llevaría todo aquello al parque? Si bien el parque no estaba tan lejos de su casa llevar cerca de 25 cajas de almuerzo y un perro no sería cosa sencilla, pensó en pedir ayuda a sus amigos sin embargo ellos también llevarían muchas cosas, vio el reloj que adornaba su muñeca, marcaba las 4:30, afortunadamente para él no tenía la preocupación de llegar temprano para apartar el lugar, al parecer Himuro-kun junto con su novio se habían ofrecido para ello, al parecer el novio del azabache tenía algunos asuntos o algo que comprar así que ellos reservarían el lugar en el parque, ahora volvía a su dilema ¿qué hacer?  

Un sonido lo saco de sus pensamientos. 

 -ring, ring, ring.- 

-tomo su celular y contesto sin verificar. -Bueno. -contesto con tono algo molesto.- 

 
-Creo que preguntarte como estas no es necesario ¿o si? -se escucho una voz algo juguetona.- 
 
-Akaai-san, lo lamento, es solo que.. 
 
-Necesitas ayuda ¿verdad? 
 
-por un momento se quedo sin palabras, aquello era una afirmación no una pregunta. -Bueno, para ser honesto así es. -soltó un sonoro suspiro.- ¿pero cómo es que lo supo? 
 
-Bueno eso fue fácil de suponer después de ver la cantidad de ingredientes que compraste antier. -sonrió mientras tocaba la puerta.- 
 
-Ding Dong.- 
 
-volteo a la puerta frente a el. -Espere un momento por favor Akaai-san alguien toca a la puerta. -abriendo la puerta.- 
 
-Puedo esperar pero... -colgando el teléfono. -creo que mejor te ayudo con eso y nos vamos ¿no? 
 
-su cara mostraba sorpresa, algo poco común en él, colgó el teléfono se recompuso y por fin hablo. -Akaai-san pero que... 
 
-Como te dije supuse que necesitarías ayuda con todo eso. -sonrió mientras recargado en el marco de la puerta señalaba con el mentón las cajas de obento.- 
 
-miro suspicazmente a aquel pelirrojo mientras meditaba su respuesta. - En efecto, pero ¿cómo piensa ayudarme?  
 
-Je. -aquella reacción no la esperaba. -me parece que tengo un auto que nos facilitaría transportar todo eso. -mientras pronunciaba aquellas palabras se fue acercando al celeste hasta quedar a escasos centímetros. -¿qué te parece si nos apuramos? -se alejó y comenzó a cargar algunas cajas de bento.- La puntualidad ante todo. 
 
Aquello no lo esperaba, su corazón estaba acelerado por aquel repentino acercamiento, cuando por fin reacciono pudo ver al pelirrojo salir de su casa con varias cajas cargando, rápidamente cargo unas cuantas también y lo siguió, al salir se percató de un carro negro estacionado el cual nunca había visto por los alrededores así que supuso que era del más alto. Escucho el clásico sonido de cuando se abre un auto, de manera elegante el de ojos escarlata abrió la cajuela de aquel auto metía las cajas, volteo a ver al de ojos color cielo y mientras sonreía dijo. 
 
-Volvamos por lo demás. 
 
El menor al ver aquella sonrisa no pudo evitar que en su pecho una cálida sensación se instalase y por un momento sintió su cara enrojecer, evito la intensa mirada de su acompañante y mientras dejaba las cajas de almuerzo en su respectivo lugar intentó recuperar su porte tranquilo. 
 
-Vamos... No podemos llegar tarde -aquello apenas se escucho, sin embargo para su acompañante fue perfectamente audible.- 
 
Cuando llegaron al parque eran cerca de las 5 de la tarde, necesitaba llamar a Himuro para poder saber en que parte estaban, o si en todo caso el debía apartar un lugar, saco su celular y marco. 
 
-Tuu, Tuu, Tuu.-  
 
-¿Si? 
 
-Buenas tardes Himuro-san, me preguntaba si ya habían llegado al parque. 
 
-Kuroko, -con voz animada.- Si, llegamos no hace mucho, estamos cerca del lago. 
 
-Entiendo, me alegra que hayan podido apartar ese lugar, será magnífico. -sonrio levemente.- 
 
-Lo sé, fue una suerte que... 
 
Repentino te se escucho una voz desconocida para el celeste del otro lado de la línea.  
 
-Ne~~ Murochinn ¿puedo comer un poco... 
 
-tut tut tut.- 
 
Separo el celular de su oído con un poco de confusión en sus ojos, sabía que el pelinegro llevaría a su pareja sin embargo aquella voz sonaba algo infantil, dirijo su vista al pelirrojo quien lo miraba atentamente. 
 
-¿Y bien tus amigos ya están aquí? -pregunto algo curioso.- 
 
-Si, están cerca del lago. -señalo hacia la dirección por donde debían ir.- no esta muy lejos así que creo que podemos llevar todo en un solo viaje.- 



Y así mientras el pelirrojo abría la cajuela y sacaba las cajas del almuerzo tomo la mochila que había preparado con las mantas y la cámara, entre otras cosas; la colgó en su hombro y quito la correa a su perro mientras le decía. 



-Nigo por favor no corras esta vez, por favor. 



-Wroof, wrooaf. -contesto el canino.- 



Después de aquello fue con el más alto y lo ayudo con las cajas. 



-Yo te sigo. -mirando al perro. -¿seguro que el perro no saldrá corriendo? -pregunto algo dudoso y con un toque gracioso en su voz.- 



-No, Nigou esta entrenado. -tomo las cajas que él llevaría y emprendió camino.- Por aquí. 



Ninguno de los dos hablo en todo el trayecto, las sakuras en flor eran un espectacular espectáculo sobre todo en aquel parque, por eso lo había escogido el celeste, miro a su lado para ver al pelirrojo caminando con un porte elegante, no fue si no hasta ese momento en que puso atención en lo que estaba vistiendo el pelirrojo, llevaba una camisa azul cielo con un chaleco café encima, la chaqueta que llevaba también era café pero un tono un poco más obscuro que el del chaleco, su pantalón negro pegado y unos zapatos negros igualmente, era guapo no lo iba a negar, fue en ese momento que unos ojos dorados aparecieron en su mente, quizás esa sería la mejor oportunidad para preguntarle. 



-trago duro, por algún motivo se sentía nervioso. -Disculpe Akaai-san. 



-¿Sí? -volteo a ver al celeste.- 



-¿Usted... 



-Wrooof, wroof, wroof. -saliendo corriendo.- 



La pregunta murió en su boca al ver saliendo corriendo a su perro. 



-Nigou, vuele aquí. -salió corriendo tras su perro, sin embargo al escuchar cierta voz se tranquilizo.- 



-¿Seguro que no vas a perseguirlo? -por lo que había visto Kuroko amaba a ese perro por lo cual aquella reacción se le hizo curiosa.- 



-No, está bien, entiendo por que salió corriendo.  



Estaba aún más intrigado sin embargo antes de poder decir algo más escucho al perro no tan lejos de él, al ver en la dirección de donde provenían los ladridos solo para encontrarse a un pelinegro siendo atacado a besos por el pequeño perro, al voltear a ver al celeste pudo distinguir una sonrisa y una mirada llena de cariño, sintió cierta molestia, al ver al azabache incorporarse mientras separaba delicadamente al perro y lo dejaba en el suelo se dio cuenta de aquellos delicados y muy a su pesar bellos rostros, Kuroko se acerco a aquella desconocida persona para él, una vez cerca d este dejo las cajas de almuerzo en el suelo y lo abrazo, al ver aquella escena sintió su sangre hervir, se acerco lo más veloz que pudo sin perder aquella elegancia y porte que desde niño le habían inculcado tener pero justo antes de poder alejar a su celeste de aquella persona estos se separaron. 



-Himuro-san por tu culpa Nigou salió corriendo. -miro entre divertido y reprochando al azabache.- 



-Lo lamento, lo lamento esa no fue mi intención. -sonrió, mientras acomodaba su cabello.- 



-Eso no pasaría si vinieras a visitarnos más seguido, sabes Kagami-kun también reaccionara así. -comento ya con cara de poker.- 



-Mientras no se abalance sobre mi todo estará bien, además no es como si no viniera de visita. 



-No te aseguro nada, ya sabes como es él, además ¿hace cuanto tiempo que no te ve? -su tono se volvió casi acusatorio.- 



-Bueno, yo... 



-Mmmgh. -carraspeo su garganta para llamar la atención de los ahí presentes.- 



-sobresaltándose y volteando a ver al pelirrojo. -Lo lamento Akaai-san, -se hizo a un lado y comenzó con las presentaciones. -Himuro-san le presento a Akaai-san, Akaai-san le presento a Himuro Tatsuya-san, el es –haciendo un ligero ademan refiriéndose al azabache. -es el hermano de uno de mis mejores amigos. 



-Un placer.-dijo mientras estiraba la mano en dirección al de ojos escarlata quien no tardo en aceptarla.- 



-El placer es mío Himura-san. -sonrió de manera caballerosa mientras se fijaba en el que hasta ese momento era su contrincante.- 



Mientras que el pelirrojo veía el curioso lunar que el otro tenía, se preguntaba que tipo de relación tenia con el celeste, quizás tenía más contrincantes a los que suponía. Por otro lado el azabache miraba fijamente al recién presentado, por alguna razón este se le hacía conocido sin embargo aquel nombre no resonaba para nada, siendo una persona directa no dudo en preguntar. 



-Disculpe Akaai-san ¿nos conocemos?  



Kuroko no pudo evitar cierta molestia aunque en realidad no sabía porque. 



-miro algo sorprendido al más alto. -No, estoy seguro que te recordaría. 



Frunció aun más su ceño ante las palabras del pelirrojo, ¿por qué habría dicho eso? Es decir el azabache ya tenía pareja así que no entendía por que tanta atención a Akaai. 



-pensativo. -Mmm, ¿cuál es tu nombre completo disculpa?  



-¿Mi nombre?  



-Si, me parece haberte visto en algun lado pero... 



-Murochin ~~ ¿Dónde estas?  



Se escucho una voz un tanto infantil detrás de ellos, dos de ellos la  reconocieron de inmediato, mientras que uno maldecía y agradecía internamente aquella interrupción otro respondía  al llamado. 



-Atsushi por aquí. -alzo la mano para llamar la atención de su pareja.- 



-Are~ -abrazando por la espalda a su novio mientras comía un umai-bo.- 



-Atsushi quiero presentarte a algunas personas. -sonrió a su pareja mientras intentaba hacer las presentaciones. -él es Kuroko Tetsuya, el mejor amigo de mi hermano Taiga, y el es... 



-diriginedo la mirada hacía el pelirrojo. -¿Akachinn? ¿Qué haces aquí? 



-¿Akachinn? -tanto el celeste como el azabache se sorprendieron y miraron al peli morado con curiosidad.-  



-Atsushi, esa debería ser mi pregunta, no se suponía que estabas en Kyoto atendiendo tu pastelería. -se dirigió al gigante devorador de dulces que tenía por amigo.- 



-Murochinn me dijo que era hora de presentarme a su hermano así que cerré la tienda por hoy y tu Akachinn ¿qué te trae por aquí? Pensé que estabas muy ocupado con... 



-interrumpió a su amigo antes de que terminara aquella frase, sabía por donde iban las cosas. -Termine todo lo que tenía que hacer además de que yo también fui invitado aquí, Kuroko me invito.- 



Por primera vez el gigante dirigió su vista a donde los otros dos señalaban, pero no fue si no hasta que presto atención que pudo ver una cabellera celeste, se sorprendió soltando a su novio y su preciado bocadillo, miro al suelo para después dirigir una mirada molesta al celeste. 



-¿Desde cuando estas aquí pequeño? -pregunto ya sin su tono infantil mientras tomaba otro dulce.- 



-una mirada molesta acompañaba su cara neutral. -Desde el inicio. -su tono denotaba la molestia que solo en sus ojos se reflejaba, dio la espalda a los ahí presentes y volvió a tomar las cajas de almuerzo. -Vamos Nigou. 



-Oh Atsushi ¿qué has hecho? -pregunto más para sique para su infantil novio mientras negaba con la cabeza.- 



-¿Yo qué hice Murochinn? -aquel infantil tono volvió.- 



-suspiro pesadamente mientras se aseguraba que el celeste se encontraba lo suficientemente lejos como para escucharlo. -Bueno dijiste la palabra prohibida para Kuroko. -se alejo de su novio y tomo las cajas restantes de almuerzo para seguir al celeste.- 



-Mmmm~~ -vio a su novio alejarse junto al celeste mientras extendían una de las mantas y comenzaban a desempacar las cajas de almuerzo. -Por cierto Akachinn yo no recuerdo que tu nombre sea Akaai ¿o si? -miro de reojo a quien era su amigo de la infancia.- 



-Para él lo soy y agradecería que se quedara así, -volteo a donde el celeste se encontraba y suspiro. -no quiero que su forma de ser cambie conmigo si sabe quien soy realmente, no me gustaría perderlo... aún no debe saberlo. -su ojos fueron ocultados por el flequillo de su cabello.- 



-Si es lo que Akachinn quiere no hay problema por mi. -miro atentamente a su amigo para después voltear a ver a los otros dos.- 



Un par de minutos pasaron y mientras se disponían a seguir los pasos de los otros dos un borrón entre rojo y negro paso de ellos y se abalanzo  sobre el azabache, el gigante mordió con fuerza el dulce que llevaba en su boca y de una manera rápida llego hasta donde su novio era atacado. 



-Taiga, para por favor. -comenzó a reírse mientras separaba al gran cuerpo que tenía sobre él.-  



-¿Murochinn te ayudo? - y sin escuchar respuesta alguna tomo aquel  cuerpo que abrazaba al de su novio.- 



-¡Maldición suéltame gigante! ¿¡Quién demonios eres!? 



-Atsushi, Taiga por favor tranquilícense. -el del lunar bajo el ojo se puso entre el de cabello bicolor y el de morado, suponía que algo así pasaría.- Bien, bien, antes que todo los voy a presentar, -tomo aire y comenzó.- Atsushi te presento a mi hermano Kagami Taiga, Taiga te presento a mi pareja y jefe Murasakibara Atsushi. -´a ambos les dirigió la sonrisa más amable que podía para amenizar el ambiente.- 



Mientras tanto cierto moreno llegaba cargando varias cajas y bolsas. 



-¡Ey Bakagami! -lanzo un grito enojado mientras sentía que tomaban las bolsas que llevaba en las manos.- 



-No esperes que te haga caso pronto Aomine-kun, al parecer le acaban de presentar a su futuro cuñado. -tomo las bolsas de plástico que traía el moreno.- 



-dejo las cajas de almuerzo que traía consigo y volteo a ver aquella escena. -Wow así que ese es el tan famoso novio de Himuro, es enorme. -se burlo el moreno.- 



-Vamos Aomine-kun no seas así. 



-Mhggg –carraspeo por segunda ocasión para llamar la atención del celeste.- Kuroko nos presentas. -soltó en tono amable, pero dentro de él sentía una gran ira crecer, así sin más puso uno de sus brazos sobre los hombros del celeste.- 



-Ah disculpa, -un casi indistinguible sonrojo se hizo presente en sus mejillas y con un tono algo nervioso presento.- Aomine-kun te presento a Akaai-san, Akaai-san le presento a Aomine-kun, es uno de mis mejores amigos y la pareja del hermano de Himuro-san . -se sintió extraño al dar tantas explicaciones.- 



-el moreno miro intrigado a su amigo y un tanto molesto al pelirrojo por tomarse ciertas libertades para con su amigo. -Aomine Daiki, es un placer. -estiro la mano solo por educación, algo en aquella persona no le convencía.- 



-Akkai, mucho gusto. -muy a su pesar y retirando su brazo del más pequeño estrecho la mano del más alto solo por educación, sabía que la relación que tenía aquella persona con el peliceleste era muy cercana por lo cual no podía evitar sentir cierta molestia.- 



El moreno no pudo evitar notar que aquella persona evitaba dar su nombre completo, esto simplemente aumento sus sospechas, quizás estaba exagerando y el trabajo le estaba volviendo algo paranoico pero...¿y si no? Y si realmente fuese alguien sospechoso que se quisiera aprovechar de su amigo, después de todo esta no sería la primera vez, cerro sus puños al recordar aquello, eso no se repetiría, no lo permitiría, él y los demás lo prometieron en aquella ocasión. 



-Me pareció no escuchar tu nombre completo, ¿Cuál era? -si bien no era de las personas que se andaban por las ramas, su trabajo le había enseñado a tener algo de delicadeza.- 



-¿Mi... mi nombre? -un tono algo nervioso se hizo presente en su voz, aquella mirada le decía que no lo dejaría en paz. -Bueno mi nombre completo es... 



-¡Tet-chan! -abrazo/tacleo al nombrado. -Ao-chan ¿Cuánto tiempo sin vernos? ¿Y Tai-chan sigue en su trabajo? -grito con tono alegre sin soltar a su victima.- 



-¡Maldición Bakao te he dicho mil veces que no me llames así! -cruzo los brazos, al parecer alguien se había salvado de un interrogatorio.- 



-Takao-kun... me asfixias. -dijo quedamente mientras en su cara aparecía un ligero tinte azul.- 



-¡Maldición suelta a Tetsu de una buena vez! -bufo molesto mientras separaba por la fuerza a esos dos.- 



-Ao-cha no te pongas celoso, además tu ya tienes a Tai-chan. -hizo un puchero.- 



El pelirrojo observaba toda la escena con una cara de enojo mal disimulada, si bien de algúna manera se había librado del que parecía iba a ser un interrogatorio, no podía evitar celos por la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, al parecer todos ahí competían por la atencion del celeste, algo que realmente le irritaba, observo por unos segundos más aquella escena y justo cuando dío un paso al frente para voler a entrar en aquella contienda algo lo detuvo. 



-Takao ¿qué se supone que  haces saliendo corriendo de esa manera-nanodayo? -llego mientras cargaba unas cajas de obento.- 



Todas las miradas se posaron en aquella persona de cabello y ojos verdes, era alto, más que Aomine y Taiga pero menos que Murasakibara el novio de Himuro, vestido con un pantalón café con lo que parecían ser unos vans verde militar, una playera gris claro y un suéter gris obscuro. El parque pareció quedar en silencio por unos segundos hasta que se escucho una fuerte carcajada provenir de cierto moreno. 



-¡Jajajajaaj! ¡Jajajajaj! -abrazo su estomago con ambos brazos mientras caía al suelo debido a la risa.- 



-¡Pfff! Ja, ¡Jajajajajajaj! -le secundo la risa de cierto tigre tumbado en el suelo mientras imitaba los movimientos del moreno.-  



Tanto el azabache del lunar como el celeste intentaron tranquilizar a sus ruidosos amigos pero sabían que en cuando pararan de reír dirían algo muy fuera de lugar. 



-Shin-chan –se avalanzo sobre el peli verde. -ven, ven quiero presentarte a alguien. -arrastro a su acompañante. -Tet-chan ven. 



-¿Eh? A si. -se acerco al azabache que se veía emocionado.- 



-Ne, Shin-chan el es Tet-chan trabaja conmigo en la librería y es uno de mis mejores amigos. -le dedico una sonrisa radiante a su novio. -Tet-chan, el es Shin-chan mi novio y fanático de los horóscopos.  



Ambos, tanto el peliverde como el de cabello celeste se vieron por unos instantes antes de presentarse, lo sabían al mirarse no se llevarían del todo bien. 



-Midorima Shintaro- nanodayo. -estiro su mano como muestra de sus buenos modales. 



-Kuroko Tetsuya, un gusto. -devolvió el saludo y pudo notar la mano vendada.- ¿acaso estas lastimado?  



-acomodo sus lentes. -No, solo es por protección -nanodayo por cierto ¿qué signo eres? 



-un tanto extrañado por la repentina pregunta. -Soy acuario. 



-Ya veo, Oha Asa predijo un encuentro problemático con acuarioo y sagitario -dejo las cajas que aún cargaba en el suelo para sacar un patito de hule. -es por eso que siempre cargo con mi lucky item -nanodayo 



-BUAJAJAJAJAJA.-se escucho al unísono al policía y al bombero. -¿Nanodayo? ¿qué mierda es eso? Jajajajaj. 



A todos los presentes le salió una gota en su cabeza, bien ahora no podían negar lo sincronizada que esa pareja se encontraba, todos voltearon a ver la reacción del peliverde sin embargo este no mostro ni pizca de molestia, sin embargo si algo se podía ver en su cara era sorpresa, una genuina sorpresa. Por otro lado el amante de la fortuna se encontraba tan sorprendido por aquella figura que sus ojos veían que ni si quiera atención puso en la burla de aquellos dos, si bien su Oha Asa nunca se equivocaba no podía creer que se refiriera a aquel sagitario. 



-Shintaro, es un placer verte aqui con tu... -volteo a ver al azabache ya mas tranquilo. -novio, y yo que pensé que estabas muy ocupado con tu trabajo. -termino por decir de manera algo burlesca.- 



-Lo estoy- nanodayo, -fingió acomodar sus anteojos mientras ocultaba su sonrojo, no todos los días se podía ver a Akashi haciendo burla. -pero tú eres el más ocupado así que haces aquí Akas... 



-interrumpió a su amigo antes de que terminara de decir aquello. -Fui invitado por Kuroko, hace poco nos conocimos y nos hemos hecho cercanos, -se acerco al celeste para poner una de sus manos sobre su hombro. -De hecho, fue el quien me recomendó el libro que hace poco te regale. -sonrió más para si al recordar aquel primer encuentro. 



La cara del más alto era un poema, nunca había visto así a su amigo, mucho menos tan tranquilo y sin él, pero todo pensamiento fue interrumpido al escuchar aquella típica voz infantil. 



-Ara~~¿Midochinn qué haces aquí?  



Oh dios ¿el mundo era un pañuelo o que? 



-Murasakibara  ¿qué haces aquí- nanodayo? 



-Yo, solo acompaño a mi novio y conozco a mi cuñado ¿y tú? -abrió una caja de pokis y comenzó a comerlos.- 



-Yo... -intento tapar un fuerte sonrojo fingiendo acomodar sus lentes, no es como si fuera a admitir que estaba ahí  por su estúpida pareja. - 



-¿Tú...? -cruzo sus brazos mientras en su rostro se podaba una sonrisa burlona.- 



-Yo invite a Shin-chan para que me ayudara con las cosas, después de todo no sería un buen novio si no hiciera eso. -agarro el brazo de su novio. -Mucho gusto soy Takao Kazunari, novio del Tsundere de aquí.  



-Oh... -tanto el gigante como el empresario expresaron su sorpresa.- 



-¡Ca.. Cállate Bakao! -grito entre furico y avergonzado, la verdad es que no esperaba ver a sus amigos de la infancia ahí. -Yo solo vine porque necesitas ayuda.- 



-Mo, no te pongas tsundere. -comenzó a molestar a su novio.- ¿y ustedes son? 



-Mucho gusto, soy Akaai, espero que nos llevemos bien. -dio una sonrisa caballerosa mientras lanzaba discretas miradas a sus amigos para que le siguieran el juego y no le delataran. -soy invitado de Kuroko. 



-¡Oh!  ¿¡De Tet-chan!? -su reacción fue de genuina sorpresa. -Eso es raro, se acerco en un efusivo abrazo mientras susurraba. -Ten cuidado con Tai-chan y Ao-chan no te la dejaran fácil. -se alejo del pelirrojo y miro al de pelo morado.- 



-captando la indirecta se presento. -Murasakibara Atsushi, soy el novio y jefe de Murochin, mucho gusto –siguió comiendo mientras veía la cara de diversión del azabache.- 



-La pesadilla de Tai-chan llego. -sonrió de manera traviesa, si que se divertiría mucho esa tarde.- 



-¡Cállate, Bakao! ¿Que tanto dices sobre nosotros? -por fin se incorporo un tigre a la discusión.- Ahora solo falta que el rubio idiota aparezca.  



Y como si fuese invocado un rayo rubio se abalanzo sobre el pequeño cuerpo celeste. 



-¡Ku-ro-ko-chi! -se abalanzo sobre el cuerpo celeste que apenas se recuperaba. -Lamento la demora pero Kasamatsu-sempai hizo que nos retrasáramos. 



-¡Oei Kis...-comenzaron a gritar un pelirrojo bicolor y un moreno, sin embargo algo les interrumpió.- 



-¡Maldición Kise te he dicho que no salgas corriendo así! -se escucho un grito de por más conocido mientras se veía una sombra atacar al modelo.- ¡Suelta al niño o te pateare! 



Al sentir aquella aura asesina acercándose y debido a su gran instinto de protección empujo al celeste y recibió aquella extraña muestra de cariño por parte de su novio. 



-Pero sempai ya me pateo. -sobo su espalda debido al golpe recibido mientras hacia un puchero.- 



-Hola, Kise-kun, Kasamatsu-san. -se pudo observar al celeste incorporarse mientras sacudía un poco el polvo de sus ropas.- Bajen la voz por favor están siendo muy ruidosos. -termino por decir con su típica cara de poker.- 



-¿Ara, la fiesta ya empezó? -comento un pelinegro de lentes y sonrisa engañosa.- 



-Lo... lo siento mucho, fue mi culpa que llegáramos tarde, lo siento mucho. -un delgado castaño comenzó a inclinarse con desesperación.- 



-Mo~ Dai-chan debiste de haber esperado. -inflo sus mejillas cierta peli rosa. -¿Y Tetsu-kun? -comenzó a buscar con la mirada una cabellera celeste hasta que la ubico cerca de cierto pelirrojo desconocido.- ¡Tetsu-kun! -sin importarle esto se lanzo en un sofocante abrazo.- 



El celeste ya resignado a su destino de morir sofocado en brazos de sus amigos se dejo hacer por la peli rosa sin notar el ceño fruncido que mantenía su acompañante, el cual por su parte y a pesar de sentirse infantil por sus pensamientos  y sentimientos pudo controlar sus ganas de separar a aquella mujer del que era su acompañante. 



-Momoi-san me asfixias. -palmeo levemente la espalda de su amiga.- 



-soltó rápidamente a su victima al darse cuenta que lo sofocaba. -Lo lamente Tetsu-kun pero hace tanto que no te veo. 



-Lo se y lo siento, pero el trabajo, pero me alegra que hayas podido venir. -le regalo una ligera sonrisa. - También me alegra que ustedes hayan podido asistir, Imayoshi-san, Sakurai-san.  



Volteo a ver a los recién llegados, el primero nombrado era alto de cabello negro semi largo, con lentes que ocultaban aquellos astutos ojos, mientras que en su rostro una afilada sonrisa se posaba, era fiscal y quizás debido a su personalidad no habían logrado llevarse bien cuando Aomine-kun los había presentado por primera vez, pero al conocer a su pareja su opinión de él cambio, su pareja era un chico de menor estatura, su cabello castaño y ojos color avellana, una complexión delgada y un extraño habito por disculparse de cualquier cosa le hacían preguntarse el como habían acabado juntos esos dos. 



-Lo siento fue mi culpa que llegáramos tarde, lo siento mucho. -siguió haciendo una reverencia tras otra.- 



-No te preocupes Sakurai-kun no llegaron tarde, es solo que la fiesta se puso  animada más pronto de lo que esperaba. -intentaba calmar al castaño. - 



-Calma Ryo, es solo que Ahomine no sabe como controlar su temperamento. -envolvió a su castaño novio en un tierno abrazo.- 



-Es cierto, pero por favor dejen las cosas ahí, vamos a acomodar las cosas ya que todos llegaron. -sentencio mientras disponía las mantas que había traído consigo.- 



-Oi Tetsu deberías de defenderme. -se quejo el moreno.- 



-Aomine-kun no se puede defender lo indefendible. -finalizo el celeste mientras  veía con voz monótona al igual que su expresión.- 



Todos los ahí presentes estallaron en carcajadas, no sabían si por el comentario que muchos juraban era cierto o por la cara de poker de quien lo había declarado, sin embargo después de aquel estallido de risas y mientras se tranquilizaban  todos tendieron sus respectivas mantas y desenvolvieron la comida que traían. 



Mientras la escena se desarrollaba un pelirrojo que se había casi ocultado en un árbol cercano se preguntaba como eran posibles tantas coincidencias, es decir ahora comprendía por completa la frase que su madre solía decir "El mundo es un pañuelo", primero uno de sus mejores amigos resultaba ser novio y jefe del hermano del mejor amigo del celeste, segundo su mejor amigo un ocupado doctor resultaba ser la pareja de un compañero y amigo del mismo y ahora para rematar el modelo con quien había firmado contrato junto con su manager se encontraban ahí y parecían conocer muy bien al de ojos color cielo, ¿acaso aquello no podía ser más perfecto? De alguna manera había logrado esquivar la crisis con sus amigos por el hecho de que eran sus amigos y sabían cuando él les ordenaba algo, ahora se enfrentaba a algo totalmente diferente, ¿cómo le explicaría al rubio y manager aquella situación sin que estos pensaran que estaba jugando con su amigo? No fue si no hasta que vio a un par de ojos color cielo observándole fijamente que reaccionó. 



-¿Akaai-kun, se encuentra bien? -se acerco al pelirrojo que tenía la vista fija en la  nada.- 



-Si, lamento preocuparte. -recompuso su porte y presto atención al que parecía ser el anfitrión de la fiesta.- 



-Me alegra escuchar eso, deberíamos apresurarnos si no la comida se acabara. -por impulso tomo la mano del pelirrojo para guiarlo a la manta que ocuparían ellos dos.- 



Sintió la cálida mano del celeste sostener la suya y lo dejo ser por  el momento, saldría de aquello de alguna manera, una sonrisa apareció en sus labios y entrelazo sus dedos  con los del celeste, no desaprovecharía aquella oportunidad. 



Por otro lado el celeste quien normalmente controlaba sus impulsos y emociones no sabía por que había hecho tal cosa, él no era ese tipo de personas y al sentir aquellos largos y delgados dedos entrelazarse con los suyos un ligero sonrojo apareció en sus mejillas mientras maldecía internamente sus acciones, aunque no se arrepintiera de las misma. 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado el capitulo e intentare tener listo el prox capitulo pronto, hasta la prox.


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