Cita...
Al entrar a su casa saco todo el aire que al parecer había mantenido guardado desde su despedida, se recargo en la puerta y lentamente cayo al suelo, su perro se acerco a el y comenzó a chillar para llamar su atención.
-¿Qué pasa? -acaricio la cabeza del pequeño.-
-lamio la mano de su dueño en respuesta.-
-Lo sé, yo también me siento raro. -admitió en voz queda. -Ven, te daré agua, yo también necesito un poco. -se puso de pie y se dirigió a la cocina.-
-Wroof, wroof. -movió su cola y siguió a su dueño con dirección a la cocina.-
-tomo el traste de su perro y lo lleno de agua para después depositarlo en el suelo, acto seguido lleno un vaso con agua y lo dirigió a sus labios, una vez el vaso estuvo alejado de su boca roso levemente sus labios recordando aquella calidez que le invadió mientras dormía en el carro de Akaai. -¿Qué habrá sido eso?
Después de aquel refrescante vaso de agua se indicó en sus pensamientos mientras pasaba sus dedos sobre sus labios rememorando aquella cálida sensación, no fue si no hasta que el sonido de su teléfono sonando lo saco de sus pensamientos.
-¿Si?
-Kurokocchi! ¡¿Estás bien?!
-¡Oí Kise maldición devuelve mi teléfono!
-distinguió la voz del moreno y pudo hacer una imagen mental de lo que pasaba. -Aomine-kun, Kise-kun mis oídos. -mencionó.
-Tetsu maldiciendo hubieras dicho que te ibas y te hubiéramos llevado. -soltó en tono de reproche.-
-Lo intente pero tú y Kagami-kin se veían algo ocupados, además Akaai-san me trajo a mi casa. -sin darse cuenta en su rostro una sonrisa apareció.-
-¡Lo sabía! ¡Ese maldito enano pelirrojo! ¡¿Te hizo algo?! ¡¿Estás bien?!
-Aomine-kun, ese enano pelirrojo es más alto que yo, así que ¿en que clasificó yo? -su tono neutral de nuevo apareció.-
-un escalofrío recorrió su espalda, estaba pisando terreno minado. -Yo, solo estaba preocupado Tetsu, no lo conocemos bien.
-Lo sé, no pasó nada así que no te preocupes, nos veremos prontos para ponernos de acuerdo con la boda.
-soltó un suspiro. -De acuerdo, te vemos luego.
Colgó el teléfono y lo dejo sobre la mesa, pasó a lado de su perro y se dispuso a tomar una ducha, mañana tendría trabajo en la librería y quería descansar para poder pensar bien, pasó sus dedos una vez más sobre sus labios recordando aquella cálida sensación. ¿Qué habrá sido aquello?
Mientras tanto en el apartamento de cierto pelirrojo.
-Maldición Mibuchi ¿Dónde estás? -entró a su apartamento prácticamente corriendo .-
-Wow, eso si que fue rápido ¿Cuántas luces rojas te pasaste?
-Eso no te importa, ahora entrégame los documentos por favor. -estiro la mano esperando los documentos. -
-¿Tan importantes son? -canturreo. -Mo~ hubiera echado un vistazo mientras podía. -entrego un sobre manila sellado.- ¿Y qué es?
-recibió el sobre y sonrió casi victorioso. -Cierta información que necesito, hay que estar preparado para todo. -abrió el sobre comprobando su contenido.-
-Mmm y por que no mejor lo envió por correo, ¿no sería más fácil de esa manera?
-Una vez termine de leer, esto –alzo las hojas que estaban en su mano. -desaparecerá, no me arriesgare a que quede siquiera rastro, no tomare ningún riesgo innecesario con él.-
-¿Es que acaso tienes a alguien que te interese? -menciono en tono sugestivo, mientras movía la copa que tenía en su mano.-
-Te lo repito, no es de tu incumbencia. -cerro sus ojos mientras sobaba sus cienes.-
-¿Sabes creo que tú y Chi-chan harían una hermosa pareja? -sonrió ladinamente.-
-¿Te refieres a Chihiro Mayuzumi? ¿Mi asistente? -dijo en tono burlón, no por que fuera hombre o su asistente si no porque jamás lo hubiese imaginado.-
-Vamos Aka-chan no pierdes nada con intentarlo ¿o si? Viene de buena familia, tiene una formación excelente, sería un buen apoyo para ti, ¿Por qué no intentas salir con Chi-chan?
-Sabes que no me interesa, es cierto es bueno en el trabajo y es un gran apoyo pero no me interesa como pareja. -dijo agitando los documentos en su mano.-
-Pero si lo conoces desde hace tiempo, cuantos años ha estado contigo ¿desde que asumiste la presidencia? Dale una oportunidad. -agitó la copa con vino que hace momentos se había servido.-
-pasó sus dedos entre sus rojos cabellos y respiró profundamente. -No me interesa de esa manera, en lo profesional es excelente no tengo quejas, en lo sentimental simplemente no funcionaría, lo sé, no es la persona para mi.
-alzó la ceja intrigado mientras daba un trago a su copa. -Eso quiere decir que ya hay una persona para ti ¿no?
-se quedó callado, no quería negarlo pero no podía afirmarlo, todavía. -Por enésima vez eso no es de tu incumbencia, mamá siempre dijo que lo sabría cuando fuese adecuado. -utilizó su última carta, que no era del todo mentira.-
-bajo su copa y sus ojos se cristalizaron un poco al recordarla. -Cierto, ella siempre fue de ese tipo. -soltó un suspiro lleno de sentimientos.-
-miró al pelinegro mientras se perdía en sus pensamientos. -Mibuchi debo leer estos documentos, ya el lunes hablaremos.
-salió de su burbuja de recuerdos. -Esta bien me retiro. -terminó su copa y se puso de pie. -pero no me rendiré tan fácil con el tema de Chi-chan, creo firmemente en que es el indicado para ti, además -se dirigió la puerta y volteo a ver al pelirrojo antes de salir. -ella estaría de acuerdo.
-suspiró una vez más al ver salir a su tío. -No lo creo, no después de conocer a Kuroko. -susurró para si mismo completamente seguro de lo que decía. -Ahora bien... -tomó los documentos en su mano y comenzó a leer.-
Saco varias hojas del sobre color Manila, eran informes como el de Kuroko, dos de ellos los había pedido para antes de la firma con el modelo Kise Ryota, sin embargo y dadas las circunstancias no fueron entregados a tiempo, junto a este estaba el de su manager Kasamatsu Yukio, a él siempre le gustó saber con quién hacía tratos y si alguna información le podía ser de utilidad, pero ahora también le importaba de sobremanera lo personal y aquella amenaza del azabache lo tenía algo ¿pensativo? Tal vez, no lo sabía describir bien pues nadie en su vida le había amenazado, no por lo menos tan abiertamente desde que asumió la presidencia de A.C Enterprices. Ahora bien, adjunto a estos dos había otros 6 expedientes, si quería estar preparado necesitaba saberlo todo, sobre todo de aquello que eran amigos de su celeste, su celeste que bien se escuchaban aquellas palabras juntas. Esbozó una sonrisa mientras comenzaba a leer los expedientes, dio una rápida leída a todos, 2 de ellos no le parecieron tan relevantes sin embargo de los otros 6 tenía ciertas dudas y sospechas, tomo su teléfono y marco el numero de aquel que investigaba todo lo que necesitaba saber.
-tuut, tuut- Señor. -contesto en tono firme.
-Tengo los expedientes en mis manos, sin embargo hay ciertos –medito la palara correcta mientras sostenía las hojas en su mano.- huecos ¿te importaría explicármelos? -dijo en tono divertido.-
-Por supuesto señor, dígame de quien es la primera persona que quiere saber. -soltó en tono confiado.-
-Kise Ryota.
-Como puede leer en el reporte tiene 24 años y en este momento se dedica completamente al modelaje y actuación, tiene 3 hermanas mayores 2 de ellas Kise Haru (29 años) y Kise Ayumu (27 años ) se dedican a la actuación y al modelaje respectivamente, Kise Trisha es la única no involucrada en el medio, se graduó como quimica-farmacobiologa y fue reclutada en los laboratorios de investigación de la familia Midorima, ambos padres viven, su madre Mizukami Michell es originaria de Francia con padres japoneses, su esposo Mizukami Ryoga es un importante miembro y accionista de varias cadenas de televisión y se dice que tiene influencia en los comités de arte, al parecer sus hijos decidieron tomar el apellido de soltera de su madre para tener una vida un tanto más tranquila y no ser favorecidos por el apellido de su padre, también cabe decir que su carrera es de piloto y su pareja actual es Kasamatsu Yukio su actual manager. ¿Algo más que quiera saber de él?
-Dijiste "en este momento" ¿acaso se dedicaba a otra cosa?
-Bueno la investigación revelo que era un deportista muy sobresaliente en su tiempo de secundaria e instituto, se rumoraba que tenía varias ofertas de becas deportivas sin embargo se retiro una vez entro a la universidad.
-Correcto, su padre.. No es alguien para tomar a la ligera. -sonrió de manera algo retorcida.- ahora entiendo de donde saco tanta habilidad.
-Así es, señor ¿Quién es el siguiente? -pregunto decidido.-
-Kasamatsu Yukio. -ordeno-
-Tiene 24 años y es piloto certificado al igual que su pareja, de hecho se conocieron en la universidad mientras estudiaban lo mismo, su padre es el reconocido abogado corporativo Kasamatsu Yuuto, representa a varias empresas transnacionales por lo cual esta muy bien conectado, su madre Kasamatsu Mio es una ex embajadora de Japón, al parecer se conocieron en Finlandia sin embargo cuando se embarazo decidieron volver a su país natal y establecerse, a pesar de estar dedicada a su hogar mantiene relaciones con embajadores y ministros de otros países.
-Ja, ahora entiendo de donde viene aquella confianza, el siguiente es Kagami Taiga.
-Estudio administración de empresas pero es bombero, tiene 23 años y también tiene nacionalidad estadounidense, su padre Kagami Andrew es dueño y CEO de Tiger Company. Al parecer al casarse tomo el apellido de su esposa, residió en Los Ángeles y se mudaron a Japón cuando entro a secundaría donde sobresalió como basketbolista pero una vez se entro a la universidad rechazo todas las ofertas de equipos, es actual pareja de Aomine Daiki.
-Espera, ¿acaso Kagami Taiga y Kise Ryota jugaron en el mismo equipo?
-Así es señor, al igual que Aomine Daiki.
-Continúa con él.
-Es actual capitán de la policía local, también era un prodigio en el basketball igual que los otros dos mencionados sin embargo rechazo todas las ofertas y comenzó la academia de policías esto se le atribuyo a la influencia de su padre y la muerte de su madre.-
-Entonces su padre es él después de todo.
-Es correcto señor, su padre es Aomine Daichi el Procurador General de Justicia, su esposa fue muerta en un atentado cuando su hijo aun era pequeño. Es por eso que no les pareció raro el que se volviera policía en vez de jugador profesional.
-Si eso es cierto debo asumir que el padre de Imayoshi Soichi es también...
-El fiscal general, así es, actualmente Imayoshi Soichi es ayudante del fiscal de distrito ha demostrado ser un excelente abogado debido a sus estrategias, actualmente es esposo de Sakurai Ryo.
-Aún hay algo que me intriga, en el informe aparece que Kagami Taiga es hijo único ¿no es así?
-¿Por qué lo pregunta?
-Solo escuche que tenía un hermano, Himuro Tatsuya. -tomo el expediente del azabache.-
-Ellos no tienen relación sanguínea ni legal, pero vivieron los dos en Los Ángeles al mismo tiempo y fueron entrenados al mismo tiempo por Alexandra García basquetbolista retirada, es repostero en la pastelería "Delizie", y reside en Kyoto junto a su actual pareja del señor Murasakibara Atsushi. Sobre los otros do... -antes de poder terminar fue interrumpido.-
-Gracias por tu trabajo. -corto la llamada-
Sonrió con algo de arrogancia, ahora lo entendía todo aquella amenaza no era sin fundamentos, sin embargo no importaba, no por el hecho de que era dueño y CEO de una de las empresas más importantes y poderosas del mundo, si no por el hecho de que el jamás lastimaría ni haría llorar al celeste, bueno no por dolor o más bien no por el hecho de herirlo sentimentalmente ya que había algunas otras maneras que se le venían a la mente para sacar lagrimas a esos ojos color celeste.
Tomo las hojas y se dirigió al balcón donde tenia un incensario, lo había comprado hace tiempo en una subasta religiosa, rompió las hojas en pequeños pedazos y los puso debajo del incienso para comenzarlos a quemar, la sonrisa no abandono su cara, mañana sería una día interesante.
El día siguiente llego y con ella otro día ajetreado en el trabajo, era un sábado donde se estaban preparando para una firma de autógrafos, habían pedido el stock extra para no estar apurados el día siguiente por lo tanto él se había encargado de recibir las cajas de libros extra para después acomodarlos en el almacén, si bien ese día no había tenido que lidiar con clientes preguntones o tropezones involuntarios su turno y el de Takao no habían coincidido por lo tanto se sentía más aburrido de lo normal, eran casi las 6 de la tarde y se sentía agotado, lo único que lo reconfortaba era que su turno pronto acabaría. Suspiro dejando salir algo de cansancio, vio el reloj para asegurarse que eran las 6 en punto se retiro a los casilleros y salió con dirección a su casa.
-suspiro cansado lo único que quería era llegar a su casa y acostarse, nunca había tenido buena resistencia. -Por fin.
-¿Cómo estuvo tu día?
-salto sorprendido aquella voz le asusto. -Cansado ¿y el tuyo Seijuro-san? -volteo para ver al pelirrojo a sus espaldas.-
-cerro los ojos mientras pretendía pensar. -Digamos que impaciente.
-¿Impaciente? -quedo frente al pelirrojo.-
-Si, impaciente para poder verte. -sonrió y se acerco peligrosamente al más pequeño.-
-Retrocedió levemente. -No... ¿como sabías a qué hora salía? -intento cambiar el tema.-
-Bueno, supongo que tengo suerte. -se volteo y comenzó a caminar. -bien ¿qué te apetece hacer hoy?
-En... -su voz se torno algo nerviosa, en realidad no quería rechazarlo pero de verdad estaba cansado. -Seijuro-san yo... -suspiro quedamente. -en realidad hoy solo quiero ir a casa y...
-lo interrumpió a media frase. -Perfecto, tengo una película que te fascinara.
-Pero... -tardo un poco en reaccionar a las palabras dichas.-
-Iremos a tu casa y la veremos mientras nos recostamos en el sofá. -volteo a ver al celeste. -¿te parece?-
-Yo... -su mente quedo en blanco y antes de poder pensar claramente su corazón hablo. -Claro.
-Entonces vamos. -tomo la pálida mano y comenzó a caminar mientras la brisa de la primavera chocaba con sus rostros. -
-sintió la cálida mano del contrario tomar la suya y casi por inercia comenzó a caminar, se posiciono a su lado. - ¿qué película es?
-"El Principito" la vez pasada mencionaste que era uno de tus libros preferidos así que supuse te gustaría ver la película. -saco de entre su gabardina la película.-
Si bien aquello le pareció raro al celeste y de cierta manera le recordó a otro pelirrojo el tono de un celular le hizo olvidar todo aquello por el momento.
-¿Si? -tomo su teléfono y contesto de manera cortante.-
-No es de tu incumbencia, creo que he trabajado lo suficiente los últimos días así que el hecho que tome un par de días de descanso no debe ser algún problema, además no confiabas mucho en él. -
A él le parecía que no era correcto estar escuchando conversaciones ajenas, sobre todo si estas se trataban de algo serio sin embargo al intentar soltar la cálida mano que el pelirrojo le había bridado este la sujeto mas fuertemente y entrelazo sus dedos con los suyos, un leve rubor tiño sus mejillas y siguió caminando.
-Mibuchi apagare mi teléfono así que ni siquiera intestes llamar, estoy atendiendo algo importante. -corto la llamada, apago el celular y con una sonrisa volteo a ver a su acompañante.-
-No te preocupes si tienes que irte lo entiendo. -bajo un poco su mirada algo avergonzado.-
-No me iré, -tomo con un poco más de fuerza la mano del contrario. -podrán sobrevivir sin mi, además, él es mejor que yo en el papeleo.
-aquellos dorados orbes se posaron en los suyos y sintiendo una extraña presión en su pecho esquivo la intensa mirada. -Si tu lo dices.
El resto del amino fue silencioso, disfrutaban del la compañía que el otro podía brindar sin necesidad de palabras, un bello atardecer también les acompaño mientras llegaban al hogar del celeste. Al llegar fueron recibidos por una adorable bola de pelos que movía su cola fervientemente en forma de saludo.
-Nigou estoy de regreso. -se agacho hasta quedar a la altura del perro y lo acaricio. -¿Te portaste bien?
-Wroof Wroof. -contesto.-
-Por favor pasa, -se quito el delgado suéter que llevaba consigo. - ¿qué te traigo de tomar.. -sus palabras murieron en su garganta cuando choco con el pecho del contrario.-
-tomo la barbilla del más bajo para que sus ojos hicieran contacto. -…
El silencio reino nuevamente entre ellos, el azul del cielo se encontró atrapado en lo dorado de aquellos hipnotizantes ojos, su corazón se acelero al igual que respiración, pudo respirar aquel perfume almizclado que le quedaba tan bien a aquel pelirrojo, no intento separarse, no podía, no quería, no aun...