CAPÍTULO 1: La peor trampa del mundo.
Hoy voy a hacer un examen para poder entrar a la preparatoria, y según lo que he escuchado,es buena. Estoy seguro de que no pasaré el primer examen,así que como siempre, decidí hacer trampa junto a mi mejor amigo. Él me explicó las trampas que haremos esta vez, y lo recuerdo todo al pie de la letra.
«FLASH BACK»
-¿Estás bromeando, verdad? - Pregunté mirando la prenda azulina. Realmente, Armando debía estar loco si pensaba que me iba a poner eso. - ¿¡En serio me vas a hacer usar eso?!- casi grité antes de que él tomara una regla y comenzara a medirme.
-Oye, yo también voy a usarlo, así que deja de quejarte, ¿ok? - Respondió mientras me tomaba las medidas. - Ahora levanta los brazos para que no estorben.
-¡Pero esto es exagerar!- exclamé, al terminar de medir me pidió que bajara los brazos. -¡¿Por qué usaría eso sí se puede saber?!- pregunté cruzando los brazos.
-Emm... Porque tenemos que pasar este examen sin falta, ¿quizás? - me respondió, mirando la medida que marcaba la regla. - Vamos, no te pongas así. Somos muy buenos haciendo trampa, así que nadie nos descubrirá. Además, debo admitir que esta no es una de mis mejores ideas.
-Y dime, ¿cuándo se te ha ocurrido una buena idea?
-Ja ja ja... -Comenzó a reír con sarcasmo. -Muy gracioso, pero verás que una vez pasemos la prepa y la universidad, seremos libres y podremos trabajar en lo que queramos, en vez de un simple café.
Cogió una aguja y comenzó a coser la tela azul cielo.
-Supongo... -Ya verás; un par de trampas más y seremos libres.- Después de terminar de coser, le echó una última ojeada y me entregó la prenda con todo el orgullo posible, ¿se podía ser más orgulloso? - ¡Listo! -Esto va a ser lo más humillante que he hecho en la vida- Cogí la falda haciendo una rabieta mientras Armando no paraba de reír.
«FIN DEL FLASH BACK»
«Esta trampa bajará mi reputación y seguro que me dejará como un gay de mierda, pero aun así, haré todo lo que haga falta para pasar la estúpida escuela.» Sigo pensando mientras me miro al espejo; llevo la maldita falda, una camisa blanca que no se ve porque encima de ésta visto un abrigo casi del mismo color de la falta.
-¿De qué rayos voy vestido? ¡¿De payaso?!
-¡¡Yuki, ya es hora!!-
Después de repasar todo lo que voy a hacer, y pensar de qué forma mataré a Armando, escucho la voz de Akari. Es un chica que tiene el cabello color naranja recogido en una coleta. Akari siempre lleva un delantal rosa con bordes blancos, una blusa negra y un pantalón gris. Ella es quien me cuidará hasta que cumpla los 18 años, es decir, hasta que sea un adulto y tenga que independizarme.
Suspiro y trato de darme valor, y con todo el coraje reunido, bajo por las escaleras hasta llegar donde está Akari. -Ay, ya era hora, el taxi...- dice ella, pero siquiera llega a terminar la frase. Akari se queda mirándome un momento antes de explotar a carcajadas. –Jajaja ¿Qué rayos haces vestido así? No me digas... - Dice poniéndose a mi lado y sosteniendo mis hombros. Yo sólo guardo silencio y sonrojado por la vergüenza trato de desviar la mirada.
-¡Es que acaso has salido del closet!
-¡¿Qué?! ¡¡No!!
-Y... jajaja ¿Por qué vistes así entonces? - «No creo que vaya a entender con tanta risa» Pensé mirándola enojado. Después, cuando ella se tranquiliza y seca su lágrimas provocadas por tanto reír comienza a hablar.
-¿No me digas que harás trampa con eso?
-Ya no te sorprendes y piensas en regañarme, ¿eh? -
Con el tiempo te acostumbras a que tus hijos no quieran tener un futuro sin trampas.- Después de decir eso, desvía sus ojos hacia el reloj de su muñeca y su cara se pone casi azul. - ¡Mierda, mierda! ¡Si no haces ese examen de entrada estás frito!- De repente, me toma del brazo y me arrastra a toda velocidad hacia la salida del orfanato, donde está el taxi esperando. Nada más llegar, me tira con toda su fuerza hacia dentro del taxi.
-Bien, tienes todo lo que necesitas, ¿no? - me pregunta, yo asiento. Ella se da la vuelta para irse, pero la tomo de su manga. -¡Oye, espera! ¿No me vas a acompañar? - le pregunto. Sé que si me acompaña se va a burlar de mí todo el camino por cómo voy vestido, pero necesito valor para cuando llegue. -Ya no eres un niño, además, tengo que cuidar el orfanato y de tus hermanos- dijo dando un suspiro y entrando al lugar.
PoV Armando.
Miro alrededor al llegar, parece que he llegado más temprano que Yuki, así que me pongo a esperarlo recargando mi espalda contra una pared. Nosotros sabemos que no conocemos ni J de este lugar, por lo que no podemos usar las otras trampas que había ideado Yuki. Tal vez fue eso lo que más le molestó de todo, pero era simplemente inevitable. Lo único bueno es que tenemos un amigo en el orfanato que sabe de computadoras, y que de alguna u otra manera logró hackear la computadora de la escuela para darnos las respuestas.
-Oye, mira eso... - Susurra una persona a su amigo. Buen plan chico, pero si quieres que no me dé cuenta debes aprender que señalar es de mala educación y de que todo el mundo se daría cuenta aunque susurres. «Tal vez no debimos escoger esta escuela» Pienso dando un suspiro y acercándome a los maleducados.
-¿Pasa algo para que me señalaran de esa manera?- Les pregunto, estos me miran nerviosos.
-B-Bueno só-sólo nos sorprendió que utilizaras esa ropa- Dice nervioso su amigo.
-¡Oh! Sólo era eso, lo lamento, los malinterpreté- Me disculpo falsamente y me acerco más a ellos con una sonrisa pícara. -Por un momento pensé que querían mis servicios- Digo burlesco soplando en el oído de este, cosa que hizo que se le pusiera la piel de gallina.
Los chicos se ponen nerviosos y salen corriendo como si sus vidas dependieran de ello, yo sólo los miro divertido y vuelvo a recostar mi espalda en la pared esperando a Yuki.
-A-Armando- Siento que alguien me jala de mi abrigo morado, así que me volteo para darme cuenta de quién es. -¿Cómo puedes utilizar esto? Es muy vergonzoso...- me susurra con la mirada en el suelo y un ligero sonrojo, ¿tal vez por la falda?
-Estás exagerando, no es tan malo- Le digo, cosa que parece enfurecerle, pues frunce rápidamente el ceño. -¿¡Cómo que no es tan malo?!- Me grita.
-Tranquilo Yuki, además, no lo usaremos para siempre, solo será para el examen de entrada - Le respondo tratando de tranquilizarle. Yuki se queda pensativo y cambia su semblante a uno más tranquilo.
-Está bien...¡Pero en cuanto terminemos el examen nos iremos de una vez!
Yo sólo lo tomo de la mano para que no se sienta más avergonzado.
-¡Vamos a hacer el examen y será genial! - Grito emocionado mientras avanzo con Yuki.