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Sigue a tu corazón. por Samy_DBS

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Notas del fanfic:

Personajes de Akira Toriyama

Historia Mía completamente.

_¿¡Como que dos de poder de pelea mujer!? _ Gritaba colérico un hombre alto con una cinta roja atada a su cabeza.

 

_ Tranquilo hombre, ya verás que cuando crezca será un gran guerrero. _ Estaba embobada con su cría la cual dormía plácidamente.

 

_¡No me jodas! Como pretendes que ese bastardo que ya es débil de nacimiento pueda llegar a tener posibilidades de pelear dignamente. _  Parecía que estaba al borde de un colapso.

 

_¡Ya basta! No sé porque tan pesimista, el tiene potencial como tú o incluso más. _ Dijo encarando a su marido.

 

_¡Sal de tu maldita burbuja Gine! ¿Sabes como vamos a quedar ante todos, con este niño débil? _ La mujer solo frunció el ceño.

 

_Cállate, no quiero que vaya a despertar… _ Ignoró a Bardock para así achucharlo entre sus brazos.

 

_¡Me voy! _Gritó harto saliendo de la casa dando un portazo.

 

El pequeño se movió despertándose, emitiendo pequeños gemidos dándole a entender a su madre que tenia hambre.

 

_Hola pequeño. _ Saludó con una amorosa sonrisa. Ante esto recibió un ”Gah” Sonidos de bebé. (:v) La mujer se descubrió el pecho para así darle acceso a su cachorro para que se alimentase.

 

El pequeño rápidamente tomó su fuente de “vida” temporal, mientras llenaba su pequeño estómago se llenaba, su madre le miraba con preocupación.

 

_¿Que haremos Kakaroto? _  Le preguntó como si este le pudiera entender. Suspiró. _Solo espero que tu padre cambie de parecer. _

 

La cría en sus brazos eructó de forma tierna, a lo que su madre rió y le dio leves palmaditas en su espalda.

 

_Eres especial _ Dijo mientras que le daba un beso en la cabeza.

 

Con Bardock.

 

En un bar se encontraba, bebiendo solo en una mesa apartada. Parecía estar ansioso de patear traseros por ahí para desahogarse.

 

_Hola Bardock. _Saluda un conocido suyo.

 

El mencionado apenas movió su mano como respuesta al saludo.

 

_Te ves mal, ¿dime que te sucede viejo? _ Se sentó en la misma mesa.

 

_Una gran decepción. _Informó para después tomar de su tarro.

 

_¿De que se trata? _Curioso preguntó.

 

_Nada, debo irme, nos vemos. _ Se levantó tambaleándose saliendo del lugar.

 

_Ese Bardock… _Lo miró irse.

 

(---)

 

Un muchacho de expresión dura, alto y fornido, su cabello abundante y largo. Llegaba a su casa a ver al nuevo integrante, ya estaba enterado del pequeño defecto de este mismo.

 

_¿Mamá? _Preguntó mientras entraba al lugar.

 

_Estoy aquí Raditz. _Escuchó la voz de su madre al fondo en una habitación. Caminó hacia allá.

 

_Hola Hijo. _ Saludó con animo.

 

_¿Como te sientes? _Preguntó tratando de sonar frío.

 

_Bien gracias. _ Se levantó con dificultad. _¿Quieres verlo? _ Con una sonrisa habló.

 

_Hmp _ Eso bastó para que le entregaran en sus fuertes brazos a una pequeña bola de carne.

 

Nerviosos sus brazos temblaban, nunca en su vida había cargado a una cría, sentía que en cualquier momento se le caería, o lo haría explotar por la presión o etc.

 

Gine rió divertida. _Es así. _Le indicó colocando adecuadamente al cachorro.

 

_Es pequeño… _ Eso fue lo que se le ocurrió.

 

_Todas las crías son pequeñas _ Informó aún risueña.

 

Le devolvió el pequeño a los brazos protectores de su madre, ante esto Gine se sentó nuevamente para estar más cómoda.

 

_Supongo que ya sabes como se puso tu padre. _Dijo con cansancio la mujer.

 

_Si ya imagino… _ Miró de reojo a su hermano.  _Creo que el no podrá pisar nunca el campo de batalla. _Sentenció de forma insensible.

Gine solo frunció el ceño al saber que posiblemente es cierto, pero ella se encargaría de cuidarle hasta donde pueda hacerlo.

 

 

10 años después.

 

Un Kakaroto de 10 años de edad corre con un enorme pedazo de carne en sus brazos, atravesando un transitado mercado.

Empujones por doquier, insultos negociaciones, de todo, el solo busca la carnicería principal.

 

_¡Mamá! _ Gritó entusiasmado al verla a la distancia.

 

_Bien hecho Kakaroto _Le felicitó mientras que recibía la carga de su hijo. Para posteriormente rebanar, cortar, empaquetar y enviar.

 

_¿Ya terminé? _ Preguntó exhausto, pues ya era la quinta vez que iba a recoger más carne.

 

_Claro que si, gracias hijo. _Le sonrió y siguió con su labor.

 

_Me aburro, ¿no necesitas algo más mamá? _Cambió su cansancio por energías en muy poco tiempo.

 

_Creí que estabas cansado. _Le dijo de espaldas.

 

_Si pero ya no. _Exclamó confundido. Su madre soltó una risita.

 

_Esta bien, quiero que le lleves el almuerzo a tu hermano. _ Mencionó con tono juguetón.

 

_Pero eso está muy lejos _ Hizo un puchero.

 

_¿No querías ayudarme? _ Punto para Gine.

 

_Esta bien, pero cuando regrese ya nos iremos a casa ¿verdad? _

 

_Te lo prometo. _ Le entregó la lonchera.

 

_Vuelvo pronto. _ Se despidió alegre de su madre y emprendió camino.

 

Corrió con mucha euforia por muchos metros, saltaba sobre pequeñas montañas rocosas y daba volteretas divirtiéndose en su andar.

Después de unos minutos pudo divisar un área en donde aterrizaban y despegaban naves esféricas.

Otras estaban en reposo, hombres y algunas mujeres estaban ahí entrenando, conversando o peleando.

Con la mirada buscó a su hermano y lo pudo encontrar fácilmente, estaba sentado bebiendo agua.

 

Corrió hacia el  _Raditz! _Llamó la atención del cabellos largos.

 

Su hermano lo escuchó y reconoció,  vaya su madre estaba de buenas, hace ya mucho que no le mandaba comida.

 

_Ten. _ Dijo tomando el aliento perdido. _Lo manda mamá. _Se lo entregó y al instante cayó al suelo a descansar.

 

_¿Desde donde vienes Kakaroto? _Preguntó atento a su comida.

 

_El mercado principal _ Respondió ya repuesto.

 

_Será mejor que regreses ya. _Aconsejó.

 

_Si bueno, adiós. _Se preparó para recorrer su camino, pero por pura coincidencia cruzó su mirada con la de un sujeto alto, con cara de “no me toques” y en su armadura llevaba colgada una elegante capa roja.

 

Raditz notó la mirada del príncipe hacia su hermano. _Adiós Kakaroto _ Le apresuró discretamente.

 

_Claro _ Emprendió vuelo.

 

Seis años después.

 

El joven Kakaroto se encuentra llorando sobre una simple caja metálica.

Su hermano se encuentra a su lado conservando la compostura parecía no mostrar emociones.

Y su padre lejos de ambos, tratando de reprimir sus sentimientos en ese doloroso momento.

 

_Mamá… _Se aferraba mas al objeto.

_Es hora de que se la lleven. _Dijo Raditz tratando de ser comprensivo con su hermano.

 

_¡No! por favor… _ Raditz lo retiró sin hacer esfuerzo, entraron unos hombres y se llevaron la caja metálica.

 

 

Yo creí que este era el episodio mas triste de mi vida, pero me equivoque, la muerte de mi madre tan solo fue el comienzo de todo mi sufrimiento.

 

CONTINUARA…

Notas finales:

 

Bye bye


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