Ya han pasado varios años desde nuestro último encuentro, se supone que a estas altura tu deberías ser más que un recuerdo de un amor no correspondido, pero aunque quisiera olvidarte, siempre hay algo que me impide hacerlo desde una canción, una foto o un leve encuentro, aunque he dicho que te superé, cuando te veo, vuelvo a caer ante su penetrante mirada, no puedo odiarte aunque traté, para el destino sellar aquellos amargos recuerdos sería demasiado fácil y para mi desde siempre la vida ha sido complicada.
Supongo que fue por eso que tu posaste aquella hermosa mirada en una chica común y corriente con problemas de autoestima, te llamo la atención mi excesiva seriedad para ser alguien tan joven, mi comportamiento extraño y aislado, te llevo a querer saber un poco más de mi o tal vez viste mis cicatrices en mi brazo y pensaste ¿Por qué? O eso es lo que yo creo, no logro comprender como una chica mayor se fijó en una estudiante de la misma edad que su hermana menor, tal vez el dominio fue lo que te gusto, el que me resistiera desde un comienzo, pero como siempre mis emociones me delataban, ese nerviosismo que me hacía sentir insegura y feliz cuando te tenia a escasos metros de mí, esa sonrisa que solías dedicarme a escondidas, lograban hacerme suspirar. Pero yo perdí, aunque nunca gane tu amor desde el comienzo, yo solo fui algo de momento, ambas sabíamos que esto no sería eterno, ambas sabíamos que solo estorbaríamos en la vida de la otra, tú con deseos de familia e independencia, yo con deseos de empezar una carrera sin compromisos, tu querías casarte y yo quería libertad, tu amabas a las personas y yo a los animales, tu sonreías y yo lloraba, desde un comienzo sabíamos que esto no resultaría y debíamos detenernos por tu bien y por el mío, pero tu cruzaste la línea y me arrinconaste aquel día en el baño a oscuras sin aviso rompiste la barrera del metro de distancia y acercaste por primera vez tu rostro al mío, mi corazón latía desembocado, mis piernas flaquearon, por primera vez sentía que mi cuerpo se caía, aquellos segundos se trasformaron en horas, temblé por primera vez al sentir aquel contacto tan anhelado. Al ser interrumpidas tú me miraste por unos segundos y te marchaste tan tranquila como entraste, en cambio yo estaba tan nerviosa que me tire a los brazos de una amiga que no comprendía porque yo estaba así, no comprendía como una ida al baño me había dejado tan descolocada, tú me mirabas desde la distancia. Creía que llegaríamos a conocernos más, que nos veríamos fuera de lo que era las paredes del colegio por alguna razón fuera de ambas, pero nunca fue así, siempre nos encontrábamos de casualidad, sin previo aviso, sentía como una mirada se posaba en mí. No sé cuándo fue pero te empecé a buscar entra la multitud de gente cada vez que salía de mi casa, teniendo aquella esperanza de encontrarte a lo lejos, pero muchas veces me desilusione al no verte. Te busque a escondidas en redes sociales buscando verte aunque sea una vez al día, fue ahí que descubrí a él, aquel hombre que tenía la oportunidad de sacarse fotos contigo, aquel hombre que a mi simple vista era un idiota, trate de averiguar quién era, pero al parecer no parecía importante, no tenías una relación con él, pero mi corazón se estrujo al ver los comentarios de cuan bien se veían, decidí dejar de buscarte en redes sociales pero siempre caía una que otra vez, pero estúpidamente seguía buscándote en las multitudes. Idiota, masoquista, estúpida, tonta, solía decirme una y otra vez. Nunca busque a nadie para rellenar aquel espacio vacío que tenía, la soledad era mi mejor compañía, cuando me dolía el pecho bastaba un simple remplazo, el dolor era mi reemplazo y creía que aquello bastaba hasta que te conocí, hasta que decidiste buscarme con la mirada, desde que el dolor no fue suficiente, sin darme cuanta en un susurro o en mi mente pronunciaba tu nombre muchas veces.
El tiempo paso, días, semanas, meses, en un verano en un paseo, te vi, mi corazón latió fuertemente pero esta vez una sensación extraña me invadió, tú estabas con él, de la mano, pero aunque estaban tomados de la mano tú me mirabas, pero también lo mirabas a él, sonreí aunque temblaba y fingí no verte hasta que mi madre me obligo a saludar a todos, te salude fríamente basto un saludo de palabra sin contacto físico, aunque mi cuerpo lo deseaba se lo negué, luego me acerque a él y lo salude de igual manera, aunque sé que mi mirada expresaba más de lo que quería, su voz era varonil, no así su rostro y esencia, trate de descartar aquellas ideas que según yo solo eran imaginaciones mías, pero, mi madre en casa me repitió las mismas palabras.
“no quiero dar opiniones, pero ese chico es raro” se le veía segura de lo que decía, yo me reí ante su ocurrencia, pero ella seguía afirmando lo mismo
“yo sé que ella es rara, se cómo te mira” me congele al escuchar aquello, sabía que mi madre era intuitiva, pero no creí que fuera a decírmelo “no quiero decir que es falso pero ellos son raros”
Ignore aquello y me concentre en reemplazarte, pero fue inútil, bastaba que te mirara para deshacer todo mi esfuerzo.
Creía que sabía lo que era el dolor, lo conocía demasiado bien, pero me equivoque, solo conocía una parte del dolor, cuando supe que te ibas a casar con él y te ibas a ir de la cuidad, realmente mi pecho dolió, nunca creí que una chica como yo lloraría por amor, lo creí absurdo, pero aunque no llore como tal derrame unas pocas lagrimas que se escaparon, me dolió, no tienes idea de cuánto, esto sería el fin de todo, aunque ni se cuándo hubo un principio entre nosotras, desde ese día me volví una extraña contigo, ignoraba tus miradas, me daba media vuelta en cuanto te veía, todo con tal de acostumbrarme y olvidarte, quería borrar de mi recuerdo aquellos abrazos fugaces, aquellos acercamientos, aquel beso, tu aroma, todo de ti, a partir de hoy solo serias la hermana de… aunque a veces sabia de ti y tu indecisión de casarte, nunca me pronuncie, aunque soñé que me decías que no querías casarte que te ayudara a decir que no, aunque era sueños causaban un gran impacto en mí, pero como decidí seguir mi camino, lo ignore, simplemente ignore todo de ti.
Pasaron los años y supe que te habías casado, me alegre por ti aunque seguía doliendo, pronto tendrías tu propia casa y un trabajo fuera de la cuidad, un buen marido supongo e hijos en un futuro, no estaba mal era lo que querías, mientras yo ingrese a la universidad a estudiar lo que yo quería, decidí quedarme en la cuidad, busque compañía a ratos, pero nada formal, nada da dar esperanzas a nadie ni que me molestaran.
Pero como si el destino se empeñara en golpearme, te volví a ver, nunca entendí porque siempre regresabas sin él, pero pasabas tiempo con tu familia y para mi mala suerte te encontraba, me saludabas sonriente y como me había acostumbrado a tu ausencia fui capaz de sonreír y saludarte como a cualquiera, aunque mi corazón se aceleró no era tanto como antes, me ayudaba a mantener mi compostura. Pero una vez sola, recordaba cada momento en que te veía, terminaba por pronunciar tu nombre más de dos veces al día, recordando pequeños momentos, como la vez en que yo estaba parada en la esquina de un paradero esperando que pasara algún transporte para irme a mi casa a descansar, pero en un colectivo te vi, tu ibas mirando aburrida la ventana hasta que me viste y volteaste a verme cuando aquel auto me había dejado atrás, me sorprendió aquello de ti.
También recordé cuando me quede fuera de un ensayo al igual que tú, te me acercaste y me preguntaste que estaba estudiando, me hablaste, aunque me puse nerviosa respondí junto a alguna estupidez, tú me sonreíste y me miraste directo a mis ojos, desvié la mirada luego de algunos momentos y te sonreí nerviosa, también en ese mismo día tu viste como una pequeña se me acercaba y me abrazaba, tú me sonreíste enternecida al verme, yo era una chica ruda según muchos, una que no demostraba mucho lo que sentía, pero tu sabias como leerme.
Termino sumergida en aquellos recuerdos y me doy cuenta que a pesar de todo este tiempo no puedo olvidarte, sé que he podido superarte poco a poco, el tiempo me ha ayudado, mi razón me ha ayudado, sé que esto no tendrá un final feliz para las dos, nunca hubo un nosotras y eso lo tengo claro pero a pesar de todo duele, mi corazón se estruja, nunca creí enamorarme, siempre he dicho que para enamorase primero hay que conocer a otra persona, pero no se ¿qué significa esto entonces? Aquella pregunta aun esta sin responder solo sé que mi corazón aun te recuerda a veces y que mi memoria me traiciona al ver tu rostro de nuevo. Espero que el tiempo me ayude a olvidar y a enterrar de una vez por todas tu recuerdo.