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Obsesión virtual por Dtzo

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Notas del fanfic:

Yu-gi-oh! ni sus personajes me pertenecen. Son total propiedad de papi takahashi.

Notas del capitulo:

holi holi ^w^/ :v adivinen quien estaba inspirada x3 

Bueno, nada espero les guste este fic que ya tenía tiempo intentando escribir, y cabe aclarar que tome la idea de la peli x3 no me maten pero antes de ver como estaba esa escena ( en la que me base) ya tenía pensado algo así :3

No se me ocurrio una posible continuación ... x3 bueno si.

pero ya ustedes decidiran si la quieren nwn estoy a sus ordenes pequeñas.

 

Éste fic va con una dedicación especial para Girlyfairly. 

nwn espero te guste.

No paso mucho después de la partida del Faraón al otro mundo y Seto Kaiba ya estaba creando un nuevo proyecto para su industria del juego. Primero se encargó de introducir a su computadora-simulador los nuevos datos que tenía sobre el ahora nuevo Rey de los Duelos, reprodujo hasta el cansancio todo lo que recordaba sobre el último duelo que había presenciado. Trabajo día y noche hasta crear al fin su mayor obra maestra de la cual se sentía más que orgulloso y satisfecho, constaba de uno de los más novedosos simuladores de duelos jamás creados hasta entonces. Las simulaciones frente a computadoras ya no le eran suficientes. Necesitaba de un elemento más que el ayudara a superar todas sus expectativas.

A pesar de concluir su trabajo, sentía que faltaba algo más pero ¿Qué era? ¡Bingo! Para que su perfecta interfaz visual estuviera completa necesitaba el modelo a crear. ¿Pero cómo lograr que el enano ojón accediera a ser escaneado? Sencillo. Retarlo de nueva cuenta a un duelo. Sin embargo necesitaba antes que nada diseñar un escáner que pudiera usar sin que su rival lo notara.

Una vez concluido todos los preparativos para éste, lanzo de nueva cuenta un torneo que sabía bien Yugi no podría negar.

Llego el día del tan esperado torneo en el cual Kaiba no tenía la menor intención de participar sino hasta el final como ceremonia de clausura.

Durante toda la tarde se llevaron a cabo los duelos, todos y cada uno de los duelistas, novatos y veteranos tenían la ilusión de hacerle frente al Rey de los duelos. Teniendo en cuenta aquello, Kaiba tuvo la “amabilidad” de que Yugi comenzara desde cero en las eliminatorias, así tendría mayor rango de análisis en cuanto a sus jugadas. Claro que para esto requería que ya estuviera en el simulador, así que instalo su novedoso escáner sobre una de las viejas arenas -  simuladores, de la cuál Yugi no se movió.

Todo marchaba de maravilla, entre más duelos aceptara Yugi durante el torneo mejor para el CEO.

Llego el final del torneo, no hace falta mencionar quien sería el oponente de Kaiba por enésima vez.

El duelo final se disputó en una gran habitación blanca, en donde Kaiba mostro su nuevo sistema de duelos de realidad virtual aumentada. Al final Yugi ganó. De nuevo. Esta vez no molestó a Seto en absoluto, al contrario; ya tenía lo que deseaba. Tenía la gran certeza de que esa era su última derrota.

 

Durante un largo exilio científico, Kaiba hizo hasta lo imposible para recrear aquello que inconscientemente extrañaba. Paso noches y días enteros trabajando arduamente frente al computador, cada día transcurrido lo acercaba cada vez más a su anhelada meta, sin embargo, cada que creía tener listo su modelo, algo no quedaba tal cual él deseaba; si no contrastaba el diseño corporal, era el facial, la cabellera, en fin, ninguno acreditaba los parámetros requeridos. Tras cientos y miles de intentos no lograba completar una recreación digna de llamar Faraón.

Finalmente concluyó su modelo. Era tan real como el original, cualquiera podría confundirlo. “Seto Kaiba, lo has hecho de nuevo” se adulaba para sus adentros. Bien merecido se lo tenía. De nueva cuenta probó el prototipo, ahora ya lograba moverse, claro que de manera sistemática; cosa que no tenía del todo contento a Kaiba. Por ahora ya era un gran paso y no podía negarlo, era más de lo que esperaba. Ahora la meta era que su movilidad fuera más natural, pero estamos hablando del gran CEO ¿Qué no se podría esperar de él?

 

Perfecto, era sumamente perfecto. La naturalidad con la que se movía aquel modelo era impresionante, cosa que le resultó más tranquilizadora pues le estresaba la idea de ver como en realidad era su proyecto en cuestión ¿Desde cuándo no había establecido contacto con su hermano? En realidad eso era lo único que lo inquietaba, normalmente estaba más que acostumbrado a trabajar en solitario. Pero lo que lo tranquilizaba un poco era que había dejado a su querido Mokuba con uno de sus más confiables agentes; nada más y nada menos que el buen Ronald.

Ahora que tenía tan perfecto la carcasa de su antiguo y añorado rival, solo hacia falta implementar el *kernel (código fuente d un sistema operativo), la esencia que tanto le faltaba. Claramente la tarea no era sencilla, pero nada que no estuviera al alcance de sus habilidades.

 

Por fin, después de casi tres meses, el programa central estaba terminado.

Hecho a andar la simulación de su rival virtual.

Funcionaba.

Realmente funcionaba. Ante sus ojos se encontraba la añorada oscuridad de Yugi, tal cual lo recordaba; con esa mirada desafiante y su peculiar estilo.

No esperó más para iniciar el simulador de duelo, una vez más volvía a sentir esa extraña sensación de júbilo en los duelos, aquella emoción que le fue mostrada por su contrario.

Era realmente increíble, el holograma de Yami era perfectamente idéntico en todo el sentido de la palabra, las mismas frases, movimientos y jugadas. A pesar de estar consiente que tanto Yugi como Atem ya no eran un mismo, Kaiba seguía llamándolo como al pequeño. Una vez más el ultimate blue eyes contra el mago oscuro y la maga oscura.

Todo apuntaba a que Yami ganaría el duelo, fue entonces que Kaiba tuvo un ligero momento de melancolía ¿Por qué? Por el simple hecho que ya tenía asegurada su victoria, activo su última carta trampa que además de negar el daño de batalla, elevó el ataque del ultimate blue eyes a 9000 puntos de ataque; en su turno terminó con el duelo.

¿Qué era aquella sensación de insatisfacción? Comenzó con un debate interno, por un lado tenía que estar satisfecho por al fin haber ganado contra su rival, pero no era así. No se sentía del todo gustoso. Entonces cayó en cuenta que a pesar de su arduo esfuerzo por recrear a Yami a pelo y seña, solo era eso; un diseño virtual. Su “pensamiento racional” era una serie de líneas de código que obedecía al pie de la letra conforme a las reglas del juego y los efectos de las cartas. No era lo mismo. Las computadoras son buenas siguiendo instrucciones, pero no leyendo mentes. De nuevo ahí iba otra pregunta. Entonces, si tenía aquello en mente ¿Qué necedad había en invertir su valioso tiempo en ello?

Se sumió en una gran melancolía, claro que esto era raro en el gran CEO de KC, inclusive el mismo por dentro se recriminaba tan “patético” comportamiento pero no lo podía evitar.

Volteo a ver a su creación como si en él pudiera encontrar las respuestas.

La mirada de Yami se encontraba clavada en él, pero no era aquella de rivalidad, era una mirada cálida y comprensiva. Por un momento espero que le dijera algo que mermara su desilusión, sin embargo olvido que no lo había programado para socializar más que durante los duelos y sólo con un nombre en cuestión. El de Kaiba.

Se acercó hasta  Yami - quien permanecía inerte ante cualquier gesto ajeno a un duelo – y lo contemplo por un gran lapso de tiempo.

¿Cuánto tiempo pasó? Quizá más de media hora, sumidos en un silencio humano, pues el simulador seguía activo, fue entonces que ocurrió lo que muchos podrían llamar un “milagro”

Bien hecho, Kaiba.

Habló sin más.

¿Qué era aquello? En verdad no podía ser posible que Yami le hubiera dicho eso, estuvo al mil por ciento seguro que no estaba en su código aquel gesto. Comprendió un poco más su situación.

Lo extrañaba.

No extrañaba su rivalidad ni la frustración que lo motivaba a ser mejor cada día. No. Extrañaba su persona.

Su perspicacia y comprensión, su compañerismo y apoyo en los momentos más críticos; como cuando en el reino de los duelos, ciudad batallas, contra Dartz y contra Diabound. En múltiples ocasiones estuvieron luchando codo a codo, a veces muy a su pesar por su gran orgullo, inclusive desde sus vidas pasadas habían compartido una relación fraternal ¿Y si era eso? ¿Seguía queriendo a Yami de esa manera? No. Era otra cosa. “¿En qué demonios estoy pensando?” Le costaba admitirlo y asimilarlo.

¿Sucede algo?

Adiós sentido común.

Cuando menos se dio cuenta ya se encontraban sus labios posados en los de Yami, quien no se inmuto en absoluto pero – llámenlo como quieran – lo recibió sin resistirse a aquel intimo encuentro de alientos.

No podría comparar la diferencia entre un beso con un ente virtual o un humano, pues éste era su primer beso – hasta donde él tenía entendido – y aun así su mente se nublo por unos segundos, dejando procesar aquella tibia sensación labial. Se separó de Yami y no se atrevió a sostenerle la mirada, lo sostuvo por los hombros, cerró sus ojos.

¿Kaiba?

Era complicado el decidir cómo llamarlo, lo común era decirle Yugi sin importar si era la luz o su oscuridad, pero tampoco tuvo la necesidad de llamarlo como en su pasado, así que en un casi inaudible susurro proclamo “Te amo, Yugi” No podía evitarlo, era la costumbre.

Kaiba…

El tono era suave cual roce de la brisa matutina, logro que Kaiba entornara la mirada a Yami, descubriéndose totalmente hechizado de su cálida mirada; era un momento realmente bello.

Repentinamente una falla en el sistema hizo al simulador colapsar en un abrir y cerrar de ojos, el sistema eléctrico también colapsó y la habitación quedo a oscuras.

En aquella penumbra sólo quedaba Kaiba y un gran vacio muy similar al que sentía en su corazón.

 

Fin?

 

Notas finales:

¿Qué dicen? ¿Quieren continuación?

nwn besos y abrazos pequeñas.

 


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