Aunque mis ojos se tiñen de sangre y mi cuerpo agoniza ante el deseo de una colosal batalla no puedo evitar sentir.
Que algo se ha extinguido, poco a poco cae en infinita oscuridad, pero aun siento algo de él. El cuarto templo aun conserva aquella energía espectral,bruma melancólica que llora en soledad.
Tu me diste tu dolor,jamas conocí en ti gesto alegre que diera señales de felicidad.
Solo dolor, por mucho tiempo y a cada instante. Pero eso era mio, solo mio, como tu cabello, tu piel y tu aroma. Mio, porque nunca lo compartirías con nadie mas.
Nada de lo que te di lo encontrarías en otro, y yo no seria capas de soltar tu mano. Porque se que nadie mas la tomaría.
Me duele ser un sol radiante, tu aceptabas lo malo de mi, mis defectos solían fascinarte...¿Existirá acaso alguien como tu?, que no espere solo luz, que comprenda y apoye las sombras en mis estrellas.
Ahora te has ido, decidiste abandonarme, dejarme solo en medio de falsedad. Tolerando quizás en un futuro, la compañía de quienes me rechazaron.
Porque así sera, la lealtad humana cambia como brújula atraída por el magnetismo de la conveniencia. De creer en lo que se les ordena sin detenerse a pensar si aquello es verdad.
Un caballero sin armadura, sin constelación que lo proteja es fulminado por mi ataque, y el nombre de este caballero caerá al olvido se desvanecerá como el tono rojo de mis pupilas.
Mi bondad regresara, pero ya no te tendré a mi lado.
Poco a poco pasa el tiempo, tu templo me recibe con el mismo calor que sentía al abrasarte, y me repito infinidad de veces que tu ya no estas aquí...
Ha pasado un año, Atena se enfrento a los dioses guerreros y los dorados que aun resguardamos las casas zodiacales nos preguntamos.¿ Por que Atena no esta aquí?, pensaba que se quedaría después de la batalla de las doces casas. También nos preguntamos ¿Por que solo pide ayuda a los caballeros de bronce? Mucho me duele admitir que la razón; no confía en nosotros, teme que una nueva traición se lleve acabo. ¿Que pensarías tu de todo esto?, quizás dirías algo como:
"¿Y que esperaban?", "Es mejor así, de ese modo solo tendremos que preocuparnos por hacernos viejos" , quizás dirías eso, pero solo me lo dirías a mi.
Me llamarías gatico, una y otra vez, y yo estaría gustoso de escucharlo, de escucharte nuevamente.
Porque nadie conoce este secreto, que deseo verte de nuevo, entrelazar como en antaño tu energía a la mía.
La lluvia cae y te recuerdo, por la tristeza que disipa y las esperanza que encontrabas al verla. Porque he comprendido en este tiempo de tu ausencia. Que incluso ver la lluvia era especial a tu lado.
El reloj de fuego se enciende, y te siento, aun en la lejanía escucho tu cosmos y comprendo.
Que no tienes intenciones de pelear,aunque se que puedes llegar hasta mi templo; ninguno de los dos toleraria estar de nuevo frente a frente. Porque tu te desarmarías y yo no dudaría en sostenerte.No vengas,te pido que no subas, no me hagas recordar lo mucho que te amo.
Ahora es mi cosmos el que cae al abismo, tocando la misma linea que trazo el tuyo. Como si mi destino fuera yacer contigo para siempre.Pero temo mi querido Italiano que no podre acompañarte, Atena solicita mi presencia,ahora si lo hace, ahora si confía...confía cuando yo no tengo derechos de luchar.
El muro de los lamentos se alza imponente,no nos llama porque confié, nos llama porque necesita sacrificios...porque no desea lanzar a sus caballeros de bronce.
Y cuando la esperanza se disipa te siento de nuevo. Doce dorados unidos al fin por una causa, la luz brillara con la intensidad de nuestras almas. El brillo dorado nos rodea. Y esta vez no deseo irme sin ti. Antes de desaparecer acerco mi mano a la tuya, nuestros dedos se rozan y un segundo antes de unirnos, una fuerza nos aleja.
Asgard es frió, pero sus habitantes tienen una sonrisa cálida. Y en este lugar me encontre con Mu, y reciento que te veré de nuevo.
¿Siempre debemos pelear?, no comprendo tu actitud, pero esto no se quedara así. Te encontrare en medio de la nieve y me dirás que te ha sucedido.
Cuando al fin llego a tu habitación te veo recostado, observando con cierta tristeza tu armadura. Así que eso era, no es que no quisieras, simplemente no puedes ayudarme.
-Debes dejar de hablarme en clave cangrejo-no puedo comprender todo lo que insinúas.
-Aioria...- te escucho decir, acaricio tus cabellos mientras me siento a tu lado.
-Si es por tu armadura...no hay problema- cuando te sientas en la cama tomo tus manos, tengo un fetiche con ellas, las acaricio y te digo- con la mía es suficiente.
-No lo es, ademas tienes que proteger a tu enamorada.
¿Tienes celos de Lifya? , pero que cangrejo tan inseguro eres - Tu eres mi enamorada...bueno enamorado.
Sonríes, por primera vez te veo sonreír...pero nuevamente leo tu tristeza. Te abrazo pegándote a mi pecho, no lo quiero mas...ya no quiero tu dolor. Segundos después de aquel abrazo tomo tu rostro para besarlo.
-No lo hagas, no llores de nuevo. Quiero todo de ti, yo dejare de darte mi agresividad si tu prometes entregarme mas que tu dolor.
-Me gustaría dártelo pero...- no continuas pues me otorgas un beso con tu dulce boca.
Mi corazón se llena de felicidad, te recuesto, y entre besos te pido que me confíes tu nombre.
-Selas- te escucho pronunciar.
Y te beso de nuevo, porque se que a partir de adora me darás mas que tu dolor.