Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Distancia. por cristinita9509

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama. Ésta historia esta escrita para puro entretenimiento din fines de lucro.

Notas del capitulo:

Hola!!! Aquí vengo a reportarme después de un tiempo nuevamente desaparecida.

Bueno, esto va dedicado a dos personitas que quiero mucho xD Ya saben les deseo felicidades a ambas :3

:v espero disfruten esto porque lo hice con mucho cariño para ustedes.

-Ésta era la razón por la que no quería que vinieras.

Su ceño se remarcaba dándole más notoriedad a su enfado. Sus brazos cruzados y el respirar que intentaba ser calmado eran prueba de que estaba a la defensiva.

-Pero no he hecho nada malo.- su rostro dejaba ver un puchero. No pensaba estar haciendo algo imprudente.

-No te creo y más te vale largarte de una buena vez. No tengo tiempo para tus tonterías.

Vegeta comenzó a salir del cuarto en el cual hasta hace unos instantes se encontraba durmiendo.

Ambos se encontraban en la Corporación cápsula. Bulma había mandado a llamar a Vegeta para pedirle ayuda al momento de medir la resistencia de unos nuevos robots.

Llevaban ya seis meses viviendo juntos, por lo que para Goku era de lo más normal tener al príncipe a su alrededor. Cuando le dijo que saldría a casa de su ex esposa, al principio se lo tomó bien.

Sin embargo, algo dentro de él causo que utilizase la tele transportación para estar con su amante.

Encontró a Vegeta durmiendo muy relajado en una de las habitaciones de ese gran lugar. Inspeccionó el cuarto asegurándose de que no hubiese nadie más.

El respirar del príncipe era acompasado, lo cual causó que se fuese acercando a ese cuerpo ido en sueño. Se recargó en la cama, encima de él. Lo miraba, admirando cada una de esas facciones. En un impulso, acerco sus rostros quitando la distancia entre sus labios.

Hace tiempo no hacía eso, Vegeta era siempre consiente cuando el menor lo besaba. Pero ahora, no pudo resistirse y repetía ese acto.

El mayor no correspondía pues seguía sumido en sueño. Pero no tardó mucho para que su cuerpo fuese reaccionando. Como al principio no supo de quién se trataba, empujó con fuerza, dejando ahora al menor en el suelo.

Lo miró y se levantó de la cama, para observar a aquel de clase baja.

Eso fue lo que causó que el príncipe iniciara la discusión.

En estos momentos, el mayor salía del cuarto. Goku no perdió ni una segundo y comenzó a seguirlo.

-Espera, Vegeta. No haré nada que te moleste. Pero por favor deja que me quede.

Sus manos se posaron en los hombros del mayor que aún le daba la espalda. Ambos detuvieron su caminata. Goku pudo escuchar un suspiro del príncipe y notó que relajaba un poco los hombros.

-De acuerdo. Pero no estés molestando.

El más joven simplemente asintió, no quería que el de cabellos de flama estuviese enojado con él.

Las horas transcurrían y la mujer hace no mucho había raptado a Vegeta para que fuese a su laboratorio. Goku había insistido en ir pero ambos le negaron la entrada ya que habían cosas muy delicadas ahí, y conociendo al de cabellos alborotados, rompería algo.

Daba vueltas por la casa, estaba aburrido. Fue un rato a la cocina y comió para calmar las ansias.

Pero los minutos se le hacían eternos. ¿Era necesario que tardasen tanto? Sólo estaban midiendo la resistencia de los robots ¿No? De pronto un manojo de nervios se hizo presente en el de clase baja. Comenzaba a ponerse ansioso al saber que ambos se encontraban a solas en aquel lugar.

No es que desconfiase de alguno de ellos, pero no podía dejar esos pensamientos de lado. Los celos comenzaban a invadirlo. ¿Porqué Vegeta tenía que probar la resistencia? Es decir, el de cabellos alborotados se sentía suficientemente fuerte para poder hacerlo también. ¿Acaso la peli azul quería al príncipe cerca a propósito?

Ladeó la cabeza tratando de despejar su mente. Inhaló hondo para relajarse. Pero no, la ansiedad no se iba. Comenzó a caminar tratando de no perderse, ya que en varias ocasiones entraba a las habitaciones equivocadas.

Se quedó parado frente a ese laboratorio del cual no salía ni un sólo ruido. Eso lo ponía más curioso.

Acercó su oído para poder escuchar algo, pero fue inútil. Frunció su ceño e hizo una mueca con sus labios. Se recargó más sobre la entrada del laboratorio, sin darse cuenta empujó de más y terminó por derribar la puerta.

Bulma miró sorprendida al menor para después fruncir el ceño.

-¿Se puede saber que estabas haciendo, Goku?

Vegeta lo miraba de igual forma. Ambos estaban sentados en una mesilla en el laboratorio, la mujer tenía unas hojas con estadísticas.

El de cabellos alborotados se levantaba mientras sacudia los escombros de su ropa.

-Estaba algo aburrido y ustedes tardaban demasiado.

Vegeta no decía nada, simplemente lo miraba con seriedad. Se acercó a pasos lentos pero firmes hacia el menor, lo tomó del brazo y lo sacó de ahí.

-¿Qué sucede Vegeta?

-Eso es lo que a mi me gustaría saber. ¿Qué demonios te sucede? Estás actuando más estúpidamente de lo normal.

El menor agachó la mirada. No le respondió al mayor, simplemente cerró sus ojos y en susurros pidió disculpas.

-Tal vez debería volver a casa.

El príncipe no cambiaba su semblante pero sus palabras no eran bruscas.

-Veinte minutos. Espera veinte minutos para que termine de revisar algunas cosas con Bulma y nos vamos.

El de cabellos de flama de retiró sin esperar respuesta del otro. Goku tenia una expresión confusa en su rostro, pero decidió obedecer al mayor y esperar, ahora sentado y quieto, hasta que el tiempo pasara.

La peli azul fue la primera en salir del laboratorio, se fijó en como su amigo se encontraba sentado cual niño obediente. Se acercó a él y le tocó el hombro. Lo cual causó un pequeño sobresalto en el menor que estaba distraído.

-Ya terminamos. Lamento que te hayas aburrido Goku. La próxima vez te dejaré pasar al laboratorio si prometes no romper nada.

La mirada de la mujer era realmente dulce. Únicamente le dedicó una sonrisa, después de todo la mujer no tenía la culpa de nada. Sabía que podía confiar en ella, es decir, hasta ahora los había apoyado. ¿Cómo se le había ocurrido tener celos de ella?

Se levantó y estiró su cuerpo, esperando al príncipe.

-Ya podemos irnos. - Vegeta caminaba frente a él, manteniendo distancia.

Ambos pelinegros salieron de aquel lugar, tomando vuelo rumbo a su hogar. El silencio era presente, ninguno pensaba en romperlo, aunque se volvía algo incomodo para el menor.

Al llegar, Vegeta continuó sin emitir palabra alguna. Se dedicó a buscar algo para beber ante la mirada curiosa del de cabellos alborotados que trataba de pensar si había hecho algo para que el mayor estuviese enojado.

-"Tal vez si se enojó por haberme quedado ahí"- no quería darle vuelta a esos pensamientos por lo que subió a la habitación y se dirigió al baño de la misma para refrescar su rostro.

Claramente pudo escuchar los pasos del otro acercándose. Salió del baño y lo vio parado en medio de la habitación con los brazos cruzados.

-Kakaroto. ¿Qué te pasó hoy?

-¿A qué te refieres? No me pasó nada. Ya dije que solamente estaba algo aburrido.

Caminó tratando de pasar de largo al príncipe pero fue tomado del brazo por él.

-Dime la verdad.- sus ojos se clavaban en los del contrario, su mirada era realmente penetrante pues el menor no pudo evitar sentirse hipnotizado. - Ésta mañana estabas normal, si es que así se le puede decir a tu comportamiento.

-Yo...bueno es que ustedes me excluyeron y...

-Esa no es la razón. No sé si lo que estoy pensando es lo correcto pero, Kakaroto. ¿Acaso sentiste celos?

El menor, ante esas palabras que lo dejaban al descubierto, sólo pudo atinar a sonrojarse.

-Es que...ustedes estuvieron solos tanto tiempo e insistían en no dejarme pasar.

-¿Por eso fue que te tele trasportaste? ¿Para no quedarme a solas con Bulma?- su ceja se enarcaba con cada palabra que decía.- Pero que estupido eres. - soltó un bufido y fue a sentarse a la cama. - ¿En verdad piensas que entre ella y yo puede existir algo más que una relación de respeto?

-No, no es que piense eso. Es sólo que hay momentos en los que siento que...- El menor no podía sacar las palabras, se sentía un completo tonto.

Vegeta continuaba mirándolo fijamente, esperando a que el más joven terminase de hablar.

-Cuando fui, te sentí algo distante. No sólo hoy,  desde hace unos días tu comportamiento ha sido raro conmigo.

Vegeta escuchaba atentamente lo que el menor decía. ¿Cómo es que decía eso? Es decir, viven en el mismo lugar ¿Distante? No, en palabras de Vegeta lo correcto sería decir que ha tomado algo de su espacio personal, sólo eso, pero esperó a que el menor terminase de hablar.

Se paró de la cama, acercándose lo suficiente como para que pudiese sentir el calor corporal del otro sin tocarlo.

-¿Acaso quieres que me mantenga así de cerca todo el tiempo? Debes estar loco. Unicamente he hecho lo que hacía antes, mantener distancia. No le veo lo malo o extraño a eso. Ya pasamos demasiado tiempo juntos como para que me digas que no puedo separarme ni un par de horas.

-No me refiero a eso, es que parece que cuando quiero darte un beso o algo tratas de alejarte y...

-Por que tratas de hacerlo en lugares públicos, a mi me molesta esa idea. No tengo porque exponerme a nadie. Te dejas llevar demasiado por los impulsos, por lo mismo me enojé contigo hoy, porque me estabas besando mientras dormía. Creo que ya deberías saber que ese tipo de cosas no me agradan.

Goku ya sabía eso pero tampoco es como si controlase todos sus impulsos. Suspiró mientras veía como el príncipe se alejaba de nuevo.  Mantenía la cabeza gacha, Vegeta tenía razón. Hasta mucho era que hasta estos momentos le dijera eso. No es que alguno de ellos estuviese harto del otro, claro que no, el príncipe seguía sintiendo aquello tan fuerte por el menor. Es sólo que necesitaba su espacio, no todo se trataba de estar juntos todo el día haciéndose arrumacos, eran guerreros y ya habían perdido mucho tiempo valioso de entrenamiento.

Quería que el de cabellera alborotada lo entendiera, pero el menor continuaba con la idea de que su amante quería la mayor distancia entre ellos.

Esa noche, tanto el príncipe como el de clase baja no pudieron conciliar el sueño. Se daban la espalda en la cama, el menor pensaba todavía en aquello del espacio que debía respetar así que se abstuvo de abrazar al mayor.

Los días pasaban así, Vegeta se dio cuenta de que el menor comenzaba a darle su espacio sin siquiera pedírselo. Debería estar feliz por eso, pero aunque no lo demostrase, se encontraba algo, sólo un poco preocupado. Pero su orgullo estaba presente, no quería ser quien iniciara una conversación sobre sentimientos, era absurdo, el de clase baja debía ver por si mismo que no pasaba nada malo con mantener un poco de distancia, ni siquiera era tanta, o eso pensaba el príncipe al principio, ya que con forme los días continuaban, Goku llegó al punto de levantarse en las noches para dormir en una de las habitaciones continuas.

La mañana llegó nuevamente, sintiéndose extraño por que ya era la tercera vez que despertaba sólo en esa cama matrimonial. Tomó asiento a la orilla de la cama y miró ese espacio vacío que se hallaba frío por la falta de aquel cuerpo.
-“Insecto, sólo exageras las cosas.” – frunció el ceño, desvió la mirada y se levantó de la cama para asearse y bajar a desayunar.
Encontró en la mesa su comida servida pero ni un rastro del menor. Dejó salir un bufido para después sentarse y comer. Iría a entrenar un poco. Quería, no, necesitaba descargar energía, no una cualquiera, si no unas que eran causadas por un enfado que ni él comprendía.

Quería su espacio y lo obtuvo, pero ¿A costa de qué? Dejó la comida a medias y salió de la casa, dirigiéndose a unas montañas al norte, necesitaba destruir algo, golpear, masacrar. Su cabeza sólo podía indicarle que debía destruir si no quería terminar con pensamientos absurdos.

Por su parte, Goku había ocultado su Ki. Se encontraba sentado a la orilla de un arroyo. Trataba de relajarse con el ruido de la naturaleza pero se le era casi imposible pues, se sentía fatal al evitar al mayor.

Moría de ganas de darle besos apasionados y abrazos que duraran una eternidad, pero, por lo que había entendido, el príncipe no quería que fuese empalagoso.

Había estado evitándolo durante las noches principalmente estos últimos dias. Y, es que sentía que si se quedaba a su lado iba a comenzar a abrazarlo y no poder soltarlo todo por buscar su calor, que sus esencias se mezclaran, que  el calor de sus cuerpos se convirtieran en uno.

Era tan difícil para el menor estar tan alejado del de cabellos de flama. No debería sentirse así, pues antes de tener una relación la forma de actuar de ellos era así, alejados.

Su rostro se veía invadido por la tristeza. Una depresión empezaba a crecer en él.

Regresó a su hogar. Pensó que estaría sólo pero se equivocó, el príncipe estaba a mitad de camino a la habitación.

Ambos se observaron, pero sus miradas no resistieron tanto, al menos no la del menor que la desvió tratando de irse a otro lugar. Sin embargo, una mano lo detuvo. El príncipe se apresuró a tomarlo del brazo y llevarlo a la habitación.

Ni siquiera sabía que es lo que estaba haciendo pero la situación ya lo tenía harto.

-Bien, no se que te pasa ahora. Primero te me acercas en exceso y ahora te alejas como si fuese una plaga. - no pensaba, sólo hablaba, su voz salía con algo de enfado pues, ni siquiera un beso se habían dado desde aquel día que le pidió algo de espacio.

-No eres ninguna plaga pero...- su semblante seguía triste. Inhaló hondo y dejó escapar el aire lento. - Es que si me mantengo cerca voy a volver a querer hacer todo lo que te molesta y lo que menos quiero ahora es causarte molestias. Quiero que podamos convivir bien.

Vegeta fruncía el ceño pues esas palabras le daban a entender que el menor no entendió bien sus palabras.

-Ya veo. Comprendiste mal todo. De acuerdo te diré las cosas de nuevo, trataré de explicarme mejor. Lo que yo trataba de decirte es que de vez en cuando necesito algo de espacio, a solas. Que vivamos juntos y mantengamos una relación no quiere decir que pasemos todo el día juntos. No es que te quiera completamente alejado de mi. Con un demonio, ni siquiera he podido dormir bien porque ya me acostumbré a tenerte cerca. No me pareces molesto es simplemente que necesito privacidad de vez en cuando. ¿Entiendes? Tampoco quiero que por estar todo el tiempo juntos te aburras de mi. - Se calló de inmediato ante lo último, lo dijo sin darse cuenta. Un ligero pero visible sonrojo se asomaba en sus mejillas. Cosa que no pasó desapercibida por el menor.

Goku comenzó a acercarse al mayor, no sabía bien que hacer pero, quedó frente a él, sin invadir su espacio.

-Yo no me aburriré de ti, Vegeta.- hablaba bajo y suave. Sus palabras salían con ternura, pero sin acercarse todavía.

Ahora se daba cuenta, ese era el temor del príncipe, quizá por su carácter temía que el de cabellos alborotados se hartase de él y decidiera separarse.

-No puedes asegurar eso.- su mirada no podía estar fija en la del menor que poco a poco se acercaba y tomaba con sus manos aquel rostro de facciones duras.

-Tal vez no en un futuro, pero en estos momento estoy completamente seguro de que no me tienes aburrido. - sus labios por fin rompieron la distancia que los separaba. Un beso casto pero lleno de ternura y un sentimiento de nostalgia.

Se separaron un momento, sus miradas se cruzaron. Vegeta desvío sus ojos para evitar la vergüenza que ahora sentía.

-¿Puedo tocarte más?- esa pregunta lo tomó por sorpresa. El menor le estaba pidiendo permiso. Aún con el rostro volteado, asintió.

Sus bocas se unieron de nuevo cual rompecabezas, el beso era más demandante que el anterior. Sus bocas se abrían y sus manos empezaban a tocar el cuerpo del contrario en caricias suaves.

Tantos días sin tener el cuerpo del otro los traía locos. Las lenguas comenzaron a explorar aquella cavidad húmeda del otro, ese apéndice se movía con suavidad, se enredaban el uno con el otro. Algunos jadeos roncos se ahogaban en esos besos pasionales.

Goku tomaba de los hombros al mayor mientras que éste paseaba sus manos por aquella espalda ancha, sentía desesperación por sentir su piel. 

Se separaron, buscando oxígeno. El respirar era acelerado pues estaban excitándose. Vegeta empujaba al menor, causando que llegasen a la cama que hasta ahora estaba perfectamente arreglada.

Los ojos de ambos emanaban deseo, cariño y desesperación. El príncipe se posicionó sobre él, regresando a darse besos mientras se retiraba los guantes para poder sentir de mejor forma esa piel que se calentaba con cada roce.

Goku también comenzaba a retirarse un poco las prendas mientras continuaban con el beso, se acomodaron sentándose en la cama. La parte superior de sus vestimentas ya había sido retirada, al igual que el calzado.

Las caricias no se hicieron esperar. De inmediato, Goku se posicionó sobre el príncipe, empezando a besar su cuello dándole ligeros mordiscos que no dejaban marca. Su lengua tibia marcaba un camino por la clavícula. Llegando a los pectorales que subían y bajaban con prisa, ya que el respirar se agitaba con cada roce de esa lengua húmeda que lo tocaba.

El de clase baja acariciaba con sus manos ásperas el torso del mayo mientras que su boca se dirigía al pezón izquierdo que ya se encontraba bastante erecto.

Lo mordió con ligereza sintiendo su dureza, paseaba su lengua en círculos y succionaba fuerte dejando aquel lugar con tono rojizo.

El mayor fruncía los labios para no dejar escapar los jadeos. Un calor se acumulaba en su garganta por aguantar cada lamida y mordida que el menor le proporcionaba.

Tantos días sin haber sentido la piel ajena, causaba que sus pieles se crisparan más de lo normal. Sus erecciones eran marcadas por encima de los pantalones aun presentes en sus cuerpos.

Las manos de Goku continuaban acariciando ese torso bien formado y bajaba hasta la orilla del pantalón del mayor para comenzar a retirarlo.

Su boca se unió a un paseo por los pectorales y dejando besos por el abdomen hasta llegar al ombligo donde comenzó a juguetear.

Las manos del príncipe acariciaban la cabellera del menor, sin poder evitarlo, esa lengua provocaba que comenzara a mover la cadera, buscando más que esas caricias.

El de clase baja lo comprendió, tambien deseaba más. Se alejó un poco, retirando sus prendas restantes y las del mayor, dejando al expuestos esos falos firmes y húmedos.

Vegeta no podía mantener la mirada a los ojos del menor, pues éste lo observaba demasiado, a ese cuerpo que tanto amaba.

Goku se acercó de nuevo, acomodando las piernas del mayor a cada lado, para que pudiese tener espacio y que su rostro quedase a la altura de su ingle.

Esas manos acariciaban el interior de los muslos del príncipe, que al sentir aquello, dejó salir un suspiro. Algunas mordidas eran repartidas por los muslos antes de llegar a ese pene que exigía atención.

Ya tenia rastros de líquido pre seminal. La lengua como siempre curiosa del menor, comenzó a dar pequeñas pero continuas lamidas a lo largo de esa extensión, sintiendo el calor que ese lugar emanaba.

Sus manos no podían estar quietas y al mismo tiempo de comenzar a lamer a su compañero, empezó a masajear aquellos testículos para proporcionarle mayor placer.

Por su parte, el príncipe con cada sensación en su cuerpo sentía que estallaría en cualquier momento. Sus manos agarraban las sábanas, desordenándolas. Y su cadera comenzaba a moverse, buscando más contacto. Sus ojos se cerraron inmediatamente al sentir como un calor lo envolvía por completo. Eran movimientos pausados pero lograban estremecerlo.

Sus dientes rozaban un poco con el miembro del mayor, pero no lo lastimaba. Sentía como de la comisura de sus labios la saliva y aquel liquido pre seminal escurrían.

Su propia erección se endurecía cada vez más con el sólo hecho de escuchar los jadeos roncos que el príncipe liberaba. Su boca dejó de envolver ese pene, logrando escuchar una queja por lo bajo del mayor.

Tomó algo de esos fluidos que ya lo envolvían entre sus manos y empezó a dar ligeros masajes al esfínter de Vegeta. Quería relajarlo, asi que mientras masajeaba aquel lugar, sus labios regresaron al cuello del pelinegro.

Los brazos de Vegeta rodeaban la espalda de menor, sentía como su entrada se relajaba y como sin dar aviso, el de cabellera alborotada empezó a invadirlo con un dedo.

Poco a poco otro dedo fue entrando hasta llegar a un tercero, procuraba que resbalase bien, aunque no podía evitar estar ansioso por las ganas de unir sus cuerpos.

Retiró los dedos dejando aquella parte baja dilatada. Tomó al mayor y lo acomodó sobre él, quedando Vegeta montándolo. Así podría llevar el ritmo.

El de cabellos de flama miraba ahora las expresiones del menor, acostado, con su cuerpo agitado y ansioso. Posicionó sus manos en el abdomen del de clase baja y comenzó a meter ese falo grueso en su interior. Lo hacía de forma lenta. Su quijada se apretaba con cada centímetro que entraba. Su respiración se volvía pausada.

Cuando terminó de auto penetrarse, se quedó estático, pues quería que su cuerpo se acostumbrara a esa intromisión.

Sus miradas se conectaron, el brillo en los ojos de ambos era el mismo. Detonaba cariño, ganas de no separarse.

El mayor comenzó a mover su cadera, se alzaba y sentaba. El sudor de sus cuerpos era bastante notable. La habitación se había vuelto un sauna con el calor que sus cuerpos emanaban. El olor a sexo invadía el lugar casi asfixiándolos, pero no importaba. Lo único importante era la unión que sus cuerpos tenían ahora. Como el movimiento que había empezado con lentitud se iba incrementando, dejando escuchar el choque de sus pieles.

La erección del mayor había bajado un poco, pero Goku la tomó entre sus manos y empezó a masajearla mientras continuaban con las embestidas.

Sus cabelleras de a ratos cambiaban de tonalidad pero trataban de, por esta vez, no transformarse.

Esos ojos que se volvían claros y oscuros a cada segundo lo traían loco, quería moverse más rápido y lo hizo, sintiendo como en su próstata era estimulada por aquel falo que parecía hincharse a cada segundo.

No podían más, ambos estaban al límite, el no haberse tocado todo ese tiempo causaba que sus cuerpos reaccionaran más de lo normal.

Un par de estocadas bastaron para Vegeta, dejando que ese líquido caliente saliera de su cuerpo manchando el abdomen del menor. Pero no dejaba de mover su cadera ya que el de clase baja no terminaba aún.

Goku se movía también, tres estocadas bastaron para que inundara el interior de su amante.

Sus cuerpos temblaban por la reciente liberación. El príncipe cayó agitado sobre el pecho del menor sin importarle mancharse con sus fluidos.

Las respiraciones de a poco se volvían acompasadas. El silencio reinaba, lo único audible era el respirar de cada uno y el latir de sus corazones.

Goku se empeñaba en abrazar ese cuerpo contra el suyo. La cabellera del mayor llegaba a su nariz por lo que olfateaba su aroma.

-Creo que jamás podría aburrirme de ti, Vegeta. - hablaba mientras continuaba olfateando aquella cabellera. El príncipe no contestó, su semblante era nuevamente serio, pero sin que el menor lo notara, una sonrisa se asomó en su rostro. Una que logró ocultar en el pecho de su amante.

¿Distancia? No, no la necesitaba. Ese calor ajeno al suyo lo reconfortaba de una forma sin igual.

Notas finales:

¿Que tal? ¿Raro? Ya ni yo se xD

:v ¿Acaso esto esta unido a otras historias? Dedúzcanlo e_e

:3 Bueno, yo que tenia planeado subir un amor que florece de una vez pero no xD lo subo la semana que viene con bizarro :3

 

Espero les haya gustado, en especial a esas dos personitas especiales :3

Bueno, me voy y desaparezco otro rato e_e los amo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).