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Quiero a mi Taiga por Reiga

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Notas del fanfic:

Hola chicas! Aquí vamos con el primer escrito de este precioso mes! Espero les guste!! <3

 

Advertencias

Kagami fem e insinuaciones Hetero >///<

 

Bueno solo eso creo espero disfruten de la lectura!

 


 


Primero de enero. Y como primer día del año  se despertaba como ningún otro, “algo” se lo decía. Sonrió como un bobo enamorado al recordar que ese algo tenia nombre y apellido. Unos ojos que amaba, un cuerpo comestible; y solo para él. Unos cabellos rojos radiantes y sedosos pero tan alborotados como su a veces exasperante personalidad.


Suspiro otra vez en su cama con el insano deseo de revolcarse de felicidad de tan solo recordar el día de ayer. Pero no lo hiso simplemente porque no era propio de él.


Con su novio habia tenido la oportunidad de comenzar en san Valentín y celebrarlo. De manera tímida y torpe pero lo habia hecho. Celebrar el primer mes en marzo, el segundo en abril, el tercero en mayo y así sucesivamente. Su cumpleaños y el de él, navidad y prósperamente el año nuevo.


Su felicidad radicaba en que ninguna de las celebraciones que hayan tenido antes se comparaba con el día de ayer. Un día que recordaba ahora en la comodidad de su cama como el día perfecto.


Desde el comienzo del día habían estado juntos preparándose para luego ir al festival, para orar pedir sus deseos, jugar, disfrutarse juntos para luego culminar en la noche más hermosa que recordaría desde ahora.


Ahí en medio del bosque con la oscuridad de la noche  pero en ocasiones iluminado por aquellos fuegos artificiales. Lo habia tomado como un acto del deseo de ambos para que estuvieran juntos por el resto de este año también. Ya retomarían sus votos nuevamente el año que seguía.


Pero sin duda lo que lo tenía feliz como una miserable lombriz. Era la disposición que habia tenido kagami. Su novio no era de palabras románticas ni de muchas demostraciones afectivas. Pero la noche anterior, con sus gestos y su total entrega le habia dejado muchas cosas en claro.


—¡Aomine ya levántate! ¿No iras a ver a kagami-Chan hoy?  —hay estaba su santa madre llamando a su novio con tanta confianza.


—Si no va el, encantado voy yo —Eso sí que no lo aguantaba, se levantó como poseso, abrió la puerta causando un gran estruendo —Ahh lo siento, lo siento era una broma Daiki —se retractó en seguida al ver la furia de su hermano menor.


—Pues no hagas ese tipo de broma —estaba serio con su taiga ni para broma. Miro despectivamente a su hermano mayor. Y volvió a entrar  a su habitación.


—No puedo creer que sea tan celoso si sabe que tengo novia —dijo el moreno mayor mirando a su madre que reía ante las ocurrencia de sus hijos.


Aomine ahora y como siempre volvía a tener el ceño fruncido el idiota de su hermano le habia arruinado el brillante animo con el que habia despertado. Miro su reloj y eran las dos de la tarde,  habia pasado la noche con kagami pero se habia venido temprano para bañarse y descansar un poco pues en la tarde se encontrarían todos sus amigos en la casa de kagami.


Sus celular sonó sacándolo de sus pensamientos, fue por el al velador y sonrió al ver el remitente


“Ven ahora por favor”


No alcanzo ni a sorprenderse cuando le llego el segundo


“Aomine enserio ven ahora mismo!”


Ahora si ya se asustó marco su número y realmente se alarmo cuando le corto, volvió a marcar y nuevamente lo mismo. Se vistió con lo primero que encontró tomo su celular y salió corriendo de su casa. Deseando en  todo el trayecto que estuviera bien y esperando que fuera una maldita broma para golpearlo como nunca y luego besarlo como si no hubiera mañana.


Su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba como loco mientras tomaba exageradas bocanadas de aire. Al llegar a su departamento toco la puerta despacio, al segundo la golpeo y al tercero la pateo gritando el maldito nombre de su imbécil novio.


La cerradura hiso un clik y respiro tranquilamente. Empujo la puerta despacio notándolo todo escuro y enseguida un bulto cubierto en el cobertor que reconocía como el de la cama de kagami.


—¡Imbécil! ¿Te paso algo? — preguntó entrando al departamento, notandolo igual a como él lo habia dejado. Abrió las cortinas y volvió a mirarlo, viendo por el único orificio del cobertor que dejaba ver esos ojos rojizos — quítate eso y déjame verte ¿paso algo?... ¿Por qué la urgencia?


Kagami no parecía cooperar. Y su paciencia estaba por mandarla de paseo a américa para viaje sin retorno.


—Oe — avanzo pero una mano se apareció por entremedio del cobertor deteniéndolo —Si no me dices algo en este mismo momento voy a golpearte.


Kagami titubeo y no por miedo si no por todo esa situación a la que fue expuesto de que sus ojos despertaron esta mañana. Miro el piso y con temor dejo caer el cobertor


Aomine se sorprendió al ver a una avergonzada chica, frunció el ceño al ver que la atrevida vestía las ropas de su amor. La situación era rara. Estaba a un paso de estar verdaderamente enojado. Nadie jugaba con él.


—¿Quién eres tú? ¿Dónde está kagami? — preguntó y al ver que la chica levantaba la vista notando el catastrófico parecido, ojos rojos, cabello igual pero largo, singulares cejas que al igual que en taiga en ella se veían bien. —¿Familiar? —vaya que los genes son fuerte pensó. Sabía que  taiga era hijo único así lo que lógico era que la chica presente fuera alguna prima u/o otro pariente.


—Soy yo  — dijo bajito


—¿Qué dijiste?


—¡Que soy yo mandita sea! No sé qué está pasando esta mañana me levanté así — dijo al borde del llanto para luego reírse — sé que estoy soñando, lo más seguro es que sea un ridículo sueño, pero a la vez parece tan real que estoy asustado.


Aomine la miro tan pérdida que casi y le tenía consideración a la mentira. Aquello era una jodida broma de su novio. Hay de si lo encontraba. De esa casa no salía vivo.


—¿Dónde está? —le pregunto para luego recorrer el departamento  —¡Te voy a matar taiga! ¿¡Dónde demonios estas?! —lo busco debajo de la cama, el balcón, baño, hasta dentro del refrigerador pero nada ni un rastro.


—Que soy yo te estoy diciendo ¡Ahomine!  ¡Mírame!  —le dijo con desesperación.


Aomine se detuvo a mirarla. Desde sus cabellos bajando por esa delicada quijada. Su pronunciado pecho que se notaba firme bajo esa holgada polera, que a la vez le impedía ver la magnitud de su cintura. Unas caderas de infarto y totalmente al intemperie unas bonitas  piernas.


Aquello era imposible.


—Pasamos el año nuevo en el boque, lo hicimos ahí. Comenzamos  a salir en febrero del año pasado, al principio nos llevamos muy mal —al notar que no le creía decidido decir algo de lo que solo ellos dos tuvieran el conocimiento — la… la primera vez que intentamos hacerlo, me… me dolió mucho por lo que te pedí que te detuvieras, y me fui corriendo. Luego de eso tenía tanta vergüenza que te evite durante un mes.


Aomine se sorprendió ante eso. Aquello le habia apenado tanto a kagami que estaba seguro jamás y se lo contaría a nadie. Por lo mismo el jamás lo habia siquiera mencionado


—Es imposible —dijo mirándola.


—Lo sé —suspiro — por lo mismo creo que  estoy soñando


—¿Entonces yo también? —definitivamente más una afirmación que una pregunta.


—Aunque debo reconocer que como mujer soy bastante linda ¿no crees? —le pregunto juguetonamente mientras situaba una mano en su cabeza y la otra en su cintura.


Aomine bufo  mirándola de reojo, era linda no lo iba a negar. Se encogió de hombros 


—Daiki golpéame


—¿Qué?


—Que me golpees, me he piñizcado mil veces — le dijo mostrándole su brazo todo amoratado —necesito un golpe lo suficientemente fuerte para despertar.


Aomine encontrada tan absurdo todo que llego hasta ella  y preparo su puños. Kagami cerró sus ojos para recibir el impacto.


Aomine le propino un golpe en su estómago que la doblo de dolor, dando un grito preocupante que alarmo al moreno.


—Mierda —dijo con rabia al ver que la chica se desmayaba —Demonios —la tomo en brazos y recostó en el soba —En qué demonios estaba pesando — se reprendía — oí despierta — fue corriendo por una vaso de agua y con cero delicadeza se lo tiro en la cara para luego darle leves golpecitos en sus mejillas


Kagami se retorció de dolor, mientras tosía.


—¿Fu…Fun…ciono? —inmediatamente se dio cuenta de que no, ya que su vos era varios tonos mas bajo


—No genio, sinceramente ya no creo que sea un sueño —dijo ayudándola a sentarse mientras le sobaba la espalda.


—Suponiendo que sea verdad ¿porque? Con que propósito me volvería chica — le decía mirándolo preocupado — no me quiero quedar así


—ya, ya tranquilo —se acercó y paso sus manos por su cintura notándola tan estrecha que un  calosfrío le recorrió por completo —lo más seguro es que sea algo que dure solo hasta las doce de la noche ¿no?.


Kagami lo miro con cara de poco amigos y luego suspiro.


—¿Que haremos ahora?  Los chicos vendrán a la tarde se supone que pasaríamos el primer día del año juntos.


 


—¿Quieres que lo cancelemos?


 


—No —subió sus piernas   y las agarro hundiendo su cabeza en ellas —es algo que estábamos planeando hace mucho, solo tenemos que arréglanoslas yo obviamente no estaré presente podemos decir que surgió algo. Confiemos en lo que dices mañana todo volverá a la normalidad.


 


—Bien, comencemos arreglar entonces — le sonrió. Aomine adoraba esa forma de ser. Miro como la pelirroja se tomaba el cabello y luego se amarraba la polera a la cintura por fin dejando ver su pequeña cintura. Al conjunto con ese redondo y firme trasero.


 


Kagami  sitio esa mirada intensa en su cuerpo y sonrió antes de dirigirse al baño. Para mirarse al espejo.


 


—Acaso te enciente este cuerpo ahomine —susurro para si mismo levantándose esa polera para ver en detalle su ahora femenino cuerpo. Con un dedo se pinchó su pecho no encontrándole la gracia. Reconocía que nunca se sintió atraído en ese sentido por las chicas por algo habia terminado con Aomine como novio… bueno por eso y muchas cosas más. Pensaba mientras ahora se daba vuelta y con ambas manos se levantaba su trasero.


 


Cuando salió del baño vio a su moreno lavando la loza.


 


—¿Daiki puedes ir a comprarme algo de ropa?   


 


—¿Ropa?


 


—Sí, nada muy femenino, pero creo que si necesito algo para afirmar estas cosas, son molestas.


 


—¿Quieres que vaya a comprar ropa de mujer? — preguntaba no dando crédito a lo que estaba pidiendo.


 


—Sí, ¿eres mi novio o no o quieres que salga así? —se acercó al moreno tan coquetamente que Aomine frunció el ceño.


 


—Supongo


 


—Puede ser algo deportivo —sugirió kagami  y Aomine asintió


 


~*~


 


—¿Algo deportivo? Yo te voy a dar tu ropa deportiva, no te pases de listo conmigo Taiga — decía  recordando el coqueteo de hace un rato. Entro a la primera tienda del centro comercial. Dio un par de vuelta y no tenía idea de que rayos comprar.


 


—¿Le puedo ayudar en algo? —pregunto la vendedora. Aomine la miro de pies a cabeza y suspiro derrotado. 


 


—Busco ropa para mi novia, si pudiera ayudarme  se le agradecería


 


—¿oh claro que talla es? —No tenía ni la más remota idea —¿qué edad tiene?  —pregunto al ver que el chico más perdido no estaba.


 


—17 mmm —miro a su alrededores hasta que vio a una chica parecida —es como esa chica, solo que más alta y con más delantera.


 


—Ya entiendo —dijo sorprendida al ver que tenía cero pudor sin llegar sonar grotesco. —¿un conjunto completo? ¿Joven? —Aomine se habia perdió en una maniquí muy bien vestido —¿le gusta esa tenida?


 


—Sí, también ropa interior —la vendedora no le sorprendía pues trataba de vez en cuando con novios avergonzados comprándole conjuntos que querían que usaran para ellos.


 


Busco tres tipos, uno blanco de lo más fome y poco agraciado, uno con encajes en un color beige bastante bonitos con unas pantaletas que cubrían lo importante y lo demás mera decoración. El otro era negro ya bastante llamativo aquel pedacito de tela no le cubriría nada, sonrió al verlo. Aquello sería un golpe bajo para kagami. Pero como aún tenía mucho por vivir opto por lo más sensato.


 


—Este ¿pero en negro lo tiene? — dijo preguntando por el beige.


 


—Por supuesto


 


~*~   


 


Ya estaba llegando al departamento cuando se topó con tres chicas ya bastante familiares. Tuvo el impulso de esconder la bolsa pero ya era tarde.


—¡Dai-chan! —Grito la peli rosa saludando alegremente a su lado se encontraba Riko y Alex con bolsas bastantes contundentes —Tai-chan no abre la puerta, veníamos ayudarle como acordamos


—ah — rio con nerviosismo llevaba las llaves en la mano por lo que no podía escabullirse. Estaba seguro de que Taiga estaría encerrado en su habitación así  que abrió y dejo pasar a las chicas.


Inmediatamente fue a su pieza y se encontró con una asustada kagami.


—Toma— kagami antes de que pudiera preguntarle que iban hacer el moreno se fue.


Kagami cerró la puerta con pestillo y reviso las ropas. Su ceño se frunció y sus ojos tiritaron al ver el conjunto. Sus dientes casi se pegan de tanto que los apretó al ver la ropa interior.


—Maldito chocolate aplastado te derretiré al igual que una vela navideña —susurraba sacando la dichosa ropa —¡Esta me la pagas porque me la pagas!... ¡bestia! — seguía enfurruñando.


Se sentó en la cama y se quieo toda prenda para comenzar por él; reconocía, bonito sostén, no evito una vez puesta la ropa interior mirarse en el espejo. No se caracterizaba por ser egocéntrico pero vamos era bonita.


— ¿Por qué rayos no me fije en alguien como yo? — Pensó mirándose las definidas curvas para luego reír por el comentario tan Aomine que habia tenido  — en cambio termine enamorado hasta las patas del narcisista de él.


 


~*~


 


Fuera de la habitación las chicas  estaban comenzando a arreglar todas las cosas en la cocina. El moreno apareció y no evitaron preguntar por el anfitrión.


—El no estará presente hoy. Su padre vino de improviso y lo llamo para no sé qué… —sí, su mente no dio para algo más elaborado.


Momoi estaba por decir algo cuando su celular sonó.


—Al parecer hoy no va a poder ser entonces, Atsu-chan y himu-chan se quedaron sin pasajes — dijo al leer el mensaje —Dice que mañana vienen 


—¿Creo que es lo mejor ya que dijimos que lo ideal es que estuviéramos todos  kagami podrá estar mañana?


—Creemos… quiero decir, si — le respondió a la rubia.


—Bueno dejaremos todo listo y nos iremos entonces. Riko-chan avísales a los demás —la castaña asintió mientras las demás sacaban las cosas de las bolsas.


Aomine salió rápidamente, si así eran las cosas kagami no tenía que salir de su habitación y no tendrían que dar explicaciones a preguntas de las cuales no tenían respuestas.


Kagami estaba listo ya para la gran huida. De no ser por la completamente afeminada ropa interior reconocería que Aomine tenía buen gusto. Aunque estaba  cien por ciento seguro que el muy patán lo habia hecho solo por molestarlo. El short en primera instancia la habia mirado con malos ojos pero ya luego puesta lo habia encontrado bonita.


“¿Sera que al estar así me hace pensar un poco diferente también?” se preguntó con cascadas en los ojos mientras toda la muralla china se le derrumbaba encima de su cabeza.


Suspiro y trato de escuchar algo a fuera pero nada. Abrió lentamente la puerta escuchando voces en la cocina. Era el momento justo para salir corriendo de ahí.


Cuando empezaba la carrera como si de una maratón se tratara choco de lleno con el moreno impactándose en su duro pecho.


—¡Demonios! — exclamo con los ojos llenos de lágrimas y agarrándose la nariz del puro dolor.


—lo siento, Baka quédate en la habita…


—¿Interrumpo algo? — la voz habia sonado tan aterradora que ambos se tensaron. Alex se encontraba mirándolo con el ceño fruncido. —Espero que no sea lo que estoy pensando…


Aomine se tensó al verla, la rubia estaba expirando un aire tan demoniaco que estaba seguro que no viviría para contárselo a alguien. Su dedos lo hiso tronar. Y algo que le indico que la dulce chica quería impactar esas delicadas manos en alguna parte de su esculpido cuerpo.


—Alex no es lo que piensas — soltó kagami con una gotita en la frente parándose enfrente de Aomine. La rubia se sorprendió al ver que la llamaba por su nombre, la miro de pies a cabeza analizándola.


—Que está pasando — pregunto riko viendo a la bella pelirroja —¿Quién eres? — pregunto de mala gana y mirando al moreno reprobatoriamente.


—Daiki como fuiste capaz — dijo horrorizada ahora su amiga de infancia.


—yo… yo les puedo explicar. Mi nombre es  Taira kagami, soy la prima de taiga, mi tío tuvo que venir por trabajo a Japón y requería de la ayuda de Taiga. Les pedí que me dejaran en un hotel pero ninguno quiso así que me dejaron al cuidado de Daiki.


—mmm jamás le escuche decir que tenía una prima —dijo la rubia


—Ni yo debes saber mejor que yo que kagami no habla mucho sobre su familia —ataco el moreno, respirando más tranquilo al ver su vida segura nuevamente.


—La… lamento mucho el mal entendido —dijo kagami fingiendo preocupación mientras sonreía apenada.


Para Alex aquello habia sido una clara invitación. Era tan parecido a su taiga que no evito querer besarla. Sin embargo antes de lograr su cometido Aomine logro apartarla. Aquellos reflejos eran innatos para proteger aquellos labios que solo eran de él.


Luego de comprender que Aomine no engañaba a su amigo pelirrojo las tres fieras se calmaron y ahora hablaban animadamente con la hermosa pelirroja.


Kagami vestía una polera negra con la torre Eiffel plateada en medio un poco ajustada en el busto pero holgada más abajo y encima una camisola cuadrille entre roja, blanca y negra. Luego unos shorts a medio muslo que dejaba ver unas lindas piernas terminando en unas calcetas negras hasta el tobillo y unas zapatillas de lona.


—Ya que somos cuatro ¿porque no jugamos un partido? hace mucho que no lo hago —propuso una feliz Momoi, sus ojos parecían brillar ante la idea. Riko estaba aún más emocionada pero lo ocultaba. ¿Hace cuánto que no jugaba?.


—Me parece una buena idea ¿tú que dices Taira? — le preguntó coquetamente la rubia.


—Claro que si —Aomine lo fulmino con la mirada ¿en qué rayos estaba pensando? ¿No era lo mejor pasar lo menos desapercibido posible? Ah no… ahí va el tonto a exponerse demás.


 


~*~


 


Y ahí iba el detrás de las cuatro féminas que hablaban como si no hubiera  mañana, ver a kagami de esa manera lo hacía sentirse de alguna manera bien. Sonrió con nostalgia  al recordar. Algo tan simple pero tan fuerte para él. La sonrisa de taiga era su punto fuerte y para el su talón de Aquiles.


Al llegar  a las canchas  se encontraba una vacía y la castaña corrió para alcanzarla primero.


Acordaron que sería un dos a dos. Kagami quiso  jugar con Riko, pues si jugaba con Alex como así lo habia dicho la rubia aquello seria aplastante.


Aomine miraba el espectáculo. Que sin lugar a duda era digno de ver, las chicas jugaban bastante bien.


—Interesante— escucho una vos detrás —¿Quién es la pelirroja? —Aomine se volteo encontrándose con  midorima, Takao y kuroko


—Una prima de kagami —contesto con simpleza y suspirando


—Se nota, se parecen bastante sin mencionar que su estilo de juego es similar al de kagami-kun —dijo kuroko mirando el juego


—¿y donde esta kagami-chan? —pregunto esta ves Takao.


—Tuvo cosas que hacer


—¡oigan! Porque no juegan contra noso… tras —propuso kagami con la pelota en la cintura  Aomine le tembló una ceja al ver esa sonrisa de superioridad. Esa chica necesitaba que alguien le bajara los humos.  


Y así empezó el juego. Kagami marcaba aomine, Alex a midorima, riko a Takao y momoi a kuroko. Kagami y aomine habían hecho lo posible por disminuir esas ganas de machacar al otro y no entrar en la zona. El partido habia resultado bastante equitativo y por demás divertido las chicas a pesar de que habían perdido le habían dado pelea y la diferencia en puntos habia sido mínima.


Con una gracias y un repitámoslo algún día se despidieron.


Aomine y kagami caminaban silenciosamente por el parqué, se habia hecho tarde y ninguno sabía mucho que hacer o que decir.


—¿Ahora si podríamos tomarnos de la mano no crees? —dijo divertidamente kagami tomando la mano del moreno. Este la miro un instante y soltó su mano con delicadeza.


—Nunca hemos ocultado nuestra relación, no quiero que piensen de nuevo que engaño a kagami —dijo mirando al frente con la mirada perdida.


—¿Acaso se te olvida que soy yo? —dijo un poco confundido por la actitud del moreno. El mismo que solo se encogió de hombros


—¿No te habrás tomado algo extraño esta mañana? ¿Has hablado con alguna bruja o algo por el estilo? —pregunto el moreno queriendo hallarle una explicación a toda la situación.


—¿Una bruja? ¿Enserio? — rio la chica, luego a su mente llego la imagen de una viejita de extraña procedencia, vos lúgubre  y aspecto de terror pero de mirada sincera, la misma mirada que los habia convencido de entrar a su lugar de trabajo el día anterior.


—¡LA VIEJA! — gritaron ambos a la ves 


—¿De verdad crees que ella tenga algo que ver?, mi deseo obviamente no tenía nada que ver con volverme chica —respondió irónicamente la pelirroja mirando hacia un lado.


Aomine se quedó en silencio recordando y luego rio nervioso.


—¿Que pediste tú? —su voz no fue para nada amistosa.


—Nada, será mejor que nos apuremos y vayamos a ver si ella tiene algo que ver


El festival siempre duraba un poco más así que si tenían suerte a la anciana la encontrarían en el mismo lugar.


Entraron hechos todos unos energúmenos. Mas el moreno que kagami en sí. La distinguida señora estaba acomodando sus cosas para luego partir al próximo festival que se haría en una próxima ciudad.


—Con usted queríamos hablar


—Mis niños en que puedo ayudarlos — les sonrió radiantemente. Como no recordarlo si habia sido sus primeros clientes. La habían tratado bien y sobre todo le habían dejado muy buena propina.


—Míreme bien, si me recuerda notara algo raro ¿no? — dijo kagami mostrándose. La anciana lo miro sorprendido


—ay caray algo salió mal —dijo sentándose y suspirando —lo lamento, las cosas nunca me salen bien


—¿Algo salió mal? ¿Cree que algo salió mal? ¡SOY UNA CHICA POR TODOS LOS CIELOS! —grito kagami


—lo lamento solo quería cumplir sus deseos


—¿y yo cuando le pedí algo parecido?


—Tu no pero el si — dijo la anciana apuntando inocentemente al moreno


—¡Lo sabía! Sabía que esto era tu culpa — decía cada vez con aires asesinos.


—Te equivocas kagami, yo nunca le pedí que te convirtiera en chica, lo que yo le pedí fue que accedieras a vestirte de chica no que te convirtiera en una


Y kagami claro que lo sabia, el muy pervertido quería cumplir ese tipo de fantasía pero él se habia negado a vestirse de chica. Le dio un desprecio de lo más infantil para luego mirar a la anciana.


—¿Se va a pasar?


—Claro estas cosas no duran para siempre. Algo fallo pero no durara mucho se lo aseguro


—Bien, gracias  — y se fue Aomine suspiro para luego ir tras su novio.


—Espera — le detuvo la anciana —Los fallos siempre dejan una lección ¿no lo cree? —no supo que le quiso decir y tampoco tenía tiempo para preguntar así que solo asintió y de despidió educadamente.


 


El camino a casa habia sido silencioso, kagami estaba molesto y Aomine sabia porque.


Los dos yacían en el sofá con cosas que decir pero ninguno sabía por dónde empezar. Kagami suspiro aquello no era tan grave, fue al baño y se retiró  las prendas quedando solo en ropa interior.


—Bien…te voy a dar tu fantasía imbécil —dijo mirándose al espejo


Aomine se encontraba con la cabeza gacha, debía disculparse.


—Aomine — el moreno levanto la vista y se hubiera caído del sillón si no fuera porque este tenía respaldo


—¿Qué demonios haces? — pregunto exasperado al verla en paños menores. Por dios que curvas.


—Estaba pensando —decía felinamente mientras caminaba sensualmente hasta Aomine para luego delicadamente sentarse sobre sus piernas dejando una a cada lado de las caderas del moreno —ya que no durara mucho no sería mala idea aprovechar este cuerpo ¿no?    


Su nariz la pasaba delicadamente por la del moreno sus labios los rosaba con cada pedazo de piel en su rostro.


—¿Qué me dices?  —Aomine tomo fuerte su cintura y la acerco más a su cuerpo. Su mano la guio a sus sedosos cabellos y tiro de ellos hasta dejar su boca junto a la suya.


—No esperes que sea delicado taiga — dijo antes de besarlo con fuerza, sus bocas se buscaban con frenesí mientras Aomine tocaba toda esa dulce piel y kagami lo despojaba de su polera dejando su torso al descubierto, su sostén habia volado en menos de un suspiro y con completa lujuria roso sus pezones contra el pecho de aomine.


El moreno se deleitó con esas perfectas esferas, su mano las delineaban a gusto mientras las alzaba para poder llevar su boca a esos deliciosos anillos. Los mordió chupo y lamio hasta hacerlo gemir. Aquellos femeninos jadeos llegaron a sus oídos y noto algo raro que por el momento ignoro.


Kagami se sentía caliente jamás habia creído que los pechos de las mujeres fueran puntos tan delicados. Su parte femenina interior le pedía a gritos Atención.  Libero aquel grueso pene de su prisión y con sensualidad se froto contra el sintiendo esa dureza y humedad atravesarle la fina tela que aún le cubría.


—Dios Ah~… Aomine — de nuevo esa dulce vos llegaba a su oídos haciéndolo fruncir ligeramente el ceño. Su mano la llevo aquel lugar cálido y escondido. Sintió como se retraía a  la expectativa. Las manos de kagami se aferraron al cuello de su novio besándolo con gula mientras sentía como dos dedos se movían por sobre de la tela de su ropa interior.


Se sentía morir. Y derretir ante cada rose. Aomine rompió aquel estorbo que poca vida alcanzo a tener. Ahora tocaba directamente aquella zona. Lo sentía caliente y palpitante, un dedo pasó con facilidad ganándose un quejido de lo más tentador. Otro dedo le hiso compañía entrando y saliendo lentamente para luego pasar a un ritmo constante y delicioso.


Cegado por el placer aomine la beso. Y a su mente vino una imagen que solo hasta esta mañana recordaba pensando que la recordaría  por el resto de su vida.


 


Flash back


Aun en su nébula de placer Aomine le miraba ensimismado, su rostro yacía  sudoroso y tiernamente sonrojado, lo habían hecho. Habia pasado el inicio de un nuevo año en los brazos protectores de su kagami. Cubierto bajo sus labios, en la calidad de su interior y protegido en el amor que le habia brindado en una total entrega.


—Me gustaría estar siempre así —susurro sobre sus labios. Kagami cero sus ojos y sonrió.


—¿Dentro de mí?


—¿Porque no? Imagínalo día y  noche una y otra vez hasta saciarnos descansar y volver a empezar 


—Tonto — dijo riendo —Feliz años nuevo Daiki! —le dijo tomándolo de sus mejillas mirándolo intensamente


—Feliz año nuevo —sonrió volviendo a tomar sus labios para entregarse nuevamente.


Fin del flash back


 


 


Los jadeos femeninos lo traían nuevamente a la realidad. Abrió los ojos y vio a la chica con el placer impregnado en su rostro. Su cabello se habia soltado y caían tan hermosamente por sus costados impidiendo un poco la vista de esos pechos.


Era linda no lo negaría pero no… no era su taiga cuando comprendió aquello la empujo como si de una perro con sarna se hubiera tratado. Con suerte y habia caído sentada y no se habia golpeado en la mesa de centro.


—Lo siento… pero no, Taiga


—Como que no imbécil ¡ni se te ocurra dejarme así! —no lo podía creer.


Aomine se levantó y fue a su fuerte. Quiero decir a la habitación de kagami cerrándola con seguro.


—¡Acaso te volviste loco Ahomine baka!


La chica estaba que se la llevaba el diablo como se le ocurría dejarla vestida y alborotada. Bueno no vestida pero si muy alborotada. Escucho que nuevamente abría la puerta.


—Toma, buenas noches —una cabecera y una frazada le habia pasado para luego volver a cerrar su puerta.


Kagami estaba que no lo creía. Lo dejaba con las ganas y más encima tenía el descaro de echarlo de su habitación.


Suspiro derrotado y fue nuevamente al sofá si algo agradecía es que al menos no dolía. Claro estaba excitada a mil pero al menos no dolía.


—Maldito cobarde por su culpa estoy así y no se hace responsable ah no pero esto no se queda así —y volvió a la carga, el moreno iba a escuchar unas cuantas cosas.


—¡Ábreme Daiki!


—No


Bufo por última vez, le habia quedado claro que su moreno no cambiaría de opinión.


 


~*~


 


Sus ojos pesaban, se retorció un par de veces hasta que  abrió sus ojos asustado, miro a su alrededor, sorprendiéndose al encontrarse en su habitación.


Se levantó a una velocidad impresionante y miro hacia abajo suspirando tranquilo.  Lo sabía. Sabía que tan loco suceso debía ser un sueño.


—Un sueño —susurro para luego sonreír.


—No lo fue — inmediatamente se levantó encontrándose con el moreno —Estamos a dos de enero. Lo de ayer si paso.


—Ya veo, la vieja tenía razón — aun le costaba créelo pero ya no quería pensar.


—mmm


—Sabes daiki No te entiendo — dijo el pelirrojo recostándose boca arriba y mirando el techo como si fuera lo más interesante del mundo ¿Acaso no era eso lo que quería? Habia tenido la oportunidad.


—No era eso lo que quería taiga— le respondió entendiendo a que se refería —Entiende por favor la diferencia.


—¿Entre ser una chica y ser un hombre y vestirse como una?


—Exacto quería verte a ti intentándolo sé que sería difícil, pero te imaginaba todo avergonzado, sería mi novio tratando de complacerme. Sabría perfectamente que debajo de una falta tendrías los mismos que yo. Que al quitarte una polera me encontraría con tu plano pecho. El que me encanta besar y recorrer con mis manos hasta el cansancio, sabría que…


—Ya entendí — grito tirándole una cabecera y volteándose debido a la vergüenza y felicidad que le embargaba en ese momento.


Kagami sintió el peso extra en le cama y unos brazos rodear su cintura para luego deslizar aquellas manos por su pecho.


—¿De verdad?


—Si… creo —titubeo mordiéndose los labios —creo que puedo considerarlo


—¿Qué? —dijo perdido cerrando sus ojos y dando un pequeño beso en su espalda.


—Lo de vestirme de chica… quizás… una vez —susurro los ultimo.


Aomine lo abrazo con fuerza más que feliz. No tanto por el hecho que cumpliría una de sus fantasías, sino más bien por el hecho de que haya accedido a algo así. Era consciente de que su kagami solo lo haría por él.


A tenia tanto en que pensar ahora.


—Elegiré el traje perfecto Taiga —dijo dándole otro beso en su nuca


—baka — susurro también sonriendo


“Lo que sea por ti Ahomine”


Pensó antes de dormir un rato más antes de un nuevo día juntos.


Fin 


 

Notas finales:

Ahh espero que les gustara lindas!! La fecha en que lo sitúe fue nada que ver jajaj pero cuando lo empecé a escribir la situación salió casi sola XD


En fin! Muchas gracias por leer y comentar!!


Nos estamos leyendo prontito! Se les quiere <3 !


 


Reiga 


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