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Un amor no tan imposible. (Rápido y Furioso) por Faster21

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Notas del fanfic:

Traigo esta historia de una de mis parejas favoritas del cine  

Notas del capitulo:

Hola les traigo el primer cap disfrutenlo (Corregido) 

                                    UN AMOR NO TAN IMPOSIBLE
                                             (Rápido y Furioso) 

                                Brian O’conner/Dominic Toretto

         

                        
                    


                          CAPITULO 1: Parte 1 BRIAN O’CONNER





Creo que me enamoré de él desde la primera vez que lo vi, nunca antes me había fijado en un hombre, de hecho suena ridículo, jamás me imaginé en una situación como esta, las mujeres y los autos siempre fueron mi pasión. Aceptémoslo siempre he tenido mi encanto, ser rubio de ojos azules, tener un lindo rostro más el plus de ser alto y delgado y de siempre preocuparme por mi cuerpo tiene sus ventajas. Casi nunca recibí un no de parte de alguna chica y supongo que eso me daba la confianza de siempre tener lo que quería cuando se trataba de conquistas, más trabajando de esto.

Todo comenzó cuando por mi trabajo me infiltraron en un operativo policial donde tenía que ocultarme en una banda de chicos que se dedicaban a las carreras clandestinas para averiguar una serie de asaltos a camiones que se hacían durante la noche en la carretera interestatal de los cuales esta banda eran los principales sospechosos. Mi jefe Tanner me explicó que el sospechoso se llamaba Dominic Toretto, líder de la banda y el cual supuestamente estaba vinculado a estos delitos.

Un tipo llamado Harry dueño de un taller de piezas de autos de refacción que se ofreció a colaborar con la policía me dio un “trabajo” como vendedor en su tienda; tenía entendido que Toretto era dueño de un restaurante y café de comida al paso así que estuve yendo a ese lugar por unas semanas, las pocas veces que vi al tipo siempre estaba de espaldas, a simple vista era musculoso y rapado, más de eso no pude ver. Estuve tratando a su hermana y de inmediato me di cuenta que le gustaba por su actitud coqueta hacia mí, era una chica muy linda, delgada, piel canela, pelo liso, ojos penetrantes, sentí un interés por ella así que seguí su coqueteo de forma sutil con sonrisas y miradas.

Por las mañanas practicaba la velocidad que podía alcanzar con mi auto para así poder entrar al negocio, pero no era suficiente, ese día me fui un poco frustrado y como ya era costumbre fui al restaurante de los Toretto a comer algo. Caminé hasta el lugar decidido y con una revista de coches en mano, vi a Mia apoyada en el mostrador escribiendo algunas cosas y de inmediato me dio una mirada coqueta, le sonreí de vuelta y me senté en la barra.

- Emparedado de Atún sin cortezas ¿cierto? Preguntó ella.
- No lo sé ¿Qué tal está? Pregunté dando una sonrisa mientras desviaba la vista a la revista de autos que traía conmigo.
- Llevas quince días viniendo aquí y preguntando ¿Cómo está el atún? Sabía mal ayer, sabía mal ante ayer y… ¿Adivina qué? Sigue igual. Respondió balanceando su cintura con el lápiz en la mano para luego morderlo.
- Quiero el atún.  Dije sonriendo.
- ¿Sin corteza? Preguntó.
- Sin corteza. Respondí insistente sin borrar la sonrisa de mi rostro.   

Miré hacia el fondo en la oficina donde Dominic. Como costumbre él estaba sentando de espaldas seguramente ocupado en asuntos de la contabilidad. De pronto se puso de pie, volteó y me miró fijo a los ojos. Tenía una mirada penetrante tanto que me puse nervioso mientras nuestras miradas se cruzaron en un acto extraño, jamás me sentí así de nervioso, mi corazón latía fuerte y rápido, sentía algo que me estaba diciendo que ese hombre sería alguien importante en mi vida. El sacó una cerveza y la abrió en frente de mi mientras yo no podía quitarle la vista, de verdad me estaba sintiendo incómodo, los vellos de mis brazos estaban erizados, luego de unos segundos el contacto se rompió y el volvió a su asiento para seguir en sus asuntos.

Mia me trajo el asqueroso emparedado de atún sin cortezas de siempre. 
- Gracias. Le dije sonriendo.  

Mientras seguía ojeando mi revista; Mia me dedicaba una mirada coqueta muy mal disimulada que yo le devolvía de vez en cuando mientras comía el emparedado hasta que todo se interrumpió por el rugido de autos veloces acercándose a gran velocidad, era el resto de la banda de Dominic, una chica morena, muy ruda, de muy buen cuerpo al parecer latina y tres hombres más, uno de muy mal carácter que ya me daban ganas de partirle la cara cada vez que lo veía en el lugar, uno delgado y un chico bastante nervioso, la chica se acercó a Mia y la saludo y luego fue directo a Dominic y le ofreció algo de beber, el tipo de mal carácter se sentó a mi lado y deslizó bruscamente un platillo de condimentos hasta mi brazo para obviamente provocarme y alterarme, cosa que yo no le daría el placer de hacer y me miró fijamente con un ardor desafiante en sus ojos.

- Vince… ¿vas a querer algo? Preguntó Mia.
- Te ves bien. Contestó el tipo esbozando una media sonrisa.                                                                  

No quise quedarme ahí para hacer más líos así que me puse de pie para irme del lugar ya que tenía trabajo que hacer.
- Gracias Mia. Hasta mañana. Le dije dejando el dinero de lo que consumí sobre el mesón. Comencé a caminar hasta la salida, el idiota dio un golpe en la mesa y me dio un grito para llamar la atención, cosa a la que yo no di importancia mientras seguía mi camino hasta mi auto.
- ¡Oye! ¡Prueba las hamburguesas! ¡Puedes comer una con doble queso por tres dólares maricon! Gritó enfadado.
- ¡Me gusta el atún de aquí! Respondí cortante ya casi llegando a mi auto.
- ¡Tonterías! ¡A nadie le gusta el atún de aquí! Insistió.
- Pues a mí sí. Respondí.                                                              

Cuando llegué hasta mi auto sentí un empujón que me llevó a estrellarme con la puerta de este, entonces me di la vuelta y le di un golpe al tipo que estaba ya estaba cabreado y yo estaba igual. Si quería pelea eso tendría, a la mierda el buen comportamiento que me sugirió Tanner y el reglamento. Comenzamos a pelear brusco, tenía la adrenalina a mil por hora. El me dio un par de empujones y golpes, los cuales le devolví, entonces un fuerte agarrón me separó de mi oponente y me hizo saltar sobre uno de los autos, tenía a Dominic Toretto cara a cara, el tipo era imponente, transmitía un aire de dominancia que se podía sentir a kilómetros.
- Oye el empezó. Dije con mis manos levantadas al aire para no recibir un golpe de él, el sujeto podría noquearme si así lo deseaba.
- Y yo terminaré. Dijo furioso. ¡Cálmate no sigas! ¡Me avergüenzas Vince! Empujó al tipo un par de veces hasta que otro de sus amigos se lo llevó adentro.
- Jesse dame la billetera… Exigió él. El chico nombrado se la dio y tomó esta para luego sacar mi identificación.                                                                                                 - Brian Earl Spilner… suena como asesino en serie ¿Eso es lo que eres? Me preguntó muy enfadado y con una voz profunda que nunca antes había escuchado, era muy grave y muy masculina.                                    - No para nada… le respondí.                                                                        - ¡No vengas aquí otra vez! Demandó enfadado con una expresión dura.
- ¡Esto no es justo amigo! Me quejé mientras él se dirigía de vuelta a su negocio, paró al escucharme y se dio la vuelta hacia a mi otra vez.
­- ¿Trabajas para Harry no? Me cuestionó acercándose de nuevo a mi rostro.
- Si, acabo de empezar. Respondí.
- Pues estas despedido. Informó muy enfadado. Luego se devolvió de regreso a su negocio junto con el resto de su grupo dejándome un poco inquieto, no debí seguirle el juego a ese idiota, pero no podía dejar que me partieran la cara.

Luego de ese tenso incidente me regresé a mi “trabajo” con Harry. Él estaba ayudando en el caso para apresar a los culpables de aquellos violentos robos, así que me ofrecía hospedaje y un empleo de mentiras para estar más involucrado en el ambiente. Cuando entré Harry estaba hablando con alguien por teléfono, se notaba nervioso.

- Oye Dominic te agradezco que lo hicieras de esa forma. Dominic te debo una. Dijo. Sabía lo que venía, así que tenía que aguantar un las quejas de este tipo ahora.
- Brian arruinas mi negocio, cuando Dominic conduce es oro. Los chicos imitan todo lo que él hace y quieren comprar las piezas que el usa. Y pagan en efectivo. Me informó nervioso.
- ¿Qué te dijo Dominic? Pregunté mientras bebía algo de agua y mojaba mi rostro debido al horrible calor que estaba haciendo.
- No te gustará saberlo. Respondió.
- ¿Qué te dijo? Insistí.
- Que te largues de aquí. Respondió aún más nervioso. 
- ¿Quiere que me largue? Pregunté insistente.
- ¡Si! Insistió.
- ¿Y qué le dijiste a Dom? Cuestioné.  
- ¿Qué crees que le dije? Le dije que no hay muchos empleados buenos. Respondió con más nerviosismo de lo normal. Sin duda si que el tal Dominic era importante en este sitio.  
- Oye. Tranquilo. Le dije poniendo una mano en su hombro para luego cambiar mi camiseta.
- Nitrógeno. Necesito nitrógeno. Le dije caminando hasta donde se encontraba este.
- Espera. Agregó aún nervioso.
- Mi auto solo llegó a 140 millas por hora hoy. Dije preocupado.
- El óxido de nitrógeno no es para aficionados. Te he visto conducir. Tienes el pie pesado. Vas a volar en pedazos. Dijo mientras yo miraba los tanques de nitro colgados en aquella vitrina.
- Pero lo necesito. Uno de los grandes. De hecho, mejor dos y Harry lo necesito hoy mismo. Le ordené para luego marcharme a mi cuarto en la parte de atrás y así prepararme para la gran carrera que se haría en la noche.

                             LA GRAN NOCHE DE CARRERAS

Me metí a la ducha para refrescarme. Mientras el agua fría corría por mi cabello y se deslizaba por mi espalda y piernas hasta caer por mis pies, pensaba en Dominic Toretto, su mirada, su voz que me erizó los vellos, era un hombre imponente, jamás me había sentido de esa manera pero que… rayos, sacudí mi cabeza y me dije a mi mismo.
- ¡Alto Brian! es un hombre ¿Por qué de pronto pienso tanto en él? Lo acabo de conocer hoy y no de la mejor manera. Sin duda era algo bastante extraño. Terminé de ducharme y me vestí con algo casual para el momento, una playera y un pantalón para luego dedicarme a modificar el auto con los tanques de nitro que Harry me dio.

Conduje hasta el lugar donde se reunían Toretto y su banda junto a otros tantos corredores aficionados con el objetivo de competir por dinero.  A decir verdad los autos son mi pasión y este trabajo me parecía algo más que interesante que cualquier otro que haya hecho, no, sin duda es el mejor. Llegué al sitio y de inmediato atraje miradas con mi Mitsubishi Eclipse 1995 verde modificado, un par de chicos me alabaron por el auto y así mismo conocí un poco más de ellos, les dije que esperaba a Toretto y me dijeron que me pusiera en fila lo cual parecía ser que no era fácil meterse en este territorio. Hablé con un chico llamado Hector el cual me contó algo de su vida hasta que finalmente apareció Dominic y su banda dando un espectáculo con sus autos modificados, el bajó de su auto y saludó a algunos tipos, dos chicas se le pegaron de inmediato hasta que la chica morena se las sacó de encima. Observaba como operaban en silencio y cuando empezaron a hablar de una carrera supe que era tiempo de entrar.
- Oigan esperen. No tengo efectivo, pero tengo la factura de mi auto. Dije entusiasmado esperando ser aceptado aunque me tenía fe en ese momento.
- Oye nadie debe meterse en el ring sin saber boxear. Dijo uno de los miembros de la banda de Toretto.
- Él sabe que boxeo. Respondí apuntando a Vince, el tipo con quien me había peleado hoy en la tarde en el restaurante.
- Escuchen lo que tengo que decir, si pierdo fácil y rápido el ganador se lleva mi auto, pero si gano, me llevo el dinero y el respeto de todos. Agregué. Todos comenzaron a reír en ese momento.
- ¿Respeto? Preguntó Dominic con una sonrisa burlona y llena de duda.
-  Para muchos es importante. Agregué mirándolo a los ojos de forma seria y a la vez relajada.
- ¿Ese es tu auto? Preguntó Dom. Todo el grupo se acercó a mi auto con mucha ansiedad de verlo.
- Dominic veo un sistema de entrada de aire, un sistema de óxido nitroso T4 turbo, un controlador de AIC e inyección directa de nitrógeno. Dijo el chico nervioso, su nombre era Jesse o algo así.
-  Y un control de gasolina independiente. Vaya forma de gastar diez mil dólares. Agregó Dominic en un tono seco.
- ¿Ves eso? Suficiente nitrógeno para volar en mil pedazos. Agregó uno de los tipos que competiría en la carrera.
- Que dices ¿soy digno? Pregunté.
- Aún no lo sabemos, pero estas dentro. Vamos. Dijo apuntándome para luego marcharse a preparar su auto. Una gran sonrisa se dibujó en mis labios y me subí al auto para seguir a todos hasta el punto en donde sería la carrera, cerraron las calles y me dirigí al punto de partida.  

- Ganarás Brian, vas a ganar. Me dije a mi mismo.

De pronto anunciaron la partida y comenzamos a hacer rugir nuestros motores. Tenía mucha adrenalina en el cuerpo, las personas gritaban ansiosas de que comenzáramos. Cuando la carrera inició, todos corríamos a gran velocidad, aunque yo iba de los últimos, si seguía así de alguna manera iba a perder y eso significaría ser la burla de todos, así que encendí uno de los tanques de nitro y rápidamente alcancé a la mayoría de los conductores llegando incluso a rebasar a Toretto, ¡sí! Esta carrera será mía pensé. De pronto él logró pasarme y mi auto comenzó a fallar casi llegando a la meta ¡Mierda! Maldije. Algunas cosas comenzaron a quemarse. Finalmente perdí, pero aun así sonreía como idiota, ya que si, por poco le gano al más rápido. Dominic se coronó como campeón de todas formas. Conduje de vuelta hasta el punto de encuentro y me bajé del auto sin poder borrar la sonrisa de mi rostro. Jesse se me acercó un tanto sorprendido.
- ¿Qué? ¿Te divertiste? Preguntó. Mi auto estaba echando humo por el motor. Lo abrieron y el humo salió con más fuerza. Dominic se acercó, me dio una mirada de incredulidad y me enfrentó.
- ¿De qué te ríes? ¿Qué te pasa? Preguntó algo molesto. 
- Casi te gano. Le dije sin poder borrar mi sonrisa. Todos rieron burlándose de mi pero no me importó en lo más mínimo.
- ¿Casi me ganas? No me digas. Dijo aún más molesto burlándose.    - Estas soñando. Ni siquiera pudiste controlar el auto, hiciste los cambios como tu abuelita los haría. Tuviste suerte de que el nitrógeno no reventara la transmisión. ¿El casi me gana? Ahora mis mecánicos locos y yo tendremos que desarmar él motor y reemplazar los émbolos que quemaste. Pregúntale a un piloto, a uno de verdad. No importa si ganas por mucho o por poco, ganar es ganar. Dijo mientras cerraba el auto y era alabado por todos los presentes.

Luego de mi derrota todos entraron en pánico ¡la policía, la policía! Gritaban. Me subí rápido a mi auto, y junto con los demás hui del lugar. Conduje por algunas intersecciones y callejones tratando de desviar la atención y no ser descubierto ya que de alguna forma no podía meterme en líos con la policía ya que tenía que tener cuidado en mi trabajo de incognito. Divisé a lo lejos que Dominic escapaba a pie de una patrulla que lo tenía casi acorralado, adelanté la velocidad y me estacioné bruscamente enfrente de él. De alguna forma debía ganarme su confianza.
- ¡Sube! Le dije asustado. Dudó un segundo en hacerlo, pero finalmente lo hizo, conduje tan rápido como pude para que la patrulla no nos alcanzara, logré evadir unas cuentas más que nos intentaban acorralar por enfrente en las calles. Finalmente, Dominic me habló. 

- Eres la última persona en el mundo a la que esperaba ver. Dijo.                                        - Si, pero tal vez si te agrado permitas que me quede con mi auto. Respondí.
- Estoy complacido, pero no puedes quedarte con el auto. Conduces como si lo hubieras hecho antes ¿Qué eres un prófugo? Preguntó ya mucho más relajado.
- No. Respondí algo molesto, definitivamente había perdido mi auto.
- ¿Robas autos? Insistió.
- No. Nunca. Respondí mientras manejaba por las calles.
- ¿Estuviste en prisión? Preguntó.
- Un par de noches nada grave. Dije relajado ya que debía mantener el control.
- ¿Qué me dices de los dos años en la correccional por robar autos? Ah ¿En Tucson no? Si le pedí a Jesse que te investigara Brian Earl Spilner. En internet se encuentra cualquier cosa, todo sobre cualquier persona. ¿Por qué mientes? Preguntó sabiendo la respuesta.
- ¿Y qué me dices de ti? Pregunté de vuelta.
- Dos años en Lompoc. Moriría antes de volver. Respondió algo nostálgico. Lo cual producía algo de curiosidad.
De pronto un par de sonidos de motos a toda velocidad interrumpieron nuestra conversación y se acercaban a nosotros.
- Oh genial. Dijo.
- ¿Qué? Pregunté un poco curioso y nervioso.
- Que va a ser una larga, larga noche. Respondió Dominic poniendo una cara de pocos amigos.
- Síguenos. De prisa. Me dijo un tipo asiático en moto armado golpeando la ventanilla de mi auto con su arma. Entramos a una propiedad de origen chino. En el interior tuvimos una discusión con aquella banda. Dom se mostró nervioso, pero a la vez tranquilo, conocí al líder que aquella banda de adinerados, Dom me los presentó. Johnny Tran y su primo Lance. Dom me presentó como su nuevo mecánico. Ambos tuvieron intercambios de palabras donde finalmente hicieron volar el auto. En mi mente me hizo sospechar de estos tipos, tal vez ellos estaban involucrados en los asaltos de la carretera. Salimos caminando junto a Dominic de aquel lugar ya que nos quedamos sin un vehículo.

- Ahora si explícame porque lo hicieron. Dije algo enfadado y triste por perder el auto, pero de alguna forma intrigado por estar a solas con Dominic Toretto.

- Es una larga historia. Respondió Dom.
- Tenemos 20 millas. Cuéntame. Insistí.
- Es… sobre un negocio que salió mal. Además, cometí el error de acostarme con su hermana.  Vaya Dominic sí que era un descarado, cuando habló de eso por una extraña razón me hizo pensar en como se hubiera sentido estar en el lugar de esa chica, una noche en la cama con Toretto, sentí mis pantalones apretarse y traté de borrar ese pensamiento de mi mente ya que fue de lo más incómodo. Nunca sentí algo parecido antes con otro hombre ¿acaso me estaba volviendo loco? Seguí tratando de borrar aquellos pensamientos de mi mente hasta que tomamos el taxi y llegamos a su casa. Se podía escuchar una guitarra, música y gente en el interior, era una fiesta o algo parecido. Nos bajamos del taxi y el caminó directo a su casa.
- Cuídate. Le dije a Dominic mientras caminé en otra dirección para llegar a mi cuarto en la tienda de Harry.
El me dio un grito para que me volteara.

¡Oye Spilner! ¿Una cerveza? Preguntó haciendo un gesto con su mano.
- Claro. Respondí. Me dirigí a su casa junto con él, al observar por la ventana había dos chicas besándose y mucha gente bebiendo además de besarse unos con otros. Estaba el tipo desagradable llamado Vince, Dominic fue por uno de sus compañeros y le lanzó la botella de cerveza lejos de sus manos, luego le dijo algo al chico nervioso que estaba con una chica, me decidí a entrar y cuando Vince me vio no tardó en decir algo desagradable contra mi.
- ¡Oye Dom! ¡¿Por qué trajiste a ese bastardo?! Gritó con desagrado debido a mi presencia.
Dominic le gritó de una manera que me pareció ruda y a la vez sexy no sé qué me pasaba si era la adrenalina de la noche, pero me quedé viéndolo mientras él estaba con una cerveza o dos en la mano y le respondió a Vince.
- ¡Porque el bastado me liberó de la cárcel! ¡No salió huyendo! El bastardo me trajo de vuelta-. Luego se acercó a mí con dos cervezas.
- Escoge la cerveza que quieras, mientras sea una corona. Dijo amablemente esperando a que tomara mi decisión.
- Gracias dije mirándolo a los ojos y escogiendo la botella de su mano izquierda.
 -Era de Vince disfrútala. Agregó un tanto sarcástico.  Miré al tipo y limpié la boquilla de la botella con mi camiseta y bebí un sorbo mientras lo miraba de manera desafiante, aquella cerveza refrescó mi cuerpo.
- ¿Dónde está el baño? Le pregunté a Dom.
- Arriba primera puerta a la derecha. Respondió mientras miraba a Vince pensativo. Subí las escaleras mientras él hablaba con el idiota de Vince. Entré al baño y oriné con alivio, me estaba aguantando desde hace un buen rato. Me daba curiosidad el baño de Dom, miré por los alrededores por si había algo de él para ver, algo importante, pero desafortunadamente no hallé nada.

Cuando volvía del baño Dominic venía abrazado con la morena ruda que era su compañera o a simple vista novia, los miré a ambos y luego cuando iba de regreso a la fiesta el subió las escaleras.
- Oye. Aún me debes un auto veloz. Dijo sonriéndome y deteniéndose a medio camino.                                 
– Auch… Agregó ella mientras jugueteaban entre ellos para luego seguir su camino hacia el segundo piso y perderse. Era un poco extraño, pero sentí algo raro con esa morena, sin duda algo extraño está pasando conmigo y no es normal que me moleste que el se vaya con su novia o amante.
- ¿Celos? ¿Por qué? ¿Acaso es posible? Me dije a mi mismo.                                                          Al voltear me vi cara a cara con Vince y el otro tipo, querían matarme eso era obvio. El idiota de Vince comenzó con sus comentarios otra vez.
- ¿Limpiaste el asiento? Preguntó ácidamente. De pronto una voz femenina conocida interrumpió a aquel idiota antes de que me pudiera hacer algo.
- ¡Oh por Dios! ¡¿Quieres dejarlo tranquilo ya?! ¡Vete! Le gritó Mia empujándolo de una forma agresiva.
- Ven. Prepárame un trago. Agregó ella llevándome a una habitación contigua para estar solos y más cómodos.
- ¿Qué te sirvo? Pregunté.
- Cualquier cosa fría. Respondió ella.
- Le caes bien a mi hermano. No sucede a menudo. Agregó.
- Es alguien muy complicado. Dije acercándome a ella con su bebida.
- Si ¿Y qué hay de ti? Preguntó con curiosidad.
- Soy más normal. Respondí dándole su trago.  
- Claro que sí. Agregó sarcásticamente bebiendo un sorbo de su bebida.
- Lo tomaré como un cumplido. Dije pasando mi brazo por su espalda. La verdad me agradaba mucho la chica hasta podría decir que me gustaba un poco. Lo cual era un error dentro de mi trabajo.
- Hay un problema. Agregó.
- ¿Cuál? Pregunté interesado.
- Tu… necesitas dormir y definitivamente es enserio. Debes ducharte. Vamos te llevaré dijo sonriéndome.

Pasé la noche hablando con Mia sobre su hermano mientras me llevaba a casa. Sí, yo hablando con una chica sobre un hombre, enserio que Dominic Toretto tenía algo, algo que me atraía hacia él, en ese momento no sabía con exactitud que era, que sentimientos eran aquellos, pero no era nada normal, era incómodo para mi siendo un chico que siempre ha sido de lo más simple, me agradaba todo de él, su voz, su olor, sus miradas, su compañía, Dominic tenía algo especial.



Notas finales:

Espero les guste. 


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